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  Infectados  (Carriers)
  Dirigida por Àlex Pastor, David Pastor
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Carriers reúne a Lou Taylor Pucci, Chris Pine, Piper Perabo, Emily VanCamp y Chris Meloni. La película ha sido escrita y dirigida por Àlex y David Pastor y producida por Anthony Bregman y Ray Angelic. Benoit Debie ha trabajado como director de fotografía. Clark Hunter ha realizado las labores de diseñador de producción. La película ha sido montada por Craig McKay, A.C.E. El vestuario ha sido diseñado por Jill Newell. Peter Nashel y Brick Garner han compuesto la música. Tracy McKnight ha supervisado la música.


Fase Uno: Trasladar Carriers a la gran pantalla
Los hermanos Àlex y David Pastor se inspiraron en las noticias sobre la gripe aviar para dar forma a la historia de Carriers. “Nos enteramos antes de que saltara a los medios, antes de que se hubiera hecho eco todo el mundo”, apunta Álex. “El tema en sí daba mucho miedo, pero no queríamos que la película tratase simplemente sobre la gripe aviar”.

Por tanto, estos hermanos, grandes admiradores de películas apocalípticas como MAD MAX y EL TIEMPO DEL LOBO, decidieron utilizar un enfoque diferente. "Ese tipo de películas siempre centran en los personajes. No se trata de analizar el desastre en sí, sino en ver cómo afecta las vidas de las personas y en cómo se comportan en las situaciones extremas que se presentan a causa del desastre”.

David añade, “En nuestra película, el retrato y las noticas que damos sobre la pandemia en sí son muy abstractas. De hecho, nunca se menciona como tal”. Como mucho se oyen pequeñas informaciones a través de la radio del coche. “Es un mundo vacío, la población ha desaparecido prácticamente, y no hay leyes ni códigos morales que rijan las situaciones que se presentan”.

Carriers no es una película de terror al uso, no casa con las características de ese género, sino más bien es, como la describe el productor Ray Angelic, "un dramático estudio de personajes que combina una serie de elementos terroríficos”. Esto no quiere decir que la película no vaya a gustar a los entusiastas del género del terror. “Nos gustan las películas de miedo", explica Àlex. “Pero en este caso utilizamos el contexto de ese género para contar una historia sobre personajes y las experiencias que viven".

El productor Anthony Bregman comenta que “la parte más terrorífica de la película no es la enfermedad sino la gente, y lo que se hacen unos a otros, cómo reaccionan, cuando se enfrentan a tanta presión. Esos aspectos no suelen aparecen en películas de éste género”.

Los productores vieron en seguida el gancho de ese enfoque, que esperan que atraiga a fans del género que buscan algo más que sustos. “El núcleo de Carriers es el de un thriller muy dramático, intenso y centrado en los personajes", comenta Angelic. “Evidentemente, hay escenarios que suelen ilustrar los cambios que sufren dichos personajes y cómo recurren a sus instintos básicos para sobrevivir. Algunas de las experiencias son terribles. Incluso algunas escenas son tan terroríficas que los espectadores van a querer apartar los ojos de la pantalla o se llevarán un buen susto, pero no hay hordas de zombies que llegan en tropel por las calles. La narración es muy realista”.

Esa autenticidad es lo que mantendrá en vilo a los espectadores que vayan a ver Carriers y lo que les ayudará a entablar una relación con los personajes durante la película. “La historia no da miedo porque haya una casa encantada o porque una persona haya sido poseída ni nada de eso", apunta Bregman. “Es una situación muy real que podemos sentir, que nos puede afectar, sobre la que hemos leído en los periódicos. A mí, ese tipo de situaciones son las que más miedo me dan. Es algo que podría pasar en el futuro muy cercano, y eso da mucho miedo”.


Fase dos: El reparto de Carriers
El mundo de Carriers gira alrededor de cuatro jóvenes que intentan escapar de los efectos de la pandemia, y cuyas elecciones vitales minan su inocencia, enfrentando su supervivencia como grupo a su supervivencia como personas individuales.

Los productores tuvieron la suerte de encontrar jóvenes actores que podían encarnar tanto las cualidades más inocentes que caracterizan a los personajes al principio de la película y que tuvieran, además, la capacidad de transformarse en personas que ni siquiera ellos mismos reconocerán al final de la película.

Chris Pine da vida a Brian, el mayor de los dos hermanos, quien se ha convertido en un rostro muy conocido para el gran público tras interpretar a James T. Kirk en la superproducción de J.J. Abrams STAR TREK.

Brian parece ser el líder del grupo, es un "tipo duro", sobre todo comparado con su hermano Danny, aunque en realidad las diferencias van mucho más allá. “Mi hermano era el chico de oro, lo hacía todo bien y lo tenía todo", dice Pine hablando de su personaje. “Él era el listo, mis padres le querían más a él que a mí. Tenía la vida encarrilada, mientras que Brian dejó la escuela y trabajaba en lo que le fuera saliendo. Brian trabaja con las manos y piensa con los puños. Pero ahora, en esta nuevas situación, se da cuenta de que necesita un grado más de sobriedad, y se encuentra muchas veces teniendo que aplacar el mal genio que tiene dentro”.

El hermano pequeño de Danny es todo lo contrario. Tiene dieciocho años y ha recibido una beca para estudiar en la universidad, con lo que tiene la vida arreglada… hasta que de pronto debe dejarlo todo atrás para acompañar a sus tras compañeros en un que viaje que pinta peor con cada día que pasa. Según Àlex, "Ha logrado una beca y tiene la oportunidad de mejorar su vida, pero todo eso lo pierde de repente”.

Tras haber participado en el drama indie THUMBSUCKER producida por This Is That en 2005, Anthony Bregman ya pensaba en Lou Taylor Pucci para dar vida a Danny. “Anthony es un tío genial, y confiaba en él", comenta el actor. “Cuando leí el guión el personaje no me atrajo especialmente, pero al empezar a trabajar con él, me di cuenta de que es un tío que se ve forzado a hacer muchas cosas que no quiere hacer, y ésa es la clave de la película: las cosas que se ven forzados a hacer para sobrevivir”.

El aspecto adolescente de Pucci oculta su madurez como actor, el profundo entendimiento de los personajes que interpreta. “Lou tiene capacidad para estar en silencio en pantalla", comenta Chris Pine, “y eso es algo que no se aprende, no te enseñan a hacer eso en ninguna escuela de arte dramático. Al mirarle transmite una especie de aire pensativo, es algo que se le ve en los ojos. Siempre sabes que está dándolo todo. Siempre trabaja al 100%”.

Piper Perabo interpreta a Bobby, la novia de Brian y su complemento perfecto. “Es una chica dura, mal hablada, que tiene una relación casi de 'colegas' con su novio", explica David Pastor.

Cuando los hermanos Pastor vieron a Perabo en EL ÚLTIMO SUSPIRO (Lost and Delirious) en la que daba vida a un personaje similar, supieron que habían dado con la actriz adecuada. “En aquél filme interpretaba a una estudiante desinhibida y muy graciosa de un colegio de monjas", dicen los directores/guionistas. “Vimos ese largo y supimos que podía darnos algo que se aproximaba mucho a lo que buscábamos”, comenta David. También ayuda el hecho de que Perabo se parezca bastante a Bobby en la vida real. “Piper es una chica dura, no le da miedo ser un poco masculina”.

La cuarta acompañante es Kate, una chica a la que Danny le dio alguna vez clase en el colegio y de quien está secretamente enamorado. Emily Van Camp, conocida por su papel en CINCO HERMANOS, interpreta a Kate, el personaje que más evoluciona desde ser la tímida chica que viaja en el asiento de atrás a la persona implacable que más apoya abandonar a uno de sus compañeros de viaje por el camino. “Procede de una familia adinerada y vivía en la zona rica del pueblo, así que no pega nada con el resto", explica Van Camp. “No tengo ni idea de cómo comportarme con esta gente; son gritones, detestables, alborotadores, y yo soy callada, tímida… No entiendo su manera de comportarse". No obstante, Kate encuentra la forma de utilizar esa sensación de alienación para manipular la situación y hacer que las cosas funcionen en su favor. “Su personalidad no es tan fuerte como para decir directamente lo que piensa o que necesita, pero sabe lo que tiene que pasar para que la situación le favorezca”.

“Está acostumbrada a que los demás hagan cosas por ella, pero de pronto se da cuenta de que los demás están demasiado ocupados luchando por su propia supervivencia, así que se ve obligada a ir siempre unos pasos por delante de los demás. Acaba siendo la única que llevará las cosas tan lejos como hagan falta con tal de sobrevivir", comenta Àlex Pastor.

Van Camp agradeció poder trabajar en un papel que se alejaba mucho de sus últimos trabajos televisivos. “Tenía muchas ganas de hacer algo que no se pareciera a nada que hubiera hecho antes", explica. “Carriers era perfecto porque aunque mi personaje en un principio se parece bastante a las chicas que suelo interpretar desde hace mucho, esta vez las circunstancias hacen que cambie muchísimo y ese elemento es lo que me atrajo del personaje".

El hecho de trabajar en exteriores, además de vivir y comer juntos todos los días, en Nuevo México durante todo el rodaje unió mucho a los actores, y esa cercanía se ha trasladado a la gran pantalla. “Los cuatro nos llevamos genial", apunta Perabo. “Menos mal, porque pasábamos un montón de tiempo juntos. Vivíamos en los mismos apartamentos, solíamos comer juntos, y creo que eso ha contribuido mucho a que nos conozcamos tan bien”.

El último compañero de reparto es Chris Meloni, conocido por su trabajo televisivo en LAW AND ORDER, que hace una emotiva interpretación dando vida a un padre que intenta dar con una cura para tratar a su hija pequeña cuando ésta pilla el virus y se encuentra a merced de los cuatro viajeros. “El personaje debe tomar una postura muy servil", explica Bregman. “Está a su merced, y Chris hace una interpretación magnífica. No pierde fuerza a pesar de la situación. Dio vida a un personaje fuerte, poderoso, duro, pero que a la vez entiende las reglas que rigen este nuevo mundo post-pandémico".


Fase tres: El rodaje de Carriers
Para los hermanos Pastor, llevar a la pantalla una historia potencialmente realista significaba retratar la historia con el máximo realismo posible, para provocar las sensaciones más escalofriantes en los espectadores. “Dado que no nos centramos en la pandemia propiamente dicha, sino que no nos centramos en los personajes y en cómo reaccionan a ella, la historia se vuelve todavía más terrorífica porque se nos presenta en un entorno muy real", dice David Pastor.

Los Pastor decidieron rodar en Nuevo México y Texas. "Lo bueno de Nuevo México es que hay muchos entornos diferentes a distancias relativamente cortas", explica Anthony Bregman. “Nos permitía rodar en una zona montañosa o en una planicie o pasar de una zona baldía a un campo lleno de flores, todas ellas a una distancia de más o menos una hora del lugar donde nos hospedábamos en Albuquerque. Dado que esta película es como una road movie, las localizaciones son muy importantes, porque hay que darle a los espectadores la sensación de que están viendo un viaje muy largo, lo cual no es fácil cuando se rueda cerca de Joshua Tree o Palm Springs, donde no hay más que desierto”.

A pesar de que la mayoría de la película se desarrolla en el desierto, el equipo de producción vivió una divertida experiencia en cuanto a la meteorología del lugar. “Resulta que rodamos durante el verano más húmedo de la historia de Nuevo México”, dice Bregman. De hecho, algunas partes estaban repletas de flores, y la flora desértica luchaba por dejarse ver en un fondo dominado por la desolación y los parajes yermos. “Es interesante ver cómo casa con la historia, porque los exteriores dan muestra de la verdadera belleza de los lugares en los que ocurren cosas realmente horripilantes. La gente se mata, otros mueren a causa del virus y la humanidad tiene los días contados, pero el mundo sigue su curso. La belleza resistirá incluso si no estamos aquí para verla”.

El aspecto de la película es, como definen los hermanos, "bonito feo" o "feo bonito", comenta Ray Angelic. “Queríamos que el look de la película funcionara bien y que fluyera con naturalidad con la historia, debía ser muy realista, no queríamos trabajar con una imagen demasiado sucia o demasiado pulida. Queríamos que hubiera realismo, y belleza", algo que logró captar a la perfección el director de fotografía Benoît Debie. “Ha hecho un trabajo impresionante con la luz, creando unos entornos alucinantes y muy naturales. Hay que apuntar que en ninguna de las localizaciones que visitan nuestros personajes hay luz eléctrica y eso fue todo un reto a la hora de trabajar, ya fuera en interiores y en escenas nocturnas. ¿Cómo podíamos iluminarlas?". Había que conseguir realismo, pero en este caso realismo significaba oscuridad y planos en negro. “Benoît ha hecho un trabajo fenomenal para hacer que la película parezca muy estilizada, pero manteniendo mucho realismo. Lograr ese look ha sido muy duro”.

La tarea de crear a los infectados por el virus recayó en las habilidosas manos de los veteranos de efectos especiales de maquillaje Todd McIntosh y Stephan Dupuis. McIntosh estudió libros con fotos de variedad de imágenes de infecciones gripales, incluyendo la gran pandemia de gripe de 1918. “Según parece, uno de los efectos de la enfermedad es que la piel podía cambiar a tener un color azul-violáceo, volviéndose tan oscura que todas las razas parecían iguales. Así que partimos de esa base para desarrollar las fases de la enfermedad", explica.

Había que retratar diferentes estadios de la enfermedad. “Es bastante interesante ver que según iba avanzando entre la población, la gente va enfermando pero no muere. Luego en la segunda fase, la gente se ponía tan enferma que para cuando la enfermedad estaba ya abandonando el cuerpo, el paciente estaba tan débil que podía morir en medio de la calle. Era tan rápido y tan radical que fuimos diseñando looks para cada fase específica para que los espectadores pudiera ir siguiendo esa progresión".

Tras varias pruebas de cámara, McIntosh dice que vieron que al refinar el maquillaje se creaba un aspecto muy plano, que no casaba bien con las exigencias de la película. Así pues decidieron recurrir a las prótesis para maximizar todavía más el efecto. “Acabamos haciendo un montón de prótesis, para crear párpados hinchados, ojos inyectados en sangre y labios hinchados", añade McIntosh. “Desarrollamos nuestra propia enfermedad, así que lo que se ve en el filme es nuestra propia versión de la realidad que presentamos en la película”.

El efecto general de todo lo creado por los hermanos Pastor, especialmente en cuanto al realismo que rodea la producción, dio sus frutos, hasta el punto de que algunos de los residentes empezaron a creer que algo estaba pasando. “Estábamos rodando en exteriores con cajas sobre las que estaban escritas frases como 'RESTOS HUMANOS' y teníamos toda la calle acordonada. La gente salía en las noticias preguntándose qué debían hacer, no sabían lo que estaba pasando", dice Angelic. “'¿Deberíamos hacer que los niños entren a jugar en casa?'. Se empezaban a plantear que esto podría llegar a ocurrir, lo cual me producía un extraño placer como productor de este filme”. No cabe duda de que esa misma sensación llegará a los espectadores.


Fase cuatro: Alguien tiene que hacerlo: los problemas morales de la supervivencia
Desde el principio, los hermanos Pastor supieron que Carriers no se centraría en el horror de una pandemia con capacidad para destruir a la humanidad, sino en cómo se comporta la gente al verse involucrada en una situación que les obliga a tomar decisiones que acabarían con sus valores morales para garantizar su supervivencia. “Desde el momento que se pusieron detrás de la cámara", comenta Anthony Bregman, “quedó claro que este guión se centraba en la historia humana de los personajes. Todas las emociones surgen de una historia muy humana”.

El mundo que retrata Carriers es un mundo lleno de desconfianza y paranoia, a pesar de que no empieza siéndolo. “Hay cuatro personajes: dos hermanos, la novia del hermano mayor y la chica que le gusta al hermano pequeño", dice David Pastor, "y se encuentran en un mismo coche intentando huir de esta pandemia. En su intento por escapar, se ven forzados a tomar algunas decisiones muy duras, decisiones que incluso podrían tildarse de inmorales, con tal de poder sobrevivir. Y al verse envueltos en esa situación, empiezan a perder calidad humana hasta el punto de ir despojándose de ella poco a poco en su esfuerzo por sobrevivir”.

Los días van pasando, y los cuatro viajeros siguen su camino esperando no encontrarse con ningún altercado en su huida al escondite de Turtle Beach. No obstante se enfrentan a situaciones que nunca se hubieran imaginado ni en sus más oscuras pesadillas que les obligan a tomar decisiones que podrían arrebatarles la poca humanidad que les queda.

"Muchas de las escenas provocan escalofríos", comenta Bregman, "pero no porque haya chorros de sangre o porque a uno le salga de pronto una serpiente por un ojo. Más bien es porque refleja situaciones que nos hacen darnos cuenta de hasta dónde llegaría el ser humano. Nos hace reconocer de qué somos capaces. Ése es el aspecto más oscuro de esta película: al principio todos los personajes parecen buenos, son gente normal, pero según va avanzando el filme, y sin ser provocado por la avaricia, ni la maldad ni nada similar, simplemente por la realidad del mundo post-pandémico en el que viven, se ven obligados a convertirse en personas que no se hubieran imaginado nunca. Da miedo, porque los espectadores no creen que fueran capaces, pero ellos tampoco sabían que tuvieran la capacidad de hacer lo que acaban haciendo”.

"Es una historia bastante actual, nos viene como anillo al dedo en estos tiempos que corren”, apunta David Pastor. “No especialmente por el tema de la pandemia, sino por la reacción moral de cada uno al encontrarse en una situación de caos y de anarquía, como lo que ocurrió en Nueva Orleans tras el Huracán Katrina. Las cosas se nos van de las manos y la gente saca lo peor de sí mismos”.

“Carriers es una historia con moraleja, una narración que nos avisa sobre el futuro. No se trata tanto de prepararnos para una pandemia, sino de pensar en cómo actuaríamos si nos viéramos en esa situación".

“Es una película de terror con corazón", añade su hermano, "si bien ese corazón es bien negro".