Un poderoso hombre de negocios pretende construir una carretera y la Sra. D'Abondo ve su oportunidad para acabar con el bosque.
Los animales tienen que huir, pero los topos Furi y Linda y el ratón Piorno no piensan rendirse, y tampoco Cebolo, un topo asustadizo recién llegado de la ciudad.
Cuando descubren de qué tiene miedo la Sra D'Abondo, Furi propone dar "vida" al espíritu del bosque.
Los personajes
Cebolo
Recién llegado de la ciudad, es "el nuevo" del bosque. Tímido y asustadizo sus gafas y sus problemas de asma no le ayudan mucho a la hora de hacer nuevos amigos. Sincero y de gran corazón, está decidido a cambiar, a demostrar su valor y a ganarse su sitio en el bosque. Si no le diera todo tanto, tanto, miedo
Furi (Furacroyos)
Es el líder del grupo, inquieto y aventurero. Para Furi nada es imposible, por grande que sea el problema o pequeño que parezca él. Hará cualquier cosa para salvar el bosque y eso incluye despertar el Espíritu del Bosque. Furi nunca mira atrás y nunca, nunca se rinde. Y desde luego nunca abandonaría a un amigo.
Linda
Linda es decidida y valiente, aunque un poco descuidada y testaruda. No permite que le arrebaten lo que es suyo, por eso no dudará en enfrentarse a animales tres veces más grandes que ella o, incluso
a los humanos. Aunque a veces le resulta difícil mostrar sus sentimientos, en su interior guarda un corazón de oro y siempre está dispuesta a ayudar a quien lo necesita.
Hu-hu y Ho-ho
Hu-hu, posee un cuerpo peludo, de aspecto asqueroso y de cerebro más bien pequeño. Escoltada por su inseparable compañera Ho-Ho, una mosca más bien regordeta y de buen corazón, se lo pasan en grande molestando a quien sea, sobre todo si lo que tienen que "mosquear" son vacas.
Carballo
Es uno de los árboles más ancianos de la Fraga y un referente para todos sus compañeros. Su voz tranquilizadora y sus sabios consejos son seguidos por todos aquellos que viven a su amparo y sobre todo, por Furi que encuentra en Carballo a un amigo de verdad.
Sra. D'Abondo
Odia el bosque y todo lo que lo rodea. La naturaleza le parece vulgar y los animales asquerosos. Va de gran señora aunque carece de clase y elegancia. No soporta pasar los veranos en el pazo. Ambiciosa y maniática, es mala, mala, mala. Sólo tiene un punto débil
Y es que, aunque jamás lo reconocería, la Señora DAbondo cree en los fantasmas y les tiene mucho, mucho miedo.
Piorno
Inmigrante cubano, el ratón del pazo se llevó consigo toda la gracia y salero de su país natal. Siempre de buen humor y encantado de ayudar a sus primos lejanos los topos en lo que necesiten, Piorno aporta alegría a cualquier situación, por muy peligrosa que ésta sea. Tiene una máxima: ¡Cuantos más sean, mejor se lo pasarán!
Tigre
Procede de la ciudad y le acompaña cierta chulería y un aire macarra, herencia de su antiguo amo, un motero que acabó por abandonarlo. Superviviente nato, a su alrededor se fueron reuniendo otros gatos callejeros hasta formar lo que él llama el Clan de los Gatos Libres..
Morriña
Hermosa gata de la Sra. D'Abondo, aunque en realidad quien la cuida es Sabela. Romántica y muy señorita, no por ello carece de carácter y fiereza. Siente un gran aprecio por Furi e incluso respeta a los ratones del pazo. Si hay que pelear, se pelea
pero que no se le rompa una uña.
Sr. D'Abondo
El pazo es de su familia y él adora pasar allí los veranos. Le gusta pasear, pescar y perder de vista a su mujer (que nunca sale de la casa). El problema del Señor DAbondo es que no tiene carácter y vive dominado por su mujer. No es malo, pero por no enfrentarse a la Sra. DAbondo, hace todo lo que ella le dice.
Sabela
Fiel empleada del pazo desde hace ya muchos, muchos años. Gran amante de los animales y del Bosque le gusta rodearse de naturaleza. Posee un carácter dulce que aporta ese toque de humanidad y serenidad que falta en el pazo. Conoce cada recoveco de la casa y, sobre todo, a sus habitantes ya sean humanos
O no
Rosendo
Fiel encargado de cuidar del pazo durante la época del año en la que los Señores DAbondo no están. Detrás de ese carácter solitario se esconde un hombre que ama la naturaleza. Sin embargo, se muestra sumiso a los deseos de sus amos y no opone resistencia a sus caprichos, aunque éstos le lleven a talar cada uno de los árboles del Bosque.