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  Luna caliente  Dirigida por Vicente Aranda
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La película narra el regreso de Juan a su ciudad natal, donde el encuentro con Ramona, una adolescente de dieciséis años llena de sensualidad, lo lleva a vivir un apasionamiento desbordante que escapa a lo racional.

Juan es el personaje principal de la película. Es un poeta burgalés que ha logrado salir de España para ejercer un cargo oficial en la CE y regresa con la excusa de unas vacaciones. Sin embargo, a pesar de su nivel intelectual, se ve envuelto en una pasión descontrolada con Ramona. Dejándose llevar por la sensualidad de ella y su propia "animalidad", pierde el control y la viola. En el primer encuentro con Ramona, esta irracionalidad se pone de manifiesto:

Hasta que Juan, embrutecido, ahuyentando una voz que le dice que se ha convertido en una bestia, destapa la cara de la muchacha solo unos centímetros, para horrorizarse ante la mirada de ella, lacrimógena, fracturada, que lo ve con pavor, como a un monstruo. Entonces vuelve a cubrirla y a pegar trompadas sordas sobre la almohada.

No obstante, la irracionalidad de Juan va a estar en constante conflicto con lo racional, porque, como se ha dicho, él goza de un prestigio intelectual. Esta lucha se expresa después del crimen que comete contra el doctor Muniente porque ha supuesto que éste sabe que ha asesinado a su hija Ramona. Al evaluar su crimen, el pensamiento de Juan presenta la contradicción racionalidad-irracionalidad como a lo largo de toda la obra.

Todo ha salido bien, se dice. Y se espeluzna de su propia certeza, de la repugnante serenidad de su comentario.

La primera impresión que se tiene de Ramona es la de una joven sensual y atrevida que contrasta con la ingenuidad de su corta edad; y cuando uno cree que ella ha sido víctima de los instintos de Juan, se confirma lo contrario y lo irreverente de su forma de ser.

—Dame un beso —pide ella.

Él abre los ojos todo lo grande que puede. Su cerebro es el de un mosquito. Ella cierra los ojos y acerca su cara, con la boca entreabierta, para recibir el beso, y Juan se dice que no es posible que sea a la vez tan inocente y tan hermosa. Pero al mismo tiempo, alejado de ella apenas unos instantes, siente que hay algo provocativo, pecaminoso, en la seducción de ella, algo abominable, que le da miedo.

Ramona encarna pues al personaje femenino propio de la novela negra, una mujer que no se somete al hombre; bien al contrario, ella es quien toma las decisiones, es una mujer arriesgada e inteligente. Ella inventa la coartada para que Juan quede en libertad; es una mujer que no vive de los prejuicios: no le importa tener relaciones sentimentales con el supuesto asesino de su padre o que Juan sea mayor que ella.


Story line
Juan cree haber observado en Ramona cierto tipo de insinuaciones, de forma que se atreve a entrar en su habitación en mitad de la noche.

Ramona ha imaginado una relación romántica, pero, instintivamente, sin poderlo remediar, él procede a una violación que nada tiene de romántico.

El resultado es un cambio radical en ambos, de tal magnitud que ambos dejan de ser lo que han sido hasta el momento para pasar a una zona irracional donde los instintos son el eje de la conducta.