Mi ligue en apuros cuenta la historia de Jenny, una chica guapa y lista que sueña con conocer a su estrella favorita de rock: Jason Masters. Cuando Jenny y Jason se convierten en "náufragos", Jenny tiene la oportunidad de hacer realidad sus sueños: que Jason se enamore de ella. A medida que la farsa se prolonga, Jenny empieza a comprender que verdadero amor puede ser mucho mejor que la fantasía.
Mi ligue en apuros inició su camino hacia la gran pantalla cuando Joe Anderson, Wendy Thorlakson y Lance Bass recibieron el guión de la película de manos del escritor, Stephen Langford. En un principio se pensó en Bass (que es en la vida real una estrella del rock y forma parte de N*Snyc) para interpretar el papel de Jason Masters. A Bass no le sedujo la idea de interpretar un rol tan cercano a su vida real, pero se sintió inmediatamente atraído por el guión y la originalidad de la idea, así que le hico llegar el guión a Anderson y Thorlakson, que colaboran con él en su productora Bacon & Eggs. Según Bass, "Llevo años leyendo guiones y éste es el primero que me ha provocado carcajadas".
Para poder producir y financiar la película, Thorlakson y Anderson se dirigieron a la productora independiente Media 8 Entertainment. En Media 8, el productor Sammy Lee captó inmediatamente la posibilidad de realizar una deliciosa comedia romántica para adolescentes. Según Lee: "Nos encantó descubrir que, si bien Mi ligue en apuros es una comedia juvenil, la idea central de la película es también algo universal: Todos soñamos con tener la oportunidad de ver de cerca a nuestro ídolo, y en este filme podemos ver lo que puede pasar en ese supuesto, a pesar de que la cosa llegue un poco demasiado lejos...".
Gracias a Media 8, que se encargó también de la venta y distribución internacional de la película, el proyecto obtuvo la "luz verde". Los demás agentes claves de la película se sumaron enseguida al proyecto. Randal Kleiser, el director de "Grease" y "El Lago Azul", era la opción ideal para la dirección de la película. Los productores se mostraban ansiosos por trabajar con un director consagrado como Kleiser, quién no sólo sabía resolver los aspectos técnicos, sino que también conocía el modo de trasladar a la película la comicidad hilarante del guión. Según Kleiser: "Leo un montón de guiones, pero éste sobresalía por la simplicidad de su idea: la de una chica que abduce a un ídolo del rock y le hace creer que se encuentra en una isla desierta y apartada del mundo, aunque en realidad se encuentran cerca de un hotel. Creo que es uno de esos guiones que, cuando los lees, piensas: ¡Me lo quedo!".
Después de contactar con Kleiser, empezó el trabajo de casting y preproducción. Langford, el guionista, había escrito el papel de Jenny pensando en Amanda Bynes. Lee, uno de los productores, afirma: "Amanda no tiene rival como cómica. Se mete completamente en todos los papeles y éramos conscientes de que nadie podía realizar el esfuerzo físico que la comedia exige mejor que ella". Por suerte, la agenda Amanda le permitía rodar la película durante una pausa en sus compromisos con la televisión, así que firmó enseguida. Se empapó del guión: "Cuando leí el guión, estallé en carcajadas porque me pareció que la idea era muy romántica. Y es que toda chica ha estado enamorada de un chico y todas han estado enamoradas de un ídolo de rock. Así que me encantó la idea de qué pasaría si naufragas junto a tu ídolo. ¿Qué harías? Y me encantó el diálogo por lo divertido que era".
Una vez que Amanda entró en el proyecto, Kleiser y los productores se pusieron a la labor de completar el casting. Jonathan Benner fue seleccionado para interpretar el papel de Ryan, el mejor amigo de Jenny, secretamente enamorado de ella. Bennett era la opción perfecta para el papel, ya que, como explica Kleiser: "Uno de los problemas que teníamos con el personaje de Ryan era encontrar a un hombre que fuese capaz de actuar como un patoso y, al mismo tiempo, ser un líder. La transición tendría que hacerse de forma muy cuidadosa y nos parecía que Jonathan era quizás demasiado guapo, que tenía demasiada personalidad para interpretar ese papel. Pero Jonathan lo interpreta de forma que al principio parece ser un vulgar vecino de escalera y, gradualmente, se va transformando en el hombre adecuado para el personaje interpretado por Amanda".
Para interpretar el papel de Alexis, la archienemiga de Jenny, se eligió a Jamie Lynn Singler, conocida por su actuación en la serie de culto Los Soprano. Según Kleiser: "Jamie Lynn Singler va a sorprender a no pocos, porque en Los Soprano interpreta a Meadow, una chica seria y taciturna. Dudábamos de que fuese la persona adecuada para interpretar a este personaje frívolo e indómito. Sin embargo, nos convenció en el casting y ahora nos parece que encarna en tal medida el personaje de Alexis que uno se olvida de que una vez fue la Meadow de Los Soprano. Y creo que la gente no podrá ni identificarla con Meadow, porque ha convertido el personaje en algo suyo".
Por último, quedaba el papel del ídolo rockero, Jason Masters. Para interpretarlo, necesitaban un actor que no sólo fuese capaz de explotar la comicidad del guión, sino que también resultase convincente en el papel de ídolo musical. No era una tarea fácil. Kleiser explica: "Visionamos, como mínimo, a 100 o 200 chicos para poder dar con la persona adecuada. Chris Carmack es tan increíblemente guapo que pensamos que era incluso demasiado para el papel. Sin embargo, cuando realizamos la audición, descubrimos que es, ciertamente, un músico. Chris escribe música, la interpreta y es sumamente carismático, lo que le hace idóneo para el papel".
El reparto se completó con varios actores cómicos destacados para los papeles secundarios. En el papel de Brent Hernández, el sólido y un tanto extravagante director del centro turístico, encontramos a Alfonso Ribeiro (conocido por su participación en la serie de televisión 'El Príncipe de Bel Air') y Fred Willard (Best in Show) encarna al padre de Jenny. El papel del jefe del grupo de Jason corre a cargo de Joey Kern, que encarna al británico Milo, quien coordina las giras artísticas de rockero. Kathy Griffin es la eficaz relaciones públicas del artista y, por último, el productor ejecutivo Lance Bass realiza un gracioso cameo en el papel de Dan, el ayudante de Jason que tiene siempre el teléfono móvil a mano. Dan es la clase de persona que usa siempre un polo que pone "tonto, pero resultón".
Otra fuente importante del "gancho" y el atractivo del filme proviene de las localizaciones. La película se rodó, mayoritariamente, en la República Dominicana, en el centro turístico Villa del Sol, en Puerto Plata. La República Dominicana no sólo fue la principal localización, sino también el hotel del reparto y el equipo técnico. La selección de esta localización corrió a cargo de Media 8, que colaboró estrechamente con los propietarios de Villa del Sol. Este centro turístico y las playas de los alrededores fueron los escenarios de casi todas las escenas del filme, a las que imprimen una imagen tropical absolutamente auténtica. Para todos los implicados en la producción, la selección de la localización correcta constituyó un factor clave en la película. Según Kleiser: "Cuando haces una película de este tipo, es muy importante contar con la localización correcta. Es casi tan importante como uno de los personajes del filme, porque éste es el lugar en el que dos personas se enamoran".
Como la totalidad del reparto y del equipo técnico se hospedó en el centro Villa del Sol y el rodaje se realizó allí, el trabajo se llevó a cabo en un ambiente íntimo y relajado. Asegura Kleiser: "La fotografía en la localización resultó fantástica, porque se trataba de nuestro propio equipo. Allí estábamos todos, no había nadie más, así que nos sentíamos como en casa. Había una atmósfera fantástica en el plató". Jamie Lynn Sigler asegura que, para el reparto y el equipo técnico, aquella apartada localización resultó relajante y reparadora y que contribuyó a generar una sensación de camaradería imprescindible: "Estar lejos de los Estados Unidos y llegar juntos aquí hizo que nos cohesionásemos enseguida, porque nos reuníamos todos para cenar y para desayunar. Y resulta fantástica esta unión, porque en el cine no tienes tiempo para ensayar ni nada por el estilo, así que encontrarnos aquí en este paraje tropical fue una experiencia asombrosa. Creo que esto nos convirtió muy pronto en un equipo, lo que resultó verdaderamente importante". Bass añade que el tiempo de convivencia se reflejó en lo que aparece en pantalla: "Llegamos todos juntos a esta isla. Fue como una erupción. Todas las noches íbamos a cenar juntos y siempre salíamos juntos. Y, realmente, eso marca la diferencia. Creo que en las comedias, si los miembros del equipo se llevan realmente bien, logras que la diversión aparezca en la pantalla, porque estábamos siempre haciendo cosas fuera de plano, divirtiéndonos, y es se traslada de alguna manera a la imagen".
Los jóvenes protagonistas estaban asustados por trabajar con un veterano director de comedias como Randal Kleiser. Según Amanda Bynes: "Randal ha sido extraordinario. Ha ensayado cada escena antes de rodarla y nos ha hecho sentirnos cómodos a todos. Ha sido una gran experiencia. Resulta muy tranquilizador saber que puedes esforzarte por hacerlo bien, que alguien te está observando y que está dispuesto a echarte una mano. Y Randal ofrece grandes consejos. Cuando te dice algo, lo captas enseguida. Ha sido realmente, realmente, fantástico. Es el director que más me gusta de todos con los que he colaborado hasta ahora".
Kleiser, por su parte, se deshace en elogios a su joven actriz protagonista. "Amanda es como una Goldie Hawn juvenil: tiene un gran sentido de la comedia, es muy bonita, tiene una gran personalidad y le pone algunos detalles que lo enriquecen todo. También me gusta su humor gestual. Es capaz de hacer comedia con todo su cuerpo. Creo que tiene realmente un enorme talento y que es perfecta para este papel.
Kleiser recibió también ayuda de Bass para lograr que las escenas del ídolo de rock quedaran bien. Según Kleiser: "Disfruto trabajando con Lance Bass, porque es algo así como una enciclopedia ambulante sobre cómo vive una estrella del rock. Por ejemplo, cuando rodábamos la escena en que el todoterreno se detiene y todos se bajan, le pregunté quién va primero, dónde se sitúan los guardaespaldas, y él lo sabía. Podía darnos todos los detalles de cómo se comporta la gente con las estrellas del rock. Y cuando la estrella conoce a una chica que pide autógrafos, sabe cómo funciona la situación, porque la ha vivido muchas veces".
Chris Cormack comenta la experiencia de trabajar con Kleiser: "Randal es increíble. Está atento a muchísimos factores a la vez para evitar que las cosas se salgan de su cauce, siempre con una ligera sonrisa en sus labios, manteniéndolo todo bajo control. Y luego, además, encuentra tiempo para sentarse a tu lado y desbrozar las escenas y trabajar a fondo en ellas, así que, como actor, sientes que Randall se ocupa realmente de ti". Jamie Lynn Sigler asiente y añade: "Nunca había trabajado con un director que, antes de rodar cada escena, reúna a todos los actores en torno a él para analizarla. Y, si alguno de nosotros siente que debe decir su parte de otro modo o comenzar el principio o final de la frase, simplemente lo hace. Así que, hacer este tipo de improvisación justo antes de empezar a trabajar, hace que te parezca más natural cuando llegas al plató, porque lo hemos creado entre todos. Randal es fantástico. Es como un sueño trabajar con él. Nos lo hemos pasado muy bien y hemos aprendido muchísimo".
El vínculo entre el director y el equipo alcanzó su punto álgido una noche que pasaron en la localización, cuando varios miembros del reparto decidieron cantar un karaoke en el centro Villa del Sol. Los cuatro protagonistas - Bynes, Carmack, Sigler y Bennett - decidieron sorprender a Kleiser con una reedición improvisada de la exitosa canción "Summer Loving", de la película "Grease". Kleiser explica: "Los cuatro se pusieron de pie y, para mi sorpresa, se pusieron a cantarla. Resultó muy divertido y gratificante ver a los cuatro allí, en el escenario, cantando a coro la canción. Fue muy emocionante". Añade Sigler: "Lo pasamos tan bien que terminamos por unirnos al karaoke y cantar durante toda la noche".