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  Vaya par de polis  (Cop out)
  Dirigida por Kevin Smith
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Dirigida por Kevin Smith a partir de un guión de Robb Cullen y Mark Cullen, y protagonizad por Bruce Willis, Tracy Morgan, Adam Brody, Kevin Pollak, Guillermo Diaz, Ana de la Reguera y Seann William Scott. La película ha sido producida por Marc Platt, Polly Johnsen y Michael Tadross. Adam Siegel, Robb Cullen y Mark Cullen han sido sus productores ejecutivos.

El equipo técnico está compuesto por el director de fotografía David Klein, el diseñador de producción Michael Shaw, la diseñadora de vestuario Juliet Polcsa y el compositor nominado a un Óscar Harold Faltermeyer. Como es su costumbre, el propio Smith ha sido el editor de la cinta.

"Vaya par de polis" cuenta con un clásico del cine de acción, Bruce Willis, y el rey de la comedia, Tracy Morgan en el papel de dos detectives de Nueva York radicados en Brooklyn, Jimmy Monroe y Paul Hodges, socios en la búsqueda de una pieza de colección de valor incalculable… y, esta vez, es algo personal; la pieza en cuestión, un raro cromo de béisbol, es propiedad de Jimmy y su última esperanza para poder costear la próxima boda de su hija. Sin embargo, por el camino, se tropiezan con el líder de una banda del barrio muy peligrosa que desea ampliar su negocio.

Del director Kevin Smith, "Vaya par de polis" supone en muchos sentidos un giro de tuerca con respecto a las clásicas películas de policías - uno de los géneros más populares del cine – con la singular visión de Smith, que por primera vez dirige a partir del guión de otra persona. Su reacción inicial cuando leyó el guión fue que "bebía de la herencia del género de policías. Y cuando lo leí, pensé, 'Guau, si alguna vez escribiese una peli de polis, sería como esta'."

El productor Marc Platt comenta: "Una de las cosas que mejor trata Kevin en sus películas es la relación, especialmente entre los hombres. Rebosan honestidad y realismo, recuerdan a los tipos que todos conocemos".

El productor Michael Tadross está de acuerdo. "Bruce, como Jimmy, es el hombre recto, mientras que Tracy, como Paul, es el loco, y el tándem funciona".

"El guión me hizo reír a carcajadas cuando lo leí", comenta Willis. "Era muy divertido… el tipo de película que recomendarías a tus amigos".

Morgan, que ya había trabajado con Smith una década atrás, afirma del director. "Sabe cómo hacer las cosas. Es un comediante de la comedia. Dirige de una forma que cuando crees que conoces una escena, va y te dice 'Haz esto o di esto' y lo convierte en algo totalmente diferente. Me encanta su forma de dirigir".

"Kevin mantiene una relación mágica con su público"
, declara la productora Polly Johnsen. "Sus trabajos permiten a los espectadores ver a los personajes como una versión más divertida de sí mismos, y acompañarles en su viaje. Es una experiencia de entretenimiento increíble. En mi próxima vida quiero ser Kevin Smith".

Sobre el cóctel Willis-Morgan, Smith afirma: "Mi punto fuerte son los diálogos entre dos tipos", declara Smith. "Y la película tiene eso, además de más acción que cualquier cosa que haya hecho antes. Aunque no haya figuras de acción en ella… aún. Ya se me ocurrirá algo", confiesa el divertido director que también es famoso como coleccionista.

Smith prosigue: "Para mí, mi principal influencia al hacer 'Vaya par de polis' han sido Abbott y Costello. La película recuerda mucho a las de Abbott y Costello…, pero con pistolas. Si mi padre aún estuviera vivo y viera esta película me diría: ¡Pero si sabes hacer películas! Y yo que pensaba que te limitabas a salir por ahí con una cámara con tus amiguetes y resulta que tiene un guión, y pistolas… ¡Y está Bruce Willis!' Se hubiera sentido muy orgulloso".

La combinación del humor subversivo de Smith, su talento cómico y su habilidad para improvisar con los diálogos rápidos y muy reales de Mark Cullen y Robb Cullen, que también han sido los productores ejecutivos, da como resultado, según Smith, "precisamente el tipo de película que mi padre me hubiera llevado a ver cuando tenía 13 años".

Los hermanos Cullen, autores del guión, conocen a Smith desde hace un tiempo. "Desde el momento en que lo conocí, me conquistó", comenta Mark. "Es el tipo más inteligente y dulce que conozco".

Robb añade: "Kevin era la mejor opción para nosotros porque si buscas a alguien divertido, oscuro y genial, probablemente no haya nadie más divertido, oscuro y genial que Kevin Smith. Por eso era de lo más natural para nosotros: nuestro sentido del humor y nuestras sensibilidades son muy similares".

"Desde un primer momento me encantó la química que existía entre los dos personajes", comenta Platt. "Mantienen una relación como policías y como amigos; al momento resultan creíbles como dos tipos que tienen sus propios problemas en casa y tratan de ser policías al mismo tiempo. Pero fue su amistad y lealtad a pesar de sus diferencias personales lo que los hace realmente creíbles para mí".

La película transcurre en la ciudad de Nueva York, en los barrios de Queens y Brooklyn, donde la policía de Nueva York está enfrentándose a una escalada de la violencia y los robos que se debe en gran medida a los cárteles mexicanos de la droga. Los guionistas pasaron muchas horas en contacto con la policía de Los Ángeles, lo que les permitió conocer de primera mano los verdaderos problemas que tienen los policías en su trabajo mientras desarrollaban el hilo argumental de la historia.

"Una de las cosas que más nos contaban aparte de los problemas con el trabajo era 'Bueno, me he divorciado, estoy engañando a mi mujer'", comenta Mark. "Es un tema recurrente entre los policías porque pasan muchas horas fuera de casa. Es un trabajo muy duro para mantener una relación, porque te estás jugando la vida todo el día y cuando llegas a casa, lo único que quieres es relajarte".

Los guionistas querían crear una base humorística sobre la que desarrollar la acción. Tal y como lo describe Robb: "Lo divertido es aún más divertido si se produce sobre un telón trágico o doloroso".

Tadross confiesa que el secreto para retratar a un policía en una comedia es tomárselo en serio. "Primero tienes que respetar a la policía, tanto si eres guionista como si eres actor. Y luego puedes dotarles de un toque cómico, y resulta humorístico. Si vas a escribir el papel de un poli atolondrado, como los Cullen hicieron con Paul, o si vas a interpretarlo, como hace Tracy, tienes que seguir mostrando respeto por su trabajo. Y entonces resultará creíble. Todo funcionará".

En "Vaya par de polis", Smith combina alta comedia con mucha acción, y deja que interactúen a partes iguales. Paul y Jimmy, compañeros en la policía desde hace nueve años, son como un viejo matrimonio: discuten, se quejan, se llevan la contraria por llevarse la contraria. Pero están sincronizados, conocen a sus familias, son como parte de la familia. La combinación del héroe de acción por antonomasia, Bruce Willis, con las locuras y sensibilidad de un cómico consumado como Tracy Morgan parecía algo demasiado bueno par ser verdad.

Tadross, productor de dos de las películas de la saga "La jungla de cristal", afirma: "No me lo pensé a la hora de volver a rodar con Willis. Es brillante, sabe lo que quiere y es un buen amigo, así que siempre es un placer estar cerca de alguien así. ¿Tener a Bruce Willis, Tracy Morgan y Kevin Smith bajo un mismo techo? Tenía mucha curiosidad por ver qué salía de ahí. Los tres son los mejores en lo suyo".

Tadross no era el único que ya había trabajado con Willis en una película de "La jungla de cristal". Smith comenta: "Había trabajado con Bruce como actor en 'La jungla 4.0,' y en un momento dado me llamó y me dijo 'Yo soy actor, tú eres director, los dos somos de Jersey… deberíamos hacer algo juntos algún día.' Así que cuando Marc Platt me dijo que podríamos contar con Bruce Willis pensé que sería increíble".

Platt está de acuerdo: "Bruce Willis es todo un icono en el cine de acción. Que fuera él quien interpretara a Jimmy fue una gran suerte".

"Jimmy es un policía maniático e irritable con un sentido del humor muy especial", afirma Willis. "Primero dispara y luego pregunta, y se pasa el día contando chistes".

Smith comenta: "Durante la producción, me pasaba el día sentado en el set y viendo la película en un pequeño monitor, como hacen los directores, viendo lo que ve la cámara. Así que, en realidad, me pasaba el día viendo películas de Bruce Willis gratis, que es justo lo que también hago en mi casa".

Los hermanos Cullen describen el personaje de Willis, Jimmy, como alguien que lleva 20 años como detective, está divorciado y es bastante solitario. "No ha podido ascender en el departamento. Es como un pistolero del Oeste, tiene su propio código de conducta", afirma Mark.

Robb añade: "Jimmy se siente muy mal porque su ex-mujer se ha vuelto a casar y le va muy bien, su hija participa en ese estilo de vida acomodado y él sigue viviendo sólo en su apartamento. Y, además de todo eso, el insufrible padrastro de su hija está tratando por todos los medios de que Jimmy le deje a él pagar la boda. Y creo que la combinación de todo eso le hace sentir menos hombre".

Y para evitar que le hagan sombra en la boda de su propia hija, Jimmy ha tomado la decisión de vender su preciado cromo de béisbol, un Pafko del 52, para comprar a cambio algo de mucho más valor: la felicidad de su hija. Sin embargo, en mitad de la venta, el Pafko se convierte en "víctima" de un robo, justo cuando está bajo la no muy vigilante mirada del compañero de Jimmy, Paul. Paul está viviendo su propio drama familiar… aunque sólo sea en su cabeza. Además de tratar de pillar a los delincuentes, está tratando de pillar a su mujer con otro hombre.

Tracy Morgan, que interpreta el papel de Paul, dice que se unió al proyecto porque "el guión era desternillante y me encantó el personaje. Me sentí como pez en el agua. Paul tiene sus inseguridades, muy profundas. '¿Le engaña o no le engaña?' Está enamorado de su mujer, pero lleva ese amor demasiado lejos".

Platt afirma: "Tracy Morgan es muy divertido y su cabeza funciona de forma muy especial; no siempre parece que las cosas vayan a encajar, pero al final lo hacen y eso es parte de su forma de hacer comedia".

"La gente me pregunta todo el rato '¿Está Tracy realmente tan loco?' y lo único que les respondo es 'Como una cabra.' Sabe cómo utilizarlo de forma selectiva", cuenta Smith. "Actúa. Cualquiera puede salir ahí y decir cosas divertidas, pero Tracy es capaz de hacer que te las creas, y eso es lo que ha aportado al papel".

"El que Kevin le permitiera hacerlo dio lugar a un tipo de comedia muy particular de Tracy, pero también le dio a Bruce una base sobre la que actuar y a la que reaccionar", añade Platt.

"La química está ahí", afirma Smith. "Bruce aporta la seriedad, mientras que Tracy es divertido, un soplo de aire fresco, es algo diferente".

"Era imposible saber qué iba a salir de la boca de Tracy. Gran parte de la comedia se deriva de esa improvisación y del tipo de ambiente que Kevin propició entre los actores en el rodaje", recuerda Platt.

"Empezamos con un estupendo guión, y teníamos a estupendos improvisadores en el reparto. Siempre supimos que íbamos a tener las tomas del guión y las tomas que aportarían ellos libremente", explica Smith. "Una de las cosas más divertidas de la película son las libertades creativas que se tomaron en el set".

Y Seann William Scott, que interpreta a Dave, resultó ser uno de los mejores a la hora de improvisar. Es el tercero en discordia de la relación entre Jimmy y Paul y un ladrón que utiliza la disciplina física del parkour como una de sus herramientas de trabajo… y que se hace con el precioso cromo de béisbol de Jimmy.

"Seann es Dave", explica Smith. "Se trata de un personaje genial y divertido y creo que Seann ha hecho una versión totalmente perfecta de una especie de Bugs Bunny del siglo XXI: es encantador y un instigador al mismo tiempo. Por supuesto, Seann es el primero en decir que no es un cómico, que sólo participa en partes cómicas. Pero he visto las películas de Seann y su interpretación en ésta, y si no es un cómico, no sé quién lo es entonces. Al igual que a Bugs, no le cuesta nada ser encantador".

"Dave es verdaderamente divertido, un tipo muy peculiar", añade Scott. "Es un personaje que me encanta porque es distinto de todos los que haya interpretado antes. No es un tío de esos tontos de fraternidad, pero sigue siendo inapropiado, un chiflado".

"En cierto sentido, Dave es a Paul lo que Paul es a Jimmy, así que a Jimmy le encanta Dave porque irrita mucho a Paul", comenta Smith con una sonrisa.

El poco ortodoxo estilo de Jimmy y Paul tiene su contrapunto en otros dos detectives de su distrito, Hunsaker y Mangold, que los consideran demasiado independientes. Ellos están hechos de otra pasta y se creen más listos, mejores policías porque hacen lo correcto, siguiendo las normas.

Kevin Pollak es Hunsaker, una especie de mentor para el novato Mangold. "Nuestros personajes creen que son los que lo hacen todo bien, y que Jimmy y Paul están totalmente equivocados, y les encanta recordárselo. Cuando Jimmy y Paul son suspendidos por comportamiento ridículo impropio de un oficial, Mangold y Hunsaker no pierden la oportunidad de restregárselo".

Adam Brody, que interpreta a Mangold, está de acuerdo. "Es una cuestión de competencia. No creo que en el fondo Hunsaker y Mangold les odien. Creo que son todos "hermanos en el deber", por así decirlo. Pero creo que son muy competitivos y que se creen mejores policías sin lugar a dudas. No les gusta el trabajo de policía descuidado. Esos tipos ni siquiera rellenan los informes. Siempre hacen lo que quieren".

Pollak, que ha trabajado con Willis en cuatro películas, afirma: "Siempre me divierto, cada vez un poco más. Es como jugar en las grandes ligas. Todo el mundo hace lo mejor que sabe hacer en todo momento, y ese tipo de talento crea una energía muy esencial en el rodaje que lo hace todo mucho más interesante".

Según Brody, Pollak resultó muy divertido durante el rodaje. "Fuera del trabajo, Kevin no sabe estar callado", recuerda Brody divertido. "Se pasa el día haciendo imitaciones. Se las sabe todas, desde Alan Arkin hasta Christopher Walken. Es desternillante".

Brody generó mucha expectación durante la producción también, aunque de otro tipo, según Tadross. "Ibas por la calle con él y las chicas jóvenes no le quitaban el ojo de encima", recuerda. "Él hacía como si no se diera cuenta, pero yo le decía, 'Eh, a mí no me están mirando.'"

Sin embargo, el personaje de Brody no es tan humilde. "Un tipo como Mangold es la ambición personalizada, y ése es su fallo, aunque también es lo que le ha llevado hasta donde está", observa el guionista Mark Cullen.

Jimmy y Paul, y Hunsaker y Mangold acaban todos buscando al mismo hombre: Poh Boy, un asesino líder de una banda mexicana interpretado por Guillermo Díaz. "Es un mafioso que está ganando mucho dinero con la droga y dirige un negocio corrupto, aunque al mismo tiempo está totalmente obsesionado con el béisbol".

"Realmente quería que Guillermo fuera Poh Boy", afirma Smith. "Tiene mucho talento. Siempre hace algo extraordinario, nunca hace lo más evidente. Es un tipo malo muy bueno".

"Poh Boy es muy especial", señala Díaz. "Tiene lo que denomino un "ojo loco", y yo mismo lo tenía cuando lo interpreté, o al menos ésa era la sensación que tenía. Este trabajo ha sido realmente muy interesante".

Díaz no es nuevo en los papeles de villano. "Me encanta", prosigue. "Creo que interpretar a los malos es una especie de terapia. Me quedo tranquilo y relajado. Lo saco todo fuera. Y Poh Boy es tan mezquino y está tan enfadado que se pasa el día gritando y matando gente. Así que me sentía genial al final del día".

Una de las cosas en las que Poh Boy pone su ojo loco es Gabriela, una belleza mexicana que tiene algo que quiere el mafioso pero que no está dispuesta a darle, y no es lo que cabría pensar en un primer momento. Pero cuando Jimmy y Paul tropiezan con ella, no puede contarles mucho sobre sus problemas. Ana de la Reguera, que interpreta el papel, lo explica así: "Gabriela no habla ni una palabra de inglés, y Paul y Jimmy no hablan ni una palabra de español". Lo que sí saben es que tiene problemas graves. "Llevan a Gabriela a ver a un colega suyo en un restaurante mexicano para que haga de intérprete", añade la actriz.

Smith afirma: "Ana no sólo es guapa, sino que también tiene mucho talento y aporta mucho humor al papel". El director confiesa que incluso le llegó a sorprender lo creativa que era. "Cuando llevábamos una semana trabajando juntos, la llamé aparte y le dije. 'Tengo una teoría, creo que tu interpretación es un sutil homenaje a Diane Franklin en "Más vale muerto",' y entonces se puso a imitarla a la perfección. Encontró su forma de hacer su propio homenaje a los 80 en nuestro homenaje a las películas de policías de los 80, e interpreta a Gabriela con garra y descaro. Ha sido un placer trabajar con ella".

Por supuesto, no son sólo los ladrones, carteles de la droga, compañeros competidores y barreras idiomáticas la causa de los dolores de cabeza de Paul y Jimmy en "Vaya par de polis". En su propia casa, Paul está convencido de que su hermosa mujer, Debbie, interpretada por Rashida Jones, tiene un lío. Al mismo tiempo, Jimmy necesita dinero rápido para pagar la boda de su hija. Ava, interpretada por Michelle Trachtenberg, necesita la nada desdeñable suma de $48.000 para pagar la boda, y Jimmy corre el riesgo de perder la oportunidad de correr con los gastos frente a su ex-mujer Pam, interpretada por Francine Swift, y su rico e insufrible marido, Roy, que se han ofrecido para pagar toda la boda… sólo por ver cómo fracasa Jimmy. El papel de Roy, uno de los muchos cameos presentes en la cinta, corre a cargo de una estrella veterana de Smith, Jason Lee, que ha aparecido en prácticamente todos los trabajos de Smith como director.

Smith es consciente de todo lo que el reparto de "Vaya par de polis" ha aportado a la película. "No se han limitado a interpretar, lo han dado todo".

"Vaya par de polis" transcurre en distintas localizaciones de Brooklyn y Queens, y se rodó en esos dos barrios, además de en Yonkers. "Interactuamos con la gente de la ciudad de forma regular, y nos acogieron muy bien y nosotros se lo devolvimos", recuerda Smith. "No hay nada como rodar en Nueva York. La ciudad nos ha tratado muy bien".

El diseñador de producción Michael Shaw recibió instrucciones muy precisas de Smith al comenzar el proyecto. "Lo primero que me dijo Kevin fue que quería que todo fuera muy real por lo que la comedia y la acción tendrían que tener un trasfondo muy auténtico, firmemente anclado en la realidad. Y eso supone siempre un reto interesante porque tu trabajo tiene que ser invisible".

Al rodarse en Brooklyn y Queens, "Vaya par de polis" le dio a Shaw la oportunidad de trabajar con uno de los skylines más reconocibles del mundo, el de la ciudad de Nueva York. "No se suele rodar mucho en los barrios", comenta Shaw, "pero pensamos 'Es donde se ha criado Jimmy, es donde ha crecido Paul, es donde trabajan, donde viven', y queríamos capturar eso".

"Estábamos encantados de hacer una película en las afueras", afirma Smith. "A todo el mundo le enamora Manhattan, ¿pero qué pasa con Queens?"

Shaw comenta: "Queens y Brooklyn son barrios de clase trabajadora. Queríamos que quedara claro que el Hudson te separa de Manhattan. En la película hay muchos puentes y vistas del skyline para que siempre se pueda apreciar que el centro de la ciudad está realmente lejos, que estás en el corazón de un marco diferente".

Shaw y su equipo se esforzaron mucho para encontrar localizaciones en los barrios que tuvieran el sentido de autenticidad que pedía Smith. "La tienda de cromos de Big Al es la tienda de cromos de nuestro barrio, pero queríamos que tuviera un aire más clandestino. Chris Hyannis, el decorador, encontró una tienda de artículos de colección increíble en Brooklyn que usamos como modelo. La pizzería es realmente un lugar al que siempre han acudido los detectives y policías de Brooklyn, y nos gustó la idea de usar un lugar de verdad, así que no cambiamos nada".

Aunque gran parte de los elementos visuales de la película están basados en la realidad, hay dos escenas concretas en las que Shaw pudo gozar de una considerable libertad creativa: la sala de trofeos de Poh Boy y su jaula de bateo en el sótano. "Poh Boy, creemos, lleva coleccionando objetos desde que era un niño y tiene una fijación con las piezas relacionadas con el béisbol. En medio de una casa cochambrosa, esta sala está inmaculada, como un museo. Se trata de un tipo duro sin piedad, pero al mismo tiempo se ocupa de todos esos objetos de valor incalculable. Es una extravagancia".

Para poder crear esa sala, Shaw tuvo que hacer los deberes. "Buscamos mucho para hacerla lo más auténtica posible. Probablemente nos pasamos seis semanas viendo qué se colecciona por ahí y cómo la gente conserva sus piezas de colección". Todos los elementos de la sala fueron creados por el departamento de arte. Shaw prosigue: "Tuvimos que comprar camisetas nuevas que parecieran antiguas y envejecerlas. Nos tomamos muchas licencias creativas con ellas. Y la liga de béisbol profesional nos dio permiso para usar algunas cosas suyas, pero hemos creado otras muchas. Creo que de lejos resulta bastante convincente aunque, de cerca, un coleccionista de verdad se daría cuenta de que no son de verdad".

Un artículo del que se ve un primer plano es el tan querido cromo de Pafko del 52 perteneciente a Jimmy. Para crearlo, Shaw pidió consejo a una fuente inesperada. "No sabía nada de Andy Pafko", confiesa Shaw, "pero mi hijo de nueve años es un gran aficionado al béisbol que me ayudó a salvar mis lagunas. Estaba muy emocionado por lo que estaba haciendo en este proyecto, así que le dije que iba a ser nuestro asesor. Estaba encantado de poder venir y ver la sala de trofeos. Fue muy crítico y me dijo lo que parecía real y lo que no. Creamos muchos cromos con nombres diferentes y fotos y estadísticas. El de Andy Pafko es el único para el que obtuvimos licencia porque era un jugador de verdad".

Smith comenta: "La sala de trofeos de Poh Boy era una especie de escaparate, un pequeño museo del béisbol en medio de una casa de vecindad desde la que dirigen sus negocios ilegales. Michael Shaw y el departamento de arte hicieron un trabajo estupendo. Y uno de los encargos más importantes que se les hizo fue: 'Hacedme un favor, cread un cuadro gigante de Jesús enseñando a batear al pequeño Poh Boy.' Y basándose en una conversación de 12 segundos, lo hicieron a la perfección".

"Es genial trabajar con un director que te anima tanto", comenta Shaw. "Pintamos un retrato de Poh Boy de niño jugando al béisbol con Jesús, y eso te da una idea de que es un auténtico fan".

Como hizo con Shaw, Smith quería que la diseñadora de vestuario Juliet Polcsa elaborara unos diseños muy reales. "Cuando hablamos de los personajes de Bruce y Tracy", recuerda Polcsa, "tuvimos claro que vestirían de forma informal. Van de incógnito, y no queríamos que llamaran la atención; no queríamos tampoco que fueran como los polis de la central. Tenían que tener un look normal, de diario".

En el otro extremo están Hunsaker y Mangold, detectives que se toman pero que muy en serio su imagen. "Estos personajes iban más allá de la simple corbata con un traje", continúa. Aunque hicimos una clara distinción: "Kevin Pollak llevaba un abrigo deportivo y decidimos que Hunsaker usara botas de vaquero y prescindiera de la corbata".

Cuando Pollak le puso las botas a Polcsa, cobraron vida propia. "En un primer momento sólo el personaje de Kevin Pollak iba a llevar botas, pero el más joven de los dos, Mangold, que es su 'aprendiz' las ve y, por supuesto, piensa 'las quiero', aunque se equivoca de plano. Así que decidimos que metiera la pata hasta el fondo de la forma más clara posible. Encontré una tienda de botas en Brooklyn llamada Zapatería México en la que no hablaban ni una palabra de inglés, pero en la que tenían esas estupendas botas de cowboy. Fui a ella y con las pocas palabras de español que sé, las conseguí", recuerda divertida.

Polcsa encuentra su trabajo de investigación para esta película especialmente fascinante. Para vestir a los malos "contactamos con un funcionario de prisiones de Nueva York que nos informó sobre las bandas; nos hizo una presentación en PowerPoint que nos dejó a todos con la boca abierta. Cuando me fijé bien en su ropa, una de las cosas que me quedaron muy claras era que necesitábamos un color específico para la banda".

La diseñadora acudió a Smith para elegir el color de Poh Boy y los suyos. "Pensé que debíamos usar la bandera mexicana: rojo, blanco o verde. Eligió el verde, pero luego resulto bastante difícil encontrar ropa verde, aunque sí había mucha roja o azul", observa.

Quizás el traje más memorable de la película sea el disfraz gigante de teléfono móvil que lleva el personaje de Tracy Morgan durante su operación de incógnito. Y también fue uno de los mayores retos para Polcsa.

"Lo más difícil con el tema del móvil fue que Tracy tenía que poder moverse. Tenía que poder montar en bici, correr e iba a pasar mucho calor ahí dentro. Así que tenía que pensar en todas esas cosas y luego elaborar un disfraz de teléfono móvil gigante. Decidimos que fuera con tapa y que tuviera el teclado en la entrepierna, que es donde recibe una patada". Pero el movimiento y utilizar una protección mínima no era lo único que le preocupaba. "Un pitbull le muerde el brazo mientras lleva el traje", continúa Polcsa, "así que hablé con el entrenador del animal para saber qué tipo de relleno íbamos a necesitar, y era mucho. Hasta entonces, las mangas iban a ser ajustadas, pero para esas escenas íbamos a necesitar una gruesa manga de protección, así que terminaron siendo grandes y enormes todo el tiempo. Resulta un traje muy cómico, como el de una marioneta gigante", concluye.

Cuando la diseñadora de vestuario tuvo el prototipo del traje y lo probó, su equipó elaboró 16 iguales. "En la primera escena está perfecto y luego se estropea un poco, y así hasta que termina destrozado, todo roto y sucio. Por suerte, tengo una sastra magnífica con la que ya había trabajado antes a la que le encantan los retos, y todo salió muy bien".

Morgan confiesa que prepararon un poco las escenas en que tenía que llevar el traje con unos resultados estupendos. "Me senté mucho con el teléfono, abrí un par de ellos y luego me metí en el teléfono. A todo el que nos vio filmar le encantó el teléfono, pero no quería que el teléfono fuera la estrella de la cinta", comenta divertido.

A Willis no le da ninguna envidia Morgan con el disfraz. "Tracy pasó mucho calor", recuerda el actor, "pero de todas formas es desternillante. Fue una de las veces en que todo el mundo acabó riéndose, y eso suele ser buena señal".

Mientras el reparto y el equipo técnico de "Vaya par de polis" hacían una película sobre compañeros, se estaban convirtiendo también en buenos amigos. El productor Michael Tadross lo explica así: "Soy totalmente sincero si te digo que nunca he tenido una experiencia tan maravillosa como la de esta película. Me dio mucha pena que se terminara. Kevin Smith es brillante y una persona muy agradable, y todo lo que rodeó a la película me tenía emocionado, así que no veía la hora de poder verla en pantalla. Creo que es rematadamente divertida, y que tiene mucha acción. Nos reímos todos los días y espero que al público le pase lo mismo".

El productor Marc Platt está de acuerdo. "Creo que la relación entre Bruce Willis y Tracy Morgan, la diversidad del reparto y todo lo que todos se divirtieron haciendo la película la hacen más completa. Cuando vi la película, recordando todo lo que había vivido con esos personajes y con el equipo, y especialmente con Kevin Smith, lo encontré todo muy interesante".

"Creo que para hacer 'Vaya par de polis' he usado músculos que nunca había usado al filmar otras películas", declara el director Kevin Smith. "Es como si me hubiera estado preparando toda mi vida para este film, es un género con el que he crecido, he visto este tipo de películas muchas veces. Y creo que ha pasado suficiente tiempo sin que se hicieran este tipo de películas como para poder reinventar el género... bueno, no tanto como reinventarlo, pero sí de rendirle un tributo, un sincero tributo".