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  La cena de los idiotas  (Dinner for Schmucks)
  Dirigida por Jay Roach
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Tim Conrad (PAUL RUDD) está peligrosamente cerca de tenerlo todo. Es un tipo brillante y guapo, a punto de pedirle a su atractiva novia de toda la vida, Julie (STEPHANIE SZOSTAK), que acepte ser su esposa. Ayudante de analista financiero en una empresa privada de inversiones. Fender Financial, su habilidad para los negocios ha llamado la atención del presidente de la empresa, Lance Fender (BRUCE GREENWOOD), que está a punto de ascender a Tim… pero antes, tendrá que asistir a la próxima cena mensual en la imponente mansión de Fender.

Parece fácil, porque, ¿qué tiene de malo una cena con los jefazos de la empresa?

Bueno, no es la cena lo que va a decidir la trayectoria de su carrera, sino a quién elija como acompañante.

Al parecer, Fender y sus amigos se reúnen a cenar y alternar en compañía de gente extraordinaria, de esa clase de individuos encantadores que han nacido con una forma de ser muy personal. Esos hombres y mujeres viven en los márgenes de la sociedad, instalados ahí a consecuencia de ser únicos.

En resumidas cuentas, Fender le pide a cada uno que lleve a cenar a un idiota.

Al principio, la conciencia de Conrad se subleva ("eso es una cagada", dice en tono de burla), pero justo cuando está a punto de renunciar al banquete… la providencia. Un regalo del cielo.

En realidad se trata solamente del funcionario de Hacienda Barry Speck (STEVE CARELL), quien se cruza delante del deportivo de Tim y recibe un golpe. Aficionado a la taxidermia, Barry le vuelve a dar vida a los ratones muertos, utilizando sus técnicas de taxidermia con ellos y vistiéndolos con diminutas ropas humanas, para finalmente colocarlos en escenarios en miniatura basados en obras de arte, hitos históricos o incluso en su propia vida, como a él le gustaría que fuera. Él las llama sus "obritas de arte".

Tim no puede resistirse ante un ejemplar como Barry (¡adiós, conciencia!), y termina por invitarle a la cena de Fender. Pero Barry, por su parte, no considera a Tim solamente como el hombre que ha estado a punto de atropellarle con su coche, sino como su nuevo amigo, y pronto, las buenas aunque torpes intenciones del anodino contable desatan una furia destructiva en la vida casi perfecta de Tim, arruinando un negocio de muchos millones de dólares y el romance de Tim con Julie en menos de 24 horas.

Vale, pero, dejando eso a un lado de momento, ¿la cena sigue en pie?.