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  Dirigida por Tomas Alfredson
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Sección Oficial Fantastic a Competición del Festival de Sitges 2008.


Carta del director
Es el año 1982. El país sigue adelante a pesar de todo. A pesar del frio de Febrero que ha dejado todo el paisaje inmerso en un silencio absoluto, el agua de los lagos congelados y las ramas de los árboles tensas como las cuerdas de un violín. Los pájaros han migrado a alguna tierra menos desolada y los osos están hibernando.

Las ciu dades siguen con su vida a pesar de todo. El resplandor verde de los faroles de las calles sucias y estropeadas por la humedad del mar, mantiene alejada la oscuridad de la bahía. El petróleo procedente de una tierra lejana alimenta los calefactores de los edificios, auténticos bloques de cemento, para dar calor a la gente que vive allí. Ellos guardan la esperanza de lograr una vida que sea todo lo contrario a lo que tienen. Llegan a casa, se quitan las botas húmedas, y sacan por la cabeza sus jerséis de acrílico. Las mujeres visten leotardos de nylon llenos de carreras. La moqueta que va de pared a pared está llena de electricidad.

Madres trabajadoras de los suburbios, padres y esposos fieles que quitan la escarcha a sus SAAB, niños que se levantan a las siete, a pesar de la oscuridad, y se marchan al colegio donde cumplen con su deber y comen todo el hígado que se les echa en los platos.

Todo el mundo lee uno u otro de los dos periódicos matinales, uno u otro de los dos vespertinos; ven uno u otro de los dos telediarios donde los políticos no paran de hablar del submarino que se encalló en la costa. Hay dos formas de pensar: rojo y azul. ¿Cómo aguantan todo esto los que viven allí? ¿Cómo aguantan estas personas sin buscar calor o cariño entre ellos? Se muerden la lengua y se dan la espalda unos a otros por miedo a romperse en trozos como las estatuas, por miedo a matarse entre ellos.

Cuando el verano pasado leí la novela de John Ajvide Lindqvist Déjame Entrar, en la que está basada la película, supe que tenía que llevarla a la pantalla para compartirla con los demás. Es una sensación que sólo te viene con un guión o un libro entre cien. Normalmente sólo hay algunas partes del material que despiertan interés: un sentimiento aquí, un detalle allá y me entran ganas de agarrarlo y empezar a reescribirlo. Pero esta vez era diferente. Esta historia es a la vez literatura y drama fantástico. A pesar del deprimente telón de fondo de la Suecia de color gris plomizo, las duras condiciones sociales, el acoso y la violencia sangrienta, la veo como una historia de amor romántica con un fin esperanzador y feliz. Encuentro que tiene la misma dinámica con la oscuridad en el fondo y la luz en primer plano que las historias de Charles Dickens o los escritores clásicos de terror.

Esta es una película entretenida, rica en patetismo social y con conocimientos profundos de la humanidad, capaz de atraer al público masivo sin hacer concesiones. Asimismo, creo que sus inequívocos rasgos suecos le brindan una gran oportunidad para ser un éxito internacional.




Carta del autor
Mi guión habla de cómo el amor nos puede sacar de la oscuridad. Habla de cuando uno se encuentra hundido y de repente una mano totalmente inesperada se tiende a ayudarle. Oskar es un niño cuya vida es un infierno. Vive atemorizado y en un hogar disfuncional. Tiene 12 años y quiere venganza.

Por encima de todo es una historia de amor, de cómo el amor de Eli libera a Oskar, de cómo ella hace que se vea a si mismo desde una nueva perspectiva, no como víctima. Cuenta cómo ella le da el valor necesario para defenderse a sí mismo. Sin embargo Eli es un vampiro. Un vampiro de verdad, que necesita alimentarse de sangre. El título expresa lo que a mí me parece el aspecto moral más interesante de los vampiros. Tienen que ser invitados para poder relacionarse contigo.

Mis historias no contienen ni sangre ni violencia en exceso. Todo aparece de una forma natural pero sobre todo, intento describir cómo reacciona la gente frente a lo desconocido. Nuestra realidad es transparente y frágil. Pasamos nuestras vidas buscando la felicidad. Al mismo tiempo, sufrimos una vaga sensación de que en cualquier momento podemos perderlo todo. Un velo muy fino nos separa de la caída, del monstruo, de la oscuridad ensordecedora. También nos separa del amor y lo desconocido. ¿Qué pasa entonces cuando entra en nuestras vidas? ¿Cómo reaccionamos?

Dejáme Entrar es una historia muy romántica, con violencia, elementos sobrenaturales y un desenlace feliz, que transcurre en 1982 en Blackeberg, un suburbio de Estocolmo.




Carta de los productores
Cuando leímos esta novela, nos cautivó totalmente. Sin embargo, rápidamente nos dimos cuenta que no éramos los únicos que veían la posibilidad de llevarla al cine. El editor del libro parecía estar harto cuando nos pusimos en contacto con él. Enviamos el libro al director Tomas Alfredson que mostró de inmediato su interés, y luego nos pusimos en contacto directamente con el autor John Ajvide Lindqvist.

Para entonces ya se habían recibido más de veinte solicitudes desde Suecia, Dinamarca, Alemania y los Estados Unidos para comprar los derechos para cine de la historia de John Ajvide Lindqvist. Descubrimos que compartíamos una visión en común, haciendo que este proyecto fuera el proyecto cinematográfico más emocionante en años. Es una conmovedora historia de amor entre un niño inseguro de 12 años y una chica misteriosa y extraordinaria. Oskar y Eli entran en territorio desconocido cuando se enamoran.

Ella es fuerte y positiva mientras él es algo que ella nunca podrá ser: humano y normal. Los dos tienen que luchar por su amor y tomar decisiones cruciales para su futuro. Los actos de rebeldía de Oskar y la necesidad de Eli de sangre les llevan a un conflicto donde se ven obligados a defender sus vidas y la voluntad de permanecer juntos.

Es una historia de emancipación y de cómo el amor y la confianza construyen una base para el crecimiento personal y la liberación. Se mueve por líneas arquetípicas y contiene todos los ingredientes clásicos y míticos de separación, caída, iniciación, y retorno, contada en tres actos. Es una historia muy romántica a pesar de contener elementos de refinado terror. El resultado es una película insólita y muy comercial que es atractiva para públicos de diferentes edades y perfiles.

Con Tomas Alfredson como director, empezamos a rodar en Febrero de 2007. Hasta ahora la novela de John Ajvide ha sido publicada por las principales editoriales en nada menos que 12 territorios, incluidos Alemania, Gran Bretaña y los Estados Unidos. Para nosotros es una clara señal del poder de esta historia tan mágica. Hemos conseguido una financiación sólida para el proyecto con términos muy bien definidos para todas las partes implicadas.

Hemos exigido lo máximo en cuanto a calidad artística y tenemos una gran fe en la calidad comercial de este proyecto. Estamos convencidos de que con nuestra ayuda Tomas Alfredson y John Ajvide Lindqvists han creado una película inolvidable que será un gran éxito tanto en el mercado doméstico como internacional en cine, en DVD y televisión.




Equipo artístico
Oskar - Kåre Hedebrant
Eli - Lina Leandersson
Håkan - Per Ragnar
Erik - Henrik Dahl
Yvonne - Karin Bergquist
Lacke - Peter Carlberg
Virginia - Ika Nord