La historia es una adaptación basada en una novela de Christopher Isherwood y está dirigida por Tom Ford.
Declaración del director
La primera vez que leí el libro "A single man", de Christopher Isherwood, fue a principios de la década de 1980, y me sentí conmovido por la sinceridad y la simplicidad de la historia. En ese momento, tenía poco más de 20 años. Hace tres años, después de buscar un proyecto adecuado que poder desarrollar como mi primera película, se me ocurrió que a menudo pensaba en esta novela y en su protagonista, "George". Volví a cogerla y a releerla. Ahora, ya cerca de la cincuentena, vi el libro de una forma completamente distinta. Es una historia profundamente espiritual, sobre un día en la vida de un hombre que se ve incapaz de ver su futuro. Es una historia muy universal sobre aprender a aceptar el aislamiento que todos sentimos y sobre la importancia de vivir en el presente y comprender que los pequeños detalles de la vida son, en realidad, lo más importante de la misma.
Acerca de Tom Ford
Tom Ford nació en Austin, Texas, el 27 de agosto de 1961. Se crió en Texas y Santa Fe, Nuevo México. Asistió a la universidad de Nueva York y a la Parsons School of Design, donde estudió historia del arte y arquitectura. Tom Ford es especialmente conocido por su labor como diseñador de moda y se le atribuye haber logrado revivir grandes compañías del mundo de la moda como Gucci e Yves Saint Laurent mediante influyentes colecciones y provocativas campañas publicitarias que convirtieron Gucci Group en uno de los mayores y más lucrativos conglomerados de moda de lujo de todo el mundo. Ford dejó Gucci Group en 2004 y fundó su propia productora de cine, FADE TO BLACK, así como su epónima compañía de moda en 2005. El éxito de Tom Ford en la industria de la moda ha quedado reconocido por los numerosos premios que le han sido otorgados, entre los que se incluyen: cinco premios del prestigioso Council of Fashion Designers of America [CFDA], cinco premios VH-1/Vogue Fashion Awards y el premio Fashion Design Achievement Award de los premios National Design Awards del Cooper Hewitt Design Museum. En marzo de 2007, Tom Ford recibió el premio Vito Russo de GLAAD (siglas de la Alianza de Gays y Lesbianas contra la Difamación, en inglés). Ford vive en Londres y Los Ángeles.
Notas de producción
Corre el año 1962 y la guerra nuclear parece inminente. El mundo se encuentra atenazado por el miedo. Los valores de la sociedad se representan en términos excesivamente simplistas de blanco y negro, pero la complejidad de las relaciones humanas sigue siendo tan enrevesada como en la actualidad.
Aurum Producciones presenta A single man, protagonizada por COLIN FIRTH, JULIANNE MOORE, MATTHEW GOODE y NICHOLAS HOULT. Basada en la novela homónima de 1964 de Christopher Isherwood, A single man está escrita, dirigida y producida para la gran pantalla por TOM FORD. El guión está escrito conjuntamente con DAVID SCEARCE, mientras que CHRIS WEITZ, ANDREW MIANO y ROBERT SALERNO se han encargado de producir la película con FORD.
El equipo incluye profesionales tras la cámara de la talla de la candidata al Oscar ARIANNE PHILLIPS, diseño de vestuario, DAN BISHOP, diseño de producción, EDUARD GRAU, director de fotografía, JOAN SOBEL, montaje, y ABEL KORZENIOWSKY y SHIGERU UMEBAYASHI, compositores.
Ambientada en Los Ángeles, hace ya casi 50 años, en el punto álgido de la crisis de los misiles cubanos, A single man es la historia de George Falconer [COLIN FIRTH], un profesor universitario británico de 52 años que lucha por encontrarle sentido a su vida tras la muerte de su compañero sentimental de muchos años, Jim [MATTHEW GOODE]. George rememora el pasado y no consigue ver su futuro mientras lo seguimos a lo largo de un único día, en el que una serie de sucesos y encuentros lo llevan en última instancia a decidir si la vida tiene sentido después de Jim. George recibe consuelo de su amiga más íntima, Charley [JULIANNE MOORE], una belleza de 48 años que también lucha con sus propias dudas acerca del futuro. Un joven estudiante de George, Kenny [NICHOLAS HOULT], que está intentando aceptar su auténtica naturaleza, acecha a George porque ve en él a un espíritu afín.
A single man es una historia romántica sobre amor interrumpido, sobre el aislamiento que forma parte inherente de la condición humana y, en definitiva, sobre la importancia de los momentos aparentemente insignificantes de la vida.
"La primera vez que leí el libro, A single man, fue a principios de la década de 1980, y me sentí conmovido por la sinceridad y la simplicidad de la historia", afirma Tom Ford, guionista-director-productor de la película. "Hace tres años, después de buscar un proyecto adecuado que poder desarrollar como mi primera película, se me ocurrió que a menudo pensaba en esta novela y en su protagonista, 'George'".
"Volví a cogerla y a releerla y vi el libro de una forma completamente distinta. Es una historia profundamente espiritual, sobre un día en la vida de un hombre que se ve incapaz de ver su futuro. Es una historia muy universal sobre aprender a aceptar el aislamiento que todos sentimos y sobre la importancia de vivir en el presente y comprender que los pequeños detalles de la vida son, en realidad, lo más grande de la misma".
La gestación del debut en la dirección de Ford lleva años en marcha. Como estudioso a la vez que fan obsesivo del cine, Ford estaba familiarizado con los tipos de películas que lo conmovían. Su trabajo como director creativo de fotografía fija, campañas publicitarias y anuncios en la industria de la moda durante los últimos 25 años ayudaron a Ford a entender conceptos como la composición, la iluminación y la importancia de la imagen para contar una historia. Ford se apresura a puntualizar, no obstante, que la imagen y el estilo también pueden acabar con una película si no hay una historia o un mensaje que merezca la pena contar y haga pensar al espectador. Para Ford, la historia lo es todo: "Parece que se hayan perdido las películas que giran en torno a los personajes y los diálogos, que son, en definitiva, las que me resultan más gratificantes como espectador, y es el tipo de filme que me había propuesto hacer".
En última instancia, A single man era para Ford la historia adecuada en el momento adecuado. "Siempre he tenido una especie de intuición o de voz interior que me ha funcionado muy bien. La moda es cuestión en buena medida de intuición, porque se trata de intentar anticiparse a lo que la gente va a querer llevar un año antes de que lo quieran". Como A single man no dejaba de rondarle por la cabeza, su intuición le dijo que había encontrado lo que buscaba.
"Llevo bastante tiempo ya trabajando en este proyecto. Estuve trabajando en el guión, aunque no de forma continua, durante casi dos años y escribí muchos borradores. Cuando imaginas una escena mientras la escribes, no hay problemas. Los actores dicen sus líneas de diálogo perfectamente. El encuadre es precioso. Pero eso se debe únicamente a que no estás trabajando en el mundo real", reflexiona Ford.
Ford adquirió los derechos tanto de la novela de Isherwood como de un guión ya terminado escrito por David Scearce, pero no tardó en darse cuenta de que ninguno de los dos le permitiría hacer la película que quería y decidió partir de cero para elaborar sus propios puntos argumentales y escribir un nuevo guión por su cuenta. Su guión final difiere considerablemente tanto del libro como del guión anterior, pero su objetivo principal era preservar la esencia de la historia. Comprendió que el estilo de monólogo interior de la novela de Isherwood no funcionaría visualmente en la película, así que se inventó una serie de encuentros personales a lo largo del día de George. Y, lo que es más importante, dotó a la historia de una nueva circunstancia fundamental: George tiene previsto suicidarse al terminar el día. "George ha estado viviendo en el pasado, es incapaz de ver su futuro y no consigue salir de la profunda depresión en la que se encuentra, por lo que decide acabar con su vida. Al pensar que lo está viendo todo por última vez, empieza a percibir el mundo de forma diferente y se encuentra por primera vez en mucho tiempo viviendo el presente y apreciando la belleza del mundo. Se trata de un tema muy oportuno, en mi opinión, ya que ahora es más importante que nunca que sepamos todos apreciar todo lo bueno que tenemos en nuestras vidas".
Aunque el héroe de la historia es gay, Ford señala que la película trasciende la sexualidad. "La película trata de la pérdida y la soledad. La historia podría ser igual si quien hubiera muerto fuera la mujer de George, en lugar de su compañero sentimental. Se trata de una historia de amor y de la búsqueda de un hombre de sentido en su vida. El tema es universal".
Ford le ha dado un toque autobiográfico a A single man. El suicidio que George prepara en la película reproduce un suicidio que Ford sufrió en su familia. Más importante aún, Ford pasó por su propia coyuntura difícil, al igual que George, hace unos años. "Hay mucho de mí en mi versión de George. Mucha gente pasa por una especie de crisis espiritual al llegar a la mediana edad. Conseguí grandes logros en el mundo material a una edad muy temprana: seguridad económica, fama, éxito profesional y más bienes materiales de los que podía disfrutar. Tenía una vida personal plena, un maravilloso compañero sentimental con quien llevaba 23 años, dos estupendos perros y gran cantidad de amigos pero, de algún modo, me perdí un poco. Como diseñador de moda, uno se pasa la vida viviendo en el futuro, diseñando colecciones con años de adelanto respecto a cuando estarán realmente disponibles en las tiendas. Nuestra cultura anima a pensar que todos nuestros problemas se pueden resolver mediante bienes materiales. Había descuidado por completo el aspecto espiritual de mi vida".
Ford se volvió a despertar entonces con un interés renovado en cuestiones filosóficas como el Tao Te Ching y obras introspectivas similares. "Al releer el libro de Isherwood en este momento de mi vida, me di cuenta de que era un libro escrito por el verdadero ser acerca del falso ser. Christopher Isherwood fue estudiante de Vedanta y es algo que se percibe de manera muy evidente en la novela. Es increíblemente espiritual y trata completamente acerca de la lucha de vivir en el presente. Creo que la gente que conoce mi trabajo como diseñador de moda se va a quedar sorprendida con esta película. Es muy personal y una expresión de un aspecto de mi carácter que la mayoría de la gente no conoce".
Cuando ya se sintió satisfecho con el guión que tenía, el proyecto se puso definitivamente en marcha en un período de tiempo relativamente breve en términos de la industria del cine.
"Julianne fue el primer miembro del reparto en darme el 'sí'", recuerda Ford. "El papel de Colin fue por el que más me costó decidirme, porque había muy pocos actores en el mundo con la sensibilidad adecuada para interpretar el personaje de George".
Firth estaba en un primer momento ocupado con otra película, pero de repente quedó disponible cuando cambió el plan de rodaje de A single man. Ford se plantó sobre la marcha en Londres y convenció a Firth para que aceptara el papel. La labor de Firth, un actor teatral británico con formación clásica, ha quedado reconocida con numerosas candidaturas a premios del Sindicato de Actores de Cine, Emmy y BAFTA.
Ford explica, "lo increíble de Colin es su capacidad para dejar percibir lo que piensa a través de sus ojos, sin apenas necesidad de mover la cara y desde luego sin decir una sola línea". Agrega que las sutiles dotes interpretativas de Firth encajaban a la perfección con un personaje tan comedido como George.
"Julianne era asombrosa en el plató", asegura Ford. "Podía estar charlando tranquilamente con Colin hasta que decíamos 'acción' y al instante ponía su acento británico y se metía en su personaje. Lo hacía con gran soltura... pero nunca se sabe en realidad cómo se prepara mentalmente un actor".
La candidata al Oscar Moore interpreta a Charley, la mejor amiga de George, a la que nunca le falta su Tanqueray.
"Creé una Charley nueva, distinta a la del libro", explica Ford, "que es un conglomerado de mis amigas y, también, mi abuela. Ideé además un pasado diferente para George y Charley que ilustrara la relación que tengo con varias mujeres de mi vida. La Charley del Sr. Isherwood era menos compleja, y desde luego menos atractiva", comenta Ford. "Nuestros tres personajes principales están pasando por un momento de cambio en sus vidas. Charley está viviendo una crisis de la mediana edad, al igual que George, y ella tampoco es capaz de ver su propio futuro".
En el papel de Jim, el difunto compañero de George, está Matthew Goode, más conocido por sus papeles en MATCHPOINT, RETORNO A BRIDESHEAD, y la épica producción de ciencia ficción, WATCHMEN. El personaje de Jim representa para George todo lo bueno de América. Es franco, sencillo, sincero y seguro de sí mismo. "Matthew era perfecto para el papel. Posee frescura y nos dio exactamente lo que necesitábamos, pero su estilo de interpretación es completamente distinto al de Colin o Julianne. Era mucho más improvisado y flexible, o al menos así lo parecía en el plató pero, sea cual sea su proceso interno, el resultado final es fenomenal", explica Ford.
Ford no escatima tampoco elogios para Nicholas Hoult, cuyo personaje, Kenny, es un estudiante de la clase de George que ve en su profesor a un espíritu afín. Kenny también se encuentra en una coyuntura en su vida. Va camino de convertirse en un hombre y está intentando aceptar su auténtica naturaleza. "Nicholas estuvo absolutamente sensacional. No tenía más que 18 años durante el rodaje. Se mostró muy serio y muy profesional, todo un contraste con el alocado chico inglés que es en realidad. Es para morirse de risa fuera de cámara". Hoult lleva trabajando como actor desde que era un niño, coprotagonizó UN NIÑO GRANDE con Hugh Grant y es muy conocido por su personaje de Tony en la serie dramática de la televisión británica SKINS.
"Kenny es una especie de ángel", comenta Ford. "Rescata a George tanto emocional como literalmente".
Incluso algunos de los papeles más pequeños de la película adquieren una significación simbólica. Ford describe a Carlos, el estafador con quien se encuentra George, al que JON KORTAJARENA se encarga de dar vida, como una "flor humana... A estas alturas de nuestra historia, George queda atónito por la belleza que encuentra y, cuando descubre a Carlos, queda cautivado. Su atracción por él no es sexual: simplemente quiere contemplar la absoluta belleza de Carlos. Al final, tiene una conversación muy humana con Carlos y luego prosigue su camino".
GINNIFER GOODWIN interpreta a la Sra. Strunk, la vecina de al lado de George. George, que la encuentra en general muy pesada, se topa con ella en el banco y, con su percepción alterada, la ve de una forma totalmente nueva e insospechadamente hermosa. Además de su papel regular en la serie de la cadena HBO, BIG LOVE, ha pasado recientemente por nuestras pantallas en la película de éxito, QUÉ LES PASA A LOS HOMBRES. El papel de Grant, un colega de George que personifica el miedo que impregna la cultura americana, está interpretado por el candidato al premio Emmy LEE PACE, que ha alcanzado gran popularidad últimamente gracias a su papel en la serie CRIANDO MALVAS (PUSHING DAISIES), de la cadena de televisión ABC.
Uno de los retos más complicados que tuvo que afrontar Ford fue contar con un período de preproducción muy breve. Eso aumentó considerablemente la presión sobre la producción para encontrar los exteriores adecuados en la zona de Los Ángeles. "Necesitábamos encontrar una universidad completamente desierta que correspondiera a esa época", explica Ford. La compañía descubrió una pequeña escuela enfrente del museo Norton Simon de Pasadena.
Más difícil aún resultó localizar la casa de George, a causa de los requisitos cinematográficos de Ford. "Dado que el personaje de Colin es británico... quería algo que resultara moderno, pero lleno de madera... algo cálido y con paneles de madera parecía lo adecuado para George".
"Además, necesitaba una casa en la que supiera que podía alejar la cámara y conseguir una bonita imagen arquitectónica que mostrara todo su mundo".
Más presión todavía tenían Ford y su diseñadora de vestuario, Arianne Phillips, durante el breve período de preparación. "Arianne estuvo increíble, fue un gran apoyo para mí en muchos aspectos. Tiene mucho ojo, que no se limita únicamente a la ropa. Es una magnífica diseñadora de vestuario y de algún modo logró elaborar un vestuario de época absolutamente perfecto en muy poco tiempo y con apenas dinero", señala. Ford confeccionó en Milán el vestuario tanto de Firth como de Hoult.
"No tuve director de fotografía [Eduard Grau] hasta pocas semanas antes de la fecha programada del inicio del rodaje. Había visto muchísimas muestras de trabajo de directores de fotografía y no conseguía encontrar a nadie que estuviera disponible y resultara adecuado. Un día, apareció un DVD en mi escritorio con el nombre de Eduard Grau. Lo metí en mi ordenador y supe que había encontrado a la persona adecuada. Eduard vino al día siguiente desde Londres, comimos en el restaurante de Musso & Frank, charlamos unas horas y lo contraté. Y no me arrepentí. Tiene muy buen ojo, excelentes conocimientos técnicos a pesar de su juventud [tiene 28 años] y su sensibilidad europea encaja con la mía. Trabajamos muy bien juntos y creo que tiene un gran talento. También tuvimos mucha suerte porque contamos con un estupendo equipo de cámaras con mucha experiencia y con un excelente jefe de eléctricos, Jim Plannette", asegura Ford.
El aspecto visual de la película también era importante para Ford, ya que lo veía como una forma de ayudar al público a comprender a los personajes y, en especial, para entender lo que George siente a lo largo del día. "El uso del color desempeña un papel importante en la película. En el libro, estamos en la mente de George, así que sabemos qué emociones siente en un determinado momento. Necesitaba algún modo de mostrar al público el humor de George de manera externa. Al empezar el día, cuando George se encuentra en su momento más bajo, nuestro color es desaturado y nuestra luz es mate, ya que George se siente tan deprimido que la vida para él literalmente no tiene color. A medida que George empieza a experimentar momentos de belleza a lo largo del día, el color de la pantalla va cobrando vida para reflejar el mejor humor de George. Eso empieza a hacerse realmente perceptible cuando George se encuentra con Jennifer Strunk en el banco. George, sumido en un oscuro estado emocional, suele ver a esta chica como una molestia y un incordio. Cuando se la encuentra en el banco, la ve por fin como lo que es: una encantadora y preciosa joven con la que mantiene una interesante conversación. Para cuando llega la tarde y la belleza de la vida está atrapando a George, vive casi enteramente en tecnicolor".
Ford filmó la película con un rápido plan de rodaje de 21 días, pero estaba ultra-organizado para sacar adelante el trabajo de cada día. Tras descartar algunos de los primeros 'storyboards', Ford, optó, en su lugar, por preparar detalladas listas de las tomas con los ángulos de cámara que necesitaba para cada escena.
La experiencia de sus actores principales, así como un esfuerzo coordinado por parte de su equipo técnico, ayudó a la producción a avanzar al veloz ritmo necesario. Ford bromea, "era yo el que presionaba al productor delegado, que es lo contrario de lo que suele suceder".
"Creo que hace falta que el equipo de personas que trabaja contigo quiera que esto sea lo más importante que ha hecho nunca", insiste Ford.
Plenamente consciente, como es lógico, de lo duro que trabaja la gente en el mundo de la moda, Ford desarrolló un gran respeto por los equipos de rodaje y las horas y la dedicación que ponen por su parte durante semanas y semanas. Apunta que, aunque "todo salió perfectamente", aún así no logró sacar más de dos o tres horas de sueño de media por noche mientras duró el rodaje.
Ford considera que su experiencia en el mundo de la moda le otorgó una clara ventaja, llegado el momento de ponerse a dirigir.
"Uno de mis mayores puntos fuertes como director es que estoy acostumbrado a trabajar con un gran número de personas, tratando de sacar lo mejor de cada uno, a la vez que intentas que sean lo más creativos que les sea posible mientras los diriges y orientas por tu visión", señala Ford.
Su mayor sorpresa como director fue el proceso de montaje. "Pasé seis meses montando. Si me hubieran preguntado al empezar el proceso cuánto me iba a llevar, habría dicho la mitad de ese tiempo. La verdad es que no entendía cómo se puede cambiar por completo el sentido de una escena o incluso la historia por la forma de montar. Tuve la suerte de trabajar con Joan Sobel, una montadora que resultó una verdadera inspiración y que se convirtió en uno de mis más estrechos colaboradores".
Ford ve el proceso de montaje como un "cubo de Rubik. Me metí en la película y le di giros y vueltas en tantísimas direcciones que empezó realmente a agotarme. Al final, acabé dando vueltas a la película hasta que todo parecía estar de la única forma que podía ser, la única forma que tenía que ser y la única forma que debería ser".
Uno de los aspectos que más ha apasionado siempre a Ford del cine eran sus bandas sonoras. Tenía algunas ideas iniciales sobre qué hacer con la música en A single man.
"Normalmente, cuando vemos una película ambientada en los años 60, está llena de temas populares de la época, lo que resulta algo falso y nada adecuado para una película que es muy emotiva en la que buena parte sucede en la cabeza de alguien", explica.
"Así que traté de imaginar qué clase de música habría en la cabeza de George. No quería limitarme a música clásica que hubiera existido a principios de la década de 1960, pero sí que quería que tuviera cierta referencia a la música clásica y utilizara una orquesta clásica de verdad".
La primera llamada de Ford en busca de compositor fue una conferencia a Japón.
"Siempre me ha encantado el compositor Shigeru Umebayashi y las películas de Wong Kar Wai, sobre todo el tema principal que Ume compuso para IN THE MOOD FOR LOVE (DESEANDO AMAR). Es una de mis piezas musicales de cine favoritas".
Ford se puso en contacto con Umebayashi, que voló hasta Los Ángeles desde Tokio y, juntos, vieron la película numerosas veces. "Compuso tres temas para la película que captaban perfectamente el personaje de George y su estado de ánimo".
Al estar limitado tanto por tiempo como por presupuesto, Ford inició una exhaustiva búsqueda de un joven compositor que se encargara de toda la banda sonora. "Escuché todo lo que cayó en mis manos, y me topé con Abel Korzeniowski y su música me emocionó realmente. Creo que posee un gran talento y tuve suerte de descubrirlo en este momento de su carrera".
Ford trabajó estrechamente con Korzeniowski para lograr la atmósfera adecuada para cada escena, y encontró este aspecto del proceso cinematográfico especialmente emocional cuando la orquesta estaba grabando.
"Siempre supe que quería una gran banda sonora rimbombante de película de verdad", asegura Ford. "Quería un suntuoso tema inicial y quería que la música fuera la propia de una clásica banda sonora de cine".
"Había muchos momentos de A single man en los que no había diálogo alguno. Tan solo vemos a George hacer algo. Así que el sonido, o la falta del mismo, eran especialmente importantes. El silencio, para mí, también ha sido un elemento muy importante. Algunos de los momentos más apasionantes que se pueden vivir en una película pueden transcurrir en silencio. Prestas verdadera atención", explica Ford.
Ford tenía muy presente la clase de películas que lo emocionan como espectador mientras trabajaba en el proyecto.
"Una gran película se queda contigo", afirma Ford. "Es entretenida, a la vez que hace pensar. En ese aspecto, espero que A single man haga cuestionarse las cosas... pensar en las cosas de un modo que no se hubiera pensado antes".
Agrega, "espero que enseñe a los espectadores que los pequeños detalles de la vida son lo realmente importante de la misma".