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  Los tres chiflados  (The three stooges)
  Dirigida por Bobby Farrelly, Peter Farrelly
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Esta producción completamente nueva de LOS TRES CHIFLADOS, es una visión contemporánea de un trío de idiotas de larguísima tradición. La película recrea los clásicos e inconfundibles efectos sonoros de los Chiflados (incluidos "boinks", chasquidos de dedos y palmadas), los cortes de pelo y otros "Chifladismos", entrelazándolos con actitudes y situaciones de hoy en día y con referencias a la cultura popular.

En la película, conocemos a los Chiflados como "unos angelitos recién nacidos caídos del cielo". Así es como las monjas describen a las tres criaturitas abandonadas en su orfanato. No importa que uno de ellos luzca un peinado con forma de tazón; que el segundo tenga dos tupidas matas de pelo que nacen de una calva, ni que el tercero anonade con su pelo cortado al rape. Pero cuando Moe le atiza con su dedito un descomunal golpe a una de las monjas, la hermana Mary-Mengele, que casi le cuesta un ojo y la manda a la provincia de al lado, las monjas sospechan que los recién llegados son de todo menos celestiales.

Ahora, años más tarde, sus tres Chiflados han dejado a las monjas magulladas, apaleadas y perplejas. Pero hay algo incluso peor: parece que el orfanato se verá obligado a echar el cierre debido a dificultades económicas. Pero Larry, Curly y Moe, empleados como ineptos encargados de mantenimiento del hogar de acogida, están decididos a acudir al rescate. La aventura en que se embarcan consiste en recaudar 830.000 dólares en sólo 30 días, o exponerse a perder el único hogar que han conocido.

Salidos del orfanato por primera vez en la vida y recorriendo las calles de la Gran Ciudad, nuestros torpes payasos se tropiezan con una mejicana explosiva llamada Lydia, que ofrece a los Chiflados la oportunidad de ganar un dinero fácil; todo lo que tienen que hacer es despenar a su pobre y doliente esposo a fin de conseguir un jornal que baste para salvar el orfanato.

A pesar de ser unos ceporros insuperables, los Chiflados sospechan que hay gato encerrado en el plan de Lydia; en especial, cuando averiguan quién es el objetivo: su amigo de la infancia, Teddy, antiguo residente del orfanato y actualmente confiado marido de Lydia.

En su intento de remediar la situación, Larry, Curly y Moe se ven metidos en un gran número de sus características mamarrachadas, incluida una absorbente situación provocada por montones de pañales húmedos en la sala infantil de un hospital; una cena privada de etiqueta, celebrada en una ostentosa mansión, es escenario de otros ejemplos de su hilaridad característica; a lo que se añade el insospechado estrellato que Moe alcanza en el mundo del reality televisivo.

De encabezar el reparto dando vida a este trío de cabezas de chorlito se encargan el ganador de los premios Emmy® y Tony® Sean Hayes ("Will y Grace" ), que encarna a Larry, el aspirante a calvo de cara avinagrada y tupido pelo; Will Sasso ("MADtv") en el papel del rechoncho gracioso Curly, cuyas muecas estrambóticas, marca de la casa, provocan habitualmente un arrebato físico de su hermano mayor Moe; y Chris Diamantopoulos ("24", "Los Kennedy") que interpreta a Moe, el cabecilla de pelo moreno del ridículo trío, conocido por su corte de pelo en forma de tazón y su inflexible cólera.

LOS TRES CHIFLADOS fue producida porque al reparto y a los realizadores les encanta la obra del trío original. "Los Tres Chiflados (The Three Stooges)", afirma el director y coguionista Peter Farrelly, "son tres de los tipos más graciosos que hayan existido. Quisimos homenajearlos realizando esta película".

"Es literalmente posible trazar un paralelo entre Los Tres Chiflados y todo cuanto actualmente se hace en el género de comedia", añade Will Sasso. "No sé qué sería de la comedia física sin ellos. Si por casualidad los Chiflados apareciesen ahora, creo que tendrían éxito".

A lo largo de un periodo de veinticinco años en Columbia Pictures (1934-1959), Los Tres Chiflados repartieron golpes y bofetadas de principio a fin de una carrera que abarcó 190 comedias originales de dos rollos, cada una de las cuales podría haber brindado a los realizadores las líneas argumentales de la nueva película. Pero en vez de reciclar material de esos cortometrajes, los coguionistas (junto a Mike Cerrone) y directores Peter Farrelly y Bobby Farrelly sintieron la inspiración de presentar un nuevo y contemporáneo argumento. Con todo, sus Chiflados tienen el aspecto original y suenan y hablan como los auténticos.

"Uno de los aspectos destacados de esta película es que hemos añadido una nueva dimensión a estos personajes adorados por el público", observa Sean Hayes. "Los cortometrajes de The Three Stooges nunca estudiaron ninguna clase de emoción ni tenían una verdadera línea argumental. Todo giraba en torno a las carcajadas. Nuestra película transmite emoción al argumento, a la vez que mantiene íntegra la diversión. De modo que nadie ha visto anteriormente esta versión de Los Tres Chiflados".

Así es. Aunque las payasadas de los Chiflados resultan tan estrafalarias y tan de tebeo como siempre, los personajes son, tal y como apunta Jane Lynch (que interpreta a la Madre Superiora), "los tipos más encantadores del mundo. Son unos payasos y cometen errores monumentales, pero todo ello es consecuencia de la bondad de sus corazones, incluso cuando están metiéndose el dedo en el ojo".

Abundando en lo que señala Lynch, los Chiflados son inocentes hasta el tuétano. Las monjas los crían de una forma muy protectora. "En consecuencia, no tienen realmente idea de lo que ocurre en el mundo exterior", afirma Chris Diamantopoulos. "Son gallinas en corral ajeno que nunca han visto el mundo real ni han sido expuestos a nada moderno. Lo único que conocen es el orfanato".


La confección del reparto
Dada la condición de auténticos iconos de Los Tres Chiflados, elegir a los tres protagonistas suponía una tarea formidable. Era necesaria una química singular porque, en palabras del coguionista y director Bobby Farrelly, "se pasan la vida zurrándose la badana".

"Moe –dice Peter Farrelly– es el cabecilla. A él se le ocurren las ideas. Curly es el tipo grande y divertido que hace reír a los otros dos. Larry es una mezcla entre Moe y Curly. Sean Hayes, Will Sasso y Chris Diamantopoulos conectaron al instante con los personajes originales de los Chiflados".

"Si uno de los tres no puede seguir el ritmo de los otros dos, tenemos un gran problema", añade Bobby Farrelly. "El aspecto físico de la comedia, los golpes y los movimientos, exigía un delicado equilibrio. Después de haber contemplado a Sean, Will y Chris durante 52 días, uno tiene la sensación de que llevan más de veinte años trabajando juntos".

"Chris Diamantopoulos tenía los gestos, la voz, el aspecto, cada mínimo detalle en el que siempre habíamos pensado. Y Sean Hayes encauzó a la perfección al personaje de Larry. Will Sasso nació para interpretar a Curly. Es la viva imagen del personaje y se hizo con el papel. De modo que estamos absolutamente convencidos de que tenemos a los tres actores ideales para esos papeles".

Diamantopoulos, admirador de Los Tres Chiflados desde hace mucho, empleó todos los recursos para conseguir el papel de Moe. "Luché por este papel como nunca había luchado por nada en mi vida", reconoce Diamantopoulos. Con su 1,75 m de altura y su complexión de boxeador del peso medio, el actor es mucho más delgado y más alto que el personaje que encarna en la película. Para su primera prueba, Diamantopoulos llegó a ponerse un traje improvisado de relleno a fin de reproducir el flácido físico de Moe. "Luego, tomé prestado un traje de una talla superior", recuerda Diamantopoulos". Y me dirigí a una tienda de pelucas, me hice una, dibujé unas cejas y unas bolsas debajo de los ojos y, con esa pinta, me dirigí a la prueba. Fui el único que acudí disfrazado".

Disponiendo de una semana extra antes de su siguiente (y definitiva) prueba, Diamantopoulos contrató a un maquillador profesional para que le colocara unas bolsas prostéticas bajo los ojos que resultaran más convincentes que las que el propio actor había dibujado anteriormente a mano. Encargó a sus expensas que le hicieran una peluca profesional y solicitó a un amigo, encargado del guardarropa de otro estudio, que le devolviera un favor; allí alquiló un traje de época de los años cuarenta y encontró una versión mejorada del relleno que le hacía parecer gordo y que, según confiesa, "me lo cambió todo".

La transformación física fue impresionante pero Diamantopoulos alcanzó a comprender que Moe era mucho más que la mera reproducción de su aspecto físico y su vestimenta. "En gran medida, los sonidos de Moe son resultado de sus expresiones", observa. "Yo trataba de conseguir la voz sin que mi cara se pareciera a la de Moe pero no acababa de logarlo. Cuando comencé a cambiar mi expresión el resultado fue más satisfactorio".

El papel de Larry, al que alguien llamaba el "Chiflado de en medio" y que era el tipo serio del trío, fue, en cierta medida, el más difícil de asignar porque, a diferencia de sus dos adláteres, Larry carecía de una voz distintiva. "También es difícil definir exactamente qué era lo que hacía que Larry fuera tan divertido", dice Sean Hayes, quien, al igual que Diamantopoulos, participó en varias pruebas para lograr el ansiado papel. "Sin duda alguna reaccionaba estupendamente".

Will Sasso, que causó impresión como el imitador de plantilla de MADtv, serie en la que dio vida a Elton John, Kenny Rogers, Bill Clinton y Elvis Presley, se esforzó mucho para captar el singular ritmo y cadencia de la voz de Curly. Sasso afirma que "el primer paso para interpretar a Curly fue asegurarme de que yo podía reproducir su voz. Y fue mejorando sin parar a medida que la producción avanzaba. Cuando acabó el rodaje de la película, mi voz de Curly era tan buena que tuve la sensación de que probablemente deberíamos volver a rodar la película partiendo de cero".

La tarea de transformar físicamente a los tres actores en los Chiflados le cayó en suerte a la maquilladora Kim Greene, a la peluquera Kelly Muldoon y a la diseñadora de vestuario Denise Wingate, que creó un guardarropa de aspecto clásico que suponía un cómico contraste con las modernas actitudes del guión.

Para ayudar a convertir al apuesto Sean Hayes en el avinagrado Larry, la veterana fabricante de pelucas de Hollywood, Renate (que había creado las de personajes como Spider-Man, los X-Men y el antihéroe de "Piratas del Caribe", Jack Sparrow) diseñó una réplica del irrepetible peinado original de Larry.

Hacerle el peinado a Larry se convirtió en una rutina inacabable. Cada día de rodaje, la cabeza de Hayes era afeitada, lavada y preparada. Luego, el equipo de peluquería dibujaba un contorno en la calva, aplicaba pegamento y colocaba la peluca en la cabeza del actor empleando esencia de cola y cinta adhesiva.

Para conseguir el peinado de Moe, Diamantopoulos se puso una costosa peluca elaborada por la veterana creadora de pelucas para el cine Victoria Wood, que trabajó bajo la supervisión de Muldoon.

Pasando de las pelucas hechas a la medida a la ropa de encargo, Wingate complementó la recreación del aspecto original de los Chiflados con su guardarropa hecho a mano. "Como el aspecto original de los Chiflados está grabado en nuestro ADN, yo quería que fuera exactamente igual al de las películas antiguas", confiesa Wingate. "Mi tarea consistía, a la vez, en rendir homenaje a la época de los Chiflados originales y, con todo, hacer que tuvieran una apariencia de hoy en día. Este proyecto supuso el mayor reto al que me he enfrentado en lo que se refiere a conseguir que los personajes tuvieran el aspecto y transmitieran las sensaciones apropiadas".

En cualquier época, los Chiflados no habrían sido exactamente unos figurines. "Los pantalones de Curly nunca eran suficientemente largos", afirma Peter Farrelly. "Siempre le quedaban por los tobillos y si llevaba un sombrero, era demasiado pequeño. Las mangas de Larry eran siempre excesivamente largas. Debido a su forma de vestirse, Moe parecía no tener cuello. Hemos conservado todo ese vestuario tan inconfundible pero actualizándolo".

Los realizadores rodean a los Chiflados con un impresionante elenco, que incluye a Jane Lynch, Sofía Vergara, Jennifer Hudson, Craig Bierko y Larry David…en el papel de una monja…llamada Hermana Mary-Mengele.

"Hermana Mary-Mengele. Ese nombre fue lo que realmente me atraía del papel", reconoce David. "Durante años me he dicho a mí mismo: ‘Si pudiera interpretar a un personaje cuyo apellido fuera Mengele. O Goebbels. O Goering...’"

"Soy un auténtico actor de pies a cabeza", prosigue David, explicando su enfoque de la interpretación de un personaje del sexo opuesto por primera vez en su carrera. "Lo estudié de veras y hablé con algunas monjas y éstas me dijeron que yo no podía revelar lo que cubre el hábito. Se confiaron a mí".

Al igual que David, la veterana actriz Jane Lynch soportó el abrasador calor y la humedad de Atlanta vistiendo el hábito de una monja para encarnar a la Madre Superiora del orfanato, un "hábito" que preferiría no adquirir (al menos durante un verano meridional).

"Estábamos en Atlanta en verano, a unos treinta y ocho grados al sol y yo con un hábito negro", recuerda Lynch con incredulidad. "Y con la toca y el velo; todo ello, de poliéster. Teníamos una tienda con refrigeración en la que nos lanzaban aire frío y, entre una toma y otra, ¡me levantaba la falda colocándola sobre los ventiladores para refrescar todo mi cuerpo!"

La actriz candidata al Emmy Sofía Vergara ("Modern Family") interpreta a Lydia, la mujer fatal de la película que intenta atraerse a los Chiflados para que manden al otro barrio a su inocente marido. Vergara, que disfrutó lo suyo dando vida a una mala tan seductora, explica que la atracción de los Chiflados es universal, citando las veces que ella misma ha tropezado con el fenómeno. "Creo que todo el mundo, en algún momento de su vida, ha visto a "Los Tres Chiflados". En Colombia, donde yo crecí, los conocíamos por ese nombre. En aquel momento no había ningún programa de televisión producido en Colombia, por lo que los grandes éxitos de los Estados Unidos recorrían el mundo".

El compinche de Lydia es Mac, "al que le dejan para el arrastre una y otra vez durante unos 90 minutos", explica Craig Bierko. "Mi misión en la película consistía en que me retorcieran; en darme de frente con un puño; en que me soltaran un guantazo o en darme de manos a boca con un león, una apisonadora, una estaca y, muy de vez en cuando, con Sofía Vergara. Que fue la trampa que me tendieron para aceptar. ¡Sofía Vergara!", declara el actor con una maliciosa mueca.

El estelar reparto también cuenta con la actriz y cantante Jennifer Hudson, ganadora de un Oscar® y un Grammy®, en el papel de la monja cantarina que no falta en ningún orfanato. "Lo que mejor recuerdo de Los Tres Chiflados cuando yo era pequeña, es cómo mi madre hablaba de esta clásica serie", dice Hudson. "En aquel tiempo era lo que más le gustaba. Solía hablarme continuamente de ella. Ésa fue una de las cosas que me atrajeron del papel".


Acerca de la producción
Un elemento adicional resultó decisivo para dar vida a los Chiflados: los conocidos efectos sonoros ("Boink!") que elevan la jarana del trío a nuevas cumbres de hilaridad. Para recuperar esa magia acústica, los realizadores volvieron a crear los clásicos efectos sonoros de los viejos cortometrajes. Los Farrelly, junto con su montador de toda la vida, Sam Seig, colaboraron estrechamente con John Larsen, un veterano montador de sonido cuyos 90 trabajos de cine y televisión incluyen "Regreso al Futuro" y "Master and Commander: Al Otro Lado del Mundo", a fin de recrear los clásicos sonidos que acentúan las secuencias de astracanada de la película.

La fotografía principal de LOS TRES CHIFLADOS comenzó en mayo de 2011, en exteriores situados en la zona metropolitana de Atlanta. La productora dio fin al rodaje el 22 de junio en el "Miami Seaquarium" de Florida, un popular parque de vida marina, rodando una escena en la piscina de los delfines.

Durante las diez semanas del rodaje, la producción fue de acá para allá dentro de la zona metropolitana de Atlanta, con dos lugares clave elegidos para el rodaje: la Casa Ryals-Davis, una finca de unas 120 hectáreas situada en la zona residencial noroccidental de Cartersville, que se remonta a 1850 (fue un hospital para soldados heridos durante la Guerra Civil) y que en el argumento de la película hizo el papel de orfanato; y una mansión de unos 2.800 metros cuadrados, sita en la zona de Buckhead (y que durante el rodaje estaba en venta por 20 millones de dólares) y apodada la "Casona de Papá", que alojó al reparto y al equipo técnico durante dos semanas, además de ser utilizada para una gran escena de una fiesta rebosante de acción.

Al cabo, los realizadores han traído a los espectadores de hoy en día el singular estilo humorístico de Los Tres Chiflados. "Estamos brindando al público algo con lo que disfrutará mucho", afirma Chris Diamantopoulos. "La película es antigua a la vez que nueva", añade Hayes sobre el lado cómico de la producción. "No hay que ser un admirador del grupo original para identificarse con nuestra versión moderna". A lo que añade Will Sasso: "Los personajes se basan en Los Tres Chiflados originales, pero esta película es para todos porque tiene emoción y corazón".

"Sabíamos que iba a resultar divertido", declara Peter Farrelly sobre un proyecto muy querido para él y para su hermano, Bobby Farrelly. "Y cuando lo rodamos y añadimos los efectos sonoros a las grandes interpretaciones de nuestro elenco, simplemente cobró vida. Nuestros corazones nos decían que Moe, Larry y Curly nos verían desde arriba y estarían contentos de que hubiéramos rodado esta película".

A lo que éstos habrían añadido: "¡Sin duida algüina!"


Una breve historia de los originales "Three stooges"
Los Tres Chiflados debutaron en la gran pantalla en el largometraje en blanco y negro de 1930 "Soup to Nuts", en el que daban la réplica al veterano actor de vodevil Ted Healy (1896-1937). Fue Healy quien descubrió accidentalmente a los hermanos Howard (Moses y Samuel Horwitz, apodados, respectivamente, Moe y Shemp) durante una actuación en un escenario de Brooklyn en 1922 (el tercer miembro, Larry Fine, cuyo nombre de pila era Louis Feinberg, se unió al grupo en 1925). Anunciándose inicialmente como "Ted Healy y sus Stooges", la idea del número consistía en que el trío (Moe, Larry y Shemp) actuara como complementos o "títeres" (Stooges) de los chistes de Healy. Quizá Healy contaba los chistes pero sus "Stooges" eran los que provocaban todas las risas.

Las constantes disputas entre Los Tres Chiflados y Healy obligaron a Shemp (1895-1955) a abandonar la troupe en pos de una carrera en solitario, empeño en el que triunfó, interviniendo él solo en docenas de cortometrajes entre 1934 y 1946. Buscando a un sustituto, Moe (1897-1975) sugirió a su hermano pequeño Jerry (1903-1952), un director de orquesta cómica del circuito del vodevil. Una vez elegido, se deshizo a regañadientes de su espesa cabellera roja en favor de un coco afeitado, ganándose el mote de "Curly" (Rizos) cuando Moe interpretó erróneamente un comentario de Healy sobre el nuevo peinado de su hermano.

Después de una serie de cortometrajes para MGM rodados en 1933 y 1934, la popularidad del trío atrajo la atención del jefe de Columbia Pictures, Harry Cohn, que extendió a los tres actores cómicos, sin Healy, un auténtico contrato de Hollywood en 1934.

Bautizados entonces "The Three Stooges" (Los Tres Chiflados), Moe, Larry (1902-75) y Curly debutaron para su nuevo estudio en 1934 en el cortometraje cómico "Woman Haters", la primera de las 190 películas de dos rollos que rodarían para Cohn durante los siguientes 25 años. (Su contrato exigía ocho películas al año). Su tercer título, "Men in Black", de 1934, le valió a su productor Jules White una candidatura al Oscar® al Mejor Tema para Cortometrajes, el único galardón jamás otorgado a las películas del grupo.

En 1946, Curly, ya firmemente establecido como la estrella cómica del trío, sufrió un debilitante ataque en el plató de la película "Half-Wits Holiday" que puso fin a su carrera de actor. Un año más tarde, realizaría una última actuación especial en "Hold That Lion". (Su papel en la película de 1949 "Malice in the Palace" fue eliminado). Ese título de 1947 fue el centésimo cortometraje de los cómicos para Columbia y la única película en la que aparecieron los cuatro Chiflados (Shemp renunció en 1946 a su exitosa carrera en solitario y volvió a unirse a Moe y Larry después de la enfermedad de Curly). Curly sucumbió a sus males a la edad de 48 años en 1952, momento en el que el trío había renacido como "Moe, Larry y Shemp".

Al sufrir Shemp un fatal ataque al corazón en 1955 a la edad de 60 años, Moe y Larry contrataron al veterano cómico Joe Besser (1907-1988) para que se incorporara al número. Curiosamente, el contrato de Besser estipulaba que él nunca podía recibir una bofetada de Moe en los 16 cortometrajes en los que intervino, el último de los cuales fue "Sappy Bull Fighters", de 1959. Una vez resuelto el contrato que unía a Los Tres Chiflados con Columbia, Besser abandonó el trío, después de lo cual fue contratado el último miembro de Los Tres Chiflados: el veterano actor cómico y artista del vodevil Joe DeRita (apodado "Curly Joe", 1909-1993), que permaneció con el grupo desde 1959 hasta su disolución en 1970.

Durante su estancia con los Chiflados, DeRita protagonizó con Moe y Larry media docena de largometrajes (pero, irónicamente, ningún cortometraje), que incluye "Have Rocket, Will Travel" (1959), "Blancanieves y los Tres Vagabundos" (1961), "Los Tres Chiflados contra Hércules" (1962), "Tres Chiflados en Órbita" (1962), "The Three Stooges Go Around the World in A Daze" (1963) y "Los Tres Chiflados y los Pistoleros" (1965). El trío realizó también intervenciones, no recogidas en los títulos de créditos, en la epopeya cómica de Stanley Kramer "El Mundo está Loco, Loco, Loco" (1963), y en el western cómico de 1965, "Cuatro Tíos de Texas", junto a Frank Sinatra y Dean Martin.

Una vez que declinó su carrera en la gran pantalla, el trío se dedicó a la televisión, donde sus cortometrajes originales habían encontrado un nuevo hogar (y un nuevo público) a través de reposiciones cuando la filial de Columbia, Screen Gems, distribuyó un paquete de 78 cortometrajes originales en 1958. En 1965, los Chiflados debutaron en la pequeña pantalla en una nueva serie de animación titulada "The New Three Stooges", en las que la troika puso voz a sus personajes cinematográficos.

Otro episodio piloto de TV (un documental sobre viajes en que intervenían Los Tres Chiflados y cuyo título era "Kook’s Tour") fue rodado en 1970; pero durante el rodaje, Larry sufrió un ataque que lo dejó paralizado y puso fin a su carrera y a la prevista serie de TV. Moe propuso al veterano cómico Emile Sitka como sustituto de Larry, una idea que no fructificó. Hallándose en fase de desarrollo el plan de otro largometraje de los Chiflados, "Blazing Stewardesses", Moe cayó víctima del cáncer de pulmón y sucumbió a la enfermedad en mayo de 1975. (The Ritz Brothers, otro popular grupo cómico de los años 30 y 40, sustituyó a los Chiflados en la película de 1975).

DeRita trató de redefinir a Los Tres Chiflados a principios de los 70, incorporando a los veteranos del vodevil y la revista Mousie Garner y Frank Mitchell para sustituir a Moe y Larry en actuaciones en clubes nocturnos. El número fracasó y DeRita se retiró.

Gracias a la renovada popularidad del trío cómico adquirida en la distribución televisiva, tenía sentido recuperar la franquicia en una película totalmente nueva.

"Ha sido toda una odisea, no hay la menor duda", manifiesta Earl M. Benjamin, Presidente y Consejero Delegado de C3 Entertainment, la empresa oficial de concesión de licencias y comercialización de la marca "The Three Stooges". Benjamin es uno de los productores ejecutivos de la nueva película y resulta que es el hijastro de DeRita.

"El proyecto de la película data al menos de hace quince años", prosigue Benjamin. "Queríamos darle nuevo vigor a la franquicia. Los Tres Chiflados son el trío cómico más grande de la historia. Por desgracia, no podemos rodar más películas con los artistas originales. Pero queríamos dar a conocer los grandes números cómicos de Los Tres Chiflados a una generación nueva y más joven. La mejor forma de hacerlo era rodar una película completamente nueva con Moe, Larry and Curly, como gran homenaje a los artistas originales".

"Los Chiflados siempre quisieron hacer largometrajes", afirma Benjamin refiriéndose a su prolongada época en Columbia Pictures, donde Cohn, el jefe del estudio, relegó su fórmula cómica al formato de dos rollos. "Los largometrajes siempre fueron su pasión. No fue hasta los años 60 cuando lograron, por fin, rodar largometrajes. Por desgracia, Curly y Shemp habían fallecido".