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  Los viajes de Gulliver  (Gulliver's travels)
  Dirigida por Rob Letterman
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Esta nueva encarnación de LOS VIAJES DE GULLIVER comenzó con una llamada del productor John Davis a Jack Black. Poco después, Black se unía al proyecto en el papel del héroe del título y también como productor ejecutivo. "Salté de alegría al tener la oportunidad de formar parte de esta aventura", cuenta Black. "Era algo irresistible: Yo… Gulliver... los viajes.... ser un gigante en otro mundo. Ahí teníamos todos los elementos para ralizar una gran pelicula".

Cuando Johnathan Swift escribió esta novela en el siglo XVIII, el mundo aún no había sido explorado al completo, por lo que la idea de una isla habitada por gente diminuta no parecía tan fantástica. Black, Davis, el director Rob Letterman, el coguionista Joe Stillman ("Shrek") y el coproductor (y ejecutivo de Davis Entertainment) Brian Manis se esforzaron para que esta historia resultara relevante y divertida para los espectadores contemporáneos. Durante unos momentos consideraron ubicar la aventura de Gulliver en un planeta lejano antes de decidirse por hace que Gulliver viajara a un "portal entre diferentes dimensiones", y no a un planeta distante sino a un mundo alternativo que superpusiera las sensibilidades del mundo moderno con las de la vieja escuela. "Uno de los nuestros objetivos principales era que los espectadores pudieran creer siempre en Lilliput", afirma John Davis. "Queríamos que todos estuvieran allí con Gulliver".

Un paso importante fue la incorporación del director Rob Letterman para aportar una sensación de verosimilitud a las aventuras de Gulliver en Lilliput. Anteriormente Letterman había examinado las interacciones entre un personaje recién agigantado y su nuevo ambiente y amigos en la película de animación en 3D, éxito de taquilla, "Monstruos Vs. Alienígenas", por lo que estaba perfectamente preparado para LAS AVENTURAS DE GULLIVER. Pero Letterman, Black, Davis y los guionistas, Nicholas Stoller ("Paso de ti") que se habían unido al equipo para complementar el trabajo del guión, se enfrentaron a algunas inquietantes cuestiones nuevas sobre Gulliver y su mundo, tales como: ¿Tenían que gritar los liliputienses para que los oyera Gulliver? Si así fuera, ¿Cómo hacer que tal situación no se viera ni sonara peculiar en la pantalla?

En tanto que buscaban soluciones a estos desafíos, el centro de atención seguía siendo el viaje de Gulliver y las variaciones del personaje. Cuando nos encontramos con el Lemuel Gulliver de Black, él es un hombre pequeño en un estanque grande, los monstruosos cañones de Manhattan, donde trabaja duro en un puesto de oficina de un periódico. Siempre habla de grandes cosas, pero ha conseguido pocas cosas porque siempre tiene miedo a fracasar. "Gulliver sueña en convertirse en un escritor de viajes, siempre está aspirando a algo mejor y más grande", cuenta Black. "Pero no tiene el valor de lanzarse a ello. El miedo es su principal obstáculo. Pero una vez que llega a Lilliput, es como un rey". Rob Letterman añade "En Nueva York, Gulliver se siente verdaderamente pequeño y desea hacer grandes cosas, pero tiene miedo de que se convierta en realidad. Cuando aterriza en Lilliput, comienza a sentirse realmente grande, pero es un sentimiento que se fundamenta en falsas pretensiones".

Después de un duro inicio con los liliputienses, que acaba con Gulliver atado y llevado a la Plaza de la Ciudad, y luego equipado con un sistema de poleas mediante el cual los líderes de Lilliput controlan cada movimiento suyo, Gulliver comienza a hacerse con sus captores. Impresiona a los liliputienses montando películas de la historia de su vida, incluyendo sus aventuras para vencer a Darth Vader, sobrevivir a una experiencia helada que casi le cuesta la vida en el Atlántico congelado después del hundimiento del Titanic, y de dirigir el mundo en su capacidad de El Presidente Increíble (su vicepresidente es Yoda). Gulliver, incluso ayuda a un plebeyo (Jason Segel) a cortejar a una princesa (Emily Blunt), empleando para ello, lo que Gulliver denomina, "un cortejo de grado A", y derrota él solo a un ejército de los archienemigos de los liliputienses, los blefuscianios.

A través de todas las grandes historias y heroicos comportamientos, a su pesar, de Gulliver, Jack Black consigue que el personaje resulte querido y aniñado, aportando la energía y el humor marca de la casa, en cada escena. "Jack es el epicentro de la película", afirma Rob Letterman. El productor ejecutivo Benjamín Cooley añade: "Jack aporta algo de inocencia a Gulliver, hay algo en su mirada que resulta tanto encantador como agudo. En la película es como un niño grande".

Las sensibilidades únicas y cómicas de Black están equilibradas por las interpelaciones de sus compañeros protagonistas, que incluyen a Jason Segel, en el papel de Horacio, Emily Blunt, como la princesa María, Amanda Peet como Darcy Silverman, Billy Connolly como el Rey Teodoro, Chris O’Dowd en el papel del traicionero General Edward, y Catherine Tate como la Reina Isabela.

Son los intentos de Gulliver de engañar a la editora de viajes Darcy los que ponen en marcha su épica aventura entre los liliputienses. Al final consigue convencer a Darcy, por quien alberga románticos sentimientos no correspondidos, para que le dé una misión de reportaje que lo lleva al Triángulo de las Bermudas y aún más allá, mucho más allá, a Lilliput. Cuando Gulliver arriba a las costas de este extraño nuevo mundo, entre los primeros que conoce se encuentra el eduardiano General Edward, el comandante del ejército de Lilliput. La desconfianza de Edward por la gigantesca criatura, Gulliver, que ha aparecido de repente en Lilliput, sumado a las ambiciones del general, le llevan a hacer prisionero a Gulliver. Pero sus tácticas se vuelven contra él cuando Gulliver se convierte en el nuevo Gigante (de verdad) del Campus, y toma el lugar de Edward como comandante. "Cuando Gulliver llega a la costa del propio Edward, el mundo de éste se ve totalmente alborotado, y él queda muy sombrío", cuenta Chris O’Dowd. "Edward es increíblemente pomposo y muy ceremonioso, y cree que las cosas deben tener un cierto orden. Se siente muy desilusionado por que todo el mundo se pase al lado de Gulliver".

Mientras que Edward es conocido en toda la tierra por sus proezas militares, otro liliputiense, Horacio, es un plebeyo que anhela algo más. Pero cuando Horacio se hace amigo de Gulliver, primero coinciden sobre el heno y el agua de la alcantarilla, lo único que tienen para comer durante su temporal estancia en la prisión, la suerte de Horacio empieza a cambiar. A medida que Gulliver se convierte en un héroe para los liliputienses, el recién envalentonado gigante toma a Horacio bajo su protección y le ayuda a cortejar a, la que una vez fue inaccesible, Princesa María, que está "comprometida" con Edward. "El único problema, por supuesto, es que Gulliver también está colado por ella", dice Black. Segel, que empleó su acento británico para el papel, añade: "Al igual que Gulliver, Horacio aprende por las malas que la mejor jugada, tanto en la vida como en el romance, es ser uno mismo".

El objeto de los afectos, tanto de Horacio como de Edward, la Princesa María, pasa la mayor parte de sus días preparándose para ser raptada por los enemigos blefuscianos. El acontecimiento que tiene lugar una vez a la semana, no es exactamente lo que la princesa desea para su vida, es más, el superficial cortejo del predestinado amante Edward le resulta aburrido en extremo. Por ello, las románticas atenciones del intrigante Horacio son, al menos, algo nuevo para la princesa. A Emily Blunt, muy conocida por interpretar a personajes duros, como la intensamente neurótica ayudante de ejecutivo en "El diablo se viste de Prada", y una especialista en limpieza de escenas de delitos peligrosos en "Sunshine Clearing", le encantó tener la posibilidad de ocuparse del papel que ella denomina más "femenino" hasta la fecha. "Ya era hora de que interpretara a alguien inocente y dulce por una vez", cuenta Blunt, que además apreció la cuestión de los cambios y la modernización que sufre la trama. "Gulliver posee una sensibilidad aguda, moderna a la que Jack realmente le da vida", afirma ella. "Su Gulliver aparece en nuestro pequeño mundo y pone nerviosos a todos, permitiéndoles ver el mundo de un modo nuevo para ellos".

El padre de la princesa es el Rey Teodoro, el brusco pero bien intencionado regidor de Lilliput. Al igual que su comandante, el General Edward, Teodoro al principio se pone un poco nervioso con la nueva presencia en Lilliput. "El rey se ve amenazado por este… en fin, extraño, que ha entrado en su vida y en la vida de sus súbditos", dice el conocido actor cómico escocés Billy Connolly, que interpreta el papel. "Pero Teodoro pronto se da cuenta de que tiene tratar con Gulliver, y lo hace".

La mujer del Rey Teodoro, la Reina Isabela, es una presencia más bien formal. Pero cuando Gulliver comienza a modernizar Lillput, ella también comienza a sufrir los cambios. "Gulliver hace que se suelte un poco", cuenta Tate, que trabaja en la comedia, próxima a estrenarse, de la Twenty Century Fox "Monte Carlo". "Él incluso consigue volver a prender la mecha en su matrimonio con Teodoro".

En un mundo lleno de sorpresas, tal vez la mayor conmoción se produce con la aparición de un robot diseñado y construido por el siempre intrigante General Edward, para eliminar de una vez por todas a Gulliver. Inspirado en un artículo de una revista encontrada en los restos del naufragio del barco de Gulliver, Edward diseña un intrincado conjunto de engranajes y poleas que accionan el movimiento del robot (esta bestia mecánica, pilotada por Edward dentro de la cabeza, se atreve a dar a Gulliver un gigantesco susto).

La destacada firma de efectos visuales hy*drau"lx ("2012") trabajó en íntima colaboración con Rob Letterman en el diseño y ejecución del robot generado por ordenador (también participó con notables contribuciones al mundo de Lilliput la firma puntera en efectos visuales WETA Digital, que obtuvo dos Oscar por su brillante trabajo en "Avatar", la trilogía de "El señor de los anillos" y "King Kong"). En esto también el diseño del robot combinó lo moderno con lo que no lo era tanto. "Parte del concepto original del robot era que tuviera un diseño contemporáneo acompañado por una tecnología de la era victoriana", afirma Erik Liles, de hy*drau"lx. "Esto dio origen a los aspectos más mecánicos del movimiento del robot, su sistema de engranajes y poleas. En principio, también íbamos a utilizar motorización por vapor, como si se tratara del motor de una locomotora antigua, para mover el robot, pero eso se descartó debido al desorden visual que ocasionaba. En lugar de ello, se optó por un aspecto más limpio, más refinado".

Los magos de efectos visuales de hy*drau"lx no se lo pusieron fácil ellos mismos. El robot comienza su vida como un dispositivo en miniatura con forma de cubo de la basura que se transforma en el enorme y exagerado monstruo de dibujos animados que lucha contra Gulliver. Como los realizadores continuaron sorteando estos problemas y añadiendo los toques finales de imágenes generadas por ordenador en su creación, bien avanzado el proceso de post-producción, durante la producción Jack Black se encontró batallando contra una versión, en tamaño menor, del robot, en realidad era un traje de robot que llevaba puesto un especialista. Esto permitió a Black interactuar con el robot durante el rodaje, lo que ayudó tanto al actor como al equipo de efectos visuales a configurar el plan del enfrentamiento sin fisuras que vemos en la pantalla.

El reparto al completo, incluido el robot, apreció no sólo el talento de Jack Black, el actor, sino también la ética de trabajo y la dedicación al proyecto por parte de Jack Black, el productor ejecutivo. Esto último fue una dura tarea para el actor Black durante algunas de las escenas preparadas de la película. Para una escena, en la que Gulliver se enfrenta él solo a toda la armada de los blefuscianos, unas cámaras de alta velocidad captan a Black, que va desnudo hasta la cintura y mueve su torso desnudo en contorsiones para simular el efecto de cientos de bolas de cañón en miniatura que golpean contra el estomago de Gulliver, formando ondas en su carne. Por si eso no fuera bastante, Black también fue atado en una playa, arrastrado en una incómoda polea, azotado por la lluvia, y balanceado en un barco encima de un dispositivo de suspensión de cardán gigantesco.

Incluso, cuando las cosas estaban en una relativa calma en Lilliput, y Black no se encontraba delante de las cámaras, estaba en el plató todos los días para recitar su parte a los compañeros de reparto que actuaban replicando a la parte de Gulliver. Con más de la mitad del rodaje ante enormes pantallas verdes situadas en escenarios gigantescos, la lectura de sus textos por parte de Black tuvo un valor inestimable para los demás actores.

Otro de los elementos esenciales en ayudar a los actores, así como en la creación de un mundo coherente y narrativo, fue la innovadora cámara conocida como DualMoCo (lo de "MoCo" es por control del movimiento), que se utilizó de manera exhaustiva por primera vez en LOS VIAJES DE GULLIVER. La cámara DualMoCo dispuso de una compleja tecnología informática y de grúas sincronizadas de cámara para captar en tiempo real, al gigantesco Gulliver y a los pequeños liliputienses en la misma escena, a pesar de las enormes diferencias de altura de los personajes. Mientras Black se encontraba en una zona del escenario, actuando frente a una pantalla verde, los actores que interpretaban a los liliputienses estaban en otra parte del escenario, dando la "réplica" a Black. Rob Letterman explica: "Yo quería que Jack interactuara con los demás miembros del reparto y que las interacciones tuvieran un aspecto natural, como si realmente se encontraran en la misma habitación. Para una comedia eso resulta esencial". El productor Gregory Goodman agrega: "En la pantalla se puede ver a Jack hablando con un personaje que resulta ser una fracción del tamaño de Gulliver. La razón de que se utilizara la cámara DualMoCo era conseguir que el efecto pareciera real y al mismo tiempo algo que nunca se hubiera visto antes".

Gran parte de esta acción se captó en los enormes escenarios de Pinewood Studios, en Inglaterra, lugar en el que tenía su base la producción. En Pinewood, el diseñador de producción Gavin Bocquet ("La guerra de las galaxias", Episodios I-III) creó una parte importante del mundo de Lilliput. Siguiendo los deseos de los realizadores de combinar lo fantástico con lo real, Bocquet evitó en gran manera los platós obvios y de tamaño exagerado para los liliputienses y de tamaño miniatura para Gulliver. La proporción entre Gulliver y los liliputienses, de 22 a 1, resultó un factor clave en su toma de decisiones creativas. "Yo siempre estaba considerando las cuestiones de escala, y la manera de construir que tendrían los liliputienses para alguien mucho más grande de lo que eran ellos", confirma Bocquet, quien señala a la casa de la playa / piso de soltero de Gulliver como ejemplo. "Las paredes parecen de cuarenta metros para los liliputienses, por lo que tuvimos que visualizar el modo en el que la construirían ellos", nos explica él. "Si medio cierras los ojos al mirarla, la casa parece ‘normal’. Pero si miras más de cerca a los detalles", como en el caso de una cafetera y ventanas de tamaño exagerado (para los liliputienses) y los intrincados detalles del suelo, "verás que todo se ha hecho para que parezca haber sido realizado por personas de ocho centímetros de altura. ¡Eso supone un montón de palillos haciendo de paneles del suelo!".

LOS VIAJES DE GULLIVER también saca partido de las más gloriosas localizaciones de Inglaterra, como el Palacio de Blenheim y el Old Royal Naval College de Greenwich, al sur de Londres, una obra maestra de la arquitectura barroca del siglo XVII, y sede de un número de baile importante, coreografiado para el éxito clásico de Edwin Starr "War" (guerra) que cierra la película. Con su estribillo "¡Guerra! Aja, ¿Para qué sirve? Para nada de nada", la canción se mueve por los temas contrarios a la guerra de Johnatan Swift. Al mismo tiempo, cuenta Black, "Hicimos (la canción) lo más fuerte posible, aunque permaneciendo fiel al mundo de Lilliput". Black arregló esta versión de "War", al completo, con instrumentos barrocos, con John Kimbrough y la grabaron juntos (Henry Jackman compuso la partitura de la película). Gran parte de esa grabación fue a parar a la versión final que aparece en la pantalla. El número de baile se desarrolló con un grupo de cuarenta bailarines, y luego fue ensayada con doscientos cincuenta extras en la localización de Greenwich, en Inglaterra.

Ya con la fotografía principal completada, los realizadores dirigieron su atención al vasto trabajo de post producción, que incluía los ambiciosos efectos visuales, así como la creación por parte de los encargados de la estereografía de una experiencia en 3D inolvidable para los espectadores. Rob Letterman señala que al tiempo que esta magia técnica es importante, LOS VIAJES DE GULLIVER "realmente trata de personajes, relaciones y emociones sentidas de corazón. Resulta algo complicado vender emociones entre personajes de 8 centímetros de altura y su nuevo invitado, un gigante. Los efectos y las tres dimensiones son sólo la guinda del pastel".