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  Un funeral de muerte  (Death at a Funeral)
  Dirigida por Neil LaBute
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Un funeral de muerte (Death at a funeral) está protagonizada por Keith David ("Crash", "Gamer"), Loretta Devine ("Anatomía de Grey", "Atraco en la iglesia"), Peter Dinklage ("Vías cruzadas", "Un funeral de muerte [2007]"), Ron Glass ("Protegidos por su enemigo", "Serenity"), Danny Glover ("2012", la franquicia "Arma letal"), Regina Hall ("Un ciudadano ejemplar", la franquicia "Scary Movie"), Kevin Hart ("Superhero Movie"), Martin Lawrence ("Dos policías rebeldes", "Esta abuela es un peligro"), James Marsden ("Encantada: la historia de Giselle", "The Box"), Tracy Morgan ("Vaya par de polis", "Rockefeller Plaza"), Chris Rock ("Creo que quiero a mi mujer", "The Chris Rock Show"), Zoë Saldaña ("Avatar", "Star Trek"), Columbus Short ("Stomp the yard: ritmo salvaje", "Blindado"), y Luke Wilson ("Idiocracia", "Aquellas juergas universitarias").

El filme está dirigido por Neil LaBute ("En compañía de hombres", "Protegidos por su enemigo"). El guionista es Dean Craig ("Un funeral de muerte [2007]"). Sidney Kimmel ("Lars y una chica de verdad", "Alpha Dog"), William Horberg ("Adventureland", "Mi nombre es Harvey Milk"), Chris Rock, Share Stallings ("Un funeral de muerte [2007]") y Laurence Malkin ("Un funeral de muerte [2007]") son los productores. Jim Tauber ("Management", "Cómo ser John Malkovich"), Bruce Toll, Dean Craig, y Glenn S. Gainor ("Obsesionada", "Quarantine") son los productores ejecutivos. El Director de fotografía es Rogier Stoffers, N.S.C. ("Disturbia", "Escuela de rock"). El director de producción es Jon Gary Steele ("Blindado", "Obsesionada"). La editora es Tracey Wadmore-Smith, A.C.E. ("American Beauty", "Hitch: especialista en ligues"). La música es de Christophe Beck. El diseño de vestuario es de Maya Lieberman ("Quarantine", "El rey del mando").

¿Cómo cobró una aclamada farsa británica del 2007 ambientada en la campiña inglesa nueva vida tres años después como una comedia sobre una familia Afroamericana en Pasadena, California?
En dos palabras: Chris Rock.

Cuando Rock vio la película original en su estreno en el cine, inmediatamente identificó su potencial. "Era muy graciosa", recuerda Rock. "No había mucha gente en el cine pero todos nos estábamos partiendo de risa. Todo el mundo se puede identificar con la muerte y los funerales y la comedia era buena".

Un funeral de muerte (Death at a funeral) comenzó siendo un estreno británico que llamó la atención en el Festival de Cine de Aspen, ganando el prestigioso premio Cinemax. Dirigida por Frank Oz ("Bowfinger, el pícaro", "Un par de seductores") y escrita por Dean Craig (productor ejecutivo de la producción americana), la película atrajo una pequeña pero entusiasta audiencia en los Estados Unidos, además del amplio aplauso de la crítica.

A Rock se le ocurrió la idea de hacer una nueva versión del filme con un reparto americano. "Nos daba la sensación de poder hacer una película diferente y la misma película a la vez" explica. "Tenía muchos personajes y nos daría la oportunidad de contar con gente muy graciosa".

Transformar una farsa Británica en un delirante despiporre americano tiene su complicación pero según Rock, lograr un buen guión es el mayor reto de cualquier proyecto. "Yo siempre le digo a la gente: escribe la película que quieras escribir y la avaricia conseguirá que se haga. Créeme, entre los agentes, el mánager, el estudio y quién sabe quién más, la avaricia toma el control y cuando te quieres dar cuenta estás haciendo una película. Quiero decir avaricia de la buena, a lo Gordon Gecko, no la mala que lleva a una persona a intentar aprovecharse de otra. Simplemente dices: ey tío, esta oportunidad es demasiado buena como para dejarla pasar".

William Horberg, productor ejecutivo del primer filme, firmó para producir con Rock. "Un funeral de muerte (Death at a funeral) fue bien recibida en su estreno original, pero merecía atraer a mucho más publico del que atrajo en los Estados Unidos", afirma Horberg. "Sabíamos que cuando el público se sentara frente a ella, responderían de manera positiva. Recibí una llamada de un amigo que representa a Chris Rock, preguntándome si comería con Chris. No sabía cuál sería la agenda para esa comida. Rock me dijo que Un funeral de muerte (Death at a funeral) era una de sus comedias preferidas de los últimos años y afirmó: ‘Tengo que ser sincero contigo. Soy el único hombre negro de América que ha oído hablar de esa película. Sé que es nueva, es reciente, pero creo que sería estupendo hacer una nueva versión.’"

"Fue una especie de epifanía", asegura el productor. "Hablamos largo y tendido de lo que significaría trasplantarlo a terreno americano y los cambios que implicaría. A Chris y a mí nos gustaban las mismas cosas del filme, así que buscábamos la forma de preservarla a la que vez que reinventarla. Luchamos arduamente para preservar y honrar la estructura del filme, en la cual trabajó Dean Craig a la perfección en el original. Chris ayudó al crear la voz americana al encontrar los chistes adecuados, el lenguaje y la entonación de los personajes".

Rock trabajó con el guionista Dean Craig para adaptar y desarrollar el guión y ambos contaron con el valioso apoyo de Bill Horberg. "Bill comprendía la película", explica Rock. "Se nos ocurrieron algunas ideas que ya habían sido propuestas anteriormente y gracias a eso era capaz de decir: no, lo intentamos en la primera y no funcionó así que no escribáis esas escenas. Comprendía la importancia de hacerlo en un estudio en vez de en una casa. Sabía los momentos que deleitarían al público y los que no funcionarían igual de bien".

Encontrar la voz americana para el filme fue la primera prioridad de Rock. "Sí, claro, todos hablamos inglés", explica. "Pero su inglés es muy diferente al nuestro. Los británicos hacen muchas preguntas tipo: ‘¿Está bueno el té?’ Intentamos eliminar esos puntos demasiado británicos sin perder la esencia, el humor. Menuda tarea. Al principio piensas que son un par de palabras y luego te das cuenta de que muchas de estas frases suenan raras saliendo de boca de un americano".

Al final, cambiaron muy pocas cosas de la trama y los personajes. "Los huesos de la película son básicamente los mismos" afirma Rock. "No lo veo como una versión diferente. Es más como una canción versionada. Cuando escuchas "All Along the Watchtower" de Bob Dylan y luego la versión de Jimi Hendrix, ves que son la misma canción, pero totalmente diferentes".

Horberg amplía la metáfora musical: "Tenemos una historia sólida con la que la audiencia puede conectar y a la que responde. Luego nos dieron la libertad para jugar con la forma. Es casi como un músico de jazz acompañando una canción estándar".

Cuando llegó la hora de elegir al director, Rock recurrió al hombre con quien trabajó cuando comenzaba su carrera como actor: Neil LaBute. En las últimas dos décadas, LaBute se ha construido una reputación estelar como director de dramas muy personales y frecuentemente controversiales como En compañía de hombres y Amigos y vecinos. Además, LaBute es una voz ya establecida en la escena contemporánea de la dramaturgia americana con aclamadas obras teatrales en su haber como la nominada a los premios Tony "Reasons to Be Pretty".

Según Rock el secreto de un buen productor es contratar a tu propio jefe. "Si la persona contratada realmente trabaja para ti, has contratado a la persona equivocada. Sabíamos que Neil LaBute tomaría las riendas. Sabe exactamente lo que está haciendo. Discutimos el guión un poco, pero ya cuando nos pusimos de acuerdo, se convirtió en su espectáculo. Él era el general y yo iba dónde él me mandaba".

El pedigrí de LaBute ayudó a la hora de atraer grandes talentos, entre ellos Martin Lawrence, Tracy Morgan, Loretta Devine, Danny Glover, Columbus Short, Keith David, Peter Dinklage y Zoë Saldaña. "Neil es un formidable dramaturgo, cineasta y guionista", afirma Horberg, "Su trabajo con Chris en Persiguiendo a Betty es memorable y también ha trabajado recientemente con estrellas de la pantalla como Samuel L. Jackson en Protegidos por su enemigo. En Un funeral de muerte (Death at a funeral) Neil encontró el equilibrio perfecto entre permitir que estos brillantes e improvisadores humoristas tuvieran libertad, y mantenerlo todo fundado en la realidad y la verdad emocional".

Tras años de éxitos dramáticos, LaBute estaba ansioso por hacer una comedia pura y dura. "Llevaba varios años buscando algo", confiesa. "Puede ser que a la gente le cueste pensar en mí y en la comedia, y esta resultó ser la oportunidad perfecta".

"Fue divertido intentar buscar ese humorista que llevaba dentro", explica LaBute. "Creo que como escritor no necesariamente lo hago. Es difícil sentarme a la mesa y decirme a mí mismo: ‘se divertido, estás escribiendo una comedia.’ Es mucho más fácil cuando tienes a este montón de gente graciosa a tu alrededor y realmente colaboras con ellos".

Su reputación como director de actores fue una de las razones principales por las que Rock le contrató. "Es muy exigente y perfeccionista sin llegar a ser majadero", dice Rock. "He estado en un montón de pelis, pero sólo he protagonizado unas cuantas. Sabía que para mí sería de gran ayuda a la hora de construir una interpretación".

El director estaba de acuerdo en que, con una historia con tanta fuerza como la original, no tendrían necesidad de reinventar la rueda. "El guión realmente funcionaba" afirma. "No intentamos cambiar esa dinámica pero sí aportamos unas cuantas ideas nuevas. Sentía que algunos personajes estaban poco desarrollados en el guión porque hay tantísimos personajes y en una película el tiempo del que dispones es reducido. Intentamos dar más a ciertos personajes".

"El simple hecho de tener nuevos actores en esos papeles hace que funcione de forma diferente", añade LaBute. "Pero al final, todos queríamos llegar al mismo lugar. El viaje termina en el mismo lugar, pero lo que cambia un poco es cómo se llega. La familia inglesa tan reticente padece esta seria de locuras y de alguna forma tiene que salir de su caparazón. En nuestra historia la familia ya ha salido de su caparazón. Realmente no se quieren ver, así que la dinámica cambia un poco. Empieza en un nivel más alto y luego sube a un nivel mucho más alto para luego terminar de vuelta en el mismo lugar".

Para el director tener a Horberg y al actor Peter Dinklage, que repite su papel del filme original, fue como tener un par de consejeros militares para ayudarle a mantener el rumbo. "Ellos ya habían tenido esa experiencia y podían decir cosas como: así es como resolvimos esto o aquello, recuerdo que tenemos que tener cuidado con esto para no meternos en problemasŽ o ¡Esto sí que es bueno!"

"La comedia es muy específica", añade LaBute. "Tienes que conseguir hacer reír a un gran grupo de personas con un solo momento, cuando en realidad lo que hace reír a la gente es algo tan subjetivo. Sabes que alguien se puede tropezar y caer y tú te puedes sentir fatal, pero otro lo ve y se parte de risa".

LaBute dice que en comparación con sus películas anteriores, en este filme, en el que tienen tanto peso los personajes, ha podido trasladar en mayor medida su conocimiento y experiencia como director teatral. "La importancia que tiene la dinámica personal hace que sea más como una obra teatral" explica. "Casi toda la película está limitada a un área así que era como mover personas en un escenario. Nunca antes había rodado tanto en un plató, y eso me hacía sentir como si volviera a casa cada día. Gracias a estas cosas tenía la sensación de estar viviendo una nueva experiencia. Me gusta la idea de estar abierto a nuevas oportunidades".

"Te reirás", asegura La Bute. "Tomamos una vaca sagrada: un funeral, y lo ridiculizamos un poco. Es una visión divertida de una familia que vive un momento de verdadero estrés. También te hace pensar en eso de la hermandad y cómo un hogar se puede desgarrar por un acontecimiento como un funeral. Cogimos situaciones normales y las hicimos completamente anormales y es divertido ver cómo trascurre todo en la pantalla".


El casting
Con más de una docena de jugosos papeles, los creadores de Un funeral de muerte han reunido un elenco de grandes talentos cómicos y diestros actores dramáticos para interpretar el clan familiar que forma el núcleo de la historia. Encontrar la forma de hacer que esos talentos tan dispares trabajasen juntos formaba parte de la responsabilidad del director. "Es un reto hacer que funcione cualquier reparto", aclara LaBute. "Rara vez tienes el tiempo de ensayar y ensayar. Algunos de los actores llegaban al set y empezaban a rodar ese mismo día. En esta película muchos de los personajes son familiares, así que quieres que parezca que realmente lo son, incluso si se acaban de conocer".

La ética laboral necesaria para hacer que todo funcionara comenzó en lo alto de la cadena alimenticia con el productor y estrella Chris Rock. "Chris comprende la comedia" afirma LaBute. "Él sabía cómo reunir a un reparto divertido, y confió en mí lo suficiente como para decirme que quería que lo hiciera yo".

El director y la estrella trabajaron juntos en una película hace muchos años, pero el contexto de ambos había cambiado de forma significativa. Cuando LaBute y Rock trabajaron juntos por primera vez hace más de diez años, el humorista iniciaba su transición hacia la interpretación en el cine. "Era una película que estaba fuera del terreno habitual de Chris", explica LaBute. "Persiguiendo a Betty es una mezcla rara de comedia y violencia extrema. Morgan Freeman, el compañero de reparto de Chris y un actor impecable, le dio una gran lección de interpretación. Ahora tiene mucha más confianza que entonces".

Aaron, interpretado por Rock, es el ancla del filme. El hijo del recién fallecido Edward recibe la responsabilidad de organizar la ceremonia y escribir un discurso para su padre. En palabras de Rock: "Es el día del funeral de su padre y no falla, todo lo que podría salir mal sale fatal. Se despierta y se supone que será el peor día de su vida, pero resulta ser realmente el peor día. Esa es la línea transversal de muchas de las grandes comedias".

Aaron es el mayor. Se ha pasado la vida intentando agradar a sus padres mientras ve cómo su hermano pequeño Ryan obtiene fácilmente la aprobación de sus progenitores con su despreocupado encanto. "Yo soy el hermano mayor por antonomasia, así que comparto eso con Aaron", continua Rock. "Los pequeños pueden hacer lo que se les venga en gana, pero al hermano mayor realmente le importa lo que piensan mamá y papá. Eso es algo que creo que no se remarcó mucho en la primera película".

"Pensamos que sería un pelín más interesante si el hermano pequeño es el que tiene más éxito", añade. "La situación es un tanto incómoda. Aaron está lidiando con el hecho de que su hermano pequeño es un escritor de éxito, algo que él siempre ha anhelado ser".

Aunque el personaje de Rock es el serio ante el resto de la familia, era imposible que el humorista no trajera su particular sentido del humor al set. "Fue estupendo tener a alguien que tiene una mente cómica realmente nueva", apunta LaBute. "Pídele a Chris que haga una escena y va a salir con frases que no estaban en el guión o va a improvisar cosas que te sorprenderán. Y si te hace reír, tienes la certeza de que va a hacer reír a 10 personas más o a mil personas más".

El público lo puede tener claro: tendrán la dosis divertida y graciosa del Chris Rock que esperan, pero haciendo algo un tanto diferente. El director asegura que "realmente se está esforzando en este papel y Martin Lawrence igual".

Lawrence, el chico malo de la comedia conocido por Dos policías rebeldes y la exitosa serie cómica "Martin", es Ryan, el hermano menor—exitoso, consentido, y completamente engreído. Tras presumir ante la familia que compró dos billetes de avión de primera clase desde Nueva York para que no le molestaran sus legiones de fans, le confiesa a Aaron que está sin blanca y no podrá ayudarle a pagar el funeral.

"Ambos hermanos son escritores", explica LaBute. "Aaron es más un escritor en potencia. Lleva un par de años con una novela, pero no ha sido capaz de terminarla y además no quiere que nadie la lea. Y luego su hermano va y se convierte en un exitoso escritor de poca calidad con títulos como Black Hurt. Al final Aaron estalla. En un primer momento, por dinero. Pero muy pronto los resentimientos se reducirán a los de toda la vida, como eso de que ‘a ti te querían más que a mí,’ y ‘tú no tienes talento, yo sí, sólo que aún no puedo hacer lo que haces.’"

La colaboración de tantos años entre Lawrence y Rock fue decisiva a la hora de atraer a Lawrence al proyecto. "Nos conocemos desde esos días en los que actuábamos en los clubs de comedia", explica Lawrence. "Después de trabajar juntos en los escenarios y viajar juntos por carretera y quedar de vez en cuando, ha estado bien reunirnos años después para hacer una película juntos".

"Hace unos 20 años que conozco a Martin", dice Rock. "Comencé siendo fan, viéndolo en clubs y asistiendo a sus actuaciones. A él le llegó la fama antes que a mí, y recuerdo que lo vi en el Anfiteatro Universal y en Radio City. Actuamos juntos desde hace un montón de tiempo. Él era mi telonero y casi me saca del escenario. Me costó un montón conseguir una risa después de eso. Martin Lawrence ha sido el único hombre que me ha deslumbrado en el escenario".

De alguna forma la dinámica que han desarrollado en la vida real tiene su eco en el guión. "Tío, Martin es una gran estrella" afirma Rock. "Él tiene más éxito, más confianza; era perfecto para el papel".

"Me moría de ganas de trabajar con él, siempre he querido hacerlo" continua Rock. "Pero los guiones no encajaban del todo o el momento no era idóneo. Ésta vez parecía encajar. Es una de las personas más graciosas que conozco. Escribir un chiste para Martin Lawrence es genial. Es como escribir una canción para Anita Baker o Sade. ¡Sade va a cantar mi canción! Eso me hará quedar incluso mejor".

Trabajar con LaBute fue un atractivo añadido para Lawrence. "Conocía la historia de Neil y su trabajo, así que estaba encantado de tener la oportunidad de trabajar con él", asegura Lawrence. "Y el guión es muy gracioso y había muchísimo en él. Improvisamos de vez en cuando especialmente para la comedia física. Aproveché cualquier oportunidad de hacer un Martin-ismo, pero aunque cambiamos una palabra aquí o allí por lo general no sentí la necesidad de improvisar".

Según Rock, el mundillo de la comedia es una especia de hermandad, una experiencia que sólo otros humoristas son capaces de comprender realmente. "Tenemos un talento un tanto extraño: entretenemos a miles de personas con nuestra labia. No somos muchos los que hemos actuado en Radio City Music Hall o frente a 20.000 personas de golpe. Es una experiencia compartida y somos dos tipos que llegamos del otro lado de la vía del tren. Es mi hermano en muchos sentidos".

Y por si fuera poco contar con dos lumbreras de la comedia en vivo Un funeral de muerte (Death at a funeral) también cuenta con Tracy Morgan como Norman, un amigo íntimo de la familia con tendencia a la hipocondría. Morgan está que no para en el cine. Comparte reparto con Bruce Willis en la comedia de acción Vaya par de polis y le ha puesto voz al maníaco conejillo de indias en el exitazo de CGI del año pasado G-Force: licencia para espiar. Al igual que sus dos compañeros, Morgan ha aportado su humor particular al proyecto.

"Trabajé con Tracy en el antiguo ‘Show de Chris Rock,’" explica Rock. "Trabajamos juntos en De incompetente a presidente y El clan de los rompehuesos. Siempre he sido fan, pero en los últimos años algo ha cambiado en su interior. La gente va a flipar, tiene una parte importante en esta peli y es el tío más gracioso del filme. Es auténtico".

Morgan conoció a Lawrence en el año 1995 cuando éste apareció en "Def Comedy Jam". Martin le dio al humorista más joven un papel recurrente en su programa. Como resultado Morgan se sumó al reparto de "Saturday Night Live" donde estuvo 10 temporadas antes de su transición a "Rockefeller Plaza". "El guión nos permite mezclar porque todos somos diferentes", explica Lawrence. "Tracy tiene su estilo, Chris el suyo, y yo el mío y eso es lo que pedía el guión".

Como compañeros de reparto, esta película le brindó a Morgan la oportunidad de trabajar con Rock y Lawrence, dos intérpretes que él considera héroes. "Siempre es un honor trabajar con ellos" asegura. "Estoy aprendiendo tanto sólo de estar con ellos. Es como si estuviéramos en la playa y ellos supieran construir castillos. Yo soy el benjamín del grupo, pero también intento hacer un castillo".

"Me han apoyado mucho", añade Morgan. "Todos me han apoyado. Martin Lawrence, Chris Rock, Loretta Devine, Danny Glover, Keith David —esta gente está en primera división y yo he tenido que dar lo mejor. La cosa pinta bien".

Además, la desinhibida sensibilidad de Morgan mantuvo a todos alerta. "Nunca sabes lo que va a salir de la boca de Tracy", afirma LaBute. "Siempre hábil, siempre, genial y cínico por su forma de hablar. Llega y dispara. No sólo fue capaz de hacer todo lo que se me ocurriera pedirle, sino que además lanzaba ideas que funcionaban igual de bien que las que llevaba meses preparando".

Los tres desarrollaron una sana competitividad, animándose unos a otros a alcanzar mayores hitos de delirio cómico. "Chris, Tracy y Martin eran como caballos desbocados corriendo por el set, intentando superarse los unos a los otros en una amistosa carrera por el campo", añade LaBute. "Son muy rápidos y pueden hacer una escena siguiendo el guión o crear un montón de improvisaciones distintas. Para ellos, hacer reír a los otros dos era el logro más alto. Todos se portaban de maravilla, mejor imposible, porque querían crear personajes que hicieran reír a los demás".

Peter Dinklage repite el papel que tuvo en el filme original, el misterioso extraño fisgoneando entre los secretos de Edward. "Habíamos conocido a otros actores", explica Rock. "Y entonces se nos ocurrió preguntarle a Peter. La comedia requiere a gente que realmente pueda hacer drama, porque contra más real, más gracioso serás. Peter es un actor mundial de primera".

Cambiaron el nombre del personaje, pero no su propósito. "Peter tiene las mismas necesidades y los mismos deseos que el personaje que encarnó en la primera película" prosigue LaBute. "A él se le ocurrió otra versión de ese personaje y aporta un enfoque divertido".

Frank llega al funeral con un objetivo claro: quiere respeto por ser el amante secreto de Edward. Cuando no logra conseguir su cometido, saca unas fotografías comprometidas de los dos. "Que Peter repitiese el papel tenía sentido para todos", dice LaBute. "Esta vez lo ha hecho con más dureza; es un poco más arrogante. Está un poco más implicado por sus propios intereses y me gustó esa elección. Me gustó ver a Peter hacer algo nuevo en vez de simplemente darnos la misma interpretación. Peter siempre estaba buscando una manera nueva de hacer las cosas, incluso hasta la forma en la que salta al sofá o sale disparado del ataúd".

Dinklage no conocía de ningún otro actor que hubiera hecho una segunda parte repitiendo el mismo papel así que estaba decidido a no repetirse.

"Sí que quería que fuera diferente, así que le aporté un punto diferente", explica. "Cuando me enteré que trabajaban todas estas grandes figuras, supe que tenía que hacerlo. A diferencia de la familia Británica correcta y conservadora que se desmelena, esta familia ya está un poco suelta desde el principio y en el trascurso se suelta todavía más. Es una comedia antigua pero enmarcada en un ambiente muy realista. Un entorno en el que todos tienen que guardar las formas es idóneo para que las cosas empiecen a desmoronarse".

Ver a un trío de humoristas stand up hacer lo que mejor se les da fue una experiencia nueva para Dinklage. "Tienen una actitud sorprendentemente seria de la comedia", observa. "Estos tíos son los mejores en lo que hacen. Nos han animado mucho a aquellos de nosotros que somos menos habilidosos. Creo que Tracy Morgan es la persona más graciosa que he conocido en mi vida. Quiero un Tracy Morgan de tamaño bolsillo para tenerlo siempre conmigo".

El productor Horberg, que trabajó con el actor en el filme original, apunta que "Peter fue una de las elecciones más inspiradas de Frank Oz. El guión original escrito por Dean no hacía mención específica de la descripción física o nacionalidad del personaje de Peter. Simplemente era el extorsionista que llega ese día para sobornar a la familia. Hablamos de varios humoristas británicos pero nos dimos cuenta que era un papel que lo podía interpretar un actor de cualquier etnia o nacionalidad precisamente por ser alguien de fuera del círculo familiar. No es parte de la familia así que podía ser de cualquier parte".

Zoë Saldaña, una joven actriz que ha acaparado mucha atención con papeles principales en los éxitos de taquilla Avatar y Star Trek, ha sido elegida para interpretar a Elaine, la prima de Aaron y Ryan. Elaine está inmersa en un conflicto familiar. Piensa utilizar el funeral para decirle a su padre que se casará con Óscar, interpretado por James Marsden, y sabe que no estará de acuerdo.

"Realmente Zoë es una persona muy graciosa", asegura LaBute. "Es muy segura de sí misma y llevó a Elaine a un nivel diferente. Se nota que ha sido formada para estar siempre preparada para el público. Zoë proporciona una interpretación que es naturalmente graciosa pero que no se basa en intentar ser graciosa".

Con la gira de promoción de Avatar y Star Trek a punto de empezar, el horario de Saldaña estaba a tope pero no podía dejar pasar la oportunidad de trabajar con Neil LaBute. "Lo bueno es que Neil es la clase de director que le gusta ensayar en el set", explica. "Ocurrieron cosas increíbles en el set y eso me hizo sentir muy cómoda en mi entorno. Pude sacar muchas cosas que llevaba dentro, descargar tensión, reírme y salir del personaje y así al rodar, pocas veces me salí del personaje".

Trabajar con el extraordinario grupo de actores cómicos reunidos para el filme fue tal y como se lo había imaginado. Asegura que "fue un poco surrealista. Todos iban un paso más con sus personajes. Neil estaba siempre ahí para asegurarse que no íbamos demasiado lejos, pero nos permitió jugar y llegar al límite".

El mundo de Elaine está a punto de tambalearse un poco porque su prometido ha tomado accidentalmente una droga alucinógena de diseño preparada por su hermano Jeff (interpretado por Columbus Short). Saldaña afirma que Marsden es "exquisitamente versátil. Se transforma en su personaje. Me encanta trabajar con actores que mantienen un enfoque juvenil respecto al trabajo. James tiene una forma de improvisar y utilizar todo lo que tiene a su alrededor de forma completamente orgánica. Y no para hasta que alguien grita ‘corten.’ Se pierde en ese mundo y te arrastra a ti también".

Aunque Marsden nos dejó una actuación frívola y cómica en el filme del 2008 Sex Drive, es más conocido por ser un actor protagónico romántico, un papel que ha perfeccionado en Encantada: la historia de Giselle, con Amy Adams. "James ha sido una sorpresa", confiesa LaBute. "Cuando no has visto a alguien hacer comedia te preguntas si estará en su repertorio. James fue a por todas. Sigue siendo el novio guapo, pero además puede ser tan ridículo como el que más".

"Y era imparable", añade el director. "A veces me preguntaba cómo sería capaz de incluir todas sus increíbles aportaciones pero al final me dio igual porque como era tan gracioso, supe que encontraría la forma".

Óscar es un manojo de nervios. Es profesor de secundaria y es perfectamente consciente de que no cuenta con la aprobación de su futuro suegro. "Pensé que sería muy divertido interpretar a mi personaje", apunta Marsden. "Quiero decir, un tío que está tomando ácido por primera vez en un funeral—no habían límites. Neil me abrió las puertas. Chris, Martin and Tracy dejaron el listón de la comedia muy alto y yo intenté estar a la altura".

Columbus Short hace eco de ese sentir al afirmar: "Este reparto es como Kobe Bryant. Puede encestar. Puede botar el balón. Puede dar buenos pases. Es un reparto redondeado. Me crié con Martin y con Chris y me encanta Tracy, así que ha sido muy emocionante trabajar con ellos. Siempre quieres estar rodeado de personas que están en lo alto de su carrera y estos son los nombres más grandes de la comedia".

"Neil simplemente me dejó volar", dice Short. "Me gusta ser libre. Él sabe lo que quiere. Sabe cómo rodar. Teníamos la sensación de estar cimentados en la realidad, así que nos dejó divertirnos".

El personaje de Short es Jeff, un estudiante de farmacología con un pequeño negocio muy lucrativo: elabora y vende drogas de diseño. "Es extremadamente gracioso en este filme, y creo que no se le conoce por ser cómico", afirma LaBute. "Pero es el hermano pequeño perfecto para Zoë Saldaña. Discuten continuamente y las miradas que intercambian dan la sensación de que realmente son hermanos".

Rock también admira el trabajo de este joven actor. "El tipo estuvo genial en Stomp the yard: ritmo salvaje", asegura. "Este chico va a ser grande".

La actriz Loretta Devine es querida por espectadores y compañeros de profesión que admiran el desfachatado ingenio y el grandísimo personaje que le ha aportado a filmes tan diversos como Un Chihuahua en Beverly Hills, Atraco en la iglesia y Crash. Devine encarna a la viuda, Cynthia, y como tal deberá sobrellevar el duro golpe emocional de haber enviudado recientemente. Pero luego remata ese dolor más adelante con un delicado toque cómico. "Loretta Devine ha hecho una comida de algo que antes era sólo un entrante", afirma LaBute. "Yo pensaba que en el filme original la madre no tenía mucho que hacer pero Loretta le aporta mucho humor al papel. No le puedes quitar los ojos de encima".

Devine, cuya carrera abarca desde Broadway (la producción original de "Soñadoras") hasta la televisión (actualmente trabaja en "La anatomía de Grey"), ya había trabajado tanto con Morgan como con Lawrence. "Creo que para mí el atractivo era el hecho de tener la oportunidad de trabajar con Chris", asegura la actriz. "Todavía estoy un poco nerviosa cuando estoy con él porque dice cosas como: ¿con que tú estuviste en Sounder? Y yo digo: Qué diablos, claro que no, ¡Yo no estuve en el maldito Sounder! Perdona pero eso fue hace 90 años. Nunca sabes lo que se le va a ocurrir".

"Chris siempre da la sensación de ser muy serio, pero los tres siempre están en acción, así que resultó ser un set muy divertido", añade. "Simplemente que nunca sabes si están de broma o no. Al igual que con Tracy, piensas, esto sí que tiene que ser una broma. Diga lo que diga, es imposible que sea la verdad".

Regina Hall es Michelle, la esposa de Aaron y la sufrida nuera de Cynthia. Michelle intenta ser respetuosa con el fallecido, pero da la casualidad de que el día del funeral es el día que más probabilidades tiene de quedar embarazada—y no dejará que nada se entrometa en su plan. "Sabíamos que Regina era graciosa gracias a la serie de películas de Scary Movie", explica Rock. "Pero su personaje es clásico. Una mujer que está ovulando en un funeral es un poco gracioso".

A primera vista, cuando hicieron las pruebas, LaBute pensó que la actriz parecía demasiado joven para el papel. "Entró por la puerta sin maquillaje", recuerda. "Pensé que podría tener 23 años y no tenía pinta de mujer casada. Pero ha florecido y se ha convertido en el personaje. Su trabajo es rápido e inteligente y me transmitió mucha confianza. "

Inicialmente, la reputación de LaBute como un hombre del teatro intimidó a la actriz. "Luego lo conocí y me di cuenta de que tiene un gran y asombroso sentido del humor", explica. "Su forma de dirigir es tan sutil y te apoya mucho. Tiene una forma muy muy tierna de llegar y simplemente darte un empujoncito en la dirección adecuada".

"La película es muy graciosa e inteligente", añade Hall. "Tiene grandes actores cómicos y además interpretaciones sorprendentes de todos. Ha sido genial ser parte de un esfuerzo en conjunto. Todos llegaban cada día dispuestos a dar lo mejor".

Luke Wilson, que encarna a Derek, el ex-novio de Elaine, agradece a Martin Lawrence el haberle dado una de sus grandes y primeras oportunidades en Hollywood, un papel principal en la comedia de colegas De ladrón a policía.

"Siempre estamos hablando de hacer De ladrón a policía II", dice Lawrence. "Cualquier oportunidad que tengo de trabajar con Luke resulta divertida. Es calmado y tranquilo, pero también tiene un sentido del humor muy gracioso".

Derek llega al funeral con la intención de recuperar a Elaine y no se espera la competición que presenta Óscar —incluso bajo influencias tóxicas. "Está al servicio del la trama, pero además es un personaje muy gracioso", dice LaBute. "Luke puede defenderse en una escena cómica. Nos sorprendió en cada escena que rodamos y aportó un auténtico sabor excéntrico".

Wilson conocía el trabajo en teatro y cine de LaBute y le intrigaba tanto como el resto del reparto. "Un tipo del teatro como Neil trabajando con Martin y Chris y Tracy parecía una mezcla un tanto extraña", explica. "En realidad funcionó de maravilla. Para algunos directores, podría ser duro pelearse con esos tipos, pero él no tuvo ningún problema. Dicen que los humoristas stand up son competitivos, pero ese no ha sido el caso en esta película. Chris llegó admirando a Martin, y luego llegó Tracy y les admira a los dos. Y todos se respetan mutuamente y a la misma vez, se parten de risa riéndose con las gracias de los demás".

El veterano actor Ron Glass es Duncan, el tío medico de Aaron y Ryan y el padre de Elaine. "Desde mi punto de vista la función de Duncan es asegurar que a la familia no le falte nada, que todos estén bien, y ninguno esté fuera de lugar", explica Glass.

LaBute trabajó con Glass en su último filme, Protegidos por su enemigo. "Este hombre tiene muchísima experiencia haciendo comedia", dice LaBute. "Es un maestro interpretando la verdad de una escena y luego es capaz de amplificarlo para crear un ambiente cómico".

Por su parte Glass admira el amplio abanico de experiencia del director. "Neil es tan brillante y competente en tantos terrenos", explica. "Sientes que estás en buenas manos y eso es una cualidad que me gusta ver en un director. Estaba rodeado de cómicos de primera clase que además son grandes actores. Mi tendencia fue no salirme del guión, y creo que fue una elección sabia".

Todas las familias tienen un miembro mayor sin pelos en la lengua que avergüenza a los demás. Danny Glover es ese personaje en Un funeral de muerte (Death at a funeral). Es el Tío Russell, un hombre que no le tiene miedo a nada y dice exactamente lo que piensa. "Danny no es conocido por hacer comedia", observa LaBute. "Pero es tan buen actor que se mete de lleno en este mundillo y lo hace con total seriedad. Cuando está trabajando puedes oír reír al equipo técnico – y sabes que esa risa es genuina".

Glover cree que el mejor humor nace de experiencias reales. "Todos tienen a un Tío Russell en alguna parte", asegura. "Yo tenía una tía así y ella me decía cosas extraordinarias. Yo no quería provocarla así que procuraba ser muy cuidadoso con ella. La gente verá esta película y se verán a sí mismos, a un tío, un primo, una tía, y les dará la oportunidad de estrechar lazos con ese familiar".


Tras bambalinas en el funeral
Un funeral de muerte(Death at a funeral) se rodó en el Plató 23 de los estudios Sony tras siete días de rodaje en exteriores en el sur de Pasadena. A lo largo de los años el Plató 23 ha servido como el escenario de rodaje de una serie de películas de Screen Gems. Originalmente construido como un bloque de apartamentos al estilo español para Quarantine, se convirtió en un tradicional hogar en El padrastro, uno más moderno en Obsesionada, un club nocturno en Ladrones y, tras Un funeral de muerte (Death at a funeral) , se convirtió en un bloque de edificios para The Roommate y un club burlesco para Burlesque.

Para este filme el director de producción Jon Gary Steele recreó el elegante interior de una casa estilo artesano donde transcurre la mayor parte de las frenéticas entradas y salidas. "Buscamos docenas de exteriores y al final nos decantamos por una casa de tejas de madera en Pasadena", recuerda Steele. "Rodamos los exteriores allí y luego recreamos el interior de la casa que necesitábamos en el plató. El director quería que hubieran pistas de la vida secreta de Edward esparcidas por la casa así que colocamos esculturas, cuadros y fotografías por todas partes para indicar la dirección, si sabías qué buscar claro".

Describe el interior de la casa de la película británica como "mucho más clara, pero tanto a Neil, como al director de fotografía, como a mí nos gustaba la idea de que las paredes fueran oscuras y cargadas, con madera y un estupendo empapelado".

"Existe una maravillosa colisión entre los tonos conservadores del hogar artesano y la locura evidente que ocurre tras estas paredes", asegura Horberg.

LaBute y el director de fotografía Rogier Stoffers querían que el ambiente de Un funeral de muerte (Death at a funeral) tuviera el estilo realista que se asocia más con el drama. "Suele ocurrir que en las comedias emplean lo que yo llamo ‘luces cómicas,’" afirma LaBute. "Simplemente lo iluminan todo más y si lo puedes ver, genial. Yo quería tener algo que recordara la calidad cinematográfica del drama. Por eso conté con Rogier para que le diera a todo una calidad pictórica".

"Inicialmente todos nos preguntaron: ¿por qué no hay luz y luminosidad?" recuerda Stoffers, que trabajó con LaBute en su película anterior, Protegidos por su enemigo. "Pensamos que si creábamos un ambiente lujoso, clásico, casi solemne y luego lentamente contábamos una historia que poco a poco empieza a desmoronarse en una locura que aumenta por minutos, lograríamos una buena yuxtaposición entre los dos mundos. Cuando se abre el ataúd y ves a estas personas sentadas en un precioso ambiente oscuro vestidos en trajes negros y poco a poco comienzan a perder la cabeza, ¡realmente funciona!"

La diseñadora de vestuario Maya Lieberman usó el vestuario tanto como elemento para enmarcar la escena como para impartir información esencial acerca de cada uno de los personajes. Una historia que transcurre en un solo día, como es el caso de Un funeral de muerte (Death at a funeral), le proporciona retos muy específicos a un diseñador o diseñadora. "Podrías pasarlo por alto y suponer que será más fácil hacer una película en la que cada actor lleva el mismo traje todo el rato" explica. "En realidad es más difícil porque cuando sólo tienes un plano para contar la historia y desarrollar al personaje a través de su ropa, ese look cobra mucha más importancia. Y como estamos hablando de un funeral, estábamos limitados a una paleta específica de colores, lo que acentúa la dificultad de diferenciar a los personajes".

Para Cynthia, la viuda de luto, Lieberman equilibró la fastuosidad natural del personaje con su preocupación por mantener las formas tras la muerte de su marido. "Loretta Devine tiene una grandísima y genial personalidad y quería mostrarla a través de su ropa", dice la diseñadora. "Lo que más me gusta de su vestuario es un diminuto sombrero fúnebre de plumas que en un momento dado empieza a contonearse. Le aporta un toque cómico al vestuario, especialmente cuando Óscar está drogado y lo está mirando fijamente. Definitivamente no queríamos que en esta película la ropa fuera la que aportara la comedia, pero aquí sí tenemos un toque humorístico".

Para el personaje de Martin Lawrence, Lieberman escogió un traje caro con estilo propio. "Ryan quiere que todos sientan su presencia nada más entrar en una habitación" asegura. "Sin duda él tiene el look más llamativo de los dos hermanos. Queríamos mantenerlo oscuro para contrastar con la camisa blanca de Chris. Así que lleva una camisa negra con puño francés. Su traje de Versace, negro con raya gris, le aporta cierta chulería".

Lieberman fue de gran ayuda a Morgan en su caracterización. "Hay algo que no encaja de Norman", señala Lieberman, "y pensé que en todo momento tendría que haber algo un poco desajustado en su atuendo. Así que aunque lleva un traje bueno, le cortamos las mangas y los pantalones para que quedara un poco corto y tuviera un look poco elegante".

El personaje de Columbus Short es más joven e irreverente que los demás, dándole la oportunidad a Lieberman de salirse de la paleta funeraria. "Ya que los demás están vestidos tan solemnemente, ha sido divertido tener un personaje al que le pudiéramos dar un look loco e inapropiado para un funeral. Lleva unos pantalones con tirantes que deja colgados y zapatillas Puma. Pero al principio abre la puerta vestido en unos alocados bóxers".

Stoffers y su equipo rodaron en vídeo de alta definición. "Teníamos un reparto repleto de grandes humoristas e improvisadores", dice Stoffers, "Trabajar en este formato nos permitió probar cosas diferentes y no estar limitados por el hecho de tener una cantidad limitada de película en la cámara".

"Nunca hemos tenido que interrumpir nada para hacer un corte y reponer la película", explica el director. "Yo siempre estaba listo para los actores y ellos estaban como caballos de carreras. Seguían 10 y 15 minutos de un tirón. Y luego de pronto, paraban. Chris se giraba y decía, ‘eso era todo lo que tenía en la cabeza, e incluso he creado bromas nuevas para ti. Pero ya está.’ Con esta clase de actor, era genial tener la libertad de seguir rodando".

A Stoffers le impresionó la calmada quietud del director en el set. "A Neil no parece afectarle el estrés, y esto hace que siempre esté abierto a nuevas posibilidades", asegura. "Ya de por sí es difícil hacer una película, pero si la puedes hacer y pasártelo bien, es genial".

Al tener a tanta gente graciosa por naturaleza en el reparto los cineastas decidieron aprovechar al máximo su capacidad de improvisación. "Siempre y cuando nos ajustáramos a la forma y estructura de cada escena, teníamos la libertad de permitir que la gente aportara su propia personalidad", dice Horberg. "Eso es lo que esperamos y rezamos por ello. Es como decir que dos y dos son cinco. Cuando cuentas con tipos así de graciosos, los juntas y simplemente dejas que salten las chispas".

LaBute dice que una de sus primeras responsabilidades era crear un ambiente en el que los actores se sintieran cómodos haciendo el tonto. "Podían hacer lo que pedía el guión para poder hacer reír a los demás. Funcionó tan bien que la gente quería ver lo que hacían los demás. A veces terminábamos añadiendo personajes a algunas escenas, porque como ya estaban ahí, querían ver lo que ocurría. Chris siempre estaba, incluso cuando no tenía por qué estar. Estuvo presente en todo el proceso".

"Si a alguno se le ocurría una buena frase o mirada o una caída graciosa, le seguíamos el rollo", recuerda LaBute, "Intentábamos incluirlo como parte del todo. Yo tenía que usar el material que ya teníamos, pero nunca sabías de dónde surgiría un buen chiste. Los intérpretes valientes son los que conocen el material y luego lo llevan a un lugar nuevo. Para mí, lo importante era aprovechar esas oportunidades".