A primera vista, UN LUGAR PARA SOÑAR supone un cambio de rumbo para el realizador Cameron Crowe, cuyas anteriores películas, incluidas Jerry Maguire y Casi Famosos, contaban historias hondamente personales. Casi Famosos, por ejemplo, se basaba en las experiencias de Crowe como joven reportero de la revista Rolling Stone. Por el contrario, UN LUGAR PARA SOÑAR, se basa en la autobiografía de Benjamin Mee, titulada 'Nos Compramos un Zoo'. "Para mí es un tipo distinto de película, en el sentido de que no pretendía ser personal", afirma Crowe. "UN LUGAR PARA SOÑAR nació del deseo de contar la historia de Benjamin Mee".
Pero la experiencia de ser coguionista y director de la película condujo a Crowe a una revelación sorprendente. "Al cabo, contar la historia de Benjamin terminó siendo tan personal como cualquier cosa que haya hecho", asegura. "Uno de los motivos por los que quise hacer la película fue poner en circulación algo de alegría. Me encanta que UN LUGAR PARA SOÑAR sea una película que nos permita sentirnos alegres, sentir lo que es estar vivo, y que gire en torno a la transformación de una pérdida en una fuente de inspiración".
"El argumento nos infunde amor a la vida, humana y animal", prosigue Crowe. "Y versa sobre la asunción de riesgos; muchas de las cosas más grandes jamás logradas provienen de un riesgo inconcebible. El relato y los personajes son todo lo que me gusta del cine".
Antes de que Crowe participara en el proyecto, la autobiografía de Benjamin Mee había llamado la atención de la productora Julie Yorn, cuya empresa tiene su sede en Twentieth Century Fox. "Me sentí inmediatamente intrigada", recuerda. "¿Qué significa, 'Nos compramos un zoo'? ¿Quién se compró un zoo? Me enteré de que el adquiriente era un hombre que, por distintas circunstancias y por una especie de antojo, acabó en dicho zoo con su familia. Era uno de esos relatos que alientan y entusiasman".
Después de haber leído la autobiografía y haber visto un documental de la BBC sobre las experiencias de Mee, Yorn cuenta que se dirigió personalmente al autor y le "imploró que confiara en mí, que yo encontraría el modo acertado de contar su historia".
Después de haber obtenido los derechos cinematográficos, Yorn y el estudio eligieron a Aline Brosh McKenna (El Diablo Viste de Prada, 27 Vestidos) para adaptar el relato a la gran pantalla. McKenna afirma que el libro de Mee le pareció absorbente, arrebatador y alentador. Recuerda que en el mismo momento en que vio la portada del libro se formó en la mente una idea de toda la película. "Me gustan las películas ambientadas en un lugar de trabajo, ¡y qué lugar de trabajo tan sensacional e increíble
un zoo! Al instante de acabar de leer el libro, tuve esta reacción instintiva".
Los aprietos de Mee como inexperto e imprevisto director de un zoo crearon oportunidades para personajes y líneas argumentales de gran riqueza. McKenna asegura que las experiencias del protagonista constituyen una "asombrosa historia humana. Siempre resultaba un tanto divertida y nunca dejaba de ser ligeramente descorazonadora. También es la clásica historia de una gallina en corral ajeno. Benjamin se halla en un lugar del que sabe muy poco. Lo que hizo fue una locura, pero a lo grande. Es preciso colarse entre bastidores del zoo y ver a lo que uno ha de enfrentarse diariamente cuando vive en semejante lugar. Que el zoo sea el jardín de atrás de la propia casa es una especie de fantasía. ¡Es una idea tan emocionante poder lograr que todos estos animales formen parte del clan familiar!"
Después de que McKenna hubiera presentado la primera versión del guión cinematográfico, Yorn y el estudio emprendieron la búsqueda de un director. Pronto quedó patente que la sensibilidad de guionista y director del aplaudido realizador Cameron Crowe era un complemento perfecto para el divertido y conmovedor relato de Mee. La habilidad de Crowe para mezclar comedia, drama, familia y un aire de optimismo no tiene rival, tal y como demuestran películas como Un Gran Amor, Jerry Maguire y Casi Famosos.
Por mucho que a Yorn le entusiasmara la idea de que Crowe empuñara la batuta de UN LUGAR PARA SOÑAR, no abrigaba muchas esperanzas de que éste estuviera interesado. "Yo sabía que Cameron nunca había realizado una película que no hubiera salido de él", comenta Yorn. "Pero tenía la sensación de que los temas de pérdida y recuperación contenidos en el relato nos remitían a alguna de sus obras anteriores -y yo sabía que tenía hijos- por lo que tenía la corazonada de que habría algo con lo que Cameron conectara. Con todo, pensaba que lograr sus servicios era un posibilidad muy remota. Recibir una llamada que nos decía que 'a Cameron Crowe le gusta realmente su guión' nos llenó de alegría".
"Me llamaron y me dijeron que iban a enviárselo a Cameron Crowe", recuerda McKenna. "Entre los directores contemporáneos él es uno de mis ídolos y fuentes de inspiración; no sólo como realizador sino como ser humano. La palabra que se me viene a la mente cuando pienso en las películas de Cameron es 'humanidad'. Se compenetra tanto con los personajes, es un observador tan destacado de la cultura, amén de divertido y perspicaz acerca del modo como las personas viven sus vidas".
Después de haberse reunido con Crowe, Yorn supo que el argumento le había llegado al director a lo más hondo. "Había algo en la voluntad y la determinación de Benjamin, y en la magia y la poesía del lugar que resonaba en su interior", dice. "Las imágenes empezaron a hablarle a su mente de realizador".
"El guión de Aline era un relato basado en personajes que me recordaba mis películas favoritas y disfruté con él de verdad", nos cuenta Crowe. "La combinación de su guión y el libro de Benjamin Mee fue lo que me ganó por completo; juntos, prometían muchísimo. Podía oír la 'música' y sentir el amor de la familia Mee".
Crowe cogió el guión y "lo hizo pasar por su propio filtro", explica Yorn. "Quería estar verdaderamente a la altura de la versión de la película ideada por Aline, pero remitiéndose aún más a la historia real. Cameron quería profundizar en el personaje de Benjamin y en lo que le movía, además de dotar a la película de algo más de alma y poesía. Hay algo conmovedor en la obra de Cameron que conecta con la familia Mee. ¿Quién podría hacerlo con más emoción que Cameron Crowe?".
Elección de actores
Una vez que Crowe puso manos a la obra para dirigir y coescribir el guión, la elección de actores se puso en marcha con el fin de hallar el elenco adecuado para dar vida a los miembros de una familia normal que se ve en medio de circunstancias extraordinarias. Para el papel principal de Benjamin Mee, un padre viudo que se encuentra perdido en más de un sentido, los realizadores querían a un actor que aportara sentido de la decencia, un fin superior y humor. Para Crowe, tanto el Benjamin Mee de la vida real como su homólogo cinematográfico quedan aún más definidos por su inquietud. "Nunca se rinde", dice el director. "Y me encanta que sea esa clase de tipo. Nada va a detenerle".
Matt Damon recibió la aprobación para interpretar a Benjamin Mee. Para Damon, que ha trabajado a las órdenes de los más grandes realizadores del mundo, incluidos Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Clint Eastwood, Gus Van Sant, Anthony Minghella, los Hermanos Coen, Steven Soderbergh y Paul Greengrass la posibilidad de trabajar con Crowe, un director al que admira desde hace mucho, fue un atractivo clave para hacerse cargo del papel. "El motivo por el que me uní al proyecto era en un cien por cien, Cameron", afirma, entusiasmado, Damon. "Me envió un guión, pero también me hizo llegar más de una hora de música que había seleccionado, así como la película Un Tipo Genial. Me entregó todo este paquete y me dijo: 'Éste es el sentimiento que quiero que tenga lo que voy a hacer'. Me explicó que 'Un Tipo Genial' es una película dramática que también resulta muy divertida, que transmite una maravillosa sensación de felicidad-tristeza. Me transmitió en gran medida el sentido de la película que quería hacer. La sensibilidad de Cameron es singular y él mismo es un guionista y director tan brillante que pensé que la película podía realmente despegar con él a los mandos".
Damon conocía íntimamente la capacidad de Crowe para construir películas dotadas de comedia, drama y diálogos memorables. "Las películas de Cameron tienen momentos asombrosos en los que, al mismo tiempo, nos transmiten muchísimo sobre quiénes son las personas y nos hacen reír", dice Damon. "Uno se encuentra riendo y, luego, inesperadamente, se ve afectado por algo. Es capaz de utilizar el humor para que bajes la guardia. La sensación es simplemente tan real y, sin embargo, tan irrepetiblemente exclusiva de Cameron. A decir verdad, creo que cada personaje es en alguna medida una versión de él mismo. Contagia a todos los que le rodean esa pequeña parte de él con la que todos nos identificamos. Ésa es la razón por la que sus películas tienen una tonalidad tan rigurosa y coherente: porque en cierto sentido salen de él".
La confección del elenco quedaba todavía muy lejos cuando McKenna estaba redactando su primer borrador del guión, pero la autora hizo algo totalmente inesperado. "Decidí escribir el personaje de Benjamin Mee como si fuera Matt Damon", recuerda. "Es algo así como un hombre de la calle, inteligente, masculino y con un gran sentido del humor. Pero ni en sueños se me hubiera ocurrido que el personaje acabara siendo interpretado por Matt Damon".
A lo que Crowe añade: "Matt siempre aporta un fondo oculto de confianza y, de la misma forma, Benjamin Mee es un personaje en el que deposité mi confianza cuando leí el libro y el guión de Aline. Matt interpreta a Benjamin con el corazón, con gran veracidad y por eso su odisea es creíble".
El Benjamin Mee encarnado por Damon, antes de dar inicio a su nueva vida en el zoo, era un escritor en busca de aventuras que, a lo largo de su carrera, había entrevistado al dirigente venezolano Hugo Chávez; había volado al interior del ojo de un huracán y había sido rodeado por miles de abejas asesinas. "Al principio de la película es un periodista -lo ha sido durante toda su vida adulta- que siempre anda a la busca de aventuras y que ha pasado por experiencias increíbles", afirma Damon. "Benjamin ha recorrido el mundo y ha hecho todo tipo de cosas extraordinarias".
Pero al comenzar el relato, Benjamin se ve haciendo malabarismos para criar a dos hijos, de 14 y 7 años. "Benjamin decide que necesitan algo nuevo, se pone en marcha para hallar un nuevo lugar donde vivir y encuentra esta hermosa propiedad, algo que parece dictado por el destino", asegura Damon. "Luego, descubren que la propiedad incluye un zoo por el mismo precio. Benjamin no sabe nada de zoológicos pero, con el espíritu de aventura que su difunta esposa habría apreciado, decide liarse la manta a la cabeza y compra el zoo".
A su llegada a su nueva casa/zoo, Benjamin y su familia conocen a la jefa de guardas Kelly Foster, a la que da vida Scarlett Johansson. Kelly es una firme y realista defensora de los animales además de la voz de la conciencia de los habitantes del zoo. "Kelly es una persona muy práctica, de naturaleza bondadosa y amante de los animales", explica Johansson. "Es, en gran medida, una persona que consigue hacer lo que se propone, que lo hace bien y sin dejar cabos sueltos. Este zoo y estos animales son toda su vida".
Johansson observa que, al principio, Kelly recela un tanto de la familia Mee. "Se hace de ellos la idea de que sólo son unos más en una larga cadena de propietarios que, probablemente, concibieron el zoo como su proyectito, pusieron algún dinero y luego desaparecieron. Sin embargo, Kelly empieza a ver cómo Benjamin se hace cargo de diferentes proyectos, que parece totalmente dedicado y que no sale corriendo. Gracias a su aparente dedicación, ella comienza a creer en este tipo y piensa que, tal vez, ahora podría ser diferente".
Johansson afirma haberse sentido atraída hacia el guión de McKenna y Crowe. "Tiene un diálogo sensacional en el que yo podría meterme de lleno", afirma Johansson. "También pensé que el argumento era muy inhabitual porque contiene algo pasado de moda. Es una película que gira en torno a la familia, a cómo encontrar lo que te apasiona y a cómo creer en uno mismo. Es muy real y muy enérgica. Trata de la superación del propio miedo. Tiene muchas de aquellas cualidades descarnadas, sacadas de la vida real, que nos recuerdan las películas clásicas de los años setenta".
"Lo grande de Scarlett es que, como auténtica amante de los animales, inmediatamente comprendió y se identificó con el argumento", dice Yorn. "El papel es muy distinto de cualquiera de los que habitualmente interpreta. La gente espera, convencida, que sea la mujer fatal. En esta película nos muestra otra faceta". Crowe añade que "Scarlett aporta al papel una gran humanidad que transmite el espíritu ferozmente protector de Kelly. Kelly va a luchar para salvar el zoo y sus animales".
La dinámica Benjamin-Kelly brinda una de las numerosas sorpresas de la película. Apunta Damon: "Uno pensaría que formarían pareja y que la película se convertiría en la historia de ese amor, pero no es ése el caso. Entre otras cosas la película trata de dos personajes que aman el zoo. Desarrollan una amistad y una cercanía partiendo de la pasión que comparten por el proyecto en el que están trabajando juntos. Y de ahí surge ese algo verdaderamente genuino entre ellos, que, al final de la película, probablemente se transforma en otra cosa".
Duncan Mee, el hermano mayor de Benjamin y la voz de la razón, es interpretado por Thomas Haden Church, que logró una candidatura al Oscar® al Mejor Actor Secundario por su memorable actuación en Entre Copas. Mientras que Benjamin Mee no ve obstáculo que sea insuperable, Duncan siempre se muestra escéptico sobre la nueva misión de su hermano. Pese a sus dudas, Duncan apoya a su hermano. "En la película, Duncan es el que dice las verdades", afirma Crowe. "Durante la primera mitad de la película, Duncan intenta convencer a Benjamin de que comprar el zoo es el más grave error de su vida. Al cabo, se convierte en el mayor aliado de Benjamin en tan extravagante aventura. Y lo hace de una forma que nos hace sentir que es una suerte contar con un hermano mayor como ése".
"Se supone que Duncan es la voz de la responsabilidad y la sensatez financiera; no en vano él mismo es un contable", explica Church. "Opina que el zoo puede ser el proyecto financiero más arriesgado que jamás se le haya ocurrido a nadie. Pero siente un enorme afecto por los niños y por su hermano y, al fin y al cabo, su prioridad es la salud y la felicidad de éste. Al final de la película, Duncan comprende más sobre el impulso humanitario que anima lo que están tratando de hacer, en contraposición a la amenaza financiera que supone para la familia".
UN LUGAR PARA SOÑAR reúne a Crowe con el actor Patrick Fugit, que debutó en el cine en el papel protagonista del alter ego de Crowe, William Miller, en el drama humorístico semiautobiográfico que el realizador rodó en 2000, Casi Famosos, basado en la historia de los primeros años de Crowe cuando era un adolescente periodista especializado en rock que escribía para la revista Rolling Stone. El actor de 28 años de edad -que sólo tenía 16 en la época de Casi Famosos- observa que aunque él y Crowe se mantuvieron en contacto después de tan fundamental experiencia, habían pasado varios años desde la última vez que hablaron. "Reunirme con Cameron para interpretar este papel me tenía un poco inquieto", reconoce Fugit. "He crecido mucho desde entonces, lo mismo que le ha ocurrido a él, y ahora hay tantas cosas diferentes. Pero tan pronto como empezamos a meternos en las escenas, fue como si volviera a tener 16 años".
Fugit da vida a Robin Jones, uno de los guardas del zoo y su artesano y manitas residente. El compañero inseparable de Jones es una mona capuchina llamada Crystal, que pasa la mayor parte del tiempo subida en el hombro de Robin. "Cuando me reuní con Cameron para este papel y lo leímos, él dijo: 'Creo que Robin va a tener un mono capuchino'," recuerda Fugit. "Durante los ensayos, conocí a Crystal y a su cuidador, Thomas Gunderson, por lo que pudimos establecer una buena relación y lograr que pareciera que habíamos estado juntos mucho tiempo".
Elle Fanning, estrella del thriller Súper 8, encarna a la efervescente prima de Kelly Foster, la joven belleza Lily Miska, que vive en el zoo y echa una mano en éste y en su restaurante. Cuando los Mee se mudan, queda fascinada por Dylan, el hijo adolescente de Benjamin. "Lily vive en su propio mundo", afirma Fanning, que celebró su décimo tercer cumpleaños durante la producción. "Lleva toda la vida rodeada de animales, por lo que no tiene un gran dominio de las relaciones personales. Para ella, Dylan es como una criatura exótica. Comienza a ponerse maquillaje e intenta coquetear con él, pero realmente no sabe cómo hacerlo porque nunca había sentido un flechazo. Lily se esfuerza mucho para impresionar a Dylan".
Los sentimientos de Lily son correspondidos, aunque ahora es Dylan el confundido por su primer encontronazo con el amor. Al describir su floreciente relación, Crowe establece paralelismos con la historia de la romántica añoranza de Benjamin años atrás cuando conoció a su esposa Katherine reuniendo lo que él denomina "20 segundos de valor". "Benjamin le dice a Dylan que todo cuanto hace falta es que reúna esos 20 segundos de valor loco y algo grande saldrá de ello", explica Crowe. El consejo paterno tiene aún mayor repercusión, añade, "porque Benjamin está dándose cuenta de la importancia de dicha sugerencia para su propia situación en el zoo".
El principal antihéroe de la película es el condescendiente inspector de zoológicos Walter Ferris, interpretado por John Michael Higgins, conocido por sus papeles en los "chusco-documentales" de Christopher Guest, Un Poderoso Viento, Very Important Perros y For Your Consideration. Ferris representa el mayor obstáculo para Benjamin porque si el zoo no supera su decisiva inspección, Benjamin no podrá abrirlo a tiempo para el verano, la principal temporada turística.
Higgins explica por qué Ferris es como es: "Por extraño que parezca, es un mal tipo con un grandísimo corazón para los animales. Realmente le preocupan los animales, que es el motivo por el que inspecciona tan cuidadosamente el establecimiento de Mee".
Peter MacCready, el apasionado y utópico arquitecto y diseñador del recinto del zoo, es interpretado por el actor escocés Angus MacFadyen, más conocido por su papel de Robert the Bruce en el clásico de Mel Gibson, ganador del Oscar en 1995, Braveheart.
El nombre del personaje de 'Peter MacCready' pasó por varias encarnaciones, pero su forma final fue decidida después de que MacFadyen hubiera conseguido el papel. Cuando Crowe vio a MacFadyen en su camerino por primera vez, llevaba un mono de paracaidista y Crowe pensó que se parecía a Pete Townsend. Así que Peter fue su nombre. Y MacCready (escrito de forma diferente) es el apellido de Mike McCready, el guitarra solista del conjunto de rock Pearl Jam, sobre el que Crowe había finalizado recientemente un documental retrospectivo.
Para encarnar a los niños Mee, los realizadores llevaron a cabo una búsqueda por toda la nación así como una audición abierta on line antes de decidirse finalmente por Colin Ford, y por la relativamente desconocida Maggie Elizabeth Jones, ambos naturales de Atlanta, Georgia.
El Dylan interpretado por Ford está pasándolo mal en su nuevo ambiente. "Su punto de vista es distinto al de su padre", explica Ford. "Dylan le desafía -es un auténtico sabelotodo- y hace cualquier cosa para sacarle de quicio".
Matt Damon añade que "la relación de Benjamin con su hijo tiene mucho de refriega. Toda la familia está superando la ausencia de la madre; todos están combatiendo la situación. Dylan se encuentra en esa fase de rebeldía que, mezclada con lo que él está pasando, crea mucha fricción entre padre e hijo".
Maggie Elizabeth Jones es Rosie, la dinámica hija de Benjamin, llena de alegría, imaginación y optimismo. Es una buena persona, casi una cuidadora de su atribulado padre. Rosie es interpretada por Maggie Elizabeth Jones, que recientemente debutó como actriz en Footloose. "Rosie es verdaderamente dulce y amable, y quien en realidad logra que el zoo abra", dice la joven actriz sobre su personaje.
Cuando a Benjamin y a Rosie les enseñan por primera vez las instalaciones de Rosemoor en su primera excursión en busca de casa, es el jubiloso entusiasmo de Rosie por la casa y los animales lo que da lugar a que su padre la convierta en su nuevo hogar. "Benjamin mira a su niña y algo suena en su interior", dice Crowe. "Cree que no hay que defraudar esa reacción de pura alegría. Y ése es el comienzo de lo que le lleva a decirse a sí mismo: '¡Caray! Tengo que comprar este zoo!'"
Para Damon, esposo y padre de hijos pequeños, pasar varios meses en el plató del zoo fue mucho más que trabajo porque le brindó mucho tiempo de vida familiar. "Resultaba fantástico tener a tantos niños alrededor y que mis hijos vinieran al plató y se relacionaran con ellos", observa. "Yo habría sido incapaz de interpretar a este personaje hace diez años; no habría podido identificarme con él. Creo que cualquier cosa por la que Cameron y yo hayamos pasado en nuestra vida personal nos ha preparado para que nos interesara este material".
Una vez completado el elenco, los actores se acomodaron para someterse a dos semanas de ensayos. También pasaron tiempo con el coordinador de animales, Mark Forbes, asistiendo a una "escuela de animales" en Moorpark College Teaching Zoo, a fin de conocer y hablar con los guardas del zoo y adiestrarse en las distintas especies de animales con las que trabajarían.
Dos de los guardas del zoo de la película, interpretados por Patrick Fugit y Angus MacFadyen, se sometieron a "formación profesional" a fin de contribuir a que en sus actuaciones se hallara presente el mantenimiento y el trabajo en los diferentes recintos para animales del zoo.
Acerca de la producción
Crowe se reúne con varios miembros habituales clave de su equipo de entre bastidores, incluidos el diseñador de producción Clay Griffith y el montador Mark Livolsi, A.C.E. El director de fotografía, Rodrigo Prieto ASC/AMC, y la diseñadora de vestuario Deborah L. Scott se incorporan al equipo de Cameron.
Griffith observa que la gama colores de Crowe para UN LUGAR PARA SOÑAR se inspiró en el álbum de Neil Young, Harvest; en el documental realizado en 2007 por Sigur Rós, Heima, y en la antes mencionada película de Bill Forsythe, Un Tipo Genial. "El tejido conjuntivo de estas tres obras es que tienen alma", observa Griffith. "A Cameron siempre le gusta hallar poesía en las cosas".
A lo largo de los años, Crowe y Griffith han desarrollado una estrecha relación laboral y una especie de taquigrafía para el diseño. Griffith recuerda que él le mostraba a Crowe imágenes que evocaban ideas y sentimientos que podrían incorporar a los decorados. "Cameron respondía con otra fotografía, y así manteníamos una especie de diálogo visual y verbal".
UN LUGAR PARA SOÑAR también supone la primera colaboración entre Crowe y la diseñadora de vestuario Deborah L. Scott, cuyos numerosos trabajos incluyen E.T. El Extraterrestre, Regreso al Futuro, Titanic y Avatar. Scott observa que Benjamin tiene la "apariencia de un hombre de la calle, por lo que no hay nada en él que esté excesivamente de moda. Sólo 'ropa de hombre' básica y funcional: es un tipo normal por excelencia".
Para la Kelly Foster de Scarlett Johansson, Scott se decidió por una prolongación actual de las legendarias investigadoras zoólogas y naturalistas Jane Goodall y Dian Fossey. "Esas mujeres aportaron al medio ambiente grandes dosis de sensibilidad, feminidad y afectuosidad. Ver las fotografías de Jane Goodall y lo guapa que era, me tocó la fibra sensible".
Scott también diseñó ropas para Crystal, la mona capuchina compañera del guarda del zoo Robin Jones. "Quizá haya hecho algo para un perro o un gato en una película, pero jamás para un mono", dice, riéndose. "Fue en cierto modo una sorpresa. Crystal era de lo más asombrosa. Una vez que conseguí el patrón básico, se quedaba quieta, le ofrecía los pantaloncitos y ella se los ponía igual que un niño pequeño. Era fácil. ¡Y sin una impertinencia!"
UN LUGAR PARA SOÑAR fue rodada en exteriores de los alrededores de Los Ángeles antes de trasladarse 30 millas en dirección norte al Rancho Greenfield, en Thousand Oaks, donde el plató del Parque de Animales Rosemoor fue construido. El zoo, una vez finalizado, contenía espacios cerrados para animales, senderos para pasear, instalaciones acuáticas, diversa flora y fauna, una torre de observación, un jardín con esculturas y un anfiteatro.
Hicieron falta nueve meses para diseñar y construir el plató del Parque de Animales Rosemoor. Las labores de excavación y construcción se desarrollaron a lo largo de un periodo de cuatro meses, exigiendo el esfuerzo combinado de más de 140 carpinteros, pintores, creadores de atrezo, enlucidores, escultores, cartelistas y paisajistas, junto con el personal del departamento artístico formado por directores artísticos, diseñadores de decorados y decoradores de platós.
El hogar familiar de los Mee, una casa de labranza de estilo Colonial Americano, de unos 370 metros cuadrados y dos pisos, pintada en color Gris Cape Cod, fue la única estructura construida desde cero en el lugar de filmación del Rancho Greenfield. Griffith afirma que, aparte de la construcción del zoo, la casa de labranza fue la parte de su trabajo con la que más disfrutó. "Hay algo visceralmente excitante en construir una casa desde los cimientos", nos revela. "Lo que realmente encontré interesante fue el tamaño de la casa, su relación con su entorno, la edad de los árboles y el gran paisaje pastoral a espaldas del edificio. Uno está sin duda en otro mundo".
Hallar el lugar dentro de la extensa propiedad donde construir un zoo de más de tres hectáreas, supuso todo un reto. Cuando se realizó el primer reconocimiento de la propiedad no había carretera que condujese a la ubicación final. (Griffith recuerda que sólo había "hierba de metro y medio y serpientes de cascabel".) Pero desde un punto de vista específico, la zona se parecía al Zoo Dartmoor, el auténtico zoológico adquirido por Benjamin Mee.
Una vez que Griffith dio comienzo a su trabajo de diseño del zoo, él y sus directores artísticos se reunieron con el coordinador de animales Mark Forbes para determinar y coordinar el emplazamiento de los recintos de los animales. Griffith recuerda que Forbes me aconsejó "no poner los tigres cerca de los osos. Evitar que los leones y los tigres puedan verse. Y nunca, jamás, en la vida, dejar que leones, tigres y osos vean a ningún ungulado". "Le dije a Mark: '¡Fantástico! Lo único que tienes que hacer es esparcir el zoo por toda la zona'," recuerda Griffith entre risas. "'No puedo tener nada que esté ni remotamente cerca de otra especie'. Pero salió francamente bien, aunque dedicamos una exagerada cantidad de tiempo a determinar el lugar donde estaría cada recinto específico".
Griffith y su equipo llevaron a cabo un amplio estudio de investigación acerca de lo que cada recinto necesitaría para alojar a su animal respectivo. "Examinamos zoológicos pequeños y grandes", dice. "Hablamos con empleados del Zoo del Condado de Los Ángeles, del zoo del Condado de Orange y del de Tucson, donde mi director artístico se pasó una semana examinando su funcionamiento. Parte de lo que Cameron quería hacer era mostrar lo que ocurre entre bastidores en un zoo".
De la supervisión de los animales exóticos y domesticados que aparecen en la película, se encarga el veterano coordinador de animales Mark Forbes, cuya empresa, Birds & Animals Unlimited, ha proporcionado y amaestrado animales para numerosas producciones. Forbes y un equipo de 30 amaestradores especializados de animales trabajaron con los casi 75 animales que intervienen en la película, entre los que se cuentan un león africano, tigres de Bengala, osos pardos norteamericanos, buitres dorsiblancos, monos capuchinos de cara blanca, babuinos Hamadryas, búhos reales Euroasiáticos, puercoespines con cresta, nutrias asiáticas de garras pequeñas, un gato de Algalia, cebras de Grevy, avestruces, flamencos chilenos, pavos reales azules de la India, pavas reales, un cebú, dromedarios, alpacas, un canguro, un leopardo, un zorro rojo y un guacamayo rojo.
Durante la producción, los animales del zoo no permanecieron en los recintos del plató del zoológico. En vez de ello, los llevaban cada día según hiciera falta. Todos los animales estuvieron alojados con sus respectivos propietarios y amaestradores en diversos complejos para animales de la región de California meridional.
Música
La música informa el proceso creativo de Crowe, desde la redacción del guión, pasando por los ensayos, hasta la reproducción de música en el plató durante el rodaje, y, en última instancia, hasta dar forma final a la música que acompaña a la película acabada. Crowe utiliza exhaustivamente la música durante la producción para inspirar las interpretaciones de los actores y crear el ambiente adecuado. También ayuda al equipo técnico a comprender el tono de las escenas que están rodando.
Durante la producción, UN LUGAR PARA SOÑAR tuvo, en general, un tempo marcado por material de solista de Pearl Jam, Eddie Vedder, Neil Young, Led Zeppelin, Tom Petty, Simon y Garfunkel, Leon Russell, Warren Zevon, Kanye West, Bon Iver, Daniel Lanois, Joni Mitchell, U2 y el afamado artista de la grabación Jónsi, del grupo islandés Sigur Rós. Jónsi acabaría componiendo la partitura de la película. Crowe le daba la entrada a un ayudante de producción para que reprodujera antes, después e incluso durante las escenas, fragmentos de canciones, todas ellas seleccionadas de un ordenador portátil que contenía parte de la discoteca de iTunes de Crowe, llena con más de 20.000 canciones y con una lista de reproducciones para casi cada escena.
A la finalización de la fotografía principal, Crowe comenzó a dar forma final a sus planes para la música y la banda sonora. El trabajo de Jónsi forma parte esencial del paisaje emotivo de la película.
Compuesta y grabada con rapidez, durante cuatro meses de verano y otoño pasados en los famosos Village Studios de Los Ángeles y en el estudio que el artista tiene en su hogar de su Islandia natal, la banda sonora de UN LUGAR PARA SOÑAR consta de más de media hora de música totalmente nueva original de Jónsi, incluidas dos canciones completas y nueve temas extremadamente bellos, más restos de canciones del aplaudido álbum en solitario de Jónsi, 'Go', así como la que bien podría ser considerada como la más memorable melodía de Sigur Rós', 'Hoppípolla'.
"Jónsi llegó de Islandia con un teclado sampler de juguete y una cabeza llena de ideas", afirma Crowe. "En el plazo de una semana, había compuesto una serie de temas que reflejaban todo cuanto habíamos esperado. En su música estaban todos los puntos altos y bajos, sin que faltaran los apasionados puntos intermedios, de la misma película. El instinto que había creado la película había dado un giro completo".
La relación de Cameron con Jónsi y Sigur Rós se remonta al momento en que el grupo atrajo la atención internacional, en 2001, y a la inclusión, que no pasó desapaercibida, por parte del director de tres de las canciones del grupo en su exitosa película Vanilla Sky, protagonizada por Tom Cruise. Crowe ha sido durante mucho tiempo el heraldo del grupo y de su trabajo para el cine, hasta el extremo de que el nombre secreto del proyecto de UN LUGAR PARA SOÑAR era, de hecho, "Heima", en honor de la película de 2007 que recoge una gira de la banda.
"Al principo era evidente que la música de Sigur Rós' tendría un profundo efecto en la realización de UN LUGAR PARA SOÑAR", asegura Crowe. "Como preparación de la realización de la película, entregamos a todos los actores y miembros del equipo técnico un ejemplar del transcendente documental de Sigur Rós', Heima".
La escena final de UN LUGAR PARA SOÑAR es un homenaje cinematográfico a un a momento específico de Heima, cuando una jubilosa multitud se adentra en un espectáculo de Sigur Rós celebrado en el lejano norte de Islandia o, en nuestro caso, en el zoo recién abierto.
Entre la partitura original y las nuevas canciones figura "Gathering Stories", una canción de la que son coautores Jónsi y Crowe, en una primera colaboración por parte del notoriamente reservado islandés. De los arreglos orquestales de la partitura se ha ocupado Nico Muhly, anterior compañero de trabajo de Jónsi y compositor, que aporta su quijotesco genio a las secciones de cuerda y metal.
Cuando Crowe dio fin a la música y a otras actividades de postproducción, reflexionó sobre lo que él esperaba que el público experimentase viendo UN LUGAR PARA SOÑAR . "Lo que más me gusta es que la película pega fuerte antes de que uno llegue a darse cuenta; narra una historia más profunda de lo que uno esperaba, y, luego, más o menos se te mete bajo la piel. Uno entra en la sala esperando algo, y lo recibe con algo más de propina. Muchas de mis películas favoritas hacen eso: uno sale de la proyección y dice: '¡Hombre! Yo no esperaba ir a ese sitio. Echo de menos un poco a esos personajes".
Benjamin Mee La verdadera historia
En 2006, Benjamin Mee, un columnista independiente del periódico británico The Guardian, cambió la pacífica existencia de su familia en el sur de Francia por el clausurado Zoo de Dartmoor, situado en Devon, en plena campiña británica. La familia de Benjamin se componía de su esposa Katherine, su madre, su hermano Duncan, y sus dos hijos pequeños, Ella y Milo. "En un periodo de alrededor de 18 meses, entre 2006 y 2007, nuestra familia, de forma más o menos accidental, decidió comprar un zoo", recuerda Mee. "Buscábamos una casa grande, donde mi madre pudiera vivir con todo el clan familiar después de la muerte de mi padre".
"Las cuadrillas de agentes inmobiliarios se presentaron armadas de montones de propiedades distintas y ésta nos pareció ideal", prosigue Mee. "Era una casa, que había conocido tiempos mejores, de 12 dormitorios con un jardín de 12 hectáreas en una preciosa parte de la campiña. Pero presentaba la complicación de tener 250 animales exóticos en el jardín. Así que, al examinar los detalles, tenía cocina, cuartos de baño, dormitorios.... junto con varios recintos para animales. Naturalmente, al principio nos entró la risa, pero de todos modos fuimos a verla. Siempre nos habían gustado los animales, enseguida nos enamoramos de ella y supimos lo que teníamos que hacer. Cerraría si alguien no la compraba y aproximadamente la mitad de los animales serían sacrificados, porque es francamente difícil realojar a animales de estas especies con tan poca antelación. Por lo que inmediatamente nos invadió una sensación de misión y una determinación de recurrir a cuanto estuviera a nuestro alcance y hacernos con el lugar. Una vez conseguido, tuvimos que cerciorarnos de que pudiera ser rentable y abrirse nuevamente al público, que es todo un proceso".
A los pocos meses de la compra del zoo, la esposa de Benjamin, Katherine, cuyo cáncer había remitido, volvió a caer enferma y falleció a la edad de 40 años. Tres meses después, Mee abrió el zoo.
Mee afirma que, dicho lisa y llanamente, la inminente apertura del zoo fue una buena distracción de la pena que le asolaba a él y su familia. "Trabajar tan estrechamente con animales cuya existencia diaria depende de ti, fue un proceso muy catártico. En medio de todo lo que estábamos pasando, podíamos asomarnos a la ventana y ver que la vida proseguía en el exterior. Venía gente a trabajar en la alimentación y el cuidado de los animales. Uno está muy en contacto con todo el ciclo de la vida. Es simplemente un entorno agradable en el que recuperarse".
Como periodista y columnista de periódicos antes de comprar el zoo, Mee sabía que podría escribir un libro sobre sus experiencias, pero al principio pensó en escribir una columna para los periódicos. "Supuse que sería un tema interesante y cuando Hollywood compró los derechos incluso esperé que llegara a realizarse. Y cuando lo fue, no contaba con que se hiciera en tan fantástica escala, con las estrellas y el director que fueron elegidos".
La verdadera aventura de Mee fue descrita en su vendidísima autobiografía de 2008, "Nos Compramos un Zoo". En el otoño de 2007, antes de la publicación del libro, la historia de Mee fue recogida en una popular serie documental de cuatro episodios de la BBC 2 titulada "Ben's Zoo".
Desde entonces, Mee ha repartido su tiempo entre dirigir el zoo y pronunciar discursos en público, centrados en animar a los demás a luchar por sus sueños. "Soy terco en el sentido de que no me rindo cuando la gente me dice que algo es imposible. Quien abandone fracasará sin duda. Quien lo intenta tiene una ocasión, aun cuando parezca imposible. Si la gente halla inspiración en ese mensaje, me alegraré muchísimo. Si puedo animar a la gente, siquiera modestamente, a que se aferren a sus sueños y los lleven a buen término a pesar de todo, entonces me sentiré contento".