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  Jack el Caza Gigantes  (Jack the Giant Killer)
  Dirigida por Bryan Singer
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El aclamado director Bryan Singer es el encargado de dirigir "Jack el Caza Gigantes", una película de aventuras y acción en 3D protagonizada por Nicholas Hoult. Además, la película cuenta con Eleanor Tomlinson como la princesa Isabelle; Stanley Tucci como Roderick; Ian McShane como el padre de Isabelle, el cercano Rey Brahmwell; Bill Nighy como el General Fallon, el feroz líder del ejército de los gigantes que, además, tiene dos cabezas; y Ewan McGregor que desempeña el papel de Elmont, el caballero leal.

Singer dirige la película, con guión de Darren Lemke, Christopher McQuarrie y Dan Studney sobre una idea original de Darren Lemke y David Dobkin. Los productores de la cinta son Neal H. Moritz, David Dobkin, Bryan Singer, Patrick McCormick y Ori Marmur. Los productores ejecutivos son Thomas Tull, Jon Jashni, Alex Garcia, Toby Emmerich, Richard Brener, Michael Disco y John Rickard.

El equipo creativo cuenta además con el director de fotografía Newton Thomas Sigel, el diseñador de producción Gavin Bocquet, los editores John Ottman y Bob Ducsay, y la diseñadora de vestuario Joanna Johnston. La banda sonora es obra de John Ottman.

Dominic Tuohy ha sido el supervisor de los efectos especiales y Hoyt H. Yeatman Jr. el de los efectos visuales.


Sobre la producción
¡Fi-fai-fo-fam!
De donde viene el trueno no has de preguntar
porque entre el cielo y la Tierra hay un peligroso lugar,
hogar de una terrible raza de gigantes.

Como todas las personas de todas las edades en todo el mundo, el director y productor Bryan Singer creció rodeado de apasionantes historias de aventuras, historias que hablan del bien y el mal, y de valientes viajeros que van en busca de fortuna o que luchan para salvar sus vidas en mundos reinados por bestias y monstruos.

Entre esas historias se encuentra la de un joven llamado Jack que ha de enfrentarse a un gigante empeñado en moler sus huesos hasta convertirlos en pan.

"Lo que me atrajo de la historia entonces, igual que ahora, fue su aparente sencillez y lo fantástica y llena de energía que es en realidad", confiesa Singer.

Este es un cuento del que han disfrutado generaciones. El cuento se conoce con diferentes nombres en innumerables culturas que llegan a remontarse al siglo XII; sin embargo no permanece estático, sus detalles han ido evolucionando afectados por la sabiduría tradicional y las diversas formas de narrarlo de los diferentes lugares y momentos. La magia que sí permanece a lo largo del tiempo reside en el modo en que se presenta nuestro amor por los héroes y nuestros miedos más profundos. Y esa es la semilla de la que surgió la película de aventuras "Jack el Caza Gigantes", un cuento clásico y familiar al que se le brinda una nueva dimensión, con personajes más frescos que sumergen a los espectadores en el amplio mundo del peligro y el destino.

"Mi estímulo han sido las ganas que tenía de dar vida a una leyenda; y de hacerlo a lo grande. Coger lo que era una imagen abstracta de niñez o unas cuantas ilustraciones de un libro de cuentos y hacerlas completamente reales, con escenas de acción y de drama y con un tallo de más de 8 kilómetros de alto que surge de unas habichuelas", cuenta Singer, que ha utilizado la tecnología de grabación más avanzada disponible hasta el momento para conseguirlo, representando de forma gráfica la interacción entre hombre y gigante y creando los ricos escenarios que la película se merece.

"Lo que nosotros estamos haciendo es contar nuestro propio cuento, solo que hemos cogido algunas ideas de historias como Jack y las habichuelas mágicas y Jack el Caza Gigantes, que es más antigua y más oscura y tiene su origen en torno a las leyendas del Rey Arturo", continúa el director. "Lo que hemos hecho es combinar los elementos de ambos clásicos e introducir algunas cosas de nuestra cosecha para ponerle un contexto y una historia y darles vida a los personajes y a su mundo de una forma dinámica, a través de una especia de realismo intensificado".

El productor Neal H. Moritz añade que "solo con el guion ya sabíamos que era algo especial, pero eso es solo una parte del todo. Tuvimos mucha suerte al contar con alguien con la visión y las habilidades que Bryan posee para poder llevar al siguiente nivel la idea y no presentarlo como un simple cuento de niños. Creo que cuando el público vea las imágenes se dará cuenta de que es un gran viaje épico en el que aparecen grandes gigantes y grandes temas como el humor y el amor y que también hay increíbles escenas de acción y espectaculares efectos especiales y que cualquiera puede disfrutar de todo ello".

"En pocas palabras, es todo lo que siempre has recordado y mucho más", dice Nicholas Hoult, que trabajó por primera vez con Singer en "X-Men: Primera generación", y que en esta cinta desempeña el papel protagonista. "Disparamos ballestas, nos tiramos por tirolinas para cruzar grandes abismos, utilizamos enredaderas para columpiarnos y esquivamos árboles en llamas que los gigantes arrancan de raíz y nos tiran. La verdad es que nunca sabes qué esperar".

La versión de Singer comienza siendo fiel al clásico: con el granjero pobre que acepta el insólito trueque de cambiar su caballo por un puñado de habichuelas y que se de repente ve cómo aparece en su casa un tallo enorme que ha surgido de esas habichuelas, un tallo con vida que no para de crecer en vertical y que le une con una tierra donde viven gigantes. A pesar de que no está preparado para afrontar los miedos que le esperan allí arriba, escala para enfrentarse al reto y probar así no solo su fuerza sino también su inteligencia y coraje a la hora de enfrentarse a los monstruos come-hombres de las pesadillas.

"Es importante que Jack sea alguien con quien el público se pueda identificar", dice el productor David Dobkin y compañero del guionista Darren Lemke y que de siempre ha sido seguidor de lo que él llama "el elemento David y Goliat de la historia. Creo que la mayoría de la gente se ve como el que se espera que pierda. Todos sentimos que las fuerzas que gobiernan la vida son más grandes que nosotros y que pocas veces podemos controlar lo que ocurre. Jack no es un superhéroe, es un tío normal; tiene sueños y ambiciones y tiene una ligera idea de lo que es capaz de hacer, pero hasta ese momento nunca había tenido que demostrarlo. Así que nosotros apostamos por él porque queremos que salga victorioso y que nos enseñe que las cosas son posibles".

"Según supera los obstáculos que le van surgiendo a lo largo del camino, Jack demuestra, una y otra vez, que los héroes no nacen, se hacen y que como ocurriera con el propio tallo de las habichuelas, la grandeza nace de pequeños comienzos", añade Lemke.

Pero, ¿quién es Jack en realidad? ¿De dónde viene? ¿Qué le depara el futuro, incluso si se derrota a los gigantes? ¿Qué motiva a un hombre a subir por un ruinoso puente que llega hasta el cielo? La respuesta a todas estas preguntas nos lleva hasta la imaginaria aldea medieval de Cloister, hogar del protagonista. Es aquí donde, fatídicamente, su camino se cruzará con el de la apasionada princesa Isabelle, uno de los nuevos personajes que introduce la película y que interpreta Eleanor Tomlinson. Entre ambos se forjará una conexión inmediata y muy poderosa, así que cuando los gigantes se llevan a Isabelle a su mundo, Jack no duda un momento en ir a rescatarla, acompañado por el galante Elmont, personaje que interpreta Ewan McGregor.

"Bryan es uno de esos directores que de verdad se preocupa por sus actores", dice Moritz. "Es una persona que se implica mucho y que los ayuda a llegar al alma de los personajes para que eso se vea en la pantalla. Creo que la relación entre Jack e Isabelle y la química que ha habido entre Nick Hoult y Eleanor Tomlinson a la hora de interpretarlos es un elemento esencial de la película y sacar este tipo de cosas a relucir es algo en lo que Bryan es muy bueno".

Así mismo, es importante la relación que se establece entre Jack y el que podría considerarse su mentor, Elmont, que sigue su propio camino de un modo cómico y gratificante. Al principio, le ofrece a Jack una primera impresión de lo que Ewan McGregor describe como "el tipo de trabajo al que habría aspirado si alguna vez hubiese tenido la oportunidad de lograr el estatus que le proporcionaría en el mundo del que proviene" y, al final, lo que le hace es la promesa de una amistad verdadera, después de que ambos hayan bajado al infierno para volver a tierra juntos.

Singer da rienda suelta a la hora de crear a los gigantes, haciéndolo como nunca antes se había hecho. No los representa como los zoquetes estúpidos y torpes que aparecen en los cuentos, sino que los dota de agilidad y los hace calculadores. Dirigidos por Bill Nighy, que interpreta al ambicioso General Fallon, los gigantes se muestran como seres sorprendentemente propensos a las rivalidades, orgullosos y violentos que atormentan a los seres humanos, a los que, por cierto, quieren devorar.

Y ese es el panorama por el que el camino de Jack se desarrolla, poniendo en riesgo no solo su vida sino también la de la mujer a la que ama, la de cada una de las personas del reino y, posiblemente, la del mundo entero.

Es mucha presión para un chico que declara ser un simple granjero y un reto con el que Singer ha disfrutado.

"A Bryan le gusta trabajar a lo grande", cuenta Patrick McCormick, otro de los productores de la película junto a Singer, Moritz, Dobkin y Ori Marmur. "Pero es consciente de que cuando se está trabajando en una película así y se está creando un mundo que no se había visto antes, la historia y los personajes siempre son primordiales. No se puede tener éxito si no se tienen los detalles bien planeados y atados".

"Jack el Caza Gigantes" es una historia que solo existe en su mundo, porque hay que reconocer que los elementos que aparecen son completamente atemporales. Aunque se supone que está ambientada en un pasado lejano de Inglaterra, la apariencia y el sentimiento que transmite la película es una alegre mezcla entre guiños medievales y la sensibilidad actual, hecho que queda reflejado en la actitud de los ciudadanos y el modo en que visten y hablan, haciendo que las verdaderas fronteras de Cloister estén en nuestra imaginación.

Sin embargo, como todo cuento que se precie, "Jack el Caza Gigantes" abarca un gran número de temas universales, como la perseverancia y el valor, el sacrificio por el compañero y las cosas que se hacen por amor. Dan Studney, que es guionista de la cinta junto a Darren Lemke y Christopher McQuarrie, opina que "va sobre madurar, lo que convierte el tallo que crece de las habichuelas en la perfecta metáfora. Escalar en este caso hace referencia a afrontar tus miedos, los que nos son más desconocidos, para después volver enriquecido".

Este punto se trata de un modo bastante cómico en la película cuando, avergonzado, Jack reconoce su miedo a las alturas, cosa que se supone que solo hacen las mujeres, se pasa toda la película saltando al abismo y tratando de esquivar las criaturas más feroces y sanguinarias.

Rodada por completo en 3D, "Jack el Caza Gigantes" combina acción, escenarios prácticos y efectos tradicionales con personajes de CG que han nacido de la precisión de las técnicas de captura de movimientos corporales y faciales, utilizando para ello la última tecnología del sistema Simul-Cam que se desarrolló para "Avatar" y que integra realidad y mundo virtual en tiempo real mientras las cámaras siguen rodando.

"En la película hay muchos momentos de miedo, y algunos sustos. Definitivamente los gigantes no son buena gente; de hecho, se ve cómo disfrutan comiéndose a la gente, empezando por la cabeza", nos cuenta Singer, "pero todo se ha hecho de tal manera que el público se divierta. Mi objetivo era hacer una película que también pudiesen disfrutar los adultos, sin olvidarnos de que está basada en una historia que aprendimos por primera vez cuando éramos niños, y ambientarla en un mundo increíble".


El héroe y la chica
Jack: Me gustan las buenas aventuras.
Isabelle: Busco vivir mi propia aventura.

Jack e Isabelle tienen muchas cosas en común, empezando por el deseo que ambos tienen de ver el mundo que hay más allá de lo que sus diferentes pero igualmente restringidas vidas les permiten. Para que esto se vea, en la película se intercalan escenas de la infancia de ambos en las que se ve cómo el severo tío de Jack lo reprende por ser un soñador incorregible y cómo el padre reprende a Isabelle por el mismo motivo.

Singer dice que "Jack es un chico joven que podría haber hecho más cosas si no fuese porque se quedó huérfano siendo un niño, lo que provocó que tuviese que irse a vivir con su tío y ayudarle a cuidar sus tierras. Es posible que en algún momento quisiera ser un héroe, pero ahora mismo sus sueños no van más allá de salir de la granja".

"Necesitábamos un hombre fuerte y con carisma que transmitiese la inocencia un chico como Jack, que sabe muy poco del mundo", continúa el director. "Nick es un actor con mucho talento y muy gracioso; así que, pensamos que sería perfecto para hacer evolucionar a Jack a lo largo de la historia, desde el chico tímido y vulnerable que es al principio al ganador que llega a ser al final. Además, se las ha apañado para darle el toque de humor a su personaje en toda la cinta".

"Las cosas nunca salen como Jack planea, pero al final siempre sale bien parado", cuenta Hoult. "Es buena persona y trata de dar lo mejor de sí, eso es lo realmente importante. Como se enamora de la princesa, cuando se entera de que está en problemas lo único en lo que piensa es en ayudarla".

Tan cierto es que Jack al principio no se encuentra muy cómodo en su papel de héroe como que Isabelle tampoco lo está con la posición que ha heredado, especialmente con las restricciones que conlleva.

"No es una princesa tradicional", cuenta Eleanor Tomlinson, que interpreta a la rebelde heredera. "Es una chica inconformista y de férreas convicciones. No le gustan ni la suntuosidad ni el protocolo ni nada que tenga que ver con ser la hija de un rey, y solo puede experimentar la vida desde detrás de unos muros de piedra; por eso se escapa de palacio cada vez que tiene la oportunidad. Lo único que quiere es ser una chica normal".

Al mismo tiempo, Tomlinson y Singer mantienen un equilibrio entre las aspiraciones de libertad de Isabelle y su agudeza mental con una compasión y ternura también naturales en ella, haciendo ajustándose todavía más si cabe a su todavía secreto pretendiente. Tomlinson explica que "ella quiere a su padre y entiende cómo se siente tras haber perdido a su madre años atrás. Esa es una de las cosas que más me gustaron del guion, porque a pesar de toda la locura que existe, las escenas de acción, los efectos especiales y los gigantes, la película no deja de hablar de la gente y las relaciones, de hecho hay más de una relación de afecto en el corazón de la historia".

"Eleanor brindó al personaje de todas esas cualidades con suma elegancia: era capaz de ser la parte masculina que no deja pasar una oportunidad sin olvidar su dignidad y verdadera posición. Estaba igual de guapa disfrazada con ropajes de hombre que con los hermosos vestidos de princesa", dice Singer.

"Son personas cuyo destino es estar juntas", concluye el director. "Son dos almas aventureras en el umbral de la madurez que anhelan ser libres y cuyos caminos terminarán por cruzarse".


Uno de los hombres
Rey Brahmwell: Elmont, reúne a tus mejores hombres y trae de vuelta a mi hija.

Cuando la princesa tiene ganas de aventuras no hay nada que la pare, se desliza en la noche fuera del castillo y cabalga hasta la cabaña de Jack para refugiarse antes de que la tormenta vaya a más. Llega justo a tiempo para ver cómo brota una de las habichuelas mágicas que Jack trajo del mercado convirtiéndose en una enredadera gigantesca. Las retorcidas ramas elevan a la pequeña vivienda y a la princesa hasta el cielo, provocando que se organice una expedición urgente capitaneada por Elmont, uno de los caballeros del rey, para traerla de vuelta.

Ewan McGregor, que interpreta a Elmont, lo describe como "el líder de los Guardianes, un grupo de élite formado por los mejores y más leales caballeros del rey, y el jefe de la guardia personal de la familia real, lo que significa que se pasa mucho tiempo cuidando de la princesa Isabelle. La verdad es que se toma sus responsabilidades muy en serio, y no es que el suyo sea un trabajo fácil porque la princesa siempre consigue vestirse de campesino y darle así esquinazo. Tiene un montón de rutas de escape que le permiten salir de palacio y que él desconoce".

"Solo hay una mujer en esta historia y un montón de hombres que morirían por salvarla, cosa que es bastante divertida de ver", cuenta Singer.

El director concibió a Elmont como "una especie de personaje a lo Errol Flynn con capa y espada, alguien que lo hace todo con elegancia, carisma y clase. No importa lo que esté pasando, a él nunca se le mueve un pelo".

Lo que no hace falta decir es que todo lo hace bien; salvo alguna vez que ocurre lo contrario, desencadenando situaciones muy interesantes; cosa que de pasar nunca admitiría. McGregor continúa diciendo que "Jack ve en Elmont una especie de hermano mayor y un modelo a seguir, como la mayoría de los ciudadanos de Cloister. A los Guardianes se les tiene en gran estima. Son personas que visten armaduras y que cuidan del reino, así que supongo que un chico joven como Jack verá esa vida como la más emocionante".

Hoult añade que "él es el capitán del equipo de fútbol, el tío guay, el chico que todos queremos ser. Además, es una persona muy cercana a la princesa, así que tiene todo a lo que Jack aspira".

Al principio, el sentimiento de Jack está lejos de ser recíproco. De hecho, cuando Jack se presenta voluntario para unirse a la partida de búsqueda, Elmont y su escuadrón se lo toman a risa. ¿Cómo es posible que un simple granjero sin entrenamiento ni experiencia espere unirse a una misión de tal envergadura? Sin embargo, el productor Patrick McCormick puntualiza que "aunque no es noble de nacimiento, Jack puede demostrar que sus actos lo hacen noble y, ¿qué mejor manera de empezar a serlo que rescatando a una princesa?"

Según avanza el filme, la misión va poniéndose cada vez más peligrosa, pero Jack nunca retrocede ante los nuevos retos, por eso las burlas de Elmont van convirtiéndose en pequeñas bromas y luego en un sincero respeto, hasta que al final trabajan juntos.

Además, ambos están unidos por la aversión que sienten hacia el desleal Roderick, un ruin oportunista que ha trazado sus propios planes para esta misión, y entre ellos no se encuentra el de salvar a la princesa.

Aunque oficialmente está comprometido con Isabelle a pesar de las muchas protestas de la princesa, a Roderick solo le interesa su futuro ascenso. La verdad es que no puede estar más encantado del lío en el que se ha metido la joven, porque esto le brinda la oportunidad que había estado planeando y con la que ha soñado durante años: localizar a la legendaria raza de los gigantes y convertirse en su líder. Para conseguir dar el golpe de Estado que desea, solo necesita dos cosas: un artefacto mágico que hace que los gigantes se dobleguen ante él y un puente que una el mundo de los gigantes y el nuestro. El primero de los requisitos ya lo posee... e, inconscientemente, Jack le ha proporcionado el segundo.

"Si no terminas odiando a Roderick es que no he hecho bien mi trabajo", bromea Stanley Tucci, que ha disfrutado realizando su papel. "El humor que tiene y el pavoneo con el que hace las cosas ya quedaban plasmados en el guión, y esas fueron las principales razones por las que acepté el papel. Roderick es terriblemente malo, pero es muy gracioso, de hecho creo que el mismo se encuentra gracioso, además de listo y probablemente apuesto. Se supone que es un apoyo para el rey y está comprometido con Isabelle, aunque en realidad ella no le importa lo más mínimo; lo único que quiere es tener el poder. Haría lo que fuera por que fuese suyo. Ahora que tiene la oportunidad de ser incluso mejor que el rey de Cloister, está ansioso por echarle el guante a la princesa y conseguir el poder real gracias al matrimonio".

"Sabía que este personaje era algo con lo que Stanley podía pasarlo bien", dice Singer. "Le hemos caracterizado con unos dientes asquerosos y el pelo muy largo, y además va vestido completamente de negro y con motivos de escarabajos por todas partes, y le hemos dejado ser todo lo siniestro y pelota que ha querido".

Neal Moritz añade que "es tan melodramático, drástico y divertido como Roderick, él es justo lo que pide el personaje. Se acopla a cada situación de una manera impecable. Es un placer trabajar con él".

El intento de Roderick de hacer realidad el sueño de su vida da lugar a una de las escenas más cómicas y sorprendentes de la película: un hombre flacucho y con un orgullo más grande de lo que será él jamás, dirigiendo un ejército de criaturas que son cuatro veces su tamaño y que si quisieran podrían mandarlo al olvido de un simple estornudo.

Mientras se desarrollan esos hechos en Gantua, el lejano reino de los gigantes, el bueno del rey Brahmwell espera noticias kilómetros más abajo y con el corazón roto por la pérdida de su única hija. Ian McShane, que desempeña el papel del asustado padre, revela que "ha estado bien interpretar a un buen hombre para variar, interpretar a un verdadero caballero. Es un rey bondadoso que cuida de su pueblo y que quiere que sus gentes sean felices y estén a salvo. Yo tengo una hija, así que entiendo por lo que está pasando. Además, también ha perdido a su mujer, que fue el amor de su vida, e Isabelle es todo lo que le queda".

"Ian sigue siendo el tipo duro al que aman sus admiradores", cuenta Singer. "No se puede ser rey si no eres un hombre duro. Sin embargo, aquí tiene que hacer frente a algo que nunca había previsto".

No es que nunca haya oído hablar del mundo de los gigantes, es solo que, como cualquiera en el reino, nunca había creído que esas historias fantásticas que se venían contando desde hacía años, fueran reales. Hasta que la primera gran pérdida de la batalla que está teniendo lugar allí arriba no llega a la Tierra, el rey Brahmwell no se da cuenta de que las leyendas son verdad.

En este momento, según apunta Dobkin, ha de enfrentarse a un dilema mortal. "Existe un enfrentamiento entre su deber como rey: proteger a los ciudadanos de Cloister, y su deber como padre: proteger a su hija. Cortar el tallo supondría dejar a un lado sus emociones y bienestar para hacer lo correcto, pero también significaría destruir el único medio que tiene Isabelle para volver a casa".

Pero, para entonces, podría ser demasiado tarde.

Entre los ciudadanos más destacables de Cloister se encuentran Crawe, el fiel teniente de Elmont, interpretado por Eddie Marsan; Wicke, el tonto pero endemoniado secuaz de Roderick, papel que corre a cargo de Ewen Bremmer; y el viejo Hamm, líder de un grupo de actores que al principio de la cinta aparecen en el patio de castillo y que narra la historia contando la leyenda de los gigantes. El actor que interpreta el último papel es Warwick Davis.


Los gigantes
Fallon: Hermanos, ¿estáis preparados? ¡Adelante y hacia abajo!

Los gigantes no habitan Gantua por elección sino porque se les exilió de la Tierra, pues cuando vivían libres en ella no hicieron más que devastarla...Se quedaron allí porque se destruyó el único camino que unía ambos mundos. A pesar de que han pasado miles de años, los gigantes aún están que trinan; sin embargo, su oportunidad de cerrar viejas heridas está más cerca de lo que creen.

Aunque el CG ha sido fundamental para la concepción de estos seres, el productor Moritz declara que "ha sido importante para nosotros contar con actores y no solo con los gigantes de CG. Los necesitábamos para brindar a los gigantes de personalidad y emociones para que pareciesen personajes reales cuando interactuasen entre sí y con sus presas humanas, así que lo que hicimos fue coger a aquellos actores que en esos papeles cumpliesen nuestras expectativas".

Bill Nighy ha sido el encargado de interpretar al gigante bicéfalo líder de la raza, al General Fallon, que tiene la misma sed de venganza que de su comida favorita: los humanos.

Para Nighy, ha sido muy emocionante utilizar el sistema de captura de movimientos necesario para hacer que su personaje cobrase vida virtualmente. "Te ofrece la sensación de realidad y autenticidad y sentirte al mismo tiempo un ser extremo y poderoso", sentencia el actor. "Es difícil explicar cómo es la sensación que transmite el sistema de captura de movimientos desde el punto de vista de un actor, pero lo que sentía era una gran libertad a la hora de rodar escenas que, de otro modo, no habría podido hacer. Es como si pudieses volar un poquito".

Otra aportación de Nighy a la caracterización de los gigantes ha sido el acento. "Bryan no quería que solo se les diferenciase del resto por su aspecto físico, sino unificarlos de tal modo que se les viera como una raza que ha evolucionado aparte, él pensó que la voz sería esa unión y yo le sugerí el acento de Irlanda del Norte", cuenta el actor.

Nighy fue un poco más allá al hacer más grave el tono de Fallon, como Singer recuerda: "Para conseguirlo, cada mañana antes del rodaje cerraba las ventanas de su caravana y gritaba durante 20 minutos y así rasgaba su voz. Después venía a rodar emitiendo ese sonido duro, que terminó por convertirse en la voz de Fallon. La primera vez que lo oí pensaba que estaba malo. Él me dijo: 'No, lo único que he hecho es estar gritando un rato metido en la caravana; me gustaría leer algo así y que me digas lo que piensas del resultado'. Y le contesté: '¿Pero eso es sano?'".

Además del encantador Fallon, si es que esa es la mejor palabra, aparece una segunda cabeza, muy grotesca y de tamaño reducido, que brota de su hombro izquierdo. Es un apéndice que tiene opiniones para todo, opiniones absurdas, y que siempre está escupiendo y gruñendo las que posiblemente sean las amenazas y obscenidades más viles, si es que alguna de ellas es comprensible. Singer, que escogió al actor de doblaje John Kassir como el compañero poco silencioso del gigante, explica que "yo quería un personaje que no hablase, una cabeza pequeña que quiere decir todo lo que dice la cabeza grande, pero no puede. Lo intenta, de hecho, si escucháis atentamente os daréis cuenta de que es una versión de lo que dice Fallon, pero no le da tiempo a decirlo todo, así que siempre está frustrada".

En general, Singer imaginó la apariencia de esta raza de alienígenas bastante terrícola. "A primera vista, la piel parece real e incluso cuando te fijas más sigues preguntándote: ¿son furúnculos o piedrecitas? ¿Eso es pelo o hierba? Han estado durante miles de años aislados y eso se les nota, de hecho tienen marcas que demuestran el paso del tiempo y el abandono".

Para dar credibilidad a la corpulencia y los andares de seres que miden unos ocho metros, todos aquellos que realizaban el papel de gigante entrenaron con el coreógrafo Peter Elliott, quien además interpreta a uno de los gigantes centinelas. Los directores quisieron evitar el cliché que desde siempre han tenido estos seres de torpes, convirtiéndoles en unos adversarios más ligeros y enérgicos, y por eso se dieron cuenta de que debido al ancho y el largo de sus extremidades había que recalibrar los movimientos, bajando para ello su centro de gravedad para que pudiesen girar sus enormes cabezas. Además, Elliott se esforzó en hacer distinta cada una de las caracterizaciones, en cuanto a cadencia y gestos; por lo que se ha conseguido que el ejército se vea como un conjunto de individuos con identidades propias y no como clones.

Hoult cuenta que "una vez que Jack y Elmont se recuperan de la primera impresión, se dan cuenta de que esos seres son rápidos".

Los cineastas experimentaron con diversos diferenciales de altura entre gigantes y humanos antes de seleccionar la proporción de cuatro a uno. Aunque se arriesgaban a perder el efecto intimidatorio, lo que no quisieron fue arriesgarse a no lograr el nivel de interactividad deseado.

Coordinar la acción en un "todo" fluido utilizando la avanzada tecnología de la Simul-Cam, que se creó por primera vez para la película de James Cameron "Avatar", ha permitido al director proyectar imágenes grabadas con elementos CG en escenas y escenarios reales, creando así cada escena al completo a través de un monitor.

Singer hizo una captura preliminar de los gigantes aplicando el sistema de captura de movimientos con una altura de unos ocho metros, para más tarde darles vida en el ordenador. Utilizando esto como punto de referencia, Singer ha dirigido a los actores que desempeñaban los papeles de humanos para que pudiesen reaccionar de acuerdo con lo que hacían los gigantes, permitiendo así que el director tuviese una gran cantidad de libertad creativa para desplazarse adelante y atrás en las secuencias ya grabadas, dependiendo de si el que iniciaba la escena era un gigante o un humano.

Por último, se incorporaron los matices y detalles de las expresiones y los movimientos de los gigantes, así como los elementos virtuales necesarios para ampliar y mejorar entornos que físicamente no habrían podido conseguirse, como ocurre con las enormes escalas que aparecen en la cinta.

Sin embargo, la captura de movimientos no se ha utilizado solo para retratar a los gigantes. Muchos de los actores que desempeñan papeles de hombres también han tenido que hacer uso del sistema de captura de movimientos o "volumen". En el caso de Ewan McGregor, esta ha sido la primera vez. "Lo que hicieron fue grabar y digitalizar mis movimientos y de este modo podía convertirme en un ser animado en algunas situaciones, como caídas o saltos extremos." Nos cuenta que "podían grabarme corriendo para cogerme antes de saltar, luego crear una imagen de mí volando por el impulso y después cortaban y aparecía yo aterrizando".

Además, al replicar los movimientos de la cámara de rodaje con 34 cámaras de captura de movimientos en el mismo volumen, Singer consigue la libertad de seleccionar el ángulo desde el que se verá la escena de acción resultante, ya sea desde encima, abajo o detrás de los gigantes, dependiendo de la perspectiva que se quiera dar a cada escena.

En muchas ocasiones, Singer graba imágenes desde el suelo, para simular el punto de vista de los humanos; y esto es posible porque el director realiza un estrecho trabajo con el director de fotografía Newton Thomas Sigel, su colaborador creativo desde hace muchos años y con el que trabaja desde "Sospechosos habituales". Para representar el otro punto de vista, Singer dice que "cuando un gigante mira algo, no lo ve como nosotros porque sus ojos están más separados debido al tamaño de su cabeza. Así que cuando algún gigante observaba algo, lo que yo hacía era ampliar la interaxial, es decir, la posición entre los dos ojos de la cámara 3D, unos 22 o 25 centímetros. Esto crea un híper 3D que miniaturiza aquello que estás observando, que en este caso son un puñado de humanos muertos de miedo".

"La verdad es que me ha encantado grabar con cámaras de 3D en vez de tener que poner la dimensión más tarde, porque cuando estás inmerso en el rodaje e intentas componer una escena o evaluar cómo quedará en 3D, poder verlo directamente en 3D es algo que no tiene precio", añade el director.


Cloister y Gantua: La creación de dos mundos
Jack: ¿Qué piensas que habrá allí arriba?
Elmont: Nunca me pregunto esas cosas. Simplemente estoy preparado para todo.

Exteriores en Reino Unido
En la película "Jack el Caza Gigantes" contrastan la bucólica campiña de Cloister con los desafiantes paisajes de Gantua, ambos reflejo de lugares que el director de exteriores Nick Fulton encontró en Reino Unido. Singer dice que "quería que estos mundos, aunque después los perfeccionásemos, tuvieran su origen en la realidad, así que lo que hicimos fue aprovechar lugares que nos ofrecían mucho, tanto visual como históricamente. Siempre hemos buscado que los lugares que aparecían en la película fuesen naturales y reales".

Los exuberantes terrenos que el rey Enrique VIII poseía en Hampton, al sur de Londres, se convirtieron en la campiña de Cloister, y también fue allí donde el equipo de producción hizo brotar el enorme tallo que surge de las habichuelas; y su plaza hizo la función de plaza del reino de Cloister que siempre está abarrotada. La Catedral de Norwich, construida en el año 1100, prestó su imponente arquitectura al rey Brahmwell y su sala del trono. A pesar de que los productores construyeron una parte considerable del palacio de Cloister en los Estudios Longcross en Surrey, Singer también hizo uso de la catedral gótica de Wells, en Somerset, para algunos interiores, aprovechando que posee una de las colecciones de vidrieras más importantes del mundo.

Algunas zonas de la Garganta de Cheddar en Somerset, al sudoeste de Inglaterra, se han utilizado como perfecto telón de fondo para las indómitas vistas de Gantua. Además, el antiguo bosque de Puzzlewood, en el bosque de Dean, Gloucestershire, ha proporcionado el laberinto de senderos, los barrancos, las rocas cubiertas de musgo y los árboles retorcidos necesarios para rodar las escenas de persecución y rutas de escape. Una de las laderas del Bourne Wood, Surrey, se utilizó como cimiento para construir un acantilado, coronado con una gárgola enorme con la boca abierta por la que fluyen riachuelos y que es la inquietante puerta a Gantua. Más tarde, la imagen se completa con pantallas verdes sobre las que se proyectaron un círculo de gárgolas muy parecidas a la construida que custodiaban el perímetro del reino, en medio de la niebla y el cielo, haciendo que parezca que Gantua descansa sobre las nubes.

Diseño: Ambientado en el siglo XII... más o menos
"Llevamos las cosas un poco más allá de la estricta realidad", cuenta el diseñador de producción Gavin Bocquet. "Nos hemos basado en la época medieval, pero no se identifica ningún momento o historiador medieval. Cloister es una versión cargada de fantasía de una aldea inglesa arquetípica; hicimos esto porque sabemos que la gente no vivía como se les representa en nuestro mundo. Se puede decir que es una película de fantasía histórica donde el impacto que tienen las cosas es más grande, más armonioso y bello".

Por el contrario, la imagen que Singer proyecta de la fortaleza de los gigantes es "antigua y primitiva, burdamente construida con montones de piedra. Es una cultura completamente basada en la comida, porque estas criaturas necesitan grandes cantidades de comida, así que les hemos ubicado en grandes áreas en las que ellos podían alimentarse, sobre todo en una sala del trono con grandes y largas mesas", dice el director.

Aunque los gigantes y todo lo que han construido, desde sus viviendas y muebles hasta sus herramientas, armaduras y utensilios, es cuatro veces el tamaño normal, las tierras en las que habitan no son tan grandes, hecho que probablemente contribuya al descontento que siempre los rodea. Bocquet confirma que "no es un mundo pensado para los gigantes. La idea que se transmite es que Gantua fue una parte de la Tierra que se separó en el momento de la creación de esta, por lo que dicho reino debe parecerse a la Tierra. Todo está acorde con la estatura humana, los gigantes son la anomalía. Para ellos, un árbol es como una ramita, una oveja entera un simple bocado y todo lo que hacen necesita de una gran cantidad de material".

Bocquet y el decorador Richard Roberts crearon decorados a tamaño real y a gran escala para los escenarios en los que se unen ambos mundos. "Como en cualquier película con efectos visuales no se pueden diseñar los elementos solo a tamaño real", dice el diseñador "Los conceptos han de poder enmarcarse dentro del panorama general, por lo que existen ciertos momentos en los que hay que decidir qué va a ser virtual y aquello que se utilizará tal cual en el rodaje".

Escenas peligrosas y efectos
De acuerdo con aquello que Singer ordenó (usar elementos reales y funcionales), el supervisor de efectos especiales Dominic Tuohy nos cuenta que "intentamos introducir tantos efectos físicos como nos ha sido posible"; y pone como ejemplos la escena en la que el tallo que brota de las habichuelas emerge a través de la casa de Jack y la escena culminante en la que hombre y gigantes luchan en el palacio de Cloister.

"La casa reposaba sobre un sistema hidráulico, colocado sobre una estructura de hierro y a unos dos metros del suelo para que tuviera una gran fuerza, pero fuese irrompible. Podíamos moverla de un lado a otro. Una vez que el tallo surgió a través de las tablas del suelo, tuvimos toda la casa balanceándose sobre unos neumáticos que estaban bajo el suelo y motores de vibración por todos lados, haciendo que algunas de las secciones de la casa explotasen hacia arriba como si hubiese ramas que brotasen desde el suelo y que levantasen los muebles, como por ejemplo la mesa que presiona a Isabelle contra la pared mientras se eleva con la casa. Todo esto lo hicimos físicamente y después lo unieron con el tallo creado de forma digital".

Tomlinson recuerda que "fue muy emocionante. Me encantó la adrenalina que inundaba el rodaje por el caos que hubo. Todo el mundo estaba agitado, de hecho sentí que había algo ahí abajo que iba a irrumpir en la casa".

Tuohy también fue el encargado de diseñar gran parte de la lucha en la que Jack e Isabelle, el rey Brahmwell y su ejército, así como los hombres de Elmont, intentan repeler el ataque de los gigantes dentro de los muros del palacio.

"Fue una escena muy emocionante de grabar, porque estaba llena de energía y movimiento", cuenta Ewan McGregor. "Trabajamos junto a unos 200 extras, todos ellos fantásticos, y había un montón de caballos corriendo por el puente levadizo. También había fuego en el rodaje y gran cantidad de acción y drama. Fue verdaderamente impresionante".

"La escena en la que los gigantes intentan abrir por la fuerza el puente levadizo y que las tropas tratan de mantener cerrado se rodó sobre un sistema de contrapeso hidráulico", cuenta Tuohy. "Con una altura de unos 17 metros, una anchura de 6 metros y un peso cercano a las cuatro toneladas, el simple hecho de hacer que se moviese arriba y abajo en apenas unos segundos fue bastante difícil. Además, teníamos árboles ardiendo que los gigantes arrancaban y, digitalmente, lanzaban por encima de los muros. El vuelo de los árboles es un efecto especial, pero el golpe que recibían al caer no, eso era real. Así que teníamos lanzallamas y explosiones de gasolina por todas partes".

El tallo
Ya sea como símbolo o como elemento del rodaje, el tallo que surge de las habichuelas es el punto de inflexión dentro de la historia y uno de los elementos destacados de la película. Además, es un logro artístico realizado con contrachapado, relleno de espuma, yeso, caucho y efectos especiales. "El tallo tenía dos ramas, una a cada lado del decorado, aunque no estaban tan lejos como aparecen en la película", cuenta Singer. "Así que cuando Jack y Elmont avanzan por ellas en zigzag, sí que estaban cubriendo alguna distancia. Es cierto que los actores estaban atados y sujetos, pero también lo es que interpretaron esa escena tan peligrosa".

Para poder realizar el ascenso, los actores tuvieron que practicar antes en una pared de escalada. Además, dice Stanley Tucci, "trabajamos con los arneses y nos enseñaron lo que se necesitaba saber para rodar las escenas. No fue algo insoportable, salvo por el hecho de que te podías quedar ahí arriba un buen rato sin saber cuándo te bajarían".

La parte real de la enredadera tenía que ser preciosa y parecer natural, pero al mismo tiempo lo suficientemente fuerte como para que se pudiese escalar y permanecer de pie sobre ella, y para que los actores pudiesen interactuar con el elemento. Incluso los detalles que pueden parecer menos trascendentales, como cada una de sus hojas, llevan tras de sí un trabajo delicado. El decorador Richard Roberts dice que "nuestros maestros en decorados los hicieron en todos los tamaños y de varios materiales, algunos pintados, otros en vidrio, e incluso a veces antiguos y raídos para que cada uno fuese único. Tenían que desplomarse de una forma natural, pero no ser demasiado delicados porque, si no, no podían soportar el peso de los actores ni podían fotografiarse bien. Contamos con hojas principales y hojas secundarias; fue un proceso extraordinario". El resto de ramas de la enredadera, sus hojas y zarcillos, se añadieron y mejoraron con CGI.

El vestuario, un reflejo de la temática fantástica
La diseñadora de vestuario Joanna Johnston se ha tomado unas cuantas licencias creativas para la película, haciéndose eco del humor con que Singer trata todos los elementos a lo largo del filme. "Jugando con cosas contemporáneas encontré elementos que sí podían reflejar la ropa del siglo XII, capuchas y capas por ejemplo; así que enfundé a Nick en una sudadera con capucha y en una chaqueta de cuero con una especie de camiseta debajo. Quería que la ropa se viera bonita, pero no excesivamente cuidada y con un diseño impecable, sobre todo teniendo en cuenta los orígenes humildes de Jack. Unos pantalones anchos y unas botas de trabajo y conseguimos que pareciese del tiempo en el que se desarrolla la película, sin dejar de recordar la tendencia que siguen los chicos de hoy en día", cuenta la diseñadora.

El armario de Eleanor Tomlinson es reflejo de la dualidad de su personaje, pues encontramos ropa elegante de princesa pero también vestuario propio para ir de incógnito en una aventura. Lo importante era que los trajes fuesen preciosos, pero para lo que Johnston llama "su atuendo para vestir como un chico, lo que hicimos fue mezclar esa hermosura con algo llamativo que transformase a Isabelle en un chico, y para ello la vestíamos con una capa y sombrero de ala ancha bajo los que poder esconderse cuando quisiera, pero que no ocultaban demasiado su belleza".

El personaje de Ewan McGregor, Elmont, es un hombre elegante que viste una provocadora armadura de cuero negro de líneas y ángulos definidos. "Lo mejor de la armadura es la preciosa hombrera que tiene y que se ve especialmente puntiaguda en 3D", dice Johnston. Por el contrario, el pobre Stanley Tucci, cuyo detestable personaje es Roderick, no solo ha de padecer el tener un pelo escaso, una camisola adornada con escarabajos negros y una capa que recuerda a la cola de un cocodrilo, sino que además ha de lucir unos dientes de caballo que, de hecho, fueron una aportación del propio actor.

Tucci comenta que "estaba interpretando el papel y de repente dije que me gustaría que me hicieran unos dientes falsos. Lo cierto es que nunca antes se lo había comentado a Bryan, fue algo que se me ocurrió en la prueba de maquillaje y a él le gustó la idea".

Juntos, Johnston y los artistas que dan vida a los gigantes de forma digital, han creado la ropa del General Fallon y sus enormes compañeros. Esta es la tercera vez que la diseñadora trabaja con CGI, por lo que ya estaba familiarizada con cosas como la textura y el grado de movimiento.

"Lo primero que hicimos fue crear sus cuerpos y rostros, básicamente torsos desnudos, y después ella dio personalidad a esas figuras", cuenta McCornick.

Adentrándose en ello con sentimiento, Johnston dice que "lo que quería era algo natural, darle más importancia a que pareciesen seres antiguos, sucios y con ropas medio descompuestas, que al que llevasen un buen vestuario. El 3D refleja muy bien ese aspecto repugnante y antiguo, así como la antigüedad de sus armaduras, podridas por el paso del tiempo".

Junto a su equipo, ha confeccionado aproximadamente unos 2000 trajes. Muchos de esos trajes se crearon a mano y con telas hechas a medida y se sacaron de sus propios diseños, lo que supuso una enorme cantidad de trabajo de teñido, estampado y bordado, un proceso que, a pesar de lo que supone, ella encontró liberador. Como ya había trabajado con Bryan Singer antes en "Valkiria", la diseñadora sabe que "Bryan valora mucho todo lo que sea único". "Me he inspirado en el arte y la moda de diferentes épocas y personas, desde Pieter Bruegel, del año 1500, y William Waterhouse que es del siglo XIX, hasta Alexander McQueen o la moda urbana de los jóvenes de hoy en día; además, he combinado todo ello con prendas y formas típicas del Medievo, pero en colores y telas diferentes".

"Quería que Cloister tuviese el halo de los cuentos de hadas, pero no en el sentido clásico; tenía que parecer un lugar real, así que los colores eran muy importantes y eso es algo con lo que hemos podido jugar a lo largo de todo el diseño, tanto de la arquitectura como del vestuario", dice Singer. "Éramos muy conscientes de cómo queríamos que se viera todo. La historia tiene lugar unos 700 años atrás, aproximadamente durante los siglos XII o XIII, pero el espacio en el que la situamos es mucho más florido, colorido y hermoso que la época en la que se desarrolla la película".

"La película es una escapatoria", dice Hoult. "Es una cinta hecha para que las familias disfruten y se rían y vean cosas espectaculares rodeadas siempre por la fantasía, el romance y la diversión".

Además, Singer quiere destacar que "no solo se trata de contar la gran aventura que es el viaje de Jack. Lo que querían era hacer un homenaje a la historia que muchos de nosotros conocemos y al concepto de la mitología y el boca a boca, así como el modo en que este tipo de cuentos evolucionan al mismo tiempo que quedan en nuestra herencia...cómo cambian y crecen para permanecer vivos en cada una de las sucesivas generaciones".