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  Coriolanus  Dirigida por Ralph Fiennes
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Filmar al héroe imperfecto de Shakespeare
El año 2000 Ralph Fiennes interpretó al protagonista de CORIOLANUS en la obra teatral dirigida por Jonathan Kent para el teatro Almeida de los estudios Gainsborough de Londres. Para Fiennes, encarnar ese personaje fue el principio de una especie de obsesión. "Aunque la obra original es densa y complicada a nivel textual, me pareció que su fuerza narrativa sería adecuada para una película, así que se me metió la idea en la cabeza y fue creciendo". El alcance dramático de la obra transporta al público de una sangrienta batalla a una intensa lucha política, pasando por momentos domésticos íntimos. Pero la clave para que CORIOLANUS se llevase a cabo era hacer accesible la obra para el público de cine moderno actualizando el escenario y la interpretación.

Al cabo de unos cuantos años Fiennes había desarrollado una idea muy clara de lo que quería, pero para dar el primer paso para que el proyecto se hiciera realidad su agente de EE.UU. tuvo que presentarle al dramaturgo y guionista John Logan. Según Logan "veíamos la obra exactamente de la misma forma: cruda y contemporánea. Ninguno de los dos tenía interés alguno en hacer una ‘pieza de museo’ correcta. ¿Para qué? La película tenía que funcionar antes que nada como cine moderno. Básicamente, lo que siempre intentábamos capturar Ralph y yo era la forma en la que la obra te hace sentir en el teatro: te da un puñetazo".

Discutieron cada réplica y cada escena entrando, como dice Logan, "en un nivel de detalle insoportable y estimulante", y decidieron qué eliminaban para adaptar la historia al ritmo cinematográfico. Fiennes dice: "eliminamos muchos de los pasajes difíciles, pero dejamos los importantes. Creo que sería una locura extirpar totalmente algunos de los momentos esplendorosos y algunos de los pasajes más duros que son deslumbrantes." Al ser una de las últimas obras de Shakespeare, CORIOLANUS está escrita en un lenguaje poético rico y denso, lo que fue una ventaja para la interpretación y la escenificación moderna, y una edición implacable del texto le dio lucidez cinematográfica. Se crearon algunas escenas para enlazar la acción y para permitir que el espectador cinematográfico viera lo que en el escenario solamente se sugiere. Y el Primer y Segundo ciudadano de la obra se convirtieron en los personajes de mayor calado Casio y Tamora, activistas políticos. Pero la actualización de la historia al siglo XXI se consiguió mediante un decorado moderno y su reflejo natural del clima político y social actual.

Gracias al entusiasmo, la determinación y la visión del proyecto de Fiennes, los productores Gabrielle Tana, Julia Taylor-Stanley y Colin Vaines se sumaron a la aventura. Julia Taylor-Stanley comenta: "La mezcla de la idea de Ralph y el guión de John nos inculcaron la pasión por hacer la película. Luego Icon se unió a nosotros y acabamos de completar así la financiación que necesitábamos."


Encontrar Roma
Una idea fundamental de Ralph Fiennes era que Roma debía reflejar cualquier ciudad de cualquier lugar del mundo, tanto arquitectónica como socialmente.

Las consideraciones prácticas le llevaron a explorar Europa del Este y también a tener en cuenta América del Sur, pero cuando vio Belgrado, en Serbia, supo que había encontrado un lugar con el peso, la textura y los recursos que necesitaba. Belgrado representa a la perfección los extremos de la ciudad moderna: decadencia urbana, pobreza, bloques de pisos en ruinas, mercados bulliciosos y zonas industriales antiguas se contraponen con las casas de los ricos, los bares y restaurantes de moda, los edificios modernos de oficinas y espacios públicos abiertos. Además, la elección adquiría mayor resonancia dramática, ya que Belgrado había sido uno de los centros del conflicto de los Balcanes.

Al ser una de las mayores producciones cinematográficas rodadas en Serbia desde hace muchos años, la producción obtuvo un acceso sin precedentes a localizaciones que les habrían sido negadas en otros lugares. El edificio del Parlamento Serbio se convirtió en el senado romano para la producción, y las escenas de protesta en las escaleras del senado revivían de forma desconcertante los sucesos que tuvieron lugar durante la guerra. También se rodó en el Hotel Jugoslavia. Fue el hotel más importante de la zona y se destruyó parcialmente al alcanzarle el impacto directo de una bomba de la OTAN en 1999.


Casting e interpretación
"Ralph quería reflejar una ciudad contemporánea, multicultural y multilingüe, así que era importante elegir a los actores, pues su aspecto debía ser diferente al que habitualmente encontramos en las adaptaciones de Shakespeare", afirma el productor Colin Vaines. Fiennes trabajó con sus actores y con el instructor de diálogos, Joan Washington, para que sus intervenciones fueran lo más naturales posible para el oído del público.

Desde el principio, Ralph Fiennes tenía claro que Vanessa Redgrave interpretaría a Volumnia y, desde el principio, ella se comprometió con la película.

Del mismo modo, Fiennes quería contar con la actriz Jessica Chastain para el papel de Virgilia, tras haberla vito en un teatro de Nueva York interpretando OTHELLO. También supo desde muy pronto que quería al conocido actor shakesperiano Paul Jesson para el papel del conspirador político Bruto, ya que había trabajo con él varias veces en el RSC.

La encargada del casting en el Reino Unido, Jina Jay, sugirió al actor escocés Brian Coxpara encarnar a Menenio, el gran mentor político y amigo de Coriolanus, y también al conocido actor irlandés James Nesbitt como Sicinio.

La actriz belga Lubna Azabal y el actor israelí Ashraf Barhoum, en los papeles de los dos activistas políticos principales, causaron sensación de inmediato por su poderosa presencia y por su calidad interpretativa. Completan el reparto los serbios Dragan Miéanovié, que interpreta a Tito Larcio, y Slavko Stimac, que interpreta al teniente volsco Aufidio y cuenta con una sólida carrera como actor.

Pero quizá el papel más arriesgado de asignar era el del archienemigo de Coriolanus, Tulio Aufidio. El papel exigía a alguien con una presencia en pantalla comparable a la de Fiennes, ya que encarna al guerrero enemigo y cuenta con un papel prominente en la película. Gerard Butler era la opción más clara y aceptó desde el principio. Según Butler: "Aufidio es un personaje fantásticamente complejo, heroico y misericordioso, y para mí es muy halagador que Ralph quisiera que hiciese la película junto a él".


Batalla y protesta
"Lo maravilloso de hacer una película sobre una obra de Shaespeare, a diferencia del teatro, es que cuando estás en la fila 13 del patio de butacas ves el escenario, mientras que en una película estás en medio de la acción. Ves unos primeros planos y unos detalles increíbles. El público se convierte en un participante silencioso de cada escena", afirma la productora Julia Taylor-Staley. La cámara y el sonido ponen al público en contacto directo con los personajes, ya sea en una batalla, en una protesta, en la cámara del senado o en un decorado doméstico. Esta intimidad, a veces perturbadora, transmite directamente la energía emocional de la obra.

La guerra y la agitación política son los temas centrales de la historia. La producción tuvo la suerte de poder trabajar con el SAJ, la unidad antiterrorista más importante de Serbia, para representar las batallas de la forma más realista. Ralph Fiennes y Dragan Miéanovié se entrenaron intensivamente con el SAJ para ensayar los movimientos de los soldados, cómo llevar y disparar armas y cómo pensar de forma táctica en el campo de batalla.

Casi todos los batallones que se ven en Roma son también miembros activos de SAJ y todos los vehículos blindados, tanques y armas son reales. Las escenas de guerra de Corioli representan vivamente el caos, la destrucción y la brutalidad de la guerra.

El premiado director de fotografía Barry Ackroyd B.S.C. filmó gran parte de la acción con cámara al hombro para conseguir la intensidad del punto de vista de un soldado.

Ray Beckett C.A.S., premiado mezclador de sonido, recogió el caos auditivo de la guerra y las revueltas no solamente poniendo micrófonos en todos los personajes principales, sino poniendo también micrófonos de alcance de 360º muy adentro de la acción.


Crear los contrastes
Ralph Fiennes tenía una idea muy clara de la estética que quería para la película. Para conseguir el vestuario de los volscos, la diseñadora de vestuario Bojana Nikitovié se basó en la historia reciente, no solamente de los Balcanes, sino también de los continuos conflictos políticos que hay en todo el mundo.

Los volscos son una guerrilla descuidada sin uniforme estándar. El departamento de vestuario peinó las tiendas de restos del ejército para diseñar su vestuario, y añadió al abanico de trajes del ejército mal combinados prendas como vaqueros, chaquetas de piel y pañuelos. Los volscos también llevan tatuajes, no solo con su escudo, sino también con iconografía religiosa, calaveras, armas y dagas que se diseñaron especialmente para la película por el maquillador Daniel Parker.

Por su lado, Ricky Eyres, diseñador de producción, creó las dos insignias para que representasen dos polos opuestos. El águila romana, colocada contra un gélido fondo azul que representa el poder y el gobierno. Los laureles de los volscos, colocados en forma de V son, en cambio, de un color más terrenal, representando al enemigo insurgente. Eyres apunta que gran parte del trabajo de su equipo fue añadir colores que resaltaran a la ya existente textura de Belgrado y Pancevo. Los grafitis de todo tipo tuvieron un papel importante, así como, en las escenas de batalla, la construcción de estructuras imponentes, como por ejemplo la puerta de Corioli, el chekpoint donde paran los camiones en una carretera aislada o el escondite secreto en las frías y oscuras catacumbas del fuerte de Belgrado.