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  Jacuzzi al pasado  (Hot Tub Time Machine)
  Dirigida por Steve Pink
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Steve Pink dirige una historia de Josh Heald, con guión de Josh Heald y Sean Anders & John Morris. La película está coprotagonizada por Rob Corddry, Craig Robinson, Clark Duke, Crispin Glover, Lizzy Caplan y Chevy Chase.

JACUZZI AL PASADO ha sido producida por John Cusack, Grace Loh y Matt Moore, con Michael Nelson de productor ejecutivo. El equipo técnico incluye al director de fotografía Jack Green, ASC, el diseñador de producción Bob Ziembicki, los montadores George Folsey, Jr., A.C.E. y James Thomas, y la diseñadora de vestuario Dayna Pink.


La producción
Cusack y su socia en la productora Grace Loh no se plantearon ni por un segundo rechazar Jacuzzi al pasado. "MGM estaba buscando a un actor que diera vida al protagonista, Adam, y querían que fuera alguien capaz de desarrollar tanto el personaje como la historia", dice Loh. "¿Qué mejor que un icono de los ochenta para interpretar al protagonista de una película que viaja en el tiempo hasta el año 1986?".

"A John y a mí la idea nos pareció genial, ese entorno tan absurdo, esos personajes y esa historia de amistad. Además, no vamos a negarlo… ¡Los revivals de los ochenta son lo más divertido que hay!".

Sobre la elección de Steve Pink como director de la cinta, Loh dice que la decisión estaba más clara que el agua.

Cusack y Loh habían trabajado antes con Pink en títulos tan aclamados como Alta fidelidad y Un asesino algo especial, coescrita y coproducida por Pink. "Steve era el director perfecto para este proyecto", dice Loh. "Dado el plazo tan corto que manejábamos, John y yo sabíamos que era crucial trabajar con alguien que pudiera llegar y ponerse manos a la obra en seguida. Con Steve sabemos que estamos en la misma onda, lo cual ha sido un añadido inestimable tanto para la parte creativa del proyecto como para toda la producción en sí".

El proyecto se convirtió en una empresa algo más personal para Cusack y Pink, quienes se conocieron en el instituto de Evanston Township en Evanston, Illinois. Acabaron montando una productora llamada New Crime con Noh, pero antes de todo eso dieron sus primeros pasos en una compañía de teatro de Chicago llamada The New Criminals. "He dirigido a John sobre las tablas", comenta Pink, "y aunque es la cuarta película en la que trabajamos juntos, es la primera vez que le dirijo para la gran pantalla. Ahora tengo responsabilidades diferentes. Es genial estar trabajando con John de una manera más creativa".

Loh disfrutó de volver a reunir a Cusack y a Pink. "John y Steve tienen un vínculo especial, como los personajes de la película", comenta. "Les conozco y llevo trabajando con ellos más de 12 años, así que ha sido muy divertido juntarnos de nuevo, sobre todo con Steve a la cabeza de este proyecto".

El hecho de que la primera película en la que colaboraban como director e intérprete fuera una comedia de los ochenta fue un valor añadido tanto para Cusack como para Pink. "Hacer que John viaje en el tiempo hasta los ochenta como personaje y como actor es genial porque él fue una figura muy importante de aquella década. Me parece muy divertido ver cómo se enfrenta a ello y como gestiona todo lo que le rodea, todos esos recuerdos", apunta Pink. "John es un icono de los ochenta y estamos pidiéndole que nos lleve hasta aquella década y nos guíe por toda esa nostalgia, por las cosas buenas y las malas. Sabemos que con John estamos en buenas manos. El resultado es genial porque John sigue siendo un actor muy querido hoy en día".


Recuerdos de los 80
La década de los ochenta fue un tiempo de constante cambio y crecimiento global. Ni la vida ni el cine estaban restringidos por los límites de la corrección política, y todo el mundo quería tener uno de esos teléfonos "móviles" que más bien parecían ladrillos y una consola de Nintendo. La moda estaba regida por una explosión de color, con vaqueros lavados a la piedra, zapatillas de baloncesto y coletas laterales. El mundo musical vivió su propia revolución con el nacimiento de la MTV que dio alas a las carreras de artistas como Michael Jackson y Madonna y propulsó a aquellas bandas de rock que abusaban de la laca a los primeros puestos de las listas de ventas.

"Jacuzzi al pasado revive aquella época en todos sus aspectos", comenta Cusack. "Los espectadores van a alucinar, es una verdadera vuelta a la incorrección política típica de entonces. A veces se pasan bastante, pero de una manera muy divertida".

Los actores tienen sus propios recuerdos de aquella época tan estrafalaria. "¿Sabes de qué me acuerdo más?", pregunta Robinson. "Quería llevar el pelo con gomina y mis padres no me dejaban. Recuerdo que muchos de mis amigos se peinaban así y un día vino hasta mi primo con los rizos brillantes y pegajosos. ¡Me moría de envidia!".

Corddry recuerda que durante esa época era un tipo bastante tranquilo. "Iba a los bailes que se organizaban en el instituto y me pasaba las horas escribiendo en un diario", apunta. "Lo que más me chocó del rodaje fue encontrarme con un grupo de extras vestidos de los ochenta de la cabeza a los pies, era tan realista que hasta olía a esa década… como si todo el mundo llevara Ragazza o Don Algodón".

Duke nació en 1985 y no se acuerda de los ochenta como tal pero después del rodaje cree estar preparado para dictar sentencia basándose en lo que vio: "Las mujeres van más monas ahora. El pelo y la ropa que se ponían entonces sentaban fatal. El rollo de la cintura tan alta no le queda bien a nadie".


La moda de los 80
"Desde el principio tuvimos muy claro que las claves del look ochentero recaerían en el vestuario y el diseño de producción", comenta Loh. "La diseñadora de vestuario Dayna Pink ha hecho una labor estupenda para componer todos los trajes, tanto para los protagonistas como para los extras".

Dayna Pink (que no es familia del director Steve a pesar de apellidarse igual) se mostró encantada de trabajar en una película ambientada en esa época tan loca. "Las pelis de los ochenta hay que hacerlas ahora", apunta. "Se mire por donde se mire este proyecto es todo locura, diversión, hombreras, colores ácidos y alegría. ¡En mi opinión aquella moda era genial! Cuando me ofrecieron el proyecto les dije que sí en seguida".

Pink pasó semanas visitando almacenes olvidados y haciendo pujas en Ebay para dar con ropa auténtica de la época. "Encontré ropa de las marcas que estaban de moda en EE.UU. entonces como Sergio Valente y Jordache. Diseños compuestos por llamativos bloques de color chillones, ropa pintada a mano. También fue una suerte que la marca L.A. Gear nos diera zapatillas de los ochenta ya que están remozando una nueva gama para lanzarla de nuevo al mercado. Para completar el vestuario, tiramos de una mezcla de ropa que encontramos online, trajes de alquiler y stocks. Bueno, y también alguna cosa que tenía yo por casa".

Cuando los colegas se despiertan después de haber viajado al pasado sin saberlo se encuentran en el "Winterfest ’86", un festival lleno de personajes estrambóticos, y lo primero que piensan es que debe ser una convención de esas raras o un fin de semana de temática "retro".

Pink analizó la moda de esquí de los ochenta viendo documentales sobre aquella época pero fue un paso más allá y añadió un toque de fantasía a sus diseños.

"Pensé, ‘Si yo fuera Adam y estuviera en aquella montaña, ¿cómo me imaginaría a la gente… a las chicas?’ Me decanté por la opción de lucir cacha y abrigarse con calentadores en colores vivos y muy locos y botas abultadas. Así acabamos con las pistas llenas de chicas en bikini y abrigos de piel. Los tíos van de púrpura, con monos completos decorados con arañas enormes y cintas en la cabeza. Ha sido muy divertido", confiesa.


Un jacuzzi muy particular
Puede que parezca un jacuzzi normal. Puede que funcione como un jacuzzi normal. Pero este jacuzzi no tiene nada de normal. El coordinador de efectos especiales mecánicos Clayton Orr fue el encargado de crear el "personaje" que da título a la cinta, el artilugio que envía a los protagonistas al pasado. "El guión requería que el jacuzzi hiciera muchísimas cosas y nos enfrentamos a muchos retos logísticos", explica Orr. "Tenía que funcionar en tres modos diferentes: primero como un recipiente de agua, luego como jacuzzi para los actores y tercero como una máquina del tiempo".

Orr tardó tres meses en construir el jacuzzi desde cero con su equipo. Cuando se ve por primera vez parece roto y destartalado, sólo sirve para retener agua. Para las escenas en las que los actores están bañándose, el equipo instaló un sistema de chorros que funcionaba con una bomba de aire. "Dado que el agua sólo estaba a 32ºC añadimos vapor desde el exterior para que diera la sensación de ser un jacuzzi de verdad", confiesa Orr. El fondo del jacuzzi es trasparente para que el equipo pudiera jugar con la luz desde abajo.

En la última etapa, el personaje de Cusack, Adam, arranca sin querer la máquina del tiempo. "Desmontamos el jacuzzi, añadimos propulsión y montamos un sistema de bombeo en la parte inferior de la bañera. El efecto es como el si estuviera tirando constantemente de la cadena de un váter. Se operaba con un simple interruptor", comenta.

Orr garantiza que el artilugio era 100% seguro para los actores y que podían "darse la vuelta e incluso agarrarse al borde si veían que se quedaban atrapados en la vorágine del remolino".


Cómo montar un festival invernal en plena primavera
La espectacular comunidad serrana de Fernie, en la Columbia Británica, fue el escenario escogido para convertirse en el nostálgico Kodiak Valley en el que se ambienta la historia. Es una estación de esquí de primer orden que en invierno se llena de nieve y sobresale por sus excelentes condiciones para esquiar sobre nieve en polvo. Fernie está a 42 km. de la frontera con Alberta/Columbia Británica y está escondida en un estrecho valle en las escarpadas Rocosas canadienses.

Fernie es conocida por su rápido desarrollo a principios del siglo XX y por su reputación como zona de paso. Posteriormente fue zona de contrabando durante los años de la Ley Seca en Estados Unidos en la década de 1920 y así se ha forjado una historia única y pintoresca. Con una larga tradición minera, Fernie fue bautizada en honor a un magnate minero William Fernie que contribuyó al desarrollo del pueblo convirtiéndolo en el centro más importante de la industria en la región de Elk Valley, tras dar cuenta de un enorme yacimiento de carbón en 1897 que originó la constitución del Crowsnest Pass Coal Company.

El emplazamiento tuvo sus pros y sus contras para los realizadores. "Fue duro rodar una película ambientada en invierno en pleno mayo porque nos quedábamos sin nieve, pero por otro lado tenía una distribución perfecta para crear la calle en la que se celebra el festival Winterfest", apunta Loh. "Acabamos aquí atraídos por la combinación de nieve, distribución, estilo y arquitectura".

Según Loh, el diseñador de producción Bob Ziembicki dio vida a las anticuadas calles de Fernie. "Me deshago en halagos para nuestro diseñador de producción, Bob Ziembicki, que creó Kodiak Valley prácticamente de la nada y en un tiempo record. El tema del viaje en el tiempo era un reto muy importante dado que los decorados debían ser fácilmente reconocibles tanto en cuanto a la estética, al estilo y a la época. Pero con la restricción de un plazo cortísimo", comenta.

"Lo que me atrajo del proyecto fue trabajar con algo real y mejorarlo todo lo que pudiera", apunta Ziembicki. "El presente en el que empieza la película es oscuro y deprimente y al volver a 1986 las cosas se vuelven bastante más alegres y vivas. Hemos podido utilizar la paleta de colores de mediados de los ochenta, que probablemente sea el elemento más importante y esencial en la producción y el vestuario de la película".