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  El inocente  (The lincoln lawyer)
  Dirigida por Brad Furman
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Dirigida por Brad Furman, a partir de un guión de John Romano, basado en la novela de Michael Connelly, el reparto también incluye a Marisa Tomei, Josh Lucas, John Leguizamo, Frances Fisher, Bob Gunton, Laurence Mason, con Bryan Cranston y William H. Macy.

Los abogados y las particularidades del sistema legal se han convertido desde hace mucho tiempo en un tema recurrente en el cine y la televisión, pero el público no ha visto jamás un abogado como Michael "Mick" Haller, el protagonista de El Inocente, de Lionsgate y Lakeshore Entertainment. Mick Haller es un avispado abogado defensor que no tiene despacho, sino que trabaja en la parte posterior de un coche Lincoln Continental con chófer, que lo lleva de un juzgado a otro de Los Ángeles, para defender a toda clase de criminales de medio pelo que tienen problemas con la ley.

"Es probable que mucha gente no considere a Mick más que un picapleitos, una simple sanguijuela del sistema legal", reconoce el actor Matthew McConaughey, que interpreta a Mick Haller. "Es un tipo que vive mes a mes, desde un punto de vista económico, que intenta mantener a su ex mujer y a su hija, y defiende a gente como prostitutas o individuos con cargos de posesión de drogas y toda clase de delitos menores".

"Mick anda en trapicheos", explica el productor Gary Lucchesi. "El 90% de sus casos se arreglan mediante acuerdos extrajudiciales. Sus clientes aceptan declararse culpables a cambio de una reducción de pena y así puede pasar rápidamente al siguiente".

Y no para de ir de un lado a otro, por eso el Lincoln Continental es una oficina móvil ideal. Según explica el productor Tom Rosenberg: "En un momento cualquiera, puede estar llevando cinco o seis casos a la vez, repartidos por todo el condado, que es geográficamente muy amplio. La mejor manera de ir de juzgado en juzgado es que lo lleven en coche".

Pero, a pesar de sus frecuentes tejemanejes con el sistema legal, Mick también tiene su propio código ético y cree en ayudar a los oprimidos que no tienen a nadie más de su lado. Según señala McConaughey: "Lo cierto es que Mick podría haber triunfado en Beverly Hills como abogado dedicado al mundo del espectáculo, pero el tipo tiene mucho corazón y humanidad, por eso creo que decidió quedarse con los criminales de poca monta. Es donde siente que más lo necesitan, donde se siente más humano y donde está cómodo. Mick ha sido coherente consigo mismo desde el primer momento".

Esa cartera de clientes de Mick, compuesta básicamente por criminales pobres, no le permite ganar mucho dinero, así que, cuando acepta defender a Louis Roulet, un joven acaudalado acusado de intento de violación y asesinato, lo hace únicamente con la esperanza de ganar dinero fácil al resolver rápidamente el caso. Pero, cuando el caso llega inesperadamente a juicio, Mick se ve metido en el mayor – y más peligroso – aprieto de su carrera. "Mick descubre que Louis Roulet podría ser culpable no solo de los delitos de los que ha sido acusado, sino también de la violación y asesinato de una mujer sucedidos cuatro años antes", explica McConaughey, "con el inconveniente añadido de que Mick defendió al tipo que acabó injustamente condenado por ese crimen de hace cuatro años".

Mick está decidido a corregir su error y sacar a su antiguo cliente, que al fin y al cabo es inocente, de la cárcel, pero el privilegio entre abogado y cliente le impide usar cualquier prueba que posea contra Roulet, por mucho que demuestre su culpabilidad sin lugar a dudas. Mick se encuentra atrapado entre dos clientes, uno de los cuales está cumpliendo condena por un crimen cometido por el otro, y un paso en la dirección equivocada puede costarle definitivamente su licencia para ejercer como abogado. "Por primera vez, las consecuencias de ese baile que Mick se trae con el sistema legal son personales", explica McConaughey. "Se lo juega todo – su integridad, su sustento".

El novelista de misterio con gran éxito de ventas Michael Connelly, autor del libro en el que se basa El Inocente, concibió inicialmente la historia mientras hablaba con un fan que estaba sentado junto a él en un partido de béisbol de los Dodgers, en Los Ángeles. "Era abogado, se me ocurrió preguntarle dónde tenía su bufete y me respondió: 'La verdad es que trabajo en mi coche'", recuerda Connelly. "Seguí viendo el partido y, para cuando acabó, estaba plenamente convencido, a partir de nuestra conversación, de tener todo un libro y un personaje que podía dar mucho de sí".

Antes siquiera de que llegara a publicarse el libro de Connelly, el original llegó a manos de los productores cinematográficos Tom Rosenberg y Gary Lucchesi, socios en Lakeshore Entertainment. Rosenberg y Lucchesi se sintieron inmediatamente atraídos por la historia por motivos muy distintos y personales. Rosenberg, que había trabajado anteriormente como abogado defensor criminalista, se identificaba con el personaje de Mick Haller desde un punto de vista legal. Lucchesi, por su parte, que había producido LAS DOS CARAS DE LA VERDAD en los primeros tiempos de su carrera en Hollywood, estaba interesado en producir otra película sobre un abogado inteligente, duro e irascible.

"No hemos visto nunca a un abogado como Mick Haller en el cine", asegura Rosenberg. "Cuando eres abogado criminalista, casi todos tus clientes son culpables. Si no son culpables del delito por el que los estás defendiendo, seguramente sean culpables de otros crímenes. Así son las cosas. Y Mick Haller, como abogado, es de los más listos que hay".

En cuanto los productores se hicieron con los derechos de la novela, se pusieron a buscar al guionista ideal para adaptar el material para una película. "Aunque tomamos en consideración a varios guionistas posibles, ya habíamos trabajado con John Romano en una excelente adaptación de otro libro", comenta Lucchesi. "John posee una gran reputación y tiene un largo currículum de proyectos cinematográficos y televisivos en su haber, sabíamos que tenía la sensibilidad adecuada para trasladar esta historia y a este personaje a la gran pantalla. Nos entregó un guión increíble, con el que, además, el propio Michael Connelly se sentía muy satisfecho. Cuando cuentas con un autor conocido como Michael Connelly, quieres, evidentemente, que le guste el producto que estás creando a partir de su obra original".

A continuación, los productores abordaron al actor que parecía hecho a medida para interpretar a Mick Haller: Matthew McConaughey. McConaughey, que ya había interpretado a un abogado en su primer papel cinematográfico importante, TIEMPO DE MATAR, recuerda: "Había leído una versión anterior del guión y, cuando Tom y Gary acudieron a mí con una oferta, acepté encantado".

Según comenta Lucchesi: "Matthew siempre ha sido uno de mis actores preferidos y este papel es perfecto para él. Nos da ocasión de verle hacer uso de todas esas cualidades que lo convirtieron en una gran estrella para empezar: un tipo seguro de sí mismo, con una cierta arrogancia y muchísimo encanto".

"Siempre nos había parecido que Matthew sobresalía en papeles dramáticos y esta era una oportunidad para él, después de trabajar en muchas comedias, de volver a interpretar un papel más sustancioso", agrega Rosenberg.

Para McConaughey, el papel de Mick Haller le venía como anillo al dedo, en parte porque le recordaba las ambiciones que tenía el actor al principio de su carrera. "Cuando cursaba estudios superiores en la Universidad de Texas, pensaba convertirme en abogado defensor criminalista", recuerda. "Para la película, intenté comprender todos los detalles de lo que entraña ser un abogado defensor. Pregunté muchas cuestiones a distintos abogados sobre los aspectos técnicos: ¿Cómo es la realidad de esta situación? ¿Qué sucedería en un caso así? ¿De dónde saqué esta información? Si mi detective privado obtuvo información errónea, ¿cómo la consiguió?".

Encontrar al director adecuado para trasladar El Inocente a la gran pantalla resultó ser un proceso bastante largo y, en última instancia, fue el propio McConaughey quien planteó a los productores la posibilidad de ofrecer el trabajo al director Brad Furman. Según recuerda McConaughey: "Después de aceptar la oferta para interpretar a Mick Haller, emprendimos la búsqueda de un director. Había conocido a Brad Furman en otro proyecto que tenía en marcha en mi productora y encajamos".

Furman había dirigido anteriormente el largometraje THE TAKE, sobre el que McConaughey comenta que: "capta maravillosamente Los Ángeles". El actor agrega: "Brad entiende muy bien el aspecto callejero de El Inocente. Comprende cómo funciona el sistema legal, así como las injusticias inherentes a él".

En palabras de Lucchesi: "Pasamos tiempo con Brad y luego llamamos a Matthew y le dijimos: 'Nos gusta mucho tu chico'. A continuación, nos comprometimos con Brad y seguimos adelante con la película".

Furman apreciaba especialmente la complejidad y la inteligencia del guión, así como el vibrante reparto de personajes creado por Romano y Connelly. "Recuerda un poco a lo que yo considero que son grandes películas y una forma clásica de hacer cine", opina el director. "Era exactamente el tipo de película que andaba buscando. Y tanto mi padre, como mi madre, como mi abuelo son abogados, así que conocía bien ese mundo".

Para el vital personaje de Louis Roulet, los realizadores probaron a toda una serie de actores antes de ofrecerle el papel a Ryan Phillippe. Según explica Lucchesi: "Esta película tiene básicamente dos personajes centrales y, para que la experiencia sea satisfactoria, necesita ofrecer dos grandes interpretaciones. Si el villano no funciona, el héroe no es tan bueno, así que Ryan y Matthew mantienen un auténtico duelo interpretativo".

"Había contado con Ryan en una película que produje hace años e hizo un gran trabajo en ella", recuerda Rosenberg. "Había estado siguiendo su carrera, así que, cuando su agente nos llamó para decir que quería hacer una prueba para el papel de Roulet, nos sentimos encantados".

"Louis Roulet es muy distinto a todos los personajes que he interpretado antes", explica Phillippe. "Me atraía la idea de interpretar a un tipo con tan claros problemas. Estaba deseando explorar toda esa complejidad psicológica".

Para elaborar su personaje, Phillippe rebuscó en la novela para hallar detalles y matices que pudiera emplear en su interpretación. "En una adaptación cinematográfica no tiene por qué haber espacio para explorar cada escena que aparece en la novela, por lo que el libro se convierte en tu biblia", explica. "Además, me gustaba mucho la novela. Era realmente apasionante. Estoy deseando que se publique el próximo libro de Michael Connelly".

La relación en la pantalla de abogado y cliente entre McConaughey y Phillippe no surgió a partir de un largo proceso de ensayos, sino más bien de un mutuo respeto y confianza en el talento del otro. McConaughey recuerda: "Cuando nos disponíamos a realizar la primera lectura del guión, le dije: 'Si te parece bien, Ryan, preferiría no ensayar nada, porque en la película no sabemos nada el uno del otro hasta que nos conocemos. Quiero sorprenderme con lo que hagas, y que te sorprendas con lo que yo hago. Así que ensayemos ante la cámara'. Estuvo totalmente de acuerdo".

"Matthew y yo tenemos una química excelente juntos y fue estupendo verlo trabajar tan metido en su elemento", asegura Phillippe. "Ha sido divertido, porque nuestros dos personajes se manipulan mutuamente. Lo que me resulta interesante y original en lo referente a su dinámica juntos es que hemos creado un abogado y un cliente que básicamente se odian. Es una relación fascinante".

Cuando los productores y Furman se plantearon quién podía interpretar a la ex mujer de Haller, Maggie McPherson, no les interesaba más que una actriz: la ganadora del Oscar® Marisa Tomei. Rosenberg señala: "Queríamos a una actriz de la edad de Matthew, que resultara totalmente creíble como ex mujer de Haller, que es además una fiscal. Marisa poseía la inteligencia y el carisma para dar vida a ese personaje".

Aunque ya no estén casados, Mick y Maggie todavía se atraen mutuamente, y están criando juntos a su hija de ocho años; tienen una relación compleja y realista, que no se había visto antes en el cine. Según McConaughey: "Hay muchas parejas como Mick y Maggie, que aún mantienen una relación laboral, que todavía se sienten atraídos, pero que ya no están juntos. Maggie y Mick comprenden algo el uno del otro que nadie más entiende".

Tomei impresionó a Furman desde la primera vez que se vieron. "En primer lugar, Marisa es todo corazón", asegura el director. "Tiene tanta pasión y se preocupa tanto, que no es capaz de hacer nada sin dar el 150% y sin pensarlo todo bien. La primera vez que nos vimos, tenía millones de preguntas que hacerme sobre cada aspecto del proceso de creación de la película. A medio camino, pensé: 'Vaya, ahora ya sé por qué tiene un Oscar®'. Su preparación, su diligencia y su comprensión del material eran tremendos".

Gracias a la solidez del guión y al compromiso de McConaughey, Phillippe y Tomei, el proyecto empezó a atraer a otros actores de gran calibre para encargarse de los personajes secundarios. William H. Macy, que interpreta a Frank Levin, detective privado y mejor amigo de Mick, se centró en buscar formas de dotar de humor a su interpretación siempre que le fuera posible. Señala: "Intenté aportar algo de frivolidad al proyecto, porque es tremendamente serio. Así que decidí darle un toque ligero y, siempre que encontraba oportunidad de inyectar una nota de humor, la metía".

"No hay nadie como Bill", asegura Furman. "Tiene su propio estilo personal de interpretación y su capacidad innata para dar a cada momento el toque que necesita con total naturalidad resulta maravillosa de ver en acción. Facilita mucho el proceso de creación de una película".

"Es la bomba", afirma McConaughey. "Ya había trabajado brevemente con él en otra película anterior, SAHARA, pero esta vez tuvimos ocasión de disfrutar de unas buenas escenas juntos, donde podíamos mostrar nuestra relación anterior, el estado actual de nuestra relación y lo bien que lo pasamos juntos".

John Leguizamo, que interpreta al agente de fianzas Val Valenzuela, se sintió encantado ante la oportunidad de interpretar a un personaje cargado de imperfecciones, sin que por ello deje de resultar simpático. "Val pone en marcha todo el asunto con Roulet", explica Leguizamo. "Siempre anda buscando la oportunidad de sacar un dinerillo extra y colocar a su vez a sus amigos, pero esta vez dice una mentirijilla que acaba poniendo en apuros a Mick".

Furman comenta: "John es verdaderamente una de las personas con más talento que he conocido en mi vida. Todo lo hace de manera muy natural, carismática y peculiar, y también puede resultar guay sin el más mínimo esfuerzo. Lo tiene todo".

Aunque no tenga más que unas pocas escenas en la película, el actor Michael Peña logra causar una fuerte impresión en su papel de Jesús Martínez, un antiguo cliente de Mick que lleva tiempo en la cárcel por un crimen que no cometió. "Las escenas entre Matthew y yo son muy intensas", observa el actor. "Cuando Mick descubre que fui condenado injustamente, supone un punto de inflexión para él. Casi se convierte en una nueva persona".

McConaughey se muestra de acuerdo: "Mick ayudó a meter a Jesús en la cárcel, a pesar de que fuera inocente, y Jesús lleva ya cuatro años encerrado. Así que, ¿cómo puede reparar el daño que ha hecho? Sacar a un hombre inocente de la cárcel y devolverle su libertad se convierte en lo más importante para Mick".

El actor Josh Lucas interpreta al adversario de Mick en los tribunales, el ayudante del fiscal del distrito Ted Minton, como un hombre meticuloso y acostumbrado a seguir las reglas. Según explica Lucas: "Pero llega un momento en que Ted se da cuenta de que, para ganar a Mick, tiene que comportarse un poco más como él, lo que supone actuar de manera más peligrosa a como lo haría normalmente".

Para documentarse sobre su papel, Lucas, que vive en Nueva York, se acercaba a su juzgado local para ver cómo se procesaban distintos casos en el mundo real. "Uno de los aspectos más asombrosos del sistema legal de Estados Unidos es que puedes entrar en cualquier sala de un juzgado y ver cualquier juicio", señala. "Ya sea un asesinato, una violación o una agresión con agravantes, tienes una lista y puedes sentarte tranquilamente a ver el increíble proceso judicial tal como se realiza en este país".

El inspector de homicidios Lankford, interpretado por Bryan Cranston, es otro personaje con el que choca Mick Haller. "Soy una especie de tipo duro y no me gusta nada que Mick no deje de estropear mi trabajo al librar a criminales de la cárcel con simples tecnicismos", explica Cranston sobre su personaje. "Pero, a medida que avanza la historia, Mick empieza a dejar pistas para ayudar a la acusación y empieza a costarme saber de qué va. No tengo claro si es de los buenos o de los malos".

El reparto se completa con una serie de personajes secundarios, entre los que figuran la superestrella de la música 'country' Trace Adkins, que interpreta a Eddie, un cabecilla de una banda de moteros que también es cliente de Mick. "Con unas pocas escenas, Trace hizo un trabajo fantástico para hacer interesante a este jefe de una banda de motoristas de Harley", opina Rosenberg. "Matthew y él se entendieron muy bien ante las cámaras". Además, la veterana actriz Frances Fisher interpreta un papel clave, el de la madre de clase alta de Louis Roulet. "Es pura elegancia", afirma Furman. "Recuerdo decirle: 'Haces que todo parezca muy fácil'. Y ella me lo demostraba cada día".

Siguiendo el ejemplo de McConaughey, todo el reparto exhibió una extraordinaria dedicación al trabajo durante todo el rodaje. En opinión de Lucchesi, tenía que ver en parte con el profundo compromiso de McConaughey con su labor como protagonista. Según explica: "Cuando cuentas con un actor principal que se sabe todas sus líneas y se muestra tan centrado y motivado para hacer un buen trabajo, consigue inspirar al resto del reparto. Tuvimos una suerte realmente maravillosa de contar con Matthew en este proyecto".

Furman agrega: "Durante la producción, lo fundamental era la interpretación y el trabajo de los actores. Por ejemplo, Laurence Mason, que hacía de Earl, el chófer de Mick Haller, no tiene ego alguno, le encanta ser actor y aportó ese entusiasmo al rodaje. Todo el mundo daba cada día lo mejor de sí mismo".

El rodaje de El Inocente comenzó el 12 de julio de 2010. Filmada enteramente en el condado de Los Ángeles a lo largo de 37 días, el uso de exteriores auténticos en la película resultaba una de las principales prioridades para los realizadores. Según explica Furman: "Quería captar lo que considero la otra cara de Los Ángeles. Se trata de un lugar verdaderamente enorme, habitado por comunidades muy amplias y muy distintas entre sí. No solo están Hollywood y Beverly Hills o el Valle de San Fernando, lo que se ve más habitualmente en cine o televisión. También están Boyle Heights, Lincoln Heights, Echo Park, Lynwood e Inglewood".

Teniendo esto presente, Furman llevó la producción desde exteriores de postín como el campo de golf Trump de Palos Verdes, con sus espectaculares vistas panorámicas del océano Pacífico, a los crudos entornos urbanos de Inglewood, al suroeste de la zona centro de Los Ángeles. Furman comenta: "Palos Verdes es muy bonito, supone un drástico contraste con las zonas menos refinadas de la ciudad, como la prisión del condado de Lynwood, que resultó increíblemente real y a la vez verdaderamente espantosa. El verdadero atractivo de rodar en Lynwood era poder mostrar una parte de la ciudad que apenas se ve".

El hogar de Mick Haller se encuentra en Echo Park, una zona de la ciudad muy diversa, tanto racial como económicamente. Este barrio ofrece espectaculares vistas del centro de Los Ángeles, en medio de una imprevisible mezcla de edificios medio abandonados y otros completamente aburguesados. "Pensé que sería el tipo de sitio en el que viviría Mick Haller", explica Furman. "Puede que la zona sea un tanto irregular, pero me pareció que Mick, que está divorciado y soltero, encontraría este lugar bastante céntrico con respecto al propio centro de la ciudad y al Valle de San Fernando".

Como resumen de la experiencia de rodar en exteriores de Los Ángeles, McConaughey señala: "No estamos mostrando la típica Los Ángeles soleada y lujosa. Hace bastante calor y es húmeda, polvorienta, sucia y, a veces, cutre. Es una Los Ángeles de 'no dejes de mirar por encima del hombro cuando vas por la calle', y el Lincoln Continental le da un toque de chulería, lo que no está mal, porque Mick y esta historia tienen ese toque de chulería".

Ciertamente, El Inocente se toma las molestias de aceptar y mostrar toda la complejidad y las contradicciones que convergen en el personaje de Mick Haller. Mick es a la vez un hábil oportunista y un hombre honorable movido por su propio sentido de la integridad; está comprometido con los principios éticos más elevados, a la vez que se ve obligado a defender un sistema defectuoso, y, aunque su trabajo es respetar la ley, sabe que tendrá que infringirla para conseguir que se haga justicia. Como dice McConaughey: "Mick es una persona complicada. Tiene unos principios, que a menudo manipula según le convenga, pero, al mismo tiempo, es un buen tipo. En última instancia, en el fondo, tan solo intenta hacer lo correcto".