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  La niñera mágica y el Big Bang  (Nanny McPhee and the Big Bang)
  Dirigida por Susanna White
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La oscarizada actriz EMMA THOMPSON (An Education, Más extraño que la ficción, Nanny McPhee/La niñera mágica, Love Actually, Sentido y sensibilidad) es la protagonista de LA NIÑERA MÁGICA Y EL BIG BANG. MAGGIE GYLLENHAAL (Corazón rebelde, El caballero oscuro, Más extraño que la ficción, SherryBaby), nominada por la Academia, interpreta a la Sra. Green, una joven y agotada madre; y RHYS IFANS (Notting Hill, Radio encubierta) es el malvado cuñado Phil. También trabaja en la película la legendaria MAGGIE SMITH (La joven Jane Austen, las entregas de Harry Potter), ganadora de dos estatuillas.

Dirige la película SUSANNA WHITE, nominada a dos Emmy (Generation Kill, Bleak House, Jane Eyre) a partir de un guión de la oscarizada Emma Thompson, basado en la serie de libros infantiles Nurse Matilda, de CHRISTIANNA BRAND. La producción corre a cargo de LINDSAY DORAN, que colabora por quinta vez con Emma Thompson (Nanny McPhee/La niñera mágica, Más extraño que la ficción, Sentido y sensibilidad, entre otras), y TIM BEVAN y ERIC FELLNER, de Working Title Films (Distrito protegido, Expiación, más allá de la pasión, El diario de Bridget Jones).


"Os explicaré cómo trabajo.
Mientras me necesitéis, pero no me queráis, deberé quedarme.
En el momento que me queráis, pero ya no me necesitéis, deberé irme"
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El regreso de la niñera
Cinco años después del éxito de Nanny McPhee/La niñera mágica, Emma Thompson y la productora Lindsay Doran vuelven a unirse con Working Title Films para crear un nuevo capítulo de la encantadora y mágica fábula que ha entusiasmado a niños de varias generaciones.

"Siempre hemos descrito la primera película de Nanny McPhee como ‘la niñera mágica contra los siete niños más insoportables que jamás han existido’", explica Lindsay Doran. "Me parece que es una premisa común a estas películas: niños malcriados y una niñera mágica que viene a ayudarlos. La mayor diferencia entre esta entrega y la anterior es que en la primera había una guerra entre un padre y sus hijos, y en la segunda, sólo entre niños. Nanny McPhee debe enseñarles cinco lecciones. No sólo aprenderán a llevarse bien, sino también a resolver sus problemas de forma constructiva".

La guionista, productora ejecutiva y actriz Emma Thompson añade: "En ambas películas hay una ausencia importante. En la primera, es la Sra. Brown, que fallece por tener demasiados hijos, algo habitual en la época. En la segunda, es la ausencia del padre debido a la guerra, algo real en la época que vivimos".

Emma Thompson empezó a pensar en la historia de esta nueva entrega durante la producción de la primera y escribió el guión durante los tres años siguientes. Mientras escribía, intentó conservar el espíritu del material original. El personaje de Nanny McPhee empezó como Nurse Matilda, la figura protagonista de los cuentos infantiles que se contaban en la familia de Christianna Brand y de su primo Edward Ardizzone (que ilustró las novelas de Nurse Matilda). Son historias que pasaban de generación en generación, acerca de unos niños insoportables y de la niñera mágica que llegaba para domarlos, a las que se iban añadiendo nuevas peripecias. Christianna Brand empezó a escribirlas en los años sesenta y les dio una calidad intemporal que Emma Thompson se ha esforzado en conservar en los guiones. La historia y los personajes son nuevos, pero las bases de la historia de Nurse Matilda/Nanny McPhee siguen siendo las mismas; sus lecciones, su aspecto, que pasa de horrible a maravilloso a medida que los niños la quieren cada vez más, su bastón mágico, y esa desgarradora regla que la obliga a irse en cuanto nota que la quieren en vez de necesitarla.

La directora Susanna White fue escogida para llevar el guión de Emma Thompson a la pantalla. El productor Eric Fellner dice: "Nos convencieron los telefilms y los dramas de Susanna. Son asombrosos. Aportó una sensibilidad y una pasión muy especial al proyecto. Creo que el producto acabado dice mucho de sus habilidades y experiencia".

La realizadora recuerda el día que recibió el guión: "Estaba en África, rodando, y llevaba todo el día con escenas de explosiones tremendas para la invasión de Iraq por Estados Unidos en "Generation Kill". Volví al hotel, leí el guión y sentí una conexión inmediata con la historia. La primera película me había gustado mucho, pero en ésta me atrajo la historia de una joven madre agobiada que intenta desesperadamente que su vida no se desmorone. Me encantó el mítico personaje creado por Emma y Kirk Jones en la primera película, una niñera mágica que da miedo, pero al mismo tiempo inspira seguridad. Siempre me pareció que habían dado vida a un personaje icónico". Susanna White también se inspiró en clásicas películas para la familia, como Los chicos del tren y Sonrisas y lágrimas, "que mezclan las emociones con la comedia. He intentado inyectar verdaderas emociones en la película", añade.

Susanna White cree que su experiencia en televisión y en documentales la ayudó: "Creo que a través de los documentales he aprendido a comprender a la gente en situaciones emocionales muy diversas. He asistido a muertes, a nacimientos, a celebraciones. He aprendido a ver la autenticidad de las imágenes que capta la cámara y quería trasladar esta realidad a la ficción".


Levántate, sacúdete el polvo, y vuelve a empezar
Para hacer una segunda película con la niñera mágica de protagonista, se necesitaba una historia totalmente nueva. La productora Lindsay Doran dice: "Las personas que no hayan leído los tres primeros libros de Nurse Matilda, de Christianna Brand, pensarán que la primera película está basada en la primera novela, y la siguiente en la segunda. Pero Emma se basó en los tres libros para escribir el primer guión, por lo que no quedaba nada. Tuvo que empezar desde cero". Pero ¿qué historia nueva? Muy al principio, decidieron que Nanny McPhee no volvería a casa de los Brown para resolver otros problemas. La productora explica: "Un director dijo una vez: ‘Sólo deberían rodarse películas acerca del día más importante en la vida de un personaje. ¿A quién le importa el segundo día más importante?’, refiriéndose a las secuelas, donde los personajes son los mismos, pero los problemas a los que se enfrentan no son tan cautivadores como en la primera entrega. Me pareció un buen consejo".

La solución era hacer viajar a Nanny McPhee por el tiempo y el espacio para visitar a una nueva familia. Eric Fellner dice: "En eso se parece un poco a Batman. Tiene poderes mágicos y puede funcionar como crea necesario según la situación". Emma Thompson añade: "Nanny McPhee no tiene edad, es intemporal. ¿Quién sabe cuánto tiempo lleva visitando a familias o a cuántas familias ha visitado? Una vez decidido que cambiaría de época, supe inmediatamente que quería hacerla aparecer en tiempos de guerra. Escogería a una familia con el padre ausente por la guerra y con la madre esforzándose en seguir adelante. Habría problemas nuevos para los niños y los padres, y cinco nuevas lecciones que les enseñaría Nanny McPhee". También decidieron que no sería una guerra específica. En muchos aspectos, el periodo se parece a los años cuarenta y a la II Guerra Mundial, pero sólo es un parecido. La productora Lindsay Doran dice: "Queríamos que la guerra fuese una metáfora de todas las guerras, no queríamos las restricciones impuestas por un periodo histórico concreto. Por eso decidimos que transcurriría en lo que llamamos ‘estilo años 40’, un periodo ficticio que tiene mucho en común con el de la II Guerra Mundial, pero que es único".

La decisión de llevar a la niñera mágica a otro siglo tiene muchas ventajas. Por ejemplo, en la nueva película, varios adultos conocieron a Nanny McPhee cuando eran niños. El sargento Jeffreys, por ejemplo, un soldado excepcionalmente grande con el que Norman y Cyril se encuentran delante del Ministerio de la Guerra. El actor Nonso Anozie, que encarna al sargento, explica: "El sargento Jeffreys da la impresión de ser un personaje temible. Pero cuando aparece Nanny McPhee, es fácil darse cuenta de que también fue tan vulnerable como los niños de la historia. De hecho, delante de la niñera, sigue siendo igual de vulnerable". El sargento se cuadra y Nanny McPhee dice: "Por lo visto, la tercera lección fue útil". Emma Thompson explica: "Muchos han elucubrado acerca de cuál podía ser la tercera lección del sargento Jeffreys, pero la respuesta es simple: ‘Ponte recto’". Al final de la película nos enteramos de que la Sra. Docherty, interpretada por Maggie Smith, no es otra que la pequeña Agatha Brown de la primera entrega.

Al situar la historia en un periodo de guerra, la mayoría de los hombres están luchando. Sólo quedan los mayores (el Sr. Dorcherty, el granjero Macreadie) y los que no han sido llamados a filas porque trabajan para algo militar (Blenkinsop, el chófer de lord Gray) o por cobardía y astucia (el tío Phil). Es un mundo poblado de niños y mujeres, muchas de las cuales deben realizar tareas hasta ahora reservadas a los hombres. La Sra. Green y sus hijos deben ocuparse de la granja, mientras que el casino donde va Phil es regentado por la Sra. Big (supuestamente casada con el ausente Sr. Big). A Phil le amenazan dos "matonas" porque todos los matones están en el frente.


Los niños en guerra
Aunque la película tiene como telón de fondo una guerra sin especificar, la auténtica guerra de la historia es la que libran entre sí los niños Green y los Gray. Cuando los estirados Celia y Cyril Gray aparecen en la granja, los bulliciosos niños Green les declaran la guerra casi de inmediato. Lil Woods, que interpreta a Megsie Green, explica la situación: "Cuando los primos llegan, estamos dispuestos a ser amables, pero todo empieza mal porque se nota que son ricos, llevan ropa elegante y nos tratan con mucha mala educación. Entonces decidimos que se van a enterar".

Para preparar las numerosas escenas de peleas, los cineastas recurrieron al director de movimientos Toby Sedgwick, ganador de un Premio Olivier. Gracias a su experiencia en la Escuela de Mimo y Movimiento Jacques Lecoq de París, coreografió todas las persecuciones y peleas de los niños y unas cuantas escenas más. Por ejemplo, cuando los animales entran en la cocina y la Sra. Green siempre se vuelve en el momento oportuno para no verlos. "No sé de ninguna otra película que haya contratado a un director de movimiento antes", dice Toby Sedgwick, "pero los trucos cómicos deben estar muy planeados y ser muy precisos. Hay escenas simples, por ejemplo cuando los niños Green persiguen a Cyril alrededor de la mesa, y otras muy complejas, en las que todos se pelean o cuando acaban golpeándose a sí mismos. Por suerte, dispusimos de unas cuatro semanas para coreografiar la secuencia. Recurrimos a gestos empleados por los mimos para que la mano de Cyril no parezca la suya, por ejemplo, cuando se agarra por el cuello y se tira al suelo; o cuando Norman se agarra la oreja y se lleva al otro lado de la sala. Los niños son magníficos. Incluso Oscar, que sólo tiene seis años, tardó muy poco en aprender las técnicas para dar la impresión de no poder controlar su cuerpo o su bate de críquet".


Una madre agotada y una Nanny decidida
Maggie Gyllenhaal, que encarna a la Sra. Green, explica cómo se siente su personaje cuando empieza la historia: "La Sra. Green ya no puede más, pero las cosas sólo empeoran. Si hay alguien que necesita a Nanny McPhee, es la Sra. Green. Los niños no paran, lo rompen todo, hacen trastadas. Por otro lado, la Sra. Docherty la necesita cada vez más. Ya no sabe qué hacer".

Sigue diciendo: "Acepté hacer la película porque la Sra. Green me pareció una persona real, la encarnación de una madre con la que me identifico. Muchas cosas la superan, y creo que las madres en general conocen la sensación de no tener un segundo para respirar. Emma Thompson ha sabido describirla con gran compasión".

En opinión de Susanna White, el papel de la Sra. Green es uno de los pilares de la historia: "Creo que dirigir una secuela es difícil, pero siempre pensé que el guión iba mucho más lejos que una secuela. Lo que más me atrajo fue la difícil situación de la Sra. Green. Está sola, su marido está en el frente. Apenas consigue controlar a sus hijos, pero encima llegan unos primos. Intenta llevar la casa y la granja además de trabajar en la tienda del pueblo. El personaje de la Sra. Green me pareció muy actual".

"Maggie tiene algo que conecta muy bien con el personaje descrito por Emma", añade. "La Sra. Green es un poco peculiar, y estaba segura de que Maggie podría comunicar esa parte del personaje. Además, es madre, y se llevó de maravilla con los niños. Es muy natural, muy abierta, encajaba a la perfección con el papel".

Emma Thompson cree que es interesante ver a Maggie Gyllenhaal en un papel muy diferente de los que suele interpretar: "En la película, Maggie encarna a una inglesa un poco chiflada, pero se la suele asociar con películas muy modernas. Es un placer verla en algo tan diferente. Su Sra. Green es maravillosa".


Campesinos malolientes y parásitos de ciudad
Al contrario de los niños de la primera película, que hacían frente común contra su padre y sus cuidadoras, los niños de LA NIÑERA MÁGICA Y EL BIG BANG son enemigos en cuanto se conocen. "Hay cinco niños en vez de siete", dice Lindsay Doran, "por lo que ha sido más fácil darles personalidades y papeles más diferenciados. Al mismo tiempo, y al ser tan diferentes, el casting fue más complicado".

Susanna White vio por primera vez a Asa Butterfield en El niño del pijama de rayas y se quedó atónita ante su presencia en la pantalla. "No sólo la cámara adora a Asa, también tiene unos ojos asombrosos y una mirada muy sensible. Es capaz de comunicar emociones profundas, y tiene la ventaja de parecerse mucho a Maggie Gyllenhaal".

Emma Thompson añade: "Asa es perfecto para el papel de Norman, el héroe de la película. Su madre y él llevan el peso de la granja y se esfuerzan para que todo vaya bien. Asa es muy directo, puede comunicar emociones, algo crucial para interpretar a Norman porque él es el núcleo emocional de la historia".

Lil Woods es Megsie, la manitas de la familia. Susanna White dice: "Lil es auténtica, vive en el campo y tiene dos cerdos llamados Itchy (Me pica) y Scratchy (Me rasco). Es muy abierta y tiene un sentido innato de la justicia, de lo que está bien y lo que está mal".

"En cuanto la vi entrar, pensé: ‘Esta chica tiene pinta de vivir en el campo’. Y así es", explica Emma Thompson. "Lil vive en una granja. Tiene pecas, la piel dorada por el viento. Nadie más tenía ese aspecto".

Oscar Steer es Vincent, el más joven de los Green. "Oscar es demasiado adorable, no nos quedó más remedio que escogerle", recuerda la directora. "Buscaba a un niño que fuera lo bastante pequeño como para seguir viviendo en un mundo de fantasía. La expresión externa de su vida interior es el casco de explorador. Gracias a este casco, conocemos el espíritu aventurero de Vincent".

Emma Thompson añade: "Los diálogos de Vincent son los de un niño que empieza a manejar oraciones con frases subordinadas. Fue esta comprensión y la extraordinaria movilidad del rostro de Oscar, algo impresionante en un niño tan joven, lo que nos convenció a todos. Además, no conozco a otro niño capaz de emitir sonidos tan realistas, tristes, felices, de queja, sin parecer fingidos".

En cuanto a Cyril Gray, la guionista tenía miedo de haber escrito un papel imposible de interpretar para un niño: "Durante mucho tiempo creí que no encontra- ríamos a nadie. El papel es el de una especie de dandi trepa metido en la piel de un niño. Fue un milagro encontrar a Eros Vlahos".

Lindsay Doran recuerda visionar la cinta de prueba de Eros Vlahos: "Pippa Hall (la directora de casting infantil) le pidió a Eros que improvisara a un niño engreído al que mandan lejos de casa y desea volver. Era hilarante. Luego nos enteramos de que improvisaba números cómicos en directo desde los ocho años. Estaba claro que era capaz de interpretar a un chico malcriado".

La directora Susanna White añade: "Fue impresionante ver cómo crecía la faceta interpretativa de Eros durante el rodaje. Tenía más experiencia como cómico que como actor, pero se empapó rápidamente fijándose en los grandes actores que le rodeaban. Prestó atención y aprendió de todos".

Celia fue la más difícil de encontrar. "Por mucho que buscáramos, no encontrábamos a Celia", recuerda Susanna White. "Necesitábamos a una chica con clase capaz de lanzarse a un viaje emocional. Un día, estaba con Pippa Hall haciendo pruebas. En cuanto rodé a Rosie, vi que era especial. Resplandecía en la pantalla y sabía actuar. Además, tiene algo de época, es más clásica que moderna".

Emma Thompson está de acuerdo: "Rosie entró en la sala con ese aspecto delicado de melocotón maduro. Fue inmediato, todos querían protegerla para que no se hiciera daño, pero a pesar de dar la sensación de haber crecido en un invernadero con otras frutas maravillosas, es muy resistente. Ha estudiado ballet y se mantiene erguida como Margot Fonteyn".

Rhys Ifans, que encarna al malvado tío Phil, dice: "Estoy en total desacuerdo con este viejo dicho: ‘No trabajes con niños o con animales’. Fue un placer estar con los niños de esta película. He trabajado con niños en varias ocasiones y siempre ha sido una buena experiencia. No tienen los complejos de los actores adultos".


El zoo
"Los animales que participaron en la primera película gustaron mucho a los niños. Sabíamos que debíamos incluir a otros animales en ésta", explica la productora Lindsay Doran. "Emma inventó a unos cerditos que acaban cobrando una gran importancia en la trama. No sólo aparecen porque son monísimos, también tienen un propósito muy concreto. Fue fantástico rodar con ellos. Eran muy listos e hicieron casi todo lo que queríamos".

El domador de animales Gary Moi dice: "Los cerdos son animales maravillosos, muy inteligentes. Empezamos a trabajar con ellos cuando tienen tres semanas. A las seis semanas han aprendido y están listos para rodar. Los cerdos crecen muy deprisa, y trabajamos con dos grupos de ocho cerditos con cuatro semanas de diferencia para poder rodar un mes con cada grupo".

Dado que los cerdos usados en el rodaje eran de la raza Yorkshire, completamente rosados, sin marcas, y para que parecieran de la raza Gloucestershire Old Spot, tal como había pedido la directora, el jefe del departamento de maquillaje y peluquería Peter King diseñó un sistema de plantillas para pintar marcas distintivas en cada cerdito.

Sin embargo, hay ciertas cosas especificadas en el guión que los cerditos no podían realizar. Por ejemplo, natación sincronizada y trepar a los árboles. Estas imágenes fueron añadidas posteriormente por los magos de efectos visuales de Framestore. Por lo tanto, los niños debieron reaccionar ante unos cerditos inexistentes. "En la escena de natación sincronizada, los niños tuvieron que demostrar una enorme alegría ante una charca vacía", dice Emma Thompson, "algo muy difícil incluso para un adulto, no digamos un niño". Para ayudarles a expresarse, Emma Thompson apareció de golpe en la charca, mientras las cámaras rodaban, y procedió a imitar lo que harían los cerditos ante la mirada atónita de los niños. "En realidad, lo que se ve en esa escena es a unos niños absolutamente encantados de ver cómo me ahogaba", dice la actriz, con fingido resentimiento. "Eso demuestra el respeto que me tenían".

Pero hay más animales en la granja. Una vaca y una cabra tienen papeles protagonistas, tres gansos giran la cabeza en el momento idóneo, unas gallinas deambulan delante de la casa y, en ocasiones, en la cocina. Incluso aparece un bebé elefante, para hacerlo aún más interesante. Además, Nanny McPhee revela otra vertiente de su carácter a través de un familiar suyo, una grajilla llamada Sr. Edelweiss. Este pájaro siente una tremenda predilección para la masilla que retiene los cristales, aunque le provoque gases y otros efectos aún más desagradables. Pero esta mala costumbre acaba siendo muy útil en el momento cumbre de la película.

Lindsay Doran comenta: "Cuando Emma y yo empezamos a trabajar en el guión, nos pareció una buena idea que Nanny McPhee tuviera un familiar. Las brujas suelen tener un familiar, un animal que las ayuda con la magia. Así nació el Sr. Edelweiss y su relación de mutua dependencia con Nanny McPhee. Nadie sabe cuánto tiempo hace que la sigue, intentando volver a ganarse su amistad. Sabemos que la perdió, pero tampoco sabemos por qué. Mr. Edelweiss no se rinde. Seguirá insistiendo hasta que ella le deje posarse en su hombro otra vez. Su fe es una pequeña historia dentro de la historia principal".

"La relación de Nanny McPhee con el Sr. Edelweiss es mucho más normal que la relación que la une con los niños a su cargo", explica Emma Thompson. "Se enfada con el pájaro, cosa que nunca hace con los niños". La actriz disfrutó mucho trabajando con las grajillas que compartieron el papel del Sr. Edelweiss: "Ensayé durante meses con los pájaros. Lo pasé muy bien. Me encariñé con Al, Devil y Dorian, mis tres grajillas. Eran maravillosas. Empecé trabajando con seis y nos quedamos con tres. A una se le daba mejor volar, otra era más atrevida, otra sabía salir volando de debajo de mi falda…"

En opinión de Susanna White, el personaje del Sr. Edelweiss añadía algo al papel de Nanny McPhee: "Lo mejor del Sr. Edelweiss es que permite conocer más de Nanny McPhee como persona; aprendemos cosas sobre ella, sobre su vida pasada, a través de la relación de ambos".


Los malos de la película
Como en cualquier buena historia que se precie, hay unos malos. Rhys Ifans encarna a Phil Green: "Phil es el cuñado de la Sra. Green. Su hermano Rory se alistó para ir al frente, pero él finge tener los pies planos para evitar que le llamen a filas. Media granja es suya, pero ha contraído una importante deuda de juego. Su única solución es pagarla con la granja", explica el actor. "En mi opinión, Phil es un cobarde de primera".

Susanna White sigue diciendo: "Phil es un ser débil. Se considera a sí mismo una buena persona, pero siempre anda metido en líos. Es un eterno optimista convencido de que con su nueva idea podrá hacer una fortuna. Rhys se metió en el papel del malo inmediatamente. La comedia se le da muy bien, pero también hay una nota emocional que conecta con el espectador. Nadie habría encarnado mejor a Phil, un malo maravilloso con un toque sexy".

Las señoritas Topsey y Turvey forman parte del oscuro mundo de Phil. Son las dos secuaces de la sospechosa Sra. Biggles (o Sra. Big). Estas "matonas" tienen en su poder un pagaré con la firma de Phil por el valor de una granja, y quieren que Phil pague. Rhys Ifans dice: "Todos los hombres están en el frente, y estas mujeres grandes y temibles han amenazado a Phil con quitarle los riñones si no paga. Está muy asustado". Katy Brand (la Srta. Turvey) añade: "Están hartas de comer gachas y huevos en polvo. Si consiguen que Phil Green les dé la granja que le debe a su jefa, podrán llenarse el estómago con delicias turcas". Sinead Matthews (la Srta. Topsey) dice: "Uso el coqueteo y unas risitas dementes", y Katy Brand acaba diciendo: "Yo soy puro músculo con la mente de un psicópata".


El fantástico invento del Sr. Green
El Sr. Green es el padre ausente que se fue al frente y del que no se tiene noticias. Pero su personaje está presente a través de un invento único, el Rasca-O-Mático, que él creó para su hogar, su familia y sus cerdos.

El pequeño Oscar Steer, de seis años, explica: "El Rasca-O-Mático sirve para rascar a los cerdos. Mientras su padre está luchando en la guerra, Vincent rasca a los cerdos con la máquina. Si tuviera una en la vida real, convencería a mi hermano y a mi hermana de que se sentaran en el establo para que los rascara".

La realizadora Susanna White dice: "Cuando leí el guión por primera vez, me pareció de vital importancia que el padre estuviera más presente en la granja. Sólo así el público podría sentir el dolor de su ausencia. Le sugerí a Emma que añadiera un juguete o un espacio de juegos hecho por él para sus hijos. Pero se le ocurrió algo mucho mejor, el Rasca-O-Mático".

"A los cerdos les encanta que los rasquen", explica la guionista Emma Thompson. "Caen en una especie de éxtasis y se duermen. El Sr. Green está representado por una máquina de rascar, demostrando que es un hombre imaginativo, compasivo e ingenioso".

El director artístico Nick Dent dice que se inspiró en Heath Robinson para diseñar el Rasca-O-Mático: "Estudiamos cómo inventar la máquina, pero hay muchos profesores locos que inventaron aparatos con medios caseros; no empezamos desde cero. Eso sí, no debía tener el aspecto de un invento insensato. Al contrario, era un objeto realizado con cuidado y cariño, pensado para divertir a sus hijos y complacer a sus cerdos. Al fabricarlo desde cero, tuvimos cuidado de no usar ningún objeto posterior a los años cuarenta, nada de tecnología actual. En segundo lugar, debía ser visualmente atractivo y dar la impresión de que el padre había intentado hacer algo interesante y divertido para los niños".


Al estilo de los cuarenta
"Es una película fantástica y no queríamos sentirnos encorsetados en un periodo o un lugar muy específico", explica Lindsay Doran. "Decidimos no ser muy fieles al periodo de la II Guerra Mundial para que la estética de la película fuera más bonita y para que esa guerra se convirtiera en una metáfora de todas las guerras. Es una historia clásica en la que el padre está en el frente. Los problemas de la familia Green son lo que tiene cualquier familia que vive en un país sumido en un conflicto bélico. Los hijos y la madre se preocupan por el padre, tienen más responsabilidades de lo habitual, los problemas económicos crecen y es difícil hacer de padre y de madre a la vez".

Con la idea de que la película transcurría en una época "al estilo de los 40", el equipo de diseño dio rienda suelta a su imaginación. Emma Thompson dice: "Al escribir, trabajé con la palabra, los personajes y la historia. Tenía imágenes en la cabeza. Pero el diseñador de producción Simon Elliott creó algo perfecto, maravilloso, original, y todo lo que yo había imaginado desapareció. Eso es lo bueno de escribir un guión; llegan otros y añaden algo que nunca se me habría ocurrido".

Nada más leer el guión, Susanna White decidió que Simon Elliott debía diseñar la película. "Simon y yo estamos en la misma onda", explica. "Tiene influencias del mundo entero. Por ejemplo, los cajones de la tienda del pueblo son idénticos a los que vio en una tienda en Francia; los almiares tienen la misma forma que en Rumanía. A pesar de ser cosas muy dispares, consigue darles un toque inglés. Se basó en las fotografías de Norman Parkinson y en el estilo decorativo del grupo de Bloomsbury. A los dos nos gusta el lado surrealista del tradicional estilo inglés, de ahí los extraños diseños de los árboles ornamentales del pueblo".

Los exteriores de la granja y los prados donde se rodó la persecución de los cerditos se rodaron en Tilsey Farm, cerca de Guildford. Se trata de un valle entre dos colinas verdes con escasísimas señales de los progresos del siglo XXI. Aunque la casa en la pendiente de la colina parece llevar allí cientos de años, nada hay más lejos de la verdad. El diseñador explica: "Excepto el pajar, lo construimos todo, la casa, las dependencias, el jardín y las charcas. Hubo que mover una cantidad ingente de tierra para colocar la casa en la ladera, hacer terrazas, excavar un par de charcas. Finalmente, tuvimos que hacer una carretera para que pudieran llegar los camiones. Lo conseguimos en once semanas a base de duro trabajo".

El guión especificaba que el barro era abundante. Susanna White pidió al departamento artístico que creara una sustancia similar al barro que diera la sensación de ser pegajosa.

Aparte de los planos exteriores, varias secuencias transcurrían en el interior de la granja. Simon Elliott dice: "El guión describe cinco habitaciones en la granja, la cocina, un salón, el cuarto de los niños, el dormitorio de la Sra. Green y un baño". Los decorados interiores se construyeron en los estudios Shepperton. Sigue diciendo: "Nos inclinamos por una ambientación con toques nostálgicos típicos del campo inglés de los años 20, 30 y 40. Buscamos los muebles y los objetos por todo el país. Lo pasamos muy bien en subastas, mercadillos. Incluso recurrimos a eBay. La casa debía ser muy creativa. La Sra. Green se hace su ropa y la de los niños; la casa debía dar la sensación de ‘hecho a mano’". Los niños actores ayudaron a decorar los platós. Todos los dibujos que hay en la cocina son suyos.

La tienda de la Sra. Docherty es otro de los decorados construidos en los estudios Shepperton. Aunque el país está en guerra y hay escasez, la película empieza cuando la tienda acaba de recibir los suministros para todo el mes. Está llena de colores. La directora Susanna White dice: "Estaba convencida de que Simon crearía un lugar mágico, lleno de imaginación, conservando el espíritu de los viejos pueblecitos ingleses". Levantaron un tabique cubierto de cajones para la escena en que la Sra. Green oye voces diciéndole que sólo Nanny McPhee puede ayudarla. Otros lugares del decorado se prepararon especialmente para los objetos "habladores" y el volcán de harina creado por la Sra. Docherty.

Puede que uno de los decorados más idílicos de la película sea el campo de cebada, plantado con cebada de tallo largo para que pudiera cosecharla una máquina de los años treinta. En plena campiña de Oxfordshire, el terreno está en la cresta de una colina, dominando un valle precioso.

El campo de cebada, de 12 hectáreas, debía ser perfecto porque, en palabras de Emma Thompson, "la cosecha es uno de los personajes principales de la película. El equipo de producción se encargó de que se sembrara el año anterior y de que se cuidara durante ocho meses. Jamás había trabajado en un lugar tan maravilloso. La cebada se mueve constantemente. Nunca habríamos conseguido un efecto así con la digitalización. Los efectos digitales son fantásticos, pero un campo de cebada es algo único. Cada planta se mueve de forma diferente, habla y hace ruido con el viento. De pronto, entendí por qué un granjero puede sentir pasión por su trabajo, tener una relación con sus campos. A nosotros nos pasó".

En fuerte contraste con el campo idílico, descubrimos Londres cuando Norman, Cyril y Nanny McPhee van a visitar a lord Gray. "Guardamos el rojo para Londres", dice el diseñador de producción. "Restringimos la paleta de colores en el campo para que el rojo estuviera por todas partes en Londres, los autobuses, los postes y las cabinas telefónicas, los uniformes de los guardias, incluso en las uñas y los labios de las actrices. Queríamos un Londres muy contrastado con el campo. Nos limitamos a edificios con líneas muy expresionistas, como la Central Eléctrica de Battersea y el Ministerio de la Guerra. Aparte de edificios de ladrillo, nos limitamos a tonos negros y grises. Era importante dar la sensación de "guerra" en general y no de una en particular".

Otro aspecto crucial del diseño de la película fue el vestuario, del que se ocupó Jacqueline Durran, la diseñadora de vestuario de películas como Expiación: más allá de la pasión y Happy: un cuento sobre la felicidad. Susanna White dice: "Quería que el vestuario fuera atemporal y clásico. Jacqueline lo entendió inmediatamente. Me parecía crucial que el espectador tuviera la sensación de que podía encontrarse a la Sra. Green en Notting Hill hoy en día, vestida con su bata floreada y sus playeras, y que no llamaría la atención. Jacqueline se basó en los diseños clásicos británicos, las telas Liberty, los suéteres Fair Isle. La ropa de los niños y de la Sra. Green parece estar hecha en casa. Refleja la misma estética que la decoración de la casa. Es parte del mismo mundo, un mundo que no tiene nada que ver con el vestido vaporoso y caro de Celia ni con el traje de Cyril, hecho a medida por un sastre de Saville Row".


El objeto amado siempre es maravilloso
Uno de los temas principales de los libros de Nurse Matilda, en los que está basado el personaje de Nanny McPhee, es el aspecto cambiante de la niñera mágica, que mejora a medida que los niños aprenden a comportarse.

Estos cambios no se explican en la película, pero los cineastas citan un proverbio noruego, "El objeto amado siempre es maravilloso", como la mejor explicación que se les ocurre. Todos se quedan perplejos ante el horripilante aspecto de Nanny McPhee cuando la ven por primera vez. La Sra. Green se detiene en seco; el pequeño Vincent no reprime un gesto de asco; el tío Phil deja escapar un grito de terror, y Cyril la describe como "una cara que podría ganar la guerra ella solita". Pero cuanto más se encariñan los niños con su sorprendente Nanny, cuanto más generosos y afectuosos, sus rasgos más horribles dan la impresión de desaparecer. Nunca se plantea si la transformación es real o si sólo tiene lugar en la imaginación de la familia. En la primera entrega de Nanny McPhee/La niñera mágica, el Sr. Brown y sus hijos se dan cuenta del cambio, pero aquí sólo los animales parecen verlo: el Sr. Edelweiss grazna, un cerdito guiña el ojo. Los cambios son imperceptibles y cuesta saber cuál es la diferencia de una escena a otra.

Peter King, director del departamento de peluquería y maquillaje, aún recuerda lo primero que pensó cuando se le encargó la creación del aspecto de Nanny McPhee en la primera película: "Tiene que dar miedo, pero sin pasarse". El diseñador, ganador de un Oscar por sus magos, troles y hobbits de la trilogía El señor de los anillos, añade: "También debía ser graciosa, pero tampoco demasiado, o distraería al espectador de los temas más profundos de la historia". En los libros de Nurse Matilda, la escritora Christianna Brandt nunca omite describir la fealdad inicial del personaje al llegar a la puerta de una nueva familia: dos verrugas con pelos, una única ceja, un enorme diente que le sobresale "cual lápida" y "una nariz como dos patatas". Peter King coordinó sus esfuerzos con el departamento de vestuario para recrear el aspecto inicial y las diversas etapas por las que pasa el personaje.