Abu Laila es un juez que se ve obligado a trabajar como taxista cuando el gobierno deja de tener los medios suficientes para seguir pagándole el sueldo. El día que su hija Laila cumple diez años, su mujer le insiste en que vuelva temprano a casa con un regalo y una tarta. Abu Laila no tiene otra cosa en la cabeza que cumplir con la misión encomendada, pero la vida diaria en Palestina tiene otros planes para él.