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  Asesinos de élite  (Killer elite)
  Dirigida por Gary McKendry
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Acerca de la producción: Cómo empezó todo
"Está claro que es una película de acción, un thriller, pero los personajes están basados en personas reales, y lo que nos interesaba era explorar su humanidad. Creo que eso fue lo que atrajo a actores de la talla de Robert de Niro, Clive Owen y Jason Statham", explica el director, Gary McKendry.

Sir Ranulph Fiennes, aventurero y escritor británico, escribió la polémica novela The Feather Men en 1991. El libro, basado en hechos presenciados por él durante su servicio en el ejército británico y el SAS, es una trepidante historia que trata de unos antiguos soldados del SAS que se enfrentan a los mejores mercenarios del mundo en una sanguinaria operación de venganza.

Cuando un amigo pasó a Gary McKendry un ejemplar del libro de Fiennes, poco se imaginaba él que aquello lo embarcaría en una viaje que tardaría casi siete años en cristalizarse.


El origen de una polémica novela
LA FUENTE: The Feather Men, de sir Ranulph Fiennes

Ranulph Fiennes nació en 1944 y estudió en Eton (Berkshire, Reino Unido). Sirvió en los Royal Scots Greys, un regimiento del ejército británico, antes de unirse al SAS y convertirse en el capitán más joven del ejército británico. En 1968, se unió al Ejército del Sultán de Omán, y en 1970 fue galardonado con la Medalla del Sultán al Valor. Desde 1969, Ranulph Fiennes ha liderado muchas expediciones. Definido por el Libro Guinness de los Récords como "el más grande explorador vivo del mundo", ha trabajado para recaudar importantes sumas de dinero en pro de varias causas benéficas, y en 1993 fue galardonado por la Orden del Imperio Británico por sus esfuerzos humanitarios en causas benéficas.

Su novela The Feather Men, que ahonda en los aspectos más truculentos de una de las guerras más sucias libradas por Gran Bretaña y en el escándalo político que sucedió a los asesinatos, detalla también la existencia de una sociedad secreta de poderosos veteranos del SAS con un código propio que les permitía llegar hasta donde fuera necesario para proteger a sus compañeros soldados, tanto retirados como en activo.

Fiennes, que sirvió en el SAS, da fe de la autenticidad de los hechos narrados en su libro, y sostiene que los Invisibles encubrieron los asesinatos por encargo de los soldados del SAS haciéndolos pasar por muertes accidentales. No obstante, como quiera que los pormenores del papel del SAS en la guerra de Omán siguen clasificados como alto secreto por el gobierno británico, hasta ahora no ha habido posibilidad de corroborar muchos de los hechos reflejados en el libro.

Sin poder por tanto distinguir realidad de ficción, el guionista australiano Matt Sherring y el director Gary McKendry colaboraron estrechamente para crear una película basada en hechos reales pero dramatizados y condensados para la gran pantalla.

McKendry sentencia: "No sabemos si todos los detalles son verídicos o no. Sólo sé que es una historia fabulosa. Y nosotros nos propusimos hacer de ella una gran película".


El guión: Asesinos de élite, de Matt Sherring
La naturaleza oscura y compleja de los hechos que Fiennes describe en su libro llevó al director Gary McKendry y al guionista Matt Sherring a reconsiderar la trama y, sobre todo, el final.

Así lo explica Sherring: "Cuando lees el libro, Fiennes no te cuenta qué pasó al final con Danny y Spike. No te dice adónde fueron, lo que hicieron. A nosotros nos parecía que no podíamos llegar al final de la película y decirle al espectador: “Bueno, en realidad no sabemos qué fue de estas dos personas a las que llevas siguiendo dos horas”".

Adaptar a la pantalla un argumento tan elaborado tuvo sus propias dificultades. Sherring dice: "Es un libro bastante largo e intrincado, que abarca un periodo de diecisiete años, por lo que tuvimos que condensarlo". McKendry añade que optó por "reducir el número de personajes, el número de escenarios, el número de víctimas y el número de incidentes. La clave estaba en simplificar y al mismo tiempo mantener la emoción de una historia muy compleja".

Formar parte de una película con un componente dramático era importante para Jason Statham, que añade: "Muchas de las películas que se ven ahora en los cines son pura fantasía. No hay más que explosiones y acción, sin personajes que te emocionen. Aquí hay gente real haciendo cosas reales, que intentan solucionar un conflicto. Creo que en este caso hay mucho que contar, y una vez enlazas esta situación dramática con la acción, nos encontramos con una gran película".


Una historia internacional convertida en una película australiana
Tras haber producido varias películas de éxito, Omnilab Media, la mayor compañía mediática independiente de Australia y Nueva Zelanda, estaba desarrollando una serie de producciones internacionales cuando los productores Joni Sighvatsson y Steve Chasman presentaron a la compañía el proyecto de Asesinos de élite. Christopher Mapp y Matthew Street, productores ejecutivos de Omnilab, se quedaron impresionados por el apasionamiento de los productores y la visión creativa que McKendry tenía del material. Además, Omnilab ya había colaborado satisfactoriamente con Chasman y Jason Statham, por lo que todo parecía encajar desde el comienzo del proyecto. Christopher Mapp recuerda: "Tras el enorme éxito de Jason Statham y Steve Chasman en The Bank Job, estábamos deseando hacer otra gran película con ellos. Nos sedujo el entusiasmo y la visión personal de Gary, así que cuando Jason nos confirmó que quería interpretar a Danny, nos propusimos buscar a los actores perfectos para los papeles de Spike y Hunter, que resultaron ser Clive Owen y Robert de Niro".

Después de hacerse con los derechos de la película, la productora de Omnilab, Ambience Entertainment, reunió a los productores australianos Michael Boughen y Tony Winley.

Gran parte de los actores salieron de la cantera australiana, como Dominic Purcell, Yvonne Strahovski, Ben Mendelsohn, Aden Young y el prometedor Firass Dirani, todos ellos en papeles clave.


Los personajes

DANNY (Jason Statham)
El director Gary McKendry describe así al personaje de Danny: "Al principio de la película, encontramos a un hombre que ha pasado página: ha dejado atrás la vida de soldado, de asesino a sueldo. Lo vemos en un rancho en Australia, intentando construir una nueva vida, dejar atrás todo ese mundo. No es que se le esté dando muy bien, no le está resultando fácil precisamente, pero al menos lo está intentando y tiene esperanzas de conseguirlo. Cuando lo llaman para ir a salvar a Hunter, se ve arrastrado de nuevo al mundo que creía haber dejado atrás".

Un tema que interesó desde el principio a McKendry fue cómo los ex soldados reemprenden su vida cuando la guerra deja de definir su existencia. En sus propias palabras: "Cuanto más profundizábamos, más nos dábamos cuenta de que para los soldados la guerra no es lo que hacen, sino lo que son".

El guionista Matt Sherring recuerda haberse sentido atraído hacia el personaje por la misma razón: "Una de las características más admirables de Danny es su tremenda lealtad. Está dispuesto a arriesgar su vida y cualquier posibilidad de tener un futuro feliz para salvar a quien considera su única familia. Tiene que cumplir con su misión; desde su punto de vista, no tiene alternativa".

La elección de Jason Statham para el papel de Danny
Jason Statham, una de las más grandes estrellas mundiales del cine de acción, ha aportado al papel de Danny su personalísimo dominio del género. "Por primera vez vemos a la acción alcanzar el mismo nivel que el drama. Ha valido la pena", explica el productor Steve Chasman.

El director Gary McKendry no concebía a ningún otro actor para este rol: "Jason era mi favorito. Cuando aceptó el papel, me volví loco de contento. Danny es un personaje muy difícil, es una persona que hace cosas malas por buenos motivos, y creo que Jason lo captó a la primera. Lo más interesante de Danny es que en la película no tiene con quién hablar, nadie con quien compartir sus problemas. Está atrapado entre dos mundos, y en ninguno de ellos puede abrirse. Básicamente, es un hombre de secretos. Siempre me ha gustado cómo interpreta Jason el silencio. Ésa fue una de las cosas que más me gustó de Transporter. Lo que me atrajo de Jason fue su calma, su circunspección, que han resultado ser fundamentales para su papel, y creo que los ha interpretado magníficamente. A cada paso, en cada mirada, en todo lo que hace se nota que Danny es un tío que no quiere hacer lo que está haciendo, y creo que sólo Jason podía transmitirlo así".

Jason Statham devuelve el cumplido: "Para ser alguien que no posee 20 años de experiencia, Gary tiene cualidades que van mucho más allá. Su confianza es inquebrantable, y creo que es una persona que llegará lejos".

McKendry añade: "A eso hay que añadirle los requisitos físicos del papel (saltar de edificios, desde andamios, atravesar ventanas, conducir a la perfección, usar armas). Danny es un miembro de las fuerzas especiales, tiene que poder hacer eso con total naturalidad. Además, la parte dramática requería poder interpretar bien el sentimiento de culpa. Se trata de un personaje bastante complejo, y Jason lo captó a la perfección, puso todo su talento a su servicio y lo hizo brillar".

SPIKE (Clive Owen)
El soldado de élite al que se enfrenta Danny en el juego del gato y el ratón es Spike, el ex soldado del SAS interpretado por Clive Owen.

Spike está profundamente comprometido con la misión de los Invisibles de proteger la vida y los intereses de los antiguos miembros del Servicio Aéreo Especial. Pero es Spike quien se encarga de hacer el trabajo sucio, puesto que la organización secreta no quiere mancharse las manos. Pero ¿qué precio está dispuesto a pagar, y qué deberá sacrificar en el proceso?

En palabras de McKendry: "Es un soldado que ha servido en el SAS, al que seguramente hirieron en la cúspide de su carrera, perdió un ojo y tuvo que retirarse. Los soldados del SAS reciben un entrenamiento de élite, les dicen que son especiales, que son imprescindibles, todos los días les recuerdan que son distintos al resto del mundo. Y, de la noche a la mañana, los echan de las fuerzas especiales y ya no sirven. Lo más parecido que Spike puede hacer después es trabajar para los Invisibles y, en muchos aspectos, él es su cabeza de turco, porque es el único que está en contacto con los que hacen el trabajo. Creo que Spike está dispuesto a conformarse con esto porque es el único servicio activo que puede prestar".

La elección de Clive Owen para el papel de Spike
Al igual que Jason Statham, el candidato a un Oscar Clive Owen aparece en ASESINOS DE ÉLITE como nunca se le había visto en la gran pantalla. Clive interpreta el explosivo papel de Spike, un hombre siempre listo para la acción, lleno de rabia y demoledoramente realista. Gary McKendry, que ha seguido con entusiasmo la carrera de Owen, sabía que hacía falta un actor de su talla para hacer justicia al papel: "Soy admirador de Clive Owen desde hace muchos, muchos años, desde Crupier. Una de las mejores cosas de Clive Owen en esta película es cómo da la réplica a Jason. Las escenas de lucha entre ellos son increíbles, espectaculares. Y también hay una escena muy silenciosa en un pasillo donde Jason se enfrenta a Clive. Es tan silenciosa y hay tanta energía acumulada que parecen dos tigres dentro de una jaula".

Clive dice que lo que más le atrajo del proyecto fue la fuerza del guión. "Me gusta el guión. Me pareció una película de espías muy original. Tiene muy buenas escenas de acción, pero además te transporta a ese mundillo tan especial y real al mismo tiempo. Tienes a estos dos tipos que han sido agentes de las fuerzas especiales pero que a la vez están muy inmersos en el mundo real. Después vi el corto de Gary Everything In This Country Must y me pareció alucinante".

HUNTER (Robert de Niro)
Hunter, mercenario veterano y amigo de Danny, quien lo considera como un padre, se encuentra retenido en Omán por un jeque y su vida depende de que Danny lo salve.

Gary McKendry explica por qué el personaje se encuentra en esta situación: "Hunter aceptó un encargo que le superaba, que era demasiado para él solo. Todos sueñan con salir de ese mundillo, y por eso muchos intentan abarcar más de lo que pueden. Hunter no sólo aceptó el encargo, sino que cuando las cosas se complicaron intentó huir. Pero en el mundo de los mercenarios hay un código, y ese código dice que si aceptas un encargo tienes que acabarlo, o vendrá alguien a acabar contigo. La única forma de que Hunter vuelva a ver la luz del día es que Danny haga el trabajo por él. Es una encerrona bastante elaborada".

La elección de Robert de Niro
Como era de esperar, Robert de Niro, toda una leyenda del cine, aportó mucho al papel de Hunter. También tuvo una estupenda química con Jason a la hora de representar la relación entre Danny y Hunter. McKendry explica lo que esto supuso para la película: "Estuvo tremendo, fantástico, genial, le interesaba mucho el personaje, puso mucha energía en el papel, y me obligó a explorar quién era Hunter y cuál era su pasado. Fue muy interesante ver a Robert y a Jason trabajar juntos, la química que había entre ellos. Funcionó muy bien porque Robert interpretaba una figura paterna un tanto oscura, que no va de “papi” y que se siente muy culpable por haber metido a Danny en un lío. Creo que es una relación paterno-filial muy interesante, y parece que funcionó".

El productor ejecutivo Christopher Mapp está de acuerdo con McKendry en cuanto a lo que representó la elección del actor: "La idea de tener a alguien como Robert de Niro era perfecta para la película. Por suerte, acudimos a él en el momento oportuno y estaba disponible. Se involucró mucho en la película. Recuerdo la primera vez que hablé con Bob en Nueva York. Le gustó mucho el personaje de Hunter y, con su peculiar e inimitable estilo, lo elevó hasta un nivel superior. Ha subido el valor de la historia, de los personajes y de la interacción entre ellos".

Jason Statham añade: "Toda esta experiencia ha sido probablemente la mejor que he tenido en mi vida profesional. Sería difícil destacar una escena concreta, pero puedo decir sin temor a exagerar que cualquier escena con Robert de Niro ha sido la más memorable para mí".

ANNE (Yvonne Strahovski)
Danny conoce a Anne desde que eran niños, pero cuando vuelve a encontrársela por casualidad en Australia, el amor surge entre ellos. Y Anne se convierte en el principal motivo de Danny para no volver a las andadas.

Yvonne Strahovski dice de Anne: "Es una chica de campo, monta a caballo y tiene un pasado algo oscuro. A medida que la relación entre ellos se desarrolla, Anne empieza a darse cuenta de que algo no encaja. Ella no sabe realmente a qué se dedica Danny. No es que le importe, lo que realmente le importa es que está enamorada de él. Pero a medida que se van conociendo, surgen cosas sospechosas: Danny recibe llamadas de teléfono a deshoras, extraños telegramas, y ella empieza a atar cabos".

La elección de Yvonne Strahovski
El principal personaje femenino de esta historia de machotes es la australiana Yvonne Strahovski. Conocida por ser la estrella de la comedia de acción de la NBC "Chuck", disfrutó mucho del cambio de aires que supuso interpretar el personaje de Anne, a pesar de que se apartaba mucho del registro al que tenía acostumbrado al público. Los productores ya eran fans de "Chuck", pero fue al ver a Yvonne en la comedia romántica australiana I Love You Too, de Peter Helliar, cuando se dieron cuenta de su potencial para interpretar a Anne. "Nuestra directora de reparto, Leigh Pickford, la localizó y ella, que estaba en Los Ángeles, grabó su prueba y nos la envió", recuerda el productor Steve Chasman. Michael Boughen asiente: "Es fantástica, y trabajó muy bien con Jason desde el principio. Hicieron muy buenas migas".

La prueba de Strahovski tuvo el mismo efecto en Gary McKendry: "Yvonne estuvo brillante, magnífica. Yo la había visto en “Chuck”, pero ni siquiera sabía que era australiana, para ser sinceros pensaba que era estadounidense. Cuando vi aquella grabación, con el tráfico de fondo (la había hecho a toda prisa a la hora del almuerzo), me pareció fantástica. Y las escenas que tiene con Jason han quedado perfectas. Les plantamos dos cámaras delante y los dejamos a su aire. Hay un poco de improvisación, se divirtieron haciéndolo, y en el montaje ha quedado genial, porque hay química entre ellos. Montar esas escenas ha sido muy divertido".


El equipo de Danny
Danny se embarca en su peligrosa misión acompañado por su viejo amigo y su mano derecha, el violento Davies (Dominic Purcell) y por el frío asesino Meier (Aden Young), que forman un grupo de mercenarios de élite y que pertenecen a ese dos por ciento de hombres que según las estadísticas son asesinos natos.

DAVIES (Dominic Purcell)
Dominic Purcell resume así el personaje de Davies: Danny se fue una temporada, y al volver necesitaba que le echaran una mano con una situación complicada y por supuesto recurrió a su mejor amigo, en el que podía confiar. "Davies es el mejor amigo de Danny, han pasado mucho tiempo juntos en las fuerzas especiales, cuando eran unos chavales. Davies y Danny tienen un vínculo muy estrecho y se entienden perfectamente, son grandes amigos. Davies es muy extrovertido y le gusta beber, es tan rápido a la hora de sonreír como a la hora de disparar".

Dominic Purcell, internacionalmente conocido por su papel en "Prison Break", la serie de la Fox candidata a un Globo de Oro y que le valió un premio AFI del Instituto de Cine Australiano, se transforma para la película en el ex paracaidista Davies. "Dom estuvo extraordinario, se entregó al cien por cien. Creo que a la mayoría de la gente que lo conoce por “Prison Break” le costará reconocerlo en esta película: aumentó de peso, se dejó crecer el pelo, comía donuts, coqueteaba con las mujeres y se divertía siempre que podía. Se convirtió en Davies, y supo trasladar todo eso a la pantalla", dice McKendry.

MEIER (Aden Young)
El actor australiano Aden Young, conocido por su amplio repertorio de papeles en películas internacionales, interpreta en esta película al siniestro asesino Meier. Young describe así a su personaje: "Meier es un tío con el que a uno no le gustaría relacionarse demasiado, está muy desequilibrado. Es un hombre de costumbres y moral dudosas. Es un técnico experto y un espía muy bien entrenado, por lo que si alguien necesita a un agente de métodos sucios para hallar una pista o hacer un reconocimiento de campo, él es su hombre".

"En realidad Meier no habla mucho en la película, es muy circunspecto, está muy callado. Es sin duda el cerebro de la operación, pero no la conciencia. Lo más interesante de él es que probablemente es el único personaje de la película que nunca ha sido soldado. Hace el trabajo de manera voluntaria, por eso me parece tal vez el personaje más psicótico de la película. Lo que más me gusta de Meier es ese humor negro que aporta al papel y la extraña química que hay entre él y Davies".


El equipo de Spike: Los invisibles
Los Invisibles son un grupo secreto de ex soldados del SAS cuyo objetivo es ayudar y proteger a los soldados del Servicio Aéreo Especial, tanto en activo como retirados.

El guionista Matt Sherring explica: "Los Invisibles, tal y como los describe sir Ranulph Fiennes en su libro, es un grupo de ex agentes del SAS del más alto nivel. Ahora están observando el campo de batalla desde la distancia, y por debajo de ellos hay un grupo al que llaman los Agentes Locales, que son los que salen a la calle a hacer el trabajo sucio protegiendo a los del SAS. El líder de los Locales es Spike, es su perro de ataque y su mejor hombre".


El mundo real del SAS
Para el director y su reparto, recrear al detalle un mundo tan secreto, complejo y altamente organizado como el del SAS no habría sido posible sin contar con ayuda privilegiada. Los actores tuvieron la suerte de tener asesores que los instruyeron sobre aquel mundo como parte de su trabajo de investigación de los personajes.

Clive Owen aprendió mucho sobre lo que significa pertenecer al Servicio Aéreo Especial gracias a personas que lo conocen de primera mano: "Lo cierto es que conozco a varios ex miembros del SAS, por lo que pude sonsacarles algunas cosillas, y también tuve un par de reuniones con un asesor del SAS, un tipo que había pertenecido al servicio durante veinticinco años. Él me explicó cómo funciona su proceso de selección, y me pareció fascinante. Me contó que la mitad de los candidatos quedan eliminados en la primera semana de entrenamiento físico. Los eligen precisamente por su buena forma física, pero al empezar el adiestramiento son eliminados muy rápidamente".

También durante el proceso de escritura del guión y de dirección de la película, Gary McKendry contó con la inestimable ayuda de asesores para dar a la película la autenticidad que requería. McKendry recuerda: "Hablamos con muchos miembros del SAS y de los Navy Seal. Fue muy interesante, porque provenían de mundos distintos, tenían visiones distintas, pero habían acabado en el mismo sitio. Tuvimos unos asesores fabulosos, indispensables para dar en el clavo. Y esperamos haber dado en el clavo".


Acción tan realista que duele
La historia de ASESINOS DE ÉLITE toca temas profundamente humanos, como la pertenencia, la pérdida y la redención; pero al mismo tiempo explora las circunstancias de unos hombres a los que se les pide que sean extraordinarios, que se exijan más de lo que la mayoría de nosotros tendremos que hacerlo nunca. Gary McKendry ha vinculado las escenas de acción, tan importantes para el desarrollo de la película, a estos temas más profundos: "Para mí era muy importante que no hubiera una brecha entre el drama y la acción. La clave era que fuera creíble, que fuera realista. Los personajes son hombres de acción, pero al mismo tiempo son muy inteligentes y el precio emocional que pagan por su estilo de vida es bastante alto".

Este realismo requería que gran parte de la acción se desarrollara dentro del cuadro, algo cada vez menos frecuente en las películas de acción actuales. El productor Steve Chasman se muestra muy satisfecho de que el talento de los actores escogidos lo hiciera posible: "Como Jason y Clive son unos actores con unas grandes habilidades físicas, queríamos probar con ellos cosas que sorprendieran al público. En muchas películas de acción actuales, si te fijas, la cámara no para de moverse arriba y abajo, lo único que ves es un golpe de puño, de rodilla o de codo; estas escenas siempre las rueda un especialista, y luego añaden un primer plano del actor. En esta película, en cambio, la mayoría de las veces vemos toda la acción en el cuadro. Jason está muy orgulloso de eso y Clive también. Hasta Robert [de Niro] se atrevió, lo que fue muy emocionante".

Para Clive Owen, rodar él mismo la acción no es nada nuevo, y el tipo preparación que requiere es algo que el actor disfruta mucho: "Hacer tú mismo las escenas de lucha tiene una cosa muy gratificante, y es que son muy, muy específicas. Las indicaciones sobre lo que tienes que hacer son muy claras. Hay un compás marcado, y la precisión y los objetivos están muy definidos. Con los diálogos es diferente, porque hay muchas maneras de interpretar las cosas, pero con una buena pelea tiene que quedar muy clara la ejecución, y eso me parece muy estimulante. En esta película tengo una pelea muy dura con el personaje de Jason, y tuvimos que entrenar mucho. Había un equipo de especialistas buenísimo, a decir verdad el mejor con el que he trabajado nunca, sobre todo en lo que respecta a la disciplina y a la manera de abordar las peleas. Es todo un proceso, es algo para lo que tienes que prepararte. No puedes llegar al estudio sin más y aprenderlo sobre la marcha. La pelea de la que hablo es muy larga. Aunque en la cinta dura sólo unos minutos, lleva mucho tiempo para preparar una lucha de esa duración. Estuvimos trabajando dos horas diarias durante bastantes semanas sólo para prepararnos para las escenas de lucha".


Ambientar un thriller de acción en la década de los 80
La ambientación de los años 80 afectó tanto al aspecto global de la película como al de los personajes y fue necesario un cuidadoso trabajo de búsqueda de localizaciones. Respecto a la recreación general de la época, el director Gary McKendry explica: "Lo más importante de la película era que resultara auténtica. Al empezar el rodaje, yo la imaginaba con un montón de escenas de cámara en mano, dejándola que se moviera con libertad; pero eso era inviable, porque cuando movía la cámara hacia un lado se veía una antena parabólica, cuando Ia movía hacia el otro se veía un parquímetro moderno, y si la movía más para allá aparecía una torre de telefonía móvil, porque ya no estamos en los años 80. Así que tuvimos que mover la cámara de una manera más íntima, seguíamos rodando cámara en mano y con zoom corto, dejando cierto margen para que el actor se mueva espontáneamente y la cámara lo siga, pero no tanto como yo había querido en un principio. Pero Simon Duggan se encargó de que la fotografía no fuera pulida y estética, sino que pareciera real, y esa era la clave para mí, que fuera una película creíble, que fuera realista".


El vestuario
El vestuario y la estética de cada personaje también tenían que resultar creíbles dentro de esa época. Pero, en este caso, no estamos hablando del estilo ochentero que se nos viene inmediatamente a la cabeza. En palabras de McKendry: "Estamos hablando de los 80, pero para estos tipos [los ex soldados] es 1972, incluso 1970. Ellos no saben lo que se lleva, lo que es el punk, la nueva ola o los nuevos románticos. Viven en un mundo de bandas como Slade o Sweet".


Peluquería y maquillaje
La peluquería y el maquillaje fueron creados por el oscarizado Paul Pattison, que puso todo su empeño en que la estética de la película resultara auténtica. "Lo mejor de este proyecto es que está ambientado a principios de los 80, pero nosotros buscábamos algo que no fuera muy peliculero o extremo, que no fuera tipo Wham. Por suerte, yo viví esa época y sé exactamente lo que había entonces. Así que nos reunimos uno a uno con los veintisiete actores y creamos un look específico para cada uno. Daba igual si iban a rodar dos días o cincuenta, consideramos a cada uno de manera individual. Buscamos un look sencillo pero interesante, atípico pero no exagerado, y creo que lo hemos conseguido".

Paul explica que el hecho de trabajar con cada actor de manera individual permitió prestar mucha atención a los detalles para conseguir el look perfecto, y eso hizo que el proceso fuera más colaborativo que en otras películas. Como resultado, Clive Owen aparece en esta película como nunca lo habíamos visto antes. Su personaje, Spike, luce un bigote muy ochentero que Clive se dejó crecer para conseguir un mayor realismo. Clive dice: "Yo crecí en la década de los 80 y me siento muy identificado con ella. Creo que Gary [McKendry] y yo somos de la misma generación, de modo que es un mundo que me resulta muy familiar, y tengo recuerdos muy vívidos de entonces. A veces era muy raro entrar en el estudio, porque habían hecho un excelente trabajo de escenografía y todo era muy auténtico, no como un desfile de moda de los ochenta con la ropa típica, sino todo muy al detalle, para que resultara lo más realista posible. Yo estuve viendo fotos de la época y todo el mundo llevaba bigote, si miras fotos de los jugadores de fútbol de entonces ves que se llevaban mucho los bigotes, por eso pensé que estaría bien dejarme uno".


Localizaciones
La mayor parte de la película se rodó en el estado australiano de Victoria, aunque también en Jordania y Gales. También se filmaron en Victoria las escenas correspondientes a Londres, Omán y París, por lo que el director, Gary McKendry, decidió utilizar paletas de color diferentes para contribuir a contar la historia en cada parte del mundo, pero no siempre de la forma que cabría esperar. Gary explica: "La historia se desarrolla en muchos mundos distintos. Ésa es una de las cosas que más me gustaba de ella. Y ninguno de esos mundos nos resultaba familiar, pasábamos de Omán a Australia, de Londres a París, por lo que pusimos mucho empeño en dar a cada ubicación una paleta de color propia. Australia era de color verde hierba, Londres tenía un tono morado, y el desierto era de color hueso. Creo que eso ayuda al espectador a entender rápidamente que se ha trasladado a otro mundo, y se dio esa directriz tanto a los diseñadores de producción como al director de fotografía. Decidimos que la iluminación, el vestuario y la escenografía fueran diferentes para cada lugar".

Sin embargo, la imagen de una Australia verde no es algo que estemos acostumbrados a ver en el cine. McKendry añade: "No queríamos recurrir a esa Australia roja y seca que solemos ver en las películas, queríamos que transmitiera vida. La sensación que queríamos transmitir era la de la nueva vida de Danny, de su futuro; ha dejado atrás un pasado de muerte y lo que busca es vida, por lo que necesitábamos mucha vida, mucha agua y también flores, cosas que no sueles relacionar con alguien así, con el protagonista de una película de acción. Sin duda conseguimos ese efecto en el valle de Yarra, donde rodamos la casa de Anne y donde construimos la nueva casa de Danny. Las localizaciones de Australia eran fantásticas, increíbles".

El productor australiano Michael Boughen coincide con él: "En Victoria hay una gran diversidad de paisajes y pasamos mucho tiempo buscando lo que queríamos. En Melbourne hay ciertos rincones que recuerdan a París; también hay calles que se parecen a las de Londres. Hay muchos tipos de edificios, tienes construcciones de piedra vista y calles adoquinadas. En Victoria, y concretamente en Melbourne, podemos encontrar lugares con los que reproducir esas ciudades si sabes cómo grabarlos. Pero, además, la película está ambientada en los 80, por lo que en muchos sentidos, encontrar un Londres de esa época era aún más difícil, porque es una ciudad que ha cambiado mucho. El París de los años 80 es un poco más sencillo de recrear, y en cuanto al desierto, bueno, el desierto es siempre igual". Según el productor ejecutivo Matthew Street, "las calles de Melbourne, al estar inspiradas en el estilo victoriano, se parecen mucho a las del Reino Unido", cosa que facilitó la tarea. Gary McKendry apunta además que el clima londinense también estuvo presente durante el rodaje: "Creo que fue el invierno más lluvioso que ha habido en Melbourne en diez años, por lo que las escenas de Londres fueron más sencillas, también bastante deprimentes, pero desde luego más sencillas. El cielo se parecía al de Londres, el suelo estaba húmedo y brillante, y eso ayudó".