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  Rojo Oriental  (Satin Rouge)
  Dirigida por Raja Amari
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Introducción
Las películas tunecinas siempre han estado al frente del cine árabe en cuanto a permisividad se refiere y Satin Rouge no es una excepción. Esta historia de una viuda “respetable” que derriba de una patada las convenciones e incluso tiene un lío con el amante de su hija, es manejada con confianza y un dulce sentido del humor que la hace más atractiva. Al mismo tiempo, la descripción que la guionista y directora hace de los conservadores vecinos y parientes que rodean a la heroína es incisiva y, de nuevo, recuerda a los conservadores de las pequeñas ciudades norteamericanas de los años cincuenta que tan gráficamente retratan las películas de Sirk.

Hiam Abbass ofrece una interpretación verdaderamente digna de elogio en el papel de Lilia, una mariposa que sale de su capullo y entra volando en el embriagador mundo del cabaret. Otros miembros del reparto, incluida la rebelde hija adolescente interpretada por Hend El Fahem, se defienden bien, y la película es técnicamente impecable en todos los sentidos. El vestuario y la música proporcionan un placer especial.


Sobre la danza del vientre
La danza del vientre tiene orígenes ancestrales y ricas tradiciones internacionales que la mantienen con una vitalidad extraordinaria hoy en día. Desde las más antiguas tradiciones rituales del Mediterráneo Oriental, los Balcanes y Oriente Medio, la danza del vientre se ha extendido por todo el mundo y ha encontrado muchos adeptos, no sólo en las zonas donde nació, sino también en lugares como Norteamérica, la India y Asia Oriental. La multitud de formas de baile agrupadas bajo el nombre de “danza del vientre” tienen una gran variedad de nombres en las culturas que las vieron nacer. Para los griegos, la danza del vientre es cifte telli; para los turcos, rakkase; en Egipto, raks sharki. A pesar de tal diversidad, las tradiciones de la danza del vientre en las distintas culturas comparten algunas características generalmente reconocidas. Puede que otros bailes tengan también una larga tradición detrás e importantes funciones, pero la danza del vientre se asocia, al menos en opinión de muchos expertos y profesionales, con los profundos orígenes de la danza en antiguos rituales de fertilidad que mezclaban lo erótico con lo religioso.

Una de las fuentes de la danza del vientre puede encontrarse en la existencia en el mundo antiguo de prostitutas asociadas a los templos municipales. Lejos de formar parte de una subcultura sospechosa o criminal, dichas mujeres ocupaban una alta posición social. En las antiguas culturas de Grecia, Persia, Palestina y el Norte de África, la danza sagrada era una parte importante de los rituales de fertilidad dirigidos por las sacerdotisas de dichos templos. En las religiones animistas y politeístas de la Antigüedad, las danzas rituales eróticas estaban destinadas a aplacar a los dioses, asegurar la fertilidad de las cosechas y dar esplendor a una ciudad determinada.

A medida que la danza del vientre evolucionó desde sus antiguas raíces, algunas culturas la dotaron de nuevos significados que desmienten el eroticismo de nightclub que a menudo ostenta en su forma actual. En la Persia de finales del siglo XIX, por ejemplo, la danza del vientre se practicaba en privado y sólo entre mujeres; no tenía como objetivo el placer visual del hombre. En relación con sus orígenes en los rituales de la fertilidad, la danza del vientre persa se asociaba menos al acto de dar a luz que a los movimientos propios del parto. La práctica común entre las bailarinas del vientre tradicionales de evitar el calzado con mucho tacón y danzar descalzas también conecta la danza con la práctica antigua, ya que la bailarina descalza permanece en contacto físico con la tierra, al tiempo que desafía los estereotipos modernos del erotismo.

Los sonidos que tradicionalmente acompañan a la danza del vientre también tienen sus orígenes en la música antigua. Al contrario que gran parte de la música occidental, basada en los principios de la armonía y el progreso rítmico por medio del conflicto hacia la resolución, la música del Mediterráneo, los Balcanes y Oriente Medio tiende a enfatizar el flujo continuo, el desarrollo de espirales rítmicas de sonido modal que envuelven al oyente en amplios y complejos patrones y proporcionan espacio para la contemplación. En las formas musicales y de baile orientales, la improvisación supone mucho; es el caso de la danza del vientre, que captura en el movimiento las diferencias musicales entre Oriente y Occidente. Con énfasis en el fluir y la ondulación de los músculos del vientre y en el balanceo de las caderas, la danza del vientre no está basada en pasos de baile, como en las variedades occidentales, sino en el movimiento continuo.

Tras un prolongado desarrollo multicultural por sus zonas de origen, la danza del vientre fue descubierta por Occidente durante la época de la expansión y el colonialismo. En la Exposición Universal de Chicago, a principios del siglo XX, los americanos y los europeos, al mismo tiempo escandalizados y excitados por esta disciplina, empezaron a practicar formas modernizadas de este estilo en números de cabaret pseudo orientales. Con el desarrollo del mundo moderno, los flujos migratorios hacia Europa y Norteamérica desde las zonas del planeta en las que floreció la danza del vientre crearon corrientes bastardas de influencia entre los estilos pop occidentales y la tradición de la danza del vientre.

Hoy en día, la danza del vientre adquiere muchas formas. Algunas variantes siguen siendo sumamente tradicionales; otras emplean música occidentalizada y espléndidas atmósferas más cercanas al negocio del espectáculo. Cualesquiera que sean las formas en las que se exprese en la actualidad, la danza del vientre es aún uno de los vínculos más sólidos y vitales del mundo con un patrimonio ancestral.

Reimpreso con el permiso de la International Academy of Middle Eastern Dance (IAMED) www.bellydance.org


Entrevista Raja Amari

P: ¿Es la danza del vientre y el cabaret una excusa para contar la historia de la independencia de una mujer dentro de la sociedad árabe y en general?

R: Siempre he querido hacer una película que gire en torno a la danza del vientre. Me formé durante muchos años como bailarina de la danza del vientre en el Conservatorio de Túnez. (Instituto académico de la danza en Túnez). Durante mi niñez y mi juventud crecí viendo las películas musicales de la Edad de Oro de Egipto de los años 40 y 50, que aun siguen emitiendo por la televisión. A mi madre y a mí nos gustaba mucho una bailarina de la danza del vientre muy conocida que se llama Samia Gamal y el cantante Farid El Atrache.


P: ¿Había estado alguna vez en una Sala de Fiestas o cabaret antes del rodaje?

R: Había oído hablar de ellos. Sin embargo, en Túnez, como en todos los países árabes, ninguna mujer decente tiene un lugar dentro de este ambiente ‘depravado’. Entré en uno por primera vez durante las localizaciones con el director de fotografía y la actriz principal, Hiam Abbass. La primera vez que entramos, se callaron todas las conversaciones y la gente nos miraba en silencio, pero una vez asimilada la sorpresa, las cosas volvieron a su cauce. No es un ambiente agresivo. Todos fueron muy hospitalarios. Al final tenía su gracia. Una noche, cuando salía por la puerta de mi casa, mi padre me preguntó donde iba. Le contesté “a un Cabaret” o “Sala de Fiestas” a lo que me replicó, “¡trabaja duro, hija mía!”


P: ¿Fue difícil reconciliar dos mundos tan opuestos?

R: Estamos hablando de dos mundos totalmente opuestos. Por un lado, el mundo del día es estricto, dominante y puritano. Por el otro lado, el mundo de la noche es relajado, marginal y lascivo. Yo quería unir a los dos a toda costa a través del personaje de Lilia. En una sociedad típicamente tradicional, sus caminos nunca cruzarían, porque las salas de fiestas están percibidas como algo siniestro y con ambiente depravado. Lilia es una mujer ‘normal’, una ama de casa modelo con mucha convicción moral y un estricto sentido del deber. Ella, poco a poco y en contra de sus propios deseos, va a ponerse en contra de todo lo que ella había creído y todo lo que ella había prohibido o había recriminado a su hija por hacer: dormir en una casa ajena, salir con un hombre…poco a poco le empieza a atraer el mundo de la noche y disfruta en el proceso. Es casi como si ella fuera a convertirse en su hija o iba a apoderarse de la vida de su hija. Ella va y viene entre un mundo y el otro y al final pierde su orientación. Cuando al principio va a la sala de fiestas, descubre un mundo peligroso como ella había imaginado… las luces, la música, las bailarinas, los hombres y el placer, está tan asombrada que se desmaya.


P: ¿Por qué vuelve?

R: Cuando ella vuelve, es casi una segunda fase. Entonces, comprende que la gente va a estos sitios para divertirse. Ella vuelve y logra forjar una amistad con Folla, la bailarina principal de la sala de fiestas. Es el viaje personal de una mujer hacia la liberación, porque en el fondo, Lilia alcanza su plenitud cuando baila. Su hija ya ha crecido y está a punto de emanciparse. Esta madre viuda, aún joven, se va a encontrar muy sola dentro de poco. La sala de fiestas le ofrece una alternativa de vida aportándole nuevas amistades y compañía. Ella abandona el rígido código de conducta que había establecido para si misma. Su idea de perderse casi roza la perversión. Ella quiere perderse y el colmo de su perdición es su contacto sexual con el novio de la hija, un músico de la sala de fiestas. Es un modo de vida que no está tolerado. Su vecina y su tío que es del campo son los representantes de la presión social y las normas represivas que prevalecen.


P: Sin embargo, esta es una nueva vida que se mantiene oculta por vergüenza .…

R: Es la manera de vivir en aquellos lugares; todo el mundo vive una doble vida de alguna manera. Tiene mucho que ver con las relaciones entre las mujeres y los hombres. En la sociedad árabe, existe un código muy rígido en cuanto a la familia, las mujeres y su lugar en la sociedad. Todos mis amigos tienen novios y novias pero sus familias no saben nada de ello o por lo menos no se dan por aludidos. La hipocresía social engendra este comportamiento. Lilia juega con aquel concepto. Casa a su hija con Chokri, el músico de la sala de fiestas. Todos están allí, sus amigos de la sala, su vecina y su familia. Su éxito reside en el hecho de que ella ha podido combinar ambos mundos. El final, de todas maneras, es muy ambiguo. Uno podría pensar que al dejar que el matrimonio tenga lugar, ha abandonado sus pretensiones con Chokri, pero para mí, el hecho de dejar que ocurra significa tener a Chokri cerca y disponible para ella.

Lo que se podría entender como una renunciación o una sumisión por parte de ella es un encubrimiento social; al convertirse en su suegra, mantiene a su amante a su lado.


P: Las dos escenas de amor y el tratamiento de ellas es una cosa muy insólita en el cine de Túnez. ¿Provocó polémica cuando la película se estrenó en Túnez?

R: Sí, en el contexto social de la cultura árabe, estas escenas chocan a alguna gente porque no hay que enseñar ‘ese tipo de cosas’ de una forma tan explícita. De todas maneras, la película se estrenó en Túnez en 2002 y fue financiada en parte por el gobierno de Túnez. También hubo un distribuidor de Argel interesado en ella. Para mí, lo más chocante es el hecho de que la gente se niege a ver la realidad tal como es. En la película, la madre es una viuda pero aún tiene sus deseos sexuales. Gracias a lo que la ocurre, ella pone fin a esa moralidad agobiante que le fue impuesta.


P: ¿No le da miedo la polémica por abordar la figura simbólica de la madre y, encima, siendo una viuda?

R: Es verdad que lo que más puede molestar a la gente es el hecho de que el personaje principal sea una madre. Se supone que la madre representa el pilar que sostiene toda la sociedad, la familia, las virtudes y los valores que hay que transmitir. Al hacer que ella pierda el control, desequilibra la percepción de la “buena moralidad”. Lilia hará todo lo posible por satisfacer sus deseos hasta el final. En la escena final, ella llega a ser literalmente perversa. Si Lilia se pierde a si misma, es porque no quiere seguir luchando contra sus deseos, y da rienda suelta a sus necesidades. Sigue su sueño, sin rebeldía y su experiencia en la sala de fiestas hará posible que abandone su puesto como una “madre” y puede convertirse en una mujer a quien se mira y es admirada. En este proceso, ella descubre que tiene sentimientos enfrentados de deseos, amor, humillación y celos.


P: ¿Por qué los hombres de la película apenas hablan o están mudos?

R: Yo me dije a mi misma, que iba a hacer una película sobre mujeres. El personaje principal es una mujer, sus amigas obviamente son mujeres pero el hombre es el foco de sus preocupaciones, incluso cuando Lilia teme por su hija por culpa de un hombre. Él está presente a pesar de hablar poco. Está en el núcleo de la historia porque es el factor desencadenante.


P: ¿Es creíble enseñar a Lilia paseando sola por la noche por las calles de Tunez? Por cierto, la ciudad apenas se ve….

R: No es excepcional ver a una mujer caminando sola por la noche a pesar de que no está muy bien visto. Es muy común hoy en día. Por cierto, mi intención fue no hacer planos de la Medina ni de los artesanos pintorescos. No es una película sobre la ciudad en sí así que minimicé el contexto social para concentrarme en la historia de un personaje que evoluciona en la Túnez contemporánea. Es una historia universal en un contexto moderno.


Ficha artística
Hiam Abbass - Lilia
Hend El Fahem - Salma
Maher Kamoun - Chokri
Monia Hichri - Folla
Nadra Lamloum - Hela
Salah Miled - Béchir