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  Burlesque  Dirigida por Steve Antin
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Burlesque ha sido producida por Donald De Line. Los productores ejecutivos son Stacy Kolker Cramer y Risa Shapiro.

El equipo técnico incluye al diseñador de vestuario Michael Kaplan. La música es de Christophe Beck, el supervisor musical es Buck Damon, el montaje es de Virginia Katz, A.C.E., el director de producción es Jon Gary Steele, el director de fotografía es Bojan Bazelli, ASC, y los coreógrafos son Denise Faye y Joey Pizzi.


Bienvenido a Burlesque
En lo que se refiere al vibrante y eterno mundo del burlesque y su reciente renacimiento dentro de la cultura pop, el guionista y director Steven Antin tiene esa clase de conexión íntima imposible ignorar: tanto él como su hermana reconocieron que había una historia rica en su forma artística, sus fans, y sus intérpretes. Alentados por Clint Culpepper, presidente de Screen Gems, Antin utilizó sus conocimientos del burlesque para trazar el increíble viaje de Ali Rose desde un bar en Iowa a un club en el Sunset Strip.

Uno de los objetivos de Antin era ser fiel al espíritu de esta forma artística, teniendo en cuenta que popularmente existe un malentendido según el cual el burlesque es sinónimo del striptease. Según Antin: "A principios del siglo XX el burlesque se empezó a relacionar con el striptease en los Estados Unidos inspirado por el Moulin Rouge del París de la última década del siglo XIX. Anteriormente, el burlesque era definido como un espectáculo cómico en el que se cantaba, se bailaba, se contaban historias y se hacían parodias. Se consideraba atrevido y gracioso y gustaba a la cultura popular".

Los elementos subidos de tono del Burlesque, sin embargo, nunca fueron más allá de una pícara insinuación o un delicioso doble sentido. "El burlesque es a veces atrevido, siempre sexy, pero nunca sexual", explica Antin. "Todo lo que hacemos en esta película, al igual que en el espectáculo original, tiene la única intención de divertir. Es un gran jugueteo amistoso, subido de tono y divertido. En su forma original el burlesque era una forma de entretener a las masas y así sigue siéndolo en Burlesque".

El guión de Antin impregna la sala Burlesque de una rica historia y una personalidad propia. Su meta era crear un espacio de alguna manera mágico que pudiera transportar a sus habitantes a una realidad alternativa. "Cuando Ali Rose entra en la sala Burlesque, está entrando en la madriguera del conejo, justo como ocurre en 'Alicia en el país de las maravillas,'" explica Antin. "Ella baja las escaleras y la primera persona con la que se topa es Alexis, sospechosamente parecido al Sombrerero Loco".

Guión en mano, Antin y Culpepper se propusieron encontrar el reparto que poblaría el mundo del Burlesque Club.


A quién se dirigen los focos
Para darle a Burlesque ese algo especial que habían imaginado, los productores sabían que sólo una mega estrella podría hacerlo. Para ello persiguieron sin descanso a Cher, hasta que por fin la ganadora del Oscar® accedió a interrumpir un paréntesis de siete años y volver a la gran pantalla. (Incluso le hicieron una petición personal por sorpresa cuando Cher estaba en el set de Sony haciendo una sesión de doblaje para Zooloco [The Zookeeper], una película animada de MGM.) Los productores sabían que Cher se identificaría con el papel de Tess porque el personaje es a la vez familiar y contemporáneo, alguien con mucho que dar y en peligro de que le arrebaten su sueño. Apunta Antin: "Tess es una de los montones de millones de personas a punto de perderlo todo. Esta es una realidad muy actual y pensé que sería interesante que el personaje estuviera atravesando esta situación".

"Cher dijo: 'He sido rica y he sido pobre. Mejor ser rica'". Prosigue Antin: "Ella ha estado en lo más alto, y en lo más bajo, ha vivido momentos buenos y malos. Sabía que podría identificarse con este personaje y con este mundo. Ella es la personificación del poder femenino, ¿sabes? Y de eso va Burlesque precisamente: del poder femenino".

Para el papel de Ali, los productores le habían echado el ojo a Christina Aguilera, de quien Antin ha sido amigo largo tiempo. Pero lo que zanjó la cuestión para el director fue su aparición en "Saturday Night Live", lo que disipó cualquier duda respecto a que pudiera interpretar a Ali. "Lo de ella fue cuestión de instinto", apunta Antin. "La había visto en 'Saturday Night Live' haciendo algo muy difícil. Creo que la gente no se da cuenta de lo difícil que es ser gracioso en directo en una situación así. Sabía que sería capaz de hacer esto gracias a su instinto, es algo que parece sencillo, pero realmente son sketches cómicos increíblemente difíciles. Sabía que sería capaz de hacer tanto la comedia como el drama en la película".

Para Aguilera, su entusiasmo por el proyecto comenzó cuando conectó con lo que Ali ha vivido. "Me podía identificar con Ali como un todo: tener un sueño, ser rechazada, tener una oportunidad, y conseguir que la gente te tome en serio, porque a mí me llevó varios intentos antes que alguien mordiera el anzuelo y me diera mi primera oportunidad", explica Aguilera.

Cam Gigandet, que protagoniza Priest (El Sicario de Dios) y The Roommate, de Screen Gems, da vida a Jack, el músico colega y confidente de Ali. "La preparación con la que viene cada día es bastante extraordinaria", dice Antin del joven actor. "Este joven y guapísimo chaval, con un cuerpo increíble, entra pavoneándose y esperas que sea alguien muy diferente a persona que en realidad llegas a conocer. Es un tipo callado, introvertido y muy pensativo y detallista. Su proceso es realmente interesante. Realmente le importa su oficio y lo que hace, y llega preparado".

Gigandet se tomaba pequeños descansos de Priest (El Sicario de Dios), que también se rodó en los sets Sony, para ver cómo progresaba la construcción del decorado y observar los ensayos de los muchos números musicales de Burlesque. "Yo llevaba todo mi atuendo cowboy y llegaba y me los encontraba bailando y ensayando y ¡era alucinante!" Recuerda Gigandet: "No sé lo que me había imaginado, pero era mucho más pequeño. La grandiosidad y la atención al detalle sencillamente me asombraron. Se asombra lo bien que está hecho y lo hermosa que es la iluminación".

Stanley Tucci, que también aparece en Rumores y mentiras [Easy A] de Screen Gems, encarna a Sean, el director de escena de la sala Burlesque. Tucci cuenta: "Sean es la mano derecha de Tess, su confidente, su antiguo amante y su mejor amigo, quien hará cualquier cosa por ella y por este arte que ambos aman".

A los productores les entusiasmó poder contar con Tucci. "Sencillamente hace que el personaje sea real, gracioso, orgánico y natural. No hay ni un momento, ni un nanosegundo en la película en que no sea honesto y verdadero. Da igual lo que le pidas que haga o diga, o lo que haga en la película. Es un talento fundamental e intrínseco que no se puede enseñar ni aprender. Es tan poderoso verlo actuar sencillamente porque es sincero".

Aguilera no fue la única que debutante en cine del reparto. La cantante y antigua bailarina de "Dancing With The Stars" Julianne Hough también hace su debut cinematográfico en Burlesque como la bailarina Georgia. "Había visto a Julianne en 'Dancing With The Stars' y me enamoré de ella", explica Antin. "Pensé que era una persona realmente especial y una bailarina increíble, y de una belleza descomunal. Tenía algo. Tenía ese 'no sé qué'".

Alan Cumming había impresionado a Antin con sus actuaciones estilo cabaret en el Geffen Playhouse de Los Ángeles, así que lo contrató como el portero de la sala Burlesque, Alexis, cuya bienvenida a todo el que entra es: "Puede que no tengamos ventanas, pero tenemos la mejor vista de Sunset Strip". Para participar en el rodaje de la película, Cumming tuvo que hacer malabares entre el rodaje de Burlesque en Los Ángeles y el de la exitosa serie de CBS, "The Good Wife", en Nueva York. "En Nueva York, interpreto a un analista político", dice Cumming. "Me muevo entre interpretar a un tío super conservador y a esta persona muy loca".

Pero el reparto también cuenta con una serie de personajes que se entrometen en el éxito de Ali y Tess. Para Kristen Bell, Peter Gallagher y Eric Dane, sus personajes no son villanos, sino supervivientes que luchan con sus propias y complicadas circunstancias.

Kristen Bell interpreta a Nikki, cuya actitud y autodestrucción podrían convertir el backstage de la sala Burlesque en un dramático y conflictivo infierno. "Como actriz, no creo que sea posible acercarse a un personaje que aparentemente es el antagonista y pensar que es malo", asegura Bell. "Tienes que encontrar razones por las que Nikki piensa que tiene la razón. Sencillamente ella tiene más derechos que todos los demás. Lo ha tenido fácil, pero también ha trabajado muy duro para llegar a donde está, y está dispuesta a defender su territorio. Nikki no cree que sea desagradable. Piensa que está intentando apañárselas como puede con todas las personas a su alrededor".

Las actitudes de protección e inseguridad de Nikki tienen mucho que ver con su relación con Tess. Explica Bell: "Nikki admira a Tess muchísimo. Tess es esa mujer hermosa y de gran talento que además es la dueña del club y que le dio su primera oportunidad. Ella permitió que Nikki pudiera bailar y han sido amigas durante mucho, mucho tiempo. Cuando llega Ali y se entromete en su amistad y Nikki ya no es la favorita, se enfada muchísimo".

De la misma manera, Peter Gallagher también considera que su personaje, Vince, el ex marido de Tess, maneja la malísima situación económica del teatro como mejor puede. "Realmente no es malo", dice Gallagher. "Sencillamente no quiere encontrarse en la situación de no poder pagar el préstamo y no tener crédito y morir muerto de hambre como todos los músicos que conoce. Se suponía que esto iba a ser algo bueno para todos y ahora poco a poco me está hundiendo".

Y por si fuera poco, Gallagher ya estaba muy familiarizado con el mundo del burlesque antes de sumarse al proyecto: "Éste es el mundo de mi suegra", explica Gallagher. "Ella era bailarina de ballet y bailó en el Diamond Horseshoe de Billy Rose y en el Latin Quarter y el Radio City. La mitad de las salas en las que he trabajado en Broadway eran salas de burlesque".

"Aportó muchísimo", asegura Antin del actor Peter Gallagher. "Tenía un planteamiento propio para su personaje. Se había trabajado toda una historia del personaje, y realmente cobró vida".

Vince fragua una alianza con el rico urbanista Marcus, interpretado por Eric Dane, quien también tuvo que compaginar el rodaje de la película con el de 'Anatomía de Grey'. "Al final le describen no como el malo sino como el hombre equivocado", explica Dane. "Caminas sobre una línea muy fina. Puedes acabar siendo un villano y un antagonista. Este personaje en particular, en esta película, podría ser ese tipo. Pero no quiero que lo sea".

Hacer de mala tiene su encanto, especialmente para alguien que suele hacer de buena. "Es divertido hacer de mala", asegura Bell. "Hay menos reglas. Puedes hacer lo que quieras porque la gente mala no tiene mucha conciencia".


El Look de Burlesque
Crear esa desgastada opulencia de la sala Burlesque requería imaginación, ingenio y un equipo de artesanos diestros y dedicados. El director de producción Jon Gary Steele, el director de arte Chris Cornwell y un incansable equipo de construcción se mudaron al escenario 23 de Sony, donde comenzaron un arduo proceso de seis semanas para erigir la sala Burlesque. Para hacer que el decorado fuera plenamente funcional y lo mas realista posible, las oficinas, los despachos y los vestuarios, estaban comunicados con el club y el escenario. No había paredes movibles ni decorados separados para crear la ilusión de que la sala Burlesque era simplemente un club nocturno en funcionamiento.

Para poder subrayar esa identidad de "madriguera", evocadora de otros mundos, de la sala Burlesque, Antin y Steele decidieron que el interior fuera un tanto anacrónico. "Queríamos crear la sensación casi de estar retrocediendo un poco en el tiempo", explica Steele. "Es muy de época. Cuando el personaje de Christina se asoma por primera vez y ve todo el vidrio que tiene la escalera, ves trozos pequeños y realmente no sabes lo que es hasta que ves un precioso, envejecido, teatro rojo y dorado. Queríamos que fuera decadente pero precioso y elegante, todo a la vez".

La inspiración de que el club evocara al Paris de los años veinte no fue una decisión totalmente estética. Antin y Steele querían evocar un ambiente creativo del pasado que no solo fuera agradable a la vista, sino que también encajara con las espectaculares personalidades de quienes habitan la sala Burlesque. Explica Steele: "Las luces, las lámparas de araña, los trajes – tienen ese algo especial".

Steele, sin embargo, no tuvo que tomarse muchas libertades. La sala Burlesque tenía su precedente en los palacios del cine y los clubs inspirados en la arquitectura europea. Apunta Steele: "Hay teatros por todas partes de América con molduras y piezas bañadas y doradas. Es toda esa imagen de telas y cortinajes, los dorados, las lámparas de araña".

Las piezas de Swarovski fueron de gran ayuda a la hora de aportar brillo y belleza a los diseños del decorado, en total 80.000 elementos con un peso de casi 1.3 toneladas para las cortinas hechas de resplandecientes cristales.

Antin agradeció la meticulosa forma de trabajar de Steele y su devoción por los detalles. "Gary traía fotos e imágenes de corpiños y sujetadores franceses de fin de siglo y de casas de comidas, restaurantes y teatros de ópera. Le echamos un vistazo a todo cuanto puedas imaginar y lo enlazamos. Todo es tan detallado, hasta el latón en la parte de atrás de las mesas, y las cabezas de los tornillos que sujetan las mesas y el envejecimiento que le hicimos al cuero".

Eric Dane fue uno de los que más disfrutó el trabajar en un ambiente así. "Este set es tan hermoso que resulta abrumador", declara Dane. "Tiene todas las arrugas del rostro de un gran actor de carácter. Es un escenario viejo y sin embargo se siente contemporáneo y además transmite esa gran sensación sexy de los espectáculos de variedades".

A la hora de construir el escenario, la forma siguió a la función. Steele trabajó de cerca con los coreógrafos Joey Pizzi y Denise Faye para asegurarse de que el decorado del escenario y del bar cumpliera con sus necesidades. Incluso, Steele aportó su propia contribución a la coreografía al sugerir que los espejos detrás del bar se dividieran y abrieran.

En cuanto a la importante tarea de darle a las mujeres del Burlesque una apariencia sexy y arriesgada, la producción acudió a la encargada de maquillaje, Cindy Williams y al encargado de peluquería, Martin Samuel. El reto de crear la distintiva imagen de Cher recayó sobre el maquillador Leonard Engelman y la estilista y peluquera Maria Serenella Radaelli, mientras que el maquillador Kristofer Buckle y la estilista y peluquera Frida Aradottir diseñaron el maquillaje y peinado de Aguilera.

Con los diseños terminados, Williams y un equipo de quince a dieciocho maquilladores poblaron cuatro caravanas y una tienda repleta de puestos de maquillaje para darles a los bailarines y los actores de fondo el toque Burlesque. "Tenemos una caravana que se dedica exclusivamente al maquillaje corporal", explica Williams. "Tenemos aerógrafos funcionando las veinticuatro horas, pulverizando a todas las chicas porque tienen un montón de moratones de todos los bailes".

Con tres protagonistas rubias por naturaleza: Aguilera, Bell y Hough, Antin y Samuel escogieron físicos muy diferentes para que cada una pudiera destacar incluso estando en el mismo plano. Hough se pasó a pelirroja y Bell se transformó en morena ébano, inspirada en parte por la investigación de Samuel de las bailarinas de variedades de antaño. Además, Williams subrayó la dura apariencia física de Bell con un par de tatuajes temporales.

Williams, Samuel y sus equipos consiguieron que Hough fuera casi irreconocible fuera del set: "Stanley Tucci sólo me conoce como pelirroja" apunta Hough. "Lo vi en los Globos de Oro en tres noches distintas y no tenía ni idea de con quién estaba hablando. Le digo, 'Stanley. Soy Julianne'. Y me dice: 'ah, ¡hola!' Y pensé: '¿Va en serio? ¿De veras me veo tan diferente?'".

Los actores llevaban pelucas adheridas estratégicamente a sus cabezas para evitar que se movieran al bailar. Explica Samuel: "Los bailes de Julianne son muy físicos y vibrantes. Mueve mucho la cabeza y la melena parece un látigo, incluso en muchas ocasiones tiene la cabeza al revés, especialmente en 'Diamonds Are a Girl's Best Friend'. La peluca tenía que encajar bien para que no se cayera. Después de cada toma me acercaba corriendo para asegurarme de que todo estuviera perfectamente en orden y sujeto".

A Samuel le encantó que Burlesque permitiera peinados que en ciertas ocasiones hacen referencia a distintas épocas históricas y musicales. ("Wagon Wheel Watusi", por ejemplo, tiene mucha influencia de los años sesenta, mientras que 'A Guy What Takes His Time' hace un guiño a los años veinte.) "Lo maravilloso de crear peinados de distintas épocas es la nostalgia", asegura Samuel. "Ves cosas que evocan ciertos sentimientos y revives recuerdos de esa época".

Vestir al reparto de Burlesque se convirtió en un trabajo que consumió al diseñador de vestuario Michael Kaplan, cuyos créditos incluyen Blade Runner, Flashdance, Fight Club, y Star Trek de J.J. Abrams. Pero para un diseñador vestir un musical presenta retos únicos. En el alocado número final, por ejemplo, Kaplan se había imaginado a los bailarines en trajes hechos de collares de oro y cristales Swarovski. Kaplan empleó el método de prueba y error y le puso mucho ingenio para hallar la forma de hacer trajes que pudieran moverse y vibrar sin desprenderse o deshacerse.

"El número final tenía que superar todo lo anterior", explica Kaplan. "Una vez que se me metió esa idea en la cabeza y decidí no usar telas, no pude encontrar nada que pudiera superarla. Hicimos muchas muestras y cada vez eran más bonitas. Y entonces comprendimos las centenares de horas que emplearíamos en cada traje". En total se utilizaron unos 250.000 cristales de Swarovski en quince colores diferentes para hacer los trajes diseñados con tanto detalle por Kaplan.

Para dar la impresión de mostrar más piel de la que realmente se mostraba, Kaplan le confeccionó a cada bailarina un maillot perfectamente ajustado y teñido para adaptarse a su color de piel. A continuación, ajustaron cuidadosamente las cadenas doradas al maillot. "Da la ilusión de desnudez" explica Kaplan. "Nos permitirá mantener nuestra calificación y además nos dio una superficie donde anclar las cadenas".

Desafortunadamente para el departamento de vestuario, el dorado no cedía lo suficiente como para permitir el movimiento de los músculos de las bailarinas. Encontraron arandelas de goma en una ferretería y las pintaron de dorado y las añadieron a las cadenas para permitir más libertad de movimiento.

El número final es solo uno de los muchos éxitos artísticos de Kaplan. Para "E.X.P.R.E.S.S.", Kaplan diseñó para Aguilera un atuendo de fantasía inspirado en el carnaval, usando siluetas de sus propias manos para añadirle una estampa personal al traje. Para "Diamonds Are A Girl's Best Friend", Kaplan se inspiró en la lencería femenina más minimalista. Dejó poco a la imaginación, una vez más dando la impresión de desnudez en el top de Kristen Bell.

La atención al detalle de Kaplan también abarcó los trajes que creó para los hombres: "Desde el principio, me gustó la idea de que llevaran bombines y crear un poco de nostalgia de época, una sensación europea. Es una mirada al cabaret: los chalecos, tirantes, los pantalones de chaqué de rayas. Le aportamos un toque macho con las botas acordonadas, cadenas de bolsillo, y cadenas de reloj, que además aportaron mucho juego y movimiento al bailar".

Para Alexis, el portero interpretado por Alan Cumming, Kaplan creó un look que fuera una ampliación del atuendo del barman y del club en sí. "Un peldaño más, un poco más extravagante, un poco más colorido" añade Kaplan.

"Consideramos hacerlo más contemporáneo, pero no encajaba", añade Cumming. "Tal vez yo pego más con un look de época. El espectáculo de burlesque como estilo no es contemporáneo. Y por eso me gusta. Está anclado en un tiempo pasado. Creo que tiene sentido que las personas que trabajen allí no sean completamente actuales".

A Kaplan le encantó trabajar con la estilosa y atrevida Aguilera, quien recibió sus ideas con entusiasmo. "Ella tiene muy buen gusto y no teme el riesgo. No le gusta ser conservadora. Eso, desde el principio, fue muy emocionante para mí. Realmente no podía asustarla con mis ideas. Estaba dispuesta a todo, así que es una gran persona con la que colaborar".

Kaplan también contó con otra actriz dispuesta a todo: Kristen Bell, quien lleva algunos de los trajes más sugerentes del filme, como un maillot de encaje que parece transparente, en "Dr. Long John". "Tenía claro que quería que Kristen Bell estuviera totalmente sexy, expuesta, como la reina del espectáculo que interpreta. Hice unos cuantos dibujos y pensé que me diría '¡Ni hablar, no pienso llevar eso! ¡Ponme algo de ropa!' Pero me dijo 'vale'. Estaba atónito. Fue muy difícil encontrar una tela que pudiera llevar la estructura que añadimos, porque era muy fina, para simular que estaba totalmente desnuda".

Un logro estelar para los departamentos de peluquería, maquillaje, y vestuario fue el look que idearon para "I Am A Good Girl". Recuerda Kaplan: "Me fui al Western Costume Company y encontré trajes pero estaban rotos y rasgados. Tenían algo que me llamaba la atención y me atraía, la historia o los colores o las formas. Hablé con Western Costume y les dije que quería llevarme esos trajes rasgados y reinventarlos. Los cortamos y luego los volvimos a unir como trajes diferentes. Teníamos un montón de encaje antiguo, precioso, medias de rejilla y plumas".

"Los movimientos de los trajes eran casi como los de marionetas o muñecas de trapo rotas. Así hicimos la coreografía, y así lo diseñamos" añade Kaplan.

Para ese número en particular Kaplan marcó una distinción muy visible entre Aguilera y los demás bailarines. "Christina lleva un peinado totalmente novedoso", explica. "Es la primera vez que la vemos con tanto maquillaje. Quería que fuera de rosa y que su look fuera muy suave y bonito. La falda es de plumas de marabú y avestruz, y lleva un miriñaque. Sabía que subiría por las escaleras así que creamos un miriñaque que se moviera un poco al caminar. El resultado es adorable. Parecía un pajarito con muchas, muchas plumas", describe Kaplan.

Cindy Williams siguió la línea de Kaplan dándole un toque de muñequita a los rostros de las bailarinas. Comenta Williams: "Procuramos pintarles las caras como si fueran muñecas de porcelana, con un tono rosa fuerte alrededor de los ojos y mejillas y labios gruesos. El vestuario, la peluquería, cada detalle, encajó a la perfección. Ese número es probablemente uno de mis preferidos de la película". Terminó el look con pestañas largas y exageradas.

Y luego Samuel le dio el toque final: "Llevan pelucas que son muy de muñeca; con el cabello ondulado y encrespado. Funcionó muy bien".

Para crear la dinámica y dramática iluminación que da vida a los bailes, el equipo de producción acudió a los diseñadores de iluminación teatral ganadores del Tony, Peggy Eisenhauer y Jules Fisher. Para Eisenhauer Burlesque supuso una especia de renacimiento: "De hecho, trabajé en un espectáculo de burlesque a los dieciséis años", recuerda la diseñadora. "Fue una de las últimas producciones itinerantes al estilo burlesque".

Eisenhauer supo, sin embargo, que no sería el espectáculo de burlesque de su juventud. Al igual que los demás miembros del equipo técnico de Burlesque, Eisenhauer tenía un pie en el pasado y otro en el presente. Apunta que: "Burlesque se siente mucho más contemporáneo".

Eisenhauer colaboró con los coreógrafos Joey Pizzi y Denise Faye para resolver la logística de cómo mover la iluminación con los bailarines. "Hace mucho tiempo que conozco a Joey y Denise y hemos trabajado juntos tanto en cine como en teatro, lo cual es maravilloso. Realmente nos comunicamos muy bien" comenta Eisenhauer. "Solía ir a los ensayos con ellos y me sentaba a su lado. A veces se les ocurren ideas o sugerencias, y a veces sólo quieren que observe sus coreografías. Utilizo las grabaciones de los ensayos de bailes como herramientas para trabajar en mis ensayos de iluminación y a veces utilizo algún doble. De ahí pasamos a bailarines, gente que realmente conoce la coreografía".

Asegura Eisenhauer que: "La iluminación podría ser considerada un personaje en esta película y creo que eso es lo divertido. Procuramos comunicar una experiencia viva en una película, lo que pudiera ver alguien que asiste a un concierto, o el dueño de un club. Nuestra meta es hacerlo creíble".


¡Que empiece el espectáculo!
Aunque la sala Burlesque dio lugar a nuevas relaciones creativas, muchos de los miembros del reparto y el equipo técnico ya habían colaborado previamente. La sala Burlesque reunió a Peter Gallagher con su compañera de "Guys And Dolls" (y coreógrafa en Burlesque) Denise Faye. Gallagher y Cher disfrutaron de un breve encuentro cinematográfico cuando ella hizo un cameo como la acompañante de Larry Levy en The Player de Robert Altman. El primer trabajo del diseñador de vestuario Michael Kaplan fue de asistente en el "The Sonny and Cher Show". Los diseñadores de iluminación teatral Peggy Eisenhauer y Jules Fisher colaboraron previamente con los coreógrafos Denise Faye y Joey Pizzi en Chicago de Rob Marshall, y con Alan Cumming en su actuación ganadora del Tony en "Cabaret". Christina Aguilera se llevó al bailarín Paul Kirkl en dos de sus giras.

Las primeras dos semanas de producción se repartieron entre rodar grandes números musicales ("E.X.P.R.E.S.S.", "A Guy What Takes His Time", y "I Am A Good Girl") y escenas tranquilas y frecuentemente íntimas, entre Gigandet y Aguilera. Gigandet halaga a su compañera por su compromiso. "Venía con ganas de divertirse, de pasarlo bien" exclama Gigandet entusiasmado. "Lo primero que hizo fue tirarse de cabeza en la parte más honda de la piscina. Fue un curso intensivo. Se mantuvo abierta y dispuesta durante toda la película. Fue un viaje bastante emocionante verla en su primer día y ver donde está ahora. Fue especial ser parte de esto porque he podido verla crecer".

Además, según Gigandet el director Steven Antin empleó la misma atención a los momentos más pequeños del filme que a los grandes números musicales que te dejan sin aliento: "Estaba tan centrado en sencillamente contar la historia, en la interpretación, y en la relación que estaban viviendo estas dos personas. Siento que eso no es tan común, especialmente en una película grande. Se esforzó muchísimo en esos detalles y no dejó que se entrometiera ninguna distracción, lo cual es genial".

El director de fotografía Bojan Bazelli ayudó a Antin a captar los momentos más alocados, románticos y emotivos de Burlesque. Comenta Bazelli: "El color tiene mucho peso en esta película. Tiene vitalidad. Para mí el espectáculo del burlesque es rojo. Añadimos muchos tonos rojos en todo el musical. Siempre que hay un número musical, ves una cantidad notable de un rojo muy rico y saturado".

Bazelli procuró marcar una diferencia entre el Hollywood de Ali y su mundo dentro del club. "Siempre que entramos en el club vemos que es vibrante, sus colores son vibrantes" explica Bazelli. "Hay más contraste. Mientras que cuando estás en las calles – y no es que Hollywood no sea un lugar vibrante – intentamos mantenerlo un poco menos colorido. La tonalidad es monocromática. Representa dos mundos: uno sería el mundo de Cher, el otro sería el mundo de Christina, una recién llegada a la ciudad".

El pulido trabajo de Bazelli se unió perfectamente con el de Eisenhauer y Fisher para crear una visión activa y atrevida de las secuencias musicales del club. Observa Peter Gallagher: "Bojan crea un mundo que parece real, un mundo en el que vivimos y actuamos y contamos la historia, y Peggy ilumina esta realidad aumentada y ayuda a contar la historia de estos números musicales. Existe una extraordinaria cooperación y coordinación entre los dos mundos separados".

En ocasiones, la producción dejaba el escenario para aventurarse en exteriores prácticos. Surgieron algunas dificultades logísticas evidentes al reunir dos iconos musicales en el centro de Hollywood. Sin embargo el sueño de Antin era rodar una escena en Hollywood Boulevard. Comenta el director: "Me crié aquí. El sol se pone casi en el centro de Hollywood Boulevard y crea una luz increíble que baña todo el bulevar y se refleja en las aceras pulidas de terrazo del Paseo de la Fama. Lo había visto tantísimas veces y siempre quise rodar allí, y por fin lo conseguí en esta película. No tenía ni idea de que sería tan enloquecido. Había muchísima gente. Me sentía como si estuviéramos en Times Square. Nunca lo había visto tan abarrotado".

En otra escena exterior, un enfrentamiento entre Nikki y Tess, Bell tuvo que meterse de golpe en una de sus escenas más dramáticas escasos minutos después de conocer a Cher. "La escena del aparcamiento fue un tanto extraña porque no conocía a Cher", recuerda Bell. "Ambas sabíamos que era un momento crucial en nuestra relación; tenía que salir bien y tenía que ser real. Nos sentamos y lo hablamos primero y dijimos: 'Obviamente somos grandes amigas. Hemos pasado millones de tardes juntas en las que hemos visto pelis, yo he hecho las palomitas y tú has preparado gin tonics y nos hemos pintado las uñas la una a la otra y tú eres mi ídolo y yo tu protegida y esto ha sido así por años, y ésta es la noche de nuestra ruptura'".

A pesar del nivel de fama que aportaron Cher y Aguilera a la producción, Bell descubrió que ambas fueron un apoyo excepcional. "Las dos tienen los pies en la tierra, y odio decir que me sorprendió, pero así fue", recuerda Bell. "No sabes qué clase de personalidad tendrá una persona cuando es así de icónica, pero ambas son un amor, y muy divertidas y directas; es muy fácil estar con ellas. Se ha convertido en una familia muy agradable, como la que en realidad tienen estas chicas en la sala Burlesque".

Christina Aguilera actuó, cantó y bailó en Burlesque; pero además participó en la composición de tres canciones que aparecen en la película: "E.X.P.R.E.S.S.", "Bound to You", y "Show Me How You Burlesque". Aguilera se ofreció a componer la música y Antin aceptó encantado. Pero con una condición. "Christina me dijo: '¿Significa eso que si escribo una y no te gusta, no saldrá en la película?' Y contesté: 'Sí,'" bromea Antin. "Básicamente es eso. A una chica como Christina Aguilera no le asustan los retos. Se fue y se puso a componer canción tras canción, y el resultado fue espectacular. Hablamos mucho acerca de lo que eran esas canciones. Escribí descripciones para las canciones, explicando qué cuentan en la película y de qué hablan, y cuál podría ser el tono". Al final Antin compuso una de las canciones clave que canta Christina en la película: "But I'm a Good Girl".

Los números de baile expertamente coreografiados empezaron a tomar forma meses antes de iniciarse la producción. Antin, que trabajó muy de cerca con los coreógrafos Joey Pizzi y Denise Faye, describe el proceso: "Denise Faye estuvo aquí conmigo durante meses, conceptualizando y viendo películas y videos musicales que nos encantaban, buscando referencias de todo lo que pudieras imaginar de los últimos cientos de años del baile, el espectáculo del burlesque, el vodevil y la ópera. Teníamos una pared entera con todos los números musicales y todas las ideas. Pegábamos y despegábamos cosas, emparejándolas, o eliminándolas. Ella y Joey Pizzi se trajeron a su equipo de coreógrafos: Tara Hughes, Aisha Francis, Melanie Lewis y Jaquel Knight. Después de conceptualizar algo, los seis se metían en una habitación y tras discutirlo me llamaban y me decían: 'Mira, ésta es la idea'".

Cada miembro del equipo aportó sus propios conocimientos a la coreografía de la película. Explica Jaquel Knight: "Denise, Joey y Tara habían trabajado juntos antes. Ya tenían esa química entre ellos y tienen mucho talento y técnica. Aisha, Melanie y yo aportamos el lado comercial al proyecto en general. Mi estilo personal es muy funky, muy callejero y underground. Me inspiro en lo que te puedas encontrar o ver en un momento determinado".

Aisha Francis, miembro del equipo de coreografía y una de las bailarinas, describe su número favorito: "'Something's Got a Hold on Me,' pero yo no salgo, ¡gracias a Dios!" se ríe Francis. "¡Estaban a punto de morirse! Eso fue como correr un maratón de diez días a toda pastilla. Me sentí fatal por las chicas. Tenían como treinta segundos entre toma y toma, pero su aspecto es increíble. Son tan profesionales y tienen unos cuerpos de infarto".

Antin también contó con Pizzi y Faye para proporcionar los toques cómicos de la película. "Todo el rato repetía: 'Sabes, este número tiene que ser gracioso'" explica Antin de la visita llena de eufemismos de Kristen Bell al dentista, en la canción "Dr. Long John". "Les empujaba a sacarle toda la comedia a la canción. Denise y Joey son muy graciosos y comprenden la comedia musical y el teatro musical. Le encontraron la diversión, la comedia y el toque sexy al número".

Dadas las cicatrices y heridas de guerra, se podría pensar que las bailarinas de Burlesque eran en realidad especialistas haciendo escenas peligrosas. "Me caí sobre una cortina de cuentas de metal y quedé envuelta en ella", recuerda Hough del rodaje de "Diamonds Are A Girl's Best Friend". "No había nada para sostenerme en pie. Lo malo es que parecía que tenía rozaduras porque tenía muchas marcas por todo el cuerpo de las cuentas metálicas. Fue muy doloroso. Pero es un número fabuloso y el dolor sienta bien cuando sabes que al final valdrá la pena".

El bailarín Sean van der Wilt también sufrió, pero el causante del dolor era otro: los vestidos de cadenas de oro en el número final. "Cuando las chicas se deslizaron por mis brazos, me corté con las cadenas de sus vestidos", explica van der Wilt. "Ha sido brutal, pero la película valdrá la pena".

El bailarín Paul Kirkland pudo conocer un lado diferente de Christina Aguilera, con quien trabajó en las giras de "Stripped" y "Back To Basics". "Normalmente, le preocupa la voz porque es su espectáculo y su voz es lo principal" explica Kirkland. "Ha sido genial verla actuar como bailarina y que probara lo que nosotros hacemos. Yo siempre he tenido la experiencia de conocer su ámbito, el musical, así que ahora la veo crecer y convertirse en una estrella de cine y en la asombrosa persona que es".

"Las chicas principales estuvieron aquí todos los días, y las empujamos mucho y algunas se adentraron en terrenos desconocidos", asegura la coreógrafa y bailarina Tara Hughes. "Fue riguroso y esas chicas emplearon muchísimo tiempo. Luchas con fuerza sabiendo que en siete meses descansarás. Tuvimos dos meses de preproducción y dos meses de ensayos con bailarines y actores y luego tres meses de rodaje".

Bell aguantó el tipo con Aguilera y Hough y el equipo de experimentadas bailarinas. "Han bailado con Michael Jackson y bailan con Beyoncé. Estas chicas son las mejores. Podrías pensar que con tantas mujeres se convertiría en una pelea de gatas pero no ha sido así. Es un ambiente muy cooperativo. Estoy haciendo todo lo posible por seguir el ritmo de las bailarinas. Puedo hablar con ellas y decirles '¿Te importaría enseñarme ese paso otra vez?' Están dispuestas a hacer que todo salga lo mejor posible", asegura Bell.

El primer día de Alan Cumming en el rodaje fue en la escena de la boda de Georgia, rodada en el centro de Los Ángeles. "En cierto momento baila con Julianne y se habían conocido hacía apenas diez minutos", recuerda Antin. "Le dijo a Julianne: 'Cariño, ¿crees que serás capaz de dar una vuelta?' Y ella le echó una mirada y, como es tan dulce, le contestó: 'Sí, creo que seré capaz'".

Por encima de todo, el reparto se contagió del entusiasmo del director. "Steven Antin es fenomenal", asegura Hough. "Es una bola de energía, y siempre te sientes preciosa cuando estás con él porque así te hace sentir. Comprende a las mujeres, y evidentemente, también entiende de música, así que sin duda estamos depositando toda nuestra confianza en él porque se lo merece".

Aguilera dice que conectó con Antin desde el primer día. "Tiene algo que hace que sientas que le conoces de toda la vida", asegura Aguilera. "Estaba implicado en cada aspecto, y lo cuidaba como si fuera su bebé. Hace que no quieras defraudarlo. Es genial".

Con todo, dice Aguilera que los espectadores encontrarán en Burlesque un divertido viaje musical de principio a fin. Añade que: "Ha sido precioso ser parte de esto, y creo que se refleja en la pantalla. Los espectadores verán todo el corazón que hemos puesto en esta película".


La banda sonora
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