Juanjo (Fele Martínez) es un profesor de universidad que acaba de ser abandonado por su novia, Celeste (Salomé Jiménez) sin que ésta le ofrezca ninguna explicación. Desesperado, Juanjo persuade a un alumno bastante jeta, Nico (Adam Jezierski), para que le ayude a recuperarla. Pronto descubren que Celeste está bajo el influjo de Jazz (Norma Ruiz), una exitosa escritora, pérfida y manipuladora, que está realizando grandes y sospechosos esfuerzos para corromperla. Nico puede ser un vago pero es tan hábil como Jazz a la hora de tender trampas. Cada uno cuenta con sus contactos: Edu (Joaquín Reyes) es el gancho perfecto de Jazz y Pedro (Santiago Segura) el as en la manga de Nico.
El juego de voluntades entre ambos personajes se convierte en un duelo inmoral en el que Juanjo y Celeste van a ser víctimas colaterales
Pero hay más personajes con intenciones sobre la pareja: Rebeca (Amaia Salamanca) y Nardo (Miguel Ángel Muñoz). Ella, alumna de Juanjo y compañera de Nico, está dispuesta a todo por conseguir que Juanjo olvide a su novia. Él, presunta (e impresentable) gloria del rock por descubrir, sabrá cómo cambiar los esquemas de Celeste, aunque también tendrá que vérselas con Fede (Samuel Miró), un violento portero de discoteca que Nico ha contratado para evitar el desastre.
Y sobre todos ellos, un secreto que sólo Lucía (Pilar Rubio) conoce.
Lo que Juanjo ideó como un plan sencillo termina convirtiéndose en un juego perverso o, quizás, romántico
o ¿ambas cosas? Sea lo que sea, será un bonito embrollo. Como debe ser en una comedia de enredo provocadora.
Los personajes
FELE MARTÍNEZ es Juanjo
Profesor de universidad. Es el yerno perfecto, con una vida perfecta: quiere una buena mujer, casarse, tener hijos, una casa, ser respetado, caer bien
Si buscas en el diccionario la definición de políticamente correcto, sale una foto suya. Pero, naturalmente, el destino es muy cabrón con gente así: su novia le ha mandado a la mierda sin darle ni media explicación, sus alumnos se ríen de él y, lo que es peor, su propio reflejo en el espejo se descojona de él. Sólo tiene una posibilidad de sobrevivir siendo una buena persona, y es convirtiéndose en el perfecto hijoputa que una vez, hace muchos años, fue. Es difícil de creer, pero eso dice él.
AMAIA SALAMANCA es
Rebeca
Rebeca en realidad no se llama Rebeca. Le llaman Rebeca porque tiene dos becas. Es difícil recordar su verdadero nombre. Como hija del alcalde que es, Rebeca es ideal: buena, estudiosa, responsable, madura, inteligente
Lamentablemente para su padre, Rebeca está completamente obsesionada por Juanjo, su profesor de literatura. Y por él está dispuesta a todo, a convertirse en la peor arpía, en una alimaña fuera de control. Tiene la teoría de que el amor es algo maravilloso que saca lo peor de nosotros, y está convencida de que lo peor de ella es lo mejor que puede haber para Juanjo. Si tuviera que renunciar a él a cambio de salvar al mundo, ¡bienvenidos al Apocalipsis, amigos!
ADAM JEZIERSKI es
Nico
A sus 19 años es ya un manipulador nato. Ha decidido que la única forma de ser feliz es no pegar chapa. Pero, eso sí, dando órdenes. Por eso sueña con ser político. Ideológicamente, se considera republicano. De hecho, en las elecciones españolas del 2008 votó a George W. Bush. A los cinco años le extirparon las anginas. Se cree que al cirujano se le fue la mano y, junto con las anginas, se llevaron también su moral y sus escrúpulos. A los diez años, mientras los demás niños leían tebeos de Mortadelo, Nico devoraba las obras completas de Maquiavelo y la historia de los Borgia. Mientras sus compañeros completaban su formación académica con clases de idiomas o música, Nico se inició a temprana edad en el tráfico de drogas como actividad extraescolar. Siempre ha dicho que nunca podría enamorarse de nadie a quien no odiase, por eso tiene una fijación por Rebeca, una chica de su clase que lo desprecia y a la que él no soporta. Quizá la más linda historia de amor desde Anthony Perkins y el esqueleto de su madre en Psicosis.
NORMA RUIZ es
Jazz
Escritora de éxito. Es bisexual, y porque sólo hay dos sexos: si pudiera, sería trisexual o hasta pentasexual. Su libro Tensión sexual no resuelta ha batido todos los récords de ventas en España y la adaptación al cine ha corrido a cargo de Almodóvar. Casi todas las mujeres del país quieren ser como Jazz: rebelde, indomable, sexualmente agresiva, la clase de tía que jamás pedirá perdón por ser una destroyer. Tiene complejo de Dios. Por eso, en ocasiones, toma bajo su tutela a otras mujeres y las corrompe hasta que ven la luz. Al igual que Nico, Jazz dice que tuvo una infancia algo especial: mientras sus amiguitas lloraban viendo Bambi y La bella durmiente, ella se partía de risa con Instinto básico y El silencio de los corderos. Jazz no cree que hoy en día tenga sentido hablar de guerra de sexos, dado que dicha guerra ya fue ganada por la mujer hace dos siglos. Pero las mujeres son lo bastante listas para dejar que los hombres crean que son el sexo fuerte. Jazz no es partidaria de la pena de muerte, excepto para los hombres que no consiguen que una mujer se corra en la cama.
PILAR RUBIO es
Lucía
Lucía es un misterio. Un gran misterio. Del calibre de la identidad del asesino de JFK o la del estilista que perfila las cejas a Zapatero. ¿Forma parte de la historia de Tensión sexual no resuelta o es un recurso narrativo que ha empleado el director para dárselas de listo? ¿Por qué habla a cámara? ¿Es como Bruce Willis en El sexto sentido? ¿O como Brad Pitt en El club de la lucha? ¿Está muerta, no existe o es que está haciendo un reportaje para la tele? Es una de esas damas que enamoran con sólo mirarte. De hecho, para enamorarte no hace falta ni que te mire, basta con que te escupa. Desgraciadamente, no podemos desvelar más sobre ella. Sólo que tiene una cuenta pendiente con Jazz. Y que se la piensa cobrar como sea.
MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ es
El Nardo
Su nombre viene de Bernardo pero su apodo deja claro sus puntos fuertes. Nardo es el eslabón perdido entre el hombre y la bestia. Es el tipo al que cualquier mujer se tiraría pero jamás se atreverán a confesarlo. Dicen que todos los tipos duros tienen dentro un niño débil y vulnerable; pues bien, el niño interior de Nardo es el Anticristo. ¿Sus hobbies? Lunes, miércoles y viernes: follar y emborracharse. Martes y jueves: emborracharse y follar. Los sábados toca con su banda de rock duro, Nardo y sus Tres Capullos, en un garito llamado El Purgatorio. Allí corre la sangre todas las noches, tan a menudo que ya hasta pasan de fregarla. Los temas más celebrados de Nardo son Noche de sexo (con estribillos tan poéticos como Si quieres una noche de sexo, toma de esto) o Dame guerra, un alegato belicista con versos tan edificantes como Dame, dame guerra. Sangre, balas y proyectiles. Napalm, bombas y misiles. Dame guerra
y Armagedón. Nardo tuvo una vez una pesadilla horrible: soñó que era homosexual. Al despertar, llamó a los miembros de su banda y les pidió que fuesen a su casa y le diesen de hostias salvajemente como medida disciplinaria. Así de progresista es el chaval.
SALOMÉ JIMÉNEZ
es Celeste
Tiene 30 años y no ha tenido un orgasmo jamás ¿Hace falta decir algo más?... Pobrecica.
JOAQUÍN REYES es
Nico
Hay actores, como Marlon Brando, que han cambiado la historia del cine y el teatro. Edu no es uno de ellos. Dicen que el tonto más tonto es el tonto que se cree listo. Edu va más allá: es un completo imbécil que se cree un genio. Recientemente, Edu ha debutado como director de teatro con Romeo y Julieta, año 3000. En su adaptación de la obra shakesperiana, Romeo y Julieta son ordenadores, él de la familia de los PC y ella de los Mackintosh. Lleva diez años estudiando interpretación en el reputado estudio de Juan Carlos Roto. Y ha repetido primero nueve veces, un récord considerando que sólo hay tres cursos. Al parecer, Juan Carlos Roto se ha planteado retirarse de la docencia varias veces tras ver actuar a Edu. Y según rumores, se ha llegado a plantear contratar un asesino a sueldo para que le vuele los sesos cuanto antes. A Edu, no a él.
SANTIAGO SEGURA es
Pedro
Genio de la informática. El mejor hacker del país. Su vida son los ordenadores. Entra con tanta frecuencia en el ordenador de la CIA, que ya hasta le invitan a un daiquiri cada vez que lo hace. Dice que una vez llegó a proponerle matrimonio a un ordenador, pero fue rechazado porque la sociedad aún no está preparada para una pareja cibersexual. Pedro pasa tanto tiempo en Internet que ya ha decidido dejar allí unas zapatillas y un cepillo de dientes. Obviamente, informaciones como esta nos hacen dudar de la cordura de Pedro. Tiene cerca de cuarenta años y lleva sin salir de su cubil
sí, unos treinta. Hay gente que, de vez en cuando, oye voces. Pedro las oye todo el tiempo. Dice que, si tuviera un hijo, le pondría de nombre HAL 9000, como el computador de 2001. La verdad es que sonaría de puta madre: HAL 9000 Peláez.
SAMUEL MIRÓ es
Fede
Es homosexual. Y homófobo. Es experto en artes marciales. Y adicto a la violencia. Está loco. Y toma drogas que lo vuelven aún más loco. Está cuadrao. Y cree en el dolor como forma de reeducar a sus semejantes. Tiene antecedentes penales. Y sueña con tener aún más para poder ir a la cárcel y liderar un sangriento motín, pero uno de verdad, no como el de Celda 211 (que le parece una mariconada). Se considera encantador, con mucho sentido del humor, entendiendo por humor arrancarle la oreja de un mordisco a un tipo nada más conocerlo con el fin de estrechar lazos.