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  Ni en sueños  (She's out of my league)
  Dirigida por Jim Field Smith
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Protagonizada por Jay Baruchel, Alice Eve, T.J. Miller, Mike Vogel, Nate Torrence, Krysten Ritter, Geoff Stults y Lindsay Sloane. La película está dirigida por Jim Field Smith. Escrita por Sean Anders & John Morris. Los productores son Jimmy Miller y David Householter. El productor ejecutivo es George Gatins. El director de fotografía es Jim Denault. El director artístico es Clayton Hartley. La película está montada por Dan Schalk. El diseño del vestuario es de Molly Maginnis. La música es de Michael Andrews. La supervisora musical es Deva Anderson.

Cuando los productores Jimmy Miller, David Householter y George Gatins comenzaron a trabajar en Ni en sueños, estuvieron todos de acuerdo en que el éxito de la película al final dependería de que se mantuviese un tono real y de que los personajes fueran creíbles. "Todos sabíamos que lo que hacía que este guión fuera único era una combinación de humor desinhibido, emoción genuina y un auténtico cariño hacia los personajes", dice el productor ejecutivo Gatins. "Queríamos hacer una película con corazón. Si los personajes no son presentados como gente real, en vez de cómo caricaturas, entonces el público no se va a involucrar emocionalmente en si consiguen estar juntos o no".

El primer paso de los productores era encontrar un director que compartiese su sensibilidad y su punto de vista. "Habíamos visto un cortometraje de un joven director británico de anuncios y sketches de comedia llamado Jim Field Smith," recuerda Gatins. "Jim nunca antes había dirigido un largometraje, pero era obvio que tenía una habilidad para la comedia que proviene de algo que es muy real".

Field Smith estaba en Londres, donde vive y trabaja, y recibió una sorpresiva llamada de su agente en Los Ángeles diciéndole que DreamWorks pensaba en él para dirigir una comedia romántica. "Me gustó de verdad el guión", recuerda, "porque la comedia surgía de los personajes en lugar de ser una pura fórmula. Tomé el primer avión para Los Ángeles y fui a entrevistarme con los productores".

A Field Smith le pareció que los guionistas Sean Anders y Tim Morris habían encontrado una experiencia universal. "Era un concepto muy sólido y además tenía unos personajes fantásticos", dice. "Yo había leído comedias muy conceptuales y pensado: ‘Caramba, esto es estupendo, pero no sé si soy el tipo adecuado para dirigirlo’. Ésta podía haber sido otra historia más en plan ‘cretino conoce a chica exuberante’, pero debajo de la comedia más básica y amplia hay un núcleo emocional, y la esencia del guión está en la fusión de ambos aspectos. Por eso, podemos tener las escenas más delirantes, pero cuando se ven en el contexto de lo que se conoce de los personajes, esas escenas se aceptan como unas situaciones reales, y esperamos que cómicas".

"Ésa es la clase de comedia que yo hago", continúa el director. "Quiero ver personajes reales y con los que uno pueda identificarse, y luego verles pasar por un infierno, porque quiero imaginarme cómo reaccionaría yo en esa situación. Es gracioso ver a alguien que resbala con una piel de plátano. Pero para mí es aún más gracioso ver a alguien resbalar con una piel de plátano y que, cuando esté caído en el suelo, suene su móvil y sea su chica diciéndole que le deja. Para mí eso, instantáneamente, es 400 veces más gracioso, porque esa persona tiene que volver a ponerse en pie tanto literal como metafóricamente".

Después de hablar con Field Smith, los productores quedaron convencidos de que éste tenía el enfoque ideal para abordar el material. "Jim no se concentró simplemente en los dos personajes principales", dice Gatins. "Hay un montón de personajes en la película y todos ocupan un lugar importante. Parecía saber cómo tratarlos a todos y hacer que fueran nítidamente diferentes".

El protagonista masculino del film, Kirk Kettner, es un guardia de seguridad de un aeropuerto, pero siempre ha soñado con ser piloto. Aunque ambos trabajos están físicamente cerca, se encuentran a muchos kilómetros de distancia en cuanto a estatus y glamour, observa Field Smith. "Kirk está esperando a que le ocurra algo, pero no está lo suficientemente motivado como para hacer algo al respecto. Ésa es una situación en la que se encuentran muchos jóvenes".

Mientras tanto Molly, que ha ejercido brevemente de abogada y que ahora dirige una próspera empresa que se dedica a organizar fiestas junto con su amiga Patty, tiene miedo de decírselo a sus padres. "La versión sencilla de la película es que ella le da confianza para que sea él mismo y no se preocupe de lo que puedan pensar los demás", dice Field Smith.

Pero, a pesar de su inteligencia y su belleza, Molly encuentra en Kirk algo que ni siquiera sabía que estaba buscando. "Él saca a la luz algunos de los problemas y engaños de la vida de ella", continúa el director. "Puede que ella sea físicamente perfecta, pero le preocupa el dinero y lo que piensen sus amigos y el aspecto que tiene, cosas que a él no le preocupan en absoluto. Si empieza a salir mal es sólo porque comienzan a escuchar las voces subversivas de sus propias mentes y de sus amigos".

Esos consejos comienzan con los amigos de Kirk ideando un aparato que, aunque sin ser totalmente a prueba de tontos, calcula el potencial romántico de una persona. T. J. Miller, cuyo personaje, Stainer, es el árbitro supremo del sistema de puntuación, explica los complejos algoritmos que forman su base. Comienza con un sencillo sistema de calificación del 1 al 10, siendo 10 el mejor y 1 el peor. Unos pocos elegidos, como Molly, son un "10 total", lo que significa que no tienen ni un defecto.

Partiendo de esa cifra inicial, Stainer aplica exenciones, sumas y restas. ¿Qué clase de coche tienes? Si uno tiene un coche cochambroso, eso va a restar un punto, a no ser que seas un artista porque entonces lo normal es que tengas un coche malo. Un tipo puede conseguir un punto extra por estar en un grupo musical, o vestir a la última, o depilarte un poco.

Basándose en lo cálculos de Stainer, Kirk saca un cinco (el coche tan abollado que tiene puntúa en contra suya), lo que coloca a Molly muy por encima de la diferencia de dos puntos que se puede permitir.

"Personalmente, nunca calificaría a las mujeres con un sistema numérico", dice Miller. "Tengo mi propia sistema de calificación. Para mí, a las mujeres habría que calificarlas mediante un sistema alfanumérico. Por ejemplo, algunas mujeres deberían ser un 849B".


Acerca del reparto
Hacer el casting para los 30 papeles con frase y los nueve personajes principales de Ni en sueños supondría ya de por sí un desafío hasta para el director más experimentado, y ya no digamos para un novato como Field Smith. Por fortuna, fue capaz de recurrir a su experiencia en la comedia de improvisación y sketches para reunir a una compañía de intérpretes con las mismas ideas. "Esta es realmente una obra de grupo", dice. "Como es obvio, tenemos a Molly y Kirk, nuestros héroes, pero gran parte de la comedia de la película surge de ese extravagante grupo de amigos y familiares de Kirk. Se basa mucho en los diálogos. Para poder conseguir que eso funcione, hay que contar con un grupo de actores que puedan replicarse al instante y hacer que el diálogo sea vivo y auténtico".

Los realizadores reunieron a un elenco de extraordinario talento que incluía a cómicos con experiencia en monólogos e improvisación, veteranos de la comedia en televisión y principiantes con talento para interpretar a los diversos parientes y amigos de Kirk y Molly. "Tuvimos mucha suerte con el reparto", dice Gatins.

Tanto los productores como el director coinciden en que el fichaje de Jay Baruchel fue crucial para el reparto de la película. Él es Kirk en muchos sentidos, y viceversa. "La corporeidad de Jay, la forma en la que habla, la forma en la que actúa con otras personas básicamente encajaba a la perfección con Jay", dice Field Smith. "Hace muchos gestos que son sencillamente hilarantes. Tiene los brazos más largos que nadie en el mundo, así que cuando va a darle la mano a alguien, se queda parado a tres metros de distancia. Introdujimos muchas de las singularidades y aspectos de su personalidad en la película".

"También es una persona entrañable", añade Field Smith. "Uno se identifica con él y quiere que acabe junto a Molly. Uno está deseando que se remangue y se ponga manos a la obra para poner orden en su vida".

El propio Baruchel reconoció a un alma gemela en el retrato que el guión hacía de Kirk. "Kirk es el típico hombre corriente", dice el actor. "Es fácil estereotipar a un personaje así y hacer de él un cretino. Pero Kirk se siente feliz haciendo lo que hace, no tiene ninguna ambición desmesurada. Se mantiene y es feliz así. Creo que ésa es una de las cosas suyas que atraen a Molly. Pero cuando ella empieza a cortejarle, eso conlleva muchos temas. El tipo que se sentía a gusto consigo mismo de repente empieza a sentirse inseguro y paranoico".

A pesar de sus semejanzas con Kirk, Baruchel dice que el papel necesitó de grandes dosis de interpretación pura y dura. "Tenía que ir a trabajar y besar a Alice Eve todo el día", dice gruñendo. "Tengo un trabajo muy duro. Ya sé que hay cosas mucho peores, pero al mismo tiempo, era algo sumamente incómodo. Nunca he besado delante de mis amigos a ninguna de las chicas con las que he salido, y ahora tenía que hacerlo delante de ciento cincuenta personas más".

El contraste entre la formación profesional de ambos actores refleja las diferencias entre sus personajes, afirma Baruchel. "Ella acababa de hacer una obra en Broadway", dice. "Yo fingía estar colocado y decía tacos delante de Seth Rogan y Jonah Hill. Salen cosas muy interesantes de la unión de esas dos escuelas de interpretación tan diferentes".

Eve, que había hecho antes una serie de papeles dramáticos, se alegró de tener la oportunidad de interpretar a un personaje más ligero. "Me encanta la comedia romántica", dice. "Y a quién no? Son como el chocolate de las películas. Y me encanta mi personaje. Es una persona auténtica y una buena chica de la cabeza a los pies. No recibo muy a menudo guiones donde la chica sea tan encantadora. Y no me podía creer lo favorablemente que trataba el guión a las mujeres".

Aunque se sintió halagada, Eve dice que sintió algunas reservas ante la idea de interpretar a la mujer "perfecta". "Nunca en mi vida he sentido tanta presión. Es una posición increíblemente delicada".

Los realizadores llevaban tiempo buscando a la actriz adecuada para el papel cuando Field Smith sugurió que conociesen a Eve. "Necesitábamos a alguien que interpretase a una chica fantásticamente guapa y que al mismo tiempo es vulnerable y adorable", dice. "Inmediatamente pensé en ella como en alguien que sería genial para esto".

Al director le costó también trabajo encontrar a los actores para los padres de Molly. "Los interpretan mis auténticos padres, que son ambos actores en Inglaterra", revela Eve. "Ya había tenido cinco o seis parejas de padres en diferentes películas, y mi mamá siempre decía que algún día le gustaría interpretar el papel de mi madre".

Con un guión que incluía una cantidad insólita de fuertes papeles secundarios, la importancia del casting iba mucho más allá de los dos protagonistas. "Teníamos a toda esa gente tan extraordinaria, cada uno de ellos con un talento bestial", dice Baruchel. "Incuso aunque nos hubiéramos ceñido al guión, habría sido la cosa más graciosa del mundo, pero todos lo aliñamos con nuestro propio material, y es una hilarante yuxtaposición de alocados personajes y personalidades".

T.J. Miller, Nate Torrence y Mike Vogel interpretan a los tres mejores amigos de Kirk, quienes son un salvavidas ligeramente defectuoso para el mundo del romance. El director Field Smith quedó completamente satisfecho con las interpretaciones de los tres actores. "T.J. Miller lleva a un niño de cuatro años dentro de él", dice el director. "Es muy energético y tiene muchos recursos de vocabulario, es un auténtico técnico de la comedia. Nate Torrence tiene una inocencia e ingenuidad innatas, lo que convierte al personaje de Devon en el contraste perfecto con todos los demás. Y Jack, el personaje de Mike Vogel, es uno de mis favoritos. No tiene ningún vínculo emocional con sus consejos, y se le ocurren esas perlas de sabiduría para las citas románticas que parecen haber salido de alguna especie de cuaderno de estrategia. Cuando Kirk dice que Molly viene a cenar con los padres de él, Jack le dice que acaba de sumar seis puntos. ¿Qué es lo que ha estado leyendo? ¿Algún artículo de revista para hombres?"

Baruchel compara la interacción entre los actores con actuar en una banda. "Cada uno de nosotros hace específicamente lo suyo", dice Baruchel. "Funciona un poco como la música, y así hay un tipo que toca la guitarra, otro que toca el bajo, otro que toca la batería, un tipo que canta lo mejor que puede, y la yuxtaposición es ridícula. Al menos, nos encontramos muy graciosos los unos a los otros".

Miller dice que aunque su personaje, Stainer, pueda parecer duro en sus consejos, solamente quiere lo mejor para su colega. "Estos cuatro tipos son un variopinto grupo de tíos que intentan averiguar qué van a hacer después del instituto. Stainer siempre trata de proteger a sus amigos, a veces de una manera quizás un tanto agresiva e inútil".

Ésta era la segunda vez que Miller trabajaba con Vogel, con quien apareció en "Monstruoso". "No sé si has visto alguna vez a Mike Vogel, pero Mike es muy intimidante, tanto física como psicológicamente", dice. "Salió en la portada de la revista Men’s Health justo después de "Monstruoso". Yo salí en la contraportada de Cuerpos de bebé".

El personaje de Vogel es lo más parecido del grupo a un mujeriego. "Es el tipo experto en consejos sobre las mujeres", dice el actor. "Y a pesar de los consejos de Jack, Kirk lo consigue".

Único actor no cómico del grupo, Vogel dice que disfrutó viendo a sus compañeros repasar el guión buscando las risas. "Sin embargo, no son todos unos personajes grandes e inequívocos que se hacen chistes unos a otros. Hay una camaradería que hace que funcione la dinámica entre nosotros".

Por su parte, a Molly la aconseja mal su socia, Patty, interpretada por Krysten Ritter. "Patty es bastante brutal", dice Ritter. "Es honesta, graciosa y expresiva, y dice un montón de palabrotas. Yo acababa de trabajar en Confesiones de una compradora compulsiva, en la que mi personaje era realmente chispeante, así que Patty era el contraste perfecto porque es muy seca, realmente malintencionada y siempre lleva contorno de ojos negro".

Ritter tiene ocasión de mostrar en la película un talento previamente desconocido. "Me gustan mucho los bolos, así que me sentí encantada cuando supe que Patty tenía que hacer una jugada a los bolos y tirarlos todos. Cuando llegué aquel día al plató, habían contratado a un jugador profesional de bolos para que lo hiciese por mí, y yo les decía: ‘Oye, que puedo hacerlo yo’. Bueno, aquel tipo probablemente mintió acerca de su currículo, porque aquel día no fue capaz de tirarlos todos. Entonces llegué yo y, sí, ésa soy yo jugando a los bolos".

Puede que los amigos de Kirk sean como una familia adoptiva para él, pero sigue teniendo una familia de verdad a la que enfrentarse. "Los miembros de su familia son como una especie de ogros que constantemente tiran por tierra a Kirk, tanto física como mentalmente", dice Field Smith. "Su hermano le machaca literalmente todo el rato, y su padre está siempre rebajándole. Una de mis frases favoritas de la película es cuando Kirk le dice a Molly: ‘Iba a ir al colegio pero en vez de eso mi padre compró una piscina’. Creo que eso resume la idea que Kirk tiene de la vida".

Adam LeFevre es el cabeza de familia de los Kettner en el papel del padre, Walt. "Como padre, era responsabilidad suya educar a chicos que entendieran lo que supone ser un hombre, ser duro pero tierno, ser capaz de estar borracho y aún así poder conducir", dice el actor. "Ya sabes, esas cosas que realmente sólo un padre puede enseñar a un niño. Walt se queda atónito cuando Kirk aparece con esa chica tan espectacular, porque eso significa que cosas así pueden suceder en la realidad. Si hubiera sabido jugar bien sus cartas, hubiera acabado con Jill St. John".

La familia incluye también a la matriarca Barb (Debra Jo Rupp), al hermano mayor Dylan (Kyle Bornheimer) y a su novia embarazada, Debbie, interpretada por Jessica St. Clair. "Es la clase de mujer que no tiene miedo de plantarse un biquini estando embarazada de seis meses", dice St. Clair de su personaje. "Y que esté embarazada no quiere decir que esté fuera de juego, ¿sabes cómo te digo?"

Lindsay Sloane interpreta a Marnie, la exnovia por la que Kirk suspiraba hasta que aparece Molly. "Marnie creció siendo la tía buena de su barrio, y ha seguido creyendo que lo es en todas las otras partes del mundo. ¡Nada es tan manifiestamente sexy como unos labios de un horrible color rosa y un pelo realmente impresionante!"

Los actores son unánimes a la hora de alabar al director primerizo Field Smith. "Jim tiene una formación en comedia de sketches en Inglaterra, así que tiene un sentido innato para ello realmente interesante", dice Sloane. "Escucha el ritmo y sabe cómo afinar de verdad las cosas. puede encontrar chistes en sitios en donde no han sido escritos, pero al mismo tiempo es lo bastante inteligente y está suficientemente seguro de sí mismo como para no forzar nada".

"Su presencia da mucha confianza", añade Alice Eve. "En un plató de cine, el mundo se viene abajo unas diez veces al día, y a veces parece como si todo fuera a pararse en seco de un momento a otro. Pero Jim hace que funcione. Cuando le miro en momentos así, no veo sino la calma más competa. Se pone a hablar de algo completamente diferente, y el pánico desaparece".

"Nadie hubiera dicho que se trataba de su primera película", añade Debra Jo Rupp. "Sabe darles espacio a los actores. Nos dejaba actuar juntos y llegamos a conocernos muy bien unos a otros en muy poco tiempo. Hay que tener mucha confianza en uno mismo como director para ser capaz de llegar a eso".


Aeropuertos, estadios y ambientación
Cuando los realizadores empezaron a buscar la ciudad perfecta para servir de telón de fondo a Ni en sueños, hicieron una lista de atributos: tenía que tener unos escenarios lujuriosamente románticos, un equipo de hockey de la Liga Nacional estadounidense y, quizás lo más importante, un aeropuerto que estuviese disponible para filmar a mansalva.

"Primero buscamos el aeropuerto", dice Field Smith. "Era uno de los escenarios más importantes de la historia. Pero encontrar un aeropuerto en donde pudiésemos rodar como necesitábamos era algo casi impensable. Es más fácil construir un decorado".

Mientras buscaban localizaciones, los realizadores visitaron el Aeropuerto Internacional de Pittsburg. Después de recorrer las instalaciones, se hizo evidente que las restricciones de tiempo y de accesos harían imposible filmar allí. "Podíamos filmar en ciertas zonas de 2 a 3 de la madrugada, y en otra zona a las cinco de la madrugada, pero con una sola cámara", dice Field Smith. "Cuando ya nos metíamos en la furgoneta para marcharnos, alguien mencionó que había un solar que no se utilizaba, y preguntó si queríamos verlo. Estábamos a punto de tomar otro vuelo, pero pensamos, ¿por qué no?"

"Y entonces abrieron una pequeña puerta", continúa el director, "y había toda una mitad del aeropuerto, vacía. Podíamos ver los aviones a través del cristal, toda la señalización seguía allí y todas las aceras rodantes aún funcionaban".

"Por desgracia para ellos, y por suerte para nosotros, una disminución en el número de vuelos con salida o llegada en Pittsburg les había obligado a cerrar un ala entera", añade Field Smith. "Pudimos filmar con acceso ilimitado a toda esa ala. Fue cosa de literalmente abrir una puerta, encender una luz y de repente allí teníamos un escenario de rodaje completo. Me sentí como Alicia en el País de las Maravillas".

Incluso contando con la mitad del aeropuerto para ellos, las restricciones de seguridad para los actores y los miembros del equipo aún así eran estrictas. "Entrar y salir de un aeropuerto en funcionamiento ciertamente planteaba algunos problemas logísticos", dice George Gatins. "Cada día era como si fuéramos todos a montar en avión. Teníamos que pasar los controles de seguridad, y quitarnos los zapatos y los cinturones. Había muchas obligaciones y prohibiciones. Éramos huéspedes del aeropuerto, así que queríamos asegurarnos de no abusar de su hospitalidad ni causar ninguna molestia innecesaria".

A los extras se les advirtió que no trajesen nada que no pudiera subirse a un avión, ni siquiera comida ni bebida. "Y, por supuesto, nada de cuchillos ni pistolas, por favor", dice Field Smith. "Pero fue un hallazgo increíble. Nos sentimos como si hubiéramos tropezado con un secreto. Era ciertamente la razón principal de nuestro viaje a Pittsburg, y entonces, al llegar allí, descubrimos todo aquel otro material maravilloso".

El segundo asunto clave de la lista era conseguir la cooperación de un equipo de hockey profesional. El productor Jimmy Miller, oriundo de Pittsburg, había trabajado de acomodador en el estadio Mellon Arena cuando era un adolescente. "Jimmy aún tiene pases de temporada para los Penguins", dice Gatins. "Y uno de sus compañeros del colegio es vicepresidente de esa franquicia. Los Penguins nos dieron acceso a todo lo que pudimos necesitar. Nos dieron unos palcos de lujo, nos dieron asientos junto a la pista, nos permitieron filmar durante un partido abarrotado en el Mellon Arena".

Para alguien nacido y criado en Inglaterra como Field Smith, había mucho que aprender acerca de ese deporte tan popular en Norteamérica. "Al ser de Gran Bretaña, no sabía nada de hockey", admite. "Fui a cuatro partidos durante la preproducción para hacerme una idea de cómo filmarlo. Nuestra primera noche, estuvimos filmando en la primera fila, justo al lado del hielo. Fue mi bautismo de fuego, o bautismo de hielo, más bien".

El primer día de producción de Ni en sueños tuvo lugar en el Mellon Arena durante un partido auténtico. "Básicamente, tuvimos 18.000 extras no oficiales", recuerda Field Smith. "Los seguidores de los Penguins fueron muy pacientes al tener a un equipo de filmación moviéndose por dentro y fuera del estadio. Teníamos que cambiar el rollo de la cámara cada diez minutos o así, y los habitantes de Pittsburg se los iban pasando de una fila a otra hasta nosotros como si fueran perritos calientes".

Los actores y el equipo llegaron a punto para el primer partido de regreso del capitán Sidney Crosby tras una lesión. "El público estaba increíblemente excitado", continúa. "Jay llegó a conocer a Sidney Crosby, a quien admira desde siempre. Y todos pudimos ver a Jay transformándose en un balbuciente chiquillo de cinco años, lo cual fue hilarante".

Puede que algunos espectadores se sorprendan con la belleza de la "Ciudad de Acero". Situada en la confluencia de los ríos Monongahela y Alleghany en el punto en que se unen para formar el río Ohio, Pittsburg tiene numerosos puentes y unos rascacielos magníficos que constituyen un telón de fondo dramático para la historia. Los realizadores exploraron cuidadosamente la ciudad en busca de los escenarios que se ven en la película, incluidos el mundialmente famoso Museo Andy Warhol y el Monte Washington, que fue nombrado "mejor paisaje urbano" por la revista USA Weekend. "Mientras íbamos para allá, no éramos conscientes de todo lo que la ciudad podía ofrecer", dice Field Smith. "Una vez hubimos llegado, empezamos a montar la historia en las localizaciones de Pittsburg. Hay una escena entre Kirk y Molly en el Monte Washington con la ciudad al fondo que es fantástica".

Al final, el director encontró en Pittsburg todo lo que necesitaba, que era bastante. "Era una película grande en cuanto a localizaciones y número de personas. Parecía como si cada escena necesitase de cientos de extras", dice Field Smith. "Hacíamos una toma y luego tardábamos diez minutos en volver a colocar a 300 personas en su posición inicial. Me sentía como si me hubiesen regalado un juguete con cientos de extras para que jugase, y un espectáculo aéreo, y aviones y coches de efectos especiales y toda clase de cosas. ¡Lo único que no tuvimos fue una explosión!"

Al final del rodaje, Field Smith estaba satisfecho de haber rodado la película que tenía originalmente en mente. "Cuando leí el guión por primera vez, imaginé completamente muchas escenas en mi mente. Muy a menudo, uno tiene que ceder en cuanto a alguna cosa, pero por fortuna conseguí hacer algo que se aproxima mucho a lo que imaginé en un principio".