Cinemanía > Películas > Más allá de la vida > Comentario
Destacado: Pedro Martín-Calero dirige 'El llanto' con Ester Expósito
  Más allá de la vida  (Hereafter)
  Dirigida por Clint Eastwood
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Matt Damon ("Invictus", la saga "Bourne") protagoniza "Más allá de la vida", dirigida por Clint Eastwood ("Million Dollar Baby", "Sin perdón") a partir de un guión de Peter Morgan ("El desafío: Frost contra Nixon", "The Queen").

"Más allá de la vida" es una producción de Clint Eastwood, Kathleen Kennedy y Robert Lorenz, con Steven Spielberg, Frank Marshall, Peter Morgan y Tim Moore como productores ejecutivos.

La película cuenta también con la laureada actriz belga Cécile de France y los gemelos George y Frankie McLaren. El reparto internacional incluye también a Jay Mohr, Bryce Dallas Howard, Marthe Keller, Thierry Neuvic y Derek Jacobi.

En cuanto al equipo técnico, Eastwood recurrió a sus colaboradores de toda la vida, incluido el director de fotografía Tom Stern, el diseñador de producción James J. Murakami, los editores Joel Cox y Gary D. Roach y la diseñadora de vestuario Deborah Hopper.

"Más allá de la vida" se rodó en localizaciones totalmente reales en París, Londres, Hawai y San Francisco.

Un enorme tsunami barre una pequeña ciudad costera de Indonesia, sumergiendo a una periodista francesa bajo el agua y haciendo que casi se ahogue. En las calles de un barrio marginal de Londres, un accidente hace que dos hermanos gemelos se separen para siempre dejando a uno de ellos sin su referente de siempre. Y, al otro lado del mundo, en San Francisco, un hombre es capaz de desconectarse de esta vida para escuchar las voces de los muertos.

¿Qué ocurre después de la muerte? ¿Cómo puede simplemente desaparecer alguien tan cercano? ¿Cómo pueden seguir viviendo los que se quedan aquí? "Más allá de la vida" es un drama que explora la búsqueda de respuestas sobre lo más profundo de sus propias vidas a través de tres personajes.

"No sabemos qué hay al otro lado, pero en este lado lo que hay es el final", comenta el director Clint Eastwood. "La gente tiene sus propias creencias sobre lo que hay y lo que no hay más allá, pero son sólo hipótesis. Nadie lo sabe hasta que no está ahí".

"Creo que todos queremos creer que hay algo más allá pero que no estamos seguros de qué puede ser", añade la productora Kathleen Kennedy. "Es curioso, pero creo que la vida se define en ocasiones cuando se está frente a la muerte".

"La muerte afecta a los tres personajes de la película de una forma a la que la mayoría de la gente no se enfrenta nunca", explica el productor Robert Lorenz. "Pero, de una u otra manera, todos podemos conectar con las emociones básicas de la historia: pérdida, amor, soledad y vinculación. Eso son cosas que todos conocemos".

Matt Damon, que protagoniza la película, está de acuerdo y agrega: "Se trata de no limitarse a quedarse ahí sentado con una actitud nihilista. Se trata de llegar a las demás personas que están aquí, en este mundo, contigo. Y creo que, en última instancia, es un mensaje vital muy positivo".

Peter Morgan es el autor del guión de "Más allá de la vida", que escribió poco después de haber perdido a un amigo muy querido en un accidente. Eso le obligó a plantearse la pregunta que todos nos hacemos en algún momento de nuestra vida. "Murió de forma muy repentina. Muy violenta. No tenía sentido. Su espíritu estaba todavía tan vivo con nosotros en su funeral que probablemente todos estábamos pensando: ‘¿Dónde se ha ido?’", confiesa el guionista, que también es productor ejecutivo del film. "Podemos estar muy cerca de alguien, saberlo todo sobre él, compartirlo todo con él y, de pronto, te deja y no entiendes nada. Quería escribir una historia que planteara algunas de esas preguntas. Hay algo de épico en esa búsqueda".

La idea de Morgan se convirtió en tres historias interrelacionadas. "Cuando estaba escribiendo, no me daba cuenta de que había creado tres personajes muy solitarios que, en cierta medida, buscaban completarse en el otro", comenta. "Se trataba de un guión muy poco habitual para mí. Normalmente, mis guiones son fruto de la investigación y están basados en la realidad. Éste era muy instintivo y emotivo... sin planificar, sin esquemas. Fue genial escribir esta historia".

Años después de finalizar el guión y meterlo en un cajón, Morgan comentó la idea con Kennedy mientras ambos estaban trabajando en otras cintas. "Peter me comentó que estaba trabajando en este guión, llamado ‘Más allá de la vida’, que era muy diferente de todo lo que hubiera hecho antes", recuerda Kennedy, que estaba en la fase de post-producción de una película con su socio, Frank Marshall, y Steven Spielberg, ambos productores ejecutivos de "Más allá de la vida". Kennedy cogió el guión y se lo dio a leer a Spielberg. "Steven se quedó inmediatamente prendado del guión y me dijo: ‘Sé exactamente quién debería dirigirla: Clint.’ Tenía algo que Steven sabía que podría despertar la sensibilidad de Clint".

Spielberg, que ya había trabajado con Eastwood en su doble película sobre Iwo Jima, llamó a Eastwood mientras éste estaba en Francia. Lorenz, el productor de siempre de Eastwood, lo organizó todo para enviarle el guión. "Recuerdo que lo leí en una pequeña cabaña en el sur de Francia, lo que es, en cierto sentido, una experiencia como de otro mundo, y me gustó mucho", recuerda Lorenz. "Es una historia sencilla y realista aunque enormemente original escrita de una forma clara y concisa para la que Peter está muy dotado. Clint lo leyó esa misma tarde y dijo: ‘Quiero hacer esta película.’"

"Por la forma en que estaba contado, parecía algo que no se hubiera visto nunca y contenía grandes dilemas y dimensiones", explica Eastwood. "Me gustaba la forma en que Peter había escrito tres historias que se sostenían por sí mismas pero que estaban al mismo tiempo conectadas".


George en San Francisco
"Más allá de la vida" es una película contada a través de los ojos de tres personas en distintas partes del mundo. Aunque sus vidas terminan por convergir, comienzan su viaje solas. Matt Damon es George Lonegan, un médium renuente que está tratando de librarse de los muertos que buscan desesperadamente compartir un último momento con sus seres queridos a través de él.

Después de trabajar con Damon en "Invictus", Eastwood esperaba poder contar con el actor para esta película, un deseo al que Damon accedió. "En un primer momento pensé que mi agenda no me lo iba a permitir porque estaba rodando otra película cuando me llamó Clint", recuerda Damon. "Dije: '¿Me acabas de llamar para decirme que tienes un guión de Peter Morgan que vas a dirigir y que quieres ofrecerme un papel pero que todo se va a rodar mientras estoy trabajando en otra película? Preferiría que me torturaras a que me hagas esto'", sentencia. "Pero todo funcionó, por suerte, ya que Clint es muy flexible. Me encanta trabajar con él y todo su equipo".

Puesto que la historia está compuesta por tres historias diferentes, Eastwood pudo rodar la película de forma que encajara con la agenda de Damon. "Pensé en rodar las otras dos historias y dejar la tercera para cuando Matt estuviera libre", recuerda Eastwood. "Y eso es lo que hicimos. Evidentemente soy fan de Matt y estaba seguro de que sería capaz de interpretar el conflicto de su personaje".

"Creo que Matt se está convirtiendo en uno de los actores más grandes que hemos tenido en mucho tiempo; sólo hay que fijarse en todo su trabajo y el amplio abanico de papeles que ha interpretado", comenta Kennedy. "Y uno de los motivos por los que le encanta trabajar con Clint es que siempre hay algo que se pueda aprender de él tanto como actor como en calidad de director".

El actor describe su personaje como "un tipo muy solitario". Los últimos tres años de su vida han supuesto un gran cambio para él, ya que puede hablar con los muertos. Es algo que no le gusta, algo que considera más una maldición que un don. Interfiere con su capacidad para intimar con nadie porque es algo que le sucede cuando mantiene cualquier tipo de contacto físico con alguien".

Aunque George tiene un verdadero don, sabe que el mundo de los médiums y los videntes está lleno de estafadores y pseudo-científicos. "Tratamos de demostrar la legitimidad de lo que hace", señala Eastwood, "como contrapunto a los charlatanes que hay por ahí. Aunque algunos son auténticos y otros no, dependiendo del cristal con que se mire, por así decirlo, la historia se refiere a quienes quieren aprovecharse de los demás que desean contactar con el más allá".

Uno de los que quiere aprovecharse de esas personas es el hermano de George, Billy, interpretado por Jay Mohr. "Creo que Billy es un estafador profesional", señala Mohr. "Su hermano tiene una habilidad muy especial, y creo que a Billy le gustaría aprovecharla para hacerse ricos los dos aunque, en términos emocionales, resulta demoledor para George. Pero eso a Billy no le importa".

"Elegir a Jay Mohr para interpretar a Billy fue lo más fácil de todo", apunta Lorenz. "Jay llegó y vimos que era un vendedor nato. No hacía ninguna concesión al sentimentalismo, el Billy de Jay era el contrapunto perfecto para George".

En un intento por salir de la situación, George inicia una relación con Melanie, interpretada por Bryce Dallas Howard, una chica del Medio Oeste fuera de su medio natural a la que conoce en un curso de cocina. "Se acaba de mudar a San Francisco porque alguien la ha dejado y está tratando de salir del pozo", explica Howard. "Cuando la ponen de pareja con George en su clase de cocina, él parece perfecto para ella. Melanie está un poco nerviosa y se muestra un tanto tímida; mantienen una relación agradable y sincera. Pero a medida que se van conociendo, queda claro que George tiene un secreto y que Melanie también tiene los suyos".

Lorenz explica que Howard ha sabido transmitir la vulnerabilidad de su personaje: "Bryce tiene un encanto y un espíritu juvenil perfecto para Melanie en muchos sentidos. Y su química con Matt era muy fuerte, algo que todos pudimos apreciar en su primera escena juntos en la clase de cocina. Pero, por supuesto, en un momento emocional y desgarrador, descubrimos que ha sufrido mucho en la vida".

"Cuando conoce a Melanie es un ejemplo de cómo ese talento, la clarividencia o como quiera llamarse que tiene le complica la vida a George", afirma Eastwood. "Son el tipo de personas con las que todos conectamos. Quieres que estén juntos. Pero, por supuesto, no es tan fácil".

"El demonio de George es que literalmente puede ver el alma de la gente" explica Kennedy. "Puede adentrarse con suma rapidez en cosas que los demás creen que sólo ellos saben. Y, en ocasiones, lo que descubre, lo que se le revela, son cosas que no quiere saber necesariamente".

El lugar en el que George siempre se ha refugiado son las grabaciones en CD de las obras del novelista victoriano Charles Dickens leídas por el actor inglés Derek Jacobi. "George sabe que mantiene alguna conexión con ese escritor que tenía tantos fantasmas en la cabeza todo el tiempo", señala Damon.

Tratando de dejar atrás su pasado, George se embarca en un peregrinaje hacia el Londres natal de Dickens. "George está buscando una forma de salir de esa situación en la que lleva mucho tiempo atrapado", comenta Lorenz.

El viaje de George le lleva a la feria del libro de Londres y a una especie de choque con la historia de otros dos personajes. "Creo que todos los personajes de la película están tratando de reengancharse a la vida", observa Damon. "Y George tiene que comprender lo valioso que es ese don que tiene".


Marie en París
Marie Lelay, una popular periodista política y presentadora francesa comienza su viaje en una pequeña ciudad costera del sudeste asiático mientras está de vacaciones con su novio, Didier.

Marie es interpretada por la actriz belga Cécile de France, que comenta: "Marie es una profesional fuerte y rica enamorada de su trabajo y apasionada por contar siempre la verdad en su trabajo. Por eso es tan buena periodista y es tan popular. Mantiene una relación con el productor de su programa, y el suyo es un amor entre dos personas muy ocupadas. No prestan mucha atención a lo que le pasa a su corazón al comienzo de la historia".

Eastwood eligió a De France para el papel tras ver una grabación de su trabajo en las primeras fases del proceso de casting. "Había visto a unas cuantas personas y de pronto surgió ella", recuerda Eastwood. "No conocía a Cécile, pero creo que es una de las mejores actrices con las que haya trabajado nunca".

La vida de Marie cambia para siempre cuando sale del hotel para comprar unos regalos para los hijos de Didier en un mercadillo. A lo lejos, escucha un rugido y cuando se da la vuelta ve acercarse un tsunami devastador que lo destruye todo a su paso. "Queda sumergida por la ola asesina", señala de France. "Trata de aguantar la respiración pero el tsunami la arrastra. Cuando está casi muerta, tiene una visión. Todo se queda en silencio y totalmente oscuro; ve una luz a lo lejos. El tiempo se detiene y la luz que ve a lo lejos se va acercando a ella. No tiene conciencia del tiempo lineal ni de las emociones. Lo sabe todo, lo siente todo".

Esa sensación no dura mucho, y pronto Marie está buscando aire y recobrando el conocimiento. Eastwood lo explica así: "Después de una experiencia cercana a la muerte, vuelve a París y a su trabajo, pero este acontecimiento ha convulsionado todas las facetas de su vida".

"Todos los seres humanos comparten la misma ansiedad cuando se enfrentan al misterio de la muerte", afirma de France. "No tenemos las respuestas a algo que no podemos controlar. Y esa especie de trauma nos obliga a enfrentar el hecho de que todos vamos a morir algún día. Marie no puede salir de lo que le ha pasado".

Cuando trata de recuperar su vida, descubre que ha surgido una especie de abismo existencial que la separa de todos los que la rodean. "Como periodista, es muy realista; todo son imágenes e historias", añade Kennedy. "Cuando le ocurre esto, no sólo desarrolla una enorme curiosidad por lo que le ha pasado, sino que la gente que tiene alrededor empieza a pensar que ha perdido el norte. Ni siquiera quieren hablar de ello".

Su novio el productor se siente incómodo con el cambio que sufre ella desde el primer momento. El actor francés Thierry Neuvic, que interpreta a Didier, lo explica así: "Didier da por supuesto que tiene mucho estrés y sufre un shock post-traumático a consecuencia del tsunami. Es un hombre pragmático y no puede entender el cambio que está atravesando su pareja. Así que empieza a surgir la distancia entre ellos. Didier no quiere acompañarla en su viaje".

La soledad de Marie y su búsqueda de respuestas la impulsan a empezar a escribir un libro sobre su propia experiencia. Su frustrante búsqueda de información la lleva finalmente a una clínica para enfermos terminales de los Alpes. La veterana actriz suiza y directora de ópera contemporánea Marthe Keller da vida a la doctora Rousseau, que ha estudiado el fenómeno y se encarga ahora de los pacientes de la institución alpina.

"La doctora Rousseau es una científica que se ha pasado la vida buscando lo que se considera un tema tabú en el mundo de la ciencia: que hay personas en todo el mundo que han tenido contacto con la muerte y han vuelto a la vida", explica Keller. "A la gente no le gusta hablar de ello porque el propio concepto puede resultar aterrador. Pero Marie le ha escrito una larga carta confesándose y contándole su historia. Marie no sólo quiere saber, quiere que alguien la escuche. Necesita ser comprendida".

La búsqueda de la verdad por parte de Marie la llevará finalmente a Londres, donde por fin se encontrará cara a cara con alguien dispuesto a escucharla.


Marcus en Londres
Los hermanos gemelos George y Frankie McLaren fueron elegidos para interpretar el elemento central de la historia de pérdida de la película. La directora de casting Fiona Weir vio a más de 100 parejas de gemelos de Londres para interpretar a Jason y a Marcus. Aunque habían hecho algo de teatro, no tenían ninguna experiencia en el mundo de la actuación, lo que Eastwood vio como una ventaja para sus papeles en "Más allá de la vida". "Tienen un rostro estupendo y proceden de un barrio obrero" comenta. "Eran los que menos experiencia tenían, pero se pusieron manos a la obra y su naturalidad me cautivó".

"Conectaron al instante con los personajes que había escrito Peter", añade Kennedy. "Clint ha sabido sacarles cierta sensibilidad lastimada, tranquila, y algunos secretos que notas que comparten".

Jason y Marcus son hermanos gemelos y viven en una zona de viviendas subvencionadas de clase obrera de Londres. Su madre, Jackie, interpretada por Lyndsey Marshal, lucha contra sus adicciones y servicios sociales está a punto de enviarlos a un hogar de acogida. "Jackie quiere a sus hijos pero no puede hacerse cargo de ellos", nos cuenta Marshal. "Es muy joven, no tiene dinero y es drogadicta. Los niños sienten la necesidad de ayudarla, de cubrirla delante de los servicios sociales cuando visitan su casa. Saben mucho porque llevan mucho tiempo en esa situación".

Nacido 12 minutos antes, Jason es el más seguro de los dos y cuida tanto de su madre como de su hermano. "Están muy unidos porque no tienen demasiados amigos", comenta Frankie McLaren. "Están siempre juntos porque son todo lo que tienen".

Cuando están haciendo un recado para su madre, Jason es atropellado por un coche, y Marcus se queda increíblemente solo. "Marcus es el más débil de los dos, y su hermano sufre una muerte trágica. Se siente a la deriva, sin saber qué hacer o cómo va a ser su vida", comenta Lorenz. "Está realmente perdido y busca respuestas".

"Volver a contactar con su hermano se convierte en una obsesión para él", añade Kennedy, que es gemela ella también. "Está tratando de dar sentido a su vida sin la persona a la que tanto quería. Creo que todos sentimos algo así cuando perdemos a un hermano o a nuestros padres. Pero en el caso de los gemelos, es como si perdieras una parte de ti. Este aspecto de la historia me toca muy de cerca, pero creo que todo el que sea capaz de entender este tipo de relación sentirá lo mismo".

Los dos McLaren se alternaron en la interpretación de Jason y Marcus, lo que contribuye a aumentar la sensación de que son dos mitades de un mismo todo. "Creo que la pérdida más profunda que se puede tener es la de un gemelo, alguien con el que literalmente compartes tus células", añade Peter Morgan. "Resulta especialmente terrible porque los chicos de esta historia son muy jóvenes y sólo saben vivir juntos".

Marcus se aferra al recuerdo de Jason y a la gorra que éste llevaba siempre. "Jason tiene un sombrero especial", comenta George McLaren. "Y cuando muere, Marcus se lo empieza a poner. Lo lleva puesto hasta en la cama, siempre lo lleva con él".

Al aislamiento de Marcus se suma que el accidente es el desencadenante de que lo separen de su madre y lo envíen a un hogar de acogida. "Es muy joven y tiene miedo del mundo y de nosotros", comenta la actriz irlandesa Niamh Cusack, que interpreta a su madre de acogida. "Necesita sentir que Jason siguen con él. Es su única seguridad".

En un intento por restablecer una conexión con su hermano, Marcus se embarca en una odisea a través la comunidad de médiums y videntes de Internet. "Se empieza a mover y a hablar con todo el que pueda ponerle en contacto con Jason, y llega a esos charlatanes que dicen que pueden hablar con el más allá, aunque no sea cierto", nos cuenta Eastwood.

Pero esa búsqueda le lleva finalmente a un nombre, y ese nombre a un rostro: George Lonegan. De esta forma, Marcus se decide a ir a la búsqueda de la única persona que cree que puede ayudarle a encontrar las respuestas que necesita.


Localizaciones reales en Hawai, París, San Francisco y Londres
Tras reunir a su leal equipo de colaboradores y técnicos, Eastwood comenzó la producción de una película que abarcaría numerosos lugares del planeta, desde Londres y París hasta San Francisco y Maui.

"Las ideas de esta película son universales", comenta Damon. "Se ocupa de cuestiones a las que la gente se enfrenta en todo el mundo, algo que ha ocurrido y que ocurrirá siempre. Por eso creo que se trata de una gran historia con un sentimiento muy universal, y nos trasladamos a todos esos países para capturar esa esencia".

Puesto que la acción iba a estar interconectada, Eastwood trabajó con el diseñador de producción James J. Murakami para garantizar que el público supiera dónde se estaba desarrollando cada momento. "Clint quería que la historia tuviera unas localizaciones realmente únicas e identificables", comenta Murakami. "Por eso era importante capturar el look moderno y elegante de París y la atmósfera de clase media de San Francisco y luego la decrepitud del Londres de Marcus. Esos lugares reflejaban en muchos sentidos el personaje cuya historia se está contando".

La diseñadora de vestuario Deborah Hopper ha sido capaz también de trasladar la individualidad de los personajes principales en su atuendo. Afirma: "La ropa de los protagonistas tenía que reflejar la personalidad de tres personas en distintos lugares del mundo y con unas circunstancias muy diferentes. Ha sido un gran reto para mí en términos de diseño de vestuario".

Para diferenciar aún más las historias, Eastwood y su director de fotografía de siempre, Tom Stern, se sirvieron de la intermediación digital (D.I., por sus siglas en inglés), en la que la película se escanea para poder procesar digitalmente el color. "Es sutil, pero cada ciudad tiene un look ligeramente diferente que refleja lo que está pasando en cada parte de la historia", explica Stern.

La producción comenzó en Chamonix, en los Alpes franceses, a los pies del Mont Blanc, donde Marie visita a la doctora Rousseau. "Era como estar en el paraíso", cuenta una emocionada Cécile de France. "La experiencia fue verdaderamente mágica".

El equipo se trasladó luego a París para rodar el regreso de Marie a su ciudad. El director de localización francés Antonin Depardieu encontró muchos lugares con los que transmitir el sofisticado mundo de Marie. "Marie refleja los aspectos modernos, depurados y veloces de París", describe Murakami. "Pero, al mismo tiempo, está rodeada por la tradición".

Las localizaciones francesas incluyen la Plaza de la Madeleine, así como el Palacio de Chaillot, frente a la torre Eiffel. El apartamento de Marie se encuentra en un edificio de piedra del siglo XIX en el Boulevard Malesherbes, donde se congregaron legiones de fans de Eastwood para disfrutar de la producción durante las noches de rodaje.

Hopper vistió a Marie con tejidos y texturas de lujo con una paleta de colores fuertes, incorporando el cashmere y el cuero, y con pañuelos de Hermès como complementos. La diseñadora lo comenta así: "Marie es una mujer de mundo: segura, chic y muy femenina. Después de una experiencia cercana a la muerte, cambia de look y se preocupa menos por la moda. Se vista de forma más informal y con colores más suaves, y parece más accesible y abierta a lo que pueda pasar".

Tras una semana en París, el grupo se trasladó a Londres, donde el director de localizaciones británico Martin Joy había conseguido un permiso para rodar el piso que Jason y Marcus comparten con su madre en los Chancellor Estates de la ciudad, conocidos también como Elephant and Castle. "Esos edificios tan particulares se construyeron hace 40 años y en principio sólo iban a durar 30 años", reconoce Murakami. "El gobierno quiere destruirlos y abrir la zona a nuevas construcciones. Es un lugar muy desangelado y desolado, así que funciona muy bien como hogar de estos personajes".

Una localización especialmente importante fue el Museo Charles Dickens, el único hogar en Londres del novelista victoriano que ha llegado hasta nuestros días, donde escribió dos de sus libros más famosos, Oliver Twist y Nicholas Nickleby. El museo permitió a Eastwood y al equipo rodar a Matt Damon en las secuencias en las que George se une a un pequeño grupo que está visitando esta estrecha vivienda. "Se mostraron muy colaboradores con nosotros", recuerda Eastwood. "Y nosotros tuvimos mucho cuidado de no estropear nada".

Allí, George ve el retrato llamado "El sueño de Dickens", en el que el escritor aparece dormido en su mesa con los personajes de sus novelas flotando alrededor de él. "Cuando George lo ve, se da cuenta de que mantiene cierta conexión con ese tipo que tiene todos esos fantasmas en su cabeza y que le acompañan todo el tiempo", reflexiona Damon. "Fue genial poder rodar la escena en el lugar real con el retrato auténtico".

Puesto que todas las historias convergen en Londres, el paisaje visual de la ciudad pasa del barrio del extrarradio de Marcus a un entorno más elegante y victoriano, incluido el inmenso Alexandra Palace, convertido en la sede de la feria del libro de Londres. Para completar el cuadro, el equipo de rodaje reunió a un grupo de libreros para que montaran sus casetas en ese marco excepcional y contó con 275 extras para que hicieran de viandantes, vendedores de las distintas editoriales y autores.

Las demás localizaciones incluyen la galería victoriana del Leadenhall Market y Conway Hall, que hace las veces del Centre for Psychic Advancement, así como las estaciones de metro de Liverpool y Charing Cross y los hoteles Mayfair y Columbia.

Tras completar gran parte de las localizaciones europeas, la producción cruzó el océano para trasladarse a San Francisco, donde vive George Lonegan.

Al igual que en las otras ciudades, el director de localizaciones de San Francisco Patrick O. Mignano buscó lugares que sirvieran para identificar inmediatamente la ciudad, incluido el Crissy Field de Golden Gate Park y el Presidio, así como la C&H Sugar Company al norte de la ciudad, que se aprovechó para crear el ambiente industrial del trabajo de George.

Encontraron el apartamento de George en el histórico Nob Hill, en una casa con vistas al edificio Transamerica. "Soy de la zona de la bahía, por lo que conozco el barrio, y el apartamento elegido es prototípico de muchos de los de la zona", afirma Eastwood. "El edificio no es totalmente cuadrado. Las entradas tienen ángulos, así que cuando entras con las cámaras, puedes filmar con un punto de vista muy interesante y no sólo cuatro paredes. Pero es un estupendo edificio antiguo con un restaurante italiano debajo, así que pensamos que era perfecto para George".

Las pequeñas dimensiones de tan sólo 200 metros cuadrados obligaron a Eastwood, Stern y al operador de cámara Steve Campanelli a meterse en espacios muy estrechos, a menudo con una SteadiCam, para realizar las tomas. Pero eso también ayudó a la dirección a rodar de cerca la experiencia de cada personaje, poniendo de relieve que aunque la película sea como un gran lienzo, el drama humano es muy íntimo.

Esa dicotomía queda totalmente patente en la secuencia del tsunami, que implicaba rodar en las localizaciones de la ciudad de Lahaina, en la isla hawaiana de Maui. "Estudiamos muchos lugares a la hora de rodar esa secuencia", señala Lorenz. "Necesitábamos una especie de corredor que llevara hasta la playa, por donde la gente pudiera correr escapando de la ola. La Front Street de Maui resultó la mejor opción".

Para capturar el momento en el que Cécile de France y un niño pequeño son atrapados por la inmensa ola, Stern y Campanelli colocaron cámaras sobre tablas de surf y las pusieron en el agua, seguidas por el propio Eastwood. "No había visto nunca a Clint saltar al agua antes, pero es muy típico de su estilo como director", comenta Lorenz. "Quiere estar ahí y formar parte de todo, por lo que siempre se asegura de que se haga lo que él quiere y de mirar con la cámara en todas las direcciones".

"Nos pareció increíble", recuerda Kennedy. "Quiero decir, había tanta agua que las olas eran muy grandes. Resultaba casi imposible mantener la cámara sobre la tabla. Y Clint se sumergió, se subió a la barca, comprobó la cámara y luego volvió al agua con todos los demás. Rob y yo estábamos cómodamente instalados en tierra firme sin plantearnos ni por asomo meternos al agua", comenta con una sonrisa antes de añadir: "pero Clint, el equipo y los cámaras estaban ahí realizando las tomas. Fue increíble en todos los aspectos".

De France estaba emocionada ante la idea de rodar la secuencia en el océano. "Creo que a Clint le gusta mantenerse pegado a la realidad", comenta. "Quiere que la gente se sienta cerca de sus personajes, y como actriz, fue todo un reto rodar mis tomas acuáticas yo misma, sin dobles".

"Nunca he estado en un tsunami, aunque mi hijo estaba en Tailandia cuando ocurrió el gran tsunami de 2004, y hablé con muchas personas que estaban ahí", comenta Eastwood. "Muchas personas hicieron fotografías, y se podía ver que fue devastador".

Para crear la propia ola, Michael Owens y su equipo se remitieron a los trágicos acontecimientos de 2004 a través de los documentales y las fotos, aportando también elementos que reflejaran los aspectos más íntimos del punto de vista de Marie. "Es una secuencia complicada porque Clint no lo presentaba como se pudo ver en las noticias", explica el editor Joel Cox, que lleva 35 años trabajando con Eastwood y, que junto a Gary Roach, se ha encargado del montaje de "Más allá de la vida". "Queríamos crearlo basándonos en lo que la gente contaba que había visto y vivido; algo que la mayoría de la gente no experimenta nunca en su vida. Todas las tomas y los efectos están al servicio de la creación para trasladar, a través de Marie, la idea de cómo se vive un tsunami y, en el caso concreto de esta historia, cómo es morir ahogado y regresar luego de la muerte".

Esa compleja secuencia se construyó a partir de los componentes rodados en la playa de Lahaina, además de otros materiales obtenidos en el Reino Unido, en un inmenso tanque de agua en los estudios Pinewood. "Clint siempre rueda en localizaciones reales siempre que es posible, y desde la perspectiva de los efectos visuales, eso plantea retos aunque siempre ayuda a mantener una sólida base real", observa el supervisor de efectos visuales Michael Owens. "En este caso, pudimos rodar a Cécile en el tanque, ante un croma, a merced de los cañones de agua y rodeada de remolinos para transmitir una sensación real y palpable de lo que está atravesando el personaje".

Owens, en colaboración con la compañía de efectos visuales Scanline, empleó escaneados láser de todos los elementos – desde la playa hasta los actores pasando por los destrozos provocados por el tsunami – para crear un modelo digital en el que se pudiera recrear la ola devastadora.

"Es como cualquier otra cosa", explica Eastwood. "Reproducirlo, recrearlo, es muy, muy difícil, pero había que hacerlo de todas formas. También necesitas algo de material creado por ordenador para poder contar la historia que está tratando de contar, y Michael ha hecho un trabajo estupendo haciendo que esa ola resultara real."


El toque final
Eastwood, que es famoso por componer e implicarse muy de cerca en la creación de la música de sus películas, es el responsable de la banda sonora de "Más allá de la vida".

El director australiano Ashley Irwin dirigió a una orquesta compuesta por a 22 miembros con Eastwood, Lorenz y Cox entre el público. Eastwood introdujo el concierto nº 2 de Rachmaninoff en la banda sonora, además de dos temas simples y elegíacos compuestos por el propio director para el film. También ha participado el pianista Gennady Loktionov, de Carmel, California, que ha interpretado las composiciones de Eastwood.

"Clint se sienta y compone la música, creando cierto ambiente para lo que quiere en la película", comenta Cox. "Es un hombre de jazz, por lo que le gusta la libertad, que las cosas fluyan. Le gusta que las composiciones sean ligeras, su función es acompañar a la historia".

Lo mismo puede decirse del toque que Eastwood aporta a todo el proceso de realización. Aunque quedaba claro que estaba a cargo de su producción, organizó este inmenso rodaje internacional con su enfoque informal característico y su sentido del humor. "Como director desde hace cuatro décadas, sabe qué tipo de ambiente tiene que crear para su equipo", comenta Damon. "Sabe mucho acerca de las distintas labores implicadas, y cómo facilitarles las cosas a todos. De esta forma, todo el mundo se siente bien en el trabajo y éste resulta muy divertido también".

Kennedy ya había trabajado con Eastwood y Lorenz en "Los puentes de Madison" y estaba encantada de poder trabajar con ellos de nuevo. "Tuve una experiencia increíble con Clint, y estoy muy agradecido por haber podido repetir", comenta. "Es único en su especie".

Para Cécile de France, trabajar con Eastwood por primera vez ha sido una revelación. "Sientes que confía plenamente en ti, por lo que eres libre de darle toda tu energía y tu potencial", afirma la actriz.

"Quiere que todo fluya de forma natural, en el sentido de que permite a los actores ser espontáneos y hacer que las cosas avancen", comenta Lorenz, que lleva más de una década trabajando con el director. "Confía en quienes trabajan para él, y crea un ambiente de trabajo fantástico con su presencia. Todo emana de él".

"Cuando te acercas a una escena de una película, tu intuición es rodarla de determinada manera", comenta Eastwood. "Me gusta tomar las historias y dejar que se desarrollen de forma natural, permitiendo que se conozca a las personas."

"En esta cinta, cada uno de los tres protagonistas tiene algo que necesitan las demás, no necesariamente las respuestas, pero sí un punto de partida para sus propias vidas. Todos lo hacen lo mejor que pueden mientras están aquí".