Tom Avery (Martin Sheen) es un reputado oftalmólogo que vive en California. Un día recibe una llamada desde Francia en la que se le comunica que su hijo Daniel (Emilio Estevez) ha fallecido en un temporal en los Pirineos. A pesar de que la relación con él nunca fue muy buena por tener una visión opuesta de la vida, Tom está desolado y viaja a Francia para recuperar a su hijo. Allí descubre que Daniel comenzaba a hacer el Camino de Santiago y decide hacerlo por él.