Cinemanía > Películas > A través del Carmel > Comentario
Destacado: Julianne Moore y Tilda Swinton en 'La habitación de al lado' de Pedro Almodóvar
  A través del Carmel  Dirigida por Claudio Zulian
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Claudio Zulian desarrolla un proyecto multidisciplinar (documental, videoinstalaciones y fotografía) entorno a la realidad popular del barrio del Carmel. Su mirada propone restituir el protagonismo y la voz de un sector de la ciudadanía que no tiene la posibilidad de crear y comunicar imágenes propias, sino sólo de recibir el flujo de imágenes producidas por los medios de comunicación. En su filmografía, 'A través del Carmel' viene a complementar proyectos anteriores ('Mirades Estranyes', 2002; 'Visions del Carmel', 2004; 'Després de la violència', 2008) enmarcados en el proceso de trabajo que desde hace años lleva a cabo dentro de la Fundación ADSIS (Carmel Amunt) con adolescentes y jóvenes del barrio.


Una mirada por y para los ciudadanos
En enero de 2005, el barrio barcelonés del Carmel saltó a todos los medios de comunicación por culpa de un desprendimiento en las obras del metro de la línea 5. 'A través del Carmel' no es un documental sobre ese terrible y decisivo suceso, pero sí sobre personas que lo vivieron de cerca.

'A través del Carmel' es un documental hecho por y para sus ciudadanos. Un proyecto de coautoría y corresponsabilidad en el que el anonimato de los sin voz toma la palabra. Alrededor de doscientos vecinos del Carmel nos acompañan a través de un desfile continuo de testimonios sobre la cotidianeidad del barrio. La memoria sobre el tiempo pasado, el análisis del presente y la esperanza en el porvenir se entrelazan en una caleidoscópica mirada colectiva.

'A través del Carmel' no es un artefacto aislado ni de su realidad ni del compromiso social de su autor. Como documental en la filmografía de Claudio Zulian viene a complementar trabajos paralelos ('Mirades estranyes', 2002; 'Visions del Carmel', 2004; 'Després de la violència', 2008) que han abordado el mismo paisaje urbano. Pero, además, es un proyecto que surge desde el corazón mismo del barrio en colaboración con la Fundación ADSIS (Carmel Amunt -Pla de Desenvolupament Comunitari), una asociación sin ánimo de lucro que trabaja con personas, especialmente jóvenes, en riesgo de exclusión social.

En este sentido, la creación artística y la implicación moral cristalizan en un largo plano-secuencia en el que van desfilando una pléyade de siluetas humanas, experiencias directas de toda una vida en el Carmel.

Retazos que plasman la épica de un lugar. Su historia, las transformaciones de las calles, plazas y comercios, la economía y los oficios, los que perecen y los que emergen en los nuevos tiempos.

Los personajes relatan sus propias tragedias, amores y (des)encuentros entre la necesidad y la lucha por la supervivencia en sociedad.

La idiosincrasia de un barrio nutrido en la posguerra de inmigrantes que hoy se enfrentan a la llegada nuevos flujos migratorios, propone a debate la integración, el conflicto y la multiculturalidad.

Las inquietudes de los vecinos, sus expectativas sobre la política, la religión y la tercera edad hacen vislumbrar a un tiempo el origen y futuro de una ciudad.

A través de instituciones como el Centre d’Atenció i Seguiment de Drogodependència d’Horta-Guinardó, els Tres Turons, Carmel Amunt y la fundación ADSIS se abordan situaciones de exclusión como la drogadicción, el alcoholismo, la violencia y las enfermedades mentales.

Una mirada poliédrica en la que la ciudadanía expone y propone a través de su capacidad para difundir un imaginario propio. La defensa y reivindicación del respeto hacia la cultura popular del barrio, hecha por y para las personas que habitan el Carmel.

Una experiencia poética atraviesa el latido de la vida entre las calles, las plazas y los rincones. En la busca permanente de la épica de lo cotidiano.


Notas del director
'A través del Carmel' se gesta a partir de mi relación con la fundación ADSIS (Carmel Amunt). Paralelamente a mi búsqueda artística como cineasta, siempre me ha preocupado que las personas excluidas de las imágenes pudieran acceder a ellas. Pero hay que decir que esta recuperación del derecho a tener voz implica un compromiso muy fuerte de corresponsabilidad o coautoría por parte del vecindario. Para mí es la mejor forma de acercarse al realismo del barrio y sus protagonistas. Por la parte de las asociaciones del Carmel, era importante para ellos que algunos de sus trabajos que realizan tenga una proyección social, una misión educativa. De ese deseo mutuo surgió el documental, una experiencia cultural de acercamiento a las dinámicas más concretas del trabajo social en la ciudad.

De la televisión al cine
Desde mi punto de vista, la televisión ofrece unas cosas y el cine otras. Son dos experiencias visuales distintas. Por ejemplo, la televisión es más analítica, mientras que la gran pantalla se presta más a una experiencia mucho más poética. Se trata de sumar la magia que aporta el cine en un discurso de interés social. Además, en este trabajo la importancia de la cámara es crucial por su presencia en la narración. Una proyección cinematográfica puede sacar el máximo provecho al comportamiento flotante de la mirada a través del barrio.

"El mejor elogio que se le puede hacer es que se merece tener una vida más larga en las salas de cine". Jordi Puntí. Suplemento cutural Quadern de El País (jueves 7 de diciembre de 2006).

Sobre la realización
La elección del tratamiento en plano-secuencia tiene su gérmen en la sentencia "la ciudad es un mundo de mundos". El plano-secuencia permite plasmar esas diferencias entre espacios en una unidad temporal de cotinuidad. Constituye una mirada cercana a la gente del barrio. Es lo que he querido expresar, el acto concreto de atravesar la ciudad y sus muros. Mediante esta visión trato de facilitar al espectador un mejor conocimiento y comprensión del ambiente del Carmel. En cuanto a la realización en sí, conocí a un excelente operador de SteadyCam, Ramón Sánchez, que se tomó este trabajo como un desafío personal. Se tuvo que confeccionar un diseño de producción como si de una coreografía se tratara. La labor de nuestro director de fotografía, Quique López, fue también importantísima. Tuvo que hacer un estudio exhaustivo del espacio, adaptándolo para mantener en todo momento la continuidad estética. En conjunto, la preparación nos llevó dos meses de ensayo, todo el trayecto visual por el barrio estaba absolutamente guionizado, trabajando codo con codo vecinos y equipo.

Sobre los protagonistas del documental
A través de las varias asociaciones y vecinos voluntarios, el trabajo de organización llevó un año entero de contactos. Aunque lo pensamos todo como si fuera una fiesta del vecindario, cada cual tenía una función y una responsabilidad de cara al ritmo de trabajo. Y todos se lo tomaron muy en serio. Todo el mundo decidió cómo salía, cómo iba a ser retratado, y dónde. En este sentido, desde el principio tuve claro ese componente de corresponsabilidad entre nosotros y los personajes. Esto fue crucial en la disciplina de trabajo. La voluntariedad fue decisiva. Querían mostrar su lugar de trabajo, su ambiente cotidiano. De este modo, a lo largo del año se iban recogiendo las propuestas de todos hasta que se pudo conseguir un guión viable. Posteriormente se organizó una videoinstalación en el barrio. En ella la responsabilidad de exhibición corría por cuenta de cada uno de los protagonistas. Unos instalaban un reproductor en el escaparate de su comercio, otros en la ventana de su casa...