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  Sígueme el rollo  (Just go with it)
  Dirigida por Dennis Dugan
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Protagonizada por Adam Sandler y Jennifer Aniston. Dirigida por Dennis Dugan. Producida por Adam Sandler, Jack Giarraputo y Heather Parry. El guión es de Allan Loeb y Timothy Dowling. Basado en "Flor de Cactus" [Cactus Flower], guión de I.A.L. Diamond; obra teatral de Abe Burrows; basado en una obra teatral francesa de Barillet y Gredy. Los productores ejecutivos son Barry Bernardi, Allen Covert, Tim Herlihy y Steve Koren. El director de fotografía es Theo Van de Sande, ASC. El director de producción es Perry Andelin Blake. El montaje es de Tom Costain. El diseño de vestuario es de Ellen Lutter. La música es de Rupert Gregson-Williams. La supervisión musical es de Michael Dilbeck, Brooks Arthur y Kevin Grady.

Sígueme el rollo gira en torno a un tipo normal al que una mentira sin mayor importancia se le escapa de control. "Al principio de la película, mi personaje, Danny, está a punto de casarse pero le rompen el corazón", explica Adam Sandler. "Ocurre que la misma noche en que le rompen el corazón, en la que lleva puesto el anillo conoce a una chica joven que se muestra muy amable con él porque piensa que está casado y será inofensivo porque no intentará conseguir lo que quieren todos los demás tíos. Y es así como surge la idea en su cabeza".

El anillo se convierte en su estrategia para evitar que le vuelvan a romper el corazón: las chicas creen que no está disponible, y como no hay compromiso, nadie sale herido, especialmente Danny. Pero cuando conoce a Palmer (Brooklyn Decker), la chica de sus sueños, sus mentiras se vuelven en su contra: ella cree que está casado. Y él, en vez de confesar la verdad, decide enredar la situación con más mentiras: se inventa una esposa, interpretada por su sufrida asistente, Katherine (Jennifer Aniston), de la se divorciará falsamente, dejando así vía libre para estar con Palmer.

¿Y cómo una madre soltera como Katherine, cuya prioridad es ganarse la vida y mantener a sus dos hijos, se deja enredar en el disparatado plan de Danny? "Sencillamente, él la tiene agotada", explica Aniston. "aunque no aprueba su comportamiento, ella siente que tiene que ayudarle para salvarlo de su propio laberinto de mentiras. Cuando está metida de lleno en todo el lío, te das cuenta que está pensando '¿Cómo me he enredado yo en esto?'"

Pero al final le ayuda porque la relación que mantienen Danny y Katherine es única. "Trabajan juntos y tienen una magnífica relación. A ella él le parece gracioso y es evidente que a él le importa ella, y aunque él miente a todos los demás, a ella siempre le dice la verdad. Ella es la única persona que realmente sabe cómo es", explica Aniston. "No puede evitar que le guste, incluso cuando cree que se está comportando como un cerdo". Cuando convence a Katherine de que está harto del juego del anillo y quiere asentar la cabeza con Palmer, ella hace lo que haría cualquier amiga: le ayuda.

Pero ese es sólo el comienzo, y mientras Danny y Katherine se esfuerzan por mantener la farsa, la mentira se va haciendo más y más grande. "Cada mentira tiene un efecto dominó", explica el director Dennis Dugan, quien recientemente ha dirigido a Sandler en Niños grandes, el mayor éxito mundial de la estrella hasta la fecha, con una recaudación de más de 260 millones de dólares.

Antes de que Katherine se de cuenta, sus hijos Maggie y Michael, han sido pasan a formar parte del enredo, pero con ellos hará falta un poco más de persuasión… especialmente cuando Michael descubre la forma de cobrarle la jugada a Danny. Antes de que pueda reaccionar, Danny se ve camino de Hawai con una mujer de mentira, unos hijos de mentira, y su primo de verdad (que hace de novio de mentira de su mujer de mentira) – y todo para intentar convencer a Palmer de que es un tío legal.

Cualquiera podría enamorarse del objeto de deseo de Danny: la profesora Palmer Dodge. El papel lo interpreta Brooklyn Decker en su debut cinematográfico. Habiéndo sido la portada del Sports Illustrated del año pasado, el fácil entender cómo un chico como Danny se enamoraría de ella. (Evidentemente, es por su gracia y encanto.) "Palmer es una chica muy dulce, una ingenua y compasiva profe de matemáticas llena de esperanzas. Se enamora de Danny, el personaje de Adam, y él descubre que ella podría ser la mujer de su vida. Así que acaba atrapado en su propia maraña de mentiras para intentar convencerla de que es un tío de fiar".

Decker estaba haciendo el casting con Sandler cuando se publicó el número de la colección de baño de la revista. "Fue una locura absoluta" recuerda Decker. Estaba haciendo publicidad para la revista "y esa semana me llamaron preguntándome si podía leer el guión con Adam, Jen, Nicole, y Nick. Lo hice y esa misma tarde Adam me llamó diciendo 'Eh, chiquilla, si quieres el papel, es tuyo.'"

Dugan afirma que Decker tenía talento para estar a la altura de compañeros con muchas más tablas. "Evidentemente es guapísima y da la casualidad de que es una actriz nata", explica el director. "Es muy dulce y muy buena actriz".

"Para ella actuar no supone ningún esfuerzo", asegura su compañero de reparto Nick Swardson. "Sencillamente es muy graciosa, natural, encantadora, espontánea; es muy real. No tiene nada de cursi; su actuación es simplemente genuina".

Atreverse con un papel tan crucial en su primera película podía haberle intimidado un poco, pero según Decker no podía haber existido una situación mejor. "Soy la chica nueva, y estoy rodeada de personas maravillosas. Todos me apoyaron muchísimo y crearon buen ambiente. Tienen muchísimo talento y son muy divertidos: Esta oportunidad ha supuesto un gran reto pero en las mejores circunstancias posibles".

Claro que no todo fue trabajo serio. "Los tíos se gastaban bromas y contaban chistes y se pasaban el día partiéndose de risa. Es muy divertido trabajar así".

Decker también intentó gastar su propia broma pero no salió como ella esperaba. "Tenía una aplicación de pedo en el teléfono; pulsas la tecla y se oye ese ruido espantoso", explica Decker. "Era una escena en la que Adam y yo estábamos juntos en la cama, silencio absoluto y las cámaras se movían lentamente. Tenía el teléfono debajo de la almohada y estaba acurrucada con Adam. Mi plan era pulsar la tecla cuando nos enfocara la cámara. Lo hice pero Adam apenas lo oyó. Pensó que me sonaban las tripas y dijo: 'Venga, lo repetimos.'" Y eso fue todo. Esa fue mi broma frustrada".

Y en en Hawai, las mentiras se empiezan a amontonar unas sobre otras: cuando Katherine se encuentra por casualidad con una antigua rival (Nicole Kidman), le sale su propia mentira, diciendo que Danny es su marido.

Kidman describe a su personaje, Devlin, como la enemiga universitaria de Katherine: "Es muy ostentosa y competitiva, y por eso es tan mala. Todo ello se debe a su profunda inseguridad".

Kidman admite que no es "una actriz cómica, y por ello es muy inusual para mí hacer algo así". Pero aún así, a todo actor le resulta difícil resistirse a Sandler cuando este llama ofreciéndote un papel. "Me llamó y me dijo: 'Mira, tengo un personaje completamente extravagante, ¿te apetece?' Siempre me han encantado sus películas, y trabajé con él en 'Saturday Night Live' hace veinte años y es estupendo, así que fue bonito que me lo ofreciera. Me encanta hacer comedia, pero no me la ofrecen muy a menudo. Hice Todo por un sueño hace muchos años, pero esa es una comedia negra, así que fue genial que me ofrecieran hacer algo extravagante".

La extravagancia de esta comedia le dio a Kidman la oportunidad de hacer distintas clases de escenas, entre ellas, una competición de baile hula, en la que se manifiesta la personalidad súper competitiva de Devlin. Y el resultado es inaceptable. "Odia que hayan empatado", explica Kidman: "así que el desempate es una prueba en la que tienen que hacer rodar un coco por el cuerpo sin utilizar las manos. Era todo muy bobo – y muy divertido de hacer".

Pero según Kidman la mayor diferencia es el ambiente relajado que se respira en una película de Sandler. "Sencillamente no me podía creer lo relajado que es el ambiente. Estoy acostumbrada a trabajar en platós en los que todos trabajan con absoluta seriedad. Trabajar en un proyecto en el que te dejan jugar ha sido muy divertido. No parece que estés rodando una película; es como si estuvieras pasando el rato, y en esta etapa de mi vida, sencillamente me quiero divertir".

El marido de Devlin lo interpreta el músico Dave Matthews. Explica Kidman: "Es maravilloso trabajar con Dave; es único y divertido".

Tras hacer algún cameo en películas de Sandler como Os declaro marido y marido y Zohan- licencia para peinar, Matthews asciende a un papel de reparto. ¿Y qué más se puede pedir que hacer del marido de Kidman?

"Se lo merece", dice Sandler del músico y su amigo de toda la vida. "Este tío es la leche, es graciosísimo".

Actuar frente a Kidman podía haberlo intimidado un poco pero Matthews asegura que aunque ella es indudablemente la actriz que esperabas, también es muy divertida. "Está lista para lo que la echen", explica Matthews. "Su poder es evidente; aunque es una comedia divertida, ella sigue estando asombrosa. Llegó y se plantó a mi lado, una bestia, y estaba dispuesta a todo, a pasárselo bien. Pero supongo que por eso es quien es".

Matthews nos describe a su personaje: Ian Maxtone-Jones: "Él se considera un tío alucinante. Tiene una gran mente y no le da miedo utilizarla. Le supone una leve carga el hecho de tener que rebajarse a relacionarse con personas menos cualificadas".

Matthews admite que actuar le incomoda, pero no pasa nada, porque la música también. "No tengo mucha confianza en muchas de las cosas que hago. Está bien hacer cosas que te incomodan. Ni siquiera me siento muy cómodo en la música, me sigo sintiendo un poco inseguro, pero creo que eso es sano, ¿no crees? Siempre me han gustado los retos. La música y la interpretación no me parecen muy diferentes". La música no le ha ido nada mal a Matthews; su epónima banda ha sido el acto musical en vivo más popular de Norte América en la última década.

"Estamos hablando de un tío que toca ante miles de personas y está rodando una secuencia y dice: '¡Estoy muy nervioso!'" recuerda Dugan. "Le dije: 'Dave, eres un bestia. Cuando tocas se agotan todas las localidades del Hollywood Bowl. Esto no es nada, sólo tienes que mirarlos y hablar.' Tiene un papel más serio, un ser humano común y corriente y no un personaje chiflado, así que en esta ocasión tenía que mostrarse más vulnerable que en ocasiones anteriores, pero lo hizo genial. Es un tío estupendo y muy divertido; es la clase de hombre que se queda en el plató incluso cuando no está rodando".

Bailee Madison y Griffin Gluck hacen de los hijos verdaderos de Katherine (y falsos de Danny). "Mi personaje quiere ser actriz, eso es lo que más le interesa, y por eso siempre está ensayando acentos diferentes", explica Madison. Naturalmente, para ella la oportunidad de hacer de hija de Danny es experiencia profesional, vamos, un trabajo. Danny necesita una hija de mentira y Maggie experiencia como actriz, así que se convierte en Kiki. "Está emocionadísima de poder interpretar a Kiki y comienza a usar su acento Cockney (cubano en la versión española). Este papel mola mucho porque puedes interpretar a dos personas diferentes en la misma película".

Claro que si Hawai sirvió de patio de recreo para los adultos, para los niños ni se diga. "Participar en la peli no se puede considerar trabajo" asegura Madison. "Un día nos pasamos tres horas en la piscina para hacer una escena – eso no se puede considerar trabajo. Además, estamos en Hawai. Aprendimos a montar en kayak y a montar a caballo para la película. Ha sido muy divertido".

Madison confiesa que, en uno de esos momentos en los que el arte imita la vida, al igual que Michael en la película: "Yo le he pedido a mi madre desde que tenía dos años que me llevara a Hawai para nadar con los delfines. Y cuando lo leí y vi que habían delfines, y en Hawai, me emocioné muchísimo. Ha sido genial".

Griffin Gluck interpreta a Michael/Bart, su hermano. "Mi personaje es muy tímido. Está metido en su propio caparazón. Realmente no le gusta hablar mucho, pero es muy juguetón y durante la película sale de su caparazón".

Naturalmente Madison y Gluck pasaron muchas horas juntos en el plató y desarrollaron una relación de hermanos. "Griffin es genial. Se ha pasado todos los días conmigo en el tobogán de agua y montando a caballo. Siempre estamos juntos" dice Madison. "Y lo he podido tener a mi lado como mi hermano pequeño y es genial. Siempre estamos bromeando. Es muy divertido".

Dice Gluck, "Nos hemos tirado por los toboganes de agua, hemos montando a caballo, en kayak, hemos buceado, visto delfines, y nadado en la catarata".

¿Cómo es aparentar que Jennifer Aniston es tu madre, y fingir que finges que Adam Sandler es tu padre? "Es alucinante llegar al plató y tener a tu lado a esta asombrosa actriz de la cual puedes aprender y que es tan amable. Es como una madre. Está pendiente y está a tu lado en cada momento, es graciosa, y es una gran actriz. Ha sido un verdadero placer trabajar con ella".

"Adam es un tío muy gracioso" afirma Gluck. "Es guay trabajar con él. Siempre estamos gastando bromas".

Claro que hacer una película para mayores de trece años requería cierta libertad en el plató para reflejar ese tono y espíritu – y la responsabilidad de llevar las riendas recayó sobre Madison y Gluck, quienes instituyeron el "Cubo de las palabrotas". Explica Gluck: "Tenemos un cubo de palabrotas que nos hizo Tim Wiles del equipo de atrezo, al que llamamos osito de peluche, porque es un tío genial".

Continua explicando Madison: "Es divertido pasear por ahí y decir, vale, acabas de decir una palabrota, nos debes cinco dólares. Nos pasamos el rato escribiendo listas y parece que somos pequeños empresarios asegurándonos que coinciden todas las cuentas".

Añade Gluck: "Nick Swardson llegó a debernos 145 dólares en tan solo media hora. Porque la palabrota gorda se penaliza con 10 dólares. Es la de cuatro letras".

Prosigue Madison: "Y 5 dólares por las demás. Recaudamos 1780 dólares que vamos a donar a fines benéficos."

Nick Swardson completa el reparto como Eddie, el primo de Danny, que también es arrastrado en la red de mentiras y acaba haciendo del falso novio de Katherine, Dolph Lundgren (no nos referimos a ese Dolph Lundgren).

"Crea un personaje para viajar gratis a Hawai y tal vez intentar tener algo con el personaje de Jennifer", dice Swardson. "Adopta una personalidad diferente, pero no lo planea demasiado así que cuando llega a Hawái y empiezan a indagar sobre su país natal, Austria, y su actividad profesional, lo único que se le ocurre es la compra-venta de ovejas por Internet".

Swardson ha trabajado con Sandler en varias ocasiones. "Es gracioso. Se suelta delante de la cámara, así que intentamos captar eso", explica Sandler. "Aniston estaba en control. Ella lo miraba con esos preciosos ojos azules y Swardson decía: 'Me tengo que tranquilizar.' Y Aniston asentía con la cabeza. 'Ya basta.'"

Añade Aniston entre risas: "Era un poco como El padrino". Pero evidentemente, Aniston también es fan de Nick Swardson. "Es mi nueva persona preferida; cuando leímos el guión, no podía contenerme, me partía de risa".


Rodar en Hawaii
El director Dennis Dugan, cuyas películas han recaudado más de mil millones de dólares en todo el mundo, supervisó la producción. Sígueme el rollo supone su sexta colaboración con Sandler. (Recientemente han terminado la producción de su séptima colaboración, la comedia Jack and Jill, que se estrenará en otoño). Afirma el director que ha disfrutado de esta relación de quince años con Sandler. "Trabajamos muy bien juntos", asegura. "Yo intento descubrir qué le apetece ver, qué quiere, qué se está imaginando en la cabeza, y luego le doy mi toque para intentar conseguir que sea lo más magnífico posible".

Dugan explica que parte de su papel pasa por asegurarse de que todos están compenetrados y enfocados, dándoles espacio y libertad. "Si eres listo no les cortarás las alas, les darás libertad", explica el director. "El truco es hacer que los actores se sientan cómodos; pueden hacer el tonto, pueden equivocarse y nadie les va a juzgar ni hacer quedar mal. Un director de comedias tiene el inusual papel que los actores con los que trabaja ya son graciosos. La mejor forma de conseguir una gran actuación es procurar que todos se sientan relajados y valientes".

Una de las artimañas que emplea Dugan, posible gracias a la fotografía digital, es la toma híper larga, que en ciertas ocasiones alcanza los 45 minutos de duración. A veces estas tomas se convierten en auténticas sesiones de comedia. Asegura que: "Hacemos lo que haga falta por conseguir la risa", explicando que estas tomas largas suponen un reto técnico para el director; por ejemplo, la mejor reacción puede llegar cuando la cámara no enfoca al actor, lo cual requiere que Dugan cambie el plano para captarlo. Pero aunque sea técnicamente difícil hacer que todas las piezas encajen, afirma que todo ello forma parte de su trabajo diario. "Haces lo que haga falta para que tenga gracia. Si tienes que cambiarlo todo, pues lo cambias".

"Tenemos una forma muy específica de trabajar", apunta Dugan. "Adam y yo comprendemos la comedia desde un planteamiento similar. Aparentemente lo que contamos es una locura, pero intentamos basarlo en la realidad. Les decimos a los actores que trabajan con nosotros que queremos que se vuelvan locos si quieren, pero intentamos mantener la locura dentro del mismo estilo".

La producción comenzó en Los Ángeles y después se trasladó a Maui y Kauai. "Solemos ir a Maui en vacaciones", explica el director de producción Perry Andelin Blake. "Unos tres meses antes de empezar el rodaje Dennis Dugan y yo recorrimos todas las islas, comenzando en Oahu. Fuimos a un par de hoteles; queríamos un hotel grande y precioso, pero no acabábamos de encontrar lo que buscábamos. Después fuimos a Kona. He estado en varios hoteles, y algunos eran muy bonitos. Finalmente llegamos a Maui y conocimos el Gry Wailea. Nos dejó boquiabiertos; era el hotel perfecto".

Explica Dugan que el hotel contaba con ciertas características que lo hacían idóneo para la película. "Posiblemente sea el hotel más grande; tiene mucha amplitud y alcance. Tiene un conjunto gigantesco de piscinas. Está pensado para críos, tiene muchos toboganes y cataratas, pero también es romántico, y nos permitía utilizar una parte de la piscina y no arruinarles las vacaciones a los clientes. Además dentro del hotel hay ambientes muy diferentes. El vestíbulo es magnífico. La fachada es genial. Las habitaciones son preciosas y el banquete hawaiiano, el luau, es una pasada y además la playa es una joya. El hotel resultó ser el plató perfecto para la película".

Al director de fotografía Theo Van de Sande le tocó la envidiable tarea de hacer que Jennifer Aniston, Nicole Kidman, y Brooklyn Decker – tres de las mujeres más bellas del mundo– salgan tan guapas como son en realidad. Está claro que son bellas, pero al final, es el fotógrafo el encargado de llevarlo a cabo y la luz fuerte de Hawai podía suponer un reto. "Nunca he estado en esta situación: ante tres de las mujeres más bellas del mundo que comparten un mismo plano. Tengo que trabajar eficazmente con el entorno y la luz para resaltar al máximo su belleza. Las tres mujeres de por sí son bellas, cada una a su manera, pero son totalmente diferentes – y sencillamente no puedo permitir que una salga más o menos favorecida que las demás".

Y además, debido a exigencias del guión y del personaje, Van de Sande debía dar prioridad a la historia. Al principio de la película el personaje de Aniston es poco pretencioso. No es que no sea atractiva, sino que Aniston respeta la idea de que Katherine es una madre soltera con dos hijos cuya prioridad es llegar a fin de mes con un salario de administrativo. La iluminación y la cámara de Van de Sande subraya la transformación extrema que vive el personaje según avanza la película. "Pasa de ser una chica normal y corriente a una reina del glamour, ya que intenta vengarse del personaje de Nicole, mostrando una belleza increíble", explica el fotógrafo.

Tras cuatro semanas en Maui, el equipo de producción se trasladó a Kauai. Para Van de Sande, si bien el reto en Maui era equilibrar la fuerte luz de la isla, en Kauai era encajar la humedad y la lluvia. "Lo que hicimos en Maui era buscar una imagen más colorida y estable", explica. "En Kauai, están en la misma naturaleza, así que nos permitía cierta flexibilidad para cambiar un poco el entorno, pero no podíamos olvidar que esta isla era mucho más húmeda y lluviosa que en la que acabábamos de estar. Pero con todo y eso Hawai es el paraíso; lo disfruté muchísimo".

Escogieron rodar en Kauai por su catarata. "Primero buscamos exteriores en Maui, por todas partes, porque ya sabíamos que estaríamos rodando allí", dice Blake. "Buscamos en Hawai. Buscamos en Oahu. Y finalmente encontramos lo que buscábamos en Kauai. Dimos la vuelta a la esquina y nos encontramos con esta increíble catarata: el Santo Grial de las cataratas. Paseamos por la jungla unas tres millas; nuestro guía nos había dicho que sería una milla y media, y después de caminar tres millas y toparnos con muchos bichos, dimos con esta catarata. Sencillamente era espectacular. Después de haber visto tantas lo que nos gustó de ésta es que es muy cinematográfica. Hay muchas cataratas altas y espectaculares, pero nosotros queríamos una que se adaptara mejor al formato de la pantalla. Lo que vimos no era un chorrito que caía en una piscina pequeña, sino un gran muro de agua que cae en una gran y hermosa piscina. Era perfecta".

Dugan dice que ésta es la catarata que tenía Sandler en mente: "Ésta es la catarata soñada de Adam. De hecho, cuando se la enseñamos dijo: 'Esa es'".

Aunque la catarata era perfecta, había que aportar algo de diseño y decoración. A pesar de ser una jungla, según Blake: "Realmente no era muy frondosa y hermosa, así que trajimos plantas y flores, solo aquellas que pudieran vivir en un entorno similar, ya que es imposible encontrar todo lo que buscas en un exterior. Así que hicimos que la jungla fuera más jungla todavía, como suele ocurrir en las películas".

Además, el guión exige que los personajes se acerquen a la piscina y se tiren de cabeza. "Pero tenía poca profundidad", recuerda Blake. ¿La solución? Traer rocas falsas para crear una parte más profunda de la piscina". Además, el personaje de Brooklyn Decker toma el sol en las rocas de gomaespuma tras el chapuzón.

El guión también exigía que los personajes cruzaran por un puente de cuerda. Los productores no habían encontrado lo que buscaban, así que lo construyeron. Explica Blake: "Nos pareció la mejor solución; así lo podíamos construir con la altura que queríamos, podíamos hacer que pareciera endeble y a la vez asegurarnos de que fuera seguro. Encontramos un gran árbol de mango y al otro lado, sujetamos el puente a las rocas. Queríamos que pareciera que llevaba siglos ahí así que una vez construido, lo envejecimos y lo cubrimos de plantas. Parecía deteriorado y peligroso y da miedo, pero es cien por cien seguro".