Cinemanía > Películas > Io sono l'amore > Comentario
Destacado: Llega a las salas de cine comerciales 'Vaiana 2'
  Io sono l'amore  (Yo soy el amor)
  Dirigida por Luca Guadagnino
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Luca Guadagnino (director, guionista y productor)
Director de cine y de teatro, guionista y productor, Luca Guadagnino nació en Palermo en 1971 pero pasó toda su infancia en Etiopía. Se licenció en la Universidad La Sapienza con una tesina acerca del cine de Jonathan Demme. En 1999 rodó su primer largometraje, The Protagonists, una obra excéntrica, que se resiste a cualquier intento de clasificación. The Protagonists fue presentado en la 56ª edición del Festival de Venecia (1999). Seguidamente, realizó Mundo civilizado (2003), que presentó en el Festival de Locarno de 2003, y en 2004, Cuoco contadino, a concurso en la sección Digital, ese mismo años, en la 61ª edición del Festival de Venecia. Su siguiente película, del año 2005, es la exitosa y controvertida Melissa P. (inspirada en la novela 100 colpi di spazzola prima di andare a dormire [en España: Los cien gopes], de Melissa Panariello). En IO SONO L’AMORE, su película más reciente, ha trabajado estrechamente con Tilda Swinton y ambos son productores de la misma.

Filmografía
1996 - Algerie
1997 - Qui (cortometraje)
1999 - The Protagonists
2000 - L’uomo risacca (cortometraje)
2001 - Au Revoir (cortometraje)
2002 - Tilda Swinton: The Love Factory
2003 - Mundo civilizado
2004 - Cuoco contadino
2005 - Melissa P.
- The First Sun (cortometraje)
2006 - The Golden Mirror (cortometraje)
2007 - Part Deux (cortometraje)
2009 - IO SONO L’AMORE


Notas del director
La idea inicial de esta película fue de Tilda Swinton. Con ella ya había hecho Tilda Swinton: The Love Factory, en la que yo rodaba mientras ella conversaba libremente acerca del amor, más sobre el acto de amor que sobre el concepto de sentimentalismo. A partir de aquí nos planteamos la posibilidad de hacer juntos una película que hablara de amor. A esto se agrega la voluntad que he tenido siempre de hacer una reflexión sobre la condición de nuestro presente actual, consecuencia inevitable del capitalismo imperante.

Ha habido quien ha querido reconocer en la historia de la familia de industriales milaneses Recchi, que protagonizan esta película, una referencia a la de los Agnelli, pero no tienen nada que ver. El lenguaje de los personajes de esta película es el de la alta burguesía, que habita en el silencio de las palabras, donde la voz de las mujeres se mantienen en segundo plano. Pero son precisamente las dos mujeres de la familia Recchi, Elisabetta primero y luego Emma, las que subvierten la posición invisible en la que a menudo se ven relegadas.

En las mujeres hay algo fascinante, que te atrae. Y además me interesa el conflicto, y entre los hombres y las mujeres el conflicto es intenso, pero las mujeres son mucho más interesantes. Sólo hay que pensar en el hecho de que ellas soportan los dolores del parto, mientras que nosotros, los hombres, nos perdemos a menudo entre las cosas más triviales. IO SONO L’AMORE es una película sobre el dolor del mundo, porque en definitiva todas las cosas giran sobre el dolor.

Decidí ambientar esta película en Milán porque es allí donde nace, vive y se reproduce el capital y allí quería observar las dinastías burguesas emprendedoras: desde dentro. Junto a Milán, San Remo y en menor medida Londres, son las ciudades en que se desarrolla la historia. Nos ofrecieron rodarla en Turín, pero la capital lombarda era el escenario natural de la película, lo que además nos permitía alejarnos de una identificación excesiva con los Agnelli.

Siempre me he fijado en la filmografía de Visconti, en su estética, al igual que en los planos largos al estilo de John Huston en The Dead o, en general, en el cine clásico: hoy se tiende a hacer muchos primeros planos, antes se miraba con más detalle el conjunto, y la distancia mostraba más de lo que uno pudiera imaginar.

En cuanto a la búsqueda de la belleza en cada detalle, se trata de una exigencia intrínseca a la riqueza material: la búsqueda de la belleza, del lujo, de la imagen, como compensación de una sensación de inseguridad. En suma, es el narcisismo infinito el que alimenta a los ricos.




Comentarios de Tilda Swinton (actriz y productora)
Desde Orlando hasta ahora, la transformación, la superación de la idea de uno mismo, tal como es confeccionada por la sociedad, me interesa de forma especial, y en IO SONO L’AMORE, una película en la que Luca Guadagnini y yo hemos trabajado siete años, subyacen todos estos temas, y con especial magnetismo.

La película habla de una mujer entre los cuarenta y los cincuenta años, Emma, una mujer que no produce riqueza, que no produce cultura, que fue elegida por su marido, Tancredi, un rico industrial del norte de Italia, por su belleza, como habría elegido una obra de arte. Emma es propiedad suya, ha tenido hijos, ha cumplido con su función, y se encuentra en un momento de su vida en que la jaula, la prisión en la que ha vivido, se despliega ante sus ojos con un dramatismo explícito. Emma procede de una jaula, Rusia, de la que ha salido en la época anterior a Gorbachov, para acceder al mundo libre. Y en el mundo libre se ha encerrado en otra jaula, la familia, y la mentira.

El amor es el gran motor de cambio en la vida de los seres humanos, el gran creador de crisis, el acelerador de metamorfosis. Emma se enamora de otro “marginado”, como ella. Es una pasión inaceptable, por su clase social, por su familia, por toda la sociedad. En este aspecto, Emma tiene ilustres antepasadas en el cine, como Madame Bovary o Anna Karenina. Es una mujer desinteresada, su amor es incondicional. Es un ser capaz de enfrentarse a los absolutos: la vida, la muerte, la pasión, y no ceder; es una radical pura.

Todos los personajes de la película están enjaulados, pero cada uno a su manera. El padre de Tancredi, el patriarca, el fundador de la fortuna, el artífice del estatus de la familia, que interpreta Gabriele Ferzetti, ha llegado a un momento de su vida en que tiene que pasar el testigo. Elige a uno de sus descendientes, porque cree ver en él la misma mirada, pero esa mirada no está. No ve que esa mirada que busca podría estar en Elisabetta, la nieta, irrelevante, en cuanto que es mujer, en la economía de los juegos de posesión y de poder. Pero en ella hay una aspiración y un talento para la libertad, la rebelión. Esa rebelión hará que su madre, mi personaje, tome conciencia de sí misma.

IO SONO L’AMORE también es una película sobre una dinastía, porque el concepto de dinastía tiene una enorme importancia porque trasciende al individuo y tiende a prolongarse sin límites. Es un modelo sociológico sobre el que todos los pueblos han fundado siglos de poder.




Ficha artistica
Tilda Swinton - Emma Recchi
Flavio Parenti - Edoardo Recchi, Hijo
Edoardo Gabbriellini - Antonio Biscaglia
Alba Rohrwacher - Elisabetta Recchi
Pippo Delbono - Tancredi Recchi
Maria Paiato - Ida Marangon
Diane Fleri - Eva Ugolini
Waris Ahluwalia - Señor Kubelkian
Gabriele Ferzetti - Edoardo Recchi
Marisa Berenson - Allegra Recchi