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  Fast & Furious 5  (Fast Five)
  Dirigida por Justin Lin
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Esta entrega vuelve a reunir al director, a los productores y al guionista que ya participaron en capítulos anteriores, encabezados por el director y productor ejecutivo JUSTIN LIN (Fast & Furious: aún más rápido, A todo gas: Tokio Race, Better Luck Tomorrow) y los productores NEAL H. MORITZ (la saga The Fast and the Furious, Soy leyenda, The Green Hornet, Invasión a la Tierra), Vin Diesel (Fast & Furious: aún más rápido, Los bandoleros) y MICHAEL FOTTRELL (Fast & Furious: aún más rápido, La jungla 4.0). El guión es de CHRIS MORGAN (Fast & Furious: aún más rápido, Wanted/Se busca) a partir de unos personajes creados por GARY SCOTT THOMPSON (The Fast and the Furious/A todo gas, la serie "Las Vegas").

El equipo técnico también está formado por habituales de la saga, como el director de fotografía STEPHEN F. WINDON (A todo gas: Tokio Race, la serie "The Pacific"); los montadores CHRISTIAN WAGNER (Fast & Furious: aún más rápido, Misión imposible II), KELLY MATSUMOTO (A todo gas: Tokio Race) y FRED RASKIN Fast & Furious: aún más rápido, las entregas de Kill Bill); la diseñadora de vestuario SANJA MILKOVIC HAYS (la saga The Fast and the Furious, La momia: la tumba del emperador dragón) y la productora ejecutiva AMANDA LEWIS (Fast & Furious: aún más rápido, A todo gas: Tokio Race). El diseñador de producción PETER WENHAM (El ultimátum de Bourne, Invasión a la Tierra) se une al equipo técnico por primera vez.


Se cierra el círculo a todo gas: Empieza FAST & FURIOUS 5
No cabe duda de que la franquicia no ha perdido su atractivo con el paso de los años: la expectación crece con cada entrega gracias a una irresistible combinación de personajes memorables, acción insuperable y tramas brillantes. Después del enorme éxito de la primera película en 2001, el policía marginado Brian O'Conner se unió, en 2003, a un nuevo equipo de hábiles pilotos para protagonizar A todo gas 2. Tres años después, en 2006, un grupo de jóvenes promesas protagonizó A todo gas: Tokio Race. En ambos casos, las películas dieron en el clavo y fueron auténticos éxitos de pantalla. Sin embargo, Neal Moritz, el productor responsable de este fenómeno global, sabía que la saga, para seguir cosechando éxitos, debía volver a sus raíces y al duro mundo del exconvicto y del poli encubierto. Ambos compartían la pasión por las carreras y, a pesar de ser enemigos, se respetaban mutuamente.

La reunión en la gran pantalla de Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodriguez y Jordana Brewster en Fast & Furious: aún más rápido fue un éxito sin par, recaudando más de 350 millones de dólares en todo el mundo el fin de semana de su estreno. En Estados Unidos se convirtió en la película estrenada el fin de semana del 3 de abril de 2009 con mayor recaudación de la historia del cine. Demostró que el corazón de la saga no había cambiado: giraba alrededor de Dom Toretto, Brian O'Conner, y de su familia y amigos.

El productor Neal Moritz, un veterano con una larga de éxitos en su haber, es un experto en la cultura pop y, junto a Vin Diesel, que también fue productor de Fast & Furious: aún más rápido, supo volver a inyectar nueva vida a la saga.

"La fuerza de Fast & Furious: aún más rápido, y ahora de FAST & FURIOUS 5 reside en que se trata de un grupo muy unido que vive siguiendo unos códigos morales y éticos de un lado u otro de la ley", explica el productor. "Dom tiene un código, Brian tiene el suyo, e incluso este nuevo personaje, Hobbs, interpretado por Dwayne Johnson, tiene uno. Estos códigos crean fricciones y conflictos, aumentando la tensión. Es genial ver cómo saltan chispas".

Vin Diesel, hablando de la reacción de los seguidores, dice: "No hay muchas películas de acción como la nuestra que giren alrededor de la familia o, mejor dicho, de una familia de marginados e inadaptados. Lo vimos en The Fast and the Furious/A todo gas y pasa lo mismo en FAST & FURIOUS 5. La saga se basa en una hermandad que comunica algo al público. Simboliza la familia a la que el espectador quiere pertenecer porque no le abandonará, como Dom y su gente".

Los seguidores dejaron claro que estaban impacientes por ver otra entrega. Paul Walker recuerda el entusiasmo que generó Fast & Furious: aún más rápido: "Cuando vimos el éxito que tenía, supimos que habría una quinta. Normalmente, los seguidores preguntan cuándo vendrá la siguiente, pero esta vez no preguntaban, lo afirmaban".

Neal Moritz y Vin Diesel, que producen la película, eran conscientes de que la siguiente entrega debía superar todo lo anterior. Recurrieron al director Justin Lin, cuyo trabajo en las dos entregas anteriores demostraba que sabía compaginar una historia basada en personajes con escenas de acción insuperables. Era la persona ideal para que los espectadores no pensaran que ya lo habían visto antes.

El cineasta, un seguidor de la saga desde la primera entrega, The Fast and the Furious/A todo gas, sabía exactamente lo que quería. La película debía basarse en un casting impecable con escenas de acción realmente asombrosas. "Aún quedaban muchas cosas por descubrir", dice. "Estoy muy agradecido al estudio por no querer seguir repitiendo lo mismo una y otra vez. Gracias a esto, la saga ha podido crecer, evolucionar y madurar. Por eso acepté dirigir esta nueva entrega. El tema básico de la saga es la familia. En la cuarta entrega se exploró el elemento de sacrificio que implica la familia. En cuanto vi que la siguiente trataría de la libertad y la familia, no dudé en regresar".

Sabía que si dirigía su tercera entrega, las expectativas de los seguidores serían muy altas: "La acción en esta película es mayor que en las dos anteriores juntas. Hay unas seis escenas de acción, y no solo persecución en coches, sino también a pie y un robo. La película rebosa acción". Aunque todo debía incrementarse para satisfacer al público, las escenas de acción no tendrían sentido sin la base de una buena historia, en la que los héroes luchan para proteger a la familia pase lo que pase. El guionista Chris Morgan, otro habitual de la saga, se unió a Justin Lin para asegurarse de que el guión reflejara esta visión.

La preparación de FAST & FURIOUS 5 fue a la velocidad del rayo. Chris Morgan, cuyos guiones colmados de acción para éxitos de taquilla como Wanted/Se busca, Fast & Furious: aún más rápido y A todo gas: Tokio Race le han dado una merecida fama de guionista especializado en dramas de acción, se puso manos a la obra una vez más. "Para mí, cada nueva entrega de la saga es una extensión de la primera", dice. "Siempre es un privilegio volver a una historia basada en personajes fuertes. Esta saga va mucho más allá de las carreras y de los coches tuneados, habla de una comunidad, de una familia de pilotos".

Chris Morgan y Justin Lin han desarrollado un estilo propio en las películas anteriores. "Tener el comienzo del rodaje a la vuelta de la esquina nos obligó a ponernos las pilas", explica el guionista. "Justin y yo atacamos la historia de forma muy diferente, pero cuando empezamos a trabajar juntos, no sé lo que pasa, siempre acabamos siguiendo el mismo camino".

La idea de reunir a más personajes de películas anteriores surgió durante la preproducción de Fast & Furious: aún más rápido, pero como la trama estaba centrada sobre todo en Dom, Brian y sus compañeras, se decidió dejar de lado esta posibilidad. Neal Moritz dice: "Cuando vimos la reacción del público con Vin, Paul, Jordana y Michelle de nuevo juntos, todos pensamos lo mismo: '¿Y si los reuniésemos a todos?'"

Vin Diesel estaba convencido de que el tándem Dom-Brian podía protagonizar otro capítulo de la franquicia: "Desde luego, quería seguir con la historia y siempre pensé en tres relatos, empezando con The Fast and the Furious/A todo gas, seguida por Fast & Furious: aún más rápido y ahora, FAST & FURIOUS 5". Pero uno de los objetivos de esta película era reunir a personajes que habían aparecido en otros capítulos".

La idea era buena, pero la dificultad residía en incorporarlos a la historia creada alrededor de Dom y Brian. Cada uno de los personajes debía tener una razón lógica para aparecer de nuevo. Para hacerlo todavía más difícil, disponían de muy poco tiempo de preproducción, pero estaban dispuestos a reunirse y volver a hacer magia.


Los favoritos de siempre y de ahora: El reparto
Cuando se empezó a trabajar en la preproducción de FAST & FURIOUS 5, todos tenían claro que el tema de la familia, la lealtad y el sacrificio, que forman parte íntegra de la saga, atraía a los seguidores. Al final de la última entrega, Brian se pone del lado de Dom, sacándole de la cárcel, sacrificando su propia libertad para huir con Mia. El gesto del expolicía une a los dos hombres como si fuesen hermanos.

Después de volver a interpretar el papel de Dom Toretto en Fast & Furious: aún más rápido, a Vin Diesel le entraron ganas de profundizar más en el personaje de un exconvicto dispuesto a redimirse. "Dom aún no se ha repuesto de la pérdida de Letty y ya está huyendo con Brian y Mia, todavía hay mucho que contar", dice el actor. "La saga se esfuerza en explorar vertientes de la historia que no tienen nada que ver con la acción, sino más con el corazón, las emociones, el carácter y la madurez de personajes que el público conoce".

Chris Morgan tuvo largas charlas con Vin Diesel para ahondar en el personaje de Dom Toretto y en sus demonios. "Me gusta escuchar lo que opina la persona que interpreta al personaje", dice el guionista. "Vin es totalmente diferente de Dom, pero cuando entra en el plató, se convierte en Dom. Aprovechar las aportaciones de Vin contribuye a mejorar el personaje".

Paul Walker aprecia el hecho de que Vin Diesel se empeñe en que la historia de los personajes sea una parte importante de cada entrega: "FAST & FURIOUS 5 es una película de muchísima acción; todos corremos de un lado a otro disparando, conduciendo a toda pastilla y arrancando cajas fuertes de las paredes. Pero aparte de todo eso, son personas normales que tienen problemas personales. Vin siempre defiende ese lado de la película. Mucha gente piensa que la saga solo va de coches y velocidad, pero los personajes aportan el toque humano y la hacen mucho más real".

Jordana Brewster, que de nuevo encarna a Mia Toretto, volvió a ver The Fast and the Furious/A todo gas antes del rodaje para estudiar al personaje que había creado. La joven, que en 2001 era algo así como el elemento moderador, se ha convertido en una mujer más dura y atractiva que acepta su vida de fugitiva con fría resolución. "Mia tenía tendencia a ser el florero, era mucho más reservada que ahora", dice la actriz. "Siempre fue una mujer fuerte, pero no hablaba mucho. En FAST & FURIOUS 5 está a la altura de las circunstancias y es mucho más dura. Como actriz, ver la evolución de un personaje a través del tiempo es de agradecer".

Paul Walker está de acuerdo: "Después de diez años, Brian ha aprendido que el mundo no es simplemente blanco y negro. Dom estaba al otro lado de la ley, pero no cabe duda de que era uno de los buenos. Al unirse a él, Brian está donde debe estar. Los mejores polis son los mejores delincuentes y viceversa".

Dwayne Johnson interpreta al hombre decidido a atrapar a Dom, Brian y su gente. Los productores estaban encantados cuando el actor aceptó el papel que le enfrenta directamente al héroe encarnado por Vin Diesel. Chris Morgan no cree que Hobbs sea el malo de la película: "El personaje de Hobbs no es necesariamente un malo de verdad, más bien le llamaría un 'contagonista'. Es un hombre que cree profundamente en su trabajo y está decidido a arrestar a dos delincuentes. Hará lo que sea para atraparles… vivos o muertos".

El productor Neal Moritz, Vin Diesel y Justin Lin reconocen que no fue fácil encontrar al actor que pudiera medirse al personaje de Dom. El realizador dice: "Fue muy importante para mí, cuando desarrollábamos el personaje de Hobbs, que un actor del nivel de Dwayne expresara su interés por el papel. Si un actor de su calibre acepta participar en la quinta entrega de una saga significa que vamos en la buena dirección".

"Me atrajo el tremendo éxito de la franquicia y también el hecho de que Justin dirigiría esta entrega. Pasamos horas en mi casa hablando y construyendo el personaje", explica Dwayne Johnson. "Hobbs no tiene nada que ver con los otros enemigos que aparecen en la película. La amenaza que representa es diferente porque no le interesa el dinero o el poder, solo le empuja su código ético y la fe en su profesión. Cree que los malos son tóxicos y hay que deshacerse de ellos".

Dwayne Johnson, que acababa de rodar el drama Sed de venganza, para el que había adelgazado bastante, ganó 15 kilos de músculos para asegurarse de que el agente Hobbs pareciera tan amenazador como lo describe Chris Morgan en el guión.

La confrontación final entre Dom y Hobbs es puramente física, pero se basa en algo más. Neal Moritz dice: "La lucha entre Dom y Hobbs fue una de las escenas más difíciles de la película. Diseñar un enfrentamiento entre dos adversarios tan igualados es sumamente complicado. Además, no queríamos solo una pelea, sino que representara a cada personaje para que fuera más emocionante".

El coordinador de especialistas MIKE GUNTHER, que se encargó de todas las acrobacias de Fast & Furious: aún más rápido, diseñó la lucha. Con TROY ROBINSON y TANOAI REED, los dobles habituales de Vin Diesel y Dwayne Johnson respectivamente, idearon una confrontación que acabaría destruyendo la mitad del decorado de la fábrica de coches. Los dos actores se unieron a los ensayos con varias semanas de antelación para pulir hasta el más mínimo detalle. El rodaje de la escena duró más de una semana, y el médico del rodaje estuvo muy ocupado curando cortes, hematomas, tirones y esguinces.

Hablando de la dureza de la confrontación final, Vin Diesel dice: "Tanto Dwayne como yo estamos muy orgullosos de la escena. Desde el principio supimos que no podía ser de otro modo, y el esfuerzo mereció la pena".

"Fue una oportunidad única", añade Dwayne Johnson. "Me permitió utilizar todo mi arsenal: años de entrenamiento, de lucha libre, y los diversos estilos de lucha que había aprendido para otras películas".

Después de ver la escena, Chris "Ludacris" Bridges resume los sentimientos del reparto: "Se enfrentan Dwayne 'The Rock' Johnson y Vin Diesel. No había pasado nada tan grande en la pantalla desde King Kong contra Godzilla. Punto".

Hobbs va tras la pista de Dom y Brian, y los dos pilotos deben salir de Río lo antes posible. Contarán con sus talentosos amigos para sacar adelante el golpe más atrevido e imposible. ¿Cómo se consigue reunir a los mejores ladrones del mundo para que destruyan el imperio de un señor de la droga? Muy fácil: basta con prometerles que se repartirán cien millones de dólares.

Si querían lograrlo, cada miembro del equipo debía ser el mejor en su especialidad para ayudar a los dos superpilotos a tumbar al hombre más poderoso de Río de Janeiro.

Tyrese Gibson estaba encantado de que le llamaran para volver a meterse en la piel del loco Roman Pearce de 2 Fast 2 Furious/A todo gas 2, amigo de infancia de Brian y un delincuente de primera con una gran afición por los coches llamativos y rápidos. Su único requerimiento fue que el personaje de Roman conservase su veta rebelde.

El actor, que debutó en la gran pantalla en Baby Boy, de John Singleton, antes de trabajar en 2 Fast 2 Furious/A todo gas 2, también dirigida por John Singleton, aceptó el papel a pesar de saber que debería compaginarlo con el rodaje de Transformers 3: el lado oscuro de la luna, donde encarna por tercera vez al sargento Epps. Las dos películas se rodaban a mucha distancia una de otra y fue necesaria mucha coordinación para conseguir que llegara a tiempo en varias ocasiones para trabajar a las órdenes de Justin Lin en Río cuando dejaba el rodaje en Atlanta con Michael Bay.

Chris "Ludacris" Bridges vuelve a encarnar a Tej, el experto mecánico con un don especial para desmontar y volver a montar cualquier aparato, que se convirtió en el más solicitado por los aficionados de Miami que querían modificaciones en sus coches. Cuando rodó 2 Fast 2 Furious/A todo gas 2 en 2003, Ludacris era un conocido rapero que daba sus primeros pasos en el cine. Sigue siendo uno de los raperos más importantes, además de tener en su haber una larga lista de películas.

Estaba finalizando una gira por Estados Unidos cuando le ofrecieron la posibilidad de trabajar en la película. "En cuanto leí el guión y supe quiénes volvíamos, no lo dudé ni un momento", dice el actor. "Nos lo pasamos realmente bien rodando. Casi parece ilegal cobrar por pasarlo tan bien. Me encanta trabajar con buena gente, un buen guión y saber que será una buena película".

Matt Schulze regresa en el papel de Vince, y le gustaba la idea de volver a ver a los viejos amigos. Vin Diesel también tenía ganas de reunirse con él: "A los que nos encantó la primera entrega, nos entusiasmó la idea de volver a ver a Vince y recuperar la relación que era parte del núcleo de la historia".

Vince lleva casi una década alejado de la familia y de los amigos. El reencuentro con Brian y Mia es tenso, como lo es la reunión con Dom, el hermano que le desterró. El actor dice: "Todos éramos muy jóvenes en la primera película, acabábamos de empezar. Por eso nos hicimos tan amigos. Es agradable regresar y descubrir que nada ha cambiado. Vin y yo tenemos unas escenas muy intensas, pero las filmamos sin que nuestros egos se entrometieran".

El tranquilo, frío y sereno Han es el piloto que vive como si cada día fuese el último. Han hará lo que sea por Dom, como explica el actor Sung Kang, que encarna al personaje: "Dom es el mentor de Han. Sabe que Han es capaz de cualquier cosa para ayudarle, pero Han no se arriesga a lo loco. Ante todo se asegura de que no le pase nada a nadie".

Mia no es el único personaje femenino del equipo. La espectacular actriz israelí Gal Gadot, que debutó en la gran pantalla en Fast & Furious: aún más rápido, en el papel de Gisele, se reincorpora a la saga. "Me gustó mucho Gisele, es dura y no teme a nada", dice la actriz. "Le va la acción, pero sigue siendo muy femenina. En eso nos parecemos, siempre estoy probando cosas nuevas".

Para el papel tuvo que practicar con una Ducati: "Había montado en moto antes, pero en ninguna como esta. La Ducati es grande y pesa mucho, pero es una auténtica maravilla".

Las superestrellas de reggaeton Don Omar y Tego Calderón colaboraron por primera vez en la saga al contribuir a la banda sonora de A todo gas: Tokio Race con la canción "Los bandoleros", y con otro tema de Omar, "Conteo".

Vin Diesel tuvo la idea de incluirlos en el reparto de Fast & Furious: aún más rápido porque quería una influencia latinoamericana en el equipo dominicano de Dom. Ninguno había actuado antes, pero tienen una vena cómica palpable. "Es curioso", dice Tego Calderón, que interpreta a Leo, "se me acercan en los aeropuertos, pero no me hablan de música. Creen que soy un actor de verdad. No soy actor, soy músico. De todos modos, es genial formar parte de la saga".

El papel de ambos en FAST & FURIOUS 5 es más importante. A Omar, que interpreta a Santos, le apetecía mucho reincorporarse al equipo: "Este personaje tiene buenas vibraciones, lo noté en cuanto leí el guión".

Entre las caras nuevas del reparto se encuentra la actriz española Elsa Pataky, en el papel de Elena, la policía de Río de Janeiro que ayuda a Hobbs a encontrar a Dom. Según va conociendo a Dom, se siente cada vez más atraída por un alma gemela que no es tan mala como todos creen. Poco a poco, Elena se convierte en su aliada.

A pesar de que ya no está en la saga, el personaje de Letty, interpretado por Michelle Rodriguez, sigue estando presente. En Fast & Furious: aún más rápido muere, pero Dom no consigue olvidarla y aún lleva su collar. Sin embargo, el tiempo lo cura todo y conoce a Elena, una mujer bella, fuerte y con recursos, que también está atrapada en los recuerdos.

La actriz aparece la mayoría del tiempo en la pantalla con Vin Diesel y Dwayne Johnson. A pesar de no conducir ningún bólido, disfrutó de cada minuto del rodaje. Para preparar su papel como policía, se entrenó durante varios días con el asesor técnico militar ARMANDO EGURROLA.

"Lo mejor de ser actriz es encarnar a personajes diferentes, así como la preparación requerida para cada uno", explica Elsa Pataky. "Me gustaba la idea de entrenarme con Armando durante un par de días. Sabía manejar un arma, pero aprendí mucho más: cómo entrar en un lugar en una situación de alto riesgo, cómo correr con un arma, cómo parar y cambiar el cargador. Fue asombroso".

El malo de verdad en FAST & FURIOUS 5 es Reyes, un hombre de negocios internacional que bajo un aspecto encantador, educado y sofisticado esconde la sagacidad implacable y letal de un rey de las drogas que controla la ciudad con puño de hierro. El portugués Joaquim de Almeida, un actor apuesto y afable, era perfecto para el papel, pero después de encarnar a varios malos, no le atraía especialmente la idea de volver a lo mismo hasta que habló con Justin Lin. El director convenció al actor. "Justin se fija mucho en los detalles", dice Joaquim de Almeida. "Se toma el tiempo necesario para que todo esté bien. Eso me gustó porque, en este tipo de películas, muchos directores olvidan a los actores entre tantos coches y tanta acción. Pero Justin no me decepcionó".


El rodaje y los decorados: Río de Janeiro, el Caribe y Estados Unidos
"Río está bien es esta época del año" es una frase de Fast & Furious: aún más rápido que lo dice todo. Vin Diesel recuerda: "Letty es la que habla de Río. Parece algo anodino entonces, pero no lo es".

Los Ángeles, Miami, Tokio, República Dominicana y México han servido de telón de fondo en anteriores entregas. En FAST & FURIOUS 5, Dom, Brian y Mia se van mucho más al sur, hasta Brasil, donde se esconden en un barrio de favelas de Río de Janeiro. Están a punto de enfrentarse a su mayor reto en una ciudad sin ley. La cultura latina ha sido uno de los pilares de varios capítulos de la saga y no se echará en falta entre las impolutas playas de Copacabana y las estrechas callejuelas de las colinas de Río.

El rodaje de FAST & FURIOUS 5 empezó a principios del verano de 2010 con tres unidades rodando simultáneamente.


Río de Janeiro, Brasil
El reparto habitual al completo se trasladó a Río para integrar sus personajes en la personalidad de una ciudad tan especial.

El director Justin Lin dice: "Me pareció importante rodar algunas de las escenas más críticas en Río de Janeiro porque la forma en que el sol cae entre los edificios y la textura de la ciudad son cosas que no pueden reproducirse. También lo hice por respeto. Si una película transcurre en algún lugar, lo lógico es ir allí, sumergirse en la comunidad y en la cultura. Si no se hace, se notará en la película".

Los cineastas usaron una de las unidades para filmar tomas de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como el Pan de Azúcar, el Fuerte de Copacabana, la playa de Ipanema, la favela Dona Marta y el famoso Cristo. También se rodaron tomas de cada uno de los miembros del equipo a su llegada a Río.

Se rodó a Tyrese Gibson, en el papel de Roman, llegando al aeropuerto internacional de Galeno, donde le espera su viejo amigo Brian. Se corrió la voz de que se rodaba la escena, y los actores y el equipo casi no consiguen trabajar por culpa de la muchedumbre. Chris "Ludacris" Bridges también llamó mucho la atención cuando rodó la escena en que Tej compra un coche. En la escena final en Copacabana, todos los personajes andan por la playa juntos.

Vin Diesel está totalmente de acuerdo en que era necesario rodar algunas escenas en Brasil: "Además, tuvimos la suerte de poder rodar en lugares donde para otros habría sido imposible gracias a los seguidos de la saga. El público se lo pasará muy bien yendo a Río con nosotros. Es una ciudad asombrosa".

El productor Neal Moritz añade que rodaron mucho metraje en Río: "Afortunadamente, acabamos rodando mucho más de lo que esperábamos. Por ejemplo, pudimos rodar en las favelas. Sin embargo, para la escena de persecución entre las favelas, nos desplazamos a Puerto Rico, donde teníamos un mayor control de la situación. Río es un sitio estupendo y las escenas que rodamos allí añaden un toque de crudeza a la película".


Puerto Rico y California
La isla caribeña de Puerto Rico era el lugar perfecto para algunos de los decorados más importantes de la película. Permitía recrear las estrechas callejuelas de la superpoblada ciudad de Río. La unidad principal y la segunda unidad empezaron a rodar en el centro y a las afueras de San Juan. La vegetación tropical de la isla y las anchas avenidas de la ciudad proporcionaban al equipo la versatilidad necesaria para rodar sin problemas las secuencias más complicadas.

Mientras tanto, a 6.400 kilómetros de distancia, en la pequeña ciudad de Rice, en medio del desierto californiano, la tercera unidad, bautizada como "unidad del tren", se pasó tres semanas rodando la asombrosa secuencia del robo del tren con que empieza la película y que marca el frenético ritmo de la historia.

Nada ha cambiado, pero ahora hay mucho más en juego. Dom, Brian y Mia se unen a Vince para lo que parece un trabajo fácil. Se trata de secuestrar vagones de un lujoso tren de pasajeros. Chris Morgan decidió subir el nivel de una secuencia nunca vista antes. "Se trataba de mejorar el clásico atraco a la diligencia o al tren", explica Vin Diesel, riendo. "No montamos a caballo, pero tenemos máquinas con muchos caballos". El atraco acaba sellando el destino del trío y de su viejo amigo Vince.

El conocido diseñador de producción Peter Wenham, que ya había trabajado en complicadas producciones como El ultimátum de Bourne e Invasión a la Tierra para el productor Neal Moritz, se encargó de transformar San Juan de Puerto Rico y Atlanta, en Estados Unidos, en los lugares que había visitado con los cineastas unas semanas antes.

El productor alaba las cualidades del diseñador de producción a la hora de crear decorados que encajaran a la perfección a pesar de estar en tres lugares diferentes del planeta. "Peter fue capaz de fusionar Atlanta, Río y Puerto Rico para dar la impresión de que toda la película está rodada en Río. Es fantástico. Es un genio que sabe exactamente cómo encajar las piezas del rompecabezas".

La acción en FAST & FURIOUS 5 no se limita a coches conducidos a todo gas. También hay secuencias de peleas, un atraco a un tren y una larga persecución a pie que se convirtió en el mayor reto logístico para el equipo, sobre todo para el director de fotografía Stephen Windon, que había colaborado anteriormente con Justin Lin en A todo gas: Tokio Race.

El rodaje de la secuencia en la que Hobbs y los secuaces de Reyes persiguen a Dom, Brian y Mia por las empinadas favelas duró una semana y fue una de las más duras para el equipo de producción.

La pequeña ciudad de Naranjito, situada en la ladera de una colina en una región montañosa a unos 40 kilómetros de San Juan, era perfecta para recrear la topografía de Río. También ofrecía la posibilidad de realizar una complicada escena con los actores y sus dobles corriendo por callejuelas estrechas y húmedas, saltando por destartalados tejados e intentando evitar a los numerosos perros, gallinas y otros animales que andan sueltos.

Para rodar la escena, Stephen Windon utilizó un sistema de cámaras que le permitía rodar planos cercanos y panorámicas amplias desde el aire. "Era muy difícil acceder al decorado con cámaras", dice el director de fotografía. "Despojamos las cámaras de todo lo superfluo y montamos un sistema de grúas en los tejados y en los callejones. También quería obtener vistas aéreas sin usar un helicóptero, por lo que instalamos un cable para la cámara de más de 120 metros muy cerca de las casas. Eso nos permitía hacer barridos de los tejados durante el rodaje de la secuencia".

Como es habitual, Paul Walker, que reconoce ser un adicto a la velocidad y a las aventuras, se empeñó en no usar un doble siempre y cuando los cineastas (y las compañías de seguros) se lo permitían.

Como gran aficionado al parkour (correr en cualquier lugar lo más fluidamente posible), Paul Walker se basó en esta disciplina para filmar la secuencia. Se entrenó con PAUL DARNELL, un especialista en parkour, y no tardó en aprender a saltar paredes y caer rodando sin hacerse daño. Incluso se tiró de un edificio de diez metros de altura para aterrizar – menos mal – en una colchoneta de seguridad. Jordana Brewster también se enganchó a esta disciplina.

A la actriz, que suele ser la más moderada conduciendo (de hecho no sabía conducir hasta que rodó The Fast and the Furious/A todo gas), le bastó un salto con Paul Walker para querer más. Dice: "Paul lo había hecho muchas veces y me ayudó. En cuanto lo probé, quería seguir. Fue un día fantástico, saltamos unas cinco veces desde un edificio, y una vez entre dos edificios".

El equipo de Peter Wenham se encargó de fortificar estructuras inestables para que aguantasen el peso de las cámaras, además de volver a pintar unos treinta edificios. También se encargaron de "ensuciar" el barrio para que pareciera una favela de verdad.

Debido a un tiempo limitado, los departamentos artístico y de carpintería solo dispusieron de cuatro semanas de preparación para dejar el barrio listo para la filmación de la secuencia. "Fue un decorado muy difícil", reconoce el diseñador de producción. "Hacía mucho calor y había mucha humedad. Un rodaje en calles tan empinadas no fue nada fácil. Pero no cabe duda de que habría sido mucho más complicado rodar en una favela de Río".

En general, la paleta de colores es monocromática y se limita a negros y grises. Peter Wenham solo usó muchos colores en la favela. Incluso tratándose de los coches, se aseguró de que cada vehículo encajara en la paleta de colores. "Escoger el color de los coches era muy importante", dice. "Quería que los coches de FAST & FURIOUS 5 tuvieran un aspecto monocromático".


Atlanta, Georgia, Estados Unidos
Después de varias semanas rodando en el calor y humedad de Puerto Rico, los actores y el equipo se trasladaron a Estados Unidos para rodar la mayor parte de interiores en platós y algunos exteriores en Atlanta. Pasaron gran parte de su estancia en la ciudad en una estación ferroviaria abandonada. El departamento artístico había transformado el inmenso lugar en la fábrica de coches abandonada donde Dom, Brian y Mia se refugian.

La vieja estación de trenes Pullman fue, sin lugar a dudas, el decorado más ambicioso al que debió enfrentarse Peter Wenham. Ante todo, los especialistas OAKLEY LEHMAN y RICH RUTHERFORD debían tener bastante espacio para entrar en coche en el edificio. El equipo artístico necesitó dos meses para reconvertir la vieja estación en un plató práctico con un sistema de iluminación supervisado por el departamento de Stephen Windon. Quitaron paredes e incluso tuvieron que retirar un viejo vagón. Una vez limpio el espacio, el departamento artístico transformó el edificio en una fábrica de coches con sus cadenas de montaje, plataformas, luces, ventiladores y edificios dentro del edificio.

"Veinticinco páginas del guión transcurren en la planta automovilística", explica el director de fotografía, "pero disponíamos de un tiempo limitado de rodaje. A DAN CORNWALL, el jefe de eléctricos, se le ocurrió la idea de usar una iluminación por control remoto LRX. Ubicamos enormes focos kino motorizados de 24 kilovatios en las vigas. La iluminación a nivel de suelo era mínima, pero iluminamos todo el plató, y era realmente muy grande". Fueron necesarias tres semanas para instalar los cables y los generadores, pero el esfuerzo mereció la pena.

Muy cerca del Georgia Dome de Atlanta, el equipo pasó varias noches más bien fresquitas rodando las escenas de la fiesta "tuner". Obviamente, la música pop brasileña atronaba mientras bailaban unas bellezas ligeras de ropa.


El día a día del equipo: Robos y persecuciones en coche
Por muy insuperables que parecieran las secuencias de acción que se habían visto en las entregas previas de la saga, Chris Morgan se empeñó en ir más lejos (si era posible y "filmable") cuando escribía el guión. Sin embargo, nunca olvidaba que Justin Lin quiere rodarlo todo de una forma práctica. La idea del robo de la caja acorazada le llevaba rondando desde el desarrollo de Fast & Furious: aún más rápido, pero no encajaba en esa entrega y decidió guardarla para la siguiente.

Con el fin de asegurarse de que la acción fuese realmente asombrosa, los cineastas recurrieron a SPIRO RAZATOS, que diseñó las atrevidas secuencias de acción de Death Race/La carrera de la muerte y En el punto de mira/Vantage Point, como director de la segunda unidad en colaboración con el coordinador de especialistas JACK GILL.

Ambos respondieron con entusiasmo cuando se les llamó, aunque se quedaron algo abrumados al oír a Justin Lin explicarles exactamente lo que quería. Pero aceptaron el reto y se pusieron manos a la obra.

Empezaron probando para ver de qué eran capaces los Dodge Charger y las cajas acorazadas. A pesar de que la escena parezca caótica, los impactos de la caja acorazada debían estar perfectamente sincronizados con las imágenes de Dom y Brian lanzados a todo gas arrastrando la caja por las calles de Río.

Spiro Razatos decidió reutilizar varios coches-cámara de las anteriores entregas, como el Porsche Cayenne con una cámara instalada en un brazo móvil de última generación, lo que le permitía captar cualquier imagen deseada, y bajar y subir el ángulo de la cámara en segundos.

Además, la "Subie-cam", un Subaru STI rodeado por una jaula de acero con una cámara móvil incorporada, le permitió conseguir maravillosos travellings. Hubo momentos en que el especialista ALLEN PADELFORD se acercaba tanto que el Subaru y la caja acorazada se rozaban. Por suerte, sirvió para rodar imágenes únicas donde literalmente saltaban chispas.

Otra herramienta ingeniosa para captar la acción bajo varios ángulos a la vez fue una idea de Allen Padelford, que sugirió colocar una capsula encima de un Dodge Charger con un doble sistema de conducción alineado para rodar el interior del coche. Así, el especialista ROBERT NAGLE, sentado en la parte superior, controlaba el coche mientras el actor, sentado en el coche, podía actuar con tranquilidad. Una idea brillante para que el espectador sienta que está derrapando.

El aspecto más complicado de la persecución con la caja acorazada fue la creación de seis cajas diferentes. Spiro Razatos, Jack Gill y el equipo de efectos especiales pasaron varias noches construyendo copias de la caja. Cada una tenía una tarea específica. Por ejemplo, una se limitaba a la fachada instalada en la parte delantera de un camión para permitir primeros planos mientras se llevaba a cinco coches por delante. Otra era una caja reforzada, atada a dos cables de acero de diez metros, mientras los dos Dodge Charger la arrastraban por las calles de San Juan.

Pero la joya de la corona era una caja acorazada de dos metros y medio de altura montada sobre una plataforma con cuatro ruedas, volante y motor conducida por el especialista jefe HENRY KINGI. Los transeúntes que tuvieron la suerte de estar allí mientras se filmaba la secuencia se quedaron asombrados al ver la caja de cuatro toneladas lanzada a toda velocidad por la avenida.

Al igual que en Fast & Furious: aún más rápido y A todo gas: Tokio Race, Justin Lin solo hizo uso de los efectos especiales en contadas ocasiones, para lo que recurrió al supervisor MIKE WASSEL, que también trabajó en dos entregas anteriores.


Una década de coches a todo gas: Los vehículos del thriller de acción
The Fast and the Furious/A todo gas fue la introducción en el mundo de las carreras callejeras clandestinas; asimismo, subrayó las diferencias entre los potentes coches estadounidenses y los vehículos japoneses y europeos de importación. Cada capítulo de la saga se inclina por unos sin menospreciar a los otros. 2 Fast 2 Furious/A todo gas 2 introdujo los vehículos tuneados, con alimentación de óxido nitroso, pintados con colores fuertes, dibujos asombrosos y diseños únicos. En A todo gas: Tokio Race vimos coches japoneses preparados para el drifting y un Mustang reconstruido para enfrentarse a lo peor. Fast & Furious: aún más rápido regresó a los superpotentes coches estadounidenses.

El más notable de todos es el Dodge Charger de 1970, el monstruo que mató al padre de Dom, sellando su suerte, y que se convirtió en el símbolo "heavy metal" de la saga. A pesar de haber sido totalmente destruido en dos ocasiones, es el único vehículo que Chris Morgan se empeña en resucitar, muy a pesar del coordinador automovilístico DENNIS McCARTHY.

En realidad, el Charger es una extensión de Dom y es impensable ver a uno sin el otro. El coordinador explica: "Esta vez hemos hecho unos cambios en el Charger. Hemos mejorado la suspensión y la dirección, lleva ruedas más grandes, cosas que no se ven en la pantalla. El Charger compite otra vez y sale ganando".

Para la película se necesitaron cinco versiones del Charger con sus debidas modificaciones. Una de las versiones empieza a mostrar cierto deterioro debido a años de vida dura.

Los requerimientos automovilísticos en esta película eran algo diferentes. Dennis McCarthy tuvo en cuenta los modelos que gustan en Latinoamérica, dado que la acción transcurre en Brasil. Los vehículos son una mezcla de coches europeos, entre los que se encuentran Porsche, Volkswagen y BMW, y de clásicos estadounidenses como el Ford Maverick y el Chevrolet Impala. Realizó unas cuantas llamadas en Atlanta con el fin de conseguir suficientes vehículos para la fiesta clandestina de coches tuneados.

La última encarnación del Charger, el de 2010, protagoniza el robo de la caja acorazada. Al no encontrar coches lo bastante potentes para llevar a cabo el atraco, los protagonistas se deciden por los coches más rápidos de la ciudad, los de la policía. En realidad, los dos coches modificados de color negro son dos Charger SRT8 con más caballos y mejores frenos.

Los cineastas se hicieron con numerosas unidades del popular coche, entre las que se encontraban tres del modelo de 2011. Este modelo se está convirtiendo rápidamente en uno de los favoritos para uso policial.

"Cuando Dodge nos enseñó el nuevo Charger, supimos inmediatamente que funcionaría", dice el productor Neal Moritz. "No solemos colaborar tan de cerca con un fabricante de automóviles, pero era lo que buscábamos".

"La marca nos proporcionó más de veinte vehículos, a los que acompañaron dos técnicos para ayudarnos a modificarlos", explica Michael Fottrell, también productor de la película. "Estaban encantados, dispuestos a todo para que funcionase".

Paul Walker es un auténtico loco por los coches, compite cada fin de semana y es un experto. Los modelos que Dennis McCarthy propuso para FAST & FURIOUS 5 le entusiasmaron: "Son coches creíbles, que responden adecuadamente dadas las circunstancias y lo que les exigimos. Tenemos el Nissan 370Z (2009), volvemos a sacar el Toyota Supra (1993), uno de los mejores coches japoneses que se haya fabricado, y el Nissan Skyline GT-R. El casting de vehículos no podía ser mejor".

Para el atraco al tren, los cineastas escogieron a un trío legendario, un De Tomaso Pantera de 1972, un Corvette GS descapotable de 2007 y un Ford GT40. Debido a las dificultades del rodaje, se decidió usar replicas para no dañar el GT40, que vale dos millones de dólares. Dennis McCarthy lo explica: "Cuando se piensa en la cantidad de vehículos que destrozamos durante el rodaje del atraco al tren, era más sensato usar réplicas para mantenernos en el presupuesto".

Durante la persecución final con la caja acorazada, fueron destrozados más de 200 vehículos.

Justin Lin dice: "Rodar el atraco al tren fue un auténtico reto. La logística requerida para filmar este atraco a un tren en movimiento es la mayor hasta la fecha. Tuvimos que obtener el permiso para rodar en un tramo de vía férrea, comprar vagones y construir camiones que pudieran lanzarse contra el tren. Además, quería que un coche saltase del tren en marcha. Fue muy caro y no podía haber un solo fallo".

Hobbs, el frío, calculador y duro agente del FBI que persigue a Dom y a su equipo, necesitaba un coche que estuviera a su altura. Los cineastas optaron por un vehículo militar, el Gurkha F5 de Armet, un monstruo de nada menos que nueve toneladas de peso.

Aunque Dennis McCarthy y su equipo empezaron a modificar y construir vehículos en cuanto se dio luz verde a la película, no les sobró ni un minuto para tener el parque preparado a tiempo. Una vez acabados, los coches y las piezas se mandaban al decorado donde debían rodar primero y de allí, al siguiente.

Cuando se rodó simultáneamente en Puerto Rico y en el desierto de California, el departamento automovilístico tuvo que hacer muchas horas extras para reparar y reconstruir los coches.

El último día de rodaje fue a finales del mes de octubre de 2010. Para entonces, unos 200 coches quedaron totalmente destrozados. Dennis McCarthy había comprado unos 300 vehículos, y la mayoría acabó en la chatarra gracias a la secuencia del robo de la caja acorazada. Eso sin contar los cientos de coches alquilados que sirvieron de telón de fondo y salieron ilesos del rodaje.

Hablando de la saga que ha creado, el productor Neal Moritz dice: "Todas las entregas de la saga A todo gas se han enorgullecido de ofrecer mucha acción y persecuciones fantásticas, pero ninguna había alcanzado el nivel de FAST & FURIOUS 5. Nos hemos superado destrozando coches".