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  La cosa  (The thing)
  Dirigida por Matthijs Van Heijningen
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Con THE THING/LA COSA, que sirve de preludio a la ahora clásica película del mismo título que dirigió John Carpenter en 1982, MATTHIJS VAN HEIJNINGEN debuta como director de largometrajes. El guión es de ERIC HEISSERER (Pesadilla en Elm Street), a partir de la historia de terror "Who Goes There?", de JOHN W. CAMPBELL JR.

La producción corre a cargo de MARC ABRAHAM y ERIC NEWMAN (Amanecer de los muertos, In Time, El último exorcismo, Hijos de los hombres) a través de su productora Strike Entertainment. El equipo técnico está formado por el director de fotografía MICHEL ABRAMOWICZ (Taken, Desde París con amor); el diseñador de producción SEAN HAWORTH (Thor, Avatar); el diseñador de vestuario LUIS SEQUEIRA (Breach/El espía, Destellos de genio); el compositor MARCO BELTRAMI (En tierra hostil, El tren de las 3:10), y los montadores JULIAN CLARKE (District 9, The Whistleblower) y PETER BOYLE (Las horas, 1408).

J. MILES DALE (Hollywoodland), DAVID FOSTER (La cosa, de John Carpenter), LAWRENCE TURMAN (La cosa, de John Carpenter) y GABRIELLE NEIMAND (El último exorcismo) son los productores ejecutivos.


Ingeniería inversa: Empieza la producción
La historia de La cosa remonta al año 1938 cuando el famoso autor de ciencia-ficción John W. Campbell Jr publicó en una revista el relato Who Goes There?, una historia aterradora acerca de unos científicos destacados en la Antártida que encuentran una nave alienígena enterrada en el hielo. Inspirado en la historia corta de John Campbell, Howard Hawks produjo en 1951 El enigma… de otro mundo, dirigida por Christian Nyby. El thriller ampliaba el estudio que hacía el autor sobre la paranoia de grupo y demostraba el paralelismo de la historia con el principio de la Guerra Fría.

Treinta años después, en 1982, John Carpenter también se inspiró en la historia corta para La cosa, escrita por Bill Lancaster y producida por David Foster y Lawrence Truman. Se usaron efectos especiales totalmente innovadores y la película no tardó en convertirse en un clásico que inspiró a toda una generación de seguidores y de cineastas.

En 2004, poco después de que los productores Marc Abraham y Eric Newman estrenaran la taquillera El amanecer de los muertos, Universal Pictures les propuso encarrilar este nuevo proyecto. Eric Newman recuerda la primera conversación: "Ningún estudio tiene un mejor pedigrí en lo que a películas de monstruos y terror se refiere que Universal. Nos dijeron: ‘Aquí tienen todos los títulos de que disponemos, pero ¿qué les parece La cosa?’ Nuestra primera reacción fue que era imposible mejorar La cosa, no es de esas películas de las que se pueda hacer un remake".

Después de pensárselo mucho, los dos productores no ocultaban que les atraían los dos temas de la película, la confianza y la paranoia. "Es una historia de paranoia, tanto el relato como la película de Carpenter", dice Marc Abraham. Cree que es un tema muy relevante ya que "se trata de fiarse o no de las personas con las que estamos metidos en una situación muy difícil".

Eric Newman añade: "Lo primero que se nos ocurrió fue que el tema principal de esta versión debía ser en quién se confía y de quién se desconfía. Además, en la época actual, si hay un enemigo, lo más seguro es que no se sospeche de dicho enemigo. Los malos ya no llevan uniforme".

Una vez tomada la decisión de enfrentarse al proyecto, los dos socios debían encontrar una forma de añadir algo a la historia. "Lo único que podía atraernos era que encajara en el universo de Carpenter de manera respetuosa y, a la vez, creativa", explica Eric Newman. "Siempre me había interesado el destino de los noruegos a los que la película se refiere indirectamente".

Según Marc Abraham, los conocimientos enciclopédicos de su socio determinaron la dirección que tomaría la película. "Eric es un auténtico aficionado al género y siente un enorme respeto por John Carpenter", dice. "Además, tiene una memoria fotográfica y se sabe cada plano de la película. Cuando decidimos que no queríamos hacer un remake de La cosa, se le ocurrió que podíamos contar lo que pasó antes de llegar a la escena del perro con la que empieza la película de John Carpenter".

David Foster, el productor de la versión de Carpenter, se unió a Newman y a Abraham en calidad de productor ejecutivo. Deja claro que "esta película se vale por sí sola. No es La cosa, de John Carpenter, una película que yo adoro y que según John es su mejor obra. La película actual acaba cuando empieza la anterior. Es importante que los seguidores de La cosa sepan que no van a volver a ver lo mismo".

Cuando se hizo público que se iba a rodar una precuela de La cosa, de John Carpenter, Eric Heisserer se puso en marcha para escribir el guión. Como gran admirador de la película, estaba decidido a que le gustara la precuela: "En cuanto supe que iban a rodar una nueva película, decidí lanzarme al vacío. Si era capaz de escribir algo que satisficiera al fan que llevo dentro, con un poco de suerte también gustaría al resto de seguidores".

El guionista se presentó a la reunión armado con varias ideas acerca de lo que debería ser la película. Quería que su versión fuera una extensión de la visión de Carpenter. "Me centré en los personajes y en la historia, en la continuidad, pero también incorporé sorpresas", explica. "Busqué posibilidades que no se habían visto antes. Me esforcé en hacer algo inesperado, a pesar de que todos sabemos cómo acaba la historia".

Eric Heisserer también recurrió a los temas centrales de la historia, la suspicacia y la desconfianza. "Siempre me ha parecido que La cosa es un thriller acerca de la paranoia y un auténtico estudio sobre la confianza, lo que se da y lo que se toma", dice. Al ver que el guionista tenía la misma idea que ellos, Marc Abraham y Eric Newman le contrataron.

A continuación, los productores propusieron al director Matthijs van Heijningen que rodara el proyecto. No tardaron en darse cuenta de que no se habían equivocado. Al hablar de la primera reunión que tuvieron con él, Eric Newman recuerda: "Empezamos a hablar de la película y nunca paramos. Era como estar en una cita que no termina; acabas casándote sin darte cuenta".

Matthijs van Heijningen es un conocido director de publicidad holandés que debuta en la gran pantalla con THE THING/LA COSA. Marc Abraham reconoce que le convenció la habilidad del realizador a la hora de contar historias fascinantes: "Sabe contar historias, pero también tiene un gran sentido visual. Al ver los anuncios que ha dirigido, se nota que cuida mucho los personajes y la autenticidad. Fue muy ingenioso en cuanto a describir lo que quería hacer y cómo quería hacerlo. Respetó el original, se lo sabía de memoria. Creo que era el momento de que dirigiera un largometraje, y este era idóneo para él".

"Soy un apasionado de la película original, es una de mis favoritas", dice Matthijs van Heijningen. "No dudé ni un momento cuando me ofrecieron el proyecto. Luego, hubo momentos en que me despertaba y pensaba: ‘Dios mío, ¿qué estoy haciendo?’ Claro que me sentí presionado, pero intenté rendir el mayor homenaje posible a la película original".

Entonces empezó un intenso periodo de preproducción para el guionista, el realizador y los productores "Estudiamos el decorado de la destrozada estación en la película de Carpenter", dice Eric Newman. "La pregunta era: Yendo hacia atrás en el tiempo, ¿cómo llegamos a esto? Solo habían encontrado un extraño cadáver medio quemado de un monstruo mitad humano y mitad bestia, un hacha clavada en la pared y un recinto totalmente destruido por el fuego".

Eric Heisserer compara el proceso a una autopsia: "Disponemos de pistas en la película de Carpenter que nos indican qué pudo pasar en la estación noruega, pero solo se trata de pruebas forenses. Tuvimos que saber con certeza lo que pasó para contar nuestra historia". La meticulosa atención de los cineastas resultó muy útil. El guionista sigue diciendo: "Fuimos muy rigurosos a la hora de documentarnos, lo que nos obligó a estar siempre alerta para que no se nos escapara ningún detalle. Fue tremendo, pero mereció la pena".

En su intento de ser lo más fieles posible a la película anterior, estudiaron cada fotograma del film de Carpenter para asegurarse de que los objetos y las referencias fueran los mismos siempre que resultara adecuado. "Somos fans de la película y nos sentimos cómodos en ese mundo", explica Eric Newman. "Nunca nos cansábamos de hablar del tema. No habría sido posible para nosotros hacer esta película sin reconocer materialmente la existencia de la de Carpenter. Fue nuestro objetivo desde el principio".

El respeto del equipo por dicha película era tal que incluso incorporaron la banda sonora original de Ennio Morricone (conocida como "Humanity, Part II") de la película de 1982 a las composiciones de Marco Beltrami, el músico encargado de la banda sonora de la película actual. "Esa música tiene algo inolvidable", dice Marc Abraham. "Es pura tensión y paranoia… Teníamos que homenajear la composición de Morricone".


¿Quiénes son? El reparto y los personajes
Gracias al reparto de THE THING/LA COSA, los cineastas equilibran los elementos sobrenaturales de un cuento de monstruos con elementos más tradicionales. "Al hacer una película de terror, se intenta vender una realidad que no existe", dice Eric Newman. "Por eso es absolutamente necesario que los elementos reales sean lo más auténticos posible. Las interpretaciones, los personajes y las situaciones no sobrenaturales deben ser muy realistas, y para eso se empieza con el reparto".

Una de sus primeras decisiones fue que la Dra. Kate Lloyd, paleontóloga de la Universidad de Columbia, sería el personaje principal. "La película de Carpenter es una experiencia masculina", dice Eric Newman. "Sin embargo, históricamente, si hablamos de La semilla del diablo, Alien, el octavo pasajero o El exorcista, el punto de vista es el de una mujer. Transcurre en 1982, en un mundo de hombres. Kate es la heroína y lleva el peso de la historia".

Mary Elizabeth Winstead fue la escogida para encarnar a la científica que viaja a la Antártida en busca de un gran descubrimiento. No quiere perderse esta oportunidad, pero por mala suerte, está muy equivocada. Hablando de la protagonista de la cinta, el productor ejecutivo J. Miles Dale dice: "Trabajé con Mary en Scott Pilgrim contra el mundo, donde tenía un papel totalmente diferente. Es muy versátil, conmovedora, fuerte, y se toma el trabajo muy en serio. Es todo lo que Kate debía ser".

La actriz reconoce que es una fan de la película original de John Carpenter y se sintió honrada de poder ayudar a llevar a la pantalla esta nueva historia. "El hecho de que el protagonismo recaiga en una mujer ya hace la película diferente", dice. "Kate debe ser inteligente, tener fuerza de voluntad y carácter. No abundan los personajes femeninos de este tipo".

La situación en que se encuentra Kate, una de las dos mujeres en un grupo de científicos masculinos, permitió a Mary Elizabeth Winstead aportar más profundidad al papel: "Todos tienen una opinión diferente acerca de cómo se comportaría una mujer en una situación semejante. Se crea una dinámica muy especial entre los personajes".

Kate tiene un fuerte vínculo con Carter, el piloto de uno de los tres helicópteros que trae suministros a la estación, pero al contrario de lo que podría esperarse, la relación no llega a ser romántica. "Nunca imaginamos que la relación entre Kate y Carter, que quizá sea la dinámica central de la historia, debía convertirse en una aventura amorosa", explica Eric Newman. "Más bien se trataba de erigir una estructura entre dos personajes que confían el uno en el otro".

Además de darle a Kate un compañero de ideas afines y de total confianza, los cineastas querían que Carter recordara a MacReady, el personaje que interpretaba Kurt Russell en la película de Carpenter. Carter es exactamente el tipo de hombre que habría podido conocer y trabajar con el aventurero en 1982.

Joel Edgerton, de Warrior, era el actor ideal para el papel. "Joel siempre fue el actor idóneo para encarnar a Carter", dice Eric Newman. "Es un intérprete brillante en la pantalla y en el escenario, muy inteligente. En esta película no había tiempo para que el héroe tuviera su momento y se diera a conocer. Queríamos a un actor capaz de comunicarlo en cada escena".

A pesar de haber encarnado a muchos personajes diferentes, el actor australiano nunca se había metido en la piel de alguien como Carter. "Creo que nunca había interpretado a un personaje heroico", dice, riendo. "Desde luego, a ninguno tan heroico como Carter, un hombre que se lanza al caos con la actitud de ‘Vamos, agárrate, te sacaré de aquí’. Sinceramente, he disfrutado mucho".

Como otros miembros del reparto y del equipo técnico de la precuela, Joel Edgerton es un fan de la película de Carpenter y alaba la atención al detalle que demostró Matthijs van Heijningen: "Matthijs ha reunido a un grupo de actores geniales. Me bastaba con entrar en el plató y ver cómo iban vestidos los actores, su aspecto, la sensación de suciedad que desprendía todo, para darme cuenta de cómo sería en realidad una situación semejante. Supo imprimir desde el principio esa sensación y la mantuvo hasta el final. Es muy fiel a la estética de la película de Carpenter".

El hombre que lleva a Kate al país de los hielos es el Dr. Sander Halvorson, un científico brillante al que da vida el actor danés Ulrich Thomsen. "Mi personaje se desplaza a la Antártida porque han encontrado algo en el hielo", explica el actor. "En el contexto de la historia es el malo porque perfora el hielo para sacar una muestra de tejido de la criatura. No debe hacerlo. Pero es un científico incapaz de esperar. A partir de entonces se desata la locura".

Sander es el responsable directo de la catástrofe, y el actor estaba muy interesado en explorar el sentimiento de culpa de su personaje. Ulrich Thomsen cree que la película tiene que ver con el mundo actual: "Sander no sabe afrontar la situación. Intenta racionalizarla para poder sobrevivir, pero no funciona. Hay unos cuantos paralelismos con el mundo actual, más allá del terror y del entretenimiento".

Eric Christian Olsen encarna al estadounidense Adam Goldman, el ayudante de Sander que convence a Kate para que se una a la expedición. "Adam es un experto abriéndose camino entre los entresijos políticos de la ciencia", explica el actor, hablando de su personaje. "Sabe cómo congraciarse con las personas adecuadas y estar en el lugar idóneo en todo momento". Eric Christian Olsen se sintió atraído por las reacciones en una situación semejante: "Hay un monstruo ahí fuera, pero la película muestra hasta dónde seremos capaces de llegar con tal de sobrevivir. Eso es lo que más me interesó".

Sin embargo, el instinto de supervivencia acaba siendo reprimido por el bien común. "THE THING/LA COSA también habla de la responsabilidad social de los personajes", dice el productor Eric Newman. "Escapar es lo mejor, pero quizá no sea lo mejor para el resto de la humanidad. Si uno escapa, la criatura puede escapar con él, y destruir todo el planeta".

Adewale Akinnuoye-Agbaje, uno de los actores favoritos de la serie "Perdidos", encarna a Jameson, otro piloto de helicóptero que trabaja con Carter. Según él, Jameson es la válvula de escape humorística de la película. "En una película tan aterradora como esta, es necesario que alguien dé un toque de ligereza", dice el actor británico. "Jameson hace comentarios graciosos, pero es leal y más vale no meterse con él". Explica que la amistad entre los dos pilotos se debe a un pasado común: "Lo pasaron muy mal juntos en Vietnam, y eso les unió".

La historia gira en torno a una estación noruega que acaba por soltar la cosa en la estación estadounidense de la película de Carpenter, por lo que el realizador Matthijs van Heijningen decidió que sería mucho más realista si varios actores noruegos tuvieran papeles clave. Los productores se adhirieron a la idea y algunos de los mejores actores de la zona se unieron al reparto.

"Matthijs insistió mucho en que el reparto fuera lo más auténtico posible, por lo que quería a actores noruegos, incluso si no hablaban muy bien inglés", dice Eric Newman. "Con la ayuda de la directora de casting DENISE CHAMIAN, buscamos actores en Noruega". El hecho de contar con intérpretes noruegos también dio mayor flexibilidad a los cineastas para sorprender al público. "Con estrellas de Hollywood en una película como esta", sigue diciendo, "se suele saber de antemano que la estrella no va a morir ni a convertirse en el malo de la película. Con un reparto como el nuestro, cualquier cosa puede pasar… y así es".

El equipo de científicos y los miembros de apoyo de la estación están interpretados por actores noruegos. Trond Espen Seim es el famoso geólogo Edvard Wolner, el amigo de Sander que le invita a investigar el espécimen bajo el hielo. JØRGEN LANGHELLE es Lars, el encargado de cuidar a los perros; JAN GUNNAR RØISE es Olav, el guía y conductor del Snowcat (vehículo para nieve), y STIG HENRIK HOFF es Peder, la mano derecha de Edvard.

Para Mary Elizabeth Winstead, los actores noruegos en THE THING/LA COSA hacen que aumente la tensión: "La paranoia aumenta porque la estación es noruega. Cuando hablan entre sí, los angloparlantes no saben qué dicen, igual planean algo, y eso añade tensión. Me ha gustado trabajar en una película de Hollywood con una fuerte presencia escandinava".

Joel Edgerton añade: "La mayoría de los personajes son noruegos, por lo que hay un enfrentamiento idiomático y cultural, incrementando la paranoia. Ya no es solo humanos contra monstruo, sino humanos contra humanos".

Completan el reparto KRISTOFER HIVJU, en el papel del nervioso científico Jonas; PAUL BRAUNSTEIN como Griggs, el tercer piloto; KIM BUBBS es Juliette, la investigadora francesa; JONATHAN LLOYD WALKER es Colin, el inglés excéntrico; JO ADRIAN HAAVIND es Henrik, y CARSTEN BJØRNLUND es Karl, el veterano operador de radio.


¿Quién anda ahí? Monstruos y efectos especiales
Cuando se estrenó La cosa, de John Carpenter, en 1982, los efectos especiales, obra del pionero Rob Bottin, abrieron nuevos horizontes para el género de terror. El uso de efectos prácticos y prótesis sigue considerándose como un punto de referencia. Desde entonces, la tecnología ha avanzado y los cineastas debían decidir si usar exclusivamente efectos digitales o una mezcla de efectos prácticos y digitales.

El mayor temor de los fans de las películas de terror y de La cosa era "que nos limitáramos a los efectos digitales", dice Eric Newman. Pero la decisión no fue difícil. "Era nuestra obligación usar efectos prácticos siempre que pudiéramos", dice el productor. "Además, los efectos prácticos y los digitales funcionan muy bien juntos". Los cineastas rinden homenaje al trabajo realizado por Rob Bottin usando efectos prácticos sin por eso dejar de aprovechar los avances técnicos.

El director Matthijs van Heijningen cree que esperar ver el monstruo crea más tensión y da más miedo que verlo. "Hoy en día podemos hacer las transformaciones con efectos digitales, pero el resultado final siempre se basa en prótesis", dice. "He intentado conseguir el mayor equilibrio entre ambos. La mejor forma de rodarlo es tal como lo hizo Bottin. No se ve todo en detalle, pero el público crea el monstruo".

ADI TOM WOODRUFF JR y ALEC GILLIS, de Amalgamated Dynamics, Inc, son los codiseñadores y cocreadores de los efectos para la criatura. Marc Abraham explica por qué era tan importante para los diseñadores dar en el clavo: "Para ellos, la película de Carpenter equivale a Ciudadano Kane o Lawrence de Arabia para otros. Veneran la anterior y se morían de ganas de intentarlo. Ya han pasado treinta años desde que se hizo La cosa, de Carpenter. Para personas como Alec y Tom, era la oportunidad de rendir un homenaje a la película que jugó un gran papel en sus vidas. No creo que hubieran aceptado el trabajo sin haber estado convencidos de estar a la altura".

Adi Tom Woodruff (que a menudo también se metía en el traje del monstruo) dice: "Bottin y su equipo imaginaron una criatura capaz de penetrar en las personas y robarles el ADN. El concepto tuvo un enorme impacto en todos los que escogimos esta profesión. Poder ocuparnos de la precuela era un sueño y una tremenda responsabilidad".

"Intentamos ser fieles al original porque fue una película tremendamente innovadora", añade Alec Gillis. "También queríamos definir qué reglas tiene la criatura, lo que puede hacer y lo que no puede hacer. Si se respetan las reglas y se hacen patentes para que el público sepa cuáles son, entonces todos empiezan a pasarlo bien".

Los dos diseñadores estaban totalmente de acuerdo con Matthijs van Heijningen en que casi nunca debía verse al monstruo entero, sino más bien fugazmente. "Es una película de terror. Muchas cosas deben permanecer entre sombras, no hace falta enseñarlo todo", sigue diciendo Alec Gillis. "Había que controlar las sorpresas, y para eso está el maquillaje y los efectos robotizados. Comunican una ilusión táctil, de carne y hueso, con la sensación de que algo invade y se apodera de los cuerpos".

El proceso creativo de Adi Tom Woodruff y Alec Gillis incluía crear el aspecto de la criatura sin usar efectos digitales. Decidieron cuándo se robotizaría, cuándo se movería como una marioneta y cuándo se usarían prótesis, o una combinación de cualquiera de esos tres elementos.

Los diseñadores se sintieron respaldados por el realizador en todo momento. "Matthijs entendió que queríamos ir más allá de la simple construcción de criaturas y de su manejo en el plató", explica Adi Tom Woodruff. "Sabía que queríamos encontrar el método más eficaz para mostrarlas y que fueran parte de la historia. Fue muy ingenioso planificando cómo usaría y desvelaría al monstruo en toda la película".

Su socio acaba diciendo: "Hemos usado todos los trucos que conocemos. Hemos construido las criaturas robotizadas más sofisticadas del momento, pero siempre es buena idea tener una marioneta a mano. No se debe rechazar una técnica por considerarla anticuada o por ser demasiado innovadora".

También participó un equipo de efectos visuales de alto nivel. La productora de efectos digitales PETRA HOLTORF-STRATTON habla del enfoque de su equipo: "Nos inclinamos claramente por el realismo. Matthijs se quedó muy impresionado con el trabajo de Image Engine en District 9 y el realismo de las criaturas que diseñaron. Tuvieron muy buenas ideas. También le pedimos a Adi que participara en el diseño de las criaturas para suplementar los efectos prácticos. Queríamos los mejores efectos para la película, que fueran fantásticos".

El realizador nos explica por qué quería mezclar ambas técnicas de efectos: "Pensé que si el monstruo era capaz de cambiar cualquier estructura celular en cualquier momento, significaba que formaba nuevos tejidos y que esos tejidos eran translúcidos. Se ve cómo se reagrupan las venas, cómo se unen los músculos para convertirse en otra cosa. Es fascinante ver cambiar los tejidos. Para conseguirlo, nos basamos en efectos digitales, y en prótesis para los efectos de mayor tamaño".


El fin del mundo: El decorado de THE THING/LA COSA
El diseñador de producción Sean Haworth tuvo que enfrentarse a un difícil reto en THE THING/LA COSA: debía crear la ambientación de una nueva película extrapolando la de Carpenter. "Fue un auténtico trabajo de detective; estudié cada fotograma", dice. "La película anterior contiene muchas pistas, pero había que escoger las importantes, las que tenían sentido".

Además, Sean Haworth leyó varios diarios escritos por personas que habían vivido en la Antártida; vio varios documentales y estudió un sinfín de fotografías para poder crear la ambientación que deseaba obtener el director Matthijs van Heijningen. "La estación es noruega, pero los personajes proceden de diferentes países", explica. "Cada personaje trae cosas de su mundo con él, fotos, objetos personales, libros, música". Los actores noruegos también fueron una importante fuente de información. Por ejemplo, sugirieron varias canciones noruegas muy populares en 1982 que el equipo de la estación Thule podía tararear.

La mayoría de la acción de THE THING/LA COSA tiene lugar en el campamento de investigación noruego. La película se rodó en el norte de la Columbia Británica, así como en Toronto y sus alrededores. El productor Eric Newman, hablando del rodaje en la Columbia Británica, dice: "No hay muchos lugares que carezcan de árboles, se parezcan a la Antártida y donde se pueda llevar un equipo de rodaje sin tener que desplazarse a la Antártida. Haber rodado en Stewart, Columbia Británica, bastante cerca de donde se filmó la película anterior, no es del todo una coincidencia".

La localización permitió a los cineastas reproducir la falta de libertad de movimientos y aumentar la sensación de paranoia. "Es una experiencia absolutamente claustrofóbica para los personajes", dice Eric Newman. "Basta con dar 30 pasos fuera de la estación para perderse, con la posibilidad de morir de frío en menos de una hora. Queríamos dejar claro que es un sitio maravilloso, pero muy peligroso".

El productor ejecutivo David Foster reconoce que le produjo una extraña sensación volver a entrar en el mundo de La cosa durante el rodaje en Canadá. "La filmación en Canadá me hizo retroceder treinta años", dice. "Y aunque ahora la protagonista es una mujer y no un hombre, Kate pasa por el mismo proceso en la estación noruega que MacReady en el campamento estadounidense. Si me descuidaba, creía haber vuelto a la película anterior".

Mary Elizabeth Winstead cree que los decorados naturales fueron de gran ayuda para meterse en el papel. "El aislamiento es uno de los elementos principales de la película, al igual que sentirnos alejados de las personas que nos rodean, no saber en quién se puede confiar", explica. "Rodar en ese inmenso paraje vacío, sin nada ni nadie durante kilómetros y kilómetros, aumenta la sensación de paranoia y de claustrofobia".

La localización también se escogió por otros motivos. Por ejemplo, que la estación se convirtiera en una bola de fuego con la ayuda de especialistas a los que no parecía importarles actuar entre las llamas.

Asimismo, se filmó en una cantera a las afueras de Toronto para crear la Antártida sobre una base de rocas y gravilla. Dado que las condiciones meteorológicas eran imprevisibles, el diseñador de producción y su equipo decidieron que la única solución era crear un decorado artificial.

"Empezamos a hacer pruebas con todas las nieves artificiales disponibles", explica Sean Haworth. "Teníamos un estupendo especialista que se pasó horas y horas experimentando y se le ocurrió un método genial para producir nieve artificial a partir de una gran cantidad de cera". Pero la recreación de la Antártida era un auténtico reto para el equipo. "Los carpinteros y los pintores trabajaron con cera; los técnicos de efectos especiales trabajaron con 92 tipos diferentes de nieve artificial. Se consiguió a base de mucho esfuerzo", sigue diciendo el diseñador de producción.

La nieve artificial fue todo un éxito. A pesar de unas condiciones meteorológicas que iban del calor extremo a lluvias torrenciales, al cabo de tres semanas, la nieve seguía impecable. Al pisarla, se tenía la sensación de andar sobre nieve auténtica. Mary Elizabeth Winstead dice, riendo: "Cada día añadían nieve y hielo artificial, pero parecía de verdad y empezaba a tener frío. El efecto psicológico era asombroso".

"A principios de abril rodábamos en el exterior y hacía un frío horrible", recuerda el actor Joel Edgerton. "Al final del rodaje, la temperatura alcanzaba los 30 grados centígrados y seguíamos con ropa adecuada para el Polo Sur. Todos los demás iban con pantalones cortos y camisetas".