María del Carmen es un ama de casa de cuarenta y pico años cuya única preocupación en los últimos veinte ha sido el bienestar de su marido y de sus hijos, ahora mayores. Pero cuando le regalan un rompecabezas para su cumpleaños, descubre que tiene un don muy especial: puede hacer puzzles a una velocidad increíble.
Intrigada por un anuncio, "Se busca compañero para campeonato de rompecabezas", pegado al tablón de una tienda del barrio, decide entregarse a su nueva adicción a pesar del nulo apoyo que recibe de su familia.
Con el autor del anuncio, un solterón millonario con mucha personalidad, aprende las reglas del juego, aunque eso implique mentir a su marido
María está decidida a llegar al siguiente nivel: sueña con ganar el torneo nacional y viajar a Alemania para competir en el Campeonato del Mundo de Rompecabezas.