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  La hija de mi mejor amigo  (The Oranges)
  Dirigida por Julian Farino
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La Navidad en los suburbios: las visitas, los regalos, las decoraciones festivas, los villancicos y un romance escandaloso que amenaza con separar a dos familias. Quizá no sea lo que esperamos de una película navideña, pero precisamente eso es lo que hace que esta comedia coral sea única. "Ésta es una película navideña para personas escépticas con las películas navideñas", explica el productor Anthony Bregman. "Las películas navideñas suelen dar una visión poco realista de la vida. Hacen que te des cuenta de que tu vida no es tan alegre como las decoraciones navideñas o la música. Lo que resulta entretenido de ‘La hija de mi mejor amigo’ es que examina un problema escandaloso y divertido en el contexto de las fiestas".

Los vecinos Walling y Ostroff se parecen a muchas familias suburbanas, familias que han sido buenos amigos y vecinos durante más de dos décadas. Lo comparten todo – cenas los fines de semanas, hobbies, barbacoas familiares y vacaciones – según nos cuenta el narrador de la historia, la más joven de los Walling: Vanessa (ALIA SHAWKAT). Y, al igual que en muchos hogares suburbanos, esta rutina familiar puede convertir una vida vibrante en una vida de desesperación. Esto es lo que les ha sucedido a los Walling y a los Ostroff. A pesar de la insistencia obsesiva de Paige Walling (CATHERINE KEENER) en la alegría navideña (su coro de villancicos empieza a ensayar en agosto), o la fascinación con juguetes tecnológicos de Terry Ostroff (OLIVER PLATT), o la paciente aceptación por parte de David Walling (HUGH LAURIE) y Cathy Ostroff (ALISON JANNEY) de los hábitos idiosincráticos de sus amigos y familiares, estas dos familias son bastante infelices.

Hasta que, en una cena de Acción de Gracias particular, David Walling abre la puerta y se encuentra con la hija pródiga de Terry y Cathy – Nina Ostroff (LEIGHTON MEESTER), que regresa después de una ausencia de cinco años. Tras deambular de un lugar a otro y después de que su prometido Ethan (SAM ROSEN) la abandonara inesperadamente, Nina se encuentra en el último lugar en el que querría estar: West Orange, New Jersey. Así comienza nuestra historia.

"Tanto David como Paige se han estancado", explica el guionista Ian Helfer. "Y, en muchos sentidos, Nina siempre ha sido un poco lianta. Mucha gente estaría contenta con seguir sin más en una relación insatisfactoria, pero Nina es capaz de pinchar hasta que la relación estalle. Hacen una pareja perfecta – por lo menos en ese momento de sus vidas".

Según los guionistas Ian Helfer y Jay Reiss, la historia está inspirada en un romance real que duró de mayo a diciembre, del que oyeron hablar a unos amigos. "La primera pregunta, después de que empezara la aventura, es cómo sería una cena de Nina con sus padres", dice Reiss. Trabajando en esos momentos incómodos. "La idea era, ¿y si se enamoraran de verdad, esta chica de 24 años y este hombre de 50?", añade Helfer. "No es tan raro que ese romance pueda convertirse en una relación real, lo cual pondría del revés este mundo herméticamente sellado". La fuerza y el humor de esta película residen en que el romance de David y Nina cuenta con un delicado equilibrio entre lo chocante que resulta para las dos familias y lo poco inquietante que es para el público. El productor Bregman admite que es un terreno resbaladizo: "el personaje de David tiene que ser lo suficientemente mayor para que la relación con Nina sea inapropiada, pero no tan mayor como para que todo el asunto resulte sin atractivo".

A Helfer y Reiss les sorprendió alegremente que quienes leyeron el guión de "La hija de mi mejor amigo" quedaron impresionados. El guión acabó en la "lista negra" de los proyectos no producidos, convirtiéndolo en una de las lecturas más candentes de la industria. Anthony Bergman, cuenta con una larga lista de méritos en el cine independiente incluyendo "Olvídate de mí" y "Amigos con dinero", fue el primero en sumarse al proyecto y al final encontró un socio productor y financiero en Leslie Urdang, cuya compañía acababa de producir éxitos como la nominada a los Oscar "Rabbit hole" y "Beginners (Principiantes)" de Mike Mills. "Rara vez lees un guión con el que te ríes de principio a fin y lloras al final", rememora Urdang. "Para mí la fuerza de la película reside en que retrata el hecho de que la gente se junta porque cada uno necesita algo real y valioso de la otra persona para poder avanzar. Y en la idea de que a veces las cosas más desastrosas acaban siendo exactamente lo que necesitamos para despertar de nuestras vidas". Urdang sintió que el guión atraería a los mejores talentos. "Creo que la verdadera sorpresa es cuánto queremos que David y Nina pasen tiempo juntos", dice Urdang, "duren para siempre o no".

Fue un director nacido en Inglaterra, Julian Farino, un veterano documentalista y director de series de televisión como "El séquito" y "Big Love", quien fue elegido para dirigir "La hija de mi mejor amigo" y dar vida al guión. "Había muchos directores interesados", recuerda Ian Helfer. "Jay me pidió que hablara con Julian, porque eran amigos y ya habían trabajado juntos antes, y su sensibilidad dio en el clavo. Tiene un gran sentido cómico, pero también entiende el corazón de la historia". "Ésta es la tercera cosa que he hecho con Julian", dice Reiss, "y después de terminar de escribir el guión, me pidió que lo leyera. Le dije que no creía que fuera su estilo – está ambientado en los suburbios de Nueva Jersey – pero lo entendió al instante. Realmente capta a los personajes y el tono". "El estilo de Julian sintoniza a la perfección con el estilo de esta película", dice Anthony Bregman. "Trata temas serios, pero se cuentan de una manera muy graciosa y conmovedora".

Por su parte, Farino admite que su experiencia le daba una ventaja a la hora de enfrentarse al material. "Empecé con documentales, así que tengo algo de experiencia siendo foráneo. Creo que al ser británico me he entrenado en una tradición realista, así que creo que lo llevo en mi instinto. Nunca pensé en la historia como una historia americana sin más, también es una historia suburbana y es muy universal en sus temas. Trata de madres e hijas, de maridos y mujeres, de familias y amigos, y esos son temas importantes en todas las culturas".

Aunque David y Nina son los que ponen la historia en marcha, la película es una pieza coral, cada papel exige actores que puedan aportar una gran variedad de emociones y reacciones, desde la tradición emocional sincera a la comedia física en el sentido más amplio. El primer miembro del reparto elegido fue el actor que interpreta a David, quien, según Bregman, tenía que ser lo suficientemente agradable para gustar al público y no resultar como un tipo que se aprovecha de una mujer más joven. Los cineastas estuvieron de acuerdo en que no habría nadie mejor que Hugh Laurie, el veterano cómico británico cuyos méritos van desde el absurdo Bertie de "Jeeves and Wooster" de la BBC, hasta el amable patriarca de las películas "Stuart Little", pasando por el misántropo irascible de la serie dramática de Fox "House". "Puse todas mis esperanzas en conseguir a Hugh desde el principio", dice Julian Farino. "Tiene una mezcla de encanto, inteligencia y soltura, pero sin ningún elemento depredador en él. Si pensaras que la atracción que siente David se basa exclusivamente en deseo sexual, todo se vendría abajo". Leslie Urdang añade "No hemos visto a Hugh hacer algo así. Es paternal y sexy. Es genial que ambos Julian y Hugh sean británicos. Comparten una perspectiva cultural en cuanto al tono emocional de la película. Las familias americanas tienden a expresarse de manera más dramática –claro que es una generalización – pero creo que tanto Julian como Hugh sacan partido de ello y se divierten con ello".

"Probablemente debería tener algún tipo de estrategia acerca del tipo de película que ‘debería’ hacer", bromea Hugh Laurie, "pero no lo tengo – simplemente respondo a guiones bien escritos. Este guión es gracioso y conmovedor. A pesar todo lo descorazonador de la película hay algo muy optimista en ella, cosa que encontré muy edificante". La relación entre David y Nina fue un reto substancial a la hora de interpretar. "Realmente tienes dos problemas", explica Laurie. "Uno, ¿se creerá el público la relación?, y eso es un problema suficientemente grande, a veces insuperable. El segundo problema es que no sólo tienen que creérsela, les tiene que gustar, tienen que dar su aprobación y tienen que apoyarla. El conseguir hacer estas dos cosas es complicado para los actores, pero también para el director, y creo que Julian lo ha logrado desde el principio. Entendió cómo la gente, a pesar de sus convicciones, acaban apoyando a esta pareja. No somos Bonnie y Clyde – no robamos bancos – pero en el mundo suburbano, son una pareja proscrita, y Julian siempre tuvo una idea muy clara de cómo eso iba a funcionar, de cómo podría haber algo de alegría en ello".

Encontrar a la otra mitad de la pareja escandalosa les llevó a la actriz Leighton Meester. "Me sentí muy afortunado en cierto sentido, porque Leighton y yo ya habíamos trabajado juntos antes", dice Hugh Laurie, quien había establecido una relación profesional con Meester cuando fue estrella invitada en dos episodios de "House". "Así que el hielo estaba un poco pre-roto – de hecho, estaba en cubitos – lo cual fue una gran ventaja. Resultó ser mucho menos traumático de lo que los dos pensábamos que iba a ser. Ambos pensamos, ‘esto podría ser raro si no lo hacemos bien’, pero en el fondo nos sentimos realmente cómodos".

"Creo que a la gente le va a gustar la pareja que hacen David y Nina", dice Leighton Meester. "Sin todo el drama, es puro y es bastante real. Se enamoran y es bastante hermoso, aunque sólo sea porque aprenden mucho sobre la vida, la felicidad y la libertad el uno del otro. No se trata de su diferencia de edad, se trata de ellos. Al principio Nina no siente gran estima por su infancia o por el lugar donde creció, pero cuando vuelve, descubre mucho sobre sí misma y madura de verdad". "Leighton es absolutamente sublime y enérgica y accesible", dice de manera entusiasta Leslie Urdang. "Su química con Hugh es mucho mayor de lo que podríamos haber pedido".

En muchos sentidos, la protagonista no tan silenciosa es Vanessa Walling, quien ha visto cómo su antigua mejor amiga sale de su burbuja suburbana, sólo para regresar y poner su mundo patas arriba, al mantener el romance con David. "Alia Shawkat es fuerte, graciosa y tan vulnerable a la vez", dice Leslie Urdang. "Nos guía al corazón de la historia". Shawkat es mejor conocida como parte de la notablemente disfuncional familia Bluth en la serie "Arrested Development", donde interpreta a Maeby Fünke. Estar en medio del caos de "La hija de mi mejor amigo" para la joven actriz nacida en California implicaba enfrentarse a un nuevo reto. "Vanessa está bastante estancada en su vida, no está llena de ambición precisamente" dice Shawkat. "Creo que por eso es un guión único, el que un personaje como éste sea el narrador. No tiene la perspectiva más equilibrada ni omnisciente, ve a todo el mundo de la misma manera. Realmente odia a Nina y es muy crítica con todos, incluso con ella misma, pero siempre dice las cosas como son".

Catherine Keener fue elegida para interpretar a Paige Walling, la mujer desdeñadora que se va de la casa familiar después de enterarse de que su marido está interesado en Nina, pero todavía intenta conservar sus planes tradicionales de vacaciones. Keener conoce bien a Anthony Bregman, que ha producido cuatro de sus películas, y quien admite llanamente que considera a Keener "una de las mejores actrices vivas". "Uno de sus muchos talentos", añade, "que es especialmente visible en este papel, es que es muy buena haciendo de alguien que está cabreada, y no puedes decir eso de la mayoría de actores. Le ocurre algo realmente horrible al principio de la historia, está enfurecida durante el resto de la película, y es realmente divertido de ver a Catherine enfurecida". Aunque la rabia de Paige sea evidente, su personaje es único en el sentido de que está más separada que el resto del grupo, y sufre la ruptura familiar prácticamente sola. "Paige tiene un ritmo algo confuso", dice Keener sobre el papel, "pero Julian siempre estaba ahí para ayudarme a encontrarlo". Un elemento clave para ese papel es la obsesión que tiene Paige con la Navidad, que sirve de daño colateral (literalmente, como podrá ver el público) de las consecuencias de la relación David-Nina. "Paige quiere que siempre sea Navidad", dice Keener, "pero el romance rompe con su idea de cómo se supone que tiene que ser su vida".

En frente de los Walling viven Cathy y Terry Ostroff, interpretados por Allison Janney y Oliver Platt – quienes se llevan todos los halagos del reparto y del equipo por su habilidad para crear momentos cómicos geniales en medio de circunstancias emocionales desastrosas. "Oliver y Allison tienen dotes cómicas de sobra", dice Julian Farino. "Sólo estoy ahí para empujarles y no meterme en su camino". "Son dos actores que saben cómo mantenerse sinceros y ser enormemente cómicos al mismo tiempo", dice Leslie Urdang. Hugh Laurie está igual de impresionado por las sensibilidades profundamente cómicas sus compañeros. "El sentarse y ver a Oliver y Allison hacer sus escenas a un metro es una alegría – tienes el mejor asiento del lugar y es un inmenso placer verles después de haberles admirado en la distancia hace muchísimo tiempo".

Al igual que a Hugh Laurie y Leighton Meester, a Platt y Janney les ayudó el hecho de que sus caminos ya se hubieran cruzado antes en la aclamada serie "El ala oeste de la Casa Blanca". "Adoro a Oliver", dice Allison Janney, "y estaba muy ilusionada por la idea de interpretar a su mujer". La interpretación de Cathy, dice, se inspiró en su madre y otras mujeres de su infancia. "Siempre intento decir lo correcto, pero Cathy no se autocensura", dice de su personaje un tanto cáustico. "En cierto sentido, estoy viviendo una fantasía de cómo me gustaría ser realmente". En general, Janney y Platt estaban impresionados con la habilidad de sorprender del guión. Oliver Platt dice: "El romance acaba cambiando a todos de maneras misteriosas e inesperadas". Trabajar con Janney era igualmente placentero para Platt: "Conectamos con nuestros lados idiotas inmediatamente".

Parte del pasado biológico de Terry incluye un detalle que enorgullece particularmente al escritor Jay Reiss y, de hecho, se convierte en parte de la reacción de Terry al romance de su hija con su mejor amigo. Terry no puede evitar presumir en más de una ocasión de que co-fundó el deporte "Ulitimate frisbee" junto a sus amigos de universidad – entre los que estaban el productor de taquillazos Joel Silver (de hecho, Silver ayudó a establecer el deporte como estudiante universitario). Terry, en baja forma, se encuentra curiosamente inspirado para volver a jugar, cosa que resultó perfecta para Platt, quien practicó el deporte siendo estudiante y se estaba recuperando de una operación de rodilla durante el rodaje, haciendo que el estado físico de su personaje resultara aún más realista.

Ese tipo de realismo no fue fácil de encontrar para el equipo de producción. A pesar de ambientarse en el otoño, desde Acción de Gracias hasta Navidad, la película se rodó en primavera, lo que supuso una serie de retos interesantes durante el rodaje. En general, la madre naturaleza cooperó, a pesar de que la escena de la cena de Acción de Gracias se rodó un día caluroso, haciendo que fuera bastante incómodo para los actores cubiertos de ropa otoñal. "No había hojas en los árboles durante los primeros días del rodaje", recuerda Ian Helfer, "pero entonces empezaron a brotar". "Nunca he sido tan consciente de la primavera y cuán rápido ocurre", lamenta con cierta comicidad Jay Reiss. En cualquier caso, en la película no se aprecia, la nieve artificial y las decoraciones festivas consiguieron transformar la localización (una calle suburbana en New Rochelle) en un mundo navideño absolutamente creíble.

Pero crear una atmósfera festiva implicaba más que decorar y cortar los brotes – implicaba mantener un espíritu colectivo que hiciera que el público creyera que los Walling y Ostroff se conocen desde hace décadas. Para agilizar parte de la producción, los productores no dieron rulots individuales para los actores en el set, en su lugar alquilaron una casa cercana donde todos se relajaron y prepararon juntos, jugando a las cartas mientras Hugh Laurie tocaba el piano. Del mismo modo, los guionistas, que dedicaron dos años a escribir el guión, estuvieron constantemente presentes en el set (y, de hecho, tienen cameos como dos de los coristas en el coro de Paige). Esto supuso que pudieron consultar con el director y los actores para asegurarse de que la calidad y tono del diálogo encajaban con los estilos particulares de los intérpretes, un proceso más cercano al rodaje de episodios de televisión o a la producción de teatro profesional, que a la producción cinematográfica convencional.

Este tipo de sentimiento fue motivado especialmente por el director Julian Farino. "Julian tiene un espíritu de equipo tremendo", dice Catherine Keener. "No nos dejaba separarnos". "Realmente nos dio espacio para respirar, pero siempre tenía comentarios muy específicos", añade Alia Shawkat. "Uno siempre espera que el tono del set sea el que ves en pantalla", dice Anthony Bregman.

El reparto y el equipo incluso llegaron a encontrar un enemigo común: una esfera de nieve gigante que Terry, el obseso de los gadgets, deja en su césped del jardín. Aunque tenían muchas esperanzas por el atractivo visual de esa pieza en el set, la pieza misma acabó siendo muy difícil de manejar, nadie podría haber imaginado que necesitarían tanta fuerza para que funcionase. "Odio ese globo de nieve", dice Julian Farino, rechazando discutirlo más allá. Quizá apropiadamente, la decoración antiestética se convirtió en la diana de la furia de Paige en uno de los momentos más escandalosamente cómicos de la película, que acabó siendo catártico para todos en el set. Afortunadamente, "La hija de mi mejor amigo" no es tan brutal con la época festiva como Paige. Sin embargo, esta visión particular sobre cómo el camino hacia la felicidad a veces requiere egoísmo y sacrificios inesperados probablemente resulte memorable y cómica.