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  ¡Qué dilema!  (The dilemma)
  Dirigida por Ron Howard
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VINCE VAUGHN (Todo incluido, De boda en boda) y KEVIN JAMES (Superpoli de centro comercial, Niños grandes) encabezan el reparto de ¡QUÉ DILEMA!, del equipo de cineastas formado por el director RON HOWARD (El desafío – Frost contra Nixon, El código Da Vinci) y el productor BRIAN GRAZER (Una mente maravillosa, American Gangster). Con la oscarizada JENNIFER CONNELLY (Una mente maravillosa, Qué les pasa a los hombres), WINONA RYDER (Star Trek, Mr. Deeds), CHANNING TATUM (Querido John, G.I. Joe) y QUEEN LATIFAH (Hairspray, Chicago).

A partir de un guión de ALLAN LOEB (Wall Street 2: el dinero nunca duerme), dirigida por el oscarizado Ron Howard y producida por Brian Grazer (también premiado por la Academia), Ron Howard y Vince Vaughn.

En cuanto al equipo técnico, los cineastas han reunido a artistas de primera línea entre los que se encuentran muchos de los colaboradores habituales de Ron Howard y Brian Grazer, como el director de fotografía SALVATORE TOTINO (Cinderella Man, el hombre que no se dejó tumbar, El código Da Vinci); el diseñador de vestuario DANIEL ORLANDI, ganador de un Emmy, (Cinderella Man, el hombre que no se dejó tumbar, El código Da Vinci); los oscarizados montadores MIKE HILL y DAN HANLEY (Apolo 13, Una mente maravillosa), y el compositor premiado por la Academia HANS ZIMMER (Llamaradas, El código Da Vinci). Completa el equipo el diseñador de producción DANIEL CLANCY (Separados, Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus), que ha trabajado en numerosas ocasiones con Vince Vaughn.

La producción ejecutiva de ¡QUÉ DILEMA! corre a cargo de TODD HALLOWELL (El desafío – Frost contra Nixon, Una mente maravillosa), VICTORIA VAUGHN (Todo incluido, Separados) y KIM ROTH (Plan oculto, Insomnio).


Caballeros, calienten motores: Empieza ¡QUÉ DILEMA!
El director Ron Howard recuerda la noche en que empezó a fraguarse ¡QUÉ DILEMA!: "Estábamos cenando en Roma, durante el rodaje de Ángeles y demonios, cuando Brian [Grazer] empezó a hablar de ideas locas para guiones. Una de esas ideas era: ‘¿Qué harías si pillases a la mujer de tu mejor amigo con otro?’ Añadió que había pensado: ‘¿Qué haría yo si viese a la mujer de Ron con otro? ¿Cómo y cuándo se lo diría?’"

La ocurrencia fue saludada con carcajadas y todo el mundo participó en la conversación. Después de la cena, el productor le dijo a Ron Howard que estaba pensando en convertir su idea en una película. El director le animó a que siguiera adelante, diciéndole que le parecía muy bien.

De regreso a Estados Unidos, Brian Grazer dejó caer la idea durante una reunión con Vince Vaughn, que se entusiasmó inmediatamente y dio otra vuelta de tuerca. "Al escuchar a Brian, lo primero que se me ocurrió no fue si se lo diría a mi amigo, sino en cómo se lo diría", dice el actor. "Se trataba de describir a alguien apesadumbrado porque descubre lo que pasa y no sabe cómo ni cuándo comunicárselo".

En numerosas películas suyas, Vince Vaughn ha sabido retratar con humor los problemas típicos en una relación. Desde Swingers a Todo incluido, disfruta explorando el lado cómico de situaciones en las que todos hemos estado en algún momento: "Me divierte observar al personaje meterse en un lío porque sabe que debe contar a su mejor amigo lo que ha visto, pero ¿cómo? No es nada fácil. El dilema reside en comunicárselo al amigo causando un mínimo de estragos".

El productor Brian Grazer no había trabajado anteriormente con Vince Vaughn, pero admiraba al actor y productor por su manera de ofrecer al público temas duros con una envoltura humorística. "Vince tiene un don especial que gusta a las mujeres y que los hombres quieren emular, el de identificarse con los demás", dice el productor. "Su personaje puede estar pensando en romper con su novia de toda la vida o intentando ser un buen marido y un buen padre, pero permite al espectador que explore los momentos duros de la vida con humor. Vince nos ofrece una realidad intensificada por la comedia. Conozco a pocos actores que tienen esa habilidad".

Brian Grazer y Vince Vaughn estaban decididos a seguir adelante con la historia y le pidieron a Allan Loeb que se encargara de escribir el guión de lo que se convertiría en ¡QUÉ DILEMA! Con títulos recientes en su haber como Wall Street 2: el dinero nunca duerme y Un pequeño cambio, ambos estaban convencidos de que era la persona ideal.

El guionista empezó a escribir la historia de dos amigos, Ronny Valentine y Nick Brannen, que se conocen desde hace más de 20 años y que tienen un negocio juntos. Vemos cómo se esfuerzan en levantar una pequeña empresa de diseño de motores a punto de conseguir un importante contrato que cambiará sus vidas. Durante este periodo de mucha presión, Ronny descubre a Geneva en brazos de otro. Entonces empieza su dilema: ¿Cuándo debe decírselo a Nick? Cuanto más escarba en la vida de su amigo, más oscuro se vuelve el panorama. Y cuando Ronny se encara con Geneva, el dilema adquiere proporciones nucleares.

Una vez terminado el guión, Brian Grazer se lo mandó a Ron Howard, que dice: "Sabía que Brian y Vince se lo habían encargado a Allan Loeb, un magnífico guionista, así que no me costó nada decidirme. Allan es un escritor multidimensional. No se ciñe a un género en particular, prefiere describir situaciones causa-efecto de forma concisa y entretenida".

El guión hacía honor a las posibilidades que se habían barajado durante la cena en Roma. "El tema de la infidelidad tiene un papel en la historia, pero sobre todo se resume en confiar en alguien, en la verdad y en lo que contamos a nuestros mejores amigos y seres queridos", dice el director. "Se trata de saber hasta qué punto confiamos en las personas que tenemos más cerca".

Ron Howard y Vince Vaughn se reunieron para decidir hasta dónde debía llegar la historia, tanto cómica como dramáticamente. El guión de Allan Loeb consideraba un tema muy realista y lo realzaba, hasta hacerlo incómodo, sin nunca perder el sentido del humor. En cuestión de días, todo el mundo estaba de acuerdo en hacer la película.

¡QUÉ DILEMA! significa el regreso de Ron Howard a la comedia después de dedicarse durante más de diez años a realizar exitosos thrillers y dramas. A pesar de haber dirigido un sinfín de taquilleras comedias en los años ochenta y noventa, el director prefiere no ceñirse a un género, sino que se inclina por historias y situaciones que le intrigan. "Hace mucho decidí que no tendría una carrera marcada por un género", explica, riendo. "Me gusta el cine en general, películas grandes, pequeñas, comedias, dramas, thrillers o fantasías. Las comedias están entre mis favoritas, pero sobre todo no quiero hacer películas en las que se sepa cómo acaba la historia".

Reconoce que le alegró encontrar un proyecto cómico, divertido y relevante: "La historia es una interesante mezcla llena de frescura que me apetecía explorar. Hacía doce años que no me había centrado en una comedia, y me halagó que mis ideas interesaran a actores cómicos del nivel de Vince Vaughn y Kevin James".

Vince Vaughn reconoce que le pareció importante trabajar con un director capaz de aportarle tanto. "Cuando empezamos a desarrollar el guión, las personas que lo leían siempre decían: ‘Esto parece una comedia al estilo de Ron Howard’", recuerda el actor. "Me gustaba la idea de formar parte de algo que le hacía retomar la comedia, el género con el que había empezado. Turno de noche, Un, dos, tres… Splash, Cocoon y Dulce hogar… ¡a veces! se han convertido comedias clásicas. Las películas de Ron Howard son sofisticadas, pero nada pretenciosas. Tiene una enorme comprensión del comportamiento humano y sabe contar una historia con elegancia, de forma accesible".

Con Vince Vaughn en el papel de Ronny, el director estaba preparado para buscar al resto del reparto. Ron Howard concuerda con el productor Brian Grazer en que la historia de ¡QUÉ DILEMA! está contada casi íntegramente desde el punto de vista de Ronny. Es un hombre único, un tipo moderno del Medio Oeste americano, que pasa por una larga serie de malos tragos. No creo que haya otro actor cómico con el que el público disfrute tanto cuando interpreta a un personaje en apuros".


Las armas sobre la mesa: Se busca a los intérpretes
Cuando conocemos a Ronny Valentine y a Nick Brannen, ambos se encuentran en un gran momento. Son los dueños de B&V Engine Design, una pequeña empresa a punto de hacerse con un contrato importante, por lo que deberán trabajar muy duro, sobre todo Nick, que se encarga del diseño de motores. Y empieza el estrés.

Para interpretar a Nick, los cineastas pensaron inmediatamente en Kevin James, cuyas últimas películas, Niños grandes, Superpoli de centro comercial y Os declaro marido y marido, le han catapultado hasta la cima de los actores cómicos.

"Kevin es un tipo genial y muy divertido", dice Ron Howard. "Se ha convertido en una estrella de la comedia. Con él, todo parece fácil porque es un actor sincero. Pero lo más interesante es que cuando se enfada, cuando se siente vulnerable o cuando no se comporta como debe, es mucho más gracioso".

Kevin James no dudo en aceptar el papel. "Es un guión maravilloso y me gustó desde el primer momento", dice el actor. "Allan Loeb se superó a sí mismo, y cuando me enteré de que en la película actuaba Vince y la dirigía Ron, no me lo pensé dos veces. Siempre me han gustado las películas de Ron y tenía muchas ganas de trabajar con Vince porque me hace reír. No nos costó nada hacer el papel de amigos inseparables. Nuestras respectivas mujeres también se cayeron muy bien y empezamos a salir por ahí los cuatro".

El actor habla de su papel como un ingeniero enganchado al trabajo: "Nick es un personaje complejo. Está sometido a mucha presión en el trabajo, y eso afecta a su relación con las personas que le rodean. Desde fuera, puede parecer que su matrimonio es perfecto, pero basta con rascar un poco para darse cuenta de que no todo es lo que parece".

Por su parte, Ronny siempre sigue los consejos de Nick cuando se trata de asuntos sentimentales. Nick ha conseguido convencer al solterón empedernido de que ha encontrado a su media naranja, Beth, una exitosa chef que le ha aguantado durante años. Nick cree que ha llegado el momento de pasar al siguiente nivel. Después de todo, Nick y Geneva no tienen problemas, ¿verdad?.

Vince Vaughn no esconde que le apetecía trabajar con Kevin James. "Siempre he sido fan de Kevin. No sólo es hilarante, también se hace imposible no estar de su parte", dice el actor. "Es muy genuino; sus interpretaciones son muy cálidas y sinceras. Tengo la impresión de que he ganado un gran amigo, que seguirá a mi lado mucho después de esta película".

El director quedó impresionado con la química entre sus dos estrellas masculinas. A pesar de que los actores nunca habían trabajado juntos, estuvieron perfectamente sincronizados desde el primer momento. "La historia gira en torno a la amistad entre dos hombres que acaba poniéndose a prueba por todo lo que ocurre", explica Ron Howard. "Desde el momento en que se conocieron, Vince y Kevin crearon una amistad genial en la pantalla. Al público le gusta verles cuando sus personajes no están en su mejor momento porque destilan sinceridad y simpatía. Kevin es un hombre afable y relajado; Vince habla mucho y es muy analítico. No se podía esperar mejor combinación".

Para el papel de la paciente Beth, los cineastas escogieron a la multifacética Jennifer Connelly, ganadora de un Oscar por su trabajo en Una mente maravillosa, dirigida por Ron Howard y producida por Brian Grazer.

El director explica el motivo de esta decisión: "Jennifer no es una típica actriz de comedia, pero conociendo la historia y el personaje de Beth, pensamos que ella no tenía por qué hacer reír a nadie. Al contrario, es la persona que debe hacer entender lo que se están jugando y cuánto pueden perder. Esta comedia representaba una oportunidad para que Jennifer mostrara otra faceta interpretativa. Es ingeniosa, divertida e irónica. Estoy muy contento con su aportación al papel".

La actriz estaba encantada con volver a trabajar con el director y el productor. "Ron es un cineasta de los pies a la cabeza", dice. "No importa el proyecto que tenga entre manos, siempre es igual de meticuloso, profesional y se interesa por las interpretaciones. Y sabe contar historias. No he notado ninguna diferencia entre su forma de dirigir un drama o una comedia".

Cuando en 2001 hizo el papel de Alice Nash en Una mente maravillosa, conmovió al público gracias a su matizada interpretación. En el papel de Beth, es la contrapartida seria de Ronny, el personaje de Vince Vaughn. "Beth es muy sensata", explica la actriz. "Es una profesional con éxito y no tiene nada de neurótica. Es una mujer sin complejos, relajada, que quiere a su novio y sabe cuáles son sus prioridades".

Hablando de su novio en la película, dice: "A Vince se le dan de maravilla las réplicas ingeniosas, rápidas, irónicas. Es muy inteligente, y me gustó mucho trabajar con él en las escenas más serias. Hacía tiempo que no le veía en un papel semejante, y me pareció que lo disfrutaba".

Vince Vaughn no se queda atrás a la hora de elogiar a su compañera de reparto: "Jennifer nos ha regalado numerosas interpretaciones maravillosas. A pesar de ser una actriz seria y sincera, es capaz de sacar un lado mucho más ligero y gracioso, haciendo posible que el público simpatice con la relación de Ronny y Beth".

El gran dilema de Ronny nace cuando descubre a Geneva, la esposa de su mejor amigo, besando a otro hombre. No puede creer que la mujer a la que conoce desde hace tantos años pueda engañar a Nick. Para este papel fundamental, los cineastas se inclinaron por Winona Ryder, nominada por la Academia en dos ocasiones.

Sin embargo, veían a la consumada actriz en otro papel. "Siempre me ha gustado el trabajo de Winona", dice Ron Howard. "Al principio, la imaginé en el papel de Beth, pero cuando le propuse hacer el papel de Geneva, una mujer sensual que siembra la duda, nos dejó asombrados en la prueba. No es un papel habitual para ella y le encantó el reto que representaba".

Ron Howard, Brian Grazer y Vince Vaughn se quedaron impresionados con su actuación. La actriz no se limitó a interpretar a la típica mujer fatal, la transformó en una persona complicada. El público acaba entendiéndola e incluso siente simpatía por ella.

Winona Ryder dice: "Me reía a carcajadas mientras leía el guión, y eso no suele pasarme. Era divertido, pero también profundo y conmovedor. Estaba muy bien equilibrado". Y añade: "Ron es un director completo, compasivo, honrado. Sabe cómo dirigir a los actores para darles seguridad y conseguir mucho más de ellos".

Algunos de los momentos más hilarantes de la película surgen durante las conversaciones entre Ronny y Geneva.

"Mi personaje empieza a jugar al ajedrez con Geneva, pero ella se inclina por las damas, un juego mucho más rápido", explica Vince Vaughn. "Es un placer ver a Winona Ryder en la pantalla, especialmente en un papel exigente e interesante, que interpreta a la perfección".

Las numerosas discusiones entre Geneva y Ronny eran especialmente interesantes para Winona Ryder y Vince Vaughn. "Las bautizamos como ‘los encuentros con las armas sobre la mesa’", explica Ron Howard. "Los personajes revelan su posición e intentan ganar algo de terreno. Siempre fueron los momentos fuertes del guión, pero cuando empezamos a ensayar, se hicieron mucho más específicos, adquirieron proporciones reales".

Ronny y Nick, dueños de B&V, están a punto de hacerse con un importante contrato dentro de la industria del automóvil. Para conseguirlo, deben impresionar a Susan Warner, la asesora encargada del proyecto, que a menudo les pilla desprevenidos gracias a sus técnicas de comunicadora. Los cineastas estaban de acuerdo en que nadie mejor que Queen Latifah para dar vida a Susan.

La actriz, nominada a un Oscar, dice: "Susan Warner trabajar de asesora para una empresa automovilística e intenta echar una mano a Ronny y a Nick". Sigue diciendo: "Para ella, todo gira alrededor de los coches, y suena bastante fálico, aunque no tenga nada que ver. Es una inconformista y una visionaria, como también lo son Ronny y Nick, por eso se llevan tan bien. Pueden recurrir a Susan si necesitan información o consejos".

El productor Brian Grazer se entusiasmó cuando la actriz aceptó el papel. "Sabíamos que nadie como Queen Latifah podría dar vida a una personalidad tan atrevida", dice. "Susan es una fuerza de la naturaleza. Su franqueza encanta y sorprende a Ronny y a Nick. Queen Latifah tiene la habilidad de desarmar a cualquiera con una simple mirada. Sus dotes cómicas no tienen igual, es única".

Mientras Nick está sumido en el mundo del diseño eléctrico de motores, Ronny aprovecha el tiempo libre para investigar la vida de Geneva después de pillarla con Zip, un músico tatuado que se ha convertido en el objeto de deseo de la mujer de su mejor amigo. "El personaje de Zip debía tener unos treinta años. Consideramos a muchos actores", recuerda Ron Howard. "El agente de Channing Tatum nos hizo saber que le interesaba un papel cómico y que le gustaba el personaje. Channing estaba rodando y acabamos hablando a través de Skype".

Vince Vaughn describe el personaje como "un perro rabioso en una jauría", pero Channing Tatum es más conocido por actuar en películas de acción o dramáticas. El actor se sintió atraído por el lado loco y poco convencional del personaje. "Estaba rodando una película independiente, muy sombría, cuando mi agente me dijo que Ron quería hablar conmigo", explica el actor. "Me llamó por Skype. Empezamos a hablar y supe que Vince estaba en la película. Me quedé asombrado porque es un actor fantástico. Ron me explicó por qué quería hacer esta comedia, pero lo único que podía pensar es que veía a Ron Howard en la pantalla de mi ordenador. Fue un momento genial".

Ronny ve a Geneva y a Zip juntos por primera vez en un jardín botánico que ha ido a visitar por si es el lugar adecuado para pedir la mano de Beth. Su guía en el jardín es Herbert Trimpy, encarnado por el veterano actor CLINT HOWARD (El desafío – Frost contra Nixon), que no puede faltar en una película de Ron Howard. Los otros actores de ¡QUÉ DILEMA! son AMY MORTON (Up in the Air), en el papel de Diane Popovich, la muy emocional hermana de Roony; CHELCIE ROSS (Arrástrame al infierno) como Thomas Fern, el ejecutivo de la industria automovilística que tiene el futuro de Ronny y Nick en sus manos; el recién llegado EDDIE MARTINEZ, en el papel de Felix, el ayudante de los dos amigos, y otro habitual de las películas de Ron Howard, RANCE HOWARD (Una mente maravillosa), en el papel de Burt, el padre de Beth.


Hay que estar preparados: Se rueda y se improvisa
El rodaje de ¡QUÉ DILEMA! empezó en Smith & Wollensky, uno de los restaurantes más conocidos de Chicago. Mientras los cuatro protagonistas estaban sentados a la mesa al lado de una ventana, todos se quedaron sorprendidos cuando empezaron unos fuegos artificiales al otro lado del río Chicago. El rodaje tuvo que detenerse durante treinta minutos, pero los actores y el equipo técnico disfrutaron con un espectáculo pirotécnico comparable a los del 4 de julio.

Una vez terminados los fuegos, volvieron a encenderse las cámaras y el despliegue cómico corrió a cargo de Vince Vaughn y Kevin James durante una cena que arrancó lágrimas de risa al resto del equipo. Los cineastas estaban encantados al comprobar que había tanta química entre los dos actores.

Gran parte del humor de la película surge a partir de elementos y situaciones dramáticas. "Las comedias pueden servir de catarsis porque siempre hablan de situaciones incómodas", explica Ron Howard. "Uno puede reírse de los personajes o sentir empatía por ellos y tener la esperanza de que conseguirán superar las peores dificultades. Algunos dicen que la risa nos tranquiliza y nos libera".

El director sabía que podía contar con el don para la improvisación de Vince Vaughn y Kevin James. "Desde el momento en que empezamos a trabajar, dejé la puerta abierta para Vince porque sabía lo que podía aportar a la película con la improvisación", dice el director. "Pero eso no significa que no esté genial cuando se ciñe al guión. Vince es un hombre creativo que entiende la historia y no desea apoyarse totalmente en la improvisación. En su opinión, improvisar puede ser útil en algunos momentos, pero el guión es lo primero, lo tiene muy claro".

Kevin James está de acuerdo con el director: "Después de varias tomas ciñéndonos al guión, Vince decía: ‘¿Y si intentamos seguir nuestras emociones?’ Era una toma ‘libre’ y nos lanzábamos. Es un poco parecido a montar una vaca en un rodeo. Lo pasamos muy bien y hay momentos geniales".

Asimismo, Kevin James cree que Ron Howard estaba abierto al proceso de improvisación: "Ron saca lo mejor de un actor porque le gusta preguntarse acerca de la motivación del personaje y de lo que haría en una situación similar, pero también da mucha libertad al intérprete para que pruebe con otras ideas".

Las dos actrices principales también deseaban intentarlo. "Las escenas con Vince son geniales; nunca había trabajado con alguien capaz de improvisar de este modo", dice Winona Ryder. "Me hizo sentir muy cómoda e incluso me atreví a seguirle. Vince es un maestro de la improvisación y saca lo mejor de sus compañeros".

Una veterana de la comedia como Queen Latifah, que se incorporó al rodaje hacia el final, tuvo que ponerse las pilas para estar a la altura de Vince Vaughn y Kevin James. "Fue un auténtico reto llegar hacia el final del rodaje, cuando ya todos tenían una rutina", dice la actriz. "Vince es muy rápido, le va la improvisación. Kevin y él habían conseguido una dinámica genial, y yo tenía que encajar mi sentido del humor en lo que hacían. Disfruté improvisando y con la rapidez de los diálogos".


Gánsteres y la Copa Stanley: Rodar en Chicago
Tratándose de una comedia de Vince Vaughn, es casi seguro que parte del rodaje, o todo, tendrá lugar en Chicago. ¡QUÉ DILEMA! no ha sido una excepción y la historia transcurre en la "ciudad del viento". La película se rodó íntegramente en Chicago y alrededores, con numerosos lugares conocidos como decorados.

Ron Howard, que había rodado Llamaradas hacía 20 años en Chicago, cree que la ciudad desprende una energía que encaja perfectamente con la comedia. "Es una ciudad muy americana", explica. "Me gusta que los personajes de en ¡QUÉ DILEMA! vivan en una gran ciudad enfrentados a un problema complicado. Me pareció que la historia no iría por los mismos derroteros en ciudades como Nueva York, Boston, Los Ángeles o San Francisco. Chicago no es nada pretenciosa, lo que la hacía ideal para la película. La arquitectura de la ciudad es fantástica. No importa donde se mire, siempre cambia. Ofrece la sofisticación de una gran ciudad mezclada con una honestidad y falta de pretensiones sumamente refrescante".

En opinión de Vince Vaughn, contar con Chicago como otro personaje añadía realismo a la película: "Es importante intentar ser genuinos. Chicago permite rodar en muchos sitios sin tener que cambiarles el nombre, es la ciudad tal cual".

Uno de los decorados genuinos es el Green Mill Jazz Club, ubicado en el 4802 de North Broadway. Inaugurado en 1907, se puso de moda en los locos años veinte, convirtiéndose en uno de los lugares favoritos de los mafiosos. Un acólito de Al Capone, "Machinegun" Jack McGurn, era el propietario del 25% del club, conocido actualmente como "el antro de Al Capone". Todavía existe la trampilla detrás de la barra que llevaba a un túnel por donde el gángster escapaba regularmente si había una redada.

El Green Mill es el decorado donde las dos parejas se lo pasen en grande. También es la excusa para que bailen. "Si se contrata a Kevin James, ya se sabe que va a bailar", bromea el actor. "Es parte del paquete. El mundo sabe que soy un bailarín de primera, pero por si acaso, acepté los consejos de la coreógrafa. Nos enseñó a bailar a Winona y a mí".

Hay dos secuencias clave en el United Center, hogar de los famosos Chicago Bulls y de los ganadores de la Copa Stanley 2010, los Chicago Blackhawks. Se rodó durante los partidos en directo en el pabellón bautizado como "El manicomio de la avenida Madison", la pista de hielo donde juega el equipo de hockey de los Blackhawks.


"Cualquier película siempre es una aventura porque se explora algún aspecto de la vida con microscopio, sea una comedia, un drama o una fantasía", dice Ron Howard. "No importa el tipo de género, un rodaje es un pase de backstage para entender cómo funcionan cosas muy diferentes. Rodamos en la pista de hielo del United Center una semana después de que los Blackhawks ganaran la Copa Stanley, y lo hicimos con una de las estrellas del equipo, Dave Bolland. Incluso bebí un sorbo de champaña de la Copa Stanley".

Vince Vaughn, que nació y ahora reside en Chicago, estaba encantado. "Somos un amuleto para los equipos de la ciudad", dice. "En 2005, cuando rodamos Separados, los White Sox ganaron la Serie Mundial de béisbol, y ahora, con ¡QUÉ DILEMA!, los Blackhawks han ganado la Copa Stanley durante el rodaje. Soy un apasionado de los deportes, y rodar en la pista de hielo fue genial. El United Center es un sitio especial y único para el primer enfrentamiento entre Ronny y Geneva".

Uno de los decorados clave es el emplazamiento de la empresa B&V Engine Design, para lo que el director de producción Daniel Clancy reconvirtió un viejo almacén en el no va más de un taller mecánico.

El diseñador de producción y su equipo se documentaron acerca de los talleres de diseño industrial de los años 50 y 60. Daniel Clancy explica: "Recorrimos garajes y talleres en Detroit y en Chicago para hacernos una idea. Queríamos algo a caballo entre un taller mecánico de toda la vida y un lugar con un diseño más técnico, más industrial. Le añadimos toques personales, como una mesa de billar, ordenadores y aparatos electrónicos de última generación. Cualquier aficionado a los coches estaría encantado de trabajar allí".

Para reconvertir un destartalado almacén en el mayor decorado de la película, el equipo de diseño tuvo que realizar grandes cambios estructurales en el local. El magnífico techo abovedado fue pulido mediante chorros de arena para que se vieran las vigas de madera.

A continuación crearon una oficina elevada para que el director de fotografía Salvatore Totino pudiera abarcar la totalidad del almacén. Fueron necesarias unas nueve semanas para preparar la sede de B&V y otra semana para decorarla. Se cubrió el suelo con placas de corcho que amortizaban el ruido.

Los cineastas querían que el motor diseñado por Ronny y Nick demostrara su visión futurista, aunque inspirada en el pasado. A los dos les gustan los coches potentes y están empeñados en conseguir un motor de bajo consumo, pero dinámico.

El rodaje duró 55 días, y todo el mundo está de acuerdo en que tener a varios miembros del equipo que llevan más de diez años trabajando juntos fue de enorme ayuda. "Es fácil comprender por qué Ron sigue con el mismo equipo después de tantos años, es una maquinaria perfectamente engrasada", dice Kevin James.

Una vez terminado el rodaje, los amigos inseparables comentan: "Espero que Ron y los demás no estén muy enfadados conmigo", dice Kevin James. "Había momentos en que no podía reprimir la risa por culpa de Vince, y estropeé unas cuantas tomas".

"¡QUÉ DILEMA! es un bólido lanzado en un laberinto", dice Vince Vaughn. "¿Cómo se lo digo a mi amigo, cuándo se lo digo? Los personajes son interesantes y lo mejor es verlos avanzar".