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  La hora más oscura  (The darkest hour)
  Dirigida por Chris Gorak
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Dirigida por Chris Gorak con guión de Jon Spaihts basado en un relato de Leslie Bohem y M.T. Ahern, y de Jon Spaihts. Emile Hirsch (Hacia Rutas Salvajes, Mi Nombre es Harvey Milk, Speed Racer); Olivia Thirlby (Juno); Max Minghella (Los Idus de Marzo, La Red Social, Ágora); Rachael Taylor (Transformers); y Joel Kinnaman (Dinero Fácil, la serie de AMC "The Killing") forman el elenco. Tom Jacobson (Ladykillers, Misión a Marte) y Timur Bekmambetov (director de Wanted) son los productores. Monnie Wills es el productor ejecutivo. Summit Entertainment estrena este thriller de acción en las salas de Norteamérica el 25 de diciembre de 2011. 20th Century Fox se encarga de la distribución internacional.

La Hora más Oscura llega a salas dotadas de Real D 3D y 2D el día de Navidad de 2011.


Origen del proyecto - Extraterrestres en Moscú
La Hora más Oscura nació como semilla plantada por una idea frecuentemente discutida entre el productor Tom Jacobson y el productor ejecutivo Monnie Wills. "Hace unos cinco años, estábamos hablando de cómo sería la supervivencia después de un apocalipsis extraterrestre en el que hubiéramos sido derrotados", explica Jacobson. "¿Qué sucede al día siguiente de Independence Day? Nos interesaba un relato que se centrara exclusivamente en los personajes. ¿Dónde estaban? Me gustan los relatos sobre humanidad y ciencia ficción, con temas clásicos como personas corrientes en medio de circunstancias extraordinarias. ¿Qué sucedería si fuéramos atacados, conquistados y ocupados? Ése fue el origen de la idea".

"También me gusta la de las personas que viven en un territorio ocupado y no capitulan, como ocurre en las películas sobre la resistencia francesa", añade Jacobson. "Así que nos hemos inspirado en cierta medida en aquellas grandes películas sobre la Segunda Guerra Mundial, sólo que en lugar de detrás de las líneas alemanas, estamos detrás de las de un ocupante extraterrestre. Ese género, en su conjunto, nos permite examinar el heroísmo y la forma como uno se comporta cuando se ve sometido a una prueba. En un mundo teatral, la mejor ciencia-ficción puede recalcar estos temas y, por consiguiente, resultar muy entretenida para el público".

Jacobson recurrió a su viejo amigo Leslie Bohem, y al joven compañero de creación de éste, M.T. Ahern, para desarrollar el concepto. "Cogieron un jirón de idea, inventaron el relato y propusieron el título de La Hora más Oscura", dice Jacobson. "A continuación, evolucionó en muchas direcciones distintas. Les y Megan escribieron un argumento verdaderamente sensacional sobre la supervivencia humana, que yo vendí a New Regency, y luego surgió la idea de añadir un elemento sorprendente y singular. A través de todas esas narraciones de ciencia-ficción o de guerra hemos visto versiones de todo; añadamos, pues, una capa de originalidad".

"Se tomó una gran decisión. Desde la primera página, ambientémoslo en Moscú", revela Jacobson. "Ésta es una de esas grandes ideas que lo cambiaron todo… quiénes eran los personajes y por qué estarían en Moscú. Llegan a esta apasionante y vibrante ciudad de la que muchos han oído hablar, pero en la que la mayoría de la gente, en especial el común de los estadounidenses, nunca ha estado. Moscú parecía la clase de lugar en la que unos personajes jóvenes podían aventurarse", explica Jacobson. "Todos estábamos entusiasmados porque la película girarse en torno a un grupo de personas que ya son forasteros en una tierra desconocida, y cuando llegan los extraterrestres, se vuelven aún más extraña".

El guionista Jon Spaihts comenzó a trabajar en un guión totalmente nuevo ambientado en Moscú, y el realizador residente en Moscú, Timur Bekmambetov, que dirigió los éxitos mundiales Wanted y Guardianes de la Noche, se incorporó al proyecto como productor. "Nos apasionaba asociarnos con Timur Bekmambetov porque le gustaban los componentes de ciencia-ficción y los elementos visuales de la película", afirma Jacobson. "Además, conoce por dentro la realización de películas en Moscú".

El innovador director se sintió feliz participando como productor. "Para mí, producir y dirigir es casi lo mismo. Cuando uno dirige, no filma, no actúa, no viste a los actores… sólo dirige", explica Bekmambetov. "El productor también dirige procesos -personas y expectativas- por lo que para mí producir significa tener la película en la cabeza y tener que encontrar a la gente adecuada que la realice. Es casi lo mismo. Uno no está dando vueltas y pegando gritos en el plató, pero aun así tiene que hallar a las personas adecuadas y dar con la estrategia acertada".

"Al principio, quizá haga 4 años, la acción se desarrollaba en una pequeña ciudad de los Estados Unidos. La primera vez que hablé con Tom Jacobson, le dije: ‘¿Podemos trasladarla a Moscú?’ Al cambiar el punto de vista se convierte inmediatamente en un proyecto interesante, al igual que King Kong en Moscú. Nadie quiere entrar en el juego de King Kong en Nueva York porque ya se ha hecho", comenta Bekmambetov. "Sigue siendo muy interesante para el espectador porque no son muchas las películas occidentales que se ruedan en Moscú. Eso hace que la película resulte enseguida excelente".

"Moscú es un ambiente singular y muy interesante por ser inhabitual. Moscú no es tan bonita como París ni tan grande como Manhattan, pero tiene su propio carácter y su propia luz. Si cualquier argumento convencional y clásico se traslada a Moscú, se transforma al momento en algo interesante", reitera Bekmambetov. "En segundo lugar, tenemos la cultura rusa, disponemos de la historia del cine ruso que es distinta y que, en cierta medida, ha influido sobre las películas realizadas en Rusia. El público disfrutará con todo ello y sentirá que es algo nuevo. La fórmula de un proyecto exitoso tiene que ser un argumento con el que el público pueda identificarse y que esté ambientado en un mundo singular. Quien tenga un buen argumento y pueda rodar en Moscú, tendrá una película interesante, como Distrito 9, rodada en Johannesburgo (Sudáfrica)".

"Los propios exteriores pasaron a formar parte de la fuerza de la narración", añade Jacobson. "Visualmente, Moscú tiene una fuerza y un poder en su arquitectura que queríamos captar y que contemplamos desde el punto de vista de un extranjero. Moscú también tiene una reputación de lugar desenfrenado, con mucha vida nocturna y mucho dinero. También queríamos captar esa nueva sensación de Salvaje Oeste… la excitación, el brillo, el atractivo, el ruido, la música y el dinamismo de la ciudad… y luego establecer un contraste entre todo ello y el silencio que sigue a la caída".

"Timur tiene una visión y una imaginación fantásticas, pero también cuenta con un gran grupo de personas que trabajan con él en su empresa, "Bazelev", quienes se encargan de muchos de nuestros efectos visuales. Muy pronto dimos comienzo al desarrollo visual y ellos realizaron mucho arte conceptual y mucha animación preliminar -o previsualización- de elementos clave", explica Jacobson. "La película giraba en torno a la idea, y, luego, en torno a la visualización y la realización de la idea. De modo que el equipo de efectos visuales de Timur en Moscú comenzó a trabajar casi dos años y medio antes del rodaje y generaron muchas imágenes que dan mucho sentido a la película".

"Crearon conceptos previos de los extraterrestres y realizaron una prueba general del aspecto conceptual de un Moscú deshabitado, porque ése era uno de los grandes elementos: coger una enorme ciudad internacional de 14 millones de habitantes y vaciarla", añade Jacobson. "En un momento posterior de la película, los personajes también descubren que los extraterrestres están haciendo algo aquí. Hay fábricas y planteamos los diseños de unas torres de los extraterrestres. Este primer paso de arte conceptual brindó un criterio en el momento adecuado al director, que comenzó a orientar ese trabajo cuando dio comienzo a la realización de la película".

Aproximadamente un año antes del inicio del rodaje, el director Chris Gorak fue seleccionado para pilotar el proyecto. "Me entusiasmaba asociarme con Chris porque me había encantado su película En la Puerta de Casa. Me pareció auténtica, sincera, aterradora y creíble; los actores estaban excelentes; y la historia, narrada con convicción", dice Jacobson.

"Chris leyó nuestro guión, se interesó y todo lo que dijo de él nos pareció más que acertado. Específicamente, sobre ciertos aspectos de la narración, como la forma que tienen los personajes de moverse por el argumento. Chris pensaba que su odisea de conocimiento era muy importante… lo que aprenden acerca de los extraterrestres y de sus propias circunstancias es lo que empuja la emoción del relato. Por medio de nuestros personajes se abre la ventana que permite ver el relato. El punto de vista narrativo de la película consiste en seguirlos a medida que entienden lo que está sucediendo", explica Jacobson.

"La Hora más Oscura es sólo su primer trabajo de dirección, pero Chris ha aportado algo realmente interesante porque trae consigo una auténtica concentración en los personajes", coincide Wills. "Ha pasado mucho tiempo trabajando con los actores y pensando sobre sus experiencias aquí… qué significa estar en Moscú y lograr que estos personajes cobren realmente vida. Chris también tiene antecedentes en el diseño de producción y en la dirección artística, lo que le ha permitido escenificar la película no sólo para sacarle partido a Moscú, sino para colocar a nuestros personajes en medio de una ciudad postapocalíptica muy creíble".

"Puesto que me siento muy cómodo con los aspectos visuales de la realización, puedo centrarme en el guión, los personajes y en contar la historia acertadamente. Y lo demás es un acto reflejo", dice Gorak. "Pero Moscú fue una de las primeras cosas con las que me entusiasmé de veras. Lo primero, fueron los extraterrestres y la forma como interactuaban con nuestro mundo, pero lo segundo fue la propia Moscú como exteriores. La ciudad añadió a la película una textura y un carácter completamente diferentes que son irreemplazables".

"Históricamente, Moscú es una cultura independiente y una región de Europa que en realidad es como la última frontera. Nosotros queríamos situar a nuestro grupo de viajeros en un lugar en el que se sintieran faltos de equilibrio. Moscú es eso y además ofrece una enorme riqueza y densidad", precisa Gorak. "Por si no basta, el ruso es un idioma extranjero para todos los que participan en la película. Moscú es una isla de oportunidades para un joven occidental, y sin embargo no pueden ni leer los letreros de las calles porque están en alfabeto cirílico; de modo que no saben a dónde ir. Eso crea una historia sobre la supervivencia de gallinas en corral ajeno".

"Ha habido muchísimas películas sobre invasiones de extraterrestres y Moscú le dio al concepto un nuevo enlucido. Yo nunca había estado aquí, y ahora me dedico a destruirla", dice Gorak, riéndose. "Me apasionaba explorar Moscú y encontrar todos sus exteriores emblemáticos, trabajar aquí con el equipo y crear una versión de Moscú desconocida hasta ahora".

"Era muy importante que Chris realizara un verdadero recorrido como realizador al mismo tiempo que estaba preparándose para la película; que se aprendiera la ciudad y escogiera los lugares que, en su opinión, tuvieran una fuerza impactante para los personajes que se hallaran plantados delante de algo muy enorme, poderoso y bello; a veces, de una belleza bárbara. Esperamos que tenga el mismo efecto sobre el público", añade Jacobson.

"Cuando andábamos en busca de exteriores, el equipo técnico ruso se resistía un tanto a mi deseo de fotografiar todos los lugares emblemáticos que yo nunca había visto en una película norteamericana. Para ellos, escoger la Plaza Roja es como para nosotros filmar la Estatua de la Libertad, Times Square o el letrero de Hollywood. Pero yo quería todas las tomas de postal y colocar a nuestros personajes y nuestro argumento dentro de esa tarjeta postal. Quería la Plaza Roja, el Puente del Patriarca, la Iglesia de Cristo… toda esta arquitectura rusa tan emblemática. Todo lo que hace que Moscú sea Moscú y que resulte tan rica y tan vibrante. Aprender historia mientras rodábamos fue simplemente extraordinario y yo sabía que con todo ello íbamos a lograr una consistencia que una gran mayoría del público nunca había experimentado en persona, no digamos en una película sobre una invasión extraterrestre".

Jacobson añade que "Chris tiene, evidentemente, un gran ojo y un gran poder de imaginación. Su conjunto de habilidades visuales es el gran plus que vemos en la película; en especial, los exteriores. Cuando llegamos a Moscú descubrimos que es como cualquier otra gran ciudad internacional -Roma, París, Londres o Nueva York- en el sentido de que es difícil de fotografiar porque es enorme y tiene sus propias normas cívicas. Chris planteó un verdadero reto a la producción porque quería rodar una película internacional de forma narrativa enmarcando a los personajes y al relato en esos fondos a fin de que la película diera una sensación de realidad. Quería fotografiar Moscú de una forma que jamás había sido vista".

La energía del director ayudó a que el rodaje de exteriores, todo un reto, como queda dicho, no se desarticulara. "Chris Gorak no dejó de moverse desde el día en que aterrizó en Moscú", comenta Wills riéndose. "No hay nadie en nuestro equipo técnico que trabaje más, y semejante liderazgo por parte de un director es un verdadero acicate para que el resto del equipo pise el acelerador. Dispusimos de un tiempo limitado para estar en esos exteriores y había mucho que queríamos conseguir, por lo que cada segundo contaba. Cuando el director se pone en primera línea de fuego las cosas son muy diferentes".

Gorak se sentía especialmente atraído por las irrepetibles tomas de las partes de ciencia-ficción del argumento. "El contenido era muy interesante. Como soy un fanático del cine de ciencia-ficción, cuando me llegó el guión de este proyecto me atrajo la idea del apocalipsis; pero, sobre todo, qué son los extraterrestres", nos dice Gorak. "Lo que realmente me atrajo fue su naturaleza invisible y la originalísima idea del efecto que tienen sobre la electricidad del entorno. Sentí que la forma de presentarlo cinematográficamente era un enorme desafío".

"La mortífera naturaleza de esos extraterrestres se deriva de que son, en su mayor parte, invisibles. Sus ataques son instantáneos, mortíferos e irreversibles. La gran idea consiste en que son criaturas eléctricas, algo que los personajes descubren según avanza la película", dice Jacobson. "Aunque fuera una lógica de ciencia-ficción, nosotros queríamos que resultara creíble. Por lo que pasamos mucho tiempo, especialmente cuando se nos unió Chris Gorak, incorporando la ciencia. Estas criaturas son una especie de combinación de mecánica y electromagnetismo, y su sangre es electricidad. Se nos ocurrió la idea de que ellos generan el escudo que los hace invisibles. Dicho escudo tiene una doble finalidad: es una arma ofensiva y defensiva".

Después de ocultarse durante el ataque inicial, los personajes principales salen a la luz y comienzan a buscar a otros supervivientes. "Con su ataque, las criaturas han devuelto a todo el planeta a la Edad de Piedra. No hay electricidad, ni teléfono ni nada… estamos en la Edad de las Tinieblas. Nuestros personajes no saben lo que ha ocurrido", declara Jacobson.

Los supervivientes cruzan un Moscú desierto en busca de ayuda, tratando todo el tiempo de evitar al enemigo. "Los extraterrestres expelen energía que se transmite en ondas por el ambiente y prende fuego a todo lo que conduce electricidad. Ésa es la forma que tienen de buscar y ver. No son rayos X ni infrarrojos… es algo nuevo", añade Gorak.

"Lo que me cautivaba de este proyecto es que vuelve del revés el género de terror … la luz es más peligrosa que la oscuridad", explica Gorak. "En este género, la oscuridad es habitualmente lo que más aterroriza, pero ahora, como los extraterrestres son invisibles pero encienden las luces al acercarse a éstas, la bombilla se convierte en un indicador de peligro. Por lo tanto, es en realidad más seguro viajar de noche, evitar la luz y mantenerse en tinieblas. Ahora es la luz del día lo que da miedo".

Jacobson está de acuerdo: "La interacción de los extraterrestres con la luz, con cualquier dispositivo eléctrico, crea un terror invertido, porque normalmente la luz es seguridad. Pero en nuestra película, representa la aproximación del peligro". "Cuando un extraterrestre esté cerca de una luz, ésta parpadeará sin estar conectada a ninguna fuente de energía, ya que el propio extraterrestre la genera. Los personajes comprenden el fenómeno por sí mismos, y luego empiezan a darse cuenta de que las bombillas, las radios, las linternas o los teléfonos móviles son dispositivos de alerta temprana".

El arma preferida de los extraterrestres es la triza. "Uno de los aspectos destacados de nuestros enemigos es que tienen un violentísimo protocolo de ataque. Los extraterrestres hacen trizas a los humanos mediante una cauterización instantánea de nuestras partículas… dejando el cuerpo hecho cenizas. El destrozo es un proceso muy violento, orgánico y desordenado; nunca es perfecto. No hay dos trizas que sean iguales", explica Gorak. "El proceso se basa en la física y en ello se asienta la película, contribuyendo a que nuestro público experimente un verdadero peligro".

"El resultado del proceso parece ser obra de una trituradora de madera o de una lijadora de cinta", añade Jacobson. "Todo ello nos remite al concepto de que es de naturaleza eléctrica; quedar hecho trizas es más parecido a ser desintegrado por un rayo. Como queríamos que la película fuera autorizada para menores de 13 años acompañados de sus padres, la intensidad de la desintegración fue sometida a un prolongado desarrollo visual. Queríamos que transmitiera una sensación de aventura, en vez de una de miedo absoluto. No queríamos que resultara sangriento sino que tuviese una base científica".

El público ve las cosas desde el punto de vista de los extraterrestres cuando éstos van a la caza de supervivientes. "El guión original no contemplaba el punto de vista (POV, por sus siglas en inglés) del extraterrestre; fue Chris el que aportó ese elemento. Comenzamos a darnos cuenta de que cuando uno tiene que lidiar con algo invisible, es necesario indicar al público la presencia de una amenaza. ¿Dónde está esa cosa? Dotándola de POV, dábamos una pista de que detrás de ello hay una inteligencia, de que los humanos están siendo cazados; esto no sucede simplemente de forma aleatoria. Hay algo que piensa y respira y que persigue a nuestra gente. Estos extraterrestres no ven nuestra "firma térmica" ni nuestros huesos; lo que de verdad ven son los impulsos eléctricos que circulan por nuestro cuerpo, emanando del cerebro y bajando por la espina dorsal. Una vez que dimos con esa idea, todo encajó".

Bekmambetov ofreció orientación práctica y creativa a Gorak durante la preproducción del rodaje, pero, una vez que las cámaras empezaron a rodar, no pasó mucho tiempo en Moscú. "Intento permanecer lejos del plató", reconoce Bekmambetov. "Es una experiencia singular porque yo nunca había sido productor de una película americana. Estoy tratando de proteger a Chris, de dejar que juegue su propio partido y sea creativo. Yo puedo ayudarle a comprender las realidades de Rusia, y puedo asegurarme de que esta película resulte emocionalmente correcta para el público ruso. Pasamos mucho tiempo con el personal ruso de efectos visuales para desarrollar las previsualizaciones y los conceptos artísticos, y yo estuve ayudando a que ello se hiciera realidad. Como productor nunca planifiqué ni quise dirigir la película. Ésta es la historia de unos jóvenes americanos en Moscú… es mejor que sea Cris quien la cuente, porque él mismo es un joven americano en Moscú".

"Timur y su equipo han sido unos colaboradores fantásticos de principio a fin del proceso. Al principio, Tom, Monnie y yo nos reunimos con Timur en su casa de Los Ángeles y celebramos unas sesiones creativas que resultaron verdaderamente fructíferas", dice Gorak. "Timur es, por derecho propio, un realizador increíblemente imaginativo y añadió toques al diseño, el movimiento y la actividad de los extraterrestres que nosotros habíamos elaborado; a su sutil existencia; a los peligros que encierran los extraterrestres y a la forma como presentar todo ello al público".

"Timur", prosigue Gorak, "siempre añade un ligero toque que lo hace especial… se le da francamente bien. ¿Qué era el enemigo y cuáles eran sus reglas? A Timur le gusta vigilar la mitología de la ciencia ficción. ¿Qué son esos extraterrestres, de qué están hechos y qué quieren? Mantuvimos numerosos debates al respecto, que acabaron llevándonos a los momentos divertidos del relato; por ejemplo, sembrar bombillas como dispositivo de alerta. Esa clase de momentos que Timur añade pueden convertirse en imágenes clásicas e indelebles".

Jacobson añade que "la combinación ha sido realmente buena porque Chris aporta una sólida realidad en la que colocar a nuestros personajes, y nuestra asociación con Timur aporta teatralidad y chispa. Su labor de producción de este Moscú por dentro ha supuesto una ayuda enorme. El trabajo de Timur aporta dinámica e imaginación a esta originalísima visión".

Durante el desarrollo de La Hora más Oscura, la innovadora película en 3D de James Cameron, Avatar, fue estrenada con arrollador éxito de crítica, de taquilla y de creación. "En principio, La Hora más Oscura que yo tenía en la cabeza era una película de 2D, pero al estrenarse Avatar, los estudios comenzaron a pensar en serio sobre qué características admitirían el 3D. Así que en la primavera de 2010 filmamos algunas pruebas en 3D en Los Ángeles para ver cómo encajaba la tecnología con lo que intentábamos crear. Francamente, yo me resistía porque tenía en mente un tipo distinto de película desde hacía tanto. Una vez que tuvimos en las manos el equipo de 3D, montamos la toma nocturna de prueba, la elaboramos en postproducción añadiendo algunos efectos visuales y la proyectamos en la pantalla… cambié de opinión", reconoce Gorak.

"Cambiar a 3D era muy ambicioso porque cuesta más dinero", apunta Bekmambetov. "Rodar en 3D y no hacer después la conversión fue una decisión muy valiente, porque cambió todo el plan de producción y nos hizo replantearnos todas las tomas afectadas. La coreografía de las tomas en 3D es un lenguaje distinto al de una película de 2D. Estamos en los comienzos del 3D y parte de este lenguaje no existe todavía. Cada nueva película en 3D es un paso adelante en el desarrollo de dicho lenguaje. Tenemos que aprender cómo se hace, pero también tenemos que enseñar al público cómo verlo porque es muy distinto. Pero está bien porque tenemos una oportunidad de jugar con estos nuevos juguetes y adivinar cómo funcionan".

"Optamos por el rodaje en 3D para captar, lo primero, el ambiente de esta excepcional ciudad; y, lo segundo, a nuestros extraterrestres y la forma como se comportan y hacen trizas al que se les pone por delante. Pensamos que la naturaleza eléctrica de los extraterrestres quedaría fantástica en 3D. Para nosotros, Moscú es la nueva Pandora. Ser la primera película rodada aquí en 3D es una gran oportunidad que no queríamos perder", nos dice Gorak.

"Cuando uno se compromete a rodar una película en 3D, lo que quiere es conseguir un nivel de experiencia que simplemente no puede alcanzarse en 2D. Si no, ¿para qué hacerlo?" pregunta Wills. "La capacidad de proyectar las cenizas al interior de la sala era algo que teníamos muy fijo desde muy pronto y queríamos que formara parte de la experiencia en 3D".

"Rodar en 3D tiene la cualidad de que te hace sumergirte en el rodaje. Me gusta llamarlo inmersión dinámica innovadora, o IDI. No se trata de 3 dimensiones… sino de cuatro, cinco o seis dimensiones. Es HD con un tratamiento de esteroides en la que uno se encuentra metido en el entorno y el ambiente adquiere una forma distinta para los espectadores. Se trata de agarrar a los personajes y ponerlos en el regazo del público; y agarrar al público y meterlo en el ambiente", afirma Gorak.

"La película va a ser una correría muy emotiva y estremecedora. Una vez que los personajes abandonan su refugio y tratan de encontrar un camino para atravesar la ciudad, el ritmo no da tregua. Chris y nuestro director de fotografía, Scott Kevan, diseñaron específicamente tomas con mucha profundidad de campo por detrás de los personajes de modo que el espectador sienta que está allí, que está metido en la escena". Así lo describe Jacobson. "Es natural que esta película esté en 3D porque el argumento tiene una condición de aventura y odisea, y esos elementos quedan muy bien en 3D. También estamos tratando de rodar la acción de forma naturalista, algo que no creemos que se haya realizado mucho en 3D. Hemos visto grandes películas de ciencia-ficción y gran fantasía, películas familiares y películas de videojuegos rodadas en 3D, pero todavía no hemos visto en 3D una película de aventuras".

Justo antes del comienzo del rodaje, el aplaudido supervisor de efectos especiales Stefen Fangmeier se incorporó al equipo de creación. "Timur desempeñó un papel decisivo en el desarrollo de los conceptos primitivos: la forma como podríamos definir los movimientos de los extraterrestres al ser eléctricos, iluminando lo que les rodea; cómo destrozan a sus víctimas y algo de la iluminación que de ello sale. Pero cuando llegó de veras el momento de ejecutarlo, Stefen ha sido decisivo a la hora de ayudarnos a hacer un todo de la producción y los efectos visuales. Es muy importante no dar una sensación excesiva de creación por ordenador. Es necesario sentir que está ocurriendo en realidad", afirma Wills.

"La aportación de Stefen a la película no tiene precio", manifiesta Gorak. "Le añadió un gran nivel de creatividad y detalle que es el resultado de su veteranía y de su experiencia como director. Nos dio algunas excelentes sugerencias, no sólo en el rodaje, sino también en la postproducción a medida que íbamos desarrollando más a los extraterrestres y la forma como se aproximarían a la cámara en 3D".

Jacobson comenta que "Stefen ayudó con la forma de incorporar los efectos visuales a la película a fin de lograr la combinación de realidad y efectos que queríamos. La acción se desarrolla en el mundo real, pero a la vez tiene que tener entidad y ser capaz de provocar exclamaciones; queríamos que pareciera que realmente les estaba ocurriendo a esas personas. Los mismos extraterrestres, sus acciones, sus torres y la forma como aterrizan, todo ello tiene espectáculo pero está dentro del mundo real".

"Cuando comenzamos a trabajar con Timur él ya contaba con un equipo de enorme talento en ‘Bazelev,’ dirigido por el supervisor de efectos visuales Dmitry Tokoyako, que era quien realmente dirigía todo esto, y, luego, durante el rodaje, se nos unió Stefen Fangmeier con el que se creó un fantástico equipo", añade Jacobson.

"Stefen y Dmitry aportan una verdadera comprensión de lo que esto podría ser", coincide Gorak. "El diseño de estas criaturas tiene una naturaleza muy sutil, al no salir a la luz en la primera página. Hay un largo proceso hasta revelar qué son los extraterrestres, cuánto vemos de ellos y cómo empiezan nuestros héroes a comprenderlo. Una vez comprenden la física por la que se rigen los extraterrestres, pueden empezar a defenderse. Nuestra odisea nos lleva a través de ese entendimiento y tengo la sensación de que Stefen y su equipo lo captaron por completo, así como la forma de no sacarlo a la luz enseguida".

"El 3D ayuda a crear unos escenarios épicos para una historia íntima. Su núcleo es la relación entre personas; ésa es la columna vertebral dramática de la película, lo que la hace emotiva", afirma Bekmambetov. "Pero la amplitud nos da la escala y el fondo. Esto es extremadamente excepcional porque el 3D crea la experiencia de estar ahí. Espero que esta película proporcione al público la ocasión de sentir literalmente lo que ocurre cuando sobreviene un gran desastre. Es la primera película en la que vemos el mundo destruido en 3D".

Rodar en 3D hace que el trabajo de los actores resulte todavía más decisivo. "Es muy importante la relación con los personajes porque en una película en 3D no es posible cortar y forzar la atención del espectador; no es posible zarandearle y es preciso dejarle estar ahí junto a los personajes. Afortunadamente, contamos con grandes actores".

"El público cinematográfico moderno está sediento de algo que no haya visto. Pero nada le va a importar si no establece una relación con los personajes que están pasando por la experiencia", coincide Wills. "Lo primero y principal para nosotros era establecer una relación entre la odisea de los personajes y el público y, luego, dejar que la experiencia que están teniendo con los extraterrestres, los efectos visuales y el 3D informasen y complementaran dicha relación sin aplastarla".


Elección de actores
Cinco jóvenes y dinámicos actores se hicieron con los papeles de los supervivientes a los que el público sigue a lo largo del relato. "El guión caracterizaba a un grupo de jóvenes que tenían la edad y correspondían al tipo de la gente que hoy en día acaba yendo a Moscú. Queríamos que estos personajes transmitieran una sensación auténtica, dramática y divertida, para que el espectador se identificara con ellos, por eso nos entusiasmó el elenco que conseguimos, que cumple todo lo anterior", afirma el productor Tom Jacobson.

"Contamos con un reparto fantástico", reconoce el director Chris Gorak. "Emile Hirsch me fascinó en Hacia Rutas Salvajes y Olivia Thirlby era mi primera opción para interpretar a la protagonista. Max Minghella y Rachael Taylor son también excelentes actores. Joel Kinnaman es un brillante actor sueco y estoy muy contento de tenerlos a todos. Forman un núcleo realmente magnífico que se gana nuestra confianza a medida que nos desplazamos rápida y estratégicamente por la ciudad. Sabemos que van a llegar a su destino y a hacer lo que se espera de ellos".

"Sean, interpretado por Emile Hirsch, y Ben, encarnado por Max Minghella, llegan a Moscú con una idea para una página Web de viajes. Son amigos de la infancia y Ben es el más práctico de los dos, pero Sean es la chispa de Ben", dice el productor ejecutivo Monnie Wills.

"Al igual que muchos amigos íntimos, Sean y Ben se reparten los papeles aunque ambos son verdaderamente inteligentes y ambiciosos", comenta Jacobson. "Ben es el organizado, es el hombre que tiene un plan. Sean suministra la energía, la diversión y las ideas innovadoras. Ambos tienen ideas de vanguardia; son muy representativos de su generación y siempre buscan lo que sigue a lo actual".

"Al principio, Sean es un tipo muy despreocupado… la vida le trae al fresco", afirma Emile Hirsch. "Pero también es muy bueno adaptándose a situaciones difíciles, algo que, al producirse el ataque extraterrestre, resulta una habilidad de lo más práctica. Sean es capaz de mantener la calma. Es un tipo muy heroico, alguien que los tiene bien puestos y que sabe que tiene que asumir riesgos si desea seguir sobreviviendo".

"Emile es un actor muy seguro de sí mismo. Tenemos la gran suerte de poder contar con él. Cree en su oficio y hace creer a los demás", comenta Jacobson. "También es divertido y tiene una forma de caracterizarse que es graciosa y que conecta con el público, por lo que se hace querer. Se abre ante los demás. Emile tiene un enorme encanto natural, inteligencia y sinceridad, pero tampoco le falta un sentido cinematográfico instintivo. Su personaje se ve atrapado en una situación que no puede ser más inverosímil y tiene que enfrentarse a ella. No hay elección… o lidias con ella o te mata".

Este proyecto es el primero del género de ciencia ficción para un actor joven aclamado por su trabajo dramático. "Me entusiasma que Emile forme parte del proyecto", reconoce Gorak. "Le da a Sean realismo y una gran sutileza. Es muy agradable. Se entrega y se esfuerza de veras para lograr el personaje más detallado que le sea posible conseguir. Hemos colaborado durante meses, examinando y volviendo a examinar quién es Sean, por lo que ha sido una experiencia extraordinaria trabajar con Emile. En realidad le conocí hace tiempo en Los Amos de Dogtown, en la que trabajé como diseñador de producción. Emile es un actor fuera de serie y hacer La Hora más Oscura fue para él un todo acto de fe. Pero es un incondicional de la ciencia-ficción y empezamos a hablar justo cuando se estrenó Avatar".

El joven actor es un admirador rendido de ese hito cinematográfico. "Avatar es una de las películas más asombrosas de la historia y recuerdo que salí del cine pensando que me gustaría hacer una película de ciencia-ficción en 3D. La experiencia que esa película transmitía no podía ser más vanguardista", comenta Hirsch. "Yo también crecí a base de películas de ciencia-ficción; el género era algo que nunca había hecho pero que tampoco dejé de ver".

"El guión de La Hora más Oscura captaba un matiz que verdaderamente me gustó, y pensé que podría aportar algo a la película como actor", añade Hirsch. "Aunque es una película de ciencia-ficción, tiene algo más que efectos especiales; hay mucho drama y desarrollo de personajes. Para mí era una mezcla perfecta. Me lo pasé verdaderamente bien leyéndolo ya que sacaba a la luz todas las emociones de miedo, suspense y conmoción. En mi primera reunión con Chris, me enseñó todos los guiones gráficos, tan alocados y tan en onda, y no hay duda de que todo el proyecto transmite una sensación verdaderamente gótica y de última moda, muy espeluznante, con colores y matices siniestros".

Hirsch también se sintió atraído por la vuelta de tuerca que suponen los extraterrestres de naturaleza eléctrica. "Una de las cosas que verdaderamente me gustan de esta película es el uso de bombillas como señales de alarma de la aproximación de los extraterrestres, por lo que no le falta el elemento de horror ni el de ciencia-ficción futurista de utilizar la electrónica en beneficio propio. La radio de un coche se enciende de repente y sabes que por ahí hay algo malo. Es excepcional. Es divertido porque estábamos en el plató y teníamos nuestras bombillas alrededor del cuello y se encendían sin parar. Me alejaba del plató para beber algo y mi bombilla se encendía. ¡Anda! Intentan encontrarme", explica Hirsch riéndose.

El actor británico Max Minghella fue elegido para dar vida al amigo íntimo del personaje de Emile Hirsch. "Max acudió un par de veces a la prueba en lugar de Ben e hizo un trabajo fantástico", dice Gorak. "Era el complemento perfecto de Emile. Fuera de escena tienen una dinámica que impregna a la cámara. Resulta muy auténtico, real y satisfactorio presenciar la dinámica que existe entre dos actores de talento con papeles equilibrados, que se hacen vibrar recíprocamente".

"Ben es un diseñador de programas informáticos de Seattle. Él y su socio, Sean, viajan a Moscú para vender la página Web de creación de redes sociales que han diseñado, pero las cosas no les van bien", reconoce Minghella. "Entran en un bar para ahogar sus penas y, a continuación, los sacude un acontecimiento muy dramático e inesperado. Ben es muy pragmático y está acostumbrado a tomar el mando, pero se encuentra en una situación que no puede ser más límite y en la que no puede pensar como él está acostumbrado a hacerlo. Parte de la evolución de su personaje gira en torno a alguien que intenta pisar suelo firme. Ben espera liderazgo de sí mismo, pero a medida que el relato se desarrolla, se da cuenta de cuán perdido está y del terror que lo domina. Es alguien que lucha por mantener el control en una situación incontrolable. Sin embargo, el tono de la película es divertido aunque, al mismo tiempo, no rehúya el examen de la hondura y la emoción humanas".

Jacobson añade que "Max es un tipo verdaderamente reflexivo, inteligente y con los pies en el suelo, pero también le gustan películas como ésta. Se toma su oficio muy en serio aunque tiene la ligereza de su generación. Ha trabajado en muchas películas independientes y en ingeniosos dramas como La Red Social, pero también le gustó este guión. Max se lanzó sobre él de forma muy agresiva y da la sensación de que es inseparable de Emile".

Minghella se sintió atraído por este guión. "La Hora más Oscura es, en cierto sentido, un thriller sobre una invasión extraterrestre pero manejado de forma muy original. Realmente no hay nada que se le parezca", asegura Minghella. "Cuando leí el guión, me pareció completamente original en cuanto a concepto y, sin embargo, es muy fiel a su género. Satisfará a los incondicionales de las películas de ciencia-ficción y, al mismo tiempo, amplía los límites del género en cuanto a lo que uno espera".

"Es fantástico participar en esta película porque desde que tenía tres años e iba dando botes por mi casa con mi fusil de plástico, he estado soñando con lograr hacer algo parecido", reconoce Minghella. "Es muy raro que haya sitio en este género para hacer algo efectivamente importante y verdaderamente íntegro. Esta oportunidad es especial".

"Uno de los aspectos del rodaje que me han resultado verdaderamente apasionantes es que da la sensación de una película clásica de ciencia-ficción, pero los efectos resultan completamente nuevos para mí y la película tiene un aire carente por completo de pretenciosidad", añade Minghella. "Es una película totalmente consciente de lo que es y me siento orgulloso de Chris por haberle dado un aire tan consistente y tan juguetón. No hay duda de que Chris es un diseñador de producción excepcionalmente brillante y consolidado y de que tiene una enorme aptitud visual, pero es igualmente asombroso con los actores. Además, es un realizador y pensador sumamente práctico, y de verdad que hace falta serlo cuando uno está rodando en la Plaza Roja, en 3D, mostrando ataques de extraterrestres de ciencia-ficción y tratando con actores".

El actor que comparte cabecera de cartel con Minghella también es un plus. "Emile es uno de mis actores favoritos, por lo que trabajar con él fue un verdadero privilegio además de una posibilidad del todo apasionante. Nuestra dinámica y nuestra relación en la película son asombrosamente similares a las de la vida real", explica Minghella. "Pudimos pasar juntos suficiente tiempo para crear un afecto entre nuestros personajes que ha resultado muy liberador para nosotros dos. Desde el mismo inicio nos quedó muy claro que íbamos a ser capaces de hacer creíble esta amistad. No ha supuesto esfuerzo alguno".

"Para mí, una de las cosas más importantes de participar en esta película fue encontrar la persona adecuada que diera la réplica al personaje de Ben. Max y yo nos llevamos muy bien", confirma Hirsch. "Es un tipo muy legal y espero que nuestra amistad se transmita bien a la pantalla. Rodando en Rusia ha sido muy divertido tener alguien con quien salir que hablase inglés y que supiera gastar una broma. Max es un actor muy relajado que, además, es muy modesto y tiene mucho talento; que se entusiasma al actuar y que está dispuesto a probar cosas distintas, lo que siempre me ha gustado".

La química existente entre los actores también se extendió a la protagonista, Olivia Thirlby. Hirsch revela que "cuando recibí el guión, Olivia ya estaba contratada lo que, sin duda, influyó mucho en mí a la hora de decidirme a hacer la película. Muchas de sus interpretaciones me habían encantado y pensé que era una chica de lo más; luego descubrí que era muy divertido tenerla como compañera en esta aventura. Como actriz, la he visto en una excelente función titulada Farragut North junto a Chris Pine; y también me gustó en Juno. Además, creí que sería muy ameno trabajar con una actriz que nunca hubiera hecho una película como ésta".

"Olivia es una intérprete extraordinaria y hace años que soy admirador suyo", añade Minghella. "También nos conocemos desde hace tiempo, por lo que ha sido muy reconfortante trabajar junto a una amiga. Para nosotros dos, ésta es la primera ocasión en que nos aventuramos a realizar un tipo de película muy diferente, lo que supone un reto de lo más apasionante; tanto como agradable ha sido contar con una camarada en esta empresa. Interpreta soberanamente bien a la heroína de una película de acción, y está a punto de rodar otra. Me parece que su futuro puede estar aquí".

Thirlby nos revela que "en verdad, mi principal motivo para querer realizar este trabajo es que el director Chris Gorak me gusta y me inspira un auténtico respeto. Su otra película, En la Puerta de Casa, me pareció realmente impresionante. Este género no es habitualmente el que me atrae, pero de repente me pareció una aventura emocionante y a la última, algo en lo que podía meterme. Los exteriores tienen mucho que ver con ello. Moscú es parte muy importante de esta película y como escenario es muy distinta a todo lo demás".

"También valoré el hecho de que mi personaje, Natalie, no seguía mucho el modelo de la chica de ciencia ficción en el sentido de que no va ligera de ropa ni es increíblemente libidinosa. No es sólo un deleite para la vista", comenta Thirlby. "Es culta, nacida y criada en las afueras de la ciudad de Washington, y ahora vive en Nueva York. Es una chica difícil, la tradicional norteamericana que rinde más de lo esperado, no tiene etiquetas y quiere a su madre".

"Ella y su íntima amiga Anne, a la que conoce en la universidad, acaban en Moscú debido a un cambio de planes de última hora", explica Thirlby. "Sus imprecisos antecedentes nos dejan ver que ha roto de forma desagradable con un novio y que lo que simplemente necesita es quitarse de en medio. Anne la convence para que la acompañe en un viaje fotográfico al Nepal; en consecuencia, Natalie toma, de forma totalmente impropia de ella, una decisión no planificada y decide irse con su amiga".

Los cuatro personajes coinciden en un club nocturno justo antes de la invasión extraterrestre. "La primera impresión que Natalie se forma de los dos chicos la lleva a sentirse atraída por el personaje de Max, Ben", asegura Thirlby. "Es un tipo un poco más retraído, inteligente a la manera clásica; sin duda alguna, un cabecilla, el que pronuncia el discurso de licenciatura de una promoción, y muy guapo. Natalie mira a Sean, el personaje de Emile, y ve a un elemento que vuela a ciegas, por intuición, y simplemente ése no es su tipo. Le ha echado el ojo a Ben".

Sin embargo, es Sean el que llama a Natalie porque ésta se halla digitalmente sobreconectada. "Es una chica que vive amarrada a la tecnología. Su nariz no se aparta nunca de su Blackberry, a veces para desgracia de las personas que la rodean", reconoce Thirlby. "En ocasiones renuncia a una relación con un extraño o incluso con un amigo, prefiriendo enviar un SMS, un correo electrónico o leer algo en Internet".

"Después de la invasión, sufre lo suyo por no tener al alcance de la mano esta tecnología y, de repente, se siente un tanto insegura de sí misma por no saber cómo mostrarse sociable en un grupo pequeño. Por ese motivo no dice mucho. Pero cuando verdaderamente importa, se muestra tal cual es: dotada de un auténtico sentido de lo que es acertado y lo que es erróneo; de lo que es seguro y lo que no lo es, y de lo que es bueno y lo que es malo", explica Thirlby. "Quizá no sea la persona más audaz ni la más valiente, pero cuando la situación lo exige, habitualmente toma el camino de lo que es necesario y está dispuesta a hacer lo que ello exige".

"Me atrajo el punto de vista de la película, que está basado en los personajes, y que realmente gira en torno a cuatro extraños que se ven obligados a intentar seguir vivos juntos en una situación totalmente imposible", nos revela Thirlby. "Su verdadera forma de ser sale a la luz y la película acaba adquiriendo una perspectiva muy optimista sobre cómo son ellos en realidad, viéndose en unas circunstancias que realmente obligan a cada uno a ser tal como es".

"La arquitectura de Moscú es radicalmente distinta de cualquier cosa que tenemos en nuestro país. Siempre es reconfortante ver un cambio de escenario y un tipo de edificios que, evidentemente, no existe en los EE.UU.", comenta Thirlby. "Parte de lo que les mueve a intentar seguir vivos y hallar seguridad es no saber lo que está ocurriendo en casa. Necesitan salir con vida del lugar donde se encuentran para volver a los sitios de donde proceden. Eso le da a la película toda una capa extra de intensidad".

"Olivia aporta realidad, sinceridad y atractivo a la película", comenta Jacobson. "Olivia es una chica de la costa Este, muy equilibrada y que complementa a la perfección a Rachael, que es australiana, una muchacha dinámica y llena de vida. Ambas son grandes actrices y se meten de lleno en sus papeles. Todos estos actores transmiten una sensación de convicción que es tan divertida como real".

La actriz Rachael Taylor da vida a la fotógrafa trotamundos, Anne. "Trabajar con Emile Hirsch era una de las razones por las que quería hacer esta película. Es uno de los actores jóvenes de más talento de su generación", puntualiza Taylor. "Tan pronto como descubrí que se había comprometido con el proyecto, yo también quise hacerlo porque es verdaderamente intrépido como actor. Ésta es una cualidad que se ve muy raramente en los actores: el que no les importe si fracasan. Siempre da el 110 por cien y nunca se guarda nada. No se reserva en absoluto. Siempre lo expone todo, lo que es algo muy audaz".

"Rachael es verdaderamente inteligente y siempre quiere cerciorarse de que las escenas estén bien y de que todos estemos con nuestros personajes en la misma página del guión. Todos juntos formamos un equipo fantástico. Todos somos muy distintos. Puedo mostrarme muy equilibrado en una entrevista, pero probablemente yo soy el bobalicón", dice Hirsch riéndose.

Thirlby añade: "No puedo encomiar lo suficiente a Rachael. La adoro. Estoy contentísima de haberla conocido y, desde luego, no ha sido difícil estimular esa excelente amistad. Cuanto más tiempo pasamos juntas en Moscú fuera de cámara más fácil resulta actuar delante de ella. Cuando estamos rodando juntas las escenas en las que más nos jugamos, me doy cuenta de que, de forma natural, estamos constantemente estableciendo contacto visual y comprobando que estamos bien. Esta unión entre los personajes y entre nosotras hace, sin duda, que todo dé la sensación de realidad".

"Para mí, lo mejor ha sido mi relación con Olivia Thirlby. Le tengo a esa chica un cariño monumental. No sólo es la mejor actriz con la que yo haya trabajado, sino que además es una persona que tiene un encanto fuera de serie", comenta Taylor. "Eso se ha trasladado a la pantalla. Parecemos auténticas buenas amigas porque lo somos. Me siento orgullosa de la forma como La Hora más Oscura sitúa la relación entre dos mujeres. Es muy raro llegar a ver la historia de amor que contiene toda amistad. De un lado están Emile y Max; del otro, Olivia y yo, y nuestras relaciones en la pantalla son muy claras, enrevesadas, estrechas y complicadas. Es francamente reconfortante".

"Rachael es excepcional por ser tan dura y tan amable, y estar tan comprometida con su papel. Ha hecho que este personaje sea mucho más interesante de lo que yo nunca esperé que fuera", añade Minghella. "Es una actriz de una pieza y lo que es capaz de sacar del sombrero me ha dejado anonadado. Es una mujer especial".

"Una de las máximas recompensas de rodar una película como ésta son las relaciones que se entablan fuera de cámara. Max, Emile, Joel, Olivia y yo nos hemos hecho muy amigos. Quiero a esta gente más que a cualquier otro grupo de actores con el que nunca haya trabajado", nos revela Taylor. "Son gente verdaderamente maravillosa. Cada uno aporta algo muy original y muy específico a la película. En realidad todo gira en torno a los personajes. Ha sido maravilloso rodar con ellos en el extranjero, filmar una película de género y de esta magnitud con escenas de acción, acrobacias y efectos especiales; ha sido un proceso muy exigente. Una de las compensaciones son las relaciones que una establece con sus compañeros de reparto".

Taylor también disfrutó con la odisea atípica de su personaje. "Lo que tanto me gusta de Anne es que al principio de la película es una muchacha muy optimista, abierta y amante de la diversión. Pero lo que para mí como actriz, y espero que también para el público, resulta apasionante es contemplar cómo se va desintegrando a lo largo de la película", explica Taylor. "Cuando la conocemos, es una joven extraordinariamente capaz a la que no sólo le sucede algo horroroso, sino que, además, no puede hacerle frente. Se nos descubre alguien mucho menos amable y juerguista de lo que creíamos. No es en absoluto una persona que esté a la altura de las circunstancias. Es un desastre. Su vulnerabilidad interior sale verdaderamente a la luz".

"Lo más emocionante para el público sería preguntarse: ‘¿Cómo actuaría yo frente a la adversidad?’" comenta Wills. "Está claro, o así lo espero, que el futuro no nos reserva una invasión extraterrestre. Pero la película gira en realidad en torno a unos jóvenes que tratan de entender quiénes son y qué hace falta para ser un héroe. Espero que esa evolución de los personajes tenga eco. Yo confío mucho en que los efectos visuales sean algo que, lisa y llanamente, no se haya visto antes. Las películas están hechas de momentos y ésta tiene algunos que los espectadores recordarán durante bastante tiempo".

Prosigue Taylor: "Ha sido interesante plantearme a mí misma la pregunta de si sería yo una de esas personas capaces de luchar por la propia supervivencia. O si sería más parecida a Anne, que, al fin y al cabo, no ve la importancia de su propia existencia. Anne está tan aterrada que le da lo mismo luchar por su vida. Que un personaje llegue a darse cuenta de eso es sencillamente extraordinario".

"Esa pregunta me parece de lo más fascinante. ¿Quiénes somos y en qué nos convertimos cuando llega el fin del mundo? ¿En cuál de estos personajes nos transformaremos? ¿Somos una de esas personas que sobreviven a toda costa? ¿Nos desmoronamos? ¿Sobrevivimos a causa de las personas que amamos? ¿Nos sentimos obligados por la amistad? ¿Y por el odio? ¿Acaso por el miedo? Todas son preguntas muy interesantes y pertinentes", comenta Taylor. "Uno nunca sabe quién es hasta que se ve presionado hasta el límite absoluto, y eso es lo que la película examina de una forma muy sobrenatural y terrorífica".

Wills añade que "en mi opinión los jóvenes, en especial, esperan una llamada. Buscan un desafío. Buscan algo por lo que luchar. Circula mucha información y hay muchos tonos de gris, así que cuando la vida queda reducida a un nivel muy básico, ¿cómo nos ponemos de pie? ¿Podemos hacer frente al desafío? Creo que eso es algo que las personas se preguntan a sí mismas continuamente y una película que les ayude a dar respuesta a esas preguntas resultará muy atractiva".

"Una de las partes verdaderamente interesantes de la odisea es que algunas personas de las que no esperamos que se transformen en héroes, hacen precisamente eso; mientras que otras de las que esperamos heroicidades resultan ser todo lo contrario", añade Jacobson. "Algunas personas que han hecho algo mal sacan a relucir su humanidad".

"La pregunta de cómo reaccionan las personas sometidas a tensión y en situaciones difíciles nos resultó a todos muy interesante", afirma Wills. "Vivimos en una época muy moderna con muchas comodidades y muchos de nosotros llevamos una vida despreocupada. Por eso nos interesaba tanto examinar lo que sucedería cuando nos arrebataran todo esto. Tan importante es estudiar la debilidad humana como su fuerza. Joel Kinnaman, en el papel de Skylar, ofrece una interpretación extraordinariamente generosa porque eso precisamente es lo que él está estudiando: cómo reaccionarían las personas de mala manera ante algo parecido a esto. Examinar esto es tan interesante como el lado heroico".

"Al principio, Skylar es un egoísta hombre de negocios sueco a quien, en realidad, no le imparta nada salvo él mismo. Estafa a los chicos inmediatamente, pero luego tiene que formar equipo con ellos. Durante la película atraviesa una fase de aprendizaje", reconoce Kinnaman. "En cualquier catástrofe las personas reaccionan de modo distinto y me gusta la idea de que este hombre de negocios fuerte y egoísta no sea el que tome las riendas. Le entra pánico. No toma decisiones racionales. No ayuda a los demás supervivientes. Evoluciona en el transcurso del relato, pero al principio tiene mucho miedo y se encuentra en estado de shock".

"Cuando leí el guión, pensé que el argumento era muy intrigante. Me gusta que esta historia apocalíptica nos permita descubrir cuán frágil es nuestra civilización, ya que estamos plenamente seguros de que hemos logrado tanto. Cuando uno contempla todos los desastres naturales en todo el mundo, se da cuenta de que no hemos evolucionado tanto como especie", añade Kinnaman. "Por consiguiente, como actor, hay mucho con lo que juguetear. Cuando hay tanto en juego es muy interesante ver lo que eso saca de la gente".

Kinnaman prosigue: "Con todo lo que ha estado sucediendo en todo el mundo, como el cambio climático, lo que vaya a pasar si ocurre algo gordo ocupa gran parte de la mente de las personas. ¿Cómo reaccionaría yo si se produjera la gran catástrofe? La película va a ser una gran aventura para el público, pero se identificará con quienes se encuentran en una situación tan dramática. Hemos trabajado mucho los personajes y ellos son, sin duda alguna, los motores de la película".

"También originariamente, la novia de Skylar, Tess, no era más que una belleza tonta que se le cuelga, pero elevamos el nivel de esa relación. Skylar estaba realmente enamorado de ella y él es la causa de su muerte. Ése es su primer gran error pero también, de modo descarnado, hace que encuentre el camino de su propio corazón y se dé cuenta de que tiene que cambiar", dice Kinnaman.

"Lo que más me interesaba era la evolución de estos personajes, aunque para mí, sólo el participar en una película de ciencia-ficción ya era algo grande. Yo provengo de un pequeño país europeo, Suecia, donde no hacemos películas de este tipo. Si lo intentáramos parecería ridículo", afirma Kinnaman entre risas. "Pero siempre me han gustado esas grandes películas americanas que hay que ver comiendo palomitas. Intervenir algún día en una de ellas ha sido siempre mi sueño oculto. Éste ha sido el primer guión de ciencia-ficción que he leído. Y con gran ventaja será el más divertido de ver cuando esté acabado porque no tengo ni idea del aspecto que tendrán los efectos especiales y los extraterrestres. Me he pasado muchos días aterrorizado por visiones de pelotas de tenis montadas sobre trípodes. Voy a disfrutar como un loco viendo cómo queda todo".

"Hacer una película de efectos especiales me resulta, a decir verdad, inmensamente satisfactorio. Es la experiencia definitiva para un intérprete", comenta Taylor. "Nunca tiene una la oportunidad de arriesgar mucho, como sucede en una película de género. La Hora más Oscura trata del final de la civilización humana. Es una idea de lo más endiablada. En cuanto a actuar dando la réplica a una pelota de tenis, es una gran oportunidad para todo joven intérprete porque, en realidad, todo lo que uno tiene en este oficio es la imaginación. Hay que inventar algo espeluznante y que cambie continuamente. Nuestro trabajo consiste en hacer que esa pelota de tenis sea lo más aterrador y lo más intrigante del mundo en ese momento".

Al igual que Hirsch, Kinnaman también se sentía intrigado por el componente de 3D. "Después de haber visto Avatar, tuve un nuevo sueño… quería trabajar en una película en 3D", bromea Kinnaman. "La técnica me fascina".

"Cuando me reuní por primera vez con los productores y con el director, Skylar era, originariamente, alemán. Estábamos hablando del guión en general y Chris me preguntó qué pensaba de Skylar. Le dije que interpretar a un alemán malvado en una película es el sueño de un actor. Pero me pasé un poco, hasta alcanzar del todo el nivel del Doctor Strangelove", dice, riéndose, Kinnaman. "Así que ahora es sueco. Como pensaba que iba a interpretar a un alemán asesino, me parece que voy de gorrón de personajes".

"Joel es la monda", afirma Hirsch. "En realidad es un buen tipo y nos llevamos francamente bien fuera de escena y nos lo pasamos muy bien, pero ante la cámara hay una cierta tensión en nuestros personajes".

"El profesionalismo de Emile me resulta muy atractivo. Es muy generoso y tiene un sentido muy fino de lo que le gustará al norteamericano medio, algo sobre lo que yo no tengo ni la más remota idea", admite Kinnaman riéndose. "Siempre está presente. Siempre está ahí. Además es un tipo hilarante, un bromista. En la realización de esta película, Max es mi hermano europeo y hemos recibido apoyo de la australiana Rachel para reírnos de todos los norteamericanos".

En la película también intervienen el conocido actor ruso Dato Bakhtadze (Wanted, Crash) en el papel de Sergei y la novel actriz Veronika Vernadskaya en el de Vika.

"Después del ataque, nuestros cinco personajes siguen vivos de milagro, habiendo permanecido ocultos durante cuatro o cinco días. Salen al exterior y ven a muy pocas personas. Aproximadamente hacia la mitad de la película, ven en la distancia una solitaria luz humana, se dirigen al edificio de apartamentos y conocen a un personaje ruso llamado Sergei", explica Jacobson. "Es un ingeniero, un científico, un técnico, y ha averiguado determinadas cosas sobre los extraterrestres y su electromagnetismo. Sergei ha construido una Jaula de Faraday alrededor de su apartamento: una rejilla de malla que repele la electricidad y, rodeado de esta jaula de alambre, los extraterrestres, que ven la electricidad y los patrones de las ondas, no pueden verle. Incluso tiene una jaula pequeña para su gato".

Sergei también está construyendo un arma. "Ya nos hemos percatado de que existe una relación entre la electricidad y los seres extraterrestres, y quizá sea ésa la clave para destruirlos. Una gran parte de nuestra odisea consiste en entender cómo sobrevivir y cómo superar a tan omnipresentes y aterradoras criaturas. En el apartamento de Sergei, descubrimos el fusil de microondas que ha construido", añade Minghella.

"Una adolescente rusa llamada Vika también se ha refugiado en el apartamento de Sergei. Fue muy divertido asignar ese papel. Descubrimos a una fantástica y joven actriz rusa, Veronica Vernadskaya, que habla un poco de inglés y que se estaba esforzando mucho en aprender para presentarse a la prueba", dice Jacobson. "Éste es uno de esos momentos en los que uno verdaderamente encuentra algo. Veronica es fantástica e ilumina la pantalla. Es una joven realmente bella que además tiene un espíritu distintivamente ruso. Pero también es internacional en el sentido de que cada quinceañera es igual, sin que importe que sea rusa, griega, norteamericana o italiana".

"Vika es importante para nuestra película porque representa la esperanza. No averiguamos lo que le haya sucedido a su familia aunque lo sospechemos, porque ella ya está endurecida. Es una superviviente. Al instante establece una estrecha relación con estos norteamericanos", añade Jacobson. "Todo el elenco y el equipo técnico se iluminan cuando Veronica está en el plató. Todos nosotros nos sentimos muy protectores de ella y del espíritu que representa, que esperamos que se haga presente en la película".

Otro distinguido actor ruso, Gosha Kutsenko (intérprete de Guardianes de la Noche y de Guardianes del Día, de Bekmambetov) da vida a Matvei y encabeza a un grupo de soldados rusos a los que encarnan Nikolai Efremov, Arthur Smoljaninov y Georgiy Gromov.

"Gosha, que es una estrella de cine en Rusia, interpreta al muy heroico Matvei. Me gusta cómo está escrito el personaje; los rusos salvan, ayudan y se sacrifican. En 2012, se ha puesto muy de moda que los rusos sean los héroes", bromea Bekmambetov. "En la mitología rusa, el héroe debe morir. El que no muere no es un héroe. Nuestros códigos culturales son distintos".

"Los rusos y los norteamericanos somos muy diferentes. Hace 20 años estábamos en guerra fría; ahora no hay tal guerra fría pero sí mucha tensión entre dos países grandes y ambiciosos. Pero cuando los extraterrestres llegan, todos estamos unidos", asegura Bekmambetov, riéndose entre dientes. "Sólo podemos sobrevivir si estamos unidos. En la primera parte de la película, los cuatro jóvenes norteamericanos se sienten como extraterrestres en Moscú; se sienten extraños o sienten que los rusos son los extraños. Son incapaces de entender el mundo, sus normas, ni siquiera el idioma y las señales. Luego, cuando aparecen los verdaderos extraterrestres, todos son seres humanos y pueden luchar juntos. Para mí, ése es el tema emotivo de la película".

"Hemos incorporado al elenco a algunos actores rusos muy conocidos, y el proceso de selección en Moscú ha sido muy divertido y con una energía muy diferente. Nuestros personajes internacionales son la gente corriente de la película; personas normales en circunstancias extraordinarias. Nuestros soldados rusos son personajes extraños y siniestros que forman parte de dichas circunstancias extraordinarias. Naturalmente, en una invasión extraterrestre, todos somos parecidos y los extraterrestres son los extraños, por lo que todos tienen que hacer causa común", reconoce Jacobson.

Cuando huyen de los extraterrestres que atacan el apartamento, los personajes principales se encuentran con los soldados rusos. "Tienen miedo, dan la vuelta a la esquina y contemplan una visión fantástica: cuatro soldados rusos, uno de ellos a caballo, se les acercan fuertemente armados con lanzagranadas y fusiles AK-74. Visten una fantástica armadura urbana moderna hecha de lo que han ido encontrando; uno de ellos, lleva monedas en su equipo; todos llevan cables de baterías", describe Jacobson. "Estos tipos han adivinado cómo defenderse y cómo devolver los golpes. Llevan una armadura conductora de electricidad con el fin de que si entran en contacto con los extraterrestres, su electricidad no acabe friéndolos".

"Nuestra diseñadora de vestuario Varya Avdyushko y su equipo trabajaron lo indecible en los uniformes de los soldados", apunta Gorak. "Uno lleva auriculares y cuando suena la música, es señal de que un extraterrestre anda cerca; en el caso de otros, las luces que llevan en el cuerpo se encienden. Si alguien es atacado