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  Siempre hay tiempo  (Héctor y Bruno)
  Dirigida por Ana Rosa Diego
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Dirigida por la sevillana Ana Rosa Diego y producida por Letra M Producciones (Sevilla) y Basque Films (Bilbao).


Festivales y Premios
35º Festival de Cine Iberoamericano de Huelva - Premio del Público + Premio "Llave de la libertad".


Memoria de dirección
Siempre hay tiempo tiene como protagonista a un señor mayor que se ve obligado a abandonar su entorno y reubicarse en una nueva situación familiar que le enfrentará a su hijo. Es, por tanto, la historia de una familia de hoy, que intenta hacerse cargo de sus ancianos, con todo lo que eso supone en el ritmo de vida actual.

Por otro lado, la posibilidad de enamorarse en la vejez es otro de los retos de los que partimos para explicar esta historia. Entre Héctor y Clara surge una fascinación mutua, basada en la amistad y experiencia. Estos personajes se encuentran en polos opuestos, lo que hace que se atraigan con fuerza. Héctor se verá arrastrado por la vitalidad de una mujer como Clara, hasta el punto de volver a sentir el amor como nunca se había imaginado. Ser capaz de vivir el amor a esta edad, le da al personaje una carga de ingenuidad y juventud, que no son propias a esta edad, y que ya me gustaría tener a mí, llegado ese momento.

Siempre hay tiempo es una historia sencilla, realista y personal donde se conjugan muchos contrastes (rural-urbano, adolescencia-vejez) que dan lugar a un cine intimista, de temática cercana al espectador y que llega tanto a emocionarle como a incitarle a reflexionar.

Nuestros ancianos suponen la revisión de los valores en una sociedad que, consagrada al trabajo, dedica poco tiempo a la familia, a pesar de predicar pedagogía moderna. Son los ancianos los que disfrutan de los nietos y les pueden dedicar tiempo, mostrándoles la sencillez y complejidad de la vida.

Siempre hay tiempo es una reflexión sobre cómo envejecen nuestros mayores y cómo hemos de convivir con ellos, a la vez que nosotros también envejecemos y nos enfrentamos al crecimiento y educación de nuestros hijos.


Entrevista a la directora

P: ¿Cómo surge la historia de Siempre hay tiempo?

R: Toda mi familia materna es cántabra y siempre pensamos mi coguionista (Encarni Iglesias) y yo, en contar la historia de recuperación entre un abuelo, Héctor, y un nieto, Bruno, y ¿qué mejor que separarlos espacialmente? Uno viviría en el norte y el otro en una ciudad andaluza. Más tarde, el conflicto entre padre e hijo también creció, y el motor de arranque consistió en que nuestro protagonista sería expropiado en su pequeño pueblo. Así las cosas, Héctor ha de desenvolverse en la ciudad de su único hijo y acaba descubriendo que su vida en el pueblo estaba en una vía muerta. Conocerá a Clara y sin darse cuenta, llega a enamorarse.


P: ¿Por qué elegiste al actor Txema Blasco para encarnar a Héctor?

R: En primer lugar, su físico correspondía plenamente a la idea que yo tenía del personaje. Héctor es un hombre atlético por el trabajo en el campo y por ser un paseante nato, que disfruta de la naturaleza de su entorno. Por otro lado, la trayectoria artística de Txema, le capacitaba sobradamente para protagonizar nuestra película. Trabajar con él ha sido un gustazo, porque siempre estaba dispuesto. Es un hombre que tiene mucha energía y es muy trabajador, siempre con el texto aprendido y capaz de impregnarlo de los matices de su personaje. Nos entendimos muy bien y nos reíamos cuando yo le decía: "tu personaje es un poco seta". Entonces él me contestaba "ya, bien… soy un ganoravaco" y yo trataba de memorizar esa palabra. Ahora compruebo que jugamos tanto con la palabra, que la he retenido.

Otra de las anécdotas con Txema, fue que en varias ocasiones tuvimos efecto lluvia y a él no le importaba nada mojarse. Es más, al día siguiente aparecía por el rodaje diciendo: "me sienta bien esto de mojarme, porque he dormido mejor". Este actor consigue despertarnos la ternura que provocan las personas mayores cuando tienen problemas o se enfrentan a su familia.


P: ¿Cómo son los personajes de Siempre hay tiempo?

R: Edu Bulnes (Bruno en la película) es nuestra revelación. Lo conocimos porque hizo un cortometraje con unos colegas y al hacerle la prueba, decidimos que subiríamos un poco la edad de su personaje, pues contar con él era primordial. La relación entre abuelo y adolescente tiene muchas fases y el hecho de que Bruno aún tenga algunos comportamientos de niño crea una complicidad especial entre ambos.

El hijo de Héctor, Pedro, está interpretado por Sergi Calleja, que ha sabido mezclar lo vulnerable que se siente con su padre y la fuerza de su rencor hacia él, para enfrentarse con virulencia a la figura paterna.

En el caso de Montserrat Carulla, antes de ver trabajos audiovisuales, su foto nos transmitió la vitalidad y alegría que queríamos para Clara. Ha sido una gran experiencia trabajar con ella, porque tiene una gran bis cómica, que impregna la relación de amor entre ambos.

Con Maite Sandoval, la nuera de Héctor, había coincidido en otras producciones y tenía muy claro que podía representar la soltura de una mujer del sur actual, que media en la familia, pero que padece los inconvenientes de una imprevista convivencia con su suegro y los fantasmas del pasado, que dicha presencia desata en su marido.