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  Men in Black 3  Dirigida por Barry Sonnenfeld
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Una película de Barry Sonnenfeld. Protagonizada por Will Smith, Tommy Lee Jones, Josh Brolin, Jermaine Clement, Michael Stuhlbarg y Emma Thompson. Dirigida por Barry Sonnenfeld. Producida por Walter F. Parkes y Laurie MacDonald. Escrita por Ethan Cohen. Basada en el Malibu Comic de Lowell Cunningham. Los productores ejecutivos son Steven Spielberg y G. Mac Brown. El director de fotografía es Bill Pope, ASC. El director de producción es Bo Welch. El editor es Bob Zimmerman, A. C. E. La música es de Danny Elfman. El diseño de vestuario es de Mary Vogt. Los efectos de maquillaje alienígena son de Rick Baker. Los supervisores de efectos visuales son Ken Ralston y Jay Redd. Los efectos visuales especiales son de Sony Pictures Imageworks Inc. Incluye el nuevo sencillo "Back in Time", interpretado por Pitbull.


Acerca de la película
"Las películas de Men in Black tratan sobre la relación entre J y K", dice Will Smith, quien vuelve a uno de sus papeles favoritos y más emblemáticos, el Agente J en Men in Black 3, de Columbia Pictures. "Esta película lo subraya –trata sobre el origen y el poder de la relación entre J y K. De hecho es una idea que hemos tenido desde hace años – se nos ocurrió antes de la segunda película - pero que ha tenido que madurar con el tiempo. Teníamos que elevar la historia y la única manera de lograrlo era profundizando más y más en los personajes y en las revelaciones que la película desvelaría".

"La relación entre J y K ha sido a la vez polémica y afectuosa a lo largo de las películas", dice Tommy Lee Jones, quien nuevamente viste el traje y luce las gafas oscuras características del agente K.

Diez años han transcurrido desde que los Hombres de Negro fueron vistos por última vez protegiendo a la Tierra de la escoria del universo y, desde entonces, se ha producido una especulación continua sobre la existencia de una tercera entrega. "Llegamos a un punto en el que todos sentimos que teníamos una historia nueva y convincente que llevaría a la gente a un lugar desconocido en esta franquicia", asegura Smith.

Por su parte, Will Smith se sintió emocionado por enfundarse nuevamente el traje negro y llevar gafas oscuras. El agente J es uno de sus personajes preferidos y, tras su tan esperado regreso, no hubo nada mejor que ponerse el traje. "No se puede superar el traje negro", dice el actor. "Es un icono poderoso. Te pones el traje y las gafas y te lanzan al espacio mental de Los hombres de negro. Es como una fantasía de la infancia –sabes cosas que los demás no saben y tienes el trabajo más importante del mundo. El niño de siete años que llevo dentro se desata cuando me pongo el traje negro".

Tommy Lee Jones también se sintió entusiasmado al interpretar nuevamente al gruñón Agente K. Asegura que: "siempre que trabajas con Will Smith sabes que será un día feliz y Will y Barry juntos hacen que sea aún más feliz. Son personas maravillosas y es estupendo trabajar con ellos".

La historia de Men in Black 3 lleva a los realizadores a los orígenes de los personajes, regresando a aquellos momentos claves de su relación, para centrarse en los elementos esenciales que les han mantenido un tanto distanciados estos últimos 15 años – y buscan la forma de resolver el conflicto. La respuesta era que el Agente J regresara en el tiempo.

Quisimos que la película fuera tanto familiar como diferente", dice Barry Sonnenfeld, director de los tres filmes de Men in black. "Lo familiar son los personajes, la premisa de los Hombres de negro y quiénes son ellos. Quisimos reunir nuevamente a Will Smith y a Tommy Lee Jones. Pero también queríamos algo nuevo e imaginativo, y eso lo aportó el elemento del viaje en el tiempo".

"Al principio de la película, J y K siguen siendo compañeros –pero no han conocido mucho el uno acerca del otro en todo el tiempo que llevan juntos", dice el productor Walter F. Parkes. "De hecho, al principio de la historia, el personaje de Zed acaba de morir y K dirige un discurso en su funeral sin ofrecer información alguna sobre él a pesar que Zed fue supuestamente su mejor amigo por 45 años. Esto hace reflexionar a K, quien después de tantos años se pregunta ¿qué tanto conozco sobre el tío sentado junto mí? Ese es el fundamento de nuestra historia, el cual coincide con la huida de un alienígena, Boris el Animal, a quién K había encerrado 40 años antes, en 1969 – y que ha vuelto para saldar cuentas con K".

Menuda forma de saldar cuentas: Boris regresa en el tiempo a 1969 y asesina a K. Nadie en 2012 tiene recuerdos de que K no fuera asesinado hace 40 años – nadie excepto J, quién se pregunta qué le ocurrió a su compañero. Para salvar a K, J sigue a Boris de vuelta al pasado- y mientras tanto, ve la oportunidad de aprender más acerca de su compañero. "J ve el rescate de K como una gran oportunidad para conocer secretos sobre él –cree que descubrirá por qué K es tan gruñón y reservado", dice Sonnenfeld. "Pero resulta que el joven agente K es abierto, amistoso y curioso".

En 1969 el agente K es interpretado por Josh Brolin, quien hace una astuta e inteligente interpretación como el joven K, canalizando las peculiaridades y caracterizaciones de Jones a la vez que se apropia del personaje.

"Rodamos las escenas de manera secuencial –tuvimos a Tommy interpretando a K en el primer acto, luego vino Josh a interpretar a K para el segundo acto y después, en la última semana de rodaje, trajimos de vuelta a Tommy", dice Sonnenfeld. "Lo impresionante fue que pensé que dirigía a un solo actor; las actuaciones fueron tan coherentes que me resultó difícil distinguir hasta dónde llegaba Tommy Lee y dónde comenzaba Josh Brolin. Para mí no fue Tommy interpretando a K o Josh interpretando a K. Era simplemente K".

"He visto el primer filme 45 o 50 veces –no exagero", dice Brolin. "Soy un gran admirador de la química entre Tommy y Will. La voz de Tommy tiene una cadencia que es muy propia de Hombres de negro -es muy distinta a su voz en la vida real. Sencillamente la escuché y la escuché y la escuché hasta que empecé a soñar con ella. No sé si acerté, pero mis amigos me dicen que sonaba como él. Cuando salía a cenar me decían, 'Estás ordenando como Tommy'".

Por supuesto, aún cuando la película explora las relaciones entre los personajes, no es un drama intenso. Es Hombres de negro, y eso significó mostrar alienígenas psicodélicos al estilo Rick Baker, aparatos chulos y grandes risas. A todo eso se suma un tono irresistible que no es como el de cualquier otro filme. Sonnenfeld dice que la clave para el tono –la única manera de hacer que la película sea realmente divertida- es que todos interpreten con seriedad, como si fuera real. "Quiero que las situaciones sean graciosas, pero que las actuaciones sean reales, así que no quiero que los actores intenten ser graciosos", explica. "No quiero que el compositor piense en 'comedia' porque entonces la música será de comedia. Ni siquiera que el director de fotografía o el laboratorio que revele la película piensen que es una comedia porque cuando quieras darte cuenta tendrá demasiada luz. Si puedo rodear lo absurdo de la situación con algo real, será una gran comedia".

El equipo tras las cámaras incluye al siete veces ganador del Oscar® (uno de los cuales lo recibió por su trabajo en Men in Black) Rick Baker en el diseño de los alienígenas; el cinco veces ganador del Oscar® Ken Ralston, y Jay Redd supervisando los efectos visuales; el director de fotografía Bill Pope, quien fotografió las películas Matrix y Spider-Man™ 2 y 3, el director de producción Bo Welch, quien no sólo crea el futurístico mundo de los Hombres de negro en 2012, sino también el mundo futurístico de 1969; el editor Don Zimmerman; la música es de Danny Elfman, compositor de la película, y la diseñadora de vestuario es Mary Vogt, quién también vistió a Smith y Jones en sus icónicos trajes negros en la primera y la segunda entrega.

Según Parkes, fue idea de Baker añadir un poco de diversión a sus diseños alienígenas. "Llegó un día diciendo, 'Qué tal si los alienígenas de 1969 fueran alienígenas retro-futuristas de los años 1960 que reflejen nuestra memoria colectiva sobre esos años y una aproximación más inocente a la ciencia-ficción?' Fue sencillamente una idea encantadora, y todos apostamos por ella".

"Los alienígenas captan una textura, un maravilloso sentido del humor y una inteligente imaginación que se presta a este mundo", dice Smith.

Las exigencias del filme requirieron una estrecha coordinación entre Baker y Ralston –cada uno es una leyenda en sus respectivos campos de maquillaje y efectos visuales y se conocen desde su adolescencia. "Me emocionó trabajar con Ken", dice Baker. "Pensé 'Ahora podemos hacer un bello matrimonio de nuestras técnicas"'. Al conocerse el uno al otro tan bien, Baker y Ralston pudieron decidir si el maquillaje, los animatronics o la generación por ordenador brindaban la mejor solución para cada reto en cada caso particular.

Y el que lo coloca todo en elconjunto es el director Barry Sonnenfeld. Asegura Josh Brolin que: "No existiría Men in Black sin Barry. Él aporta un estilo y una energía que hacen de esta franquicia lo que es. No se puede pedir una apuesta más perfecta para dirigir estas películas. Lo ves dirigiendo una escena y está realmente inmerso en ella, visceralmente inmerso".

"Barry tiene un muy, muy buen sentido visual –creo que porque solía ser Director de Producción", dice Rick Baker. "Pero tal vez su mayor habilidad como director es estar abierto a las ideas de aquellos que lo rodean. Contrata a gente en quien cree y sabe que son buenos y talentosos- y genuinamente quiere saber sus opiniones sobre el trabajo que están realizando".


El Sr. Smith y el Sr. Jones conocen al Sr. Brolin
Cuando el agente J retrocede en el tiempo a 1969, casi inmediatamente entra en contacto con el hombre que se convertiría en su compañero 25 o 30 años más tarde –el agente K. Los cineastas se dirigieron a Josh Brolin para sobre la interpretación de Jones como el agente K construir el personaje en su juventud.

"Los productores suelen decir, 'Bueno, si no hubiéramos conseguido a este actor en particular, jamás hubiéramos podido asignar este papel' –pero esto nunca fue más cierto que con Josh interpretando esta papel", dice el Productor Walter F. Parkes. "puedes conseguir una foto de Tommy Lee Jones como defensa en el equipo de fútbol americano de Harvard y compararlo con una foto de Josh Brolin en Mi nombre es Harvey Milk, con un corte de cabello al estilo de los 1970. Es impresionante –son la viva imagen el uno del otro. Pero no es sólo su aspecto. Tenía que mostrarnos a Tommy, pero sin llegar a imitarle –debía interpretarle. Pienso que su actuación es una de las gozadas de esta película".

"Will y Tommy son un dúo icónico", dice Brolin. "No funcionaría si un tercer actor se sumara como sujeta velas. Pero cuando me explicaron el argumento de la película y mi papel –que J regresa en el tiempo a 1969 y yo interpretaría al joven K- pues, me apunté. Me apunté sin tan siquiera pensarlo porque es un personaje que quiero interpretar".

"Ser parte de esta película es una pasada para mí", continúa Brolin. "Cuando ves una gran película, como Men in Black, estás entre el público pensando, 'Hala, quisiera ser uno de esos tíos'. Quieres ser así de chulo, tener esa química con alguien. Y que luego te lo pidan –es como sacarse la lotería. Cuando me puse el traje, fue la sensación más surrealista del mundo –me sentí como Superman".

Al preparar su personaje, Brolin dice que se apoyó en una cuidada mezcla de recursos de actor. "Comencé con una caricatura y a partir de allí fui perfilando", explica Brolin. "Pero realmente creamos algo propio. No era tanto el '¿Cómo hago de Tommy?' como el encontrar una interpretación de Tommy y hacerla nuestra".

"Hay una cierta compenetración y unas réplicas que se desarrollan entre actores, y eso se convierte en tu pulso, tu ritmo, tu manera de crear", dice Smith. "Josh estudió tan bien a Tommy que no hubo ni un solo compás fuera de tiempo cuando Josh entraba. La química era casi idéntica, lo cual es muy difícil de lograr".


Instinto animal
Para asignar el papel del malo –y Boris el animal es un tío muy malo- los cineastas tomaron impulso y seleccionaron a Jermaine Clement, más conocido por su papel como parte del dúo de HBO en Los Conchord. Walter F. Parkes, quien ya había trabajado con Clement en la comedia La cena, dice que Clement cuenta con el físico imponente y los matices que el papel requiere. "Lo que más me sorprende sobre su actuación en esta película es que es temible, erudito, malvado, gracioso, encantador –todo unido en una sola interpretación como Boris", dice Sonnenfeld.

¿Cómo lo hizo? Bueno, Sonnenfeld dice que hay evidencia de que Clement no es de este planeta. "Jermaine debe ser un alienígena, porque nadie es capaz de soportar las cuatro horas de maquillaje como él cada mañana y aún así conservar un humor tan encantador como el suyo", dice el director.

¿Cómo fue interpretar a Boris el animal? "Es simplemente Boris", dice Clement, canalizando su personaje. "Realmente le agrada que le llamen 'El animal'".

Para interpretar el papel, Clement adopta un inglés rebuscado (inspirado en cintas de audio de enseñanza de inglés) y una risa que toma protagonismo. "Su risa está descrita en el guión como un sonido horrible y gutural, así que intenté hacerla como la describen", dice. "Uno de los primeros humanos que encuentra a su paso al llegar a la Tierra se ríe de él. Es un sonido que no había escuchado antes –los bogloditas no ríen, supongo- así que para encajar entre los humanos la adopta, aunque no precisamente bien".

En un momento del filme, el Boris de 2012 se topa con el Boris de 1969. "Es complicado", dice Clement. "Puede ser bastante difícil recordar una serie de frases. Al desdoblarme, no sólo es necesario recordar ambos guiones, sino que además la escena tiene un ritmo bastante acelerado –la segunda vez tuve que decir mi frase antes que mi propia grabación dijera la siguiente. Tuve que reaccionar a mí mismo todo el tiempo".

Michael Stuhlbarg también tiene su momento de gloria interpretando a Griffin, un alienígena nervioso con una debilidad por los perdedores de la historia humana. Es un tipo que ve el lado positivo, el negativo y el neutro de cada situación ya que vive en un reino de múltiples realidades posibles tratando de averiguar cuál de todas las posibilidades está experimentando en ese momento. "Desaparece, más o menos como el Conejo Blanco, con J y K tras su pista", dice Stuhlbarg. "Es a través de lo que Griffin les dice que ellos saben dónde encontrarle luego. Así que siempre está un paso adelante, lo cual es maravilloso de interpretar".

Griffin habla rápido –tanto que J y K no puedan captarlo todo. "Barry fue muy específico sobre lo que deseaba", explica Stuhlbarg. "Griffin es curioso y ansioso por la situación en la que se encuentra. Habla tan rápido como puede porque está atravesando una cantidad de realidades distintas, y siempre trata de recordar cómo transcurrió todo para que no vuelva a ocurrir".

Emma Thompson completa el reparto como O, la nueva cabeza al mando de los Hombres de negro, sustituyendo al recientemente desaparecido Zed. "Casi el único aspecto del liderazgo de Zed que ha heredado es su irritabilidad".

"Pienso que es impresionante que una mujer pueda ser la cabeza de esta impresionante organización, aunque pone en duda el nombre de dicha organización", confiesa la actriz. Aún así, admite que: "No creo que 'Gente de negro' funcione igual de bien".

Thompson dice que conseguir el tono adecuado para su interpretación fue muy exigente y complicado. "Debe ser absolutamente seria pero también muy graciosa; o a veces muy emocional y luego tenía que cambiar de inmediato", apunta. "Afortunadamente toda mi formación ha sido en la comedia así que fue muy divertido para mí aún cuando, técnicamente, fuera muy exigente".

El elenco también está aderezado con impresionantes actuaciones estelares, que incluyen a Bill Hader, quien aparece en una memorable escena como Andy Warhol cuando J y K destruyen La Fábrica en 1969. Él recuerda "Estábamos rodando una escena, Barry dijo '¡Corte!' Y no pude evitarlo –me volteé hacia Will Smith y le dije, '¡Tío, estoy en una película de Hombres de negro!'" dice, riendo. "Will dijo, '¡Lo sé!'".

Alice Eve también se une al elenco como la joven O, quien en 1969 es una joven colega de los Hombres de negro, pero destinada a un papel mayor. Además, la que fuera integrante de Pussycat Dolls Nicole Scherzinger abre la película de manera extravagante al traerle un regalo especial a Boris en prisión.


Acerca de la producción
El cuatro veces nominado al Oscar® Bo Welch, director de producción de las entregas previas de Men in Black, regresa también para la tercera. "El filme está ambientado en Nueva York, la cual siempre se ha considerado como el centro del universo tal como lo conocemos", dice guiñando el ojo. "La ironía es que Nueva York resulta ser el centro de un universo más grande donde los alienígenas vienen y van, migrando a través de varias galaxias".

¿Y por qué no? Nueva York tiene un ambiente que permitiría a los alienígenas sentirse como en casa.", dice Sonnenfeld. "Hasta el día de hoy, cuando camino por Times Square y veo a algunas personas, pienso 'Mmmm… No es humano. Es un alienígena".

Los filmes de los Hombres de negro son siempre un reto para el diseño de producción, estirando los límites de la realidad y al mismo tiempo permaneciendo en el reino de lo posible, pero Welch tuvo un reto adicional esta vez ya que tendría que diseñar dos mundos –uno en 2012 y el otro en 1969.

Como lo que se da por hecho es que los Hombres de negro han permanecido en el mismo espacio por 40 años –y ese espacio se ha ido actualizado con los tiempos - Welch creó el plató del cuartel general de Los hombres de negro para las escenas del primer acto y, luego, durante la interrupción por vacaciones de la película, rediseñó el plató para 1969. "Cambiamos cada centímetro cuadrado", dice.

En su primer día de vuelta al rodaje, los actores se encontraron con una agradable sorpresa. "Entré al cuartel general de 1969 y fue algo mágico", dice Smith. "Bo ha sido capaz de crear y recrear el aspecto por excelencia de Men in Black –estoy encantado de estar en su equipo".

Entre las adiciones al cuartel general de 1969 están un par de enormes habitaciones que contienen unos 4.000 m2 de ordenadores Univac y el neuralizador de los Hombres de negro.

Para mantener el tono acorde con el resto del filme, Welch dice que nunca fue a por las risas fáciles. "No estoy diseñando las cosas para que sean graciosas. Simplemente resultan serlo", dice. "Traté de trasladarme a 1969 y me pregunté '¿Cómo sería en realidad? Si te quedas muy adelante, no has aprovechado la alegría y diversión de viajar en el tiempo. Aprendo del propio material y, en este caso, el año 1969 te brinda una vasta e inmensa fuente de inspiración para generar la utilería, los platós, las armas, los vehículos".

Una de las principales piezas del plató para las cuales Welch requirió una estrecha interacción con el supervisor de efectos especiales Ken Ralston fue el lanzamiento del Apollo 11 a la luna el 16 de julio de 1969. "Veo muchos filmes en los que las explosiones y los efectos se sienten muy digitales, como en un videojuego", dice Sonnenfeld. "Para mí los mejores efectos son aquellos en los que ni siquiera te das cuenta que son efectos. Para eso es muy bueno Ken -sus efectos se centran en la realidad. El observa la manera en que dirijo las escenas y trabaja con Bill Pope, el director de fotografía y Bo, y todos trabajamos juntos como equipo con un punto de vista singular y unificado".

Welch y el jefe de utilería Doug Harlocker también investigaron sobre La Fábrica de Andy Warhol. "Algo que Bo descubrió fue que Andy colocaba papel de aluminio en su casa, así que también lo hicimos", comenta Harlocker. El jefe de utilería también creó piezas que reflejaban la estética pop-art de ese período. "Tenían interesantes bufetes que eran más artísticos que culinarios, así que esculpimos un gran cerdo y lo colocamos sobre una cama de manzanas, como si estuviera sangrando fruta", asegura.

Recrear Nueva York en 1969 también exigió de la pericia de Welch y Ralston. "Nueva York ha cambiado muchísimo en los últimos 40 años", dice Welch. "Escogimos nuestros exteriores cuidadosamente, y luego los aumentamos con ambientación y señales".

Los cineastas también fueron responsables de la reconstrucción del Shea Stadium presentándolo en sus días de gloria en 1969 y Harlocker fue el encargado de ayudar a dar al estadio su autenticidad: "Banderillas o botones del Shea Stadium, cajas de petardos de la época, los vasos de cartón específicos en que se servía la cerveza- todo eso tuvimos que generarlo o conseguirlo a través de coleccionistas".


Acerca de los alienígenas
Los ingeniosos (y también ganadores de Oscar®) alienígenas de Rick Baker son una parte vital de Men in Black, así que no es de extrañar que el legendario artista regrese para Men in Black 3. Para Baker es especialmente satisfactorio trabajar en los filmes de Men in Black porque inevitablemente le exigen diseñar de muchas maneras distintas: "Algunos filmes son estrictamente maquillaje –por ejemplo, para la edad. Otros requieren cabezas o cuerpos falsos. En otros hacemos personajes en animatronic y marionetas. Las películas de Men in Black incluyen todas esas cosas. Acabamos haciendo unos cien alienígenas para esta película y se podría haber escrito una historia entera acerca de cada uno de ellos".

Sonnenfeld dice que la sensibilidad de Barker se amalgama perfectamente con el tono "directo y realista" que tiene el resto de la película. "No queremos diseñar alienígenas locos y extraños", dice". Si son graciosos, queremos que sea producto de un cierto humor en la observación, de su actitud o de los propios espectadores pesando, 'Oh, que interesante'".

El director de producción Bo Welch dice que antes de terminar sus decorados mira las creaciones de Baker para asegurarse que todo está armonizado. "Él diseña alienígenas fabulosos y yo diseño un ambiente que los resalta", dice. "Usamos una paleta muy rigurosamente controlada, para que las texturas, formas y colores de los alienígenas puedan respirar y ser vistos y disfrutados en toda su gloria y esplendor".

Para la secuencia de 1969 Baker sugirió la idea de que los alienígenas fueran "retro" –inspirados en los alienígenas vistos en la ciencia-ficción de los 60. "El reto en la primera Men in Black , que sigue siendo el mismo, es hacer que los alienígenas se vean como ningún otro visto antes", dice Baker. Esta vez, Baker le ofreció una solución única a los cineastas: "Hagamos alienígenas parecidos a los que ya hemos visto antes, sólo que una versión mejor. Imaginemos que los tíos que hicieron las películas de alienígenas allá en los 50 y 60 realmente vieron alienígenas y basaron sus diseños en eso. Realmente les gustó la idea. Ahí fue donde realmente me divertí con esta película- haciendo mi versión de los alienígenas clásicos de ciencia-ficción".

¿Cómo diseña uno un alienígena "retro"? "Mucho cerebro y venas, cosas así", dice. "Tuvimos uno basado en un pez, definitivamente de un mundo acuático. Hago un cameo en el filme, haciendo del alienígena con el cerebro expuesto. En comparación, nuestros alienígenas del 2012 son mucho más estilizados y pulidos".

Por supuesto, Baker diseñó el alienígena principal: el villano, Boris el Animal, interpretado por Jermaine Clement. Baker diseñó un disfraz de motorista malote, completado con gafas que parecen estar profundamente incrustadas en las cavidades oculares de Boris. "Tuve la oportunidad de transformar a Jermaine en algo que realmente no es", dice Baker. "Él es en realidad un hombre muy gentil pero, en el disfraz, es mucho más amenazador –y, según me han dicho las mujeres en el plató, sexy".

"Cuando recién llegué, Rick Baker me sentó y me dijo, '¿Eres claustrofóbico?'" Clement recuerda entre risas. "Me hizo todas estas preguntas –no estoy seguro si pretendía asustarme, pero si me asusté un poco. También mencionó que muchas de las personas que hacen personajes con efectos de maquillaje lo hacen sólo una vez en sus carreras". Y por una buena razón: en su primer día en plató, Clement se pasó ocho horas en maquillaje (un total que se pudo reducir a tres o cuatro horas una vez cogieron el ritmo).

Claro que no es todo alienígenas y monstruos. El artista de maquillaje Christian Tinsley fue encomendado con la tarea de hacer que Josh Brolin se pareciera más a Tommy Lee Jones: al actor se le colocó un molde de la nariz de Tommy Lee Jones que fue hallada en los archivos del estudio de hace 20 años.

Adicionalmente, Baker transformó a Bill Hader en Andy Warhol. "Realmente disfruté el par de días que pasé con Bill haciendo su maquillaje, porque nos gustan el mismo tipo de películas. Nos divertimos mucho hablando mientras realizábamos el maquillaje", dice Baker. "Y resultó ser admirador de mi trabajo, así que sabía qué esperar –fue bueno en la silla".

Al final, parece que cuando Baker está trabajando en los filmes de Men in Black, es como un niño ideando una gran broma que piensa gastarle a alguien. "Emma Thompson me dijo que una de las cosas que le gustaban de las primeras entregas de Men in Black es que los alienígenas no estaban siempre en tus narices, pero estaban ahí. Sabes, puede que un alienígena aparezca sólo en unos pocos cuadros frente a alguien en el cuartel de los Hombres de Negro, pero es divertido hacerlo. Creo que es guay poner alienígenas que la gente no notará sino hasta la cuarta o quinta vez que aparecen. Por ejemplo, en esta película, en la secuencia de Coney Island, hay un alienígena loco en el fondo jugando pinball. Tienes que buscarlo".


Los vehículos y la armas
"Los coches de Men in Black siempre han sido chulos", dice Sonnenfeld, sugiriendo que debían conseguir un coche apto para los Hombres de negro de 1969. Su respuesta: el Ford Galaxy. "No sólo tiene el aspecto iconoclasta, sino que además cualquier cosa llamada Galaxy parece pertenecer a nuestra película", explica Sonnenfeld.

Welch dice que el coche destaca por su belleza sobredimensionada. "Nos quedamos con la versión de dos puertas, la cual me parece más guapa que la de cuatro. Tiene una gran cola –todo en ese coche evoca el viaje en el tiempo para mí".

Claro que ese no es el único medio de transporte de J y K en la Nueva York de 1969: También tienen monociclos, vehículos de una sola rueda con un asiento central giroscópico.

El monociclo es la única manera de mantenerse a la par de Boris, quien tiene su propio vehículo amenazador. "Queríamos una moto que combinara con la cultura motorista de 1969 y que a la vez se acoplara al diseño de Boris, que debía incorporar piezas orgánicas e inorgánicas en hermosa armonía", dice Welch.

La moto de 2,9 metros pesaba 362 kilogramos y alcanzaba 118 km. "Es mitad criatura, mitad motor de avión", dice Harlocker. "Es una amalgama de todo tipo de tecnologías".

Otro elemento integral del universo de los Hombres de negro son los miles de artefactos y armas usadas por los agentes –sólo ahora es cuando podemos ver algunas de las primeras versiones y prototipos de las escenas de 1969.

Por ejemplo, el neuralizador que borra los recuerdos es, para el 2012, elegante. En contraste, en 1969, el neuralizador ocupa una habitación entera del cuartel general. "En 1969 tiene la misma forma, pero cien veces más grande y alimentado por válvulas de vacío", dice Welch. "Como siempre, nuestra tecnología se volvió más pequeña y más limpia para el 2012. Allá en 1969 era aún grande y torpe –y aún así hermosa".

"La inspiración vino de las resonancias magnéticas", dice Welch. "Te meten en la máquina por un lado y sales por el otro. Es ruidoso y violento y horriblemente peligroso porque es una nueva tecnología que aún no ha sido perfeccionada".

El equipo de Harlocker construyó una nave que pesó 2721 kg., midió 5,49 m de largo y 4,27 m de alto, en el cual sólo se podía neuralizar una persona a la vez. "Una de las cosas que intentamos con las escenas de 1969 es que las cosas fueran grandes e imprácticas. Eso me parece gracioso", dice.

Tal vez las armas más letales de la película pertenezcan a Boris. Clement explica: "dentro de las manos de Boris vive su secuaz, al que llamamos su 'comadreja'. Es una espantosa y viciosa criatura que dispara afiladas y mortales plumas como de puercoespín, generalmente a la frente de las personas". La comadreja fue una colaboración entre Ralston y Baker, y las espinas se realizaron a partir del diseño de Baker y el equipo de Harlocker las construyó. Fabricaron, pintaron y añadieron pelo a 125 plumas basadas en el diseño de Baker.


Acerca del vestuario
No serían los Hombres de negro sin sus icónicos trajes, así que para vestirles contaron con la diseñadora de vestuario Mary Vogt.

Uno podría pensar que un traje negro es sólo un traje negro, pero el vestuario no es moda: cada uno de los actores necesitó cierta cantidad de trajes, cada uno diseñado para una tarea específica. "Will y Josh tienen cerca de 25 trajes cada uno", dice Vogt. "Hacen cosas distintas –hay trajes para arneses, para acrobacias, para tomas heroicas".

Si 25 trajes para cada actor parece mucho, tomad nota del número de cabezas de Boris. "Tiene un atuendo diferente para cada acrobacia", dice Vogt. Recordando los días de los Easy Riders, dice Vogt, "le dimos una chaqueta clara con flecos, pañuelo y gafas –queríamos que los espectadores fueran capaces de distinguir entre el Boris de 1969 y el de 2012", explica la diseñadora.

Por supuesto, también recayó en la diseñadora de vestuario la tarea de vestir a las mujeres en el filme. Vogt había planeado originalmente vestir al personaje de Emma Thompson, O, en traje pantalón pero, después de ver las impresionantes piernas de la actriz, acabó por vestirla con un traje de falda.

De igual manera, cuando llegó Nicole Scherzinger para interpretar a la amante de Boris, la idea de darle el aspecto de bibliotecaria sexy se descartó a favor de la sensualidad directa. "Es Nicole Scherzinger. Se ve fantástica en un minúsculo, ajustado y sexy vestido negro con botas. Es obvio. Se la ve espectacular con su peinado estilo Bettie Paige, y puede caminar con tacones de 13 cm como si fueran zapatillas de andar por casa".


Acerca de los efectos especiales
La leyenda de efectos visuales en Sony Pictures Imageworks, Ken Ralston, ganador de cinco Oscars® por su trabajo, asume el papel de director de efectos visuales con Jay Redd, cuya experiencia previa incluye la supervisión de efectos visuales en la película de animación generada por ordenador Monster House, de Imageworks.

Ralston explica que aunque varias secuencias del filme representaron emocionantes retos de efectos visuales –desde la construcción de una prisión en la luna hasta recrear el lanzamiento del Apollo 11- el mayor reto fue conseguir una apariencia que encajara con el film dirigido por Sonnenfeld. "Barry tiene un estilo muy particular", dice Ralston. "Es muy gráfico, muy propio de sus películas. Nuestro diseños debían ser estilizados, debían existir dentro de su mundo pero, al mismo tiempo, debían ser creíbles –aun cuando algo increíble estuviera sucediendo".

"La sensibilidad de Barry y su caprichosa aproximación al material nos permitió jugar un poco más con lo que se esperaría fuera real", dice Redd.

Un buen ejemplo es el salto en el tiempo. Para regresar a 1969, el agente J salta desde el piso 61 del Edificio Chrysler (no intenten esto en casa niños –el agente J es un profesional.) "Ken y yo estuvimos de pie en lo alto del edificio para tomar fotos de referencia", dice Redd. Al mirar desde la planta 61 hasta la calle, empezaron a preguntarse, ¿Cuánto tardaría el agente J en caer en la vida real? Resulta que son sólo unos segundos. Para alargar la caída del agente J a una secuencia de dos minutos, Ralston no sólo tendría que jugar con la física sino también transmitir la idea de que J está viajando en el tiempo. "Es un gran reto mostrar a los espectadores cómo se ve el viaje en el tiempo", dice Redd. "Los dinosaurios de seguro significan prehistoria, pero ¿cómo mostrar la Gran Depresión en la segunda Guerra Mundial? Buscamos íconos, y empezamos a planear en qué punto de la caída, en qué punto sobre el edificio deberíamos ubicarnos para cada sección. Creo que nuestro edificio es de alrededor de 800 plantas, pero nadie se dará cuenta –es nuestra labor como artistas y cineastas crear la ilusión de que lo que sucede podría realmente ocurrir en la vida real".

Ralston fue una de la primeras personas en unirse a Sonnenfeld para trabajar en la película, y acabó colaborando estrechamente con cada uno de los jefes y directores de los departamentos, desde producción hasta vestuario hasta los efectos mecánicos, para ayudar a cada uno a beneficiarse de los efectos visuales cuando fuese necesario. Por ejemplo, el director de producción Bo Welch diseñó los monociclos que J y K emplearon para perseguir a Boris a través de Queens en 1969 –luego pasaron el testigo a los artistas de generación por ordenador del equipo de Ralston y Redd, quienes crearon los monociclos en el ordenador –algunas secuencias fueron completamente generadas por ordenador- y recrearon Nueva York en los 60 como telón de fondo para la elaborada secuencia de la persecución.

Pero quizá ninguna colaboración fue más estrecha que la de Baker con el equipo de efectos de maquillaje. "Rick y yo nos conocimos cuando teníamos 17 años, haciendo anuncios –lo conozco desde siempre, pero nunca habíamos trabajado juntos", dice Ralston. "Fue muy divertido estar cerca de él y trabajar juntos".

La colaboración varió desde lo más sencillo hasta lo más extenso. "Nunca sabes cuál de los alienígenas tomará Barry para un primer plano", dice Ralston. "Podríamos tomar algunos de los alienígenas y añadir pequeños detalles –algo de animación adicional alrededor de los ojos, algunos guiños, movimientos de antenas, un miembro extra". Pero Baker y Ralstón también trabajaron juntos para crear a Boris el Animal. "Rick diseñó una idea muy guay, donde la cabeza y muchos de los rasgos faciales parecen dedos cerrados o garras", Ralston explica. "Cuando se le va la olla o se enfada mucho, todos esos dedos se abren y puedes ver todas esas cosas extrañas dentro de su cabeza. Rick creó la criatura, y hablamos todo el rato sobre qué podríamos hacer con él, porque llegaría un punto en el que tomaríamos el control y amplificaríamos su trabajo".

Los equipos de Ralston y Redd también crearon varios platós digitales, desde la prisión en la luna que (al final) no pudo retener a Boris, hasta el estadio Shea en 1969 (el cual al final tampoco pudo contener a los Mets –el estadio fue demolido en 2009 cuando el equipo se mudó a Citi Field): "La fuga de la prisión es una muy buena manera de empezar el filme", dice Ralston.

El plató digital más elaborado de la película aparece en el clímax, cuando J y el joven K persiguen no a uno, sino a dos Borises a través de la estructura que sostenía los cohetes que lanzarían la misión del Apollo 11 a la luna. El truco para esta secuencia fue hacer una fiel recreación digital de un evento icónico que todos han visto cientos de veces, a la vez que se creó todo lo que el director necesitaba para contar la historia. "La realidad es grandiosa pero, a veces, la realidad puede ser aburrida. Las películas de Men in Black van de la creación de una realidad amplificada, una realidad fantasiosa. Hemos empezado con la realidad, luego intentamos ir más allá pero aún manteniendo la sensación de estar en el mundo real", dice Redd. "Tuvimos que mantener la imagen icónica del lanzamiento del Apollo 11 pero, por motivos dramáticos o por el ritmo, puede que hayamos cambiado cosas –el número de plantas que hay en una torre, la cantidad de humo que hay en un momento dado, a qué distancia está la playa del cohete".

"Intentamos hacerte creer que hay dos agentes y dos Borises corriendo por ahí peleando entre sí", dice Ralston. "Todos tenemos el humo a nuestro alrededor, el vapor, las ventilaciones, los ángulos chulos del cohete. La iluminación debe tener cierta calidad. Todo está estilizado para que se sienta como parte de la película, pero también sentimos que ellos están realmente allí".

Redd añade que el modo en que el director –un exitoso director de fotografía por mérito propio antes de su transición a la dirección- ayudó a dar a la secuencia una sensación única con sabor a Men in Black . "El estilo de rodaje de Barry –objetivos amplios y mucha luz- añade un sentido de comedia a la vez que retiene la sensación de tensión y ritmo", dice Redd.