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  La pesca de salmón en Yemen  (Salmon Fishing in the Yemen)
  Dirigida por Lasse Hallström
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Dirigido por Lasse Hallström, nominado al Oscar© por Chocolat y escrito por Simon Beaufoy, también nominado al Oscar© por Slumdog Millionaire, este largometraje está basado en la aclamada novela de Paul Torday sobre un científico que busca hacer realidad el sueño de un jeque, importando el deporte de la pesca con mosca a Yemen.

LA PESCA DE SALMÓN EN YEMEN es una fábula moderna y romántica que cuenta la historia de un funcionario retraído llamado Doctor Alfred, o Fred Jones (Ewan McGregor), que trabaja como científico en el Ministerio de Agricultura y Pesca. Su rutina diaria y su matrimonio estancado sufren un giro inesperado al verse involucrado en el plan de un jeque yemení (Amr Waked) obsesionado por la pesca con mosca y que sueña con conseguir lo imposible: introducir salmones en los wadis* de Yemen.

Cuando el gobierno Británico, desesperado por un jugoso titular de prensa, se entera del plan del jeque, Patricia Maxwell (Kristin Scott Thomas), la temida portavoz del Primer Ministro, se pone manos a la obra —Se trata de una buena historia que ayudará a desviar la atención del público sobre la última metedura de pata del gobierno. El proyecto se lo adjudican a Fred, a quien la historia no le seduce en absoluto. Para una mente lógica y científica como la suya, la mera idea de introducir salmón en Yemen es una locura.

Sin embargo, el carismático jeque, con su visión mística, logra convencer a Fred quien acaba enamorándose de su representante Harriet Chetwode-Talbot (Emily Blunt), una inglesa joven, guapa y encantadora, que le acompaña en su viaje por Yemen. Fred se dispone a ayudar a Harriet con alguno de sus problemas personales y va dejando de lado su agudo cinismo. Con el apoyo de Harriet, Fred se entrega al excéntrico reto del jeque emprendiendo un viaje que le llevará al reencuentro de sí mismo y al redescubrimiento del amor.

Protagonizada por Ewan McGregor (El Escritor), Emily Blunt (El Diablo se viste de Prada) y Kristin Scott Thomas (Mi nombre es John Lennon), LA PESCA DE SALMÓN EN YEMEN basada en el exitoso best-seller de Paul Torday ha sido dirigida por Lasse Hallström (Chocolat, Las normas de las casa de sidra), producida por Paul Webster (Brighton Rock, Expiación), y adaptada a la gran pantalla por Simon Beaufoy (Slumdog Millionaire).

* Wadi es una palabra de origen árabe utilizado para denominar los cauces secos o estacionales de ríos que discurren por regiones cálidas y áridas o desérticas.


Cogiendo el anzuelo: Del libro al cine
El libro inspiró a un crítico a comentar: "si puedes visualizar The Office mezclado con Yes, Minister, tendrás una idea clara de lo divertida que es la película". El primer libro de Paul Torday, publicado en 2006, LA PESCA DE SALMÓN EN YEMEN, emocionó a los críticos por su inteligente mezcla de comedia, drama, romance y sátira política. Cuando el productor Paul Webster lo leyó, supo que podía trasladarlo a la gran pantalla.

"Nada más leer el libro, supe que podía convertirlo en película", dice Webster. "Disfruté del estrafalario inglés, su mezcla de romance, casi irreal y su ferviente sátira política. También me atrajo el descaro con el que está escrito".

La historia narra la aventura de Fred Jones (Ewan McGregor), un científico del Ministerio de Pesca, anclado en un matrimonio sin amor y muy "práctico". Su vida da un vuelco radical al poner en marcha un proyecto que estima descabellado: introducir la pesca de salmón en los áridos wadis del Yemen. El impulso detrás de este plan alocado proviene de un jeque yemení (Amr Waked), dueño de una propiedad deportiva en Escocia y convencido de que la introducción de su hobby en su país natal, ayudará a promover la paz y la espiritualidad en una parte del mundo, asolada por los conflictos.

Cuando la Relaciones Públicas del Primer Ministro Británico, Patricia Maxwell (Kristin Scott Thomas) conoce el plan del jeque, lo ve como una oportunidad ideal para explotar una historia positiva e interesante y sobre todo desviar la atención de la última metedura de pata del gobierno. Asigna a Fred, no sin presión, el encargo de llevar a cabo el sueño del jeque, ayudado por la joven y dinámica representante del mismo, Harriet (Emily Blunt). Mientras Fred se lanza a la aventura, va disminuyendo su intransigencia y acaba sucumbiendo al encanto contagioso del jeque, de su plan y de la atractiva y efervescente Harriet. Como sucede en muchas primeras novelas, hay ingredientes autobiográficos del autor en el personaje principal.

"En mi primera comida con Paul Torday, que vino desde Northumberland en tren, tuve la repentina sensación de estar delante del mismísimo Fred Jones. Era como si hubiese venido el mismísimo personaje", dice Webster. "Esta situación fue determinante. Paul aportó una visión muy personal y la enmarcó en una historia estrafalaria, muy british, que logró comunicar al mundo entero. Este tipo de cosas se nos da muy bien en este país".

A pesar del entusiasmo de Webster, llevar a cabo el proyecto fue todo un reto. La novela de Torday se compone exclusivamente de emails, notas y cartas. No hay intercambios en primera o tercera persona y mientras el libro es una pieza de una gran técnica, la adaptación supuso un esfuerzo titánico. Por ello, Webster puso el ojo en Simon Beaufoy, el guionista de The Full Monty, Slumdog Millionaire y 127 Horas.

"Elegir a Simon como guionista fue una elección brillante", dice Webster, "porque la historia, en cierta manera, se parece a The Full Monty. Simon tiene mano para la comedia y es un experto cuando se trata de adaptaciones".

"Su reto principal fue unir la trama de sátira política con la comedia romántica de Fred y Harriet. La sátira funciona bien en el medio escrito o en la televisión pero rara vez funciona en el cine".

Mientras que la esencia de la trama política permanece intacta, las situaciones y circunstancias de la película no reflejan hechos o personas reales. "Mientras trabajaban en el guión, decidieron no incluir la sátira real porque no sobreviviría durante mucho tiempo", explica el director, Lasse Hallström. "Así que decidieron evitar asuntos específicos e intentaron crear una historia más accesible al público".

Hallström piensa que el guión de Beaufoy es uno de los mejores que ha leído "en muchos, muchos años. Tiene un sentido de humor muy inglés, que no puedes encontrar en el día-a-día de Estados Unidos. Me encanta el tono, el sentido del humor y la variedad de registros. Es un viaje emocional, parecido a una fábula, tiene emociones y relaciones muy reales así como elementos bizarros, esa mezcla me gusta. Me identifico con el sentido de humor europeo y haber podido contar con Simon Beaufoy como guionista ha sido un honor. Me encanta su forma de escribir".

Para la actriz, Emily Blunt, que hace el papel de Harriet, la lectura del guión de Beaufoy fue cautivadora. "Me enamoré del guión", dice ella. "Tiene tanto encanto e ingenio y refleja la forma de hablar que tenemos los seres humanos. Es muy difícil encontrar guiones así. Muchas veces están llenos de clichés, sobre todo en las historias de amor".

Cuando los padres de la actriz supieron que le habían ofrecido el papel en la película, rompieron con la tradición y la llamaron por teléfono. "Fue la única vez que me llamaron para decirme ‘¡Tienes que hacerlo!’ En ese momento, era su libro preferido", dice Blunt.

"Para ellos se trataba de algo muy especial. El guión tiene un tono distinto al del libro y los personajes quizás son algo más coloridos en el guión. Los elementos políticos siguen estando allí pero no son tan específicos".

Kristin Scott Thomas, nominada al Oscar, interpreta el papel de Patricia Maxwell, una política dura y manipuladora y está de acuerdo con Emily. "Leí el libro hace años y no pude parar de reír", dice Scott Thomas. "Sin embargo el guión está escrito de una manera totalmente distinta. Para empezar, mi personaje en el libro es un hombre y el libro es bastante más político. Pero la esencia está ahí y es extremadamente divertida".

Fue precisamente el humor del guión lo que embaucó al protagonista Ewan McGregor. "Me gustó el tono del guión. El tono de la comedía es muy interesante. Resulta más abierto al comienzo pero luego se va estrechando. No parece una de esas películas inglesas a las que estamos acostumbrados. Esta comedia ocupa un lugar muy especial y esto me gustá muchísimo".


Nadando río arriba: fe y fábula
Tal y como sugiere el título, La Pesca del Salmon en Yemen trata sobre la fe en lo imposible. Para el jeque yemení, el salmón es una criatura mística y su migración anual del océano al rió es una alegoría del viaje humano hacia la plenitud espiritual. Mientras se desarrolla la historia, el modo de pensar del jeque acaba sintonizando con Fred, quien empieza a creer que lo imposible puede ser posible. En ese viaje, Fred también descubre el amor por primera vez.

"La historia trata sobre la fe. Al principio, Fred no cree en nada", explica McGregor. "Su mente es muy práctica. Se trata de un científico y una persona muy reprimida e introvertida. Fue a la universidad, se especializó en Biología marina y acabó haciendo un trabajo de investigación científica sobre peces. Está casado pero no es feliz. Su mujer se refiere a su matrimonio como ‘funcional’ y cuando están juntos, la situación es bastante triste".

"A través del jeque, que quiere introducir salmón en su país, Fred conoce a Harriet, de quien se enamora", dice McGregor. "Y al conocer al jeque y a Harriet, Fred renace espiritualmente, no religiosamente. Empieza a creer en algo – que los peces nadarán río arriba en el Yemen. La evolución del personaje desde que empieza hasta que acaba – ha sido lo mas gratificante como actor".

La relación de Fred con Harriet está en el corazón de la historia. "Son como una pareja extraña que se enamora en circunstancias poco comunes", dice Blunt. "Mi personaje en la película tiene un novio al que acaba de conocer y del que se ha enamorado rápidamente. Sin embargo, le envían a Afganistán y desaparece del mapa así que durante la mayor parte de la película el novio no está, dejando libres a Fred y Harriet para embarcarse en esta extraña aventura".

El personaje del jeque, interpretado por el mega-actor egipcio, Amr Waked, añade un elemento único a la historia. Es sabio e ingenioso y su mundo islámico es más místico que malévolo. Él es quien ayuda a que la historia tenga a veces ese tono de fábula.

"El guión es tan inteligente; la manera en la que se suceden las cosas es tan impredecible", dice Waked. "Cuando piensas que las cosas van en una dirección, te equivocas repetidamente. Se trata de algo inteligente y entretenido, especialmente en nuestra industria donde las mismas historias han sido contadas de tantas maneras. Interpretar mi personaje ha sido un sueño hecho realidad".

"Mi personaje ve en la pesca del salmón una metáfora para encontrar a Dios. Para él, nadar a contra corriente, es como el viaje del ser humano hacia Dios. El verdadero creyente es aquel que persiste y será recompensado de alguna manera. Estamos ante una historia con muchas capas".

Para poder agrupar las piezas y conseguir hacer malabares con elementos tan diversos y divertidos, los productores decidieron contratar a un director que supiera apreciar la sutileza y los matices. El productor, Paul Webster, comentó que le pareció una suerte increíble cuando el director sueco, Lasse Hallström, le pidió dirigir la película. "Fue una elección fantástica", afirma Webster. "Tuvimos mucha suerte de que acabara de leer el guión justo cuando estábamos buscando a un director. Un día me llamó y me dijo que le había encantado".

"Una de mis películas favoritas es Mi Vida como un Perro y soy un gran admirador de ¿A quién ama Gilbert Grape?, Me siento atraído por películas como Las Normas de la Casa de Sidra y Atando Cabos así que supe que teníamos a alguien con una gran sensibilidad, que era excelente director de actores y con una actitud muy positiva hacia la película, lo que le daba mucha libertad a los creativos".

Hallström comenta que pensó que la historia encajaba bien con su sensibilidad. "Hay tantas maneras de abordar esta historia, esto es lo que la hace buena" dice el director. "Incorpora muchos registros y realmente es difícil definirla. Se trata de la vida real con gente real. Si quieres ser honesto tienes que contar con elementos dramáticos y cómicos. Pero no se trata de una comedia dramática. Es una mezcla de romance, fábula, drama y comedia".

El director sueco no es ajeno a la comedia — su película Casanova del año 2006, tiene situaciones con registros muy diversos y además había trabajado como productor televisivo en comedias al inicio de su carrera. "Empecé como productor de televisión en 1966 haciendo una comedia, así que no me resulta ajena. Cuando hacía esos programas, decían que la comedia sueca implicaba términos contradictorios" dice el director mientras ríe. "Más que ninguna otra, esta película se podría comparar con Chocolat, por sus matices".

"En muchos sentidos estamos ante un encuentro honesto entre la cultura occidental y la oriental", dice Hallström, " y una demostración de cómo podemos hacer que las cosas funcionen. Uno de los efectos maravillosos que tuvo en mí la película, fue que me ayudó, aunque sea mínimamente, a visualizar la integración o la aceptación entre estas culturas. Esto es algo muy positivo en los tiempos en que vivimos".


Un casting lanzado: Una pesca excelente
El personaje de Fred, en el libro de Torday, es un hombre de mediana edad, sin embargo el productor pensó en un hombre más joven para la adaptación y quería a Ewan McGregor. "El primer paso fue hacer que en el guión, el personaje de Fred fuera joven porque Ewan era el actor que realmente queríamos para el papel. No es un hombre mayor pero es un actor extremadamente experimentado. Lo que ocurre con Ewan es que ese niño glamuroso de Hollywood ahora se está convirtiendo en un actor maduro y eso le hace mucho más interesante".

"Creo que será nuestro Harrison Ford en los próximos años. Tiene todos los atributos: la masculinidad, el encanto, la belleza. Es un actor fabuloso tanto en el drama como en la comedia. Tiene un gran sentido de la oportunidad y creo que ahora está recogiendo las semillas que ha ido sembrando. Creo que es el mejor trabajo que ha hecho jamás".

Nicky Kentish-Barnes, co-productora, está de acuerdo. "Fred es muy introvertido y a la vez, tierno. Es un papel increíble para Ewan". McGregor asiente y se divierte con la voz tan particular de su personaje. "Mi voz real es demasiado relajada para Fred", dice el actor, "así que la hicimos más convencional, tiene un acento pijo escocés que es muy divertido practicar. Es la versión de Edimburgo de un acento de Kelvinside o Morningside".

Para interpretar el papel protagonista junto al del científico estirado de McGregor, los productores buscaban a una actriz joven y alegre, cómoda en la comedia y en el drama. "Pensar en Emily Blunt fue algo inmediato", dice Webster. "Encaja a la perfección con las necesidades de Harriet: es algo más joven que Fred y sobre todo una cómica nata. Tuvimos que esforzarnos en conseguir que parara de reír y hacer bromas durante el rodaje".

"Su papel es el de una chica bien, una chica normal", dice Webster "pero Emily le dio un matiz diferente al que le hubiera dado cualquier otra actriz. Elaboró lo que estaba sobre el papel y convirtió a Harriet en un personaje más relajado, con un carácter más bohemio del que se esperaba. Creo que por ello, la historia es aún mejor. Emily es una estrella que otorga a su papel esa cualidad única. Las estrellas no siempre se meten en su papel de esta forma. Emily sí lo hace y por eso brilla con luz propia".

La actitud tan positiva y alegre de Harriet es lo que enamora a Fred. "Harriet es muy efusiva y alegre lo cual contrasta mucho con la imperiosa voz de Fred", dice Blunt. "Y creo que Harriet encuentra en Yemen un lugar mágico. Es un entorno muy distinto para los dos y por eso los personajes se permiten correr algunos riesgos. Se encuentran sumidos en el torbellino de estar en un lugar único haciendo un proyecto único".

Para el papel del jefe de Harriet, el jeque, amante de la pesca del salmón, Webster quería un actor árabe. "No quisimos hacer el casting a la manera de Hollywood porque nos dimos cuenta de que muy pocos actores árabes de esa edad habían trabajado en inglés. Nuestro personaje tenía que hablar inglés perfectamente. Además el estilo clásico de interpretación árabe es muy demostrativo y bastante teatral así que el casting supuso otro gran reto. Fue entonces cuando empezamos a fijarnos en actores más jóvenes".

En el casting seleccionaron a una de las estrellas más famosas de Egipto, Amr Waked. "Amr es una mega-estrella en Egipto y para esta película se metió de lleno. Ha sido fantástico", dice la co-productora Nicky Kentish-Barnes. De hecho, con el tiempo, nos dimos cuenta de que muchos empresarios árabes que invierten en Occidente, son hombres jóvenes. "El Jeque Mansour, por ejemplo, el dueño del Manchester City, es un tipo joven", añade Webster, "así que decidimos que él sería nuestro hombre". Webster describe a Waked como el George Clooney del Oriente Medio.

Waked es un veterano en producciones en inglés, incluyendo Syriana, el thriller del 2005. Se lanzó a la oportunidad de interpretar al jeque yemení: "Es uno de los papeles más agradables que se hayan escrito para un actor árabe. No tiene nada que ver con el típico papel de terrorista, que interpreté en Syriana. Últimamente sólo hay papeles de ese tipo. No encuentras personajes así muy a menudo. Si tienes suerte, uno cada dos años".

Webster dice que se aseguraron de que todos los elementos árabes fuesen reales "y que todos los papeles árabes, siempre que fuera posible, estuvieran interpretados por árabes y yemeníes de verdad". Todos los extras en Escocia, los que forman el séquito del jeque, por ejemplo, vienen de una pequeña comunidad yemení en Inglaterra.

El último papel importante de la película es el de Patricia Maxwell, la mujer encargada de que el sueño del jeque se lleve a cabo. A Webster le encantó poder contar con una actriz de la talla de Kristin Scott Thomas. "Mi personaje es el que lleva las comunicaciones del Primer Ministro, la portavoz y la quien realmente quiere que esto funcione", dice Thomas.

"Es la persona más próxima al Primer Ministro, la que toma decisiones. Es verbalmente agresiva y básicamente una persona desagradable. Es divertido interpretar un personaje así pero al mismo tiempo no te hace sentir muy bien. No tiene ninguna calidad que la redima. La gente que trabaja en comunicación generalmente intenta agradar a todos. Ella lo hace pero es temible. Esta mujer no tiene ninguna gracia".

Webster cree que el papel de Patricia Maxwell es un desafío y la clave para el ritmo y el tono de la historia. "Creo que los retos a los que se enfrentó Kristin eran mucho más difíciles porque su personaje no interactúa con otros, aun cuando está en la presencia de otros. Básicamente, no les presta atención. Está más pendiente del próximo twitter, email, texto – lo que sea. Está constantemente haciendo varias cosas a la vez. Es una realidad que refleja la sociedad de hoy y su obsesión por la comunicación en lugar de comunicarse".


Lanzar y recoger: rodaje y localizaciones
La historia se desarrolla en tres localizaciones importantes — Londres, los Highlands de Escocia y los Wadis de Yemen — Ante la imposibilidad de viajar a Yemen Webster localizó en Jordania y Marruecos, decidiéndose por el último país, concretamente la región de Ouarzazate, "porque es más montañosa y la gente está más abierta a un rodaje".

"Nunca debes rodar con niños, animales y yo añadiría que tampoco con agua", dice Webster. "Hay mucho agua en esta película. En Escocia no hubo problemas. Allí, el agua se comportó maravillosamente bien".

Los problemas con el agua llegaron en Marruecos. "Hubo una racha de lluvia sin precedentes en los picos del Atlas, que llegó a formar una riada que destruyó nuestro set. Tuvimos que volver a construirlo y de nuevo, la lluvia se lo llevó. Afortunadamente, las inundaciones siempre ocurrían en mitad de la noche. Pero siete días antes de llegar los actores, un muro de agua de casi 4 metros se llevó la localización entera".

Una vez que el equipo de producción llegó a Marruecos y estaban preparados para el rodaje, ya no había agua. "Hubo agua durante las inundaciones. Pero arrasó con todo y nos dejó sin tiempo para poner en marcha el plan original que era perforar y sacar nuestra propia agua. Hay una escena en la que Fred y Harriet están nadando en el río y realmente estaban nadando en medio metro de agua, que era la única que pudimos conseguir!"

La historia comienza en Londres. Para grabar la casa de Fred en Inglaterra, Hallström rodó en un suburbio de Hampstead, "una calle perfecta con casas de estilo eduardiano, idénticas entre sí, todas con el césped recién cortado", dice Webster. "Perfecto para lo que buscábamos, esa sensación repetitiva, de una persona que se siente atrapada en una prisión confortable y bien ordenada". Para recrear el lugar de trabajo de Fred en las oficinas del Ministerio de Pesca y Agricultura, se localizó un lugar "muy gris para enfatizar el contraste con el lugar de trabajo de Harriet, Harrison Price Consultancy, en el fabuloso edificio Blue Fin en Southwark, con vistas maravillosas de cristal y superficies cromadas. Un lugar precioso donde trabajar, un espacio maravilloso que contrasta con el cubículo miserable de Fred".

Para la finca escocesa del jeque, se eligieron los alrededores de Arrochar on Loch Long en Argyll y Bute en los Highlands Escoceses. "De un mundo muy reprimido, de los interiores que ocupa Fred, nos trasladamos lentamente hacia los Highlands", dice Webster. "La localización allí arriba era increíble. Te das cuenta de que se eligió por su belleza aunque desde un punto de vista práctico, te pasas todo el día conduciendo para llegar a ellos. Las distancias en Escocia son tremendas. Creo que rodar en Escocia requirió más esfuerzo físico que rodar en Marruecos!".