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  Contracorriente  Dirigida por Javier Fuentes-León
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- Sección "Horizontes Latinos" Festival de Cine de San Sebastián 2009

- Premio del Público Festival de Cine de Sundance 2010

- Premio del Público Festival de Cine de Cartagena de Indias 2010

- Premio del Público Festival de Cine de Miami 2010

- Premio del Público Festival Latino de Montreal 2010

- Premio del Público Festival Latino de Chicago 2010


El director nos cuenta...
Contracorriente es mi primer largometraje, un proyecto muy personal en el que exploro temas que son muy importantes para mí. Haber vivido mucho tiempo fuera del Perú, me ha permitido ver con una nueva perspectiva ciertos aspectos de la sociedad en la que crecí, y constatar cómo muchas veces en ella (y en casi toda Latinoamérica) se tergiversa el concepto de lo que significa ser "hombre", y se reemplaza por definiciones mucho más pobres y limitadas que tienen que ver menos con el honor y la autenticidad y más con la masculinidad y la fuerza. Contracorriente nació en cierta manera de esa búsqueda personal por definir qué significa ser un hombre de verdad, y cómo se relaciona esa hombría con la identidad sexual.

Muchas películas han lidiado a fondo con la discriminación y el tema de la homofobia, pero generalmente representada como una fuerza externa, es decir, la discriminación de otros hacia una persona diferente a ellos. Y aunque existe una buena dosis de eso en Contracorriente, creo firmemente que la mayoría de las veces nuestro peor enemigo no es necesariamente la intolerancia de los demás, sino nuestros propios prejuicios internos, y sobre eso también me interesaba hablar en esta película.

Si uno puede superar sus propios prejuicios y aceptarse tal como es, a pesar de las convenciones sociales y las falsas expectativas que uno crea para sí mismo, entonces lidiar con la discriminación de los demás se hace mucho más fácil. Porque estar tranquilo con uno mismo es lo que nos da la fuerza para poder enfrentar cualquier obstáculo que venga de afuera, y a la vez lo que permite que actuemos con honestidad. Por eso para mí era importante explorar en Contracorriente las consecuencias de nuestro comportamiento deshonesto cuando tratamos de esconder nuestra verdadera naturaleza por una necesidad vital de querer encajar en los parámetros aceptados de la sociedad en la que vivimos, y cómo nuestras acciones equivocadas terminan afectando a las personas que más queremos.

Existe un vacío alarmante, cuando de modelos a seguir se trata, para los hombres y mujeres latinoamericanos que están luchando para definir su identidad sexual. Mi intención con Contracorriente es contar una historia apasionada y absorbente que conecte con una gran audiencia, independientemente de su orientación sexual, y que ayude a llenar ese vacío. Al final de cuentas, Contracorriente es una historia de amor, y como tal, es una historia para todos... ya que el verdadero amor es la mejor herramienta para liberar a las personas de sus miedos y trampas, y hacerlas seguras y fuertes para poder aceptar con convicción quiénes son realmente... primero ante sí mismas, y luego ante los demás. Lo cual es crucial para una sociedad sana y próspera... porque sólo una persona libre en el sentido completo de la palabra puede desarrollarse plenamente, y por ende aportar esa sensibilidad única y propia al mundo que la rodea.


Entrevista a Javier Fuentes-León

P: ¿Cual es la intención de la película?

R: Mi intención ante todo fue presentar una historia de amor entre dos hombres como parte de las historias que vemos comúnmente. Mi idea era ponerla en el mismo nivel que las historias que regularmente conocemos entre un hombre y una mujer. Yo creo que el amor entre dos hombres o el amor entre dos mujeres es parte de la condición humana y ambas son muy válidas. Mi intención era poner en las pantallas una historia de amor que fuera capaz de conmover, que a pesar de que la gran cantidad de personas que fueran a ver una película como esta, no se sintieran identificados con ella, a la final pudiera primar la humanidad que existe detrás de ese amor.


P: ¿De dónde surge, qué o quién lo inspiró, para crear una historia de amor entre dos hombres?

R: Realmente no me basé en nadie, salió de mi imaginación. La película es sobre un pescador, yo no soy pescador, no estoy casado y tampoco tengo hijos; es decir, no es autobiográfica; sin embargo, muchos de los dilemas y mucho del crecimiento personal del personaje principal los he vivido yo.


P: ¿De ahí entonces a que se sienta real el amor que viven estos dos personajes y que se sienta cercano tanto el cariño como los dilemas por los que pasan?

R: Sí, en la película hay una sensibilidad, una experiencia de vida propia que es parecida. En ese sentido estoy yo en la pantalla si lo vemos desde este punto vista. Puedo decir entonces que la trama de Contracorriente es un invento pero en su fondo hay experiencias personales.


P: ¿Contracorriente puede leerse también como una radiografía de lo que atraviesan los gays cuando ocultan su verdadera identidad sexual?

R: Yo investigué y trabajé mucho en el guión con el fin de tratar de ser emocionalmente honesto, es decir, me preocupé para que la película tuviera una verdad emocional que para mi era lo realmente importante. Tenía claro que de nada iba a servir que la película tuviera una localización bonita o actores buenos si no existía una verdad en la historia. No sé exactamente como logré trasmitir esto, pero como decía hay mucho de mi sensibilidad y por ahí espero haber logrado conmover a través de esa sinceridad.


P: ¿Hay una considerable cantidad de escenas entre los personajes centrales cargadas de erotismo que, aunque bien manejadas, podrían verse como un recurso para atraer público?

R: No. Yo confieso que sentí miedo al realizar una película como ésta en un país como Perú donde aún hay homofobia y machismo. Me preocupaba; por ejemplo, como iba a reaccionar el equipo técnico a este tipo de escenas, pero la realidad es que todos fueron caballeros, respetuosos e inclusive admiraron el trabajo de estos dos actores, el equipo los felicito mucho.


P: ¿Fue complicado rodarlas?

R: Había cierta tensión y expectativas en la forma en que se iba a manejar este tipo de escenas porque como saben ambos actores no son gays. Entonces nos tocó generar el ambiente perfecto para que realmente se sintieran cómodos y en donde se redujo muchísimo el equipo técnico para que estuviera la gente exclusivamente necesaria y vieran lo meramente necesario. Pero al final, a la hora de filmarlas fue todo muy rápido y bien.


P: ¿Por qué la idea de no presentar una imagen fantasmagórica del personaje interpretado por Manolo Cardona, quizás para hacerlo más natural y acercarlo al espectador?

R: Si justamente. El hecho de poner un fantasma en la película ya era suficiente. No imaginaba filmarlo además con todos estos efectos y con un maquillaje especial. Esa pregunta me la hacían mucho desde antes de comenzar. Mucha gente me preguntaba como iba a filmar este personaje y siempre les contesté que pensaba filmarlo tal cual como si el personaje estuviera ahí. Hay algo que hay que tener en cuenta y es que la película se ve desde los ojos de Miguel, el enamorado de Manolo en Contracorriente y para él, Santiago está ahí igual que antes de su accidente.


P: Después de los festivales de Sundance, Cartagena y Miami, ¿a dónde más se dirige la película?

R: Seguimos un largo recorrido, nos han invitado a Estambul, a Suiza, Eslovaquia, Australia. Vamos a muchos países. En Colombia se ha estrenado el 23 de Abril y este próximo verano se estrenará en Perú.


Entrevista a Manolo Cardona

P: Una película latina y de este tema, podría quedar relegada a ciclos específicos. ¿Qué esperan del resultado comercial?

R: Sigo mi instinto como actor, no tengo idea cómo le vaya a ir. Pero claro que uno hace una película para que la gente la vea. Espero y confío en que entiendan que Contracorriente es una historia de amor distinta, muy humana, profunda y conmovedora. No creo que vaya a quedar relegada, ha tenido muy buena crítica. El público la espera con expectativa.


P: ¿Qué le diría a quien la clasifique como el etiquetado ‘cine gay’?

R: No es cine gay, es un drama donde participan tres personas, dos hombres y una mujer. Pero podrían ser tres personas de cualquier género. Es una condición humana. Hay que dejar vivir…


P: ¿Cómo describe a su personaje?

R: Santiago es un ser humano muy sensible, un artista un poco retraído con sus amigos, que lleva consigo a la soledad. Tiene el amor a flor de piel, lo encuentra en Miguel y hace todo lo que está a su alcance para conservarlo.


P: ¿Qué mensaje pretende la película?

R: Uno muy importante, basado en el respeto, la tolerancia y el amor. Es la primera película latina que trata sobre estos temas, y puede ayudar a mucha gente que tiene aspereza y juzga a los demás por ciertas condiciones. Sirve para que ellos entiendan que existe otro punto de vista de la condición humana. Que sea homosexual, lesbiana o heterosexual, no es lo que importa.


P: Les fue muy bien en Cartagena…

R: Sí, estamos muy satisfechos. Es que las personas salen muy conmovidas de la película. Toca bastante. Ir al cine es buscar eso, emociones. A mí por ejemplo me gusta ir al cine a que me toquen la fibra. Al público, Contracorriente le llega al alma. Aquí en el Festival de Cine hicimos la primera presentación pública en Latinoamérica y tuvimos los mejores comentarios.


P: Su próxima actuación en Colombia…

R: Estuve en El cartel el año pasado y este año tengo varios proyectos, estoy siempre con Colombia en mi corazón y mi vida.


P: ¿Además de ver películas similares y hablar con amigos, cómo se preparó para besar a un hombre en la pantalla?

R: En los ensayos, Javier Fuentes-León nos apoyó mucho. No fue fácil tomar la decisión de hacer la película, claro que es difícil, pero al asumirlo me entregué al proyecto y eso era lo que se requería de mí como actor.

P: Algunos le verán muchas similitudes a Contracorriente con Brokeback Mountain. ¿Qué opina?

R: La gente puede pensar lo que quiera, encontrarle las semejanzas que sean. No nos basamos en nada, cada uno la interpretará a su manera, según la vea y la sienta.


Javier Fuentes-León
Tras terminar su carrera de medicina, Javier recibe una beca y se muda a Los Angeles a realizar una maestría en dirección de cine en el California Institute of the Arts (CalArts).

Su corto ESPACIOS fue premiado en 1997 por el Consejo Nacional de Cinematografía del Perú (CONACINE) y es reconocido por la revista de cine peruana La Gran Ilusión como “Lo mejor hecho por un cineasta peruano en la década de los noventa”. El Teatro Nacional del Perú distinguió posteriormente su obra teatral “Sr. Nubes” como una de las mejores obras del nuevo milenio, la cual fue publicada por el INC en la recopilación Dramaturgia 2000.

En 1998 Javier inicia su carrera dentro del mundo del cine y la TV en los EE.UU.incursionando en diferentes modalidades y convirtiéndose en escritor principal de programas de TV para Telemundo, subtitulador de películas de los estudios de Hollywood, editor de comerciales y programas de TV, como el de la famosa chef Rachel Ray (Food Network), a quien Javier llevó a Lima el 2007 para realizar un especial sobre la comida peruana.

Durante estos años, Javier también trabajó en sus propios proyectos, escribió y dirigió su más reciente cortometraje GÉMINIS, presentado en varios festivales de cine norteamericanos, y escribió dos guiones para largometraje: LA MUJER QUE LE TEMÍA AL SOL y en el 2003 comienza a escribir CONTRACORRIENTE bajo la tutoría de John August (guionista de Tim Burton) y John Cooper (director de programación del festival Sundance). Es becado por la Fundación Carolina de España para su curso de guiones en el 2005. Javier culmina el proyecto bajo la tutoría de la reconocida directora argentina Lucrecia Martel (La Ciénaga) y el guionista mejicano Vicente Leñero (El Crimen del Padre Amaro) y recibe varios premios y distinciones.

Paralelamente Javier prepara sus 3 siguientes proyectos: LA MUJER QUE LE TEMÍA AL SOL, PEARBLOSSOM HIGHWAY, inspirada en un cuento de Julio Cortázar, y SINIESTRO, un musical rock que se desarrolla en un futuro cercano.