Cinemanía > Películas > Johnny English returns > Comentario
Destacado: En Navidad llega a las salas de cine 'Sonic 3 la película'
  Johnny English returns  (Johnny English reborns)
  Dirigida por Oliver Parker
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

ROWAN ATKINSON (Johnny English, Las vacaciones de Mr. Bean) regresa en el papel del más increíble de todos los agentes secretos, que desconoce el miedo y el peligro, en el thriller cómico de espionaje JOHNNY ENGLISH RETURNS. En esta nueva aventura, el agente más sorprendente del Servicio Secreto de Su Majestad debe detener a un grupo de asesinos internacionales decididos a eliminar a un líder mundial y crear el caos a escala global.

Completan el reparto de JOHNNY ENGLISH RETURNS GILLIAN ANDERSON (Expediente X, la miniserie "Bleak House") en el papel de Pamela Thornton, alias Pegasus, la directora del MI7; DOMINIC WEST (la serie "The Wire/Bajo escucha", John Carter) como el agente especial Simon Ambrose, también conocido como Agente Uno; ROSAMUND PIKE (El mundo según Barney, Orgullo y prejuicio) como Kate Sumner, la psicóloga de la que Johnny English está enamorado; DANIEL KALUUYA (las series "Skin" y "Psychoville") como Tucker, el agente novato, y RICHARD SCHIFF (Yo soy Sam, Malcolm X) en el papel de Fisher, exagente de la CIA.

La película está dirigida por OLIVER PARKER (El retrato de Dorian Gray, Supercañeras: el internado puede ser una fiesta) y el guión es de HAMISH McCOLL (Las vacaciones de Mr. Bean) a partir de una historia de WILLIAM DAVIES (Cómo entrenar a tu dragón, Johnny English). Producen JOHNNY ENGLISH RETURNS TIM BEVAN y ERIC FELLNER, de Working Title (Las vacaciones de Mr. Bean, Johnny English), y CHRIS CLARK (The Guard, Johnny English).

El equipo creativo está compuesto, entre otros, por el director de fotografía DANNY COHEN (El discurso del rey, Radio encubierta); el diseñador de producción JIM CLAY, premiado en los BAFTA, (Hijos de los hombres, Love Actually); la diseñadora de vestuario BEATRIX PASZTOR (La feria de las vanidades, El indomable Will Hunting); el diseñador de maquillaje y estilista GRAHAM JOHNSTON (El diario de Bridget Jones, La legión del águila); el montador GUY BENSLEY (El retrato de Dorian Grey, La importancia de llamarse Ernesto), y el compositor ILAN ESHKERI (Kick-Ass, listo para machacar, Stardust).

La producción ejecutiva corre a cargo de William Davies, DEBRA HAYWARD (Nanny McPhee y el Big Bang) y LIZA CHASIN (Las vacaciones de Mr. Bean).


Acto segundo: Johnny English vuelve a la carga
Entre los años 1992 y 1997, el cómico Rowan Atkinson realizó una serie de anuncios para una popular tarjeta de crédito británica donde interpretaba a un espía bastante patoso. Fue entonces cuando nació la idea de crear un personaje basado en esos anuncios. Presentó el concepto a Tim Bevan y Eric Fellner, los productores de Working Title Films, con los que había colaborado en varias ocasiones en películas como Un tipo de altura, Cuatro bodas y un funeral y Bean. En 2003 estrenaron Johnny English, que obtuvo un éxito internacional inmediato, recaudando más de 160 millones de dólares en todo el mundo.

Dirigida por Peter Howitt y producida por Tim Bevan, Eric Fellner y Mark Huffam, la película estaba protagonizada por Rowan Atkinson en el papel de Johnny English; la actriz australiana Natalie Imbruglia como la agente especial Lorna Campbell; el cómico Ben Miller como Bough, el compinche de Johnny English, y John Malkovich en el papel del malvado magnate francés Pascale Sauvage.

A continuación, Rowan Atkinson desarrolló una nueva aventura con uno de sus personajes favoritos que tuvo tanto éxito como la primera. La secuela Las vacaciones de Mr. Bean se estrenó en 2007 y fue un éxito mundial. Pero Rowan Atkinson no había jubilado a su superagente, y el rodaje de la segunda entrega empezó en 2010.

"Hicimos una segunda entrega de Bean con Rowan hace cosa de unos cuatro años", explica Tim Bevan. "Le gusta rodar una película cada cuatro o cinco años, era el momento oportuno. Hace tiempo que no hay una nueva película de Bond o de Bourne y si estrenábamos a finales de 2011, no habría competencia. Además, pensamos que el público agradecería una comedia".

Aparte de las razones comerciales para realizar una secuela del thriller cómico de espionaje, el equipo también quería hacer algo un poco diferente. "Johnny English fue todo un éxito", dice el productor Chris Clark. "Johnny English nos pareció un personaje fascinante y era la oportunidad de hacerle moverse en situaciones más emocionantes y en un mundo más realista".

El cómico, guionista y actor británico Hamish McColl, que colaboró con Rowan Atkinson y Working Title Films en Las vacaciones de Mr. Bean, se encargó de escribir el guión basado en una historia del productor ejecutivo William Davies. "Desde el primer Johnny English se han estrenado varias películas de Bond y las tres entregas de Bourne, que han cambiado el aspecto del género", dice Hamish McColl. "Queríamos que la segunda película fuese más contemporánea y emocionante". Pero la comedia sigue siendo el punto más importante. "He intentado que los espectadores entraran de lleno en la película. Y cuando no están sentados en el borde del asiento por la tensión, es que están tirados en la butaca, muertos de la risa".

Rowan Atkinson cree que la primera entrega de Johnny English era una historia más increíble que la mayoría de las películas de espías. Para la segunda, prefería tener un hilo narrativo más realista del que colgar los chistes: "Queríamos que fuera una película divertida, pero también que el público se interesara por lo que le pasa al personaje. Para eso ha sido necesario dar momentos más emocionantes al protagonista en aprietos con la esperanza de mantener en vilo al espectador".

El actor se sintió muy cómodo al volver a meterse en la piel del agente secreto después de ocho años: "Disfruté mucho interpretándole, a él y a su autosuficiencia, su capacidad de extralimitarse y sobrestimar sus capacidades. Tiene algo intrínsecamente gracioso. Me siento muy cómodo con mis personajes, tanto con Mr. Bean como con Johnny English. No me cuesta volver a meterme dentro de ellos".

Mientras pulían el guión, el equipo habló con el actor y director británico Oliver Parker para hacerse cargo de la dirección de la película. "Al principio no sabía si dispondría de un material que me permitiera ser creativo", reconoce. "Pero al leer el guión, me pareció que Hamish había hecho un trabajo brillante".

Después de reunirse con Rowan Atkinson, el guionista y los productores, Oliver Parker se percató de que todos iban en la misma dirección: hacer una película de mayor escala que la primera. "El mundo del espionaje ha cambiado desde que se estrenó la primera entrega", dice el realizador. "No teníamos por qué seguir con el mismo tono. El estilo fílmico podía ser totalmente creativo e innovador. El reto estaba en combinar correctamente la comedia con la acción. Si lo hacíamos bien, el tono de thriller aumentaría la comedia".

Rowan Atkinson se alegró de trabajar con Oliver Parker y Hamish McColl: "Enseguida notamos que había buena química entre los tres y que formábamos un equipo fuerte y resistente en el que podría descansar la creación y construcción de la película".

El actor se alegró de que el guionista fuera un auténtico hombre orquesta y de que el director tuviera tanta paciencia: "Hamish, además de ser un gran intérprete cómico, también es un gran guionista cómico. Y aún es más importante el hecho de que nos llevamos de maravilla. Se le ocurren ideas que me hacen gracia y espero que mis ocurrencias también le hagan gracia. Oliver es el hombre más paciente de la tierra. Suelo perder seguridad, empiezo a dudar de cualquier cosa, y eso puede llegar a ser muy frustrante para un director, pero él nunca perdió la paciencia, nunca levantó la voz y consiguió que la película respetase el presupuesto y el calendario. Es una persona maravillosa que sabe diferenciar un chiste bueno de uno malo. ¿Qué más se necesita de un director?"

El productor Chris Clark alaba al actor: "Ha sido fascinante ver a Rowan detrás o delante de la cámara. Tiene mucho talento, es un hombre entregado y se preocupa por los demás. Ver a Rowan trabajar con actores de la talla de Gillian, Rosamund y Dominic ha sido realmente fascinante".


Agentes y adversarios: El reparto de la película
A la hora de buscar el reparto idóneo para JOHNNY ENGLISH RETURNS, la palabra clave fue "autenticidad". "Estaba empeñado en reunir a un reparto en el que habría podido estar Daniel Craig para hacer una película de Bond", dice Oliver Parker. "Quería que Johnny se moviese en un mundo donde los agentes tuvieran mucho que perder. Así, aumentaría la presión para que las cosas le salieran bien y sería aún más divertido cuando todo le sale mal".

Conocida sobre todo por su papel de la agente Scully en la famosa serie "Expediente X", Gillian Anderson aceptó el papel de Pamela Thornton, la eficiente directora del MI7, que ha llevado a esta organización a otros niveles.

La actriz es una fan de la comedia de Rowan Atkinson, y el papel de directora del MI7 era muy tentador: "Cuando vi la primera película, empecé a reír con la secuencia de los títulos de crédito. Rowan tiene un sentido innato de la comedia y me parece hilarante. La oportunidad de hacer una comedia de verdad, de trabajar con Rowan y de observarle, no era algo que iba a perderme".

A Rowan Atkinson le gustó lo que aportó la actriz al personaje de la dura Pegasus. "Gillian le dio a Pamela la dureza, la credibilidad y la ironía necesarias", dice con entusiasmo. "Es muy convincente como la jefa del MI7 que no está dispuesta a tolerar la más mínima tontería por parte de Johnny English".

Para dar vida a la psicóloga del MI7, los cineastas escogieron a Rosamund Pike, conocida por su trabajo en Orgullo y prejuicio, Una educación, Made in Dagenham y El mundo según Barney. Para el director era importante que el público creyese en la conexión romántica entre la guapa Kate y el patoso English.

"Johnny tiene muchos defectos, pero también un tremendo sentido de la lealtad", explica Oliver Parker. "Se nota su capacidad de convertirse en un héroe. Kate lo ve. El personaje de Rosamund se interesa por cómo funciona la gente. Le fascinan las peculiaridades del carácter de Johnny. Esa curiosidad y empatía dan pie a un romance creíble".

Rowan Atkinson está totalmente de acuerdo: "Tiene que enamorarse de un absoluto ganso. Es muy difícil interpretar un papel de ese tipo, especialmente tratándose de Johnny, que tiene defectos a mansalva. Pero Rosamund consigue hacer creíble que Johnny sea un tipo decente con buenas intenciones que se esfuerza al máximo".

La actriz se documentó leyendo mucho material sobre psicología del comportamiento, libros del FBI y del antropólogo Desmond Morris. "Es un tema fascinante", dice. "El trabajo de Kate consiste en leer las expresiones de la gente e interpretar su comportamiento para el MI7. Cuando conoce a Johnny, le parece un espécimen cautivador… con sus extrañas expresiones faciales y sus numerosos tics. Ve la honradez que habita en el hombre, y lo encuentra adorable y refrescante".

Para interpretar al Agente Uno, Simon Ambrose, el superhéroe de English, los cineastas se inclinaron por Dominic West, conocido por el papel del ocurrente detective Jimmy McNulty en la famosa serie "The Wire/Bajo escucha". "Necesitábamos al arquetipo del agente clásico que aspira a ser Johnny y ante el que se inclina con total servilismo", explica el director. "Dominic tiene mucho carisma e ingenio; es perfectamente creíble en el papel del malo o del nuevo Bond".

El actor había visto el espectáculo en solitario de Rowan Atkinson a los 15 años. "Hace mucho que admiro a Rowan", dice. "Es muy interesante verle trabajar, descubrir su precisión y concentración. Es metódico y meticuloso".

En opinión de Rowan Atkinson, el actor interpretó a Ambrose con brillantez: "Dominic hace que el papel sea totalmente creíble; es heroico, elegante y encantador. Johnny le adora sin medida alguna, aunque dicha adoración demuestra no ser del todo justificada".

Puede que el papel más complicado dentro del reparto sea el del agente Tucker, el compinche de Johnny English. Los cineastas querían a un actor joven que pudiera representar el nuevo mundo del MI7, que no tiene nada que ver con la versión pasada de moda de English, llena de seductores y de hombres que no respetan las reglas. Después de numerosas entrevistas y pruebas, descubrieron a Daniel Kaluuya, conocido en el Reino Unido por la serie de culto "Skins". El actor acababa de ganar el Premio de Teatro Evening Standard y el Premio del Círculo de la Crítica de Teatro al Mejor Recién Llegado por su papel en "Sucker Punch".

Oliver Parker fue a ver la obra y supo inmediatamente que el joven actor era Tucker. "No podía creerme la energía de Daniel, la rapidez de reacción y la seguridad de interpretación", dice el director. "Es tremendamente versátil y es un cómico nato. Me pareció perfecto para el papel".

"Daniel no solo cae bien, también despierta la empatía del público", dice Rowan Atkinson. "Buscábamos a alguien que pudiera ser creíble mientras aguanta y tolera las rarezas de Johnny English, y Daniel lo hace de maravilla".

El joven actor apreció los matices que Rowan Atkinson aporta a este tipo de comedia: "Rowan es un cómico de primera, y al trabajar con él se descubre enseguida por qué. Enfoca la comedia como algo matemático y lógico. Quiere que la película sea lo mejor posible, pero no lo hace por egolatría, sino porque quiere que el proyecto alcance todo su potencial. Me inspiró ver a alguien entregarse de esta forma".

Para otro de los papeles de importancia, los cineastas escogieron a Tim McInnerny para dar vida a Patch Quartermain, el experto en armas del MI7, que se mueve en silla de ruedas. El actor no había trabajado con Rowan Atkinson desde la serie "La víbora negra" hace 16 años. "Me sentí un poco raro al volver a trabajar con Rowan, pero también fue genial", dice Tim McInnerny. "Enseguida recuperamos el tiempo perdido".

En los papeles secundarios, la actriz Pik-Sen Lim es la Limpiadora Asesina, que convierte todos sus artilugios, desde una aspiradora a un palo de golf, en rifles, y casi mata a Johnny English en varias ocasiones. Williams Belle, un experto en la práctica del parkour, encarna a Ling, el hombre al que nuestro agente persigue por los tejados de Hong Kong. Stephen Campbell Moore es el primer ministro británico; Richard Schiff es Fischer, un exagente de la CIA, y Mark Ivanir encarna al espía ruso Karlenko.

Antes de empezar a rodar, Oliver Parker y Rowan Atkinson tuvieron tiempo de ensayar con los actores. "Creo que un periodo de ensayo es vital para cualquier película y a Rowan le gusta mucho ensayar", dice el productor Chris Clark. "Es una parte importante del proceso. Descubrimos posibilidades cómicas y vemos hasta dónde podemos llegar".


De Hong Kong a los Alpes: Las localizaciones y los decorados
El premiado diseñador de producción Jim Clay, ganador de un BAFTA por el diseño de Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, se unió al equipo de JOHNNY ENGLISH RETURNS y se puso manos a la obra para que la película adquiriera realismo.

"Jim no puede construir un decorado de pequeñas dimensiones", dice, riendo, el director Oliver Parker. "Tenía una visión muy detallada de la película y necesitaba espacio para plasmarla. Sinceramente, ver a Johnny English moverse en un entorno amplio e imponente me emocionó. Aunque no intentamos imitar las películas de espías, hay momentos en que sería interesante saber cómo reaccionaría Bond en una escena de JOHNNY ENGLISH RETURNS".

La conocida diseñadora de vestuario Beatrix Pasztor, que se ha ocupado de películas del calibre de El indomable Will Hunting y La feria de las vanidades, debía equiparar el estilo del vestuario a la escala de los decorados. Asimismo, el director de fotografía Danny Cohen, nominado a un Oscar por la notable El discurso del rey, se encargó de captar el mundo real donde se mueve nuestro agente favorito. "El instinto de Beatrix es asombroso", dice el director. "Busca los rasgos individuales de cada personaje y diseña modelos con auténtico glamur. En cuanto a Danny, tiene un estilo genial. Es muy innovador con la cámara y nada le da miedo".

El rodaje en Inglaterra duró trece semanas antes de volar hacia Hong Kong y, posteriormente, los Alpes. Además de filmar en los estudios Ealing, algunos de los decorados más amplios se construyeron en el edificio Gillette, en el oeste de Londres. Este edificio art déco, que había albergado la sede central de la empresa Gillette, está ahora totalmente vacío.

El rodaje en Hong Kong y en la vecina Macao duró dos semanas. "El cine es curioso", dice Tim Bevan. "Basta con un fondo más importante para que la película crezca inmediatamente. No había nada así en la primera película y por eso decidimos escoger un par de localizaciones especiales, Hong Kong y los Alpes, para que la película fuera más grande".

El diseñador de producción Jim Clay añade: "Hong Kong era el contraste perfecto para el resto de la película. El mundo del MI7 es actual, contemporáneo, elegante, limpio. Pero Hong Kong es una ciudad ruidosa, agitada, sucia, llena de colores. Es un telón de fondo muy diferente para Johnny".

El director Oliver Parker está totalmente de acuerdo: "Rodamos una lucha sobre un pontón en el muelle de Hong Kong con los rascacielos del barrio comercial en segundo término. Fue fantástico poder colocar a Johnny en un entorno lleno de vida y de movimiento, un entorno mucho más peligroso, y ver cómo se desenvolvía".

El rodaje en Hong Kong incluyó la persecución entre Ling y English sobre los tejados de las famosas mansiones Chungking. El único acceso al tejado es una trampilla y fue necesario subir todo el material con una grúa. La secuencia de la motora y del pontón se rodó en el muelle y en el nuevo refugio contra los tifones Yau Ma Tei. Los últimos dos días, todos se trasladaron a Macao para filmar la escena del casino en el hotel Grand Lisboa.

De vuelta a Londres a mediados de diciembre, una unidad reducida se fue a Mégève, en los Alpes Franceses, para filmar los planos del teleférico y la secuencia del para-caídas, en la que Johnny vuelve a escapar de la muerte.


Silla de ruedas de carreras: Acrobacias y artilugios
Rowan Atkinson descubrió pronto que su regreso al personaje de Johnny English implicaba bastantes más pruebas atléticas que en la primera entrega. Aunque un especialista dobló al actor en las escenas más peligrosas, Rowan Atkinson participó en todas las secuencias de un modo u otro. "Habría sido mejor incluir las escenas de acción en la primera película hace ochos años y que esta fuera más calmada. Era un auténtico reto, no me lo esperaba, aunque tenía un magnifico especialista que me doblaba. Pero sobreviví e hicimos la película".

En una escena, English huye de los agentes del Servicio Secreto a toda velocidad delante del palacio de Buckingham en la silla de ruedas motorizada de Quartermain. "La base es la clásica persecución en coche", explica Oliver Parker. "Pero en vez de ir en coche, English está sentado en una silla de ruedas y huye por las calles de Londres a toda velocidad. Rowan es un maestro del humor lacónico, y sumirle en una escena de este tipo nos permitió mezclar la comedia con la emoción".

Hubo que convencer al estudio para que permitiera al actor rodar la escena. "El centro de gravedad de la silla es muy elevado, por lo que doblar esquinas, frenar e incluso acelerar puede ser bastante peligroso", recuerda Rowan Atkinson. "Queríamos que fuera una silla potente. Era capaz de alcanzar los 80 kilómetros por hora". El equipo de efectos especiales construyó cuatro sillas, cada una modificada para adaptarse a las necesidades de las escenas.

Una película de espías no es tal sin algún que otro invento. Quartermain se encarga de modificar el coche de Johnny English, que debe ser inglés, claro está. Los coches siempre han interesado al actor e hizo hincapié en que el suyo debía ser muy inglés, pero no un modelo que se encontrara en la exposición de un concesionario. "Sabía que hacía unos años Rolls-Royce había desarrollado un increíble motor V16 de nueve litros", dice Rowan Atkinson. "Hablamos con ellos y tuvieron la amabilidad de colocar ese motor en un Phantom. El coche es asombroso y funciona de maravilla para la película. Además, está lleno de artilugios para eliminar a los malos".

Pero era importante que los artilugios y las escenas peligrosas no interfirieran con el arma más poderosa de la película: Rowan Atkinson. "Lo fantástico de rodar a Rowan es que el más pequeño gesto significa algo, cuando arquea la ceja o pone los ojos en blanco. Funciona igual de bien con tomas abiertas porque su lenguaje corporal es una auténtica creación cómica. La aproximación de Rowan a la comedia es sumamente analítica, y su comprensión del género es extraordinaria y muy sofisticada. Deconstruye y construye chistes con total brillantez. Basta con darle el espacio suficiente para que desarrolle su talento".


Un toque de música para espías: El sonido de JOHNNY ENGLISH RETURNS
El premiado compositor Ilan Eshkeri se encargó de componer la música para el thriller cómico de espías. El director Oliver Parker escogió al músico porque le intrigó la facilidad con que pasaba de componer músicas intensas para películas como Layer Cake/Crimen organizado y Kick-Ass/Listo para machacar, ambas de Matthew Vaughn, a partituras mucho más ligeras para la fantasía Stardust y el drama de época La reina Victoria, de Jean-Marc Vallée.

"Ilan ha incluido auténticos fuegos artificiales en la partitura", dice Oliver Parker. "Pasa de la acción más trepidante a la comedia contenida, del romance a la bufonada descarada, y lo consigue con elegancia y genialidad".

Un espía internacional que se precie no es tal sin una canción icónica en los títulos de crédito. En este caso, se trata del tema "I Believe in You", compuesto por el premiado letrista y productor "EG" WHITE e interpretado por el cantante británico RUMER.

"Eg" White, conocido por su trabajo con las superestrellas Pink, Kylie Minogue, Adele, Joss Stone y Duffy, creó la canción que acompaña los títulos de crédito, cantada por Rumer. Lo más curioso es que Rowan Atkinson y Rumer ya se conocían. Le había vendido un portátil hace años cuando todavía no era famosa y trabajaba en una tienda de Apple.

Oliver Parker explica lo que le gustó de la canción de "Eg" White y por qué cree que la voz de Rumer resume el espíritu de la película: "Esa voz naturalmente grácil y femenina nos lleva a través de los créditos. La canción de Eg es excelente y aporta mucho a la película, es apasionada, ambiciosa y tierna. Todos creemos en Johnny".