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  Los pingüinos del Sr. Poper  (Mr. Popper's Penguins)
  Dirigida por Mark Waters
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LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER, según cuenta Jim Carrey, es una película que "se desmarca de las otras porque no hay nada parecido por ahí ahora mismo. Y tengo que volver a ser yo, un poco loco, divertido y provocador". Efectivamente, la película supone el regreso de Carrey al estilo de comedia, y personaje cinematográfico, que le catapultaron al estrellato global. Y Carrey no podía sentirse más feliz con ello. "Quería hacer una película que las familias pudieran recordar", nos explica. "Hay gente que se resiste a trabajar con chicos y animales, por miedo a sentirse superada. Pero a mí me encantar captar la chispa de la inocencia. Y ¿qué mejor que los animales, pingüinos en este caso, y los niños para despertar esa inocencia en nosotros?".

LOS PINGÜINOS DE MR. POPER está basada en una novela, originalmente publicada en 1938, escrita por el equipo de marido y mujer compuesto por Richard y Florence Atwater. El libro cuenta la historia muy divertida, y a la vez emocionante, la de un humilde pintor de brocha gorda de un pequeño pueblo y su familia que heredan doce pingüinos. Premiada con la Medalla Newbery de 1939, Los pingüinos de Mr. Poper se convirtió en un clásico durante generaciones, y sigue en las estanterías de las escuelas primarias hasta hoy.

Al productor John Davis le encantó la novela, que era bien conocida en su casa. "Mis chicos habían leído la novela en tercer grado, y mi mujer también la había leído en tercer curso", afirma Davis. "¡Todo el mundo, desde 1938, ha leído el libro en tercer curso!". Davis, el productor de películas tales como "Garfield," "Dr. Dolittle," y "Papá canguro" vio que la novela de los Arwater era atractiva en numerosos aspectos. "Es una gran historia sobre un tipo que lleva una vida que no le está saliendo realmente bien", explica Davis. "En el libro, los pingüinos se los envía un explorador del continente antártico con el que tiene una relación amistosa por carta, y los pingüinos ponen su vida patas arriba, a la que le dan un sentido muy divertido. Y esa idea era algo encantador para mí".

El guión, escrito por by Sean Anders y John Morris y Jared Stern, actualiza la novela de Atwaters trasladándola a nuestros días. "Ya no estamos en 1939, y Tom Poper es un personaje muy distinto del Sr. Poper del libro", afirma el productor ejecutivo Derek Dauchy. "Aunque el Sr. Poper de la película ya no es un pintor de casas que sueña con recorrer el mundo, el guión mantiene el sentido de diversión y los valores familiares del libro. Creo que ese tema sigue presente en nuestra película, que trata de una persona que aprende algo de sí mismo gracias a la aparición inesperada de estos pingüinos"

Davis afirma que muchos realizadores estaban entusiasmados por contar la historia del Sr. Poper y su pandilla de pingüinos. Pero fue Mark Waters, conocido por las películas "Chicas malas", "Las crónicas de Spiderwick" y "Ponte en mi lugar", el que Davis pensó que sería el encargado ideal de LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER. "Me senté con Mark, y me habló de la película y de cómo la veía él en su realización, y yo me dije, este es el tío, este es el director", explica Davis.

Mientras hacían el casting para el Sr. Poper, Waters y Davis descubrieron algo más bien sorprendente sobre los talentos de primera línea. "Descubrí que a los actores y a los comediantes les encantan los pingüinos", cuenta Davis. "Por primera vez en mi vida tenía a seis comediantes de primera fila para elegir, algunos de los cuales se presentaron en mi oficina con estatuas de pingüinos y dijeron: ‘Tengo que hacer esta película porque adoro los pingüinos’. Pero no les llevó mucho tiempo seleccionar el papel del título, el Sr. Poper. Los productores encontraron la perfecta combinación de aptitudes de " Poper" en Jim Carrey, la estrella enormemente exitosa de películas como "El show de Truman", "Ace Ventura: Detective de mascotas" y "Como Dios". "Jim es un actor de comedia física con verdadero talento, pero además, es un actor capaz de aportar una gran sensibilidad", destaca Davis.

"Recuerdo haberle dicho a todo el mundo con el que hablé que sólo había una persona que pudiera representar a este personaje en la pantalla, y que era Jim Carrey". Añade Mark Waters. Por suerte, Jim, después de leer el guión, se sintió inmediatamente entusiasmado por la película. Y, además, es un gran amante de los pingüinos"
. "Por decirlo suave. Estos pingüinos son condenadamente bonitos", exclama Carrey. "Son criaturas increíbles. Son pocos los animales que te despiertan amor, que te toquen esa clase de fibra. Es verdaderamente difícil no sentirse contento con un pingüino. Esa es una de las razones por las que hice esta película, los pingüinos son una especie de obsesión para mí. ¡Son como cachorritos al cien por cien".

Una vez que se comprometió con la película, el actor trabajó íntimamente con el director y los guionistas en el guión. "El proceso resultó increíblemente iluminador y divertido", recuerda Waters. Jim es mucho más que un maestro de la creación cómica; posee, además, una rara especie de accesibilidad emocional. Cuando estamos trabajando en escenas de emociones, sus ideas son tan buenas como sus ideas cómicas".

Cuando los pingüinos aparecen por primera vez en la puerta de Poper, éste se siente algo más que enfadado. "Tom Poper piensa que todo va muy bien en su vida laboral", dice Carrey. "Su carrera va hacia arriba. Poper se preocupa por su vida familiar, pero no está realmente involucrado en ello. Está más preocupado por su trabajo y en tener éxito. Pero, cuando llegan los pingüinos, su vida laboral se pone patas arriba". La buena noticia: "La vida familiar también cambia radicalmente".

"Poper al principio cree que los pingüinos son la mayor pesadilla de su vida; son animales salvajes que corren por toda la casa", dice Waters. "Es como tener seis perros sin ningún adiestramiento". Pero durante una de las visitas de sus hijos, éstos observan a los pingüinos en sus correrías por el apartamento y Billy, el hijo de diez años de Poper, toma a las aves por un regalo de cumpleaños de su padre, y Poper no es capaz de decirle a Billy la verdad. "Bien, Poper no puede regalar los pingüinos porque su hijo le ha hecho jurar que son un regalo de cumpleaños", cuenta Davis. "De pronto se convierte en un héroe para sus hijos, y a él le gusta esta apreciación".

A Poper le gusta que los pingüinos le ayuden a recomponer la relación con sus hijos, y con su ex-mujer Amanda. Para el papel de Amanda, los productores eligieron a Carla Gugino, conocida por sus papeles en las películas de "Spy Kids", la serie de la HBO "Entourage (El séquito)" y la película "Watchmen". Para la actriz, la decisión de hacer el papel de Amanda resultó sencilla. "Una vez acabado de leer el guión, pensé, ‘Yo iría a ver esta película inmediatamente’", afirma ella. "Es muy divertida, y a la vez, muy humana".

Aún cuando Amanda es sensible con Poper y sus nuevos amiguitos, toma con cautela las promesas que él ha hecho a los niños. "Carla le da solidez a la historia, y hace que la vida de su familia resulte creíble y auténtica", explica la productora ejecutiva Jessica Tuchinsky.

Pero los pingüinos no podrían haber llegado en peor momento para el Sr. Poper; se encuentra justo en mitad de lograr un contrato que le supondría conseguir ser socio de su firma inmobiliaria. Aunque primero deberá conquistar a una mujer formidable, la Sra. Van Gundy, para poder vender la propiedad en cuestión. La elección de Waters para el papel recayó en una aclamada y adorada actriz de teatro, cine y televisión que recientemente se ha decidido a hacer algunas películas: Angela Lansbury. "Cuando leía el guión, soñé con conseguir a Angela Lansbury para el papel", cuenta Waters. "Pero eso supuso un largo proceso de cortejo. Cuando Angela se convenció de que íbamos a hacer algo especial, decidió subir a bordo y ayudar a que la película se convirtiera en realidad".

Lansbury afirma que su decisión de hacer el papel se basó en dos aspectos: "Estaba interesada en hacer la película porque soy una gran admiradora de Carrey", nos dice. "Y me di cuenta de que la historia era muy conocida y el libro era un clásico para los niños. Siempre me ha encantado hacer algo que los niños puedan disfrutar".

Para el papel de Pippi, la espabilada joven ayudante de Poper, los realizadores eligieron a una actriz que está en ascenso, Ophelia Lovibond. Pippi, una joven más bien tensa, con una debilidad particular por las palabras con la letra "p", siempre está al otro lado del móvil de Poper o, preferiblemente, junto a Poper. "Ella es la chica que se encarga de todo lo que necesita Poper, tanto si se trata de cuidar a sus hijos como de arreglar su agenda o cualquier otra cosa loca que desee hacer" cuenta Lovibond.

Luego, los realizadores eligieron a Clark Gregg, conocido por sus papeles en "Iron Man" "Thor" y "(500) días juntos", para interpretar a Nat Jones, jefe de la "división de aves inofensivas" del Zoo de Nueva York. Una persona ligada a Hollywood, cuyo nombre está asociado con la dirección, la redacción de guiones y la interpretación, Gregg admite que una de las razones para aceptar el papel fue la de trabajar con las aves del título de la cinta. "No voy a engañaros, me entusiasmaba mucho la idea de andar por ahí con unos pingüinos".

Cuando Nat Jones recibe la llamada de Pippi pidiendo ayuda y llega al apartamento de Poper, piensa que su deber "es sacarlos del ambiente poco adecuado de un apartamento de lujo de Park Avenue y llevarlos a donde deben estar, en un zoo", según cuenta Gregg. A pesar de lo juicioso de la idea, el Sr. Poper ya está apegado a sus aves y lucha contra los esfuerzos de Jones para levárselos.

David Krumholtz, un actor conocido por los espectadores por su papel estelar en la serie de televisión "Numb3rs", fue el elegido para ser otra espina en la vida de Poper: su ruidoso vecino, Kent. Al otro lado de una guerra declarada por el soleado apartamento de Poper se encuentra Kent, que vigila a Poper de cerca en la esperanza de poder pillarlo infringiendo algunas de las normas de la comunidad, como tener mascotas. "El apartamento de Kent es un agujero oscuro, siniestro y deprimente situado en el otro extremo del edificio, en el que vive con unas plantas mustias, por lo que tiene mucha envidia de Poper", cuenta Krumholtz. "Kent empieza a notar que algo está pasando en el apartamento de Poper y que él podría utilizarlo en su provecho para echar a Poper y así poder quedarse con el apartamento que tanto codicia".

Para interpretar a la hija de Poper, Janie, los realizadores de la película eligieron a Madeline Carroll, una chica de catorce años, cuya carrera incluye primeros papeles en películas como "Flipped, mi primer amor", "El último voto" y "El super canguro", y que debutó en el cine a la edad de cinco años en la comedia de éxito de John Davis "Papá canguro". Madeline describe a su personaje como alguien que está pasando por una etapa difícil, la adolescencia. "Cuando la ves por primera vez notas que está de muy mal humor, porque, bueno, es una adolescente", describe la joven actriz. "Así que resulta muy divertido ver la lucha de Poper por averiguar lo que quiere".

En el guión original de LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER, el vástago más joven de Poper era otra chica, pero después de buscar por todo el país infructuosamente a alguien para el papel, un encuentro con Maxwell Perry Cotton, un chico de diez años, tuvo como resultado un cambio de género. "Una vez que ví a Maxwell entrar y leer su parte, me di cuenta de que resultaba realmente atractivo y, me atrevo a decir, aniñado, por lo que el papel inmediatamente adquiría un completo sentido con él", afirma Waters.


Los pingüinos
Mucho antes de que comenzara la fotografía principal de LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER en octubre de 2010, los realizadores se pusieron a la búsqueda de los seis pingüinos, Capitán, Mimoso, Mordisco, Ceporro, Mofeta y Bocazas (llamados así en razón de sus rasgos distintivos), que protagonizarían la película junto a Jim Carrey. "Recorrimos todo el mundo buscando los pingüinos adecuados", recuerda Davis. Si bien ya habían aparecido pingüinos en el cine en el pasado, nunca antes las aves habían tenido un papel tan destacado en una película narrativa. "Los espectadores van a ver algo que no han visto nunca antes", afirma Davis.

LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER contó con la ayuda de entrenadores de animales de primera línea de la firma Birds & Animal Unlimited, de Hollywood, para encontrar los animales. Ellos, a su vez, llamaron al Scott Drieschaman, el respetado experto en pingüinos, para que las ayudara en la búsqueda. Habiendo trabajado con pingüinos desde 1972, primero en Sea World y luego como asesor de zoos, acuarios y acuarios oceánicos en todo el mundo, Drieschman ha viajado al continente antártico en numerosas ocasiones a la cabeza de investigaciones para Science Foundation. Él describe su trabajo como "establecer la cría de colonias en cautividad de un zoo a otro para poder disponer de una población estable". LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER supondrá la primera incursión de Drieschman en el negocio del cine.

"Existen diecisiete especies de pingüinos", según Drieschman, que al final se decidió por los pingüinos Gentoo para la película. "Los Gentoos son los terceros pingüinos más grandes y se encuentran en la región sub-antártica y las Islas Malvinas, Georgia del Sur y Chapman del Sur". Su tamaño varía desde unos cuarenta y ocho centímetros hasta los cincuenta y cinco de alto. Los Gentoos se distinguen por sus rayas blancas en la cabeza y sus patas de un naranja brillante.

Antes de transportar a los Gentoos a los Estados Unidos, y al estrellato cinematográfico, se construyeron unas instalaciones para ellos junto a los Steiner Studios, de Brooklyn, Nueva York, donde se rodó parte de la película. El hogar de los pingüinos incluía una zona donde hacían su vida, completa con una piscina y todo, además de un espacio para su entrenamiento, las dos estancias construidas de acuerdo con las especificaciones dictadas por Drieschman y la firma Birds & Animals. "Lo que haces es observar lo que tienen en la naturaleza", según Drieschman, mientras describe el diseño de las instalaciones de los pingüinos en Brooklyn. "Están en un ambiente frío, a veces muy frío. Necesitan mucha agua, y una zona limpia donde hacen su vida".

Dentro de los Steiner Studios se instaló un enorme sistema de aire acondicionado en el plató de forma que la temperatura se mantuviera entre 2 y 4,5 grados centígrados cada vez que los pingüinos aparecían en cámara. El propio Drieschaman se mudó a una caravana junto al hábitat de los pingüinos, para que las aves estuvieran atendidas venticuatro horas al día, siete días a la semana. "Los animales son lo primero, de manera exclusiva", afirma Drieschman.

Cuando los pingüinos llegaron a Brooklyn, a finales de agosto de 2010, los preparadores de Birds & Animals tenían el trabajo ya listo para ellos. "Los pingüinos eran bastante salvajes cuando los recibimos", cuenta el jefe de preparadores Larry Madrid, quien ha trabajado con animales durante treinta años. "La primera parte del entrenamiento consistía en conocerlos y conseguir que tomaran la comida que les dábamos, de un modo que les hiciera sentirse cómodos. A continuación, nos metimos en un proceso de insesibilización y una preparación de lugar de refugio, además del reforzamiento de sus posiciones".

El truco consistía en conseguir que estuvieran calmados y darles un lugar al que pudieran ir y en el cual sentirse seguros", añade Drieschman. Los preparadores utilizaron una especie de corral como lugar seguro y enseñaron a las aves a dirigirse a su marca, una capacidad esencial para cualquier actor de cine. "Abres el corral y las aves salen", explica Drieschman. "Saben dirigirse a la marca, coger su comida, y luego quedarse ahí. Es como si dijeran, ‘esto es bueno, esto es bueno, estamos contentos’".

Después de varias semanas de entrenamiento, antes de que comenzara el rodaje, los miembros del reparto "humano" hicieron una visita a los Gentoos en su hábitat de pingüinos. "Los actores primero entraban y miraban a los pingüinos, para tener idea de cómo eran, y para experimentar la fría temperatura", cuenta Madrid, quien añade que Jim Carrey era especialmente bueno con los pingüinos. "Siempre estaba dispuesto alimentarlos con pescado", afirma Madrid. "Jim es muy divertido, y era genial verle interactuar con ellos a su manera. Jim estuvo genial con los pingüinos".

"Jim hizo migas con los pingüinos al instante", asiente John Davis. "Y respondieron muy bien. Jim caminaba por cualquier sitio y los pingüinos iban tras él. Adora a los pingüinos. Está muy cerca de ellos y se siente cómodo en esa situación. Y ellos también están cómodos".

Mientras que el equipo trabajaba con grandes chaquetas, guantes y gorros a 4 grados en el plató, los pingüinos siempre aportaban un sentimiento de calidez a todos los que estaban en contacto con ellos. "Es imposible estar junto a ellos y no esbozar una sonrisa", afirma Carla Gugino, "Son una fuente de alegría. ¡Y además, se lo curran por el pescado!

Por más adorable que fueran los pingüinos, debido a su obsesión y su incansable búsqueda de pescado, hubo momentos en los que trabajar con ellos supuso todo un desafío. "No tenía idea de que entrenar pingüinos fuera algo tan difícil", dice Carrey. En lo único que piensan es en pescado, así que ahí iba yo, con los bolsillos, los zapatos…todo… lleno de pescado"
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"Hay algo genial con los pingüinos vivos, el caos que generan y que apenas se puede controlar", cuenta Waters. En una escena, por ejemplo, en la que el Sr. Poper de Carrey hace sentar a los pingüinos ante una comida "civilizada", el equipo de producción preparó la mesa de tal manera que antes de que las cámaras se fijaran en las aves, la comida estuviera cubierta. Con el Sr. Poper en la cabecera de la mesa y tres pingüinos a cada lado, la idea era descubrir la comida cuando Waters dijera "acción" y los pingüinos comieran las sardinas de sus platos al mismo tiempo que Poper disfrutaba su comida.

"Por supuesto, en cuanto levantamos las cubiertas de los platos, los pingüinos inmediatamente saltaron sobre la mesa y comenzaron a atacar la comida entre ellos causando un caos total", afirma Waters. "Lo más increíble fue que Jim no alteró su personaje en absoluto y siguió comiendo muy educadamente, como si nada, y como si dijera, ‘¿podrías pasarme la sal?’ en medio de todo el follón".

El trabajo realizado en esa mesa fue un punto destacado para mí", recuerda Carrey. "Los cuidadores mantenían a los pingüinos a raya, pero lo único que querían éstos era atacar los platos llenos de sardinas. Me gustó trabajar con ellos porque siempre resultaba algo espontáneo, nunca sabías lo que iba a suceder. Y la escena de la mesa durante la cena no iba a ser diferente. Quiero decir que… ¡los pingüinos estaban absolutamente locos!", añade entre risas.

Para las escenas en las que los pingüinos tenían que "actuar" interpretando alguna acción muy específica, o cuando la localización de rodaje no era muy hospitalaria con las aves antárticas, el equipo de efectos visuales de la producción, dirigidos por el productor de Efectos Especiales Visuales Blondel Aidoo y el supervisor de Efectos Especiales Visuales Richard Hollander cogió los mandos. "Tuvimos esta oportunidad de poner a prueba al departamento de efectos visuales al decir vamos a rodar esta película con pingüinos vivos, y habrá que conseguir que los pingüinos de los efectos visuales resulten tan buenos como los de verdad", afirma Waters.

Aidoo, que ha sido productor de efectos visuales en las películas "Hechizada" y "La búsqueda", nos explica que el proceso de creación de las aves en el ordenador dio comienzo observando a los verdaderos Gentoos. "Tomamos cantidades ingentes de fotos de los pingüinos reales mientras hacían su vida, incluyendo sus acciones y sus movimientos", explica él. "Estudiamos las plumas de los pingüinos, que son increíbles cuando les da la luz, e irradian una iridiscencia por toda su extensión. Recrear todo eso con las imágenes creadas por ordenador requiere una labor muy grande".

"En realidad pusimos dieciocho cámaras en un círculo e hicimos tomas con todas al mismo tiempo", añade Hollander, un supervisor de efectos visuales de Rhythm & Hues, cuyo currículo incluye películas como "Titanic", "Blade Runner" y "Harry Potter y la piedra filosofal". "Todas las cámaras enfocando al centro, pusimos varios pingüinos dentro y tomamos un montón de cuadros. Pudimos observar cómo se mueven el tejido graso y el tejido de las plumas desde diferentes ángulos en un cierto momento. Hicimos ciclos de caminatas, corridas, giros, y graciosos movimientos de las alas. Mirábamos al animal real del modo más científico que podíamos y partiendo de ahí, creamos nuestras aves por ordenador".

Aidoo y Hollander combinaron su trabajo de manera impecable con el rodaje de acción en vivo en el plató. "Esperamos que los efectos visuales sólo sirvan de apoyo a la trama argumental", afirma Hollander. "Queremos que los espectadores queden maravillados, ¿Cómo diablos consiguieron que esos pingüinos de verdad hicieran todas esas cosas?"


Acerca de la producción
La fotografía principal de LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER dio comienzo el 7 de octubre de 2010 y la película se rodó durante once semanas totalmente en la ciudad de Nueva York, un sitio esencial para la visión que tenían los realizadores de la película. Mientras que en la novela de Los pingüinos del Sr. Poper, el personaje del título vivía en una pequeña localidad y ganándose la vida como pintor de viviendas, el Sr. Poper de la película es un exitoso promotor inmobiliario de una ciudad con algunas de las propiedades más valiosas y con la arquitectura más reconocible del mundo. "El aspecto que realmente definió el look de la película fue la ciudad de Nueva York", dice Waters. "El hecho de que íbamos a hacer esta película allí me permitió decir, vale, podemos rodar con un gran campo de acción y hacer que parezca una película clásica de Nueva York". Jim Carrey agrega: "La película capta Nueva York de una manera hermosa. Verdaderamente te hace sentir calidez. No hay ningún ángulo malo, en cualquier lugar que pongas la cámara resulta interesante y tiene profundidad, forma y carácter".

El equipo tras las bambalinas de Waters incluía a veteranos de la realización de Nueva York como la diseñadora de vestuario y ganadora del Oscar, Ann Roth ("El paciente inglés"), al director de fotografía Florian Ballhaus ("El diablo se viste de Prada", "Red") y al diseñador de producción, nominado al Oscar, Stuart Wurtzel ("Hanna y sus hermanas").

Las localizaciones claves incluyeron lugares de hitos arquitectónicos como el Edificio Flatiron de la Calle 23, construido en 1923, cuya forma lo es en función del terreno triangular formado por la intersección que forman de la línea diagonal de Broadway y la Quinta Avenida. La producción rodó exteriores en el Edificio Flatiron, así como en una oficina en la misma punta del "hierro". Luego se trasladó a la parte superior de la ciudad para rodar en el Museo Guggenheim en la Quinta Avenida y la Calle 88, obra de Frank Lloyd Wright en 1959. Las escenas en las que los pingüinos arruinan una cena de gala a la que asiste el Sr. Poper se rodaron en la rampa en espiral de uno de los interiores más modernos del mundo. Otro interior moderno del mundo del Sr. Poper es su oficina, rodada en el edificio del nuevo Banco de América, en la calle 42 y la Sexta Avenida que da a una magnífica vista de la ciudad.

El exterior y el vestíbulo del edificio del Sr. Poper también se rodaron en la localización de un edificio residencial de la prestigiosa Park Avenue. Los interiores de su apartamento se crearon en un plató de los Estudios Steiner de Brooklyn.

El deseo del Sr Poper de llevar una vida limpia y ordenada se ve trastocado con la llegada de seis aves salvaje de la Antártida. Él se ve obligado a satisfacer la necesidad de los pingüinos de disponer de un ambiente frío, y abre todas las ventanas, dejando entrar el glacial invierno de Nueva York. Poper descubre que disfruta de la climatización de los pingüinos, para deleite de sus hijos. "Una vez que los pingüinos comienzan a habitar el apartamento, éste empieza a cobrar una vida propia y se convierte en una especie de paraíso invernal", afirma Wurtzel. Poper aporta su vívida imaginación en el acondicionamiento del apartamento, añadiendo una mini pista de patinaje y un muñeco de nieve. "Fue muy divertido coger algo que era tan rígido al principio y convertirlo en una especie de locura al final, debido a los pingüinos, y el modo en que se lo tomó toda la familia y luego lo aceptó", añade Wurtzel.

El cámara, Florian Balhaus adaptó la iluminación del apartamento para que reflejara una actitud nueva en el hogar de Poper. Aún cuando el ambiente era blanco y frío, comenzamos a introducir una cálida luz de sol en el apartamento, para que la sensación fuera más acogedora, cálida", dice Waters acerca del trabajo de Ballhaus.

Otro marco importante en la historia de LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER es Tavern on the Green, un edificio victoriano de piedra y ladrillo de Central Park. Construido en 1871 como establo para ovejas, Tavern on the Green fue reconvertido en restaurante en 1934, y con los años se ha convertido en un popular sitio para comer, tanto para los refinados del lugar como para los turistas. Cerrado en 2009, el edificio aloja actualmente un centro de visitantes. Wurtzel y su equipo han recreado los interiores de The Tavern, incluyendo su gran comedor. "The Tavern era un magnífico sitio de encuentro con un interior alegre y un restaurante barroco, frecuentado por todo el mundo" afirma Wurtzel. "En cada fiesta de apertura nocturna, en cada fiesta de celebración, todo el mundo quería estar en el Tavern on the Green".

Wurtzel recreó el vestíbulo frontal con paneles de madera del Tavern, la famosa Sala de Cristal con sus candelabros adornados y la decoración con flores, y a aproximadamente un par de metros de Central Park, por lo que las vistas tras las ventanas de cristal parecen muy reales. "Es una especie de combinación emocional de cómo lo recuerda la gente", dice Wurtzel.

Al término de la fotografía principal, los actores, y los pingüinos, volvieron a casa o a comenzar sus siguientes proyectos. Pero para Waters, Davis, y los equipos de post producción aún quedaban meses de montaje, música, efectos visuales y la mezcla final. En un paréntesis antes de los toques finales de la película, Waters afirma que LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER es para públicos de todas las edades. "Sinceramente, mi aspiración era hacer una gran comedia llena de emociones", dice Waters. "Si hemos hecho el trabajo bien, la película funcionará en todos los niveles de entretenimiento". Y el propio Sr. Poper, Jim Carrey, expone sus esperanzas sobre la película. "La película te pone en contacto con las cosas importantes de la vida, como los valores del amor, la familia y la amistad. Al mismo tiempo, creo que los espectadores quedarán sorprendidos con lo divertida y avanzada que resulta la película. La cinta tiene un humor que los adultos van a disfrutar. Es totalmente inocente, alegre y animada".