Hidalgo, en su celda del Hospital Militar de Chihuahua, recuerda algunos pasajes de su vida, principalmente su estancia como párroco en San Felipe Torres Mochas; donde se relacionó con las clases bajas y nació la idea emancipadora, tradujo y montó al Tartufo de Moliere, se enamoró de Josefa Quintana y se alejó por algún tiempo de la vida eclesiástica.