Notas del director
14 Days With Victor es una película violenta. Habla del sacrificio, del martirio, de la sublimación del espíritu a través de la tortura. La violencia, por tanto, está presente en casi todos los rincones del film en su sentido más físico, más visual. Eso no quiere decir que forzosamente tenga que ser una película oscura en sus formas. Al contrario, el objetivo es reflejar el lado poético del sufrimiento, de la violencia que se ejerce. Así, nuestro planteamiento visual pretende alejarse de toda la iconografía violenta que asociamos a géneros como el gore, la serie B, el terror gótico
Intentaremos, más bien, aproximarnos a la visión religiosa del asunto: la violencia debe estar ligada a la belleza, a la luz, a una supuesta ascensión del espíritu.
Los ejemplos de cada escuela son incontables. Concluiremos en que 14 Days With Victor debería acercarse más visualmente a La Escafandra y la Mariposa, de Julian Schnabel, que a Hostel, de Eli Roth. A La Fuente de la Vida, de Aronofsky, que a Saw, de James Wan.
Pero 14 Days With Victor también es una película artística. La expresión plástica juega un papel central en la trama de la película: la fotografía, la pintura, el vídeo como imagen en movimiento
todas ellas disciplinas muy ligadas a la luz, al color, a la forma.
Me imagino una nave industrial luminosa. Reflejos. Contraluces. Desenfocados, como si de manchas en un lienzo se tratasen. Nuestros protagonistas están intentando crear belleza, aunque sea a partir de la tortura y de la violencia.