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  Contraband  Dirigida por Baltasar Kormákur
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Remake de la película islandesa Reykjavik-Rotterdam.

El realizador islandés BALTASAR KORMÁKUR (101 Reikiavik, Mýrin/Jar City) dirige CONTRABAND, su primera película de habla inglesa, a partir de un guión de AARON GUZIKOWSKI basado en la película Reykjavik-Rotterdam, escrita por ARNALDUR INDRIÐASON y ÓSKAR JÓNASSON.

La producción de CONTRABAND reúne a un equipo técnico de primera fila compuesto, entre otros, por el director de fotografía BARRY ACKROYD (En tierra hostil, United 93); el diseñador de producción TONY FANNING (Brothers/Hermanos, Dos colgaos muy fumaos: Fuga de Guantánamo); la montadora ELÍSABET RONALDS (Reykjavik-Rotterdam, Mýrin/Jar City); la diseñadora de vestuario JENNY EAGAN (About Fifty, Order Up), y el compositor CLINTON SHORTER (Distrito 9, Normal).

Los productores de la película son TIM BEVAN y ERIC FELLNER, de Working Title (El topo, Big Miracle), así como Baltasar Kormákur, STEPHEN LEVINSON (las series de televisión "El séquito" y "Boardwalk Empire") y Mark Wahlberg.

La producción ejecutiva corre a cargo de LIZA CHASIN (Big Miracle), EVAN HAYES (El topo) y BILL JOHNSON (Te quiero, tío).


De Islandia a Luisiana: Empieza la producción de CONTRABAND
En 2008, el guionista Arnaldur Indriðason y el guionista y director Óskar Jónasson crearon el thriller escandinavo Reykjavik-Rotterdam. La película, protagonizada y producida por Baltasar Kormákur, sigue las andanzas de un guarda de seguridad llamado Kristófer que se ve envuelto en el contrabando de alcohol cuando acepta un trabajo a bordo de un carguero de contenedores que sale de Reikiavik, en Islandia, rumbo a Róterdam, en Holanda.

El thriller fue un éxito no solo en Islandia, sino en toda Europa. Dos años después, Baltasar Kormákur habló con su representante acerca de la posibilidad de hacer una versión más internacional. Este se puso en contacto con los cineastas británicos Tim Bevan y Eric Fellner, que decidieron desarrollar el proyecto con su productora Working Title.

Eric Fellner dice: "Es bastante habitual que se rehaga una película de éxito para una versión hablada en inglés, pero lo interesante de este proyecto y de su desarrollo es que el protagonista y productor de la primera quería cambiar la historia y dirigirla. Baltasar es un conocido director en Europa. Después de ver sus películas anteriores, no dudamos de que sería capaz de dirigir la película y de contar una historia tan buena o mejor que la que ayudó a crear en 2008. Al disponer de más recursos, ha podido indagar en ese submundo y realizar un thriller para el disfrute de los espectadores".

Después de pensar en quién sería el guionista más apropiado para reinventar la historia dirigida a un nuevo público, el cineasta se inclinó por el prometedor guionista Aaron Guzikowski, algo en lo que Liza Chasin y Evan Hayes, los dos productores ejecutivos de Working Title, estuvieron totalmente de acuerdo. "Otras productoras y estudios estaban interesados, pero me apetecía trabajar con Working Title", reconoce Baltasar Kormákur. "Es una empresa increíble y siempre me han gustado sus películas. Trabajan con el corazón, pero también tienen grandes éxitos comerciales. Además del increíble guión de Aaron, me dieron todo lo que buscaba".

Dado que el estado de Luisiana es un lugar de paso de muchos barcos que recorren el mundo y que gran parte del contrabando estadounidense pasa por allí, los productores, el realizador y el guionista visitaron la zona y decidieron que CONTRABAND transcurriría en Nueva Orleans, y no en Islandia. "Es una historia universal", dice el director. "No hay nada especial que la ate a Islandia o a Róterdam. Desde luego, el contrabando en Estados Unidos es mucho más importante que en mi país".

Después de visionar Reykjavik-Rotterdam, Mark Wahlberg y Stephen Levinson decidieron reunirse con Baltasar Kormákur, Aaron Guzikowski y Working Title cuanto antes. Stephen Levinson explica cómo empezó todo: "Me interesó el hecho de que Baltasar hubiera producido y protagonizado la primera, y quería dirigir ésta. Además, dijo desde un principio que solo veía a Mark en el papel que él había creado".

Mark Wahlberg dice: "Me encantó Reykjavik-Rotterdam. Baltasar y yo nos llevamos bien enseguida. Produjo y protagonizó la primera película, conoce la historia como la palma de su mano". Al empezar la preproducción, el actor no tardó en darse cuenta de que trabajar con un cineasta independiente como Baltasar Kormákur significaría que el rodaje estaría impregnado de una energía muy especial. "Baltasar tuvo el mismo enfoque con CONTRABAND que con películas de mucho menor presupuesto", dice el actor y productor. "Siempre estaba en el plató, no paraba de correr, de saltar, de enseñarme a hacer cosas. Lo controla todo y sabe mucho de interpretación. Me gusta su estilo".

El director islandés dice que nunca consideró esta versión como un remake de la película original: "Se trata de un viaje. Para mí, CONTRABAND no es un remake, sino más bien una historia que ha sido usada para otra película. Creamos una nueva historia a partir de la original".


De vuelta a la acción: El reparto del thriller
Para encontrar el reparto de CONTRABAND, Baltasar Kormákur se sirvió de la misma técnica que emplea en su país natal. En vez de seleccionar a un actor o una actriz por su aspecto físico, el director se basa en la personalidad del intérprete. "Me gusta buscar el núcleo en las personas", dice. "La apariencia exterior no tiene tanta importancia. ¿Quién es esta persona? Si se consigue descubrir la respuesta, se sabe si encaja con el personaje".

El primer actor seleccionado fue el mismo al que el director presentó el proyecto. Baltasar Kormákur dice: "Mark mezcla el encanto juvenil con una vertiente de tipo duro. Era perfecto para interpretar a Chris, un hombre que consigue alejarse del hampa, pero que se obligado a volver a su antigua vida. Lo genial de un thriller así es que se ve a gente salir de las normas y hacer cosas que el resto del mundo no haría".

Al describir a su personaje, Mark Wahlberg dice: "Chris usa la cabeza, pero no le asusta alzar la voz y ensuciarse las manos". En su opinión, desde que el personaje se ve obligado a reintegrarse al mundo del crimen, se lo pasa mejor: "Chris encontrará la forma de sobrevivir, resolver el problema y volver a casa sano y salvo".

Los cineastas barajaron los nombres de varias actrices para el papel de Kate, la esposa de Chris, pero ninguna tenía la combinación de belleza y voluntad requerida… hasta que apareció la intérprete que protagonizó las entregas de Underworld. Hablando de por qué Kate Beckinsale es perfecta para el papel, el director dice: "Es muy guapa, desde luego, pero sobre todo tiene una interesante mezcla de sensibilidad, dulzura y dureza que encaja muy bien con el papel".

Mark Wahlberg está de acuerdo en que la esposa de Chris debía demostrar más carácter en esta versión de la historia: "Kate lo entendió inmediatamente. Le apetecía hacer algo diferente. Me recuerda mucho a Amy Adams en The Fighter. Son actrices a las que se está acostumbrado a ver en ciertos papeles, pero que son realmente sorprendentes si se les da la oportunidad".

La actriz reconoce que la tensa narrativa de Aaron Guzikowski no la dejó indiferente: "CONTRABAND tiene una trama apasionante y los personajes son geniales. Describe un mundo que me interesó desde el primer momento porque lo desconocía totalmente". Hablando de su papel, la actriz dice: "Es un personaje fantástico, una mujer cariñosa, fuerte, dura, sensible. No se me parece en nada, y por eso me gustó mucho darle vida".

En la película, Kate Beckinsale casi nunca está con su coprotagonista, por lo que pensó mucho en la relación que la unía a su marido. "Hace falta rellenar huecos", dice la actriz, "inventarse una historia, para que al llegar al rodaje se pueda comunicar la sensación de que realmente hay algo entre los personajes, entre la pareja, la hermana y el hermano. Me pareció importante que se pudiera sentir que existía una base muy fuerte".

El rodaje ya había empezado cuando la actriz se unió al equipo, y reconoce que se sintió un poco como la "chica nueva en la clase". Desde luego, no fue un comienzo glamuroso, según nos cuenta Kate Beckinsale: "Llegué al rodaje y lo primero que hicieron fue empaparme con sangre falsa y envolverme cual ‘burrito’ en una sábana de plástico. A continuación me metieron en un agujero lleno de barro y me taparon con hormigón. Pensé: ‘Bueno, no hay mejor manera de formar parte del equipo’".

Ben Foster encarna a Sebastian Abney, el amigo de infancia de Chris Farraday. "Sebastian es un personaje genial en muchos aspectos", dice el realizador. "Lo que más me interesa de él es que siempre quiere complacer a todos. La gente así casi siempre evita los enfrentamientos, pero al intentar quedar bien con todo el mundo, se acaba traicionando a sí misma. Chris hace lo que debe en las circunstancias más difíciles, mientras que Sebastian desaparece".

Mark Wahlberg explica cómo se conocieron: "Fue durante un evento. Me acerqué a él y le dije que era fan suyo. Me miró como si yo estuviera loco, no me creyó, pensó que era una broma. Pero insistí diciéndole que esperaba tener la oportunidad de que trabajáramos juntos. Cuando surgió esta película, no lo dudé ni un momento".

A Ben Foster le gustó la idea de interpretar a un personaje complejo. "Construí el papel pensando en un productor con el que trabajé hace tiempo. Sebastian necesita desesperadamente caer bien a todo el mundo y se presenta como un hombre de éxito, pero su vida está totalmente descontrolada. Todos cometemos errores, todos defraudamos a nuestros seres queridos de algún modo. Pero en la vida y en el trabajo no se puede juzgar a los demás si se quiere llegar al corazón de la persona. No juzgo a los personajes que interpreto. Solo puedo defenderlos, luchar por lo que creen e intentar racionalizar su comportamiento. A veces es fácil, otras, no tanto. Pero en este caso, Sebastian cree que hace lo correcto".

Cuando Giovanni Ribisi hizo una prueba para CONTRABAND no era para el papel que acabó interpretando. El realizador sugirió que leyera los diálogos de Tim Briggs, el matón local que se mete con la familia Farraday después de que Andy eche a perder un golpe muy lucrativo. Baltasar Kormákur dice que en principio buscaba a un "tipo duro", pero comprendió que Giovanni Ribisi podía aportar algo inesperado y mucho más peligroso al papel. "Hace tiempo que sigo a Giovanni. Es un actor genial que supo meterse en la piel del personaje", dice. "Cuando hay un malo ‘bueno’ en una película, el público quiere verle más, pero al mismo tiempo asusta. Ha sabido aportar un gran equilibrio al papel".

Giovanni describe a su personaje como "el hombre del saco. Nadie quiere que llame a la puerta de noche. Ha estado cinco años en Angola y es una auténtica pesadilla". Añade que le impresionaron los métodos que utilizaba el director: "Creo que Baltasar va más allá de la realización que conocemos; consigue tocar la realidad. No glorifica el contrabando, simplemente lo muestra tal cual".

Caleb Landry Jones, conocido por su papel en X-Men: Primera generación, encarna a Andy, el hermano pequeño de Kate, cuya metedura de pata al principio de la película desencadena los acontecimientos que dan pie a la historia. Mark Wahlberg dice: "Teníamos a Kate, pero debíamos encontrar a un actor que pudiera ser creíble como hermano suyo. Caleb era idóneo, tiene muchísimo talento".

"Andy es un personaje peliagudo de interpretar", dice el realizador, que entrevistó a casi cien jóvenes actores antes de escoger a Caleb Landry Jones, de 22 años. "No podíamos escoger al actor más agradable del mundo para que todos simpatizaran con él. Debía encajar con la vida de un personaje joven, que hace tonterías, pero que en el fondo no es un mal chico. Nos enamoramos de Caleb al oírle en la prueba, es fantástico".

El actor reconoce que no olvidará fácilmente el subidón de adrenalina cuando rodó la escena en que los aduaneros están a punto de pillarle: "Habría tenido mucho más miedo sin el helicóptero, y los perros me hicieron correr, desde luego".

J.K. Simmons es el capitán Camp, un personaje mezcla de autoridad y humor. "Conoce a Chris desde hace mucho", explica Baltasar Kormákur. "Y también conocía a su padre. Chris no tiene inconveniente en usar el barco del capitán y hacerle la vida difícil. Más vale malo conocido que peor por conocer. Pero la rivalidad entre los dos hombres es palpable. Camp sabe que Chris se guarda un as en la manga e intenta por todos los medios enterarse de qué se trata. Juegan al gato y al ratón".

J.K. Simmons cuenta que los actores que interpretaban a la tripulación se reían mucho porque su personaje es un maniático de la limpieza: "El capitán muestra un rasgo bastante ‘marujil’, quiere que el barco esté impecable. Solo así se siente como en casa". A pesar de su amor por la limpieza, no cabe duda de que juega sucio. "Aparento ser un capitán con todas las de la ley, pero en el fondo soy un impresentable", dice J.K. Simmons, riendo. "Si alguien pasa contrabando en mi barco, más le vale darme una comisión. Pero el padre de Chris rehusaba hacerlo y decidí que necesitaba unas largas vacaciones a la sombra".

Lukas Haas, que trabajó con Ben Foster en Alpha Dog y con Giovanni Ribisi en Gardener of Eden, y en dos episodios de la serie "El séquito", de la que Mark Wahlberg es productor ejecutivo, se unió al reparto en el papel de Danny Raymer, un buen amigo de Chris que no duda en acompañarle a Panamá para arreglar la metedura de pata de Andy. "También hicimos muchas pruebas antes de ver que la química entre Lukas y Mark era increíble", dice Baltasar Kormákur.

Diego Luna, que se dio a conocer en Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón, encarna al narco panameño Gonzalo, el último obstáculo en el camino de Chris. Cuando este descubre que el contrabando que iba a introducir en Estados Unidos no sirve, recurre a Gonzalo. Pero no tiene ni idea de lo que le costará la ayuda de Gonzalo, que ya se ve como un rey entre los narcos.

El productor Eric Fellner dice: "Diego tiene el don de transformar un papel estereotipado y transformarlo en algo totalmente inesperado. Gonzalo ha subido a pulso desde abajo hasta convertirse en uno de los cabecillas del cartel panameño. Puede perder la calma en cualquier momento y matar al equipo de Chris. Hace falta un actor de la talla de Diego para recorrer la cuerda floja que separa un matón oportunista de un psicópata desaforado".

Otros papeles secundarios de CONTRABAND están interpretados por DAVID O’HARA (Wanted/Se busca) como Jim Church, el rey del hampa de Luisiana; WILLIAM LUCKING (la serie "Hijos de la anarquía") como Bud Farraday, el padre de Chris, y ÓLAFUR DARRI ÓLAFSSON (Reykjavik-Rotterdam) como Igor, el estresado ingeniero del barco.


La vida en Nueva Orleans: El diseño de producción y las localizaciones
CONTRABAND está rodada íntegramente en decorados naturales en diversos barrios de Nueva Orleans y en la ciudad de Panamá. Bajo la creativa mirada del director de fotografía Barry Ackroyd, el thriller fue filmado usando cámaras múltiples con el propósito de captar la acción en tiempo real. Muy al principio de la producción, el equipo de diseño viajó a la ciudad de Panamá para decidir qué escenas debían rodarse allí mismo.

El hecho de usar más de una cámara ofrece mayor libertad a los actores para improvisar sin que tengan que preocuparse tanto por permanecer en el encuadre de una sola cámara. Baltasar Kormákur confiaba plenamente en que Barry Ackroyd, un experto director de fotografía de películas de acción, captara los movimientos de los actores.


Rodar en Nueva Orleans
El diseñador de producción Tony Fanning explica que su equipo y él imaginaron inmediatamente Nueva Orleans como una ciudad de muchas capas, con mucha textura. En CONTRABAND se notan las diferencias económicas entre barrios industriales y residenciales", explica. "Casi todo el mundo ha visto imágenes del French Quarter (Barrio francés) así como imágenes del huracán Katrina y de la catástrofe. Pero también es agradable ver cómo vive la gente en otras partes de la ciudad, lugares que no suelen verse en las películas".

Baltasar Kormátur está de acuerdo, y dice: "Hago lo mismo cuando ruedo en Islandia, no me gusta ser predecible. Busco y encuentro lugares que no se han visto mil veces antes. Es lo que me interesa".

Una de las localizaciones fue los muelles de Nueva Orleans, donde se ven cargueros ir y venir en ambas direcciones. "Hablamos mucho acerca de los decorados naturales", dice el director de localizaciones SAM TEDESCO. "Se nos ocurrió la idea de rodar en la orilla oeste del Misisipi, lo que nos permitía mostrar que los protagonistas procedían de un medio obrero, con el río que sirve de línea divisoria entre ambos lados de la ciudad. Los habitantes de Algiers han llamado a su barrio ‘el French Quarter con aparcamiento’. Tiene un sabor muy especial, pero sigue siendo un barrio donde todos se conocen".

El diseñador Tony Fanning dice que el lugar escogido para el hogar de los Farraday representa el pasado y el presente de la familia. La casa está situada debajo del puente Crescent City Connection y, según el diseñador, "hay una conexión visual con la vida anterior de Kate y Chris, cuando vivían al otro lado del río". Chris decide alejarse de su pasado criminal y escoge una casa en un lugar más protegido.

La mayoría del thriller transcurre en la orilla oeste del río. Sin embargo, Sebastian se ha mudado a un barrio industrial en total oposición al lugar donde se ha instalado la familia Farraday. Vive en un loft. "Ben ha aportado mucho a un personaje que no sabe en qué dirección ir", dice Tony Fanning. "Quiere llevar una vida muy macho, pero también quiere vivir cómodamente, con cierto lujo, y no sabe cómo hacerlo. Tiene objetos y muebles de buen gusto, pero también unas sillas viejas de las que no quiere desprenderse".

Para el piso de Brigg, el diseñador se puso en contacto con la inmobiliaria dueña de Crescent City Apartments, un edificio duramente castigado por el huracán Katrina. Se estaba remodelando cuando la inmobiliaria declaró la suspensión de pagos. Tony Fanning consiguió la autorización para "empeorar" el estado del edificio.

"Hicimos pintadas en las paredes y esparcimos basura por todas partes para que tuviera el aspecto que queríamos", dice Sam Tedesco. "Los dueños se portaron maravillosamente con nosotros y nos permitieron llenar el edificio de seis plantas con pintadas. Cada día venía gente a visitar los pisos para alquilarlos, y nosotros los llenábamos de basura y colgábamos colchones en las terrazas".

Al parecer, Giovanni Ribisi se metió tanto en la piel de su personaje que cuando vio el edificio se empeñó en mudarse allí. "Debimos convencerle de que no lo hiciera", recuerda el jefe de localizaciones, riendo. "Pensaba que era la mejor forma de hacerse totalmente con el papel".

El decorado del Old Point Bar, frecuentado por el matón Briggs, es un conocido local del barrio de Algiers Point. "Es un bar realmente único", dice Sam Tedesco. "Tiene mucho carácter y una pátina que no puede recrearse en un plató. Es difícil encontrar un bar donde se mezclen obreros y marinos mercantes. Muchos bares de Nueva Orleans son especiales, pero no todos tienen esa atmósfera oscura, un poco amenazante".

Lo más difícil fue encontrar un local que pudiera servir para la peluquería de Kate. Debía tener un escaparate lo suficientemente amplio para que un coche se estrellara en el interior y no podía estar en una calle muy concurrida para no crear un atasco durante el rodaje del accidente. Baltasar Kormákur y Stephen Levinson encontraron por casualidad el sitio ideal en una calle tranquila: una academia de yoga.

El diseñador de producción Tony Fannings dice que antes de servir para dar clases de yoga, el local había sido un taller metalúrgico. "La casa comunicaba con un taller que tenía una puerta metálica que da la calle", explica. "Sustituimos la puerta por un escaparate y cambiamos el espacio interior para que pareciera una peluquería típica de Nueva Orleans".

Para recrear las oficinas de la naviera de Sebastian, tuvieron la fortuna de contactar con la empresa Avondale Container Yard. Los dueños, padre e hijo, se convirtieron en parte del equipo y no regatearon el tiempo que dedicaron a la película. Ben Foster siguió a Mike O’Brien hijo mientras trabajaba para sumirse de lleno en el papel.

Las escenas en las que Chris visita a su padre en la cárcel se rodaron en una auténtica prisión y no en un plató. La colaboración de la oficina del sheriff de Jefferson Parish fue imprescindible para conseguir rodar en la cárcel de Gretna, una pequeña ciudad cercana a Algiers. No se podía encontrar un lugar más adecuado ya que el patio de la prisión da al río Misisipi.

La asombrosa plantación Hargrove, Tranquility sirvió de telón de fondo para una de las escenas finales de CONTRABAND en la que Chris descarga el material de contrabando para el comprador, el Sr. Church, uno de los mafiosos de mayor éxito de Nueva Orleans. Con una superficie de 100 hectáreas, la propiedad cuenta con una casa construida antes de la Guerra Civil y con un bayou (brazo del río) que la rodea por tres lados.

Kate Beckinsale reconoce que rodar en decorados naturales la ayudó a desarrollar su personaje y a adoptar el acento adecuado. "Rodamos en la ciudad donde viven nuestros personajes", dice la actriz. "No es algo tan habitual como podría parecer. Ayuda mucho pasear, respirar, sentir la ciudad, y eso solo puede hacerse estando allí".


Rodar en un barco
Gran parte de los interiores del barco del capitán Camp se rodaron en el S.S. Bellatrix, un buque perteneciente a la Administración Marítima de Estados Unidos, anclado en Marrero, Luisiana. Aunque el barco, de 270 metros de eslora, puede parece espacioso, fue todo un reto para el equipo mover las cámaras y las luces a bordo del buque. El director dice: "Me gusta ese barco. Es un enorme monstruo de metal que se convirtió en otro personaje de la película".

Los interiores se rodaron durante una semana. La sala de máquinas del barco tiene una altura de cinco plantas, con numerosas pasarelas, lo que permitió a Barry Ackroyd captar planos que no hubieran sido posibles en un decorado convencional.

Los exteriores se rodaron en los muelles de Nueva Orleans. No fue fácil encontrar un enorme carguero que no estuviera siendo utilizado en ese momento y conseguir los permisos para filmarlo navegando por el Misisipi. Para ello, los cineastas contaron con la ayuda del experto coordinador naval TROY WATERS.

Según Troy Waters, deben tomarse en consideración varios factores antes de rodar a bordo de un barco: "El tiempo juega un papel muy importante por la continuidad. Y luego están los planos del barco en movimiento. Para conseguirlos, se necesita la cooperación de varios pilotos, así como de autoridades gubernamentales, como guardacostas y policía naval".

Añade que tardaron cinco meses en encontrar el buque adecuado. El guión especificaba que se necesitaban dos barcos, pero no fue necesario buscar otro. El departamento artístico se encargó de transformar el barco de 70 metros de eslora en dos buques con añadidos y nombres diferentes. En las escenas durante las que capturan a Andy, el barco de casco azul es el B.B.B. Romania. Posteriormente pintaron parte del casco en negro y añadieron una sección para que pareciera mucho mayor y se convirtiera en el Borden, con el capitán Camp al mando.

Troy Waters y su equipo se encargaron de obtener los permisos necesarios. El coordinador naval dice que los guardacostas fueron de gran ayuda.

El departamento artístico debió llenar el barco con cientos de contenedores. No solo hubo que retirar los logotipos, sino también contratar a una compañía especializada para trasladarlos a bordo del barco con la ayuda de un puente grúa.

Además de los buques protagonistas en CONTRABAND, se usó un gran número de naves para el rodaje: barcos para las cámaras, barcos de seguridad, barcos para llevar a los actores, e incluso una barcaza en la que se instaló una pantalla verde para rodar ciertas escenas. Troy Waters reconoce que es "la pantalla verde más grande que jamás he instalado en un barco".

Algunas escenas a bordo del barco se rodaron en Panamá mientras pasaba por las esclusas de Miraflores rumbo a Balboa y a la terminal de contenedores.


Grúas, choques y caos: Los especialistas y la acción
Para que la tensión dramática sea mayor, la acción del thriller se rodó en tiempo real. El productor Stephen Levinson dice: "Para que el espectador sienta que vive el momento y la tensión, hemos querido que la acción sea lo más realista posible. Baltasar diseñó las secuencias de forma que no estuvieran predeterminadas ni preparadas. Quería que todo ocurriera al azar para que no se pareciera a una película de espías donde todo está cuidadosamente planeado de antemano."

El realizador añade: "Me gusta que la acción sea muy realista, pero también debe ser atractiva. Las escenas de acción tienen que ser sucias, auténticas".


Escenas de pelea
El coordinador de especialistas DARRIN PRESCOTT dice que Baltasar Kormákur prefiere un enfoque práctico: "Baltasar no se asusta a la hora de probar algunas cosas. Sabe lo que quiere y no añade escenas de acción porque sí; todo debe tener una razón".

Mark Wahlberg reconoce que antes de ser padre no dudaba en hacer sus propios trucos. "Ahora pienso más en la seguridad", explica el actor. "Pero queríamos que fuera auténtico. Por eso, si no era muy arriesgado, no usábamos dobles. Baltasar está muy empeñado en captar imágenes orgánicas en el momento. Claro que no es muy agradable cuando te zarandean en una cocina y te rompen objetos en la cabeza".

Pero no fue el único en acabar con moratones. Kate Beckinsale tiene dos encuentros brutales con Giovanni Ribisi, uno en el salón de Kate, su personaje, y otro en el hogar de los Farraday. "Desde luego, la sorpresa y el terror estaban a la altura. Es genial trabajar con una gran persona y un maravilloso actor como Giovanni. Me fiaba de él y no me importó que me lanzara contra la mesa, bueno, hasta cierto punto", dice la actriz, riendo.

El coordinador de especialistas Darrin Prescott dice que Kate Beckinsale pidió hacer todas las escenas siempre que pudiera. "Queríamos que la pelea con Giovanni fuese brutal. Planeamos la base de la pelea para que los actores entendieran el desarrollo", explica. "La escena salió muy bien, aunque Kate lo pasó mal, pero nunca se quejó". Y añade: "Al día siguiente, estaba cubierta de moratones, y entonces sí se metió conmigo".

Para la escena en que el matón Briggs estrella un SUV en el escaparate de la peluquería de Kate, una doble ocupó el lugar de Kate Beckinsale. El vehículo estaba atado a un sistema que lo retendría automáticamente si fallaban los frenos. Cuando se estrella contra el vidrio templado del escaparate, se detiene a un metro y medio de la especialista que dobla a Kate Beckinsale. Para que ninguna de las hojas de cristal quedara intacta, se colocó una pequeña carga explosiva en cada uno de ellas. La especialista salió sin un rasguño, pero cubierta de trozos de vidrio y madera.


El trabajo con helicópteros
En la primera escena de la película, cuando la Aduana de Estados Unidos (CPB) aborta la operación de contrabando de Andy, los agentes intentan subirse al barco en movimiento para impedir que tiren el contrabando por la borda. Se usaron tres barcos de la CPB, helicópteros y un Blackhawk para rodar la escena.

Hay un momento en que un helicóptero de la CPB está encima del barco. El coordinador aéreo DAVID CALVERT-JONES era consciente de que solo disponían de 30 minutos para rodar el helicóptero acercándose al barco. El equipo de cámara iba en otro helicóptero. "Los pilotos no estaban acostumbrados a trabajar con cámaras y la aeronaves pertenecían a Aduanas", dice. "Pero estuvieron a la altura y lo hicieron de maravilla".


El atraco a un vehículo blindado
Una de las mayores escenas de acción de CONTRABAND es cuando Chris y Danny ayudan a atracar un vehículo blindado para liquidar la deuda con el cartel panameño. Para eso, deben cortar el paso al vehículo. Chris, al volante de una furgoneta, se coloca delante del vehículo blindado para que se estrelle. Los dos hombres saltan al suelo y se agarran a la parte trasera de un camión para huir. Sam Tedesco, el director de localizaciones, reconoce que no fue fácil encontrar el decorado apropiado para esta escena. Debía parecer Panamá, pero tenía que rodarse en Nueva Orleans. Afortunadamente, encontró un tramo de carretera con un bosquecillo de palmeras desde donde se divisa la ciudad a lo lejos. Cuando Baltasar Kormákur lo vio, se entusiasmó.

Para esta escena, Darrin Prescott diseñó un tiroteo tremendo. El coordinador de especialistas dice que la clave de la escena era la naturalidad. "Los cámaras no debían fijarse en un punto en concreto", explica. "Su misión era mover las cámaras y no quedarse nunca con un solo personaje. Había que incluir toda la acción, tal como la vería un observador".

El rodaje de la secuencia requirió una intensa preparación. Hubo que cerrar cinco accesos y salidas de la autopista. Los bomberos supervisaron todo el proceso y antes de que se pudiera reabrir la autopista al tráfico, el equipo tuvo que recoger no menos de 30.000 casquillos de armas automáticas.

Para no tener que depender en gran medida de la posproducción y de la utilización de pantallas verdes, la escena fue planificada con sumo cuidado. Por ejemplo, para el accidente, se colocó la furgoneta con los dos actores dentro encima un mecanismo de cardán para que diera vueltas. Solo así, el director de fotografía Barry Ackroyd pudo captar los planos de Mark Wahlberg y Lukas Haas rodando dentro de la furgoneta después del tremendo impacto con el vehículo blindado.

Lukas Haas iba en el asiento del pasajero y Mark Wahlberg conducía por las calles de Nueva Orleans. "Mark daba volantazos, se estrellaba contra cosas", recuerda, y añade que prefiere no trabajar delante de una pantalla verde. "Al trabajar delante de una pantalla, se mira algo que no existe, y estoy convencido de que se nota, que el plano parece falso. Pero aquí lo hicimos todo y la sensación es completamente diferente".


Una carrera a casa
Durante el rodaje de la escena en que Chris y Danny se lanzan a una carrera contrarreloj hacia el barco de Camp, los muelles de Nueva Orleans estaban abarrotados de figurantes vestidos de agentes y helicópteros sobrevolando la zona. El productor Stephen Levinson dice: "La Agencia Antidrogas se portó muy bien con nosotros. Pusieron sus conocimientos y medios a nuestra disposición. Estaban entusiasmados con la idea de participar en la película".

"En esta escena, todos piensan que Chris ha llegado al final", dice Baltasar Kormákur. "Es imposible que lo consiga. Hay helicópteros, se acercan barcos por el río, se oyen perros ladrando por todas partes. Fue genial, pero también muy complicado coordinarlo todo".

Uno de los planos más difíciles de la escena es cuando Chris se precipita hacia el carguero con el contrabando y mete el coche directamente en un contenedor. Según Lukas Haas, el pasajero: "Mark metió el coche en el contenedor cinco veces seguidas y nunca rozó los laterales. Es muy seguro de sí mismo y esto infunde confianza a los demás".

Mark Wahlberg desea que los espectadores disfruten de verdad con la película: "Espero que noten el suspense y la emoción. Pero, al fin y al cabo, todo gira alrededor de la relación entre Chris y Kate. Ojalá el público no se sienta relajado ni un momento en toda la película".