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  Justin Bieber: Never say never  Dirigida por Jon M. Chu
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Reportaje
Justin Bieber no puede parar quieto, lo cual es comprensible. Estos días, esta superestrella internacional tiene una agenda que echaría para atrás incluso al más curtido artista musical. Ha descubierto que es capaz de hacer más cosas si se sigue moviendo.

Hoy, en un día de Enero inusualmente soleado en Los Ángeles, este fenómeno mundial de diecisiete años está en un plató, trabajando con MTV y entrevistándose con algunos periodistas escogidos para promocionar su próximo concierto filmado en 3D, "Justin Bieber: Never Say Never". También se dice que está haciendo pruebas de vestuario para un inminente papel como estrella invitada en una célebre serie policíaca de televisión.

Como él mismo reconoce, 'hacer prensa' no es uno de sus pasatiempos favoritos, aunque sigue siendo un profesional: cortés, centrado y considerado. Y como la idea de sentarse en una habitación sin ventanas para hacer otra entrevista le parece sedentaria, el muchacho pide hacer la entrevista mientras damos un paseo. Las preguntas surgen sobre la marcha mientras Bieber se dirige hacia una mesa con aperitivos pegada a la pared del cavernoso plató, coge un cuenco de gominolas y, después de unas cuantas preguntas, se sienta en un altavoz durante el resto de la entrevista, picando gominolas todo el rato.

Uno le cree cuando dice: "Nunca, nunca quise ser famoso. Subía de vez en cuando algún video (a YouTube), para los amigos y la familia, porque me gustaba. Ese no era mi sueño, porque realmente nunca creí que sucediera. No creía que fuera posible. Nunca apunté alto, simplemente seguí adelante, porque me parecía divertido. Sigo sin creer que me hiciera famoso debido a eso".

Este residente de Stratford, Ontario, comenzó su vida con un talento casi sobrenatural para la música (por no mencionar su habilidad para los deportes), así que cuando su madre, Pattie Mallette, empezó a colgar los videos de sus actuaciones en YouTube, ninguno de los dos creyó que esos clips fueran a llegar más allá de la pantalla de sus abuelos, parientes y amigos con permiso de acceso.

Se equivocaron. Decir que los videos se convirtieron en un fenómeno viral sería como decir que los conejos a veces se reproducen. Por ejemplo, su último video, del single "Baby", llegó a ser el más visto de todos los tiempos en YouTube hasta la fecha, con más de 260 millones de visitas. Cuando el productor afincado en Atlanta Scooter Braun tuvo noticias del chico canadiense de la gran voz, dice que se dio cuenta de la cualidad de estrella del cantante, y prácticamente acosó a la madre de Bieber (en palabras del propio Braun), haciéndoles tomar un avión para Atlanta para reunirse después de largas conversaciones telefónicas con Mallette. Una vez que madre e hijo se traladaron a Atlanta, Braun presentó a Bieber a Usher, y eso redundó en un contrato firmado con Island Def Jam Music Group bajo la batuta del productor musical tres veces ganador de un Grammy L.A. Reid, quien había trabajado previamente (haciéndolos famosos) con superventas tales como Mariah Carey, Pink, Rihanna, Kanye West, Avril Lavigne, Dido y el propio Usher.

Después de vender varios millones de discos, se puede decir que Justin ya ha conquistado las ondas. Ahora es el momento de conquistar la gran pantalla con "Justin Bieber: Never Say Never". Según el cantante, la película "simplemente surgió", lo que quiere decir que, una vez que se hubo planeado, Bieber aceptó, y el rodaje del proyecto se ajustó al tramo final de su exitosa gira de 2010, desembocando en su concierto de octubre en el célebre Madison Square Garden de Nueva York, siguiendo los pasos de famosos músicos como Michael Jackson, The Police, John Lennon y, recientemente, Taylor Swift.

En el trayecto hacia el Garden, se filmó día y noche a Justin, así que había cámaras para recibir a su familia y a su 'familia' de la carretera, y para fotografiar al joven rompecorazones mientras pasaba el rato, ensayaba, combatía la fatiga vocal y, por supuesto, actuaba. Algunos de sus éxitos aparecen en actuaciones filmadas en directo, tanto en el local de 20.000 plazas como en otros lugares. Dice Bieber. "Siempre se hace raro tener ahí tantas cámaras, pero yo como que no les presté atención".

Lo cual es otra manera de decir que el público que esgrime una cámara nunca está muy lejos. ¿Cómo sobrelleva su existencia enclaustrada? "Lo único que me importa soy yo, y seguir cuerdo. Porque este mundo es realmente una locura. Y es fácil verse atrapado en él. Así que lo que más me importa es mi cordura. Porque si no conservo la cordura, entonces..." La alternativa es obvia por omisión: solo hay que ojear los periódicos sensacionalistas para encontrar a una serie de jóvenes cantantes dando tumbos bajo la presión de las exigencias de su carrera y de estar en el candelero 24 horas al día y 7 días a la semana.

Pero a pesar del escrutinio mundial y de una accesibilidad cada vez mayor de Bieber (las cámaras de 'Never Say Never' están al tanto de la vida privada de la estrella entre bastidores y en carretera), Justin sigue intentando ser un chico de 17 años tan normal como puede serlo un chico de 17 años con un talento anormal y mundialmente famoso. Siempre que sus clases lo permiten, los dos mejores amigos de Bieber son llevados en avión a dondequiera que Bieber esté en ese momento. El objetivo que se ha fijado es crecer como artista ("Quiero también escribir más canciones para otros artistas"), y se le atribuye el haber dicho que espera poder trabajar algún día con Eminem. "Creo que lo que pasa es que la música evoluciona, y a medida que evolucionas, tu música va cambiando contigo. ‘My World’ fue mi primer álbum. Con ‘My World 2.0', yo seguía siendo nuevo en esto, incluso ahora sigo siendo nuevo en esto. Así que creo que cada álbum va a ser mejor y que cada álbum va a ser diferente. Todavía soy joven. Solamente he experimentado lo que puede experimentar un chico de 17 años. Así que intento hacer lo mío", comenta.

La gira de conciertos de Bieber en 2011 incluye varios países donde nunca antes había actuado, entre ellos "Indonesia, Israel y China, Pekín, eso va a ser alucinante". Una vez que la gira haya acabado, dice Bieber, "hacia marzo, habré estado en todas partes".

Otra afirmación creíble, si uno se para a considerar la vertiginosa velocidad con la que Justin Bieber se ha convertido en un nombre familiar. Su 'descubrimiento' a través de YouTube ocurrió hace apenas cuatro años. Su primer single fue publicado hace poco más de dos años. El pasado noviembre tuvo lugar la publicación de su tercer álbum (una versión acústica de sus éxitos que da fe de su capacidad vocal, si es que alguien con sentido del oído podía necesitar alguna prueba más de su talento). Cuando se le pregunta si su carrera parece tener un rumbo diferente al de hace, digamos, un año, Bieber afirma: "Es lo mismo. Yo soy diferente. Aún así, no pensé que sucedería tan rápido".

Rápido está bien dicho. Las cifras lo dicen todo: más de 260 millones de visitas para "Baby" en YouTube, más de cinco millones de discos vendidos, millones y millones (y millones) de fans en Facebook y Twitter. Pero, ¿y si esas cifras no existieran, en un universo alternativo sin Beliebers (como se llaman así mismos los fans de Bieber)? "No lo sé. Creo que todo sucede por alguna razón. Y si sucede (lo que sea), pues sucede. Estoy aquí, haciendo lo que más me gusta. Y me sentiría satisfecho simplemente practicando deportes en mi pueblo y siendo sencillamente un chaval. Pero esto ha sido ciertamente alucinante".

Cuando se le señala que gran parte de su explosiva popularidad se debe a las redes sociales, que las herramientas de las que dispone no se conocían cuando Michael Jackson era joven, que incluso su mentor, Usher, no pudo disponer de unas herramientas tan potentes al principio de su carrera, Bieber remata: "Exactamente. Aún sigo enseñando al pequeño Usher a usar Internet".


Preguntas y respuestas con Justin Bieber
Probablemente el chico de 17 años más famoso del mundo, el cantante Justin Bieber ha vendido más de cinco millones de álbumes desde que lanzara su primer single hace apenas dos años. Al principio, este canadiense no soñaba con ser una estrella a los doce años de edad, cuando colgaron videos suyos cantando en YouTube para que los disfrutaran sus amigos y parientes. Por si los ordenadores, la televisión y las pantallas de los móviles no fueran lo bastante grandes para su multitud de fans, estos podrán verle también en la gran pantalla (en 3D, nada menos) cuando la película documental de sus conciertos “Justin Bieber: Never Say Never” se estrene en cines dentro de unas semanas.

P: Tus videos en YouTube fueron el comienzo de tu carrera. ¿Fue una decisión consciente construir tu base de fans ahí?

JB: No, simplemente estaba subiendo ahí los videos solo para los amigos y la familia. Porque me gustaba y... nunca, nunca quise ser famoso. Ese no era mi sueño, porque realmente nunca creí que sucediera. No creía que fuera posible.


P: Una vez que viste lo grande que se estaba haciendo, ¿en qué momento pensaste que quizás podrías apuntar más alto que tus amigos y tu familia?

JB: Nunca apunté alto, simplemente seguí adelante, porque me parecía divertido. Sigo sin creer que me hiciera famoso debido a eso. Así que simplemente me divertía con ello.


P: Y entonces conseguiste un manager, Scooter Braun, y te echaste a la carretera. ¿Cómo fueron aquellos primeros días?

JB: Bueno, cuando Scooter me encontró, me mudé a Atlanta. Y desde allí, empecé a viajar y a ir a un millón de emisoras de radio diferentes, intentando que mi música saliera por la radio y hacerme un hueco.


P: Y mientras hacías todo eso, hubo ciertas reticencias entre las casas de discos. ¿Cómo mantuviste una actitud positiva? Tu sabías que eras bueno, pero cuando la gente te dice: “No, realmente no sabemos qué hacer contigo...”

JB: A mí era como que todo me daba igual... nunca tuve nada fijo en mente. Así que lo que pasara, pues que pasara. En ningún caso me enfadaba ni me ponía triste.


P: Si no salieras en la portada de la revista Vanity Fair, si no hubieras tenido 280 millones de visitas en tu último video, si no tuvieras ocho millones de amigos en Facebook, ni seis millones de Tweeters... ¿en qué momento pensarías, “Vale, esto ya está bastante bien”?

JB: (risas) No lo sé. Creo que todo sucede por alguna razón. Y si sucede (lo que sea), pues sucede. Estoy aquí, haciendo lo que más me gusta. Y me sentiría satisfecho simplemente practicando deportes en mi pueblo y siendo sencillamente un chaval. Pero esto ha sido ciertamente alucinante.


P: ¿Cómo surgió “Never Say Never”?

JB: Simplemente surgió.


P: ¿Cambiaron tus costumbres con todas esas cámaras de 3D revoloteando a tu alrededor?

JB: Siempre se hace raro tener ahí tantas cámaras, pero yo como que no les presté atención.


P: ¿Cuando empezó la coreografía a formar parte del show? ¿Trabajaste con un coreógrafo?

JB: Sí. Bueno, empecé haciendo emisoras de radio y actuando en distintos programas de radio. Así que me hacía falta algo de material de coreografía. Y así es como empezó a suceder.


P: ¿Cuál crees que es la diferencia entre tu primer álbum, “My world”, y el siguiente, “My World 2.0”?

JB: Humm. Creo que lo que pasa es que la música evoluciona, y a medida que evolucionas, tu música va cambiando contigo. ‘My World’ fue mi primer álbum. Con ‘My World 2.0', yo seguía siendo nuevo en esto, incluso ahora sigo siendo nuevo en esto. Así que creo que cada álbum va a ser mejor y que cada álbum va a ser diferente.


P: ¿Qué tal es tener a Usher como mentor?

JB: Es verdaderamente genial. Y no solo musicalmente, sino para pasar el rato con él. Es genial salir con él y echar un partido de baloncesto... y simplemente hacer cualquier cosa.


P: Ha estado ahí, lo ha hecho. ¿Con quién te gusta que te comparen estilísticamente?

JB: Bueno, no me gusta nada que me comparen. Porque creo que cada uno es como es, aunque algunos intenten ser como otra gente. En cuanto a mí, simplemente hago lo mío.


P: Cuando vuelvas al estudio de grabación, ¿vas a intentar hacer algo diferente?

JB: Todavía soy joven. Solamente he experimentado lo que puede experimentar un chico de 17 años. Así que intento hacer lo mío.


P: ¿Dónde te gustaría ir de gira que no hayas estado ya?

JB: Bueno, para marzo de este año habré estado de gira por todas partes. Sí, porque voy a ir a todas partes, por ejemplo, a Indonesia.


P: ¿Hay algún lugar al que estés realmente deseando ir?

JB: Estoy deseando ir a Israel. Y también iré a China, a Pekín. Eso es bastante alucinante.


P: Has colaborado con una serie de artistas increíbles. ¿Queda todavía por ahí alguno con el que te gustaría meterte en un estudio, o compartir el escenario?

JB: Eminem.


P: Has mencionado los deportes. Si tu vida hubiera tomado un rumbo diferente, ¿crees que te hubieras dedicado a eso?

JB: Bueno, profesionalmente, no. Pero sí por diversión. Es algo que me encanta hacer, así que ciertamente seguiré haciéndolo.


P: Has hecho algunos buenos trabajos en televisión, y pareces tener un gran sentido del humor para contigo mismo. ¿Hay más cosas que quieras probar?

JB: Me gusta actuar, me gusta cantar. También me gustaría escribir más cosas para otros artistas.


P: Tú compones, actúas, cantas, juegas bastante bien al fútbol. ¿Cuál es la cosa más gratificante que estás haciendo ahora mismo? ¿Qué es lo que piensas en hacer, cuando te levantas por la mañana?

JB: Depende de lo que tenga que hacer ese día. Por ejemplo, no me gusta hacer ni fotos ni prensa (risas), pero me encanta actuar para mis fans. Y me encanta despertarme. Creo que es una suerte en sí mismo, simplemente el hecho de poder despertarte. Porque todos los días que uno pasa sobre la faz de la Tierra son buenos días.


P: En tu tiempo libre, ¿qué te gusta hacer?

JB: Me encanta estar con mis amigos. Me gusta hacer cosas normales, como ir a jugar a los bolos o al baloncesto, hacer cosas así.


P: ¿Cómo mantienes los pies en la tierra? ¿Cuándo tienes tiempo para estar con tus amigos?

JB: Mis dos mejores amigos, Ron y Chaz, vienen a verme en avión siempre que pueden, porque tienen que ir a clase. Así que les hago venir en avión siempre que no tienen clases, y procuro pasar con ellos el mayor tiempo posible.


P: ¿Cuál dirías ahora mismo que es tu casa?

JB: Siempre pienso que mi casa es donde me crié, en Stratford (Ontario, Canadá). Esa será siempre mi casa.


P: Las ventas de tus álbumes, las visitas a tus videos en YouTube, todas las cifras son impresionantes. Aparte de eso, ¿qué es lo que realmente te importa?

JB: ¡Seguir cuerdo! Porque este mundo es realmente una locura. Y es fácil verse atrapado en él. Así que lo que más me importa es mi cordura. Porque si no conservo la cordura, entonces...


P: Entonces no podrás seguir actuando…

JB: Exactamente.


P: Comparado con hace un año, ¿son muy diferentes las cosas ahora?

JB: Hummm. Sigue siendo lo mismo. Yo soy diferente. Aún así, no pensé que sucedería tan rápido.


P: Con herramientas como YouTube y Facebook, las cosas parecen suceder muy rápido hoy en día. Puedes grabar algo, y una hora después pueden haberlo visto 1.000 personas.

JB: Exactamente.


P: Michael Jackson no pudo hacer eso, ni siquiera Usher pudo hacerlo cuando empezó.

JB: Exactamente. Aún sigo enseñando al pequeño Usher a utilizar Internet.