Carta de presentación
NI PIES NI CABEZA es una desternillante comedia policíaca basada en la novela del mismo título de Juan Carlos Córdoba. El sentido del humor, en muchas ocasiones ácido y mordaz, está patente en toda la historia sin dar respiro a la sonrisa permanente del espectador. La película está dirigida por Antonio del Real, un peso pesado de la comedia en España, que dotará a la trama, si cabe, de un humor aún más brillante por su sobrado buen hacer en este género.
Pero NI PIES NI CABEZA no es solo humor. La historia policíaca está llena de intriga y suspense para desenmascarar una telaraña de abusos de poder, traiciones, dinero y silencios callados durante años que por fin verán la luz. El cadáver de un guardia civil sindicalista hallado en la sierra sin pies ni cabeza es solo el inicio de un sinfín de aventuras y complicaciones para nuestros personajes.
Las tramas secundarias hacen patentes valores como la amistad entre dos amigos de la infancia con muy distintos caminos en la vida. Y por encima de todo, el compañerismo y el amor en todas sus vertientes.
La empatía del público con los personajes está asegurada por el humanismo y realismo cotidiano que desprenden. La lucha por superar el conflicto dará pocos momentos de respiro al público. Es una comedia para todas las edades, tanto jóvenes como adultos disfrutarán de una película con gran aceptación comercial. Toda la familia podrá divertirse con una historia realizada con el alma, en la que la insistencia en oponerse a lo establecido dará sus frutos. NI PIES NI CABEZA es, en definitiva, diversión, acción, tensión, personajes entrañables, diálogos chispeantes, situaciones únicas y sobre todo, humor, mucho humor. Una comedia irrepetible que dejará huella.
Notas del director
El humor a raudales y las acciones desenfrenadas patentes en toda la historia las concibo desde una perspectiva sin excesivos alardes técnicos ni movimientos de cámara exagerados.
Estamos ante un guión muy visual en el que la trama principal policíaca atrapa desde el primer minuto, mientras que las historias secundarias dotan de alma a la película con valores como la amistad, el honor y el amor. El humor cachondo, canalla y corrosivo está patente en una de las virtudes que encontré en el guión: los personajes.
Concibo la historia con un ritmo trepidante, en la que los personajes están en continuo movimiento y realizando acciones que acompañan a sus diálogos. El espectador no tendrá tregua. El guión en general y los personajes en particular tienen tanta fuerza por si solos que no necesitan efectos gratuitos. El lenguaje visual es, en definitiva, fresco y sencillo, pero también actual.
Los personajes de la historia, por variedad y calidad, fueron uno de los puntos fuertes que hicieron que me enamorara de NI PIES NI CABEZA. Su evolución, cercanía, sentimientos, acciones y sobre todo, su alma, dotan a la película de un poder interior sin igual. La correcta dirección de actores ha sido una de mis prioridades para conseguir que los actores saquen el máximo partido a unos personajes en estado de gracia. La calidad interpretativa es crucial.