La adaptación de New Line Cinema del exitoso musical de Broadway Rock of Ages (La era del rock) llega a la gran pantalla de la mano del director Adam Shankman (Hairspray).
El reparto de esta película musical lo componen Julianne Hough (Burlesque), el actor y cantante Diego Boneta en su debut cinematográfico, Russell Brand (Arthur, el soltero de oro, Todo sobre mi desmadre), el nominado al Oscar® Paul Giamatti (Cinderella Man: El hombre que no se dejó tumbar), la oscarizada Catherine Zeta-Jones (Chicago), Malin Akerman (La proposición) y la reina del R&B Mary J. Blige, además del nominado al Oscar® Alec Baldwin (The Cooler y la serie de televisión Rockefeller Plaza), y el nominado al Oscar® Tom Cruise (Misión imposible: Protocolo Fantasma, Magnolia, Jerry Maguire) en el papel de Stacee Jaxx.
Shankman dirige Rock of Ages (La era del rock) a partir de un guión de Justin Theroux, Chris D'Arienzo y Allan Loeb, basado en el musical de D'Arienzo que lleva el mismo título. La producción de la película corre a cargo de Matthew Weaver, Scott Prisand, Carl Levin, Tobey Maguire, Garrett Grant y Jennifer Gibgot, con Toby Emmerich, Richard Brener, Michael Disco, Samuel J. Brown, Hillary Butorac Weaver, Janet Billig Rich, Shankman y D'Arienzo como productores ejecutivos.
El director de fotografía Bojan Bazelli (Hairspray), director de producción Jon Hutman (No es tan fácil), la editora Emma E. Hickox (Un paseo para recordar), la diseñadora de vestuario nominada al Oscar® Rita Ryack (El Grinch, Hairspray), el supervisor musical nominado a los Grammy Matt Sullivan (Dreamgirls, Nine) y la coreógrafa ganadora de un Emmy Mia Michaels (programa de televisión So You Think You Can Dance) completan el equipo creativo del film. La banda sonora original es del productor musical ejecutivo Adam Anders y Peer Astrom (serie de televisión Glee).
I Wanna ROCK!
El famoso Sunset Strip de Hollywood, 1987. Los roqueros gritan y sacuden las cabezas tras las vibrantes paredes de un abarrotado garito de rock 'n' roll: The Bourbon Room (la sala Bourbon). La gente se emociona y las guitarras eléctricas echan chispas al ritmo de algunos de los mejores éxitos de los años 80... La era del rock.
El éxito de Broadway salta de los escenarios a la gran pantalla gracias al director Adam Shankman, también uno de los productores ejecutivos de la película. Shankman, natural de Los Angeles, se sintió como en casa durante el rodaje. "Mi padre era representante de grupos musicales y tenía la oficina en el Strip", cuenta, "por eso conocí a muchos artistas. En 1987 yo hacía coreografías para vídeos musicales y era un mundo que entendía muy bien y me encantaba, así que volver a aquella época era una oportunidad que no podía dejar escapar".
El núcleo de la película mezcla una historia de amor del tipo "chico conoce a chica", con el clásico sueño de alcanzar la fama en Hollywood. La hermana de Shankman y su compañera de producción, Jennifer Gibgot, explica: "Como muchos otros en Los Ángeles, los jóvenes amantes de Rock of Ages (La era del rock) llegan a esta ciudad con la esperanza de triunfar y piensan que va a ser fácil. Pero no desviarse del camino y seguir creyendo en la idea que les llevó allí al principio resulta ser mucho más difícil".
La película también muestra la otra cara de la moneda: conseguir la fama y la fortuna que los grupos glam de los años 80 tanto disfrutaron. Su compañero y paisano, el productor Garrett Grant, que creció escuchando esa música e idolatrando a los artistas, señala: "Era importante retratar bien la época y ser fieles al ambiente para rendir un verdadero homenaje a las estrellas del rock, o más bien los dioses del rock, de esa generación".
Julianne Hough y Diego Boneta encarnan a la joven pareja de enamorados que protagonizan la historia. Junto a ellos trabaja un reparto de estrellas: Alec Baldwin, Russell Brand, Paul Giamatti, Mary J. Blige, Malin Akerman y Catherine Zeta-Jones. Tom Cruise interpreta al dios del rock de Rock of Ages (La era del rock), el cantante del grupo Arsenal, Stacee Jaxx.
Para Shankman, el viaje comenzó cuando fue al teatro a ver el musical Rock of Ages. El director recuerda: "Nunca he visto a un público disfrutar tanto de un espectáculo. Todo el mundo se sabía la letra de las canciones y estaban de pie cantando y pasándoselo en grande. Ese entusiasmo y la emoción del público fue lo que me convenció para hacer la película".
Sin embargo, esa no era la única razón por la que Shankman quería volver a visitar aquella época. "Pensé que sería un reto interesante hacer una película musical que hiciera que fueran los chicos los que arrastraran a sus novias al cine a verla y no al revés".
Nothin' But A Good Time
La película de Shankman está basada en el éxito de Broadway que ganó cinco nominaciones a los premios Tony y que todavía entretiene al público en la Great White Way (zona de los teatros en Broadway) y en las giras que hace por todo el mundo. El libro del musical lo escribió Chris D'Arienzo, también guionista y productor ejecutivo de la película.
La historia, que habla de perseguir sueños, va acompañada de canciones increíbles y transcurre en el icónico Sunset Strip, un lugar emblemático de aquella época, donde los sueños eran posibles y las fantasías se hacían realidad. Allí, cualquier grupo desconocido podía entrar a actuar en locales como el Whiskey o The Roxy y salir con un contrato discográfico bajo el brazo.
El guionista Justin Theroux disfrutó escribiendo para este musical de canciones legendarias, una oportunidad que describe como "una experiencia completamente diferente porque, extrañamente, escribimos al revés, es decir, desde el punto de vista de cada canción. Las canciones representan siempre el punto álgido de las emociones de los personajes en cualquier escena, por eso es divertido tratar de llevarles a ese punto específico. Las canciones expresan por nosotros la mayor parte de la carga emocional de la historia, y nuestro trabajo es conseguir construir con palabras rampas y puentes que enlacen con cada canción y que nos permitan seguir adelante para llegar a la siguiente".
Aunque la mayoría de las canciones de la película se sacaron del musical, fue un placer para Theroux añadir una de las favoritas de su época de adolescente. "Pensé que Jukebox Hero serviría para añadir más información a la historia del pasado del personaje de Drew", explica. "Las primeras frases de la letra son de una narrativa fantástica y describen perfectamente la imagen de un adolescente que quiere ser una estrella del rock".
El guionista Allan Loeb también disfrutó jugando con los momentos musicales del guión. "En ocasiones hay dos canciones que se enfrentan y suenan durante las diferentes historias de los personajes, intercalándose mucho, para que cada canción sirviera a más de un grupo de personajes", detalla. "El reto era mezclar la historia, las estrofas y la coreografía, hasta que todo converge en un popurrí de los estribillos de las canciones. Así lo hicieron en el musical de Broadway y así lo hemos reflejado en el guión, fue muy divertido escribirlo".
Shankman cuenta: "A menudo lo más difícil en un musical como Rock of Ages (La era del rock) es conseguir que la mitad de una canción se interprete como actuación y la otra mitad como un diálogo o un monólogo. Creo que los guionistas hicieron un trabajo excelente convirtiendo un espectáculo teatral fantástico en una auténtica experiencia cinematográfica. Me gustaría ver al público que vaya al cine saltar de sus butacas como lo hizo el público del teatro y creo que esta historia, sus personajes, su música rock y la interpretación de este reparto de increíble talento, pueden llegar a hacer que se pongan en pie".
Waiting for a Girl Like You
En la primera escena de Rock of Ages (La era del rock) vemos a una chica guapa y algo inocente llamada Sherrie Christian que acaba de subirse a un autobús en su pequeña ciudad de la región centro-oeste, para seguir su sueño de llegar a ser cantante en Hollywood. Cuando pisa por primera vez el Sunset Strip, cree que ha encontrado el paraíso.
Julianne Hough interpreta a la asombrada Sherrie, que aterriza en el epicentro del panorama del rock 'n' roll. "Ella quiere llegar a ser alguien, aunque no vaya a ser la mejor estrella de rock del mundo. Quiere rodearse del mundillo, la emoción y la energía de una ciudad como esa. Le hace sentirse viva".
Antes de elegir a Hough para Rock of Ages (La era del rock), Shankman tuvo la oportunidad de dirigirla en un vídeo musical de su último álbum. "Julianne me dejó alucinado", comenta, "se comunica con la cámara de una forma extraordinaria; hace que su belleza y talento brillen."
Sherrie llega a la ciudad con muchas esperanzas, pero enseguida se da de bruces con la realidad. Aunque la decepción no le dura mucho, porque la rescata un joven apuesto, Drew Boley, que le ofrece lo que más le hace falta: un trabajo.
Diego Boneta obtuvo el papel de Drew tras participar en un casting a nivel nacional. "Drew trabaja de reponedor en The Bourbon Room, un local tan legendario como el Whiskey, donde tocan todos los grupos", cuenta Boneta. "El chico desea de todo corazón convertirse en una estrella de rock y es bueno, sincero y romántico".
"Hicimos pruebas a miles de personas para el papel de Drew", relata Shankman. "Luego vi el vídeo de la audición de Diego en mi página web de castings y tuve esa sensación... Llamé a Jennifer y le dije: 'Creo que le he encontrado. Le estoy viendo ahora mismo'".
Gibgot recuerda: "Trajimos a Diego y, en cuanto entró por la puerta, Adam y yo nos miramos y dijimos: 'Es Drew'".
Hough y Boneta son dos artistas jóvenes y muy trabajadores que están empezando sus carreras profesionales, así que no les resultó difícil comprender las esperanzas y los sueños de sus personajes.
"Sherrie y Drew están en Los Ángeles básicamente por el mismo motivo, ambos persiguen el mismo objetivo, por eso conectan tan bien", explica Boneta. "Al principio, se ayudan mutuamente en el trabajo, pero está claro que se atraen, y a partir de ahí empieza a nacer algo entre ellos".
Hough está de acuerdo. "Drew y Sherrie son la pareja ideal", cuenta. "Son jóvenes y están aprendiendo sobre la vida y sobre lo que significa tener una relación y tienen expectativas para el futuro. Todo parece perfecto hasta que tienen un grave malentendido".
Ese malentendido empeora por el hecho de que tiene la forma de una de las más grandes estrellas de la música, Stacee Jaxx, el dios del rock que Drew quiere ser y que toda mujer desea. El cantante del grupo Arsenal, Stacee, se encuentra en un punto de inflexión a nivel profesional y personal. Está a punto de comenzar su carrera en solitario y su última actuación con el grupo es en The Bourbon Room. Es una especie de recordatorio de sus inicios, ya que también fue allí donde dio su primer concierto. Pero puede que la fama y la fortuna le hayan llegado demasiado pronto al líder del grupo que, tras años de lujos y placeres, se ha convertido en un borracho en quien no se puede confiar, ni siquiera cuando tiene que acudir a sus propios conciertos.
La elección de Stacee Jaxx fue una grata casualidad. "Estaba pensando: '¿No sería genial conseguir a una de las grandes estrellas del cine para que interpretara a una de las mayores estrellas del rock mundial?'" Cuenta Shankman. "Y justo me encontré con Tom Cruise, le conté que estaba dirigiendo esta película, que era un musical y que le ofrecía este papel. Me dijo: '¿En serio?' Y respondí que sí. Luego le describí a Stacee y soltó una gran carcajada. Lo siguiente que recuerdo es que había aceptado el papel y que estaba a punto de hacer un musical con Tom Cruise".
Para interpretar a su personaje, Cruise tuvo que transformarse por completo y Shankman admiró su diligencia: "Desde el momento en que se unió al proyecto, Tom comenzó a dar clases de canto con un profesor increíble, Ron Anderson. Recuerdo la primera vez que le escuchamos cantar. Tiene un increible rango vocal de cuatro octavas, resulta que tiene antepasados que fueron cantantes de ópera, así que es probable que esté genéticamente predispuesto para cantar, lo que pasa es que nunca antes se lo habían pedido. Supongo que yo soy el afortunado que lo ha descubierto", sonríe.
Con un séquito a su entera disposición 24 horas al día, 7 días a la semana y groupies profesándole amor eterno a cada momento, solo hay alguien capaz de ver a Stacee Jaxx tal y como es él: la reportera de la revista Rolling Stone Constance Sack.
Malin Akerman interpreta a esta perseverante periodista: "Constance llega a The Bourbon para entrevistar a Stacee Jaxx, quien está a punto de convertirse en una estrella del rock acabada, pero que en realidad llegó a ser un roquero fuera de serie al principio de su carrera. Ella creía en el futuro de la estrella, por eso se frustra al ver que ha tirado la toalla. Además, está claro que Jaxx nunca antes había conocido a una mujer que le plantara cara, y eso le intriga, le excita y le confunde, todo al mismo tiempo. Pero cuando ella intenta sacarle la verdad, las cosas no salen tan bien como había planeado".
A Constance le cuesta hacer que Stacee se sincere con ella, pero en cambio, Akerman confiesa que fue facilísimo trabajar con Cruise: "Tom no solo quiere que la escena salga genial, quiere hacer una actuación brillante. Es muy respetuoso y generoso. Trabajar con él fue una experiencia increíble".
Para la actriz, la vida del rock 'n' roll no es algo completamente desconocido, ya que está casada con un batería y además llegó a formar parte de un grupo musical durante un breve periodo de tiempo. "Nunca antes había tenido que actuar mientras canto y hago una coreografía, pero las letras de las canciones tienen tanto significado que no fue difícil hacerlo y creo que le hice justicia a la canción".
"Cuando conocimos a Malin, llegó totalmente preparada", cuenta Garrett Grant. "Llevaba gafas, traje y lo bordó. No intentó ser graciosa; le salió solo durante la interpretación, y cuando le tocó rodar, interpretó el papel a la perfección".
El manager de Jaxx, Paul Gill, que lucha por mejorar la imagen de su apático cliente, se encarga de concertar la entrevista con Constance, aunque más que por beneficiar a Stacee, lo hace más bien por sus propios intereses.
Paul Giamatti, sin embargo, lo dice bien claro: "Es un imbécil salido y manipulador que está en el negocio para sacarles la mayor cantidad de dinero posible a los artistas que representa", afirma el actor. "Stacee y él tienen una relación muy inestable. Puede que Stacee sea un monstruo, pero Paul es quien ha creado al monstruo y ahora lo encuentra aterrador. Llegados a este punto, su asociación es enfermiza".
"Paul Giamatti encabezaba la lista de candidatos para interpretar al representante, y nos alegramos muchísimo cuando aceptó el papel", relata Gibgot. "Cogió lo que había en el guión y lo mejoró más de lo que nunca hubiéramos imaginado".
Gill lo hace todo por dinero y sabe que la actuación de despedida del grupo Arsenal, que depende totalmente del estado de ánimo de Stacee, llenará el Bourbon Room hasta la bandera. Solo tiene ojos para el dinero y, a pesar de los persistentes ruegos del dueño del local, Dennis Dupree, interpretado por Alec Baldwin, Gill sigue adelante.
"Alec es amigo mío y tenía muchas ganas de que saliera en la película", dice Shankman. "Yo mismo le dirigí en las escenas en las que cantaba y bailaba y estuvo sencillamente asombroso".
Baldwin veía su personaje de un modo especial: "Dennis Dupree ha dedicado toda su vida a la música; el rock 'n' roll es su religión y The Bourbon Room es su iglesia, así que supongo que él es el pastor". El actor, que ha declarado públicamente que prefiere la música clásica al rock, abrió su mente para hacer la película. "Durante los 80 yo apagué la radio", bromea, "pero en aquella época había música tan buena como en cualquier otra y fue muy divertido volver allí con este personaje".
El mejor amigo de Dupree, técnico de sonido del local, es Lonny, personaje que encarna el cómico y actor Russell Brand. Baldwin nos habla de su compañero en pantalla: "No me esperaba para nada lo increíblemente listo, divertido y vivaz que es Russell".
"Lonny representa el espíritu del rock como el espíritu de la libertad y el cambio", comenta Brand de su personaje. "Él y Dennis son verdaderos veteranos del rock 'n' roll, y Lonny dedica su vida a la música y al local".
"Russell era básicamente la única persona que se me ocurría que pudiera interpretar bien este papel", confiesa Shankman. "Está loco y le adoro. Es divertidísimo porque es totalmente impredecible y absolutamente brillante".
La pareja le da un toque cómico a la película en su mayor parte improvisado por Brand durante el rodaje, aunque dice que Baldwin no tuvo ningún problema en seguirle: "A Alec no le importaba nada adaptarse a mis improvisaciones en escena y me animaba mucho. Es carismático, autoritario y travieso; yo le comparo con un célebre caballero del teatro británico. Además tiene un sinfín de anécdotas y unos ojos preciosos que cautivan a cualquiera", bromea.
Decididos a mantener el local abierto y con la mejor música, Dennis y Lonny tienen otros asuntos de los que preocuparse aparte de los compromisos de Stacee Jaxx. Patricia Whitmore, la esposa del alcalde, le ha declarado la guerra al Sunset Strip, y su primer objetivo de su lista es The Bourbon Room. Este personaje no existe en el musical original.
"Creamos el papel de la esposa del alcalde para reflejar la censura cultural de aquella época", dice Shankman.
Catherine Zeta-Jones es la mala de la película: "Creo que Patricia Whitmore es la clase de mujer que considera que su papel de primera dama de Los Ángeles es mucho más importante que el de su marido, el alcalde y no hay duda sobre quién lleva los pantalones en esa familia", comenta Zeta-Jones. "Es una activista sincera y directa que cree que el rock 'n' roll es música satánica, y crea una campaña para barrer lo que ella considera la mugre que ensucia su ciudad: el rock".
La actriz ni siquiera miró el guión antes de aceptar interpretar el papel. "Cuando Adam me llamó, simplemente le dije: ¿'Cuando empiezo?' Sabía que iba a ser un éxito y quería formar parte de ello".
"Patricia es una mujer fuerte, así que necesitábamos a una actriz con mucho carácter. Para mí, conseguir a Catherine para el papel fue un sueño que se hizo realidad", comenta Shankman.
Mientras Patricia Whitmore amenaza con hacer todo lo posible para interrumpir para siempre la vida en el Strip, Justice, dueña de Venus (un club para caballeros), se gana la vida allí. Es una mujer que ha sabido forjarse su propio camino y que recoge a Sherrie cuando está en su peor momento, una experiencia que ella ha vivido sin lugar a dudas en sus propias carnes.
Mary J. Blige, la actriz que interpreta este papel, comenta: "Justice se ve a sí misma en Sherrie. Ella ha estado en la misma situación, ha llorado en el mismo callejón por algún chico y comprende que la autoestima de la joven sea frágil. Por eso, en el tipo de local donde algunas personas verían a las mujeres como seres débiles, el objetivo de Justice es hacerlas fuertes para enseñarles cómo recuperar su vitalidad del lugar donde la perdieron".
"Mary J. es una artista increíble; no hay nada que no pueda cantar. Puede levantarse de la cama y entonar cualquier nota que le pidas", afirma Grant. "Además es una persona dulce y encantadora. Creo que, de haber podido, Adam la habría puesto en todas las escenas".
Para darle credibilidad a la película sutilmente, los cineastas invitaron a hacer cameos a algunos artistas famosos (muchos de los intérpretes originales de las canciones del film) y a actores del musical. Entre los primeros contaron con Nuno Bettencourt, de Extreme; Joel Hoekstra, de Night Ranger; Debbie Gibson; Sebastian Bach, de Skid Row; Kevin Cronin, de REO Speedwagon; y de la versión teatral del musical Rock of Ages: Constantine Maroulis; algunos miembros del reparto de la gira del musical por EE.UU; y el actor de Saturday Night Live, Will Forte.
"En esta película tenemos un reparto alucinante de principio a fin", declara Shankman. "Empezamos con una lista de los actores que queríamos y tuvimos muchísima suerte de conseguir trabajar con todos ellos". Fuimos muy afortunados".
I Love Rock 'n Roll
Rodar un musical puede ser agotador, pero si es algo que te gusta, se lleva mucho mejor. Lo que Adam Shankman quería hacer era "un sincero y cariñoso homenaje a la música, no solo al hard rock, sino también a las canciones míticas del pop y rock de los 80. Canciones conocidas que no solo provocan un sentimiento de nostalgia, sino que también nos hacen volver a disfrutar de ese tipo de música".
El director creyó desde el principio que la música de Rock of Ages (La era del rock) le serviría de mapa para llegar adonde quería ir. La película contiene temas de rock como Pour Some Sugar On Me, de Def Leppard; We're Not Gonna Take It, de Twisted Sister; Don't Stop Believin', de Journey y baladas como I Wanna Know What Love Is, de Foreigner, Every Rose Has Its Thorn, de Poison y Can't Fight This Feeling, de REO Speedwagon.
El productor ejecutivo musical de la película, Adam Anders, que también participó en la banda sonora de la película junto a Peer Astrom, compartía la idea de Shankman.
"A día de hoy, Adam es el mejor de la industria haciendo mezclas", afirma Shankman. "Comprendió a la perfección cómo iban a usarse las canciones, cómo encajarían con los personajes y cómo no debía separarse demasiado de los temas originales, al tiempo que los hacía interesantes y novedosos".
El reparto estuvo semanas preparándose con clases de canto y grabaciones de canciones, ensayos de baile, entrenamiento físico, etc. antes de comenzar el rodaje, y continuó haciéndolo el tiempo que duró. Aunque Julianne Hough y Diego Boneta son cantantes, tuvieron que aprender un estilo de canto diferente para la película. Bajo la supervisión del asesor vocal Ron Anderson, Hough tuvo que abandonar su estilo country y Boneta su tono pop, para sonar un poco más a rock duro.
"Básicamente tuvimos que ir a la universidad de las estrellas del rock", declara. "Llevo dando clases de canto desde que tenía ocho años, pero tuve que contener la voz para alcanzar un registro más agudo. También tuve que aprender a cantar con la voz rasgada, pero sin hacerme daño en las cuerdas vocales".A las órdenes del supervisor musical Matt Sullivan, el asesor de guitarra Eric Jackson (al que Boneta llama "El Sr. Miyagui de la guitarra"), enseñó a Boneta y a Tom Cruise a tocar para la película empezando desde cero, puesto que ninguno de los dos había tocado nunca. Aunque se quedó impresionado por lo bien que lo hacían los dos actores, a Jackson se le ocurrió una forma de motivarles para que aprendieran lo más rápido posible: hacerles competir de forma amistosa. A Boneta le hacía comentarios como: "Tom ya sabe tocar esto" y viceversa, así les alentaba para que practicaran aún más.
El departamento de atrezo le facilitó a Jackson 30 guitarras de marcas como Jackson Charvel, Guild y BC Rich para la producción. La guitarra Jackson Kelly de Stacee Jaxx es única, un instrumento personalizado con llamas pintadas a mano en un lateral.
Jackson también hizo que sus alumnos estudiaran la presencia en el escenario y la forma de actuar de algunos de los roqueros más grandes de la historia como Jimmy Page, Slash, Eric Clapton, Hendrix, Prince y Lenny Kravitz, además de las de algunos artistas cuya música iban a tocar, como Brett Michaels, Jon Bon Jovi, Richie Sambora y Dee Snider.
Todas las actuaciones del musical de teatro incluían coreografías complejas y números de baile grupales, individuales, con todo el reparto y en ocasiones con hasta 500 extras. La amiga y compañera de Shankman Mia Michaels debutó como coreógrafa en Rock of Ages (La era del rock). "No hay nada en la película que no esté coreografiado y Mia es una de las mejores coreógrafas de la actualidad; quería que le diera un carácter interesante a todo", afirma el director.
"Adam es un director fantástico; deja que el arte respire", dice Michaels. "Así es como las cosas salen bien y creo que en esta película se ha logrado; no podría estar más contenta con los resultados".
"El trabajo de Mia es asombroso, tuvimos mucha suerte de que trabajara con nosotros", afirma Jennifer Gibgot. "Ella y Adam se complementan genial; era emocionante ver cómo él le explicaba lo que quería en cada número y cómo a ella se le ocurrían formas de mejorarlo. Creo que ella no había tenido nunca antes la oportunidad de hacer nada tan grande y diverso, pero Adam la animó y abrió la veda".
El estilo de baile de la película fue una novedad para Michaels, que disfrutó combinando sensualidad y humor en algunos números. "Para mí, esta película suponía explorar mucho y romper barreras, tanto profesional como personalmente", confiesa. "Quería sumergirme en la película y lo conseguí. El resultado fue muy básico y salvaje, igual que la música de aquella época".
Shankman recuerda: "Durante el rodaje de Any Way You Want It en el Venus Club hubo un momento en el que Mia me miró y me dijo: '¿Qué he hecho?' Y le dije: 'Lo has conseguido'".
Solo en esa escena salían Mary J. Blige, Julianne Hough, 18 bailarines, cinco bailarinas de barra americana y una habitación llena de extras interpretando a los dueños del local. Hough, bailarina y coreógrafa profesional, afirma: "Mia es una de las mejores. A pesar de que tengamos estilos muy diferentes (mi estilo es más femenino y sexy y ella se considera una 'amazona' e incorpora movimientos más amplios y fuertes), fue divertidísimo combinar los dos tipos de baile para la película. Les dio mucha fuerza a las actuaciones de las mujeres".
Catherine Zeta-Jones, quien, como señala Shankman, es la única actriz en décadas que ha ganado un Oscar® por una interpretación en una película musical, también estaba emocionada por haber trabajado con Michaels. "Los bailarines se expresan con un lenguaje especial", dice la actriz, "y crear un vínculo cercano con alguien de su calibre es algo extraordinario. Sus movimientos son muy específicos y si te abres y te dejas llevar por su ritmo, vives una experiencia casi catártica. Difruté cada minuto que trabajé con ella".
We Built This City
Adam Shankman y el director de producción de Rock of Ages (La era del rock), Jon Hutman, se criaron en Los Ángeles y fueron al mismo instituto. Por eso compartieron la misma percepción del tiempo y el espacio de la historia.
"Adam y yo hablábamos el mismo idioma", cuenta Hutman. "Vivíamos en el Sunset Strip durante su pleno apogeo. Él quería que el mundo de la película fuera real, exactamente lo contrario de lo que uno puede esperar de un musical".
"Jon entendió muy bien mis ideas y lo que yo quería conseguir", admite Shankman.
Gibgot está de acuerdo. "Jon es un genio. Nunca podremos agradecerle todo lo que ha hecho por esta película. La primera vez que salí a la recreación del Strip, fue como si me hubiera metido en una máquina del tiempo. Había conseguido volver a Los Ángeles de 1987."
Hutman comenzó por tres partes diferentes del decorado: The Bourbon Room, el Venus Gentleman's Club y, por supuesto, el famoso Sunset Strip. "Los Ángeles es una ciudad para los coches, y la mayoría de nosotros vivimos el Sunset Strip conduciendo de una punta a otra, acortando la distancia entre los lugares más emblemáticos", observa Hutman. "Por esta película movimos cielo y tierra", declara Garrett Grant. "El Strip era clave, pero sabíamos que no podíamos rodar en el de verdad, así que viajamos por todo Estados Unidos e incluso a Sydney, Australia, tratando de encontrar el escenario y la arquitectura adecuados. Entonces encontramos una zona en Miami que, gracias a Jon, nos vino como anillo al dedo".
"Los grandes éxitos del Sunset Strip" es como describe Shankman la interpretación de Hutman de la máxima experiencia déjà-vu construida en seis semanas en el barrio de Overtown de Miami, Florida. Gracias al equipo de Hutman y al de efectos visuales, la ubicación terminó por tener el mismo aspecto que los emblemáticos locales de Hollywood Tower Records, Guitar Center, The Roxy, el Whiskey, Filthy McNasty's (ahora el Viper Room), Centerfold Newsstand, The Comedy Store, Gazzarri's (ahora el Key Club), The Body Shop, Ben Frank's, Duke's, The Sunset Grill, SunBee Liquors y Frederick's of Hollywood, todos como sardinas enlatadas en un par de manzanas de la ciudad. Incluso crearon una gasolinera Shell que anunciaba el precio de la gasolina, de risa en comparación con los actuales.
Hutman mejoró el Sunset Strip de Rock of Ages con detalles adicionales que le daban toques de autenticidad, como una mesa de billar Liberace, un cartel de Canter's Deli; una parada de autobús con un anuncio de la moto Sportster 883; un cartel publicitario de unos 27 metros de altura de la diva Angelyne que adornaba el lateral de un edificio; una muñeca hinchable situada en lo alto de la Tower Records, inspirada en una roquera hinchable que se usó para promocionar a los Rolling Stones durante su gira de los 80 y un vagón de tren restaurante estilo Carney que se encontró en un museo del ferrocarril, y que una empresa de mudanzas de Florida transportó al estudio de grabación. Hutman ayudó al fotógrafo de Los Ángeles Robert Landau ayudándole a encontrar muchas de las referencias visuales que necesitaba para recrear la época.
El toque final que se le dio al paseo fue añadir más de 70 coches de época como los clásicos VW Rabbit descapotable, Pontiac Fiero, Chevy Corvette y Camaro, un Cadillac Seville, un Alpha Romeo Spider, un Chrysler LeBaron, Broncos, Jeeps, Harleys, e incluso autobuses públicos antiguos. En una escena, Stacee Jaxx sale de una limusina blanca Cadillac Fleetwood de 1985.
En medio de todo, Hutman decoró el exterior de The Bourbon Room, con una gran marquesina. Los mundos de Sherrie y Drew chocaron por primera vez fuera de este famoso local de rock, diseñado para evocar la atmósfera de The Roxy, The Rainbow Room y el Whiskey, todos en uno. El decorado interior era, en realidad, el famoso local Revolution Live de Fort Lauderdale, Florida.
Hutman y su equipo hicieron algunos cambios para lograr que el local retrocediera en el tiempo, pasaron meses rondando allí. Construyeron el despacho de Dennis Dupree en el balcón del local, con una ventana enorme supervisando el escenario. Y como había demasiada distancia entre el suelo del local y el suelo del escenario, Hutman subió el suelo del local para que los alocados fans pudieran saltar al escenario y tocar a su ídolo favorito Stacee Jaxx.
Sin embargo, disfrutaron de una actuación en el escenario que nadie había esperado. Las verdaderas leyendas del rock Def Leppard les hicieron una visita sorpresa llegando al decorado de The Bourbon Room un día después de inaugurar su gira internacional en West Palm Beach. Pararon sus dos autocares de gira al estilo de las estrellas del rock y tocaron en directo su canción Pour Some Sugar On Me con el roquero ficticio de la película Stacee Jaxx. El grupo les dio el visto bueno a Cruise y al local.
Las paredes del Bourbon Room, incluido el despacho de Dennis, se llenaron de objetos de interés: posavasos, fotografías, entradas, y pósters. "Incluso colgamos 500 sujetadores y 300 corbatas del techo de encima de la barra", dice Hutman, "eso quedó genial. Nuestro decorador del plató, K.C. Fox, se divirtió con este trabajo. Queríamos que pareciera el lugar donde había nacido el rock 'n' roll".
Dentro del local y en toda la película, el director de fotografía Bojan Bazelli utilizó cámaras digitales ARRI Alexa porque, según el mismo: "La historia de Rock of Ages trata de la vida nocturna. No necesitábamos mucho equipo de iluminación; este paquete de cámaras digitales nos permitía capturar mucho con poca luz".
Para Hutman, uno de las características importantes para de poder revivir los 80 era el color. "Adam y yo hablamos bastante sobre este tema. Mi idea era usar muchos colores, combinándolos de una forma bastante aleatoria. Digamos que estaba preocupado... La década de los 80 no fue exactamente una época que haya marcado tendencia en el mundo de la moda", se ríe.
El reto de Hutman era "captar ese toque original de manera que el público de nuestra época pudiera apreciarlo". Sacó portadas de álbumes de todos los grupos que salían en la película y estuvo viendo documentales de heavy metal antes de decidir qué iba a hacer. "El mundo de Drew nació de un patrón de color azul vaquero desgastado", recuerda, "y una habitación verde de una escena del documental The Decline of Western Civilization inspiró el azul mate verdoso y los tonos rojos y negros de The Bourbon".
El director de producción no estaba muy seguro de si la gama de colores que escogió para el Venus Gentlemen's Club iba a funcionar hasta que vio cómo quedaba cuando se terminó el decorado. "El Venus Club es morado. Morado como el dinosaurio Barney", explica. "Por supuesto, antes de que se pintara el local entero, tenía mis dudas. Pensé: 'Habrá que pintar una pared y ver cómo queda'. Así lo hicimos y con los adornos dorados que habíamos elegido, quedó fantástico".
Hutman declara: "El Venus no es el típico local de striptease, es una versión de lujo y mejorada". Lo hicimos en el local de un antiguo restaurante nocturno de lujo de estilo art decó en el Castle Resort de Miami. Aunque actualmente es una torre de apartamentos, en los años sesenta era la sede de uno de los locales Playboy originales de EE.UU.
Casualmente, la coreógrafa Mia Michaels, no se enteró hasta justo un año antes del rodaje de que su madre había trabajado de conejita en ese local, siendo bailarina y camarera. "Era raro, pero a la vez me gustaba estar conectada de alguna forma con el local, aunque lo encontráramos hecho una pena y solo quedara la lámpara original".
Para completar la decoración, la producción trajo, entre otras cosas, unos bonitos apliques, una barra con espejo para el bar, escaleras con elegantes curvas, divanes serpenteantes hechos de sofás antiguos redondos y ocho barras americanas de oro. "Cuando terminaron la decoración", Hutman bromea, "era el local de striptease más bonito en el que jamás he estado. Era un poco estilo Vegas y un poco local de espectáculos de variedades, pero seguía siendo lo suficientemente sórdido como para estar en el Sunset Strip".
Para la película, Hutman también tuvo que recrear el mundialmente famoso letrero de Hollywood, donde Drew y Sherrie tienen su primera cita, sobre un vertedero de 76 metros de altura, el punto más alto del sur de Florida.
Otros lugares clave de la película fueron el estadio Hard Rock Live de Broward County, que se usó para un concierto en vivo; el antiguo monasterio español apartado de la Dixie Highway al norte de Miami Beach, que fue la iglesia donde se reunían las seguidoras de Patricia Whitmore; una residencia en Coral Gables; el Biltmore Hotel; los Crescent Moon Studios, que fue el despacho de Pau Gill; el Imperial Penthouse, que fue la habitación de Stacee Jaxx en el Chateau Marmont; Boomers Family Fun Center en Dania Beach; y el Palacio de Hielo de Miami en Overtown, que fue el camerino de Stacee, la habitación verde y un local para el rodaje de escenas adicionales.
El equipo de Hutman creó el decorado, pero la diseñadora de vestuario Rita Ryack era quien debía llenarlo con ropa de la época. "Nos decantamos por un estilo de realismo intenso", explica. "Era difícil resistirse a los pantalones de cuero, hombreras, cinturones anchos y flequillo, pero tampoco queríamos que el vestuario fuera ridículo, así que tratamos de no pasarnos. Adam quería que el humor estuviera presente por los personajes y la historia, no por el vestuario".
Shankman decía que las cosas debían tener el aspecto de antes y transmitir lo que transmitían antes, y sabía que el vestuario era un factor clave para reflejarlo.
"Me encanta trabajar con Adam porque es muy claro, decidido y sincero, y me da mucha libertad, nos inspiramos el uno al otro", comparte Ryack.
Ryack se inspiró en muchas fuentes diferentes, incluido su propio armario, donde desempolvó su ropa de Betsey Johnson y Fiorucci. Además la roquera de los ochenta Lita Ford le echó un cable que no se esperaba: le prestó algunas de sus prendas personales y ropa de escenario para que se usaran en la película.
Ryack reflejó la historia individual de la joven pareja, Sherrie y Drew, en su ropa. Diego Boneta empieza llevando camisetas y vaqueros y más tarde lleva cintas para el pelo, pañuelos brillantes y botas. Para reflejar su metamorfosis de chica del centro-oeste a roquera, Julianne Hough pasó de llevar vestidos de flores a llevar minifaldas vaqueras y camisetas cortas del Bourbon Room.
En el caso del aspecto de otros personajes, para Constance Sack (Malin Akerman), se inspiró en el vídeo de Van Halen Hot For Teacher; para Lonny (Russell Brand) en Nikki Sixx; y para el personaje de Alec Baldwin, Dennis Dupree, se inspiró en sus propios ex novios hippies, que llevaban chalecos y pañuelos atados en la cabeza.
Ryack recuerda muy bien en qué se inspiró para vestir al personaje de Paul Giamatti, el representante salido Paul Gill. "Todos llevaban coleta y vestían con chaquetas de Armani, iban sin calcetines y con un pendiente. Era como su uniforme".
La diseñadora de vestuario estudió el estilo de las mujeres del mundo de la política conservadora para vestir a Catherine Zeta-Jones de Patricia Whitmore. "Ropa elegante, limpia y de colores llamativos. Y, si el público se fija bien, verá que siempre lleva un banderita de EE.UU.".
Las escenas del Venus Gentlemen's Club requerían una gran variedad de estilos: strippers, reponedores, camareras, yuppies, ejecutivos, viejos verdes, roqueros, gorilas de discoteca y, por supuesto, Mary J. Blige vestida de Justice. "Yo la veía como una versión barata de Krystle Carrington de Dinastía", cuenta Ryack. "Mary J. tiene mucha personalidad; sabía que podría con ello".
Uno de los looks más admirados y de referencia que Ryack diseñó para la película fue el del dios del rock Stacee Jaxx. "Lo que hicimos para Stacee lo adaptamos específicamente a Tom Cruise, a su cara, su físico y su manera de interpretar", cuenta. "Experimentamos mucho con siluetas también, porque a menudo es eso lo que se ve con la iluminación de los conciertos. Con Tom hicimos un proceso fabuloso porque se implicó mucho en el personaje, que era muy diferente a él. Recuerda mucho a los roqueros de aquella época".
Ryack trajo al rodaje especialistas reales del mundo del estilismo del rock 'n' roll para que ayudaran a que el vestuario del personaje pareciera real: Tony Sartino, un estilista de rock que ha trabajado con muchísimos grupos importantes, fue la fuente de inspiración de los pantalones de cuero Stacee Jaxx; un joyero de Colorado hizo sus originales cinturones; Gunner Foxx, el sombrerero de muchos actores famosos, hizo los sombreros del Oeste del personaje, e incluso hizo un sombrero para el mono mascota de Stacee, Hey Man.
La peluquería y el maquillaje también tuvieron un papel clave en la película, y uno de los mayores retos del equipo de peluquería fue volver a la moda del pelo lago, especialmente en el caso de los hombres. Algunos días eso significaba trabajar con 500 extras, cientos de pelucas, extensiones y mechones de pelo que se usaban para hacer flequillos o el típico peinado masculino ochentero, corto por delante y largo por detrás, dando a los actores y los extras el aspecto de la época. En el plató siempre tenía que haber laca y gomina a mano.
"En los 80 la gente se maltrataba mucho el pelo", se ríe Camille Friend, la directora del equipo de peluquería. "Nos hacíamos la permanente, nos lo decolorábamos, nos lo cardábamos y nos lo ondulábamos con tenacillas. No hay duda de que esta ha sido una película de grandes peinados".
El equipo de maquillaje, dirigido por Whitney James, también tuvo bastante trabajo maquillando ojos con delineador grueso, labios color rosa chicle y muchísimos tatuajes pintados con aerógrafo. La dibujante Michele Burke diseñó los tatuajes roqueros de Stacee Jaxx y ella misma se los puso.
Adam Shankman comenta: "Tenía una idea muy específica de cómo hacer que el conjunto de Rock of Ages atrajera al público: desde crear a la mayor estrella del rock del planeta a recrear hasta el más mínimo detalle de la vida del Sunset Strip de los años 80".
"Creo que hemos conseguido una historia divertida y emotiva, con actuaciones increíbles de canciones que nos encantaban a todos y que todos recordamos, con un reparto alucinante y estoy convencido de que el público va a divertirse como no lo había hecho en años", sonríe.
Preguntas y respuestas con CATHERINE ZETA-JONES (Patricia Whitmore)
PREGUNTA: ¿Podría decirme qué fue lo que le atrajo de Rock of Ages (La Era del Rock) y cómo ha sido la experiencia de interpretar a Patricia Whitmore?
CATHERINE ZETA-JONES: Bueno, cuando Adam Shankman me llamó me dijo: '¿Quieres volver a cantar y bailar?', Y le dije que sí sin ni siquiera leer el guión. Me describió brevemente qué es lo que estaban haciendo. No había visto la obra Rock of Ages antes, y todavía no la he visto, algo normal en mí. Tampoco había visto Chicago antes de rodar la película. Y luego, cuando leí el guión, pensé: 'Guau, es un personaje muy divertido'. Y me puse a cantar 'Hit Me With Your Best Shot', que es una de mis canciones favoritas de Pat Benatar. Estaba impaciente.
Lo que me gusta del personaje es que tiene muchas capas. Es una mujer conservadora de derechas en los años 80 del siglo pasado que, evidentemente, también tiene sus secretos y algún que otro trapo sucio. Pensé que me podría divertir mucho con ella, y así ha sido. Creo que cuando vaya al cine, el público simplemente pasará un buen rato. Y eso es precisamente lo que nos ocurrió a todos los actores; nos divertimos mucho.
PREGUNTA: ¿Cómo ha sido interpretar 'Hit Me With Your Best Shot?' Es un número bastante diferente de los de Chicago.
CATHERINE ZETA-JONES: Bueno, sólo tuve unos días para ensayar porque había muchos números de baile y muchas canciones que preparar cuando llegué a Miami. Así que la ensayé y luego la rodé como dos días después. Y fue genial trabajar con Mia [Michaels], que es, en mi opinión, una de las mejores coreógrafas de nuestra generación. Fue todo un placer.
Llevaba bastante tiempo sin cantar y sin bailar, así que fue como: 'Vale. Ya me acuerdo de esto. Me acuerdo del tendón de Aquiles, y también de este músculo del muslo. Recuerdo esta ingle. Me acordaba de todo eso'. Me costó un poco al principio, pero todo funcionó a las mil maravillas.
PREGUNTA: ¿Cómo ha sido la colaboración con Adam Shankman en esta película?
CATHERINE ZETA-JONES: Nunca había trabajado con Adam antes en el cine, pero él se había portado muy bien conmigo en el pasado. Hago un show benéfico para la Fundación del Cine y la Televisión cada año en el que canto e invito a personas a cantar conmigo en Los Ángeles, y es tan buena persona que lo ha dirigido, creo que ya han sido tres veces. Esa era mi única experiencia de trabajo con él. Pero mantenemos un diálogo a un nivel más profundo como ex-bailarines. No tenemos que hablarnos demasiado porque hablamos otro idioma. Y cuando me encontré con él la primera vez tuve la sensación de conocerle desde hacía años y ahora lo considero uno de mis amigos, y también un estupendo director.
PREGUNTA: Su compañero en el delito en esta película está interpretado por Bryan Cranston, en el papel del alcalde. ¿Cómo han llevado esa relación?
CATHERINE ZETA-JONES: Es un actor consumado, simplemente genial. Ya sea en comedia como en drama, musicales, teatro, lo que sea... Estaba deseando trabajar con él. Y no ensayamos demasiado. Teníamos una conexión inherente tanto dentro como fuera del rodaje, y eso ha funcionado muy bien con nuestros personajes.
PREGUNTA: ¿Qué recuerda de la época en que está ambientada la película? ¿Le gustaba ese tipo de música u otras cosas?
CATHERINE ZETA-JONES: No, en realidad estaba trabajando. Empecé muy joven en el teatro. Y al ser europea, estaba mucho más en la onda de los nuevos románticos y los grupos británicos. Los Ángeles estaban muy lejos para mí, y ni siquiera fui a Estados Unidos hasta los catorce. Así que ha sido como ver una película.
Los Ángeles, en aquellos tiempos, era como un inmenso escenario. La música que salía de allí era genial, pero la verdad es que no caló demasiado en mí, tengo que admitirlo. Pero luego, por supuesto, todas las canciones que salen en la película me traen muchos recuerdos porque las pasaban por la radio. Me transporta de vuelta a esos años, con mucho volumen en el pelo y toneladas de maquillaje, hombreras y Joan Collins en Dinastía.
PREGUNTA: Esta película es realmente un trabajo coral. ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con un reparto como éste?
CATHERINE ZETA-JONES: Bueno, fue lo que me atrajo, tener a Adam en la dirección y este reparto. Fue genial porque todos son actores estupendos, y creo que cuando se ve la película, se puede notar todo lo que nos divertimos interpretando esos papeles; cada uno tiene mucho peso en la cinta, y eso es en definitiva lo que la vertebra.
No creo haber visto nunca un elenco como éste en una película musical, ni siquiera en los de la Era Dorada. Normalmente había dos como máximo: Fred y Ginger o sólo Gene Kelly. Por eso, cada vez que se pasa de un fotograma a otro en la pantalla es como: '¡Eh, ahí está Alec Baldwin! ¡Y ése es Russell Brand! ¡Mira a Tom Cruise!' Es genial. Olvidemos la diversión, merece la pena ver la película sólo por tenerlos a todos reunidos en pantalla.
PREGUNTA: ¿Y cómo está Tom Cruise en este papel? ¿Se sorprendió cuando vio su aspecto?
CATHERINE ZETA-JONES: Está soberbio en su papel. Cuando viajé por primera vez para empezar a ensayar 'Hit Me with Your Best Shot', Adam me mostró partes de rodaje sin montar en las que aparecía él y fue como: '¡Madre mía!' Pero no sorprende viniendo de Tom Cruise. Se entrega al 100% en todos sus papeles, y esta película no es una excepción. Por eso es Tom Cruise. Verle en este género como Stacee Jaxx es un verdadero placer para mí como compañera de profesión suya.
PREGUNTA: Puesto que ganó un Oscar® por su trabajo en Chicago, me pregunto si esta película ha vuelto a avivar su interés por repetir en el género de los musicales
CATHERINE ZETA-JONES: Bueno, sí. Siempre me pasa. Me entreno, y tengo una barra de ballet en mi gimnasio. Cada vez que lo hago, pienso: '¿Por qué no me dedico a esto siempre?' Luego me vuelvo vaga. Pero gané un Tony por A Little Night Music y elegí esa obra en concreto porque no tenía baile. Por supuesto, tuve que cantar, se trata de un musical escrito por Stephen Sondheim, uno de los más hermosos que haya leído nunca, pero lo hice por eso. Quería probar algo nuevo, y eso es una constante en mi carrera. Hice una película como Traffic y luego otra como Crueldad intolerable, forma parte del juego, probar y mezclar. Pero debo admitir que echo mucho de menos tener la oportunidad de soltarme un poco y hacer este tipo de cosas.