Guillermo del Toro, nominado al Oscar® por "El laberinto del Fauno", dirige esta aventura épica de ciencia ficción a partir de un guión de Travis Beacham y Del Toro basado en una historia del primero. Thomas Tull, Jon Jashni, Del Toro y Mary Parent producen la película, con Callum Green como productor ejecutivo y Jillian Zaks como coproductura.
Protagonizan "Pacific Rim" Charlie Hunnam (de la serie "Sons of Anarchy"), Idris Elba ("Thor"), Rinko Kikuchi (nominada al Oscar® por "Babel"), Charlie Day ("Cómo acabar con tu jefe"), Rob Kazinsky, Max Martini, Clifton Collins, Jr., Burn Gorman y Ron Perlman (de la saga "Hellboy").
El equipo técnico de Del Toro incluye al director de fotografía Guillermo Navarro (ganador del Oscar® por "El laberinto del Fauno"), los diseñadores de producción Andrew Neskoromny y Carol Spiel, los montadores Peter Amundson y John Gilroy, así como la diseñadora de vestuario Kate Hawley. La música es obra de Ramin Djawadi. Los supervisores de efectos visuales han sido John Knoll y James E. Price; el supervisor de animación, Hal Hicklel.
KAIJU (del japonés kaijū), Bestia gigantesca.
JAEGER (del alemán yāgar), Cazador.
"De niño, siempre que me sentía pequeño o solo, miraba a las estrellas y me preguntaba si habría vida en ellas. Resulta que estaba mirando en la dirección equivocada".
Las profundidades del océano siempre han fascinado a las personas, pero siempre habíamos asumido que sus prodigios -y sus peligros- pertenecían a nuestro mundo.
Estábamos equivocados.
"Pacific Rim", de Warner Bros. Pictures y Legendary Pictures surgió de esa inquietante premisa. Al principio de la película, una brecha en el lecho del Océano Pacífico desata una amenaza catastrófica para la raza humana.
El director Guillermo del Toro, que es coautor del guión y coproductor de la película, relata: "Los Kaiju, unas criaturas extraterrestres más grandes, feroces y brutales de lo que jamás hemos visto, llegan a través de ese portal". Para vérselas con ellos, los seres humanos hacen acopio de todos sus recursos e inventan el arma más versátil, dinámica y grande jamás diseñada: crean el Programa Jaeger, unos imponentes robots de altura equivalente a la de un edificio de 25 pisos que manejan dos pilotos cuyas mentes están unidas mediante un enlace neuronal".
Estas parejas de pilotos constituyen la última esperanza de supervivencia de los seres humanos.
Continúa Del Toro: "Este proyecto abarcaba todo lo que puedo desear, tanto en cuestión de atmósferas como en lo visual y lo emocional... Es una aventura vertiginosa y emocionante en la que los pilotos humanos y sus robots gigantes se enfrentan a monstruos extraterrestres nunca vistos".
El productor Thomas Tull apunta: "Con la descripción 'monstruos gigantes contra robots gigantes' basta para hacerse una idea del alcance y la escala del proyecto, por no hablar de la acción y el entretenimiento que implica. Y el hecho de que no sepamos por qué nos atacan los Kaiju aporta también un elemento de misterio. ¿Qué quieren los Kaiju y cómo va a reaccionar la humanidad? ¿Cómo podemos defendernos de ellos?
La historia nació cuando el guionista Travis Beacham se encontraba en la verdadera cuenca del Pacífico (en la costa de California): los elementos centrales de la película empezaron a tomar forma entonces. Narra Beacham: "Recuerdo que estaba dándome un paseo por la playa en Santa Mónica, una mañana. Se había levantado bastante niebla y el muelle se internaba de una manera peculiar en el agua... Entonces me surgió la imagen de una bestia, un monstruo, que se alza de entre las olas para enfrentarse a un robot gigante que espera en la playa".
"Sin embargo", reconoce Beacham, "sabía que esa imagen, por sí misma, no era una historia. La trama cristalizó de verdad cuando me puse a pensar en quién maneja el robot; al final decidí que serían dos pilotos, dos personas cuyas mentes tendrían que estar íntimamente conectadas para poder controlar semejante enormidad. Fue entonces cuando las piezas empezaron a encajar de una manera muy orgánica".
Después de colaborar con los productores Thomas Tull y Jon Jashni en el guión de Furia de Titanes, Beacham les contó su idea original sobre una guerra total que enfrenta a hombres y máquinas contra unos extraterrestres que no proceden de otra galaxia, sino de las profundidades.
"La idea me enganchó desde el primer momento en que Travis nos la lanzó", recuerda Tull. "La película trata de cómo los seres humanos se enfrentan a algo inesperado y completamente abrumador, y de cómo deben unirse para combatir esa amenaza. Pensamos también que el concepto de que la invasión pudiera llegar desde dentro molaba mucho.
No puedes huir de los invasores porque llegan de un sitio que está claramente en la Tierra", añade Beacham. "Parte del atractivo del océano es lo bien escondidos que están sus secretos. Hay muchísimos mitos sobre monstruos marinos y serpientes gigantes y otras criaturas que la gente supone que existen por ahí abajo. Creo que hay algo aterrador, en un sentido primordial, sobre lo que puede salir de esa oscuridad".
Dada la enormidad de la amenaza, "el reto al que se enfrenta el planeta entero es enorme", dice Jashni. "Pero empezar la película con semejante reto implica que encuentras una manera de hacerla más cercana en un sentido personal. Uno de los muchos dones de Guillermo del Toro es sintetizarlo todo hasta el núcleo emocional... Por no hablar de que es un maestro del género. Su conocimiento de las culturas "kaiju" y "mecha" es enciclopédico, lo cual hace que sea una persona excepcionalmente cualificada para extraer los elementos más accesibles y divertidos de ambas. Cuando le comentamos lo que estábamos preparando junto a Travis, se incorporó de inmediato al proyecto".
A medida que Del Toro empezó a trabajar en el guión con Beacham, se sumergió por completo en el mundo que estaban creando. Del Toro lo confirma: "Cuanto más desarrollo iba teniendo el universo de la película, más me iba implicando en la historia, los personajes, los monstruos, los robots y todo lo que hacía falta para hacerlo real. No podía esperar".
"Trabajar con Guillermo es algo increíble", subraya Beacham. "Se le ocurren montones de ideas y puede tener los golpes de inspiración más brillantes instantáneamente. También le encantan las películas de monstruos, con lo cual era jugar claramente en su terreno", se ríe. "Guillermo se incorporó al proyecto con verdadera pasión hacia sus fuentes, cosa que creo era vital para el alma de la película".
El entusiasmo de Del Toro no solo resultó contagioso para todas las personas del equipo, sino que además es la razón principal por la que el director se ha convertido en una de las figuras preferidas por los aficionados al género. De hecho, uno de las primeras personas en considerarse parte de los "fans" es el propio Del Toro.
La productora Mary Parent señala: "Guillermo tiene una conexión especial con ese público porque él es ese público, y eso tiene una importancia enorme: él tiene tantas ganas de crear estos mundos prodigiosos como nosotros de verlos. Desde el principio, se ve que su película va a ser una montaña rusa de emociones viscerales".
Sin embargo, para las personas implicadas en el proyecto era básico que la magnitud de la acción tuviera un contrapeso en las historias humanas que forman el corazón de la película. El productor Jon Jashni destaca: "uno de los temas centrales de la película es lo indomable del espíritu humano, independientemente de lo titánica que sea la amenaza".
Charlie Hunnam, que interpreta a Raleigh Becket, uno de los valientes pilotos Jaeger, señala: "a los personajes de la película se les agota el tiempo, y solo pueden vencer ese peligro colosal uniéndose y olvidando las pequeñeces que los separan, ya sea su país, sus creencias o sus bagajes personales. Lo único que hemos demostrado los seres humanos una y otra vez es que podemos vencer cualquier obstáculo que nos propongamos; creo que ese mensaje va a llegar al público".
La naturaleza global de la guerra contra los Kaiju se refleja en el diseño, los colores y la insignia de los Jaegers: en todos ellos se encuentran referencias a su país de origen. Los cuatro principales Jaegers que aparecen en combate son: Gipsy Danger, de los EE.UU; Crimson Typhoon, de China; Cherno Alpha, de Rusia, y Striker Eureka, de Australia.
La creación de los temidos Kaiju, que encarnan la destrucción, no ha recibido menos atención por parte del equipo de la película. Del Toro reunió a los más destacados artistas gráficos de la industria del cine para diseñar lo que él denomina "las criaturas más terroríficas pero majestuosas que uno pueda imaginar", cada una de ellas con su propia y reconocible silueta y habilidades mortales.
Los magos de los efectos visuales que trabajan en la famosa compañía Industrial Light & Magic (ILM) se han encargado de dar vida en la pantalla a los Jaeger y los Kaiju, en la que ha sido su primera colaboración con Guillermo del Toro. Juntos, han creado épicas batallas en tierra, mar y aire.
La película incluye, asimismo, un reparto internacional encabezado por Charlie Hunnam y en el que intervienen Idris Elba, Rinko Kikuchi, Charlie Day, Rob Kazynsky, Max Martini, Clifton Collins Jr., Burn Gorman y Ron Perlman.
"Queremos que el espectáculo, el ruido y la furia atrapen al público" -señala Del Toro-, "pero con todo eso queremos destacar el valor de los personajes principales". Físicamente, los seres humanos son las criaturas más pequeñas de la película, pero su espíritu es lo más grande que aparece en ella: tienen la esencia que se necesita para crear auténticos héroes".
El tamaño de la producción requirió todos los platós insonorizados de los Estudios Pinewood de Toronto, incluidos dos de los platós más grandes del mundo. Uno de los sets, llamado "Conn-pod", se construyó sobre un gran mecanismo de suspensión para que los actores (provistos de trajes especiales creados por la compañía Legacy Effects) vivieran la experiencia del combate. "Queríamos sentar al público justo en el asiento del piloto. La película hará que os sintáis como si llevarais el traje de piloto, estuviérais conectados al robot y os lo llevárais de paseo".
El reparto
"Hoy, cuando apenas queda esperanza, cuando apenas queda tiempo, hemos decidido creer los unos en los otros".
Subraya Del Toro: "el robot combate igual de bien que los combatientes que lleva dentro. Al final, la dinámica más importante a la hora de determinar quién maneja un Jaeger es lo eficaz que resulta su piloto, es la relación entre las personas".
Al inicio del programa Jaeger, se descubrió que la complejidad y el enorme tamaño de los robots hacían imposible que los manejara un sola persona: la carga neuronal era mortal para un único cerebro. Posteriormente, se supo que la única manera de hacerlo era con dos pilotos: uno que controle el hemisferio derecho del Jaeger, y otro que controle el izquierdo. Pero para hacer eso, ambos pilotos deben estar perfectamente sincronizados, conectados al robot en cuerpo y a su compañero en mente.
Ese proceso de fusión mental se denomina "deriva". La productora Mary Parent señala: "entrar en el 'deriva' te abre todos los canales del cerebro. De repente, tienes a alguien en la cabeza que participa de todos tus pensamientos, recuerdos y emociones".
Añade Del Toro: "Ambos pilotos se hacen uno, se fusionen entre sí y con la máquina. Pero para hacer eso, tienes que estar preparado para dejar que alguien se asome a tu mente en un sentido literal... que se asome a tu alma".
"En la deriva', los recuerdos fluyen hacia dentro y salen los secretos", señala el guionista Travis Beacham. "Creo que muchas personas serían reticentes, por naturaleza, a dejar que alguien entrara en su cerebro. Pero los pilotos Jaeger necesitan establecer un vínculo inmediatamente: solo funciona así. Con lo cual, se descubre que lo mejor es crear parejas de pilotos que ya hayan establecido alguna clase de relación y confianza entre sí".
De esa teoría se deriva el que muchos equipos de pilotos Jaeger sean familiares directos, como ocurre en el caso de Raleigh Becket y su hermano mayor, Yancy, al que interpreta Diego Klatenhoff.
En cuanto los Jaeger empiezan a ganar por la mano a los monstruosos invasores, sus heroicos pilotos se convierten en poco menos que estrellas del rock ante un público agradecido y entregado. La primera vez que Raleigh aparece en el film, muestra la pose de un piloto Jaeger en la cima de su carrera. Charlie Hunnam señala: "Es un hombre joven, muy fanfarrón, que vive para repartir tortas en la guerra contra los Kaiju. Raleigh y su hermano están haciendo un gran trabajo con su Jaeger, Gipsy Danger, pero su deseo de proteger a la humanidad los lleva a desobedecer una orden, lo cual resulta ser un trágico error que obliga a Raleigh a abandonar los Jaeger".
Comenta Del Toro: "Raleigh es un hombre esencialmente bondadoso, honesto y valiente de verdad. Sabe que su trabajo es peligroso, pero tiene un código de honor gracias al cual está dispuesto a arriesgar su vida para salvar otra vida, a pesar de los riesgos. Charlie Hunnam era la opción perfecta para interpretar a Raleigh, ya que Charlie es capaz de transmitir esa sinceridad y pureza de corazón, así como esa mezcla de dureza y vulnerabilidad. Llevo años admirando su trabajo y creo que está a punto de dar el salto al estrellato cinematográfico. Me encantó tener la oportunidad de dirigirlo en esta película".
Hunnam había conocido a Del Toro hace algunos años, y menciona que también "tienen en común a Ron Perlman", en referencia a su compañero de reparto en la serie Sons of Anarchy (Hijos de la Anarquía) y amigo de muchos años del director de Pacific Rim. Sigue Chris Hunnam: "Me llamaron para decirme que Guillermo tenía interés en que yo apareciera en su nueva película. Nos vimos y me explicó la historia por encima, así como quién era el personaje. Una semana después, me llamó y me lo ofreció. Obviamente dije que sí, y es la primera vez en mi carrera que me comprometo con un proyecto sin leer el guión primero. Fue un salto de fe, ya que, con guión o sin él, iba a decirle que sí a Guillermo. Es alguien único tanto por su imaginación como por su capacidad para crear mundos fantásticos pero sustanciales y en los que se puede creer".
El deseo de trabajar con Del Toro era algo que compartía todo el reparto de Pacific Rim. Afirma Idris Elba: "Guillermo es un cineasta muy interesante, y me intrigaba ver lo que haría con un guión tan ambicioso como este". Tenía muy claro que quería formar parte de este proyecto".
Rinko Kikuchi está de acuerdo con Idris Elba: "Guillermo es un gran artista. Yo sabía que si dirigía una película de monstruos, iba a ser algo más. Iba a ser algo especial. Formar parte de esta película es un sueño hecho realidad".
Elba interpreta a Stacker Pentecost, quien estuvo al mando del Cuerpo de Defensa del Pacífico antes que el Programa Jaeger sufriera recortes, una vez los líderes mundiales decidieran trasladar recursos económicos a otras formas de defensa. Ahora, Pentecost encabeza un grupo formado por aquellos dispuestos a acompañarlo en la Resistencia. Idris Elba describe a su personaje como un "soldado desde siempre y un líder nato. Da igual lo grande que sea el problema: su actitud es 'voy a encontrar una manera de arreglar esto'. Aun habiéndose quedado sin financiación para su programa, Stacker sigue decidido a luchar y a congregar en torno a él a los pilotos que quedan. Pentecost no va a abandonar a pesar de no tener muchos recursos a su disposición para enfrentarse a los crecientes ataques Kaiju. Como estratega y soldado, su único trabajo es pensar en cómo sobrevivir y ganar".
El productor Thomas Tull explica: "Stacker Pentecost debe ser el guerrero definitivo, una autentica referencia en un mundo dominado por el caos. Cuando parece que el mundo se tambalea a su alrededor, él mantiene la misma mirada glacial. Idris era el hombre perfecto para este papel; no me puedo imaginar a otra persona interpretándolo, y creo que al público le va a encantar".
Para continuar la lucha, Pentecost va a necesitar a todos los Jaeger y pilotos que queden... Incluso a alguien que lleva cinco años fuera de combate. Señala Elba: "Pentecost busca a Raleigh por creer que quien es soldado, lo es para siempre. Al principio, su relación es algo tensa porque Raleigh es una persona que sigue su propio ritmo. Pero se respetan mucho el uno al otro, como soldados y como hombres".
Apunta Hunnam: "El reto, entonces, es encontrar a alguien con quien Raleigh sea lo bastante compatible como para pilotar un Jaeger.
Hay una joven tremendamente prometedora como piloto Jaeger, aunque su carrera haya sufrido obstáculos desde dentro y desde fuera. La actriz japonesa Rinko Kikuchi obtuvo el papel de Mako Mori, cuyo aspecto no hace justicia a su verdadera fuerza. Del Toro revela que Rinko Kikuchi fue su primera opción para el personaje. "Me encanta Rinko", declara. "Alejandro González Iñárritu me la presentó hace años, cuando estaban promocionando Babel. Lo que me impresionó de verdad es lo dura, y a la vez delicada, que es. Eso es algo esencial para el personaje de Mako, una chica que sueña con ser piloto más que con cualquier otra cosa en el mundo".
Señala Kikuchi: "Mako lleva queriendo ser piloto de Jaeger desde que sus padres murieron durante un ataque, cuando ella era niña. Mako lucha contra los monstruos y contra sus propios demonios. Quiere probarse algo a sí misma y a Pentecost, su héroe y mentor. Pentecost le ha enseñado todo lo que sabe, pero aún piensa que Mako sigue demasiado traumatizada como para unirse al combate. Quiere protegerla y mantenerla fuera de peligro".
"Rinko ha hecho un trabajo estupendo", declara Thomas Tull. "En la película hay un montón de machos, y luego está Rinko, que es la joven más adorable que uno querría conocer. Ahora bien, cuando las cámaras empezaban a rodar, daba igual lo físicamente exigente que fuera la escena: Rinko lo clavaba.
El resto de pilotos Jaeger proceden de lejanos rincones de la cuenca del Pacífico y como su líder, Pentecost, no tienen ninguna intención de rendirse, incluso cuando parece que los retos a los que se enfrentan son insuperables. Los imponentes gemelos Kaydanovsky, a los que dan vida Robert Maillet y Heather Doerksen, se encargan del Jaeger ruso Cherno Alpha. Crimson Typhoon, el robot chino, es único por cuanto está especialmente configurado para los trillizos Wei Tang, interpretados por Charles, Lance y Mark Luu. El Jaeger australiano Striker Eureka cuenta con Herc Hansen y su hijo Chuck, interpretados, respectivamente, por Max Martini y Rob Kazinsky.
A pesar de lo limitado de sus fuerzas, algunos de los pilotos veteranos son reticentes a aceptar a Raleigh entre sus filas, en particular los australianos. Afirma Martini: "No se le recibe con los brazos abiertos, precisamente. En todo contexto militar, uno depende de los demás para que le cubran la espalda; se necesita esa confianza. Y como Raleigh llega con su cuestionable historia, todos se muestran escépticos y se preguntan si podrá ganarse los galones".
Nadie es más escéptico que Chuck Hansen, quien "tiene una mosca detrás de la oreja, claramente", como admite Kazinsky. "Chuck se ha criado en un mundo en guerra y solo ha vivido para una cosa: matar a los Kaiju. Eso es lo único que le importa, con lo cual su nivel de exigencia es extremo: hacia sí mismo, hacia su padre y especialmente hacia este tío que ya ha demostrado ser un fracaso. No creo que Chuck se porte como un capullo a propósito: actúa así porque sabe que su vida puede depender de Raleigh y no cree que esté en buenas manos. Cuando Chuck percibe que alguien va a fallar al equipo en un momento importante, no lo quiere con él en absoluto".
Los soldados de la Resistencia no se limitan a los pilotos Jaeger. Clifton Collins Jr.interpreta a Tendo Choi, un brillante ingeniero que hace las veces de controlador del tráfico aéreo, marítimo y terrestre en el centro de operaciones de los Jaeger. Collins señala que para investigar su personaje se hizo con "un ejemplar de un libro llamado Construcción de robots para tontos. Quería quedarme con lo esencial. Obviamente, nuestros Jaegers tienen mucho de fantástico, pero me ayudó mucho familiarizarme con la robótica básica".
Entre bastidores, otra pareja adopta un enfoque más científico a la hora de combatir los ataques Kaiju, con el objetivo de intentar detener la invasión en su origen. Sería de ayuda, eso sí, que los miembros de esa pareja pudieran dejar de pelearse entre sí, antes de nada.
Charlie Day, quien interpreta al Dr. Newton Geiszler, señala: "Newton está obsesionado con los Kaiju y cree que es el mayor experto en ellos".
"Pero no lo es" -replica Burn Gorman, que da vida a Herman Gottlieb-. "Newt piensa que la solución es biológica, pero Herman cree que la respuesta se encuentra en sus cálculos matemáticos. Hay mucha fricción entre ambos porque los dos buscan una solución para el mismo problema pero sus métodos son opuestos, y cada uno de ellos piensa que siempre tiene razón. Y el reloj corre en su contra".
"Newt se enfrenta a algunos dilemas interesantes" -señala Day-. "Uno, enfrentarse a la posibilidad del fin del mundo. Dos, tener un compañero de laboratorio que no deja de contradecirle. Y tres, ser el hombre más inteligente del planeta y tratar de no tomárselo con arrogancia; pero ojo, es que él es quién es" -bromea el actor-. "Afrontémoslo: es un científico nerd, pero no le gusta el estereotipo de científico nerd, así que recurre a los tatuajes y a su chaqueta de cuero para rebelarse contra ello".
Evitar estereotipos es precisamente lo que Del Toro ha tratado de hacer con los personajes de Geizler y Gottlieb. Precisa el director: "en una película en la que tienes que explicar diferentes entornos y las criaturas que actúan en ellas, normalmente llega un punto en el que necesitas un científico. Por desgracia, a veces existe la posibilidad de que el científico sea la parte más aburrida de la película. Intentamos a conciencia evitar eso repartiendo las labores de explicación entre Charlie Day y Burn Gorman, quienes guían al público por la parte científica de la película de la manera más graciosa y entretenida posible".
Mientras que el resto de la humanidad desea con desesperación aniquilar a los Kaiju, hay un hombre que ha convertido esta invasión en su pequeño negocio personal. Ron Perlman da vida a Hannibal Chau, quien se ha beneficiado generosamente de la venta de piezas de Kaiju en el mercado negro y no tiene intención alguna de contribuir a que la Resistencia mate a su gallina de los huevos de oro. "Si eso llegara a ocurrir, Hannibal tendría que dedicarse a vender coches usados en algún sitio, y eso no le va" -ríe Perlman.-.
"A Hannibal le encantan las comodidades de las que disfruta" -continúa Perlman-. "Es un puro hedonista: le gusta vivir rodeado de cosas raras y exóticas y no se siente comprometido con nada ni con nadie excepto con sus propios apetitos insaciables". Ha sido una delicia de papel, ya que Hannibal es totalmente despiadado e impredecible".
Señala Del Toro: "Hannibal es un pirata. Sabía que Ron disfrutaría con el papel y con la posibilidad de hacer disfrutar al público. Ha creado un personaje que al público le encantará odiar, creo yo".
La relación de Perlman y Del Toro se remonta a 20 años e incluye todas las películas del director. "Siempre es fantástico trabajar con mi director favorito, sobre todo en una película en la que puede jugar con todos los juguetes que su increíble imaginación le permite concebir" -dice el actor-. "También es un director al que le gusta colaborar y que aprecia contar con personas comprometidas y de talento". Le encanta que la gente vaya a todo gas".
Hunnam se muestra de acuerdo: "Guillermo es un director muy práctico y tenía una idea muy clara de lo que quería. Pero también le gustaba que los actores participaran en la definición de nuestros personajes. Si le dábamos buenas ideas, se mostraba abierto a explorarlas".
Jaegers contra Kaiju
"Para combatir monstruos, creamos nuestros propios monstruos".
Del Toro es en gran medida responsable de la creación de quienes son literalmente las mayores estrellas de Pacific Rim: los Kaiju. "Me encantan los monstruos" -afirma el director, quien ideó todos los monstruos de la película en colaboración con un grupo de artistas gráficos, ilustradores, escultores y diseñadores de élite-. "En la creación de los Kaiju han participado algunos de los mejores diseñadores de criaturas del mundo".
Del Toro se puso manos a la obra con un grupo que incluía a los artistas e ilustradores Francisco Ruiz Velasco, Wayne Barlowe, Stephen Schirle, Doug Williams, Hugo Martin, Tyruben Ellingson, Guy Davis, Oscar Chichoni, David Meng, Simon Lee, Raul Monge, Carlos Salgado, Keith Thompson, Simon Webber, Allen Williams y Rob McCallum.
Miembros del equipo se pasaron semanas haciendo brainstorming, al principio en una habitación sin ventanas a la que pusieron el adecuado sobrenombre de "el submarino". Juntos, lo examinaron todo: desde los tamaños, las formas y los colores a cómo se moverían y lucharían los inmensos seres. Afirma Del Toro: "Queríamos evocar el asombro y terror absolutos que uno podría sentir al encontrarse con uno de estos monstruos".
El director estableció determinados parámetros, como por ejemplo que solo se recurriría a lagartos, crustáceos e insectos a la hora de buscar inspiración para los monstruos en el reino animal. Pero el grupo de reflexión podía dar rienda suelta a su imaginación, en la mayoría de los casos; para ello, los miembros del equipo fueron alternando sus papeles a medida que se iban acumulando ideas. Del Toro recuerda así parte del proceso: "Empezaba Guy Davies, que aportaba un diseño; a continuación Francisco probaba con él; luego Simon Webber lo acababa y Dave Meng lo esculpía. Ver todo ese recorrido de las criaturas nos permitía darles una individualidad.
Los diseñadores dieron a los Kaiju diferentes sobrenombres que reflejaran sus características físicas más destacadas, como Knifehead [Cabezacuchillo], Axehead [Cabezahacha], Leatherback [Espalda de Cuero], etc. Algunos son un cálculo minucioso, otros son más fuerza bruta "Son armas vivientes", dice Del Toro. "Son una combinación de instinto ciego e inteligencia táctica, capaces de tomar decisiones instantáneas durante el combate, con lo cual está claro que se reservan unas cuantas sorpresas".
Cada miembro del cuerpo de un Kaiju es parte de su arsenal, cosa que los hace aun más temibles. Y, como señala el productor Thomas Tull, "evolucionan rápido. Descubren algo nuevo a raíz de cada ataque y progresan de manera constante lo mismo en tamaño que en tácticas".
Muchos de los mismos artistas que contribuyeron a la creación de los Kaiju prestaron su talento a la confección de la última línea de defensa de la humanidad: los Jaeger.
El guionista Travis Beacham señala: "En el mundo de Pacific Rim, el mayor reto es encontrar la manera de batir a los Kaiju en su propio terreno. Esa es la idea que hay detrás de la creación de los Jaeger".
Lo mismo que cada Kaiju es único, cada Jaeger es diferente y cuenta con sus propios diseño, función y gama de armas, "así que cada vez que se ve a un Jaeger arremeter contra un Kaiju, es un combate distinto", señala Del Toro.
La antaño poderosa flota Jaeger ha quedado reducida a cuatro robots. El director quería que las enormes máquinas de guerra mostraran el efecto del combate y señales correspondientes a los enemigos abatidos. La forma, color e insignias de los Jaeger reflejan su país de origen, como también lo hace su estilo de combate.
Del Toro equipara el aspecto que muestra el Jaeger estadounidense Gipsy Danger al de "un pistolero encaminándose al combate: es una mezcla de rascacielos art déco y John Wayne. Gipsy tiene carisma y se le ha dado un aspecto que recuerda al de un caza de la Segunda Guerra Mundial tanto en la pintura como en los detalles". Es un Jaeger Mark 3, considerado antiguo, y aunque está reformado, muestra todavía las heridas del combate... como sus pilotos.
El robot ruso Cherno Alpha es un Jaeger serie T que cuenta con un gigantesco reactor nuclear. Su excepcional fuerza física compensa sus pesados andares. Es el Jaeger más antiguo y pesado que queda de la flota. "La fuerza bruta y el trauma descarnado son sus tarjetas de visita", señala el productor Thomas Tull.
Crimson Typhoon, el robot chino, es un Jaeger Mark 4, el único que cuenta con tres brazos gracias a su trío de pilotos. Al moverse, se acerca a las artes marciales tanto como puede hacerlo un enorme Jaeger. Comenta el productor Jon Jashni: "Parte de las cosas que los Jaeger pueden sacarse de la manga en la película dependen del hecho de que son capaces de hacer más con más".
La resistencia cuenta con un Jaeger Mark 5: el robot australiano Striker Eureka. Al ser el último modelo, presume de mayor velocidad y mejor maniobrabilidad. "Es un fiero australiano, con lo cual va sobrado de bravuconería y un poco de chulería, como los tíos que se pelean en los bares", bromea Del Toro.
Aunque los Jaeger solo existen en pantalla, hubo mucha planificación a la hora de crear la mecánica de los robots. "Desde el punto de vista técnico, decidimos construir los Jaeger en plano de dentro a fuera", revela Del Toro. "Se señaló al detalle cómo habrían de funcionar los pistones, los relés, el par de tensión, las transmisiones, los motores y el resto de componentes del Jaeger. A continuación, volvimos atrás en el proceso y empezamos a pensar en la ventilación, el aislamiento térmico, el revestimiento externo y demás".
Una vez completado el diseño de los Kaiju y los Jaeger, correspondía al equipo de efectos visuales de ILM, bajo la supervisión de John Knoll, enfrentar a uno y otro bando mediante procedimientos de animación digital de última generación.
Señala Knoll: "Sabíamos que iba ser un proyecto grande y muy complejo". Todas las secuencias de efectos especiales presentan sus propios retos, no solo a la hora de dar vida a estos personajes sino en lo que respecta a su interacción con los distintos entornos de la película: desde la simulación de fluidos a gran escala en las escenas que se desarrollan en el océano, hasta las superficies sólidas de los edificios y las aceras de las ciudades, pasando por las secuencias submarinas en las que aparecen limo, plancton y respiraderos hidrotérmicos. Cada plano ofrecía una intrincada combinación de distintos elementos que debía mezclarse justo así".
James E. Price, que también trabajó en la película como supervisor de efectos visuales, señala: "Teníamos ganas de trabajar con ILM porque tienen, además de un equipo de animación de personajes increíble, la estructura de producción necesaria para crear los sofisticados efectos que requiere la interacción entre los Kaiju y los Jaeger, así como los entornos marinos y urbanos donde se desarrollan las batallas".
Thomas Tull destaca: "Si uno piensa en la trayectoria de ILM, de La guerra de las galaxias en adelante, y junta eso con un director como Guillermo del Toro... Sentimos que teníamos mucha suerte. La primera vez que fuimos a ILM y vimos unos cuantos planos acabados, sentimos asombro".
"Guillermo es el director ideal para trabajar en un proyecto como este. Tenía una idea muy clara de lo quería ver, era capaz de explicarla bien y seguía su visión con coherencia", afirma Knoll, quien trabajó junto al supervisor de animación Hal Hickel en ILM.
"He vivido la mejor de las experiencias trabajando con ILM", afirma Del Toro. "John y Hal son dos personas a las que respeto y admiro muchísimo, verdaderos socios creativos. Sabía que podía contar con ellos, y también con Jamie [Price], para ayudarnos a producir algo asombroso".
El enorme tamaño de los combatientes suponía un gran obstáculo. Apunta Knoll: "Una barrera muy grande que se nos planteaba era tratar de encontrar el equilibrio correcto entre velocidad y tamaño, dado que si uno se plantea lo grandes que son estas cosas, resulta que, según las leyes de la física, deberían moverse más lentamente". Pero si se mueven demasiado lento, la acción no resulta igual de llamativa, con lo cual tuvimos que buscar una manera de que fueran lo bastante rápidos sin cargarnos las proporciones. Y los distintos entornos por los que se mueven las criaturas, ya sea al levantar agua o al aplastar cemento, lo hacían aún más difícil. Todo eso había que simularlo en el ordenador en condiciones creíbles de gravedad y proporciones, así que tuvimos que hacer ajustes constantes para que la cosa funcionara.
Price lo confirma: "¿Cómo montas un Kaiju o un Jaeger de 76 metros de alto y a la vez consigues que el público se identifique con algo tan grande? Necesitábamos transmitir las proporciones, tanto en tierra como en el mar. Juntarlos en un solo escenario requería efectos muy concretos".
Ello se debía, sobre todo, a la combinación de los Jaeger, creaciones mecánicas, con los Kaiju, de naturaleza orgánica. Poner en movimiento a los Jaeger se reveló como el proceso más complicado de todos, dado que el equipo de Hal Hickel debía crear una sensación de movimiento robótico sin que resultara torpón.
Para que el combate resultara más teatral, Del Toro decidió que siempre hubiera algo tangible en la escena, ya fuera lluvia, nieve, niebla, humo o chispas; así, las luces de circulación de los Jaeger iluminarían las partículas dispersas por el aire, lo cual acabaría generando una cúpula radiante.
Del Toro sacó también mucho partido a las luces de perímetro de los Jaeger. Nos aclara: "Cubrirlos de luz solo habría servido para empequeñecerlos". En lugar de ello, al limitar las fuentes de luz a las propias de cada Jaeger e iluminar un poco el fondo, los robots ofrecen una silueta más imponente.
En ocasiones, el equipo de VFX se inspiró en las cosas que se estaban haciendo en el set y sobre todo en el Conn-Pod, la cabina situada en la cabeza del robot desde donde los pilotos controlan todos los movimientos del Jaeger. Explica Price: "Observamos lo que hacían los actores en el Conn-pod y, hasta cierto punto, pudimos llevar eso a los movimientos del Jaeger. Al igual que los movimientos de los pilotos conforman al Jaeger, la interpretación de los actores nos sirvió de plataforma para nuestro trabajo".
Conn-Pods
"Dos pilotos. Nuestras mentes y recuerdos conectados. El hombre y la máquina se hacen uno".
Siempre que sea posible, Del Toro prefiere rodar escenas en el set; si bien eso no era posible en el caso de los combates entre los Kaiju y los Jaeger, las secuencias en el interior de los Conn-pods eran otra historia.
Construido en un plató insonorizado de los Estudios Pinewood de Toronto, el Conn-pod principal es una obra de ingeniería y diseño en la que participaron numerosas personas, entre ellos el director artístico Andrew Neskoromny, el director de fotografía Guillermo Navarro, el supervisor de efectos especiales Laird McMurrray y Shane Mahan, de Legacy Effects.
El set del Conn-pod pesaba unas veinte toneladas, aproximadamente, y tenía una altura de algo más de seis metros... aunque raras veces se quedaba quieto. El set se construyó sobre un gigantesco mecanismo de suspensión hidráulico llamado "Mighty Mo", capaz de levantar, bajar, girar y sacudir el set, así como a todos sus ocupantes. Los ángulos tan pronunciados precisaban que la estructura entera se levantara hasta llegar casi a la altura del techo del plató, antes incluso de ponerlo en movimiento.
Narra McMurray: "Lo más difícil fue la parte de ingeniería del acero que lo soporta todo, ya que si se suman personas y equipo, sin contar el agua, hablamos de unos 34.000 kilos. Cuando se mueve tanto peso, y además se hace rápido, la mecánica del proceso que garantiza que todo se mantenga en su sitio se hace un poco complicada".
Un mecanismo de suspensión más pequeño, el "Shake'n'Bake" [Batir y al horno], sostenía un segundo Conn-Pod. El "Shake'n'Bake" estaba provisto de un sistema de airbags para imprimir un movimiento giratorio al set, aunque, como sugiere su nombre, también podía crear una actividad sísmica igualmente perturbadora. Y también servía para mantener el set a una altura más baja en relación al suelo, lo cual permitió a Del Toro dirigir escenas a la altura de la vista.
Señala Del Toro: "Quería que los enfrentamientos entre los Kaiju y los Jaeger fueran muy intensos, y estos sets nos daban una interacción más inmediata y visceral, ya que los actores reaccionan físicamente al impacto de verdad. Cuando los actores soltaban un puñetazo, el set soltaba el puñetazo con ellos; cuando reciben un golpe de los Kaiju, la fuerza del mismo los tira para atrás y los sacude realmente".
Neskoromny customizó los dos Conn-pods para que correspondieran a cada uno de los Jaeger, con lo cual hubo que remozar los sets reiteradamente en función de la pareja de pilotos que lo ocupara. El diseñador apunta: "Lo mismo que en el caso de la parte externa de los Jaeger, queríamos que el interior de cada uno tuviera su propia identidad, así que usamos colores y los gráficos apropiados para representar, no solo a los personajes, sino a sus culturas. Además, el interior de los robots se estropeó a propósito, para mostrar las marcas de batallas anteriores".
La iluminación fue esencial para fijar la combinación de colores. Navarro colocó en ambos sets luces LED que podían ajustarse a diferentes tonos y pautas para así diferenciar los Conn-pods correspondientes a cada país.
El rasgo más destacado de los Conn-pods era, con diferencia, el elaborado aparato que usan los pilotos para manejar sus Jaeger, aparato diseñado y construido por Legacy Effects.
Explica Del Toro: "Esta exo-máquina conecta al Jaeger con los pilotos por medio de sus trajes, con lo cual todo movimiento que realizan aquellos con sus músculos se transmite a la parte correspondiente del robot. Los actores dan cada golpe y cada paso físicamente, con lo cual son capaces de luchar mano a mano, al oponer esos mecanismos gigantescos que son los Jaeger a los Kaiju. La inmersión es completa".
Reconoce el director: "Lo más fácil habría sido utilizar la captura de movimiento, que da a los actores una libertad de movimiento total. Pero sentía que necesitábamos algo que hiciera que la resistencia al movimiento fuera real".
Del Toro se queda corto: el dispositivo entero, que pesaba varios miles de kilos, iba unido a los "trajes de vuelo" de los pilotos mediante accesorios colocados en las manos, brazos y espalda. Además, los actores llevaban los pies encajados en unas pesadas botas que a su vez estaban unidas a unas plataformas; el conjunto recordaba a unos esquís colocados sobre una máquina escaladora. Entre eso y los mecanismos de suspensión, sonríe Del Toro, "a los actores les esperaba una buena". "Era como un simulador de parque de atracciones en pequeño".
Es posible que "parque de atracciones" no sea la expresión que hubiera elegido el reparto para describir la experiencia. Charlie Hunnam comenta, con humor: "A no ser que te dediques a trabajar en una máquina elíptica vestido con una armadura mientras te tiran setecientos litros de agua encima por minuto, no hay forma de prepararse para rodar en el Conn-pod".
El agua es un ingrediente importante, dado que gran parte de la guerra se libra en el Océano Pacífico. El equipo de efectos visuales de VFX se encargó de representar grandes masas de agua para las secuencias de exterior, incluyendo el campo de batalla de los Jaegers y Kaiju. El departamento de efectos especiales, sin embargo, adoptó un enfoque mucho más práctico en relación a las escenas de interior. Señala Laird McMurray: "Había unos enormes aspersores sobre el Conn-pod programados para liberar diferentes cantidades de agua según se necesitara, a veces hasta más de 3.700 litros de una sola vez. Y el agua tenía que ser caliente, porque se rodó en invierno y en Canadá. Aparte de eso, teníamos muchas luces LED... que en ocasiones no se llevan bien con el agua".
Incluso quienes se limitaban a observar el rodaje de estas escenas admiten las dificultades propias del Conn-pod. El productor Jon Jashni recuerda: "Cuando vi el Conn-pod, lo primero que pensé fue que quería ponerme el traje y fingir ser un piloto de Jaeger. Pero una vez que vi la clase de montaña rusa loca y húmeda en la que iban subidos Charlie Hunnam y el resto de los actores, me encantó estar detrás de la cámara".
"Fue extremadamente duro", reconoce Idris Elba. "Los trajes que llevábamos estaban diseñados para el combate, no para ir cómodos. Pero sabíamos que las secuencias del Conn-Pod eran importantes para entender lo que están viviendo los seres humanos que van en la cabeza del robot, así que el esfuerzo valió realmente la pena".
Aun siendo la piloto de menor estatura, parece que Rinko Kikuchi se las arregló incluso mejor que los hombres. "Nos quedamos maravillados con ella", señala Mary Parent. "Rinko tenía su propio proceso para sobrellevar los ratos de Conn-pod; alcanzaba una especie de estado zen. Acabó siendo la más dispuesta de todo el reparto".
"Con el traje, tuve una relación de amor/odio", admite Kikuchi. "Era muy exigente física y emocionalmente. Me limitaba a pensar en cosas agradables, como el chocolate", sonríe.
Ponerse el traje
"Había nacido el programa Jaeger".
La diseñadora de vestuario Kate Hawley colaboró con Shane Mahan y el equipo de Legacy en la creación de los trajes especiales de los pilotos. "Tuve el privilegio de participar en la creación del concepto", señala Hawley. "Fue una ocasión genial para desarrollar formas que permitieran reflejar las personalidades y experiencias de cada personaje".
"Trabajamos con Kate en la creación de la coordinación de colores y se nos ocurrieron algunas florituras realmente interesantes", añade Mahan.
Legacy se encargó de la construcción de los trajes, empezando por el escaneo digital de los cuerpos de los actores. Comenta Mahan: "El método ha evolucionado de verdad desde la era de los moldes de escayola. El escaneo digital nos permite conseguir unas líneas perfectas y continuas, aunque todavía hay que moldear y fabricar las partes individuales, pero tenemos una técnica mucho mejor para la fase inicial".
Mahan comenta que las partes exteriores del traje son piezas modulares fabricadas con plásticos ligeros y uretanos: "Se supone que el traje tiene que ser una armadura, así que tenía que parecer pesado pero no serlo. El dilema que se nos planteaba era o hacerlo muy ligero, con lo cual se acaba rompiendo, o lo bastante robusto como para aguantar el desgaste. Le acabamos dando un peso de algo más de 11 kilos, lo cual es un poco más pesado de lo que los actores habrían preferido, pero tampoco estaba tan mal".
Los trajes interiores se realizaron en un tejido extensible en cuatro direcciones que se personalizó para ajustarse al cuerpo de cada uno de los actores. A continuación, se añadieron las piezas de la armadura, incluidas las corazas, las piezas correspondientes a brazos y manos y las junturas de aspecto similar al metal. Shane Mahan lo explica en detalle: "Fuimos muy cuidadosos a la hora de ocultar todas las conexiones para que cuando el conjunto estuviera listo pareciera de una pieza".
Los trajes no se podían lavar según los métodos tradicionales. Por eso, el lugar de lavarlos se sometían a un tratamiento con un spray anti-bacterias; para el secado, que se hacía cada noche, se utilizaban ventiladores de aire, ya que como señala Mahan: "No hay nada peor que meterse en un traje de piloto húmedo a las cinco de la mañana".
Además de sus equipos de pilotaje para el Conn-pod, cada personaje tiene su propio estilo personal. Kate Hawley comenta lo siguiente sobre el vestuario de Mako Mori: "Mako se ha criado en un entorno de hombres, así que seguí por esa línea. Tenía sentido que llevara mono y vistiera como uno más".
Stacker Pentecost, por su parte, no es uno más, claramente. "Guillermo tenía una idea muy definida del aspecto que debía mostrar Pentecost", señala Kate Hawley. "Stacker elige abandonar el ejército, pero a continuación se convierte en el líder de la Resistencia, con lo cual sigue encarnando las cualidades de un jefe de filas aunque ya no lleve uniforme. No importa que el mundo se esté derrumbando: Stacker mantiene esa estructura. Guillermo lo quería de traje y corbata, perfectamente arreglado, sin una arruga. Es imposible equivocarse poniéndole un traje a Idris Elba. Tiene un aspecto espléndido".
Hawley tuvo libertad para dar rienda suelta a lo descabellado con el vestuario para Hannibal Chau, de pies para arriba. "Empezamos con los zapatos", señala. "Al principio eran plateados, pero Guillermo los quería más ostentosos, con lo cual terminaron por ser de oro". El vestuario de Hannibal es tan desmesurado como su personaje, lo cual contrasta claramente con los tonos apagados de un mundo en guerra. El departamento de maquillaje, con Jordan Samuels a la cabeza, completó el aspecto del personaje añadiendo unos dientes de oro, una cicatriz de aspecto bastante desagradable y un ojo mutilado.
Hawley tuvo que irse al extremo opuesto en los confines de Shatterdome, antaño cuartel general del Ejército de Defensa del Pacífico y hoy en día base de la Resistencia.
Tal y como comenta: "En Shatterdome la gama de colores es predominantemente gris, el óxido impregna las paredes. Guillermo quería que toda esa aura dejase su impronta en la vestimenta de la gente que vivía y trabajaba allí. Trabajamos mano a mano con Andrew y su equipo de diseño para conseguir que el vestuario reflejase absolutamente el ambiente en el que se utilizaba. Durante todo el proceso de producción, llevamos a cabo una planificación cromática para que el vestuario fuese acorde con cada lugar".
Sonidos y señales
"Hoy nos enfrentamos a los monstruos que nos acechan. ¡Hoy vamos a evitar el Apocalipsis!".
Los Estudios Pinewood de Toronto han servido de base de operaciones para la producción de Pacific Rim. En palabras del productor ejecutivo, Callum Greene: "Utilizamos literalmente cualquier mínimo espacio que tenía el estudio, incluidos todos sus platós insonorizados, y aún así no fue suficiente, así que tuvimos que dividir el Plató nº 8 en dos platós distintos. Fue un trabajo muy duro".
Neskoromny afirma: "La película exigía muchos ambientes diferentes, de Hong Kong a Tokio, y varios interiores como Shatterdome y la guarida de Hannibal Chau. En los platós lo construimos prácticamente todo. Desde el punto de vista del diseño, tuvimos que fabricarlo todo desde cero. Tuvimos que imaginarnos un mundo dentro de 15 años, un futuro bastante desesperanzador".
Del Toro destaca: "Hemos intentado mostrar un poco cómo la sociedad y la geografía habrían cambiado en la época en que la película tiene lugar. La aparición de estas criaturas en nuestras costas provoca un gran efecto dominó. No queríamos que pareciese excesivamente futurista ya que creo que lo que ocurriría en ese caso sería justo lo contrario. Toda nuestra tecnología se centraría en desarrollar armas con las que combatir su amenaza. Otros campos quedarían debilitados y no se desarrollarían en la misma medida".
Shatterdome, la fortaleza acuática de la Resistencia, fue fabricada para reflejar el deterioro provocado por una guerra de varios años. Según Neskoromny: "El concepto que engloba Shatterdome es que el fin está próximo, por lo que existe un sentimiento de desesperación en todo lo relativo a la lucha por lograr que todo siga en funcionamiento. No se ven colores brillantes. Todo está descolorido o amarillento, y se puede ver perfectamente que todo se oxida, se deteriora".
Uno de los platós de mayor tamaño albergaba el Loccent, el centro de control en el que Pentecost y Tendo Choi monitorizan las batallas entre Jaeger y Kaiju en monitores holográficos. Un reloj digital de gran tamaño colocado en la pared ejerce de recordatorio constante del tiempo transcurrido desde el último ataque de los Kaiju, cuyos lapsos de tiempo empiezan a ser cada vez menores.
El set más colorido, con mucho, fue la guarida de Hannibal Chau en Hong Kong, escondida tras las paredes de una anodina farmacia. Neskoromny relata: "Al entrar en la farmacia todo es minúsculo y polvoriento pero, en cuanto la persona que está tras el mostrador le da a un botón, las estanterías se abren para desvelar el escondrijo de un preciado tesoro. Te ves transportado a un lugar completamente diferente". El set, de forma circular, disponía de suelos y columnas de mármol. En las estanterías, innumerables recipientes contenían partes de Kaiju para vender en el mercado negro.
El equipo de diseño tuvo que recrear las calles de Hong Kong en dos fases: antes y después de padecer un ataque de los Kaiju. El Hong Kong de Pacific Rim es una zona de guerra, al ser una isla que padece ataques constantes de los Kaiju. Un lugar en el que las alertas de invasión hacen que la gente se resguarde en refugios subterráneos reforzados con vigas de acero. Un costillar inmenso de un Kaiju muerto domina la estancia, impregnada totalmente de un tono azul, producto de la sangre derramada de los extraterrestres.
Según el director de supervisión artística, Elinor Rose Galbraith, tras cada devastador ataque Kaiju había un gran trabajo de "deconstrucción". "Las calles estaban hechas de hormigón real, así que tuvimos que traer una máquina excavadora bastante grande, a la que llamamos "mordedora", para que, básicamente, se comiese el set de rodaje. Parte de los escombros que añadimos tuvieron que ser de materiales ligeros, como poliestireno, por motivos de seguridad y peso pero, en su mayor parte, todo era real, incluidos los coches accidentados y quemados".
Neskoromny diseñó asimismo las ruinas de la calle y el callejón de Tokio en los que, en un momento de flashback, vemos a Mako cuando es niña, interpretada por la estrella infantil Mana Ashida, corriendo para salvarse. El callejón se construyó en un plató insonorizado pero la calle más grande fue una de las pocas localizaciones exteriores que tuvimos: una calle de Toronto a la que pusimos rotulación y señalización en japonés.
Otras de las localizaciones exteriores que usamos fue el lago Ontario, que convertimos en la playa de Alaska en la que Raleigh, en su Gipsy Danger mutilado, desembarca al principio de la película. Parte de la histórica Central Eléctrica de Hearn fue convertida en el lugar de construcción del mal ideado Muro anti-Kaiju en el que Pentecost localiza a Raleigh y le recluta para que forme parte de la Resistencia.
Pacific Rim fue grabada usando la cámara RED Epic, siendo esta la primera vez que Del Toro ha utilizado una cámara digital en sus películas. Una de las tareas principales del director de fotografía Guillermo Navarro y de su departamento fue proteger las cámaras de la lluvia torrencial artificial creada por el equipo de efectos especiales y del vapor de agua provocado por el calor de los focos.
Muchos de los sets de rodaje estaban rodeados de pantallas gigantes de color verde gracias a las cuales, mediante efectos visuales, podían ampliarse los fondos de las tomas. Jamie Price también viajó a Sydney, Australia, y a Hong Kong para reunir los elementos que ILM usa para recrear digitalmente el skyline de dichas ciudades. El equipo de efectos visuales también produjo recreaciones digitales de San Francisco, California, done los Kaiju inician su reinado del terror.
"Queríamos mostrar que era una cuestión de ámbito global", indica Del Toro. "La historia te lleva a lugares completamente diferentes entre sí: de ciudades densamente pobladas hasta el fondo del océano o al borde de la atmósfera terrestre. También es una película que da un giro cada vez que crees que puedes anticipar lo que va a ocurrir a continuación. Cuando crees que sabe cómo va a seguir una batalla, la batalla da un giro total. Cuando crees que conoces los riesgos, la situación empeora. Así que, al igual que hacen los Kaiju, la acción nunca deja de evolucionar".
La acción que aparece en Pacific Rim sirvió de inspiración para el compositor Ramin Djawadi, cuya música fusiona música de orquesta y tintes étnicos para ambientar la historia y a sus personajes. "Robots gigantescos y monstruos gigantescos exigen de forma natural una gran orquesta", ríe. "A Guillermo también le gustó la idea de emplear guitarras eléctricas para dar un toque de rock 'n' roll a la banda sonora. Una orquesta clásica enriquecida con guitarras eléctricas modernas; conjunción perfecta entre lo clásico y lo moderno".
El carácter multinacional de la historia queda también patente en la música: sonidos de tambores taiko japoneses, un violín erhu chino, un coro ruso y vibrantes guitarras. "Algo que Guillermo repetía constantemente era que la película trata de países diferentes que se unen por una causa común, lo que implicaba combinar diferentes estilos musicales", indica Djawadi. "Nos lo pasamos muy bien creando la banda sonora".
En palabras de Del Toro, reflejado en la misión conjunta de los héroes de la película: "La película trata principalmente de unirse por un objetivo común. No porque somos los mejores ni porque somos invencibles. Unirse porque, al final, nos necesitamos los unos a los otros y necesitamos aceptar nuestras diferencias. Nos protegemos y nos apoyamos unos a otros. La película muestra una gran solidaridad y fuerza, y confianza en el ser humano".
Y concluye diciendo: "Quiero que esta película sea una historia inspiradora, como aquellas que veía de niño. Espero que, al ver Pacific Rim, todo el mundo quiera ser piloto de Jaeger. Da igual la edad que tengas, todo el mundo querrá ponerse a los mandos de un Jaeger y ponerse a luchar contra un Kaiju".