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  Oblivion  Dirigida por Joseph Kosinski
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El director y productor JOSEPH KOSINSKI ha reunido a un equipo formado por sus colaboradores habituales para ayudarle a llevar a la gran pantalla la historia original que escribió para la novela gráfica. Estos son el director de fotografía CLAUDIO MIRANDA (La vida de Pi, TRON: Legacy); el diseñador de producción DARREN GILFORD (TRON: Legacy, Idiocracia); el oscarizado supervisor de efectos especiales ERIC BARBA (El curioso caso de Benjamin Button, TRON: Legacy); el productor de efectos especiales y coproductor STEVE GAUB (TRON: Legacy, Terminator Salvation); el coproductor BRUCE FRANKLIN (TRON: Legacy, Terminator Salvation), y el orquestador JOSEPH TRAPANESE (TRON: Legacy).

El resto del equipo técnico está compuesto por el montador RICHARD FRANCIS-BRUCE (Harry Potter y la piedra filosofal, Cadena perpetua); la diseñadora de vestuario MARLENE STEWART (Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra!, Noche loca), y el músico M83.

También se han unido a Joseph Kosinski los productores PETER CHERNIN (El origen del planeta de los simios, el próximo estreno The Heat); DYLAN CLARK (El origen del planeta de los simios, el próximo estreno The Heat); BARRY LEVINE (Cero en conducta, el próximo estreno Hercules), y DUNCAN HENDERSON (Master and Commander: Al otro lado del mundo, Harry Potter y la piedra filosofal). El guión es de KARL GAJDUSEK (Bajo amenaza, el próximo estreno The Last Days of American Crime) y MICHAEL deBRUYN.

La producción ejecutiva corre a cargo de DAVE MORRISON (La medida de la venganza), JESSE BERGER (el próximo estreno Hercules) y JUSTIN SPRINGER (TRON: Legacy).

OBLIVION se ha rodado en una impresionante resolución digital de 4K en Estados Unidos e Islandia, con interiores en Baton Rouge y Nueva Orleans, en el estado de Louisiana, y exteriores en la ciudad de Nueva York, en Mammoth, California, e Islandia.


OBLIVION despega: Empieza la producción
En 2005, cinco años antes de que Joseph Kosinski dirigiera su primera película, TRON: Legacy, el realizador escribió un relato de doce páginas titulado "Oblivion". En esta aventura de ciencia-ficción que transcurre en el año 2077, sesenta años después de una invasión alienígena, acompañamos a Jack, un técnico de mantenimiento que trabaja en un planeta casi destruido y que empieza a dudar del lugar que ocupa en el universo.

Jack es un atrevido piloto y el último técnico especializado en la reparación de drones destinado a nuestro planeta; pero un acontecimiento inesperado hará que ponga en duda las órdenes de sus superiores y sienta la extraña necesidad de proteger un mundo en ruinas. Una nave se estrella cerca de él y la extraña piloto a la que rescata no tarda en hacerle entender que todos sus conocimientos son falsos. A partir de ese momento, Jack no tiene más remedio que liderar a los últimos supervivientes de la Tierra y convertirse en otro hombre con un nuevo destino.

Joseph Kosinski siempre soñó con convertir "Oblivion" en un guión, pero debió esperar varios años hasta que conoció a Levine y Jesse Berger, los cofundadores de Radical Studios, que le propusieron desarrollar la historia en una novela gráfica tipo "ashcan", escrita por ARVID NELSON, ilustrada por ANDRÉE TALLIN, con dirección artística de Joseph Kosinski, Barry Levine y el director artístico de Radical Studios, JEREMY BERGER. Eso les permitió mostrar a los posibles inversores en qué dirección querían que fuera la historia.

Joseph Kosinski habla de los elementos básicos de la novela gráfica: "Es una aventura de acción que transcurre en el año 2077, después de que una guerra descomunal deje a la Tierra deshabitada y en ruinas. La historia gira en torno a Jack, un técnico dedicado a la reparación de drones que forma parte de una misión mucho más amplia. Un misterio maravilloso, totalmente inesperado, será el elemento clave que salvará lo poco que queda de la raza humana". El director se centró en que la historia fuera brutalmente directa. "Hay una gran diferencia entre los que ignoran la verdad y llevan orejeras", añade, "y aquellos que prefieren aceptar la verdad, por muy duro que sea encajarla".

El realizador recuerda que hace mucho tiempo que le interesaba contar esta historia de ciencia-ficción. Mientras crecía, se apasionó por películas del estilo de El último hombre… vivo, Blade Runner y 2001: Una odisea del espacio, o novelas y series como Hyperion y "Más allá de los límites de la realidad". El cineasta dice que le gustaba la yuxtaposición de un telón de fondo duro y sin pulir con la estilizada tecnología futurista: "Siempre me han atraído los diseños de ciencia-ficción de los años setenta de Chris Foss, Peter Elson y Chris Moore. Sabía que con la tecnología actual de efectos visuales, podía combinar a la perfección efectos digitales con paisajes reales para crear algo único".

La visión del joven director inspiró a Barry Levine y a Jesse Berger; el primero recuerda: "Cuando leí la historia de Joe, me pareció absorbente, original y fiel a la naturaleza humana. OBLIVION es una genial aventura de acción, pero se basa en un personaje conmovedor, al que queremos defender; ahí está la clave de una buena película".

La novela ilustrada se convirtió en el mejor instrumento promocional para la película. Los fans del Comic-Con International 2010 de San Diego la recibieron con entusiasmo, y Joe Kosinski aprovechó la convención para presentar imágenes de TRON: Legacy. Se distribuyeron 30.000 ejemplares de la novela gráfica en el stand de Radical Studio. "Había una cola de unas mil personas esperando a que Joe les firmara una copia del "ashcan" de Oblivion", recuerda Barry Levine. "Diseñamos un logo e ilustraciones memorables que provocaron una respuesta inmediata. Pero fue una verdadera hazaña convertir la historia en un guión. Es la visión intelectual de un relato basado en conceptos poderosos, algo que no se había visto hasta entonces".

Poco después del éxito en Comic-Con, Universal Pictures se unió a Joseph Kosinski, Radical Studios y Chernin Entertainment para desarrollar el proyecto. Peter Chernin, el veterano productor que en 2011 volvió a lanzar con éxito una franquicia con El origen del planeta de los simios, aportó su experiencia. En su opinión, la clave está en saber combinar las emociones con una ficción vital, inteligente y especulativa. "OBLIVION conecta con el espectador porque, a pesar de ser una película de acción, es básicamente la historia de un hombre que intenta descubrir su lado humano", explica el productor. "Es el núcleo de la historia, y por eso es tan gratificante".

Los productores Dylan Clark, que ya había trabajado con Peter Chernin en El origen del planeta de los simios, y Duncan Henderson, conocido por desarrollar películas épicas como Master and Commander: Al otro lado del mundo y Harry Potter y la piedra filosofal, se unieron a Joseph Kosinski y Barry Levine. Con un guión escrito por Karl Gajdusek y Michael deBruyn, los cineastas se enfrentaron a la monumental tarea que representó el rodaje de OBLIVION.

Dylan Clark habla del diseño de la película: "Joe imaginaba un mundo espectacular. Algo terrible había ocurrido en la Tierra, pero los paisajes no eran polvorientos, ni tristes, ni secos. Al contrario, eran vibrantes, con mucho colorido, algo único. Y eso es exactamente lo que nos atrajo, un diseño conceptual nunca visto".

Dado que la historia transcurre a finales de este siglo, Joseph Kosinski sabía que necesitaba un equipo de diseño de primer orden para crear un mundo futurista creíble; para ello se rodeó de los jefes de equipo con los que ya había trabajado en su versión del mundo posapocalíptico de TRON: Legacy.

Duncan Henderson supo desde el primer momento que el realizador debería enfrentarse a un tremendo reto. "Joe es un gran narrador. Esta película me interesó por la historia original. Me gustó que llevase al lector en una dirección para que descubriera de pronto que nada de lo que cree tiene sentido. Las revelaciones aparecen una tras otra, como si pelásemos una cebolla. A medida que avanza la historia, llegan más datos, más información".


Repoblar la Tierra: El reparto del thriller de acción
En las aventuras de acción suele haber repartos bastante extensos, pero uno de los elementos que convierte a OBLIVION en algo único es un elenco relativamente reducido. Jack es el último técnico de mantenimiento de drones en una Tierra abandonada, por lo que tiene pocas oportunidades de conocer a supervivientes. El guión está construido sobre muy pocos papeles, y los productores sabían que para insuflar vida a OBLIVION deberían contar con un reparto impecable.

Cuando Joe Kosinski empezó a pensar en quién sería perfecto para interpretar a Jack, su primera idea fue Tom Cruise, pero se quedó muy sorprendido al recibir una llamada del agente del actor diciéndole que su cliente había leído la novela gráfica y quería hablar con él de la película. Los dos se vieron en un hangar de Burbank, donde Joseph Kosinski le resumió el relato y le enseñó las imágenes del storyboard. Tres horas después, Tom Cruise le dijo que quería hacer la película con él. A partir de ese momento empezaría el proceso real de escritura del guión que duraría un año.

"Tom tiene un sexto sentido que le permite saber qué necesita una gran película", dice Joseph Kosinski, hablando de su trabajo conjunto. "Colaborar con él ha sido una experiencia asombrosa, y no me refiero solo al rodaje, sino al desarrollo del guión y de su personaje".

"Cuando leí el relato ya había visto anuncios dirigidos por Joe, y le llamé", recuerda Tom Cruise. "Nos reunimos y me enseñó imágenes de TRON. Pensé inmediatamente que era un gran cineasta con mucho talento. Joe es capaz de crear otros mundos, y lo que realmente me interesó fue su visión de OBLIVION. Nunca había visto nada igual, la manera en que quería dirigir la película y los elementos que deseaba incorporar. No había hecho una película de ciencia-ficción desde Minority Report, pero me gusta mucho el género y a Joe se le da muy bien".

La idea de que un actor con licencia de piloto interpretara a Jack y pilotara la nave especialmente diseñada para la película gustó a los productores. "Tom es un adicto de los aires", dice Peter Chernin. "Se nota en la pantalla que es piloto. Se lo pasó francamente bien con la nave burbuja".

Las dos mujeres que acompañan al personaje de Tom Cruise en la película son Julia y Victoria (también llamada Vika), interpretadas respectivamente por Olga Kurylenko y Andrea Riseborough. "Era importante que las dos actrices estuvieran a la altura de la tensión emocional de la historia", dice el productor Peter Chernin. "Nos costó encontrar a las dos intérpretes ideales. Olga aporta contemplación y profundidad, mientas que Andrea es una bocanada de aire fresco. Se complementan a la perfección y ambas se esforzaron en dar a sus personajes mucho más de lo que especificaba el guión".

Los productores eran conscientes de que el papel de la viajera que insiste en tener un profundo vínculo con Jack y que le alienta a hacer preguntas requería numerosos días de duro rodaje. Así, encontraron a su Julia Rusakova en la chica Bond de Casino Royal. "El reto era encontrar a alguien lo suficientemente duro para estar a la altura de Tom", explica el productor Dylan Clark. "No fue fácil dar con ella, pero Olga es una ucraniana correosa y no tuvo problemas en acoplarse al ritmo de Tom. Le hicimos pasar algunos malos momentos, pero aguantó".

"Las cosas no son lo que parecen", explica la actriz. "Julia irrumpe en la vida de Jack y de Vika, y empiezan los problemas. La rutina perfecta e idílica desaparece de golpe, reemplazada por el caos. Me lo pasé muy bien. Además, es un papel muy físico, con mucha acción, nunca había rodado nada parecido".

Hasta el momento en que la nave de Julia se estrella delante de él, solo había habido una mujer al lado de Jack, la seria y profesional Vika Olsen, la compañera de Jack. Cuando la incertidumbre se apodera de Jack, Vika intenta convencerle de que no dude y acate las órdenes de sus superiores. La actriz británica habla de su papel: "Jack y Vika han llegado a un punto de sus vidas en que ambos quieren ir por diferentes caminos. Vika es una gran estratega, una mujer positiva y optimista. A pesar de ser una persona muy controlada, puede parecer radical en ciertos momentos".

"Para Vika necesitábamos a una actriz con un gran control del idioma y de los gestos", dice Dylan Clark. "Al ver a Andrea, nos quedamos atónitos".

Cuando Jack se encuentra con un grupo de supervivientes en la Tierra, se da cuenta de que no están solos. El oscarizado Morgan Freeman da vida a Beech, el moralmente ambiguo líder de la resistencia. "OBLIVION será recordada, entre otras cosas, por la creatividad, el vestuario, los decorados y las máquinas", dice el actor. "Es un mundo totalmente inédito. Joe es un perfeccionista, por eso es un placer trabajar con él. Sabe perfectamente lo que quiere".

OBLIVION es la primera película en que las dos superestrellas Tom Cruise y Morgan Freeman comparten cartel. Los productores sabían que la historia era la oportunidad perfecta. Al hablar de por qué eligieron a Morgan Freeman para el papel del comandante de la resistencia, un hombre que sabe más acerca de Jack que el propio Jack, el productor Barry Levine dice: "Necesitábamos a alguien con mucha presencia para el papel de Beech. El reparto de la película es reducido, no hay donde esconderse. El actor debía ser capaz de comunicar sus emociones. Todos nos quedamos admirados viéndole trabajar".

"Conocí a Morgan en 1990 cuando los dos estábamos nominados al Oscar", recuerda Tom Cruise. "A mí me nominaron por Nacido el cuatro de julio y a Morgan por Paseando a Miss Daisy. Le admiraba profundamente y me moría de ganas de decírselo. Los dos quedamos en que haríamos una película juntos. Siento que hayamos tardado tanto, pero me alegro de haber tenido la oportunidad de trabajar con él. Es un hombre maravilloso y un actor extraordinario".

Nikolaj Coster-Waldau, conocido por su papel en la serie "Juego de tronos" y en la taquillera Mamá, es Sykes, el segundo al mando del grupo de supervivientes y un excelente guerrero. "Beech recuerda cómo era la vida antes de la destrucción, pero Sykes siempre ha vivido en el mundo tal como está ahora", dice Morgan Freeman.

"El club de fans de Nikolaj no para de crecer gracias a su trabajo en ‘Juego de tronos’", dice el productor Duncan Henderson. "Es fuerte, sensible e inteligente, algo que gusta al público".

A su vez, el actor dice: "Los supervivientes han tenido una vida terrible, pero no conocen otra cosa. Lo que me interesó de la historia es justamente eso, cómo se comportan los seres humanos en una situación así. A pesar de las dificultades, Sykes luchará hasta la última gota de sangre, no pierde la esperanza".

La oscarizada Melissa Leo es Sally, la supervisora de Jack y Vika, y la voz procedente del centro de mando. A pesar de su dulce voz, no se debe subestimar a Sally. Solo tiene un objetivo, que se cumpla la misión cueste lo que cueste. "En esta película, el talento de Joe abarca muchos campos para crear algo realmente único", explica la actriz. "A medida que leía el guión y entendía cuál era mi papel, supe que era un proyecto muy especial. En el centro de OBLIVION hay una historia totalmente humana, y la película fusiona la narración con la tecnología. Es el futuro del cine".

Joseph Kosinski añade que Sally conoce las respuestas a muchas de las preguntas de Jack: "Melissa tiene el extraño don de dar entender que conoce todos los secretos del universo. A pesar de interactuar con Vika y Jack a través de la voz, Melissa consigue hacer aumentar la tensión y el suspense. Se nota claramente que tiene el poder de ayudarles o destruirles".


Muchas tapas duras: La recreación de la Biblioteca de Nueva York
El rodaje de OBLIVION empezó en marzo de 2012 en los enormes Celtic Studios de Baton Rouge, Louisiana. Tres cuartas partes de la película se rodaron en cinco de los siete platós que ocupan más de 9 hectáreas. En un espacio de 9.200 metros cuadrados del plató 4, un equipo de aproximadamente 350 personas recreó la Biblioteca de Nueva York, que debía ser idéntica a la actual a excepción de los toques posapocalípticos.

Tom Cruise y el equipo de especialistas, encabezados por el coordinador ROBERT ALONZO, se lanzaron de lleno desde la primera semana de rodaje. El actor, vestido con el traje ecológico gris perla de Jack, fusil en mano, descendió en rappel desde el equivalente a un segundo piso hacia el cavernoso abismo donde se encuentran los restos de la Biblioteca de Nueva York. Cuando cortan el cable que sostiene a Jack, se cae brutalmente encima de una mesa. Para Tom Cruise significaba darse contra una de las cinco mesas rompibles colocadas al efecto.

Por si esto no era suficiente, el guión especificaba que se desencadenaba una serie de explosiones y que Jack era arrastrado por un suelo cubierto de cenizas y de libros y periódicos medio quemados cuando una trampa alienígena le pillaba la pierna. Las tres cámaras del oscarizado director de fotografía Claudio Miranda estaban preparadas mientras Tom Cruise y Robert Alonzo ultimaban la coreografía. Una cámara instalada en un cable se movía a 29 kilómetros por hora para seguir la acción desde arriba.

Robert Alonzo explica que es algo normal en una película de la envergadura de OBLIVION: "Con una película y un plan de rodaje así hay que superar retos. Se trataba de un rodaje con mucha acción, algo normal en una película de Tom Cruise. Pero con él no hay problema, es uno de los nuestros, es un especialista, y de los mejores".

"Es importante que todo el mundo sepa que Tom no usa dobles", explica Dylan Clark. "En una película como esta hay persecuciones, saltos y puñetazos en la cara, pero el protagonista también pilota una nave y conduce una moto. Tom es piloto de aviones, de motos y de coches en la vida real, puede hacerlo solo. La película tiene muchos componentes, es una aventura de acción, por lo que Tom aparece en un sinfín de escenas emocionantes y peligrosas".

Incluso los mejores especialistas tienen un límite. El productor de efectos visuales Steve Gaub habla de su cometido en secuencias que no pueden realizarse fuera del mundo virtual: "Todo lo que no puede hacer un ser humano, lo creamos mediante efectos visuales. En algunas secuencias, Jack realiza increíbles acrobacias en el aire, así como maniobras con su nave. Rodamos algunas partes en Islandia y las manipulamos digitalmente para obtener el resultado final".

El decorado de la Biblioteca de Nueva York es tan enorme como apabullante. El diseñador de producción Darren Gilford y su equipo no olvidaron ningún detalle. Hay doce enormes lámparas de tres pisos colgadas del techo con unas 150 portabombillas hechas a mano en cada una. Es el escenario de una gran secuencia de acción, y Claudio Miranda se enfrentó al reto que suponía el enorme espacio.

El realizador y el director de fotografía decidieron realzar la intensidad de las interpretaciones y la profundidad de decorados como la Biblioteca rodando con la nueva cámara digital F65 de Sony. Con una resolución 4K, la cámara proporciona una impresionante profundidad y claridad que permite la proyección en una pantalla IMAX. Equivale a cuatro veces la resolución de una imagen de alta definición, y la flexibilidad de la F65 era idónea para el rodaje. El director de fotografía dice: "Trabajamos con poca intensidad de luz y la F65 es perfecta para estos casos".


La vida en las nubes: El diseño de la torre
A pesar de haber dirigido solo dos películas, Joseph Kosinski ya es considerado como uno de los visionarios estéticos de su generación, un creador de mundos innovadores, maravillosos, llenos de acción, ideas y temas poderosos. Uno de los mejores ejemplos de lo anterior es la torre.

En el último cuarto del siglo XXI, el mundo encima de las nubes contrasta fuertemente con el dilapidado aspecto de la Tierra. Los técnicos de mantenimiento Jack y Vika pasan los últimos días de su misión, antes de reunirse con los otros supervivientes en una nueva colonia, disfrutando de la comodidad de su nave y de unas vistas estupendas.

"El contraste entre los dos mundos, por encima de las nubes y la Tierra, era importante desde el punto de vista del diseño", explica Darren Gilford. "Imaginamos la residencia en el cielo con un ambiente sintético, limpio, altamente tecnológico. Abajo están las ruinas de la Tierra y la plaga que representan los Scavs. La diferencia y el impacto entre ambos mundos es de gran importancia".

El hogar de Jack y Vika, la torre, es uno de los primeros decorados que el espectador descubre. Joseph Kosinski deseaba que se viese claramente que la delicada estructura está a mil metros por encima de la superficie de la Tierra. "Queríamos dar la impresión de haber alcanzado la cima de la ingeniería. La torre debe parecer absolutamente real en la evolución de la arquitectura y la ingeniería del futuro, capaces de construir una estructura estable de esta altura".

La moderna residencia, decorada con tonos azules grises, azules y blancos, ofrece una visión teórica de lo que podría ser la arquitectura dentro de 60 años y la posibilidad de vivir entre las nubes. El salón, comedor, alcoba, cocina, enfermería, baño, gimnasio y piscina de la torre son una mezcla de imaginación y funcionalidad. "Jack y Vika viven en un oasis por encima de las nubes", dice Darren Gilford. "El contraste entre el tranquilo y precioso mundo por encima de las nubes y el ambiente peligroso y hostil de abajo es enorme".

La construcción de la torre empezó cinco meses antes del rodaje en el plató 5 de los Celtic Studios. El equipo, que incluía ebanistas y diseñadores de sistemas de iluminación, trabajó sin descanso para crear una casa de ensueño. El productor Duncan Henderson recuerda: "Había una sensación bastante zen cada vez que rodábamos en la Skytower. Nadie llevaba zapatos, íbamos descalzos o en calcetines para que siguiera impoluto".

Con el fin de conseguir un perfecto juego de reflejos, Joseph Kosinski pidió que la torre, casi enteramente de cristal, diera la sensación de estar posada en las nubes mientras se rodaba… en vez de rodear el decorado con una pantalla azul. El equipo de efectos visuales, encabezado por el oscarizado supervisor Eric Barba y el supervisor de Pixomondo BJØRN MAYER debieron ingeniárselas para que fuera posible.

Joseph Kosinski y Eric Barba sabían que las antiguas técnicas de proyección frontal, parecidas al método que uso Stanley Kubrick en 2001: Una odisea del espacio, ofrecían grandes posibilidades. El supervisor de efectos visuales recurrió a la empresa Production Resource Group (PRG) para conseguir una proyección realista del cielo en el plató.

La empresa ha creado fondos para los Juegos Olímpicos, la ceremonia de los Oscar y la Super Bowl, y está especializada en grandes espacios. En el caso de OBLIVION era todo lo contrario, debían crear una imagen igual de clara y precisa en un espacio mucho más reducido con un decorado en el centro. Después de tres semanas de pruebas, consiguieron exactamente lo que querían.

Las imágenes que sirvieron para simular el cielo alrededor de la torre fueron rodadas por el equipo de efectos visuales en Hawai, donde estuvieron cuatro días a más de 3.000 metros de altura, en la cima del monte Maui, concretamente en el cráter Haleakala, rodando diferentes versiones del cielo con tres cámaras. Las imágenes panorámicas se filmaron en clips de 1.920 x 1.080 píxeles, y se seleccionaron diez perspectivas diferentes del cielo.

Las imágenes rodadas por las tres cámaras se unieron, y se borraron las montañas que rodean el cráter. A continuación se añadieron detalles específicos de la película, como constelaciones y la luna medio destruida en el cielo nocturno. La visión circular del cielo se obtuvo mediante 20 proyectores HD y 34 alimentadores de vídeo, usando 19 zonas diferentes de imágenes proyectadas en pantallas de 16 metros de altura y 150 metros de largo. Además, los dos técnicos que manejaban el sistema de proyección también inventaron una forma de hacerlo silencioso y de enfriarlo.

ZACH ALEXANDER, uno de los proyeccionistas, dice: "Teníamos un cielo nocturno limpio, dos nublados con más o menos luz, una tormenta, dos variaciones del amanecer y un cielo azul para una habitación, y otro tanto para la otra habitación".

El equipo y los actores se quedaron asombrados al ver el resultado. "Rodar dentro de la torre durante semanas fue totalmente diferente gracias a la vista panorámica", dice la actriz Andrea Riseborough. "No tener que trabajar delante de una pantalla azul y poder ver todos esos reflejos fue increíble".

Tom Cruise está totalmente de acuerdo: "Actuar delante de algo que no sea una pantalla es de gran ayuda. Puedo decir sin dudarlo que es el decorado más maravillo y tranquilo en el que he actuado hasta la fecha. La luz que desprendía servía de iluminación. Ver las nubes proyectadas alrededor nos comunicaba una sensación etérea y orgánica a la vez".

Dos espacios de la torre, el taller de Jack donde repara un drone, y la sala de control herméticamente sellada de Vika, se construyeron en otro plató.


Un medio de transporte de otro mundo: La nave burbuja
Colindante al piso en la torre se encuentra la plataforma de aterrizaje de la nave burbuja, el transporte que usa Jack para idas y venidas a la superficie de la Tierra. Joseph Kosinski se alegró de ver el vehículo que imaginó hacía años, un híbrido entre un caza y un helicóptero Bell 47, cobrando vida: "La nave burbuja fue lo primero que diseñamos para la película. Para los que crecimos con Top Gun/Ídolos del aire, es bastante espectacular volver a ver a Tom metido en la cabina de una nave como esta".

La nave, pilotada por Jack, demuestra su versatilidad mediante acrobacias aéreas y confrontaciones imposibles.

"Joe me mostró los primeros dibujos y me parecieron geniales", dice el actor. "Soy piloto y me encantó el diseño. Es una auténtica maravilla. Cada una de las piezas es elegante y el interior de la nave está diseñado a mi medida". Y añade, riendo: "Quiero que alguien la construya de verdad para poder pilotarla".

El diseño de la nave
Durante más de un año antes de que empezara el rodaje, el equipo de Wildfactory, en Camarillo, California, encabezado por DANIEL SIMON, se encargó de fabricar el futurista aparato volador. Una vez aprobado el diseño, la construcción duró cuatro meses. Después, la nave se desmontó y se envió a Louisiana, donde volvieron a ensamblarla antes de repetir el proceso en Islandia y en Mammoth, California.

Daniel Simon se inspiró en la última tecnología de la NASA, pero tuvo en cuenta que el público debía entender cómo podía volar la pequeña nave. El instrumental, los pedales, la palanca de mando y el asiento hacen que la cabina parezca la de un helicóptero, mientras que el exterior es futurista. Fabricada con aluminio y fibra de vidrio, y con un peso de unos 2.000 kilos, la nave burbuja viajaba en siete contenedores con cuatro técnicos que tardaban unas cinco horas en montarla.

Las piezas de la nave burbuja comprenden el fuselaje, la cabina, la cola, dos motores, las aletas y el tren de aterrizaje. La cabina tiene dos puertas automáticas que se abren simultáneamente.

"Durante el proceso de diseño, llegamos a la conclusión de que la nave debía recordar a un insecto y pesar poco", explica Daniel Simon. "De ahí el tren de aterrizaje tan especial con tres pies. Está basada en una estructura múltiple futurista; puede volar en el espacio y en la atmósfera de la Tierra. Llamémoslo nave espacial/vehículo de transporte diseñado desde cero".

El diseñador de producción Darren Gilford añade que fue necesario construir varias naves: "Estaba la nave burbuja completa aparcada en la plataforma pegada al decorado de la torre. Luego estaba solo la cabina montada en un mecanismo de movimiento. También hubo que construir un par de naves destrozadas. Nos lo pasamos muy bien".

El productor de efectos visuales Steve Gaub se enorgullece del trabajo realizado por su equipo: "El diseño de la nave burbuja es perfecto. En efectos visuales nos encargamos de hacer que pareciera más pesada. Estamos familiarizados con los helicópteros y los aviones, pero esta nave es un híbrido y nos costó conseguir un efecto de vuelo real".

El mecanismo de la nave burbuja
El mecanismo para el movimiento de la nave burbuja se construyó en el plató 6. Se instaló una copia exacta de la cabina de la nave, aunque sin cristales, en el mecanismo para simular movimientos por los aires delante de una pantalla verde. Posteriormente, el equipo de efectos visuales se encargó de añadir el cielo y los paisajes. La cabina (con dos asientos) se montó sobre una base móvil, permitiendo que girara 360 grados para que los efectos de la fuerza centrífuga en los actores fueran reales.

La base del mecanismo era como un simulador de vuelo con seis grados de movimiento y seis cilindros formando un hexápodo. Todo estaba atornillado al suelo y podía inclinarse en un ángulo de 45 grados, 22 grados hacia arriba y 22 grados hacia abajo. Los actores no tenían que usar arnés, bastaba con un cinturón de seguridad. Gracias a la pericia del coordinador de efectos especiales MICHAEL MEINARDUS y del coordinador de especialistas Robert Alonzo, daba la impresión de que los actores volaban realmente.

Las imágenes de los paisajes añadidos durante la posproducción se rodaron en Islandia.


Asesinos sin alma y cápsulas dormitorio: Los accesorios en el plató
Daniel Simon, el diseñador jefe de Wildfactory, conjuntamente con el jefe atrezista DOUG HARLOCKER, se encargaron de diseñar los drones mecánicos, unas máquinas tan complicadas como la nave burbuja. Estos asesinos sin alma acaban con todo lo que encuentran y se encargan de limpiar la Tierra de los pocos alienígenas Scavengers que quedan en ella. No reconocen a Jack, y este siempre debe estar alerta para que no le maten. Doug Harlocker habla del diseño de los drones: "Decidimos que cuando el drone tiene el capó levantado, debía parecer el motor de un coche. Una vez retirados los paneles laterales, el interior es totalmente mecánico. Su aspecto recuerda bastante al de Terminator con un toque demoníaco, da miedo".

Y sigue diciendo: "Gran parte de lo que diseñamos en el departamento artístico empezó en el ordenador. Los diseños y los archivos informáticos fueron enviados directamente a una máquina que creó los moldes para obtener piezas en 3D. Este sistema nos permitió fabricar preciosos y complicados accesorios".

La secuencia de la Biblioteca de Nueva York es la primera en la que se ve a los drones. Se fabricaron tres drones: dos blancos, totalmente revestidos con paneles, y un tercero sin paneles en el que trabaja Jack en la torre. Todos giraban, se movían e iluminaban mediante control remoto.

Doug Harlocker no solo supervisó la construcción de accesorios de gran tamaño, como la nave burbuja, la moto y los drones, también creó las cápsulas dormitorio, con sus numerosas piezas hidráulicas. El cascarón interior de la cápsula está formado por treinta piezas de gomaespuma. El departamento de accesorios también se encargó de diseñar las armas de Jack, tales como la antorcha de plasma, el lanzabengalas y las bombas de humo, las armas alienígenas, y el kit médico de Vika y el spray curador.

El departamento se documentó de forma exhaustiva para asegurarse de que todo el atrezo podía existir en un futuro no tan lejano. No se dejó ningún detalle al azar. Incluso el simbólico proyectil vacío que sirve de tiesto a la planta que Jack regala a Vika fue objeto de estudio. Joseph Kosinski pidió que la planta fuera una de las que había visto en Islandia mientras localizaba.

Doug Harlocker y su equipo disponían de una sala especial en los Celtic Studios donde fabricaban todas las armas y realizaban copias más ligeras para el equipo de especialistas, ya que algunas de las armas pesaban 16 kilos. "Todas las armas disponían de antorchas de 800 lúmenes colocadas en la punta del cañón para iluminar todo el decorado", dice el supervisor. "La iluminación en la escena de la Biblioteca es un rayo de luz procedente del sumidero y del arma de Jack. Era una carrera para cambiar las pilas de las antorchas cada diez minutos. Son muy potentes, pero de muy corta duración".

La empresa Lightwave se encargó de diseñar los láseres escaneadores de los drones. Para conseguir el efecto deseado, se usó un proyector láser de color, pero además del rojo, verde y azul habituales, también se proyectó amarillo. OBLIVION es una de las primeras películas en usar esta tecnología nueva. Trabajar con esos proyectores requiere un máximo de seguridad ya que pueden provocar un incendio a 15 metros de distancia si el haz permanece demasiado tiempo en el mismo punto. Se colocaron en un hidroscopio (hecho para una cámara) para poder controlarlos y moverlos con facilidad. Dos técnicos de programación de luces estuvieron siempre presentes por cuestión de seguridad y para calibrar el color, tamaño y potencia de los haces de acuerdo con los deseos del realizador.

Normalmente, los haces de láser se generan en posproducción en un ordenador, pero la imagen de los drones sembrando el caos en el decorado gustó a Joseph Kosinski. El uso de estos haces en un rodaje es relativamente nuevo ya que el 90% del trabajo de empresas como Lightwave se centra en conciertos y estadios.


El vuelo del Odyssey: La creación del transbordador espacial
En el plató 7 de los Celtic Studios, el departamento artístico, bajo la supervisión del director artístico KEVIN ISHIOKA, se encargó de construir el decorado interior del transbordador espacial Odyssey. La dificultad residía en conseguir una cabina totalmente realista y que el director de fotografía Claudio Miranda captase una apariencia de ingravidez mientras filmaba a Tom Cruise y Andrea Riseborough en su interior.

Pero ¿cómo podía lograrse en un decorado? La solución fue abrir un agujero en la parte superior del decorado cilíndrico por el que pasaba un cable de 12 metros de largo atado a una viga horizontal de 21 metros de largo en el techo del plató. El creador del sistema, el coordinador de mecanismos para especialistas, lo bautizó como "XYZ flying rig" (mecanismo volador XYZ). Se usó un mecanismo similar en una escena con el personaje de Jeremy Renner en Misión imposible – Protocolo fantasma.

Cuatro especialistas se encargaron de manejar los 450 metros de cable del mecanismo conectado a un motor eléctrico hidráulico para moverlo. Otro operario supervisaba la seguridad y precisión del mecanismo. Los actores practicaron con arneses durante semanas y estaban atados al cable con ganchos de escalada.

El día del rodaje, Joseph Kosinski aconsejó a Tom Cruise y Andrea Riseborough que se agarraran a las paredes mientras parecían flotar en la cabina. Más aún, el decorado cilíndrico del Odyssey fue diseñado para girar en el sentido contrario a las agujas del reloj y obtener así una mayor sensación de movimiento.

Joseph Kosinski estaba empeñado en ser lo más preciso posible en la escena del transbordador, por lo que recurrió al astronauta RICK SEARFOSS. El asesor técnico, que capitaneó un transbordador espacial, se aseguró de que el sistema de ingravidez, el diseño de la cabina del Odyssey y los diálogos fueran correctos.

El capitán Searfoss supervisó al departamento artístico después de que instalaran los paneles de control, las pantallas y los vídeos en el decorado. Comprobó que se manipulaban los mandos correctos para el despegue, vuelo y aterrizaje. "Simular la ingravidez siempre representa un reto, tanto en un entrenamiento real de astronautas como cuando se cuenta una historia en una película", reconoce Rick Searfoss. "Pero en este último caso, mediante buenos ángulos de la cámara y actores en plena forma física puede parecer totalmente realista. Y si a eso añadimos las conversaciones habituales en una cabina, queda perfecto".

En los Celtic Studios también se construyeron los interiores de la tienda de regalos del Empire State Building y la habitación de un hotel en Nueva York. Asimismo, se rodó en el Centro de recepción de llamadas 911 (lo que corresponde aquí al 112), que hizo las veces del centro desde donde Sally da las órdenes.


De vuelta a casa: Raven Rock y la zona de radiación
En los primeros días de rodaje, el equipo se trasladó a Nueva Orleans durante un par de semanas para rodar escenas con los supervivientes humanos, liderados por Beech y Sykes, que se esconden en una zona conocida como Raven Rock. "La Tierra y Raven Rock, estéticamente hablando, son los opuestos absolutos de la torre", subraya Joseph Kosinski.

Las escenas se rodaron en la central eléctrica de Market Street, que ocupa una superficie de dos hectáreas y media a orillas del río Misisipi. Esta central es la más antigua de la ciudad, fue construida en 1885 y cerrada hace 40 años. Era imposible hacer una réplica de un decorado como este: los volúmenes, el espacio, los materiales oxidados, todos los detalles lo convertían en el lugar perfecto para emular una zona de la Tierra que había sido duramente atacada. "Raven Rock es un santuario subterráneo que los supervivientes han usado durante muchos años y que han consolidado dentro de sus posibilidades", explica Morgan Freeman.

Dada la enorme cantidad de planchas y vigas de acero sueltas, así como un tejado colapsado, fue necesario comprobar que el lugar era seguro. La única entrada es desde la calle, lo que planteaba un problema para llevar los materiales hasta el punto de rodaje. Una tarde, durante una fuerte tormenta, el decorado se inundó y el equipo tuvo que bombear 18 centímetros de agua antes de seguir trabajando.

El archivo donde los supervivientes guardan obras de arte, cuadros y libros que cuentan la historia de su pueblo y la sala donde se instruye a los niños también están en Raven Rock. Para dar la impresión de que los libros habían sufrido mucho, fueron envejecidos en una hormigonera. Las obras de arte incluían el "Liberty Bell" (la simbólica campana de la libertad), así como cuadros de Claude Monet y de Andrew Wyeth. Merece la pena mencionar que nunca se había concedido el permiso para usar el cuadro "Christina’s World" en una película hasta OBLIVION.

Los supervivientes humanos y los Scavengers alienígenas llevan décadas sin pisar la zona de radiación, un área tan letal que acercarse equivale a una muerte segura. Pero Jack descubre, entre otras muchas cosas, que no es así. Durante cuatro días se rodó en un decorado exterior en St. Francisville, a una hora en coche de Baton Rouge y a unos diez kilómetros de la famosa prisión de Angola.

Los ayudantes de producción explicaron al equipo que cuanto menos se pisaran las dunas, mejor, y si lo hacían, alguien del departamento de atrezo borraba sus huellas con una escoba. Se instalaron varias tiendas para que los actores vestidos con trajes de cuero pudieran refrescarse y beber en cuanto oían la palabra "corten".

Las dunas artificiales, totalmente expuestas al sol, sirven de telón de fondo para una de las secuencias de lucha más importantes de la película. Todos los miembros del equipo llevaban sombrero y gafas oscuras para protegerse del sol. Pero los que peor lo pasaron fueron los actores, Tom Cruise entre ellos: "La temperatura corporal subía y había que bajarla como fuera. Solo se me ocurría pensar: ‘Diez horas para rodar esto, ¿y cuántos minutos necesitaré para bajar mi temperatura corporal?’"

El suelo de los exteriores rodados en la cantera y la arenera debía ser idéntico al de Islandia, y para ello se recreó el agua hirviendo que aflora a la superficie, las coladas de lava, el humo y los detritos.

Algunos de los decorados naturales que se escogieron cerca de Baton Rouge para las escenas de acción están situados en enormes canteras llenas de arena y rocas. El departamento artístico se encargó de añadir humo, detritos y el decorado del Odyssey destrozado. La lluvia y el viento hicieron el resto ya que fueron expuestos a la intemperie antes de empezar a rodar. Posteriormente se ampliaron mediante imágenes rodadas en Islandia.

El departamento de efectos visuales nunca dejó de rodar. Si no se trataba del mecanismo de la nave burbuja o de los drones, se ocupaban de los múltiples incendios y explosiones. Las bolas de fuego se consiguieron a base de mortero y propano, con titanio para las chispas. Se usaron latas de propano de diferentes tamaños de acuerdo con el efecto deseado, y el mortero se componía de madera de balsa, corcho y tierra. Algunas de las explosiones secuenciales, como en el lugar del accidente del Odyssey, requirieron hasta 15 estallidos.


Maniobras en Nueva York: El Empire State Building
Los actores y el equipo filmaron tres días en pleno centro de Nueva York. Dos de ellos se invirtieron en la plataforma de observación del icónico Empire State, y uno en la Quinta Avenida, delante del edificio.

El equipo rodó en la esquina suroeste de la plataforma situada en la planta 86. El rodaje ocupó 20 metros de la plataforma acristalada sin cerrar el paso a los más de diez mil visitantes diarios. Los turistas se entusiasmaban al encontrarse con Tom Cruise.

Por suerte, el personal del Empire State puso los ascensores de carga a disposición del equipo para subir el material hasta el piso 86. No tardó en correrse la voz de que Tom Cruise estaba rodando delante del edificio en la Quinta Avenida. Los fans se agolparon para presenciar el rodaje, saludar a Tom Cruise y hacer fotos. Entre toma y toma, el actor firmó autógrafos y se dejó fotografiar con los curiosos.

"Construimos la plataforma de observación del Empire State en una colina en Islandia y rodamos las escenas del flash-back en el edificio auténtico la semana antes", explica Joseph Kosinski. "Reconozco que fue una sensación bastante surrealista: un día estábamos en Manhattan rodeados por 14 millones de personas y observando la increíble metrópolis, y a la semana siguiente estábamos exactamente en el mismo sitio, pero en Islandia, sin un alma en cientos de kilómetros a la redonda".


Filmar en Islandia: Exteriores y unidades aéreas
Hacía tiempo que Joseph Kosinski soñaba con rodar algunos de los decorados exteriores de OBLIVION en Islandia. Siempre le había parecido el sitio ideal; a principios de verano hay días de 22 horas con una luz muy especial. "La guerra lo ha destruido todo, el paisaje ha regresado a la Edad de Piedra", explica el realizador. "En Islandia hay arena negra, rocas de colores brillantes, es un paisaje desolado, pero de una profunda belleza". Irónicamente, el centro de control de Sally solo deja de funcionar de noche, pero los cielos nocturnos no abundaban en Islandia en esa época. Joseph Kosinski añade: "La historia transcurre sobre todo a la luz del día, y quisimos filmarla con la luz natural y única de Islandia".

Un equipo de 300 personas, de las que aproximadamente la mitad eran islandeses, rodó diez días en Islandia. La preparación de este rodaje duró ocho semanas, durante las que también se montó la nave burbuja. Incluso así, no sobró tiempo, dadas las condiciones meteorológicas del país.

El verano islandés alcanza su punto culminante desde mediados de junio a mediados de julio. Es cuando mejor tiempo hace y se decidió rodar entonces. Sin embargo, la lluvia y una oleada de frío no facilitaron la construcción de los decorados. "La Tierra es un personaje principal en la película", dice el productor Dylan Clark. "Es por lo que lucha Jack, e Islandia es la prueba del renacimiento de la Tierra. Hay musgo debajo de las arenas negras, agua debajo de los glaciares. El color y la belleza de los paisajes los convertían en un auténtico personaje".

El cráter Hrossaborg, de unos diez mil años de antigüedad, está situado a unas dos horas en coche de Akueyri y a unos 20 kilómetros del lago Mývatn. Su forma de anfiteatro y sus grandes dimensiones, mayor que un campo de fútbol, le convertían en el lugar perfecto para rodar un estadio en ruinas después del cataclismo. El departamento de efectos visuales se encargó de llenarlo de asientos y de crear el túnel de vestuarios.

En las montañas islandesas, una región conocida por sus arenas negras, se construyó el decorado de la plataforma de observación del Empire State después de la guerra. Se tardaba más de una hora en llegar por caminos de gravilla y de arena. Aquí se rodó la espectacular escena en la que Jack cruza el extraño paisaje en la "Moto Bike". La unidad aérea que capturó las imágenes también se encargó de rodar muchas otras secuencias en Islandia.

Eric Barba, el supervisor de efectos visuales, y Bjørn Mayer, de Pixomondo, diseñaron el plan de rodaje de la unidad aérea; básicamente imágenes aquí y allá requeridas para los fondos. Incluso rodaron en el volcán Eyjafjallajökull, conocido por la nube de cenizas que paralizó el transporte aéreo europeo en 2010. La lava sigue saliendo del volcán y ha creado un cañón entre las paredes del glaciar.

Asimismo, se rodó cerca de la mundialmente famosa cascada Gullfoss, en un lugar accesible únicamente mediante helicóptero.

El transporte de materiales, ida y vuelta a Islandia y a las remotas localizaciones en el país no fue tarea fácil. El coordinador de transportes AARON SKALKA se aseguró de que todos los camiones, coches, barcos y aviones llegasen a tiempo y que el material no sufriera ningún daño. La logística incluía alquilar un avión de carga para unas treinta toneladas de material. Además de eso, se llenaron 15 contenedores de 12 metros que fueron a Islandia por mar con materiales de construcción, decorados acabados, herramientas, equipos para efectos especiales, madera y elementos varios.


Un medio de transporte rápido: Una moto muy especial
El diseño y la construcción de la "Moto Bike" es obra de Glory Motor Works, de Glendale, California. Joseph Kosinski le explicó al dueño de la empresa, JUSTIN KELL, qué aspecto debía tener la moto, pero también que debía funcionar y ser cómoda de llevar.

Justin Kell y su equipo necesitaron seis semanas para producir tres motos, dos con un solo asiento y otra con dos asientos para la secuencia en la que Jack y Julia van juntos en el vehículo. Justin Kell se inclinó por un motor Honda CRF450X, ya que es muy versátil en cualquier terreno, incluso en la arena negra de Islandia, y aguanta arrancadas repetidas.

Los neumáticos blancos de fibra de cartón se fabricaron en Sudáfrica, en BlackStone Tek. La moto fue diseñada específicamente para los saltos que debería realizar Tom Cruise. Concretamente, puede aguantar saltos de 15 metros y alcanzar los 190 kilómetros por hora. "La diseñamos especialmente para motocross", explica Justin Kell. "Tom es un buen motorista, lo que nos dio mucha más libertad".

Tom Cruise, un experimentado motorista, habla del vehículo: "El diseño era complicado ya que hay secuencias en las que Olga va sentada detrás de mí. Pero hicieron un trabajo sensacional, y no me refiero solo al aspecto de la moto, sino a su equilibrio. La moto debía ser lo bastante segura para ir a gran velocidad y realizar saltos sin casco. Entiendo que les debió costar encontrar el equilibrio perfecto, pero valió la pena, lo pasé realmente bien llevándola".

El actor celebró su quincuagésimo cumpleaños rodando OBLIVION en Islandia, y los productores le regalaron una de las motos. "Me gusta mucho la ‘Moto Bike’", dice Darren Gilford. "Encaja a la perfección con el diseño de la nave burbuja. Cuando Jack la saca de uno de los laterales de la nave, está totalmente doblada y no se sabe lo que es hasta que la despliega".


Alienígenas en la Tierra: Acrobacias y armas
Después de la guerra que acabará con todas las guerras, los únicos supervivientes en la Tierra (o al menos eso creía Jack) son los Scavengers, los basureros alienígenas. Estas criaturas fueron interpretadas por especialistas vestidos con trajes seguros y funcionales. Las máscaras son cascos de aviación modernizados a los que se añadieron varios artilugios para mejorar la visión. Los trajes llevan auriculares iluminados y piezas de viejas cámaras para los ojos. Pero ni un solo traje es igual.

Se contrató a un asesor militar, el ex-SEAL de la Marina DOUG McQUARRIE, para trabajar con los diez especialistas que encarnan a los principales Scavengers y con el resto de especialistas. El ex-SEAL montó un campo de entrenamiento para los hombres y una mujer (ZOE BELL, que interpreta a Kara). Les enseñó a llevar las armas, arrastrarse, andar y correr durante una confrontación.

Tanto Joseph Kosinski como Doug McQuarrie pensaban que los Scavengers debían moverse de una forma particular que no fuera especialmente militar. "Los ‘basureros’ se mueven más libremente", explica el asesor. "Los especialistas están en muy buena forma física y les inculqué habilidades militares básicas antes de pasar a crear un estilo específico".

Doug McQuarrie ya había trabajado como asesor militar con Tom Cruise en Jack Reacher, y los dos se llevaron bien. Tenían grandes conversaciones acerca del manejo del fusil y trabajaron mucho con las sofisticadas armas diseñadas especialmente para OBLIVION. "Son armas futuristas", recalca el asesor. "No pueden manejarse como las actuales si queremos que sea creíble".

En una de las secuencias rodadas en Raven Rock aparece el trineo alienígena, en el que transportan a Jack cuando está inconsciente. Darren Gilford explica que el problema fue encontrar un vehículo para adaptarlo. "Empezamos estudiando los camiones oruga tipo ‘Snowcat’", dice. "Encontramos uno que nos gustaba en Vermont y lo compramos. Era un vehículo viejo, lo trajimos hasta aquí y lo desmontamos. Nos quedamos con toda la parte del motor y el mecanismo de las orugas, y construimos una plataforma encima. El gurú de los efectos especiales Mike Meinardus se encargó de desmontarlo y construir la plataforma".

Mike Meinardus y su equipo crearon un vehículo parecido a un tanque con dos ametralladoras MK y una bandeja alimentadora con 50 cintas capaces de realizar cien disparos. El vehículo también lleva un lanzagranadas MK19. Las torretas giraban, subían y bajaban mediante un sistema hidráulico. Era una imponente máquina de guerra.


Una precisión sobrehumana: La cámara voladora
OBLIVION es la primera película estrenada en cines rodada con la cámara CineAlta F65 de Sony, con una salida de 4K, capaz de entregar imágenes de una nitidez insuperable mediante la implementación de un chip de 8K. Dado que parte de la película se rodaría en Islandia, Joseph Kosinski escogió la cámara no solo por la espectacularidad de los paisajes, sino por su capacidad de reproducción del color y de los tonos de la piel. "Salió de fábrica unas semanas antes de que empezáramos a rodar", recuerda, riendo.

Esta cámara de alta resolución aportó todo lo que el realizador deseaba. "Una de las razones por las que escogí esta cámara fue su sensor de alta resolución", explica. "La salida es de 4K, o sea cuatro veces más que cualquier otra cámara digital en el mercado. La nitidez y los detalles son increíbles, hasta el punto de captar un destello en la mirada de un actor y mostrar los paisajes con extraordinario detalle. Estaba convencido de que podría captar los detalles de los paisajes islandeses de manera espectacular y de que el resultado en la gran pantalla sería increíble".

Sin embargo, para rodar las secuencias en los exteriores del decorado de Raven Rock y en el lugar donde se estrella el Odyssey en Baton Rouge, se usó sobre todo una cámara única, la Flying-Cam. Pesa aproximadamente 56 kilos y está compuesta por una cabeza giratoria, una cámara HD y un pequeño helicóptero manejado por un equipo de cinco personas mediante control remoto a través de ordenador.

La Flying-Cam da una sensación de libertad y de movimiento que no se consigue con una cámara fija, o con un complicado sistema de cables o de grúas. En esta película sirvió para rodar tomas desde la perspectiva de los drones, por ejemplo. EMMANUEL PRÉVINAIRE, del sistema de Flying-Cam, dice: "El siglo XXI es el de la robótica. El programa de la Flying-Cam permite manejarla con una precisión jamás alcanzada por un ser humano".

Esta cámara ya había sido usada en algunas entregas de Misión imposible, Harry Potter y James Bond, pero se añadió nueva tecnología para el rodaje de OBLIVION. Las innovaciones se usaron por primera vez cuando los drones se desactivan y caen del cielo. Ruedan colina abajo y se detienen delante de las enormes puertas de Raven Rock. La nueva tecnología permitió a Joseph Kosinski duplicar la acción plano a plano con dos pulgadas entre cada uno. Semejante precisión es algo en lo que el equipo de Flying-Cam Europa llevaba trabajando desde hacía bastante tiempo. Hasta entonces no habían conseguido combinar con éxito la tecnología GPS con enlaces a satélites y, claro está, el cine digital.

HAIK GAZARIAN, de Flying-Cam, recuerda: "Los miembros del equipo y los ingenieros de la sede central en Europa son pilotos y operadores de cámara. Todos soñábamos con este momento y pudimos seguirlo en la pantalla. Un concepto tecnológico y cinematográfico único se hizo realidad en uno de los gigantescos decorados de OBLIVION".


Más allá de lo práctico: Los efectos visuales
El supervisor de efectos visuales Eric Barba ya había trabajado con Joseph Kosinski en TRON: Legacy. Su cometido en OBLIVION era plasmar la visión de Joseph Kosinski durante la posproducción y que el espectador crea realmente que la nave burbuja vuela, que la torre está construida sobre una plataforma a mil metros de altura y que los drones pasan a velocidades ultrasónicas mientras cazan a basureros alienígenas. "Los efectos visuales para una película de esta envergadura son de gran importancia", explica el productor Duncan Henderson. "Sin embargo, Joe quería captar lo máximo posible durante el rodaje, y se consiguió un equilibrio entre ambas técnicas. Los efectos visuales no se han incorporado como espectáculo, sino que forman parte de la historia".

"Desde el punto de vista de los efectos visuales, la mayor dificultad fue asegurarnos de que los elementos digitales se integraran a la perfección en la fotografía de la acción real, ya que la mayor parte está rodada así", explica Joseph Kosinski. "No quisimos que los elementos digitales sobresalieran. Cuando los drones vuelan, debemos tener la sensación de que su vuelo se rodó en un decorado con una cámara".

Al principio de la preproducción, el coproductor y productor de efectos visuales Steve Gaub se unió al equipo para trabajar en la previsualización con Joseph Kosinski. "La previsualización nos ayudó a decidir qué debíamos rodar con una cámara y que debía ser digitalizado", dice.

Cada día, el equipo de efectos visuales sacó cientos de fotos durante el rodaje para disponer de la documentación necesaria durante la posproducción que permitiera generar las imágenes por ordenador. Estas fotos les sirvieron para disponer de los máximos datos posibles referentes al espacio y a la luz, detalles de las escenas, etcétera.

Aproximadamente 400 artistas gráficos de Digital Domain y Pixomondo recibían datos del equipo de efectos visuales en el plató de OBLIVION que comprendían desde las texturas hasta la iluminación para crear modelos tridimensionales de todo, desde la nave burbuja a los actores. Las sombras fueron especialmente problemáticas ya que la mayoría de la acción transcurre en exteriores en días muy soleados.


Matices de grises: El vestuario del futuro
Cuando se unió al equipo de OBLIVION, la legendaria diseñadora Marlene Stewart, que se ha ocupado de películas tan diversas como JFK/Caso abierto, Terminator 2: El juicio final, The Doors y Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra!, era consciente de que en este caso debería sumergirse en un mundo futurista. Le gustaba la idea de que Joseph Kosinski se inclinara por una estética ultramoderna. "Joe quería diseños aerodinámicos, sencillos, que comunicaran una impresión tecnológica", dice la diseñadora. "Lo más difícil fue trabajar con una paleta de colores muy reducida, ya que casi todo eran tonos de grises. Mi equipo y yo descubrimos que hay un número infinito de grises, desde el gris verdoso, pasando por el gris marrón, hasta el gris amarillento, pero necesitamos mucha imaginación porque, en realidad, nos limitábamos a dos o tres colores".

El traje "enviro" (ecológico), el vestuario principal de Jack en la película, nunca se diseñó pensando que fuera, en palabras de Marlene Stewart, "el traje de un superhéroe. Intentamos que pareciera familiar y adecuado al medioambiente en el que se mueve". Se necesitaron más de 250 tipos de tela para crear el traje. Diseñaron una protección para el pecho de Jack, así como coderas y rodilleras.

Dado que Tom Cruise realiza todas las secuencias de acción con el traje puesto, la diseñadora se aseguró de que le procuraba una gran libertad de movimientos. Usó cuero, telas transpirables, polieturano y materiales elásticos para crear un traje que recordara un poco al uniforme de los pilotos de motocross. Asimismo, se envejeció cuidadosamente el traje para darle textura. Las botas y los guantes también se fabricaron a partir de cero. En total, el departamento de vestuario hizo 26 trajes "enviro" para Tom Cruise, desde los trajes casi nuevos, hasta los que sufren desperfectos en las escenas de acción.

La diseñadora no solo se encargó de los trajes de Jack, Vika y Julia, sino también de los residentes de Raven Rock, los basureros alienígenas y los supervivientes. Trabajó en colaboración con Ironhead Studios para diseñar el vestuario de los rebeldes y de las únicas personas que han quedado con vida en una tierra destruida por una guerra sin cuartel.

Joseph Kosinski sabía cómo quería que fuera la ropa de los Scavengers. Cada traje estaba compuesto por 25 piezas repartidas en tres o cuatro capas, con un sistema de refrigeración incorporado. La primera capa era de algodón para aislar a los especialistas. Se tardaba treinta minutos en vestir a cada uno de los diez actores.

Para diseñar los trajes de los cien supervivientes, Marlene Stewart reflexionó acerca de los materiales que habría disponibles para hacerse ropa en una época semejante. Decidió que cualquier cosa podía incorporarse al vestuario.


La banda sonora del fin del mundo: La música de M83
Cuando Joe Kosinski escribió el relato Oblivion en 2005, pensó en un tema de la mente creadora de M83, Anthony Gonzalez. Estaba convencido de que M83 era el artista cuya música encajaba con la historia que quería contar.

El músico francés, que ha realizado giras internacionales con grupos como Depeche Mode, The Killers y Kings of Leon, debutó en 2001 y hace poco ha lanzado su sexto álbum, el primer disco doble de su carrera, "Hurry Up, We’re Dreaming". "Su música no solo es innovadora, también es muy emotiva", dice Joseph Kosinski. "Me pareció que encajaría con la película".

Junto con Joseph Trapanese, el orquestador de TRON: Legacy, compuso una música con amplias y majestuosas imágenes sonoras que corresponden a la acción y paisajes de la película. "Es una banda sonora híbrida", explica Joseph Kosinski. "Hay música electrónica y batería, pero también una orquesta y un coro. Conseguir que todos estos elementos se fundieran en una banda sonora cohesionada no fue fácil, pero lo pasamos muy bien. Es un sonido muy original, lo que quería para la película".

"Siempre me ha apetecido componer bandas sonoras", dice M83. "Y siento que he tenido mucha suerte en debutar con una película tan ambiciosa como esta. Joe y yo empezamos a trabajar en el proyecto, a hablar de ideas para la música, y por otro lado me documenté exhaustivamente acerca de películas y bandas sonoras de ciencia-ficción". Ya le habían encargado que compusiera bandas sonoras, pero nunca había aceptado: "Nunca me había enamorado de un guión o de un relato como me pasó con OBLIVION. Me sentí conectado a la historia, a la visión de Joe".

Los productores estaban totalmente de acuerdo, y así lo recalca Dylan Clark: "Joe llevaba tiempo detrás de Anthony Gonzalez. Todos los álbumes de M83 parecían una preparación para OBLIVION. Joe es un buen músico y los dos se entendieron a la perfección".

El rodaje acabó en verano de 2012 en el tranquilo paraje de June Lake, California, donde se construyó el decorado de la cueva donde Jack tiene su segundo hogar y guarda un buen número de recuerdos del pasado de la Tierra, desde los cromos que encontró en la tienda del Empire State, hasta libros de la Biblioteca de Nueva York. El actor y el equipo estuvieron cinco días en el valle, a orillas de un remoto estanque rodeado de lomas verdes. No lejos se encuentran varias casas de verano que remontan a principios del siglo XX. Una de ellas era propiedad del director Frank Capra en los años treinta y sus herederos aún la usan en sus vacaciones.

Accede a más información sobre la banda sonora Oblivion BSO.