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  Tentación en Manhattan  (I don't know how she does it)
  Dirigida por Douglas McGrath
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TENTACIÓN EN MANHATTAN, basada en el éxito de ventas y de crítica en Estados Unidos La vida frenética de Kate, de Allison Pearson, es una comedia para cualquier madre trabajadora (o padre trabajador) cuya vida dependa de una lista de cosas por hacer. Dirigida por el aclamado Douglas McGrath (Emma, de Jane Austen), producida por la oscarizada Donna Gigliotti (Shakespeare in love: Shakespeare enamorado) y adaptada a la pantalla por la candidata a un premio BAFTA Aline Brosh McKenna (El diablo viste de Prada), TENTACIÓN EN MANHATTAN está protagonizada por Sarah Jessica Parker ("Sexo en Nueva York"), Pierce Brosnan (Mamma Mia) y el candidato a un Oscar Greg Kinnear (Pequeña Miss Sunshine), acompañados por Christina Hendricks ("Mad Men"), Kelsey Grammer ("Frasier"), Seth Meyers ("Saturday Night Live"), Olivia Munn ("The Daily Show") y Jane Curtin (Te quiero, tío).

La ópera prima de la periodista galesa Allison Pearson, I Don’t Know How She Does It (publicada en España con el título La vida frenética de Kate), es un relato escrito al estilo de un diario que narra los largos días de trabajo y las noches de insomnio de Kate Reddy, una madre, esposa y gestora de inversiones londinense. Escrita en primera persona con un estilo divertido, mordaz y demoledoramente sincero, la novela de Pearson demolió el estereotipo de "la mujer que lo tiene todo" para tocar la fibra sensible de los lectores. El libro, publicado en Estados Unidos por Alfred A. Knopf en 2002, se mantuvo durante 23 semanas en la lista de éxitos de ventas en tapa dura del New York Times, y ha vendido cerca de cuatro millones de ejemplares en todo el mundo hasta la fecha. Oprah Winfrey lo calificó como "el himno nacional de las madres trabajadoras", y recibió una fantástica acogida por parte del público y la crítica. "Nos encontramos, al fin, ante la comedia social definitiva sobre la maternidad y el mundo laboral", escribió Marjorie Williams, de The Washington Post, y la novelista Claire Dederer declaró en una reseña para Amazon.com: "Kate es un personaje entrañable, queremos que las cosas le vayan bien. Este libro no es una retahíla de agudas observaciones sobre las madres trabajadoras; es una novela rica y realista sobre un personaje con el que nos acabamos encariñando".

Aunque algunos aspectos de la vida cotidiana de Kate Reddy eran inherentemente femeninos, su historia llegó por igual a ambos sexos. De hecho, La vida frenética de Kate cosechó tanto éxito entre los lectores masculinos que hubo que cambiar la portada del libro. "Al principio los hombres eran reacios a leerlo, sobre todo porque tenía una portada de color rosa chillón", explica su autora. "Al final, la editorial sacó una versión en color azul para que los hombres no tuvieran que esconderlo entre los periódicos y revistas cuando iban en el metro".

Los creadores de la película TENTACIÓN EN MANHATTAN pensaron que la historia de Kate Reddy tendría una acogida igual de entusiasta en la gran pantalla que en la versión impresa. La oscarizada productora Donna Gigliotti (Shakespeare in love: Shakespeare enamorado) hace hincapié en la importancia de la novela original como referente. "En todo caso, las cosas se han vuelto más complicadas si cabe para las madres trabajadoras", dice. "Para mí, la novela de Allison se encuentra en la línea de las comedias sociales tradicionales: es la historia de cómo vivimos en la actualidad. Yo quería ver esas situaciones y a esos personajes en la gran pantalla".

Aline Brosh McKenna, guionista nominada a un premio de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y la Televisión (BAFTA) por El diablo viste de Prada, ya era fan de la novela cuando se pusieron en contacto con ella para escribir la adaptación al cine. La ambientación de la historia se cambió de Londres a Boston, pero el marco esencial de la novela se respetó. "La vida frenética de Kate era uno de mis libros favoritos, y cuando me ofrecieron la oportunidad de hacer la adaptación, acepté sin pensármelo dos veces", recuerda McKenna, que es también productora ejecutiva de la película. "Para mí, La vida frenética de Kate es un retrato perfecto de los altibajos de intentar ser madre o padre y a la vez mantener una carrera profesional. Está escrita en un tono ameno y directo. Una de las razones de que haya voz en off en la película es que quería asegurarme de mantener todo lo posible esa forma tan personal y cómica que tiene Allison de reflejar lo que significa que tiren de ti en mil direcciones a la vez".

Allison Pearson, que además es coproductora de la película, considera que la forma en que McKenna ha tratado la historia y cada uno de sus aspectos es perfectamente compatible con la suya. "Cuando conocí su visión personal de mi libro, supe que lo había dejado en buenas manos", afirma. "Tiene un humor muy parecido al mío, y fue interesante ver cómo el material tomaba forma en la imaginación de otra persona".

McKenna mostró el guión definitivo a su amigo Douglas McGrath, un director de cine que escribe los guiones de todas sus películas desde su ópera prima, la aclamada Emma, de Jane Austen (1996). "Me dejó enamorado", declara McGrath. "Nunca he dirigido una película cuyo guión no fuese mío, pero hay algo maravilloso en la novela de Allison y el guión de Aline que te hace conectar directamente con Kate y Richard. Nunca he leído un guión que refleje de una manera tan divertida, entrañable y conmovedora los problemas a los que tienen que enfrentarse los padres que trabajan. Pensé: “Quiero dirigir esa película”".

"El interés de McGrath por dirigir la película fue tan agradable como inesperado", recuerda McKenna. "Yo estaba emocionada con la idea: Doug era la persona ideal para dar vida al libro. Él da una chispa especial a sus películas, y fue perfecto para TENTACIÓN EN MANHATTAN porque supo captar todo aquello a lo que Kate se estaba enfrentando (todo el estrés de tener que sacar adelante tantas cosas a la vez), y al mismo tiempo ofrecer al espectador diversión y personajes ingeniosos con diálogos divertidos: así es el mundo de Doug McGrath: personajes ingeniosos con diálogos divertidos".

TENTACIÓN EN MANHATTAN ha reunido a McGrath con Donna Gigliotti y con Harvey y Bob Weinstein, todos ellos productores ejecutivos de Emma, de Jane Austen, una película de Miramax (la anterior productora de los hermanos Weinstein). También es el primer proyecto de Gigliotti como presidente de producción para The Weinstein Company. Gigliotti recuerda: "Harvey, Bob y yo nos entusiasmamos cuando Doug dijo que quería dirigir TENTACIÓN EN MANHATTAN. Sabíamos por Emma, de Jane Austen que tiene mucha mano para las comedias sobre relaciones entre hombres y mujeres, y también sabíamos que era una delicia trabajar con él".

El equipo recibió con entusiasmo la decisión de Sarah Jessica Parker de interpretar a Kate Reddy. "El público enseguida empatiza con Sarah Jessica en la pantalla, ella hace que la comedia parezca algo fácil, cuando todos sabemos que no lo es", comenta McGrath. Al ser madre, Parker pudo basarse en su experiencia personal para construir su personaje. "Sarah Jessica se esfuerza mucho en su faceta de madre, de actriz, y en todas sus otras actividades. Ella comprendía todo lo que experimentaba Kate en la película, por lo que podía abordar el personaje con respeto y al mismo tiempo interpretar con humor las distintas situaciones en las que se ve envuelto".

Parker se entusiasmó con el retrato que la película hace de Kate y sus circunstancias. "Me encantó el guión. Era divertido y al mismo tiempo muy sincero respecto a la complejidad de querer tenerlo todo", explica la actriz. "Creo que las cosas que Kate desea para sí misma (ser una buena madre, una esposa dedicada, respetuosa y atenta, y una profesional con éxito) no son nada extraño en nuestros días. Kate se encuentra en un momento en el que su carrera le resulta muy estimulante y gratificante. Aunque se siente muy culpable por tener que desatender a su familia para florecer profesionalmente, el trabajo desempeña un papel muy importante en su vida. La película trata temas con los que es fácil identificarse, y lo hace de una manera muy natural".

Al principio de la historia, Kate es la que mantiene económicamente a la familia. Su marido, Richard, interpretado por el actor Greg Kinnear, es un arquitecto que ha dejado su trabajo en Boston para montar su propia empresa, y está luchando por despuntar en un mercado competitivo. Los dos se encuentran en un momento decisivo de sus respectivas carreras: la propuesta de Kate de un nuevo fondo de inversión está siendo examinada en la sede de su firma en Nueva York, mientras que Richard está compitiendo por un importante proyecto de diseño. Cuando ambos ven aprobados sus respectivos proyectos, la oportunidad es demasiado buena para los dos como para dejarla escapar.

Kinnear comenta sobre su personaje: "Richard corre hacia la línea de meta lo más rápido que puede, y al mismo tiempo quiere ser un buen marido y un buen padre, de modo que él también está intentando compaginar todas estas facetas. Creo que hay un acuerdo tácito entre Kate y Richard de que, si su empresa de arquitectura prospera, ella se dedicará a la casa. Pero las cosas no son tan fáciles".

El repentino éxito profesional de Kate lleva aparejada la necesidad de pasar aún más tiempo fuera de casa, para poder hacer una presentación impecable de su propuesta de fondo de inversión. Pero eso tiene sus compensaciones, ya que deberá viajar a la sede de la compañía en Nueva York, la capital del mundo de las finanzas. Además, trabaja codo con codo con un peso pesado de la firma, Jack Abelhammer, interpretado por Pierce Brosnan. Parker apunta: "Nueva York es para Kate un respiro de todas esas listas agobiantes de cosas por hacer que tiene siempre en la cabeza. Allí puede centrarse en su trabajo y cenar en los estupendos restaurantes de una de las ciudades más fascinantes y glamourosas que existen. Y pasar el día junto a Jack tampoco es nada difícil: es un hombre elegante, ingenioso y que valora su talento profesional. Desde luego, el hecho de estar disfrutando de todo eso sólo contribuye a acrecentar su sentimiento de culpa por haber dejado a su familia en casa".

La relación que se desarrolla entre Kate y Jack coge por sorpresa al prominente estratega de las inversiones. Brosnan describe a su personaje como "un adicto al trabajo, viudo y en cierto modo solitario. Jack ha llegado a lo más alto de su profesión en una ciudad que se conoce como la palma de la mano. Ha llegado todo lo lejos que quería, y su filosofía se basa en la simplificación y la coherencia. Y entonces llega a su vida esta maravillosa mujer, a la que encuentra cautivadora".

En su ascendente carrera profesional, Kate cuenta con el apoyo de dos mujeres clave en su vida: su mejor amiga Allison, madre trabajadora como ella (interpretada por Christina Hendricks), y su joven y brillante subalterna Momo (interpretada por Olivia Munn). Allison, una abogada con un cáustico sentido del humor, suele bromear sobre el perfeccionismo de Kate, y es que ella es una mujer más pragmática: "No me imagino a Allison levantándose a las tres de la mañana para preparar un bizcocho para el colegio", ríe Hendricks. "Allison y Kate tienen personalidades diferentes, pero lo importante es que son unas buenas amigas que pueden ser totalmente sinceras la una con la otra, y que se ríen juntas".

Momo, por su parte, no tiene la menor intención de asistir nunca a una venta benéfica de bizcochos, y mucho menos de colaborar en una. Siendo una mujer tremendamente eficiente y centrada en su profesión, no entiende la naturalidad con la que Kate se toma cosas como tener la solapa manchada de desayuno. "Momo no es la típica chica que ha crecido soñando con bebés y maridos y cocinitas", dice Munn, aunque su personaje va aún más allá de esa descripción. Para preparar su papel, la actriz se hizo un corte de pelo liso estilo bob. "A Doug McGrath le gustaba calificar a Momo de chica “aerodinámica”, y a mí me pareció que le pegaría un look de pelo corto y fácil de mantener. Es el tipo de chica que no quiere que nada la frene".

McGrath asiente, y añade riendo: "Momo representa un punto de vista determinado, que es: “No quiero hijos; no tengo más que ver a los tuyos. Por Dios, no quiero acabar así”".

Las decisiones de Kate respecto al trabajo y la maternidad también son desconcertantes para sus suegros, pero por distintas razones. Marla y Lew Reddy, interpretados por Jane Curtin y Mark Blum respectivamente, representan un modelo de padres de otra generación. Aunque tiene una buena relación con su hijo y su nuera, Marla no duda en cuestionar las decisiones de Kate. Curtin dice: "Cuando Marla y Lew estaban criando a sus hijos, era algo incuestionable que las mujeres tenían que quedarse en casa para cuidarlos y que era el marido el que salía a ganarse el pan. Ellos tienen su propia idea de cómo hay que hacer las cosas, aunque no juzgan a Kate y a Richard abiertamente. Digamos que los juzgan “discretamente”".

TENTACIÓN EN MANHATTAN, que alterna escenas de la vida personal y profesional de Kate, ofrece una visión directa a la vez que cómica del mundo de las finanzas. Aunque las mujeres han hecho grandes incursiones en este terreno, Kate sabe que su situación como madre la hace vulnerable a todo tipo de dudas sobre su capacidad de compromiso; como ejemplo, no tiene más que fijarse en su siempre sonriente compañero Chris Bunce, al que interpreta Seth Meyers. Bunce nunca desaprovecha la oportunidad de mencionar las limitaciones familiares de Kate, sobre todo cuando el jefe está delante. Socavar la imagen de Kate es algo que Bunce hace tanto por placer como para prosperar en la empresa, igual que llevar a sus clientes a clubes de strip-tease. Sobre su personaje, Meyers dice: "Creo que en todas las empresas hay gente como Bunce. Puede que sea un poco más ambicioso que los demás. Y quizá no sea tan bueno como se cree. Y, seguramente, sea propenso a tener celos profesionales", añade.

Sin embargo, su superior, Clark Cooper, no es totalmente ajeno a las maquinaciones de Bunce. Kelsey Grammer, que completa el reparto principal con el papel de Clark, considera que su personaje es un jefe atento, aunque exigente. "Clark es un hombre que impone, sin duda, porque es muy bueno en su trabajo y tiene una excelente reputación. Él cree que hay que mostrarse formal con las mujeres, y es evidente que no le gusta hablar de temas personales con sus empleadas", afirma Grammer. "Pero es un buen jefe y un hombre justo".

Douglas McGrath elogia a la novelista Pearson y a la guionista McKenna por su sutil caracterización de los personajes que no necesariamente entienden la perspectiva y las circunstancias personales de Kate. "Allison y Aline han evitado los estereotipos fáciles de la suegra mezquina, el jefe cascarrabias y el imbécil de la oficina", dice. "Bunce no deja de ser un imbécil, pero lo disimula de la misma manera que haría alguien que trabaja contigo".

Sarah Jessica Parker esperaba disfrutar trabajando con los miembros adultos de un reparto compuesto por actores veteranos y estrellas emergentes, y así fue. Pero la mayor sorpresa fue la profesionalidad y la desenvoltura de la que hicieron gala los actores más jóvenes: Emma Rayne Lyle, que interpreta a Emily, y los gemelos Theodore y Julius Goldberg, que se alternaban en el papel de Ben. "Los niños son una parte muy importante de la historia, y se han implicado por completo en la película", comenta la protagonista. "Naturalmente, cuando trabajas con niños te preocupa que se cansen, se aburran o se distraigan. Pero nada de eso sucedió. Emma Rayne es un encanto, es lista y tiene mucho talento. Y los gemelos, Theodore y Julius, eran un amor. Trabajar con ellos fue una gran fuente de disfrute y alegría para todo el equipo".

El rodaje principal de TENTACIÓN EN MANHATTAN empezó el 17 de enero de 2011 en Nueva York y acabó según el calendario previsto, ocho semanas después. Aunque gran parte de la película está ambientada en Boston, la mayoría del rodaje se realizó en Nueva York. El veterano diseñador de producción Santo Loquasto se encargó de encontrar localizaciones en Nueva York que representaran Boston de manera convincente y ofrecieran un fuerte contraste visual con las secuencias ambientadas en Manhattan. McGrath dice: "Santo Loquasto es uno de los mejores diseñadores de producción del cine y el teatro. Yo diría que se conoce Nueva York mejor que la policía. Tiene mucho ojo, y encontró las mejores localizaciones posibles". Las calles residenciales arboladas de Brooklyn Heights han servido para representar el barrio de Back Bay de Boston, donde vive la familia Reddy, mientras que un majestuoso complejo de oficinas de principios del siglo XX con vistas a Madison Square se convirtió en el lugar de trabajo de Kate en Boston.

La diseñadora del vestuario, Renee Ehrlich Kalfus, se encontró con el reto de coger a una actriz que para muchos es una figura emblemática de Nueva York y transformarla en un personaje muy diferente. Kate Reddy está muy lejos de Carrie Bradshaw, y Sarah Jessica Parker acogió el cambio con entusiasmo. "Sarah Jessica sabe que un vestuario adecuado es clave para caracterizar a un personaje", declara Kalfus. "Kate es una madre que no le da muchas vueltas al vestir. La ropa no es su prioridad, de modo que coge lo que tiene en el armario y se apaña con eso. Al mismo tiempo, tiende a utilizar prendas femeninas que casen bien con un entorno empresarial".

Para Parker y Brosnan, el momento culminante del rodaje fue la secuencia de la bolera de Cleveland. Una mañana, después de una gran ventisca, los equipos artístico y técnico abandonaron Manhattan y atravesaron Queens para recalar en una bolera de la década de 1960, donde los actores pasaron gran parte del día alternando plenos, semiplenos y bolas al canal. "Fue uno de los días de rodaje más divertidos", recuerda Douglas McGrath. "Pierce venía diciendo: “No sé nada de bolos, no sé nada de bolos, esto va a ser un desastre”, igual que Jack en el guión. No sé dar nombres de campeones de bolos, pero digamos que Pierce resultó ser el Fred Astaire de los bolos. Y Sarah Jessica lanza la bola y tumba todos los bolos como si nada. Nos lo pasamos en grande".

Los últimos diez días de rodaje se desarrollaron en los estudios Cine Magic Riverfront Studios de Brooklyn, donde Santo Loquasto, el diseñador de producción, construyó toda la planta baja de la casa de Kate y Richard en Boston. No faltó ningún detalle a la hora de recrear minuciosamente una venerable vivienda bostoniana ocupada en la actualidad por una familia estadounidense del siglo XXI, trastos diversos incluidos. "Hay una escena en la que Kate y Richard están en casa y es la hora de cenar", recuerda McGrath. "Los niños se han ido a la cama, momento en que surge un sentimiento que muchos padres reconocerán: “Uf, ya se han ido a dormir”. En la primera mitad de la escena, Sarah Jessica se dedica a despejar la mesa del comedor, que se ha convertido en un campo de batalla, como ocurre en muchas casas con niños. Recoge las cosas de los niños, las revistas, las facturas y todo lo demás, lo deja encima de las sillas y coloca las sillas debajo de la mesa. Mientras tanto, Greg saca un par de cosas del microondas y las sirve en la mesa para cenar. Creo que mucha gente se identificará con esta rutina".

Sarah Jessica Parker manifiesta su esperanza de que, al igual que el libro en el que se basa, TENTACIÓN EN MANHATTAN entretendrá y cautivará a los espectadores de ambos sexos. "Creo que es una película que pueden ver juntos los maridos con sus mujeres, los novios con sus novias, los chicos con sus amigos y las chicas con sus amigas", comenta. "Doug se ha propuesto hacer una comedia sincera sobre el trabajo, el amor y la paternidad, y lo ha conseguido".