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  Movie 43  Dirigida por Peter Farrelly, Brett Ratner, Elizabeth Banks, Steven Brill, Steve Carr, Rusty Cundieff, James Duffy
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Irreverente, gamberra y políticamente incorrecta comedia que cuenta con un reparto estelar que incluye a Hugh Jackman, Kate Winslet, Naomi Watts, Emma Stone, Uma Thurman, Richard Gere y Halle Berry entre muchos otros.

"MOVIE 43" está producida por Peter Farrelly (Algo pasa con Mary, Dos tontos muy tontos) quien también dirige una de las historias de la película.

El reparto de estrellas incluye a: Kate Winslet (ganadora del Óscar por El lector), Hugh Jackman (X-Men), Naomi Watts (Lo imposible), Uma Thurman (Pulp Fiction), Emma Stone (The Amazing Spiderman), Richard Gere (Pretty Woman), Halle Berry (ganadora del Óscar por Monster's Ball), Kristen Bell ('Veronica Mars'), Gerard Butler (300), Anna Faris (Scary Movie), Chloe Moretz (Hugo), Sean William Scott (American Pie), Josh Duhammel (Transformers), Liev Schreiber (Salt), Johnny Knoxville ('Jackass') y Elizabeth Banks (Los juegos del hambre) entre otros.


Una conversación entre los productores Charles B. Wessler y Peter Farrelly

Charlie Wessler: Así que quieren saber cómo ha llegado a ser una realidad este film chiflado. Había aquella película titulada Made in USA (Kentucky Fried Movie, 1977). Era una antología cómica, un puñado de sketches sueltos con el material más escandaloso que jamás se hubiera visto.

Peter Farrelly: Esa película cambió totalmente mi idea acerca del cine. Contenía material que hizo que exclamara: "ni idea de que se pudiera hacer eso."

Charlie Wessler: ¡Y tanto! A mi me pasó lo mismo. Había aquella escena con "chicas de colegio católico" metidas en la ducha con los pechos contra un cristal. Ahora que lo pienso, era infantil, pero entonces me pareció revolucionario y divertido, y hasta sexy, todo a un tiempo. Igual que Pete, me pregunté: "¿se podría hacer eso?" Incluso fui más allá: "necesito hacer eso."

Peter Farrelly: Tampoco es que se hubieran hecho largos compuestos de cortos como en aquella cinta.

Charlie Wessler: Es cierto. Nos habíamos criado con los shows de variedades por televisión, en los que las cosas se fragmentaban de un modo u otro. Pero en el cine jamás se veía algo así.

Así que ahí estaba yo unos años más tarde pensando "voy a hacer algo parecido." Aunque no exactamente del modo en que John Landis y los Zucker lo habían afrontado en Made in USA. Allá había un único director, un único paquete de actores, y un único grupo de guionistas, y todos contribuyeron en cada uno de los sketches. Esto iba a ser diferente, con distintos guionistas, directores y actores en cada corto. En fin, el nuestro, en un primer momento, iba a tener tres equipos de rodaje: los hermanos Farrelly, los Zucker [Aterriza como puedas (Airplane, 1980)], y Matt Stone y Trey Parker [South Park (South Park, 1997-2012)], cada uno de los cuales responsable de un tercio del film. Todos estuvieron de acuerdo, y preparamos el proyecto en un estudio —de ello hace ya doce años—, pero finalmente declinaron hacer el film porque sobre todo les pareció que no podrían dirigirlo al sector adolescente si iba a ser calificado con una R (menores de 17 años acompañados de un adulto).

Durante años, llevé el proyecto de aquí para allá, tratando de persuadir a la gente, pero todos me decían: "No, esto no funcionará." Y entonces se lo llevé a un buen amigo, un productor llamado John Penotti, que ha producido veinte películas independientes muy exitosas, cada una con un presupuesto medio entre dos y tres millones de dólares. Nuestro presupuesto apuntaba a los cinco millones, de tal modo que estaba seguro que sabría cómo hacer una película como ésta.

Peter Farrelly: Se convirtió en un auténtico socio nuestro, tanto financiera como creativamente. Oh, por cierto, ¿cómo es que te conozco, Charlie? Llevas produciendo la mayoría de nuestras películas desde Dos tontos muy tontos.

Charlie Wessler: Pues ahora que caigo, tampoco estoy muy seguro de ¡cómo conocí a John! (risas) No importa, hablé con Penotti sobre el proyecto, y decidió financiar algunos guiones. Una vez tuviera guiones, ya no tendría que adornar la cosa, pues habría algo que mostrar a la gente. Nos llevó diez meses, pero para entonces ya teníamos veinte guiones de seis a diez páginas cada uno, lo que facilitaría mucho la comprensión de la gente.

Así que me puse a llamar agentes y amigos, hice correr la noticia de que buscábamos guiones. Decía a la gente que quería algo que fuera demente, estrafalario, divertido.

Peter Farrelly: También ibas diciendo que no tenía por qué ser divertido necesariamente, nos conformábamos con que fuera un material insólito, escandaloso. No queríamos que se limitara a un único tipo de chiste.

Charlie Wessler: Cierto. Como ése que acabó dirigiendo Griffin Dunne, "Veronica/CVS." Se trata de ese momento concreto entre esas dos personas. Los hay que ríen, y los hay que se identifican con su drama.

Bueno, pues hice correr la voz y, pasado aproximadamente un año, logré TONELADAS de guiones, millares de envíos, no bromeo. Llegaron en forma de tratamiento, propiamente guiones y propuestas telefónicas.

Peter Farrelly: Y se trata de gente a la que ni siquiera conocías antes, ¿no es así? Se limitaban a enviar material por medio de agencias.

Charlie Wessler: Es verdad. Diría que no había oído hablar en mi vida de un noventa y cinco por ciento de ellos. Incluso tuvimos a actores que llamaban por teléfono para ofrecer ideas; me llamaba todo tipo de gente, incluso famosos de la televisión y el cine. Tristemente, mucho se quedó fuera de la película, pero algunas propuestas eran muy divertidas. Rainn Wilson escribió una muy buena pero, a fin de cuentas, acabamos sin dinero suficiente para financiar cada guión que nos encantaba.

Peter Farrelly: Entonces aparecieron Rocky y Jeremy.

Charlie Wessler: Oh, si, Rocky Russo y Jeremy Sosenko, que se convirtieron en algo así como nuestros guionistas fundamentales. Estaba hablando con aquellos dos managers que acababan de incorporar a aquellos dos tipos de Second City Chicago. Éstos me habían llamado para saber qué estaba buscando. Luego supe que lo habían hecho a la vera de una carretera por la que circulaban conduciendo cada uno su auto desde Chicago a Los Ángeles. Habían decidido que era el momento de trasladarse a Los Ángeles y hacerse guionistas profesionales. No habían estado nunca en aquella ciudad. Eso dio inicio a nuestra relación. Debieron de haber entregado veinte guiones distintos. Y lo bueno es que podía llamarles y decir: "fulano de tal quiera hacer un sketch, pero no le gustan los guiones que tenemos para él." Y en dos horas me ofrecían nuevo material hilarante.

Peter Farrelly: El siguiente paso consistía en lograr que se incorporaran algunos grandes actores. Queríamos a gente que uno no se espera encontrar en una comedia escandalosa como ésta. Y lo curioso es que se mostraron muy dispuestos a participar dado que era algo corto, tan sólo un par de días que les sacaba de su programa, en los que no harían el mismo tipo de trabajo que siempre acometen. Podían salir de sí mismos y provocar la risa de la gente.

Charlie Wessler: Comencé por enviar guiones a agentes y a llamarles para decirles: "aquí hay quince guiones. Usted decide qué enviar a sus clientes." Todo el mundo de esas agencias se mostró algo reticente a ir a sus clientes con este material insensato. Así que primero tuvimos que hacernos con un par de amigos que se apuntaran.

Hugh Jackman fue el primero en incorporarse. Le conocí en la boda de un amigo. Y necesitábamos a una actriz, por lo que telefoneé la agente de Kate Winslet, Hylda Queally, que es alguien maravillosa y se muestra abierta a dos cretinos que le llaman. Muchos agentes estaban aterrorizados con este proyecto, pero gente como Hylda lo aceptó sin reservas y le pareció divertido. Sabían que era truculento, pero también eso podía resultar realmente divertido. Se lo pasó a Kate, y un par de semanas más tarde, ésta dijo que lo haría.

Una vez que tuvimos a ambos a bordo, y que Pete hubiera rodado el corto con los dos, "The Catch (El buen partido)," ya tuvimos algo que mostrar a la gente, y entonces casi que se mataban por lograr actuar en uno de los sketches. Fue increíble. Invitamos a los tipos que llevan Relativity Media, Ryan Kavanaugh y Tucker Tooley a nuestra sala de montaje para que lo vieran, y entendieron plenamente qué es lo que queríamos hacer. Ryan se limitó a decir: "hagamos esta película."

Peter Farrelly: Con muchos de los actores tuvimos problemas de calendario. Charlie les llamaba, y ellos le decían: "Si, me encantaría hacerlo, pero estoy en pleno rodaje de una película. Podría afrontarlo dentro de nueve meses, el próximo septiembre." Y él les respondía: "Perfecto, nos vemos en septiembre." Ése es el motivo por el que esta película tardó cuatro años en hacerse. No es que estuviera en las estanterías de algún lugar. Teníamos a quienes teníamos cuando les teníamos, así es cómo funciona.

Charlie Wessler: Lo mismo pasaba con los directores. John Penotti, Pete y yo mismo hicimos listas. Teníamos una lista con cientos de actores que queríamos, y otra con cincuenta directores. Era una locura.

Tanteamos a nuestros directores preferidos, pero pasaba lo mismo que con los actores, algunos de ellos sencillamente no estaban disponibles. No es como con un actor, que puede escaparse uno o dos días para hacer el trabajo. Un director tiene que dirigir, montar, y atender las mezclas. Pero finalmente, tuvimos algunos profesionales muy buenos.

Peter Farrelly: Y es curioso, uno creía que sería más difícil hacer reír al público si sólo se dispone de siete minutos en lugar de la hora y media de una comedia al uso. De hecho, en cierto modo, siete minutos resultan incluso más fáciles, porque no se pierde chispa. Hay que filmarlo y salir corriendo, pues no se dispone de mucho tiempo con esos actores.

Aunque todo comienza con el guión. Si se dispone de un guión gracioso, y te lo tomas en serio y le eres fiel, y hallas ingredientes ocurrentes el mismo día en que estás rodando, lograrás un material bien divertido. Todos estos tipos tuvieron en cuenta eso y lograron unos cortos escandalosos.

Charlie Wessler: Diles de dónde sale el título de Movie 43, pues durante mucho tiempo simplemente se titulaba "La comedia sin título de Farrelly y Wessler." Y entonces, cierto día, Pete me llama y me dice: "¡Tengo un título! ¡Tengo un título!" Y yo le inquiero: "¿Cuál es?" Y me responde: "Movie 43."

Peter Farrelly: Ah, si. Pues estaba llevando en coche a casa a mi hijo y sus amigos, todos sobre los diez años, y me pongo a escuchar lo que hablan. Y empiezan a decir: "¿viste esto por Internet? ¿Tíos, habéis visto por casualidad ‘Movie 43’?" Reacciono: "¿’Movie 43’? ¿Qué es ‘Movie 43’?" Y me contestan: "Oh, es esa película tan chula, está en la red. Debe ser la leche, ¡una chaladura!" Bueno, lo cierto es que nunca la han visto y, de hecho, resultó ser un bulo. Pero el título se quedó clavado en mi cabeza.

Charlie Wessler: Estuvimos hablando sobre ello durante meses. Y entonces, a Rocky y Jeremy se les ocurre la idea de unos chavales sentados en una habitación, y uno de ellos dice: "¡Eh! Deberíamos ver ‘Movie 43.’" Así es cómo pasó.

Y ahora. . . deberías ver MOVIE 43.


Un apunte del productor John Penotti
Soy uno de los productores de MOVIE 43. Dirijo GreeneStreet Films, una productora sita en Nueva York. Producimos, desarrollamos y financiamos una amplia variedad de películas adscritas a todo tipo de géneros, pero nada que se haya parecido jamás a esto.

Uno de los socios en la producción de MOVIE 43 es mi buen amigo Charlie Wessler. Hace unos cinco años, me llevó hasta su granja de Rhinebeck, Nueva York, para pasar un suntuoso fin de semana. Fue allá donde conocí a mi otro socio de producción, Pete Farrelly. Trataron de seducirme con la idea de desarrollar una serie de cortometrajes, que de algún modo podían dar forma a un largometraje. Me pareció una idea insólita e interesante, por lo que fuimos a por ello.

Invertimos unos dos años pidiendo guiones a todo el mundo, literalmente, y acabamos encargando y comprando unos ciento veinticinco de ellos. Tan sólo pedimos a los guionistas que se ajustaran a una duración entre tres y ocho minutos, y todo fue como la seda siempre que se tratara de un material atrevido y estrafalario; es una comedia calificada con la R. Aparte de eso, no nos importaba con qué nos salieran.

El modo en que procurábamos reclutar a la gente, desde los guionistas a los directores, pasando por los actores, resultaba un proceso extraño. Se hacía duro lograr que sindicatos y agentes entendieran que no se trataba tan sólo de pequeños cortos para Internet, sino que era auténtico material para un largo, y que estábamos contratando a actores de primera para el reparto. La gente nos miraba de manera extraña, porque en verdad que no podíamos describir qué iba a ser la película debido a que no teníamos ni idea, honestamente. En cada conversación teníamos que volver a vender la idea desde cero. Aunque confiamos mucho en la trayectoria profesional de Charlie y Pete; eso ayudó lo suyo.

Por lo que se refiere a la financiación, para ser exactos disponíamos de luz verde por parte de un estudio, pero de súbito, pocos días antes de rodar "Un buen partido," el holding del estudio echó un vistazo al proyecto y, sin apenas precedente, dijo: "rotundamente no. Esto va a resultar excesivamente escandaloso," y ¡cortó por lo sano! Así las cosas, decidimos tirarnos a la piscina y financiarlo nosotros mismos.

Rodamos algunos cortos y, llegados a ese punto, Relativity se mostró interesada, con gran elegancia, visión de futuro, y entusiasmo. Habíamos encontrado nuestra casa.

En lo que concierne a la forja del reparto, jamás ocultamos el hecho de que disponíamos únicamente de un presupuesto limitado. Sin embargo, curiosamente, la mayoría de los agentes, y por supuesto de los actores, a los que nos dirigimos directamente en la mayoría de las ocasiones, se limitaron a decirnos: "No os preocupéis, esto no va de eso. Se trata de un material que no puedo hacer nunca."

El rodaje tuvo lugar durante algo más de dos años. Los actores solían apañárselas para robarse tiempo para nosotros, pero tenía que encajar en medio de otros proyectos a los que ya se habían comprometido. Nos decían, "Mirad, de verdad que quiero hacerlo, pero primero he de rodar esta película. ¿Podríais esperarme?" Y esperábamos.

Alternativamente, disponíamos de gente como Richard Gere, que nos dijo: "mirad, es lunes, puedo hacerlo el viernes y el sábado; si os va bien, organizadlo todo." Fue un proceso de locos: corríamos, acelerábamos, arrancábamos la producción para luego cerrarla por un largo periodo. Producíamos como si fuéramos una productora de anuncios comerciales, como una unidad móvil tipo MASH: concentrábamos y organizábamos con carácter inmediato equipos técnicos de lo mejor para rodar allá donde nuestro reparto estuviera listo para nosotros.

En nuestros esfuerzos para hacernos con esos extraordinarios directores, a menudo nos dábamos cuenta de que si nos limitábamos a abrirnos paso por medio de sus agentes podía ser un proceso algo engorroso. Los auténticos héroes eran sus ayudantes. El truco consistía en lograr despertar el interés de los ayudantes, que habitualmente eran jóvenes y estaban a la última, y pillaban la idea. Decíamos: "¡Eh! Cuando llame ese gran director, no estamos vendiendo un largo, tan sólo háblale de esta locura." Nos sorprendió que eso funcionara más de lo que pudiera imaginarse.

Fue complicado lograr el material que une los sketches: los tres chavales inmersos en la búsqueda de esa desquiciada película por Internet. Resultaba difícil dar con algo que atase esas piezas dispares, y creo que lo solucionamos de manera increíble. Al principio del proceso, durante el primer año de rodaje, teníamos una idea vaga, pero finalmente lo rodamos como penúltima pieza porque los segmentos de la misma tenían que coincidir con los cortos que les precedían y continuaban.

Por cierto, el gag de "la diana para dardos" del principio del film se concibió, escribió y rodó en tres horas por Rocky Russo y Jeremy Sosenko, junto al director Steve Brill ¡el mismo día del rodaje! A las once de aquella mañana ¡ya estaba todo hecho! Y es una manera increíblemente divertida de meternos en la película.

Toda esta idea surgió de la retorcida mente de Charlie Wessler. De hecho, en varios momentos del proceso del film, pensamos titularlo "Surgido de la mente de Charlie" o "Los cortos de Charlie," y cosas por el estilo. Solía narrarme esas historias con la cara larga, antes de que encargáramos los guiones, y yo aullaba y decía: "Charlie, no hay manera. No hay la menor posibilidad de que hagamos esto." Pero, como podéis comprobar. . . lo hicimos.
Davis: "De chiquillo, solía ser objeto de burla todo el rato."

"Beth: "¿Se debía a tus (puntos en el cuello de ella)?"

Davis: Mi tartamudez. Solía afectarme una maldita tartamudez. De hecho, probablemente me llevó nueve años de charla terapéutica el deshacerme de ella."



El buen partido
Dirigido por: Peter Farrelly
Reparto: Hugh Jackman, Kate Winslet

Según el director Peter Farrelly:
"El buen partido" versa sobre una mujer, encarnada por Kate Winslet, quien acude a una cita a ciegas con un tipo (Hugh Jackman) que resulta ser, según toda referencia, perfecto. Tiene talento, buena presencia, éxito, y es soltero. Suena a demasiado bueno para ser verdad, y resulta que, efectivamente, es demasiado bueno para ser cierto. Tiene un defecto que ella jamás hubiera imaginado. Le cuelgan de la nuez un par de testículos.

Me encanta este tipo de comedia en la que alguien ve algo que nadie más en la misma sala parece percibir; es como el viejo "elefante en la sala de estar" del que nadie quiere hablar. En cierto momento, de hecho, pensamos que él tenía eso colgando y todo el mundo lo ve, todos los del restaurante le miran de reojo, como diciéndose: "pero ¿qué demonios está pasando?" Pero entonces nos dimos cuenta de que no era divertido si todo el mundo tiene la misma sensación que ella, pues reduce la incomodidad que ella siente. Así que nos dijimos: "Bien, y ¿qué tal si nadie lo reconoce en absoluto? ¿Qué tal si ella es la única que ve eso?" o esas cosas, más bien. Aquello era gracioso.

El guión nos llegó de un guionista con quien Charlie Wessler se encontró en Londres, en la Soho House, cuendo estaba reuniendo guiones. Originalmente se titulaba "Mr. Bollocks (El señor pelotas)," que es como los británicos se refieren a las… bueno, ya sabéis a qué se refiere. Escribió auténtico material divertido, pero resultaba demasiado inglés. Así que se lo pasamos a Rocky Russo y Jeremy Sosenko, que se convirtieron en algo así como nuestros guionistas de base para la película, y fueron capaces de americanizarlo.

Lo cierto es que Hugh Jackman fue el primero en incorporarse para hacer algo en MOVIE 43. Charlie Wessler le conoció en la boda de un amigo. También conoció a la agente de Kate Winslet, Hylda Queally, quien mostró el guión a la actriz, y entonces Kate estuvo de acuerdo en hacerlo.

Ahora la cuestión estaba en la disponibilidad. Kate estaba trabajando en una película, y Hugh de hecho estaba representando una pieza en los proscenios de Broadway junto a Daniel Craig. Así que cuando finalmente lo rodamos, lo hicimos en Nueva York. Filmamos todo en un hotel, y allí estábamos Charlie y yo. Rodamos allí el apartamento de Kate, y el grueso del corto en el restaurante del establecimiento; no dejamos el hotel en ningún momento. Teníamos que rodar con Hugh de las seis de la mañana a las seis de la tarde, momento en que sin demora posible debía saltar al coche e ir al teatro para afrontar aquella pieza de dos actores verdaderamente complicada y dramática.

Los dos estuvieron sencillamente espléndidos; hicieron todo cuanto les pedimos. Recuerdo haberme impresionado mucho por lo subido de tono de Kate Winslet. Su sentido del humor es hilarante y chocante. ¡Cuesta creer las cosas que salían de su boca! En absoluto lo que uno se espera de Kate Winslet, eso seguro.

Tony Gardner, nuestro especialista en efectos de maquillaje, hizo un gran trabajo con el dispositivo de Hugo. Y cuando Kate y Hugh vieron los testículos, no podían creer sus ojos. Pensaban que iba a ser algo de aspecto ridículo. Pero eran demencialmente buenos. Desde cada ángulo. Me encanta cuando se encojen en el momento en que baja la temperatura. Podías situarte bien cerca, retroceder quince centímetros, y no percibir defecto alguno. Hugh entraba en la habitación, y le veías esas cosas, y la reacción de uno era como "Oh, Vamos! ¡Os estáis quedando conmigo!" Pero eran tan impresionantes que inmediatamente Hugh y Kate supieron que aquello podía resultar realmente divertido, y les dio ánimo y viveza.

Y sus reacciones a los testículos son auténticas. Lo interpretaron con toda honestidad. Hugh se mostró extremadamente auténtico, con esa actitud cálida, de tipo genuino con esas cosas colgándole del cuello. Y las reacciones de Kate… procuraba no ser graciosa. Actuaba exactamente como lo haría si estuviera ocurriendo realmente. Y ahí está el mérito.

Vecino: "Oh si, el instituto es mucho más que clases y deberes."
Robert: "Completamente de acuerdo, también está la alienación, la soledad..."
Samantha: "Debería ser la época más desgraciada de la vida de un chico. Ése es el motivo por el que procuramos asegurarnos que Kevin no se pierda ni una de esas esenciales experiencias emocionalmente aterradoras que tendría en una escuela normal."


Educado en casa
Dirigido por: Will Graham
Reparto: Liev Schrieber, Naomi Watts, Jeremy Allen White

Remembranza del director Will Graham:
Charlie Wessler apareció de la nada, igual que un genio de comedia que sale de una lata a la que probablemente diera un puntapié de camino al trabajo, en The Onion. Estaba comenzando la cadena Onion News, el vídeo de la web y ahora rama televisiva del venerable periódico satírico. Corría el año 2008. ¿Sabíais que a veces las películas tardan mucho en acabarse?

No importa, cierto día, en nuestro segundo año en la ONN, en plena cobertura de cómo las máquinas de votar estaban eligiendo a una de las suyas en las elecciones de 2008, y otras importantes noticias falsas del día, Charlie, como caído del cielo, me envió un mensaje. Como muchos de sus mensajes, creo que éste no llegaba a las diez palabras. Debió ser algo parecido a "Me llamo Charlie Wessler. ¿Contestas al teléfono?"

Lo hice, y ello me llevó a una de las experiencias más divertidas de mi vida. Charlie había visto una pieza que hicimos para la ONN, cuyo encabezado era "Haber usado la palabra ‘negrata’ puede poner fin a la carrera de las estrellas del porno," y tenía una extraña oferta: él y Peter Farelly (a quien adoro desde los diez años) estaban haciendo una película consistente en lo que Charlie describía como "simplemente la chorrada más divertida que somos capaces de imaginar." Aún estaba con él en el teléfono que ya aceptaba, por supuesto, con todo y que todavía estaba consultando Google enfebrecidamente para asegurarme que aquel 'Charlie Wessler' exístía realmente y que no era mi papi imitando la voz de un 'tipo tranquilo.'

Contacté con Jack Kukoda, un guionista con auténtico talento de nuestro grupo en The Onion. Jack debió escribir sobre noventa y seis mil ideas para diferentes cortos, que entre los dos redujimos a una lista de unos treinta y seis mil, y las enviamos a Charlie. Éste se quedó con una sobre un par de padres bienintencionados que educaban a su hijo en casa, e intentaban llevarlo a cabo del modo más auténtico posible, con miras a que tuviera todas las experiencias por las que pasan los chicos normales, como sufrir palizas, ser excluido de las fiestas más chic, y cosas así.

Trabajar en The Onion te insensibiliza totalmente ante las bromas ofensivas u oscuras, debido a lo mucho que se abordan. Cuando trabajo en algo más, siempre tengo que recordar "¿cómo reaccionaría una persona normal ante esto?" Con la excepción de cuando escribíamos este guión. Se nos ocurrían ideas que nos hacían reír, como cuando el chico experimenta un horrible primer beso al que su madre le obliga, y nos decíamos: "está claro que no va a haber manera de que nos dejen hacer esto." Pero eran éstos los chistes que a Peter y Charlie les encantaban (no cesaban de decir "id más lejos"), y fue entonces cuando me percaté de que había encontrado auténticos espíritus gemelos.

También sumaba lo divertido de llevar a cabo esta idea como cortometraje. Si se hubiera tratado de un largometraje, habría sido un drama increíblemente deprimente acerca de unos padres dedicados a torturar a su vástago. Pero como corto, nos limitamos a hacer una breve visita para ver cuan horrible es la vida de este chico, reírnos (esperemos), y luego seguir nuestro camino hacia la siguiente tragedia.

Me encanta la comedia desquiciada o imbécil pero que transmite realismo. Eso es lo que traté de hacer al dirigir el corto: abordar algo que hubiera podido quedar como un sketch burlón y en cambio tratarlo como el mundo pragmático y real. Lo que más me preocupaba era lograr expresar la idea de que esos padres no son diabólicos; están intentando hacer lo que creen es lo mejor para su hijo, y acaban por arruinarle completamente, como todos los padres hacen (excepto los míos, no sea que lean esto).

Hablo de Naomi y Liev. Cuando Charlie los propuso como una posibilidad, de inmediato pensé: "serían perfectos." Poseen tanto más credibilidad cuanto más se tiene presente su increíble trabajo dramático, por lo que sabía que aportarían una gravedad idónea a la comedia. Pero pensaba: "no hay la menor posibilidad de que se presten a hacer esto." Sin embargo, Charlie y Peter practicaron su estrafalario vudú mágico y, unos pocos días, o meses, o años después, Charlie me dijo que Naomi lo había leído y que le gustaba el guión, y que me llamaría en un par de días a hora imprecisa.

Así que allá estaba yo el viernes por la tarde en Times Square mostrando a mis primos de Wisconsin que también en Nueva York tenemos la cadena de librerías ‘Barnes and Nobles,’ cuando sonó el teléfono, y era Naomi. Me dije a mismo: "¡Caray!" Bueno, hablé con Naomi sobre el guión y procuré convencerla de que era alguien con quien le gustaría trabajar al tiempo que empujaba a mis primos a través de un gentío compuesto de chinos gritones y turistas italianos en las seis manzanas más atestadas y ruidosas del mundo. En un par de ocasiones, Naomi, con suma educación me dijo: "apenas puedo oírte," probablemente porque estaba siendo atropellado por un autobús. Puede que no dijera una sola frase entera en toda la conversación, pero no lo se de cierto porque se me ha diluido por entero, aunque sí me acuerdo de que una dama intentaba lanzar un bizcocho seco a algunas palomas que en su lugar fue a dar en mi cuello. De algún modo, Naomi se avino a participar, aunque arrastró también a su marido.

La otra cosa que quería asegurar era que se percibiera por entero el suplicio del muchacho, que se comprendiera bien que sus padres no se limitaban a gastarle absurdas bromas, estaban desintegrando su alma en forma de millones de partículas de niebla atómica. En cuanto a Jeremy Allen White, fui muy afortunado de poder trabajar con él justo antes de que se trasladara a Los Ángeles para incorporarse al reparto de la serie Shameless (2011-2013). Estuvimos estudiando una tonelada de actores distintos para el papel, pero había algo en la mirada vacía de Jeremy y en su extraño tono monótono de voz que hizo que me estuviera riendo durante toda su audición. Además, parecía que le asistía un montón de seguridad, lo que era bueno porque, siendo un adolescente de dieciocho años, iba a tener que besuquearse con Naomi Watts.

El rodaje, como siempre, fue tan divertido como cardíaco. El guión tenía muchas escenas cortas, por lo que pudimos improvisar y hacer el bobo, lo que creo fue divertido para Naomi y Liev porque me imagino que quizá no improvisaron demasiado en King Kong (King Kong, 2005) o X-Men orígenes: Lobezno (X-Men Origins: Wolverine, 2009). Sea como sea, pasaron muchas cosas divertidas:

—Naomi, Liev y Jeremy estaban dispuestos a probarlo todo. Eso se evidenció particularmente cierto cuando rodábamos la escena del "primer beso." Hay alrededor de ochenta versiones diferentes de esa escena, incluyendo una en la que Liev agarra el rostro de Jeremy y se besa con tal intensidad que cayeron de la cama. Jeremy no mostró sorpresa, lo que dice algo a favor suyo como persona, pero no se exactamente qué.

—A Naomi y Liev les gusta de verdad bailar. Fijaos en esas manchas de sudor en la camisa de Liev en la escena en la que se están montando una fiesta salvaje de instituto a la que no invitan a su hijo. Son manchas auténticas. Por otro lado, Liev resulta extremadamente detallista. Pidió unas pocas tomas extras del plano en el que ha de bajar el rostro hacia los pechos de esa estudiante, porque quería asegurarse de que conseguía el efecto correcto.

—Había un final alternativo para el guión en el que Jeremy se enfunda un casco estrafalario tocado con un cuervo disecado y explica a los vecinos que eso le permite controlar los pájaros. O era algo parecido. Bueno, no lo usamos. Pero como consecuencia de ese final, ahora tengo en mi iPhone fotografías de todo el reparto en que aparece ese casco puesto. Si me invitáis a una copa en alguna ocasión, puede que os las muestre.

—Era agosto, y traspiro una barbaridad, por lo que recuerdo estar los dos días con la sensación de alguien que hubiera vaciado sobre su cabeza una cubitera llena de bebida energética tibia. Cuando finalizamos el último plano, Naomi se me acercó y me abrazó con fuerza. Recuerdo haber pensado que para ella debió ser como abrazar un perro pedidor dorado recién salido de una charca llena de sudor. Sea como sea, Naomi es una dama encantadora.

Paul Zucker, hombre de gran talento, montó el corto, y gracias a su habilidad lo que hay en el producto final se parece mucho al primer montaje, excepto porque probamos las ochenta versiones distintas del "primer beso," y porque eliminamos el casco con el pájaro raro en el desenlace. Siempre tendré un poco de resquemor por ello, pero me siento muy feliz por cada uno del resto de minutos que invertí en MOVIE 43.

Larry: "Hermano, qué importa lo buena que sea la comida que tragues. Se trata de lo buena que sea tu descarga. Y la comida mejicana consigue obras maestras. Además, una ensalada pone freno a tus intestinos. Aunque un par de bebidas es bueno. Hace que dures más."
Jason: "¿Hace que dure qué? ¿Quieres que lo expulse?"
Larry: "No querrás ser el Señor Apretujo para Restreñidos, ¡vamos, por favor!"


La propuesta
Dirigida por: Steve Carr
Reparto: Chris Pratt, Anna Faris, JB Smoove

Según lo cuenta el director, Steve Carr:

Procedo deI mundo de los videos musicales y de los de hip hop, pero se me conoce por las películas de familia: Superpoli de centro cormecial (Paul Blart: Mall Cop, 2009); Dr. Doolittle 2 (Dr. Doolittle 2, 2001); Papá Canguro (Daddy Daycare, 2003). Hollywood puede devenir un ghetto: si haces películas para la familia, eso es lo que se te ofrece.

Así que cuando Charlie y Peter me hablaron de esta historia, no me lo pensé dos veces. Confirmaba todo cuanto sentía que era divertido cuando era un adolescente de catorce años. Era la oportunidad de hacer exactamente lo que quería; además Peter y su hermano, Bobby, son mis héroes personales. Acepté hacerlo.

Para cuando me añadí, Chris Pratt y Anna Faris ya estaban en la película, lo que era fantástico. Ambos fueron grandes colaboradores; no se si hubiera podido ir mejor. Había producido otra película en la que Anna era protagonista, Mama’s Boy (2007). Es toda una experta al encarnar a la chica ingenua y angelical. Y debido a la relación que en la vida real mantienen Chris y Anna, creo que en el sketch hay un tipo de latido afectuoso que puede sentirse.

Lo que hace que funcione la comedia es la capacidad de ambos para encarar el material sin titubeos, además de esa cálida vibración que emana de su auténtica relación sentimental. Mi impresión es que la vida diaria resulta bastante absurda, y si te hallas ante una situación intensa, y los actores actúan con autenticidad, el resultado es hilarante. ¿Quién podría esperarse jamás que esa conversación de más arriba tuviera lugar en un picnic? La interpretaron como si fuera un idilio amoroso.

Cuando abordé el guión por primera vez, me di cuenta de que no cumplía del todo la estructura de tres actos que incluso un corto debería tener. Como dije antes, procedo de los videos musicales, una experiencia que ya me daba la capacidad perfecta para narrar toda una comedia en siete minutos, ¡estaba en mi salsa! Y lo bueno con este tipo de cortos es que puedes ir al grano: no tienes por qué perder tiempo explicándoles cómo llegaron a la barbacoa, pues ya están en la barbacoa. Fue muy liberador.

Tenía muy claro hacer de la conversación entre Chris y sus amigos el plato fuerte, y J.B. Smoove y Chris estuvieron sencillamente ridículos, hilarantes. Es mi parte favorita de la película. Casi todo está improvisado. J.B. largó por espacio de unos quince minutos, y Chris estuvo a la altura de todo su cháchara. Todo ese parloteo, como cuando le dice que añada algo de guacamole y salsa para dar "color" en la parte trasera, todo eso era de J.B. Detrás de la cámara, estábamos todos literalmente partiéndonos de risa. Arruiné tres o cuatro tomas ¡debido a mis carcajadas! Debió de rodar unas veinte versiones diferentes, todas desternillantes.

Obviamente, es el tercer acto el que cierra el círculo. Y otra vez Chris despliega esa increíble combinación hecha de su calidez y afecto auténticos por Anna. No desea otra cosa que complacerla, y puedes percibirlo. Pero cuando la situación llega al límite, ya no le es posible esperar más, y simplemente "Ahhh, ¡tengo que cagar!"

Por cierto, esos sonidos que se oyen, toda esa mala fontanería: borboteos y pedos, eso soy yo literalmente canalizando mi propio yo interior de cuando tenía catorce años. Estaba feliz de disponer de un buen montador, con quien ya había trabajado antes, Craig Herring; trabajamos juntos para realzar e incrementar su reacción con los efectos sonoros y el montaje entre tomas. Pero llegado cierto punto, teníamos tantos sonidos de pedos y borboteos que todos me decían que debía rebajarlo un tanto.

En esa escena en la que ambos se hallan en la cama, cuando acontece el gran momento, en el tercer acto, Chris y Anna metieron baza y ayudaron a coreografiarlo. Íbamos diciendo: "¿por qué no entro y me pongo sobre ella?" y "Bueno, y si él está listo pero yo digo que ‘no’?" Era como un ballet.

Teníamos que construir un poderoso "cañón de excretar" para cuando el coche —ésa era mi idea— le golpea y la defecación acaba extendida por todo el vehículo. Nos las teníamos que ver con aquella unidad de expulsión, y la llenamos con barro, suciedad y cualquier otra cosa que pudiéramos meter dentro. Curiosamente, regresé tiempo después a esa misma localización, pues quería rodar algo más, y no nos lo permitieron. Nos dijeron: "Miren, la gente que la última vez rodó aquí usaron un artefacto de esos para hacer creer que eran excrementos, y tuvimos que contratar limpiadores especializados ¡para sacarlo de la calle!".

La experiencia fue la bomba. ¿Cuándo tendré de nuevo la ocasión de vehiculizar mi yo de cuando tenía catorce años empleando el dinero de otro? En el plató me lo pasé bomba, y si eso es todo lo que obtuve, fue plenamente satisfactorio. Con todo y ser una experiencia ‘de mierda.’

Neil: "¿Cómo está tu reflujo ácido?"
Veronica:"¿Y cómo van tus virus del papiloma humano?"
Neil: "Son tus virus del papiloma humano, Veronica, yo me limito a transportarlos."


Veronica/CVS
Dirigido por: Griffin Dunne
Reparto: Emma Stone, Kieran Culkin

Según lo explica el director, Griffin Dunne:

Mi amigo más íntimo de hace mucho, el productor Charles Wessler, tuvo la brillante idea retro de realizar una antología de cortometrajes cómicos exclusivamente para el estreno en salas cinematográficas. Había comprendido que a medida que alargamos nuestra atención, también se reduce. La necesidad de otro clásico como Made in USA (Kentucky Fried Movie, 1977) sólo hacía que incrementarse. Asimismo, habiendo subestimado el gusto de Charlie en la materia al declinar encarnar el papel de Harry en Dos tontos muy tontos (Dumb and Dumber, 1994) (en equidad, eso hizo también Sinbad), estaba ansioso por dirigir cualquier porquería que me pidiera.

Afortunadamente, tanto él como sus socios John Penotti y Pete Farrelly enviaron una pequeña y encantadora cancioncilla titulada "Veronica" acerca de unos amantes sin suerte que deben decirse adiós por última vez. Mis dos superdotados actores, Keiren Caulkin y Emma Stone, se involucraron en cuerpo y alma para dar vida a la joven pareja. Durante los ensayos, estuvimos estudiando el final de Casablanca (Casablanca, 1942) para poner el listón al tipo de emociones que su escena requería. Aunque Humphrey Bogart nunca acusó a la Sra. Bergman de "chupársela a un mendigo a cambio de pastillas de éxtasis", ni la Sra. Bergman preguntó a Bogie si aún "le gustaba meterse los dedos en el culo," creo que convendréis que la profundidad de sentimiento que Emma y Kieran aportan a sus papeles igualan a esos actores icónicos nota a nota. Pero muy seriamente, debemos preguntarnos ¿cómo logra Emma que una única lágrima de deslice mejilla abajo toma tras toma mientras recita esas frases tan ofensivas? Si un grupo de s
ordos hubiera visitado el plató aquella noche (que no pudieran leer los labios), se hubieran imaginado que estábamos haciendo Esplendor en la yerba (Splendor in the Grass, 1961). Es mi tipo favorito de comedia, y ambos son mi tipo de actor favorito.

Esta parodia hace como si se escuchara disimuladamente a unos superhéroes que se encuentran en una fiesta de citas rápidas:
(Supergirl sonríe cuando escucha a Batman cómo instruye a Robin acerca de lo que debe decir en su turno de cita rápida con ella)

Robin:"¿Qué? Oh no, le puedes oír."

Supergirl: "Si. Puedo oírle. Incluso puedo ver a Batman bajo la mesa."

Robin: "Debido a la visión con rayos x, claro."

Supergirl: "No, sencillamente le veo. Es una mesa de café. Es muy obvio."

(Supergirl se va molesta)

Robin: "¡Lamento mucho que tu familia esté muriéndose!"


La gran cita rápida de Robin
Dirigida por: James Duffy
Reparto: Jason Sudeikis, Justin Long, Leslie Bibb, Uma Thurman, Kristen Bell, Bobby Cannavale, John Hodgman

Según el director James Duffy:

"La gran cita rápida de Robin" tuvo su inicio en 2004, cuando convencí a Sam Rockwell que participara durante tres horas en una película. Había ido a la universidad junto a Justin Long, quien había entablado amistad con Sam en Héroes fuera de órbita (Galaxy Queso, 1999). De algún modo, Justin le convenció que sería algo divertido. Sam se avino a dar las tres horas. Estuve intercambiando ideas con Will Carlough, otro amigo de la Universidad y aspirante a guionista, cuando se lo permitía su obsesión por los cómics. Disponíamos de tres horas para tratar de descubrir qué tipo de película sería factible realizar con Sam Rockwell en tres horas. Tenía una idea acerca de una cita que se había venido abajo, y Will se la llevó a casa. Al día siguiente, teníamos un guión sobre Batman estropeándole el ligue a Robin en una cita desastrosa. La cinta "La gran cita de Robin" acabó por ser toda una moderada sensación en Internet, en pre-YouTube. Si podéis creer eso, una tal época aconteció.

Varias años después, Charlie Wessler y John Penotti se acercaron a nosotros con un guión incluso más difícil de creer. Habían visto "La gran cita de Robin" y nos querían para realizar una secuela para su venidera MOVIE 43. Dijimos que sí al instante. Cuando llegó el momento de rodar la secuela para MOVIE 43, Sam no podía hacerlo, estaba ausente rodando Cowboys & Aliens (Cowboys & Aliens, 2011). Jason Sudeikis se incorporó, lo que en mi mente venía a aportar una buena paridad con los filmes de Batman de los noventa, con un nuevo Batman en cada nueva secuela.

Justin, que es realmente el responsable de todo lo ocurrido, se dedicó a reclutar amigos actores que pudieran estar dispuestos a invertir dos días enfundados en leotardos. Will y yo mismo estuvimos trabajando en el guión tratando de limitar el número de bromas solicitadas sobre penes. Un genio de las localizaciones dio con un importante estudio de danza y salón de baile en Chinatown, el guión se acabó y estuvimos preparados para afrontar la empresa.

El día anterior al inicio del rodaje, tuvimos una lectura de guión, y me di cuenta rápidamente de que todos tenían muchas ganas y estaban dispuestos a echar una mano tanto como pudieran. Hay algo acerca de meter a la gente en leotardos que hace que parezca todo un poco más relajado.

El rodaje había comenzado. Hacía calor en aquel estudio de danza y todo el mundo bebía mucha agua. Eso se traducía en un problema por las visitas continuadas al cuarto de baño. Bobby Cannavale ofreció la más peculiar versión de Superman que pudiera imaginarme. Convirtió al personaje en un gamberro egoísta, lo que, si lo piensas bien, es como acaban la mayoría de esos extraños con superpoderes. Casi todos estaban enfundados en prendas que requerían de unos buenos quince minutos para meterse en ellas, y otro tanto para quitárselas. Era una prueba muy dura y demandaba el concurso de dos diseñadores de vestuario para atender a cada actor. Bobby no estaba dispuesto a pasar por el problema, así que cogió unas tijeras y efectuó un agujero para orinar en los leotardos azules, bajo los calzoncillos rojos.

Justin y Jason marcaron el tono en la escena de inicio, picándose y midiéndose entre ellos línea tras línea de genio improvisador. No podía ser más gracioso. Las opciones eran ilimitadas. Aquellos dos podían estar todo el día así. Charlie Wessler se me acercó calmadamente y me dejó muy claro que, de hecho, no podían estar haciendo aquello todo el día, y que comenzábamos a ir retrasados. Nos las apañamos en la primera escena, y luego en el primer día, y en el segundo. No puedo agradecer suficientemente a cada uno por haberme guiado a través de ésta mi primera aventura como director cinematográfico que no se ha limitado a tres horas de rodaje.

Recuerdos divertidos de Will Carlough acerca del rodaje:

Cuando llegué al plató el primer día, vi a Uma Thurman en su sesión de maquillaje. Al resto deI reparto le había conocido en las sesiones de lectura previa, pero ella no había estado allí, así que aquélla era la primera vez que la veía. Hay una escena en El ladrón de orquídeas (Adaptation, 2002) en que Charlie Kaufman está en el plató de Cómo ser John Malkovich (Being John Malcovich, 1999), tratando simplemente de saludar a las estrellas, para ser ignorado sumariamente. Charlie Kaufman desplegó mayor valentía que yo, porque tuvo el coraje de intentarlo. Nunca me presenté a Uma, pese al hecho de que se hallaba allí para decir las palabras que había escrito.

Originariamente, también había papeles para Dos Caras, Aquaman, y Batgirl.

"La gran cita rápida de Robin" devino la primera vez en que Justin Long y John Hodgman habían aparecido juntos en pantalla desde sus anuncios de Mac.

Nuestro primero y auténtico trabajo para AD fue SUPERMAN in 1978. Se retiró tras nuestra película.

Donald: "¿Ves a ese niño ciego de allí? Te reto a que le apagues todas las velas antes de que tenga posibilidad de hacerlo."

(Emily sopla y apaga todas las velas del niño, y un segundo después éste sopla sobre sus velas extinguidas).


Verdad o acción
Dirigido por: Peter Farrelly
Reparto: Halle Berry, Stephen Merchant, Nicole "Snooki" Polizzi

Según lo explica Peter Farrelly:

"Verdad o acción" es acerca de otra cita a ciegas, con esas dos personas a quienes encarnan Halle Berry y Stephen Merchant [de la serie The Office (2001)], las cuales llevan mucho tiempo haciendo uso de los servicios de citas sin ningún resultado. Comienzan con la habitual conversación trivial, y rápidamente Halle dice: "esto es una bobada. Juguemos a ‘verdad o acción’" para que el hielo se rompa. Pero la cosa no tarda en llevarles por una resbaladiza cuesta abajo, y empiezan a empujarse mutuamente hacia situaciones en las que jamás se hubieran imaginado.

Lo curioso es que, de hecho, dimos a Halle otro guión en 2010, y nos respondió admitiendo que era divertido pero que quería hacer algo ¡incluso más desquiciado! Primero le habíamos pasado un guión titulado "Clooney," que originariamente fue escrito para George Clooney. El actor acababa comido por la impaciencia por no ligar. Todo giraba acerca de cómo era que no podía hacerse con las chicas de un bar.

Pensábamos que ya era bastante escandaloso, y se lo enviamos a Halle, no del todo seguros que lo hiciera. Ya se sabe, ha ganado el Oscar y todo eso, podía ser que se ofendiera… Pero no sólo no se ofendió sino que nos dijo: "Se que vais a tirar esto adelante, aunque es demasiado tímido. ¡Vamos en serio!" Y allá que fuimos… "Bueno, de acuerdo, tenemos otro." Y decidimos meterla en "Verdad o acción."

Soy un absoluto admirador de Stephen Merchant. Creo por lo más sagrado que es uno de los cinco hombres más cómicos del planeta. Me mata de risa. Cualquier cosa que haga, como si es pasear por la calle, hace que me monde. Y situarle junto a Halle Berry, que no ha hecho nunca algo así ni remotamente, y dejar a los dos que la líen, era toda una delicia de contemplar como director. Resultan muy distintos en tantas cosas… y con todo ambos son actores con un talento extraordinario. Podían llevarse el uno al otro por senderos que se hacía sorprendente de ver.

Y fue increíble poder contar con Snooki en el corto. Fue una absoluta colaboradora. Sabe muy bien cómo sacar el mejor partido, y no teme reírse de si misma, porque así es como se gana la vida, y lo hace muy bien. Y eso es lo divertido. Afortunadamente para nosotros, cuando lee "Moby Dick" a Stephen, lo hace de memoria.

Los gags de ‘Verdad o acción’ surgieron de la pluma del guionista, un tipo llamado Greg Pritikin. Hizo varios borradores, y le decíamos: "No, no, lleva eso más lejos, llévalo por aquí, procura esto." Llegado ciertos momentos, no teníamos bastantes, pero seguimos recurriendo a él diciéndole: "proponnos más." Y cada uno subía un tanto más que el anterior. No es que tuvieran que ser necesariamente divertidos, sino que resultaban muy inesperados y escandalosos, e iban lejos.

Brian:"¿has secuestrado a un enano irlandés?"

Pete: ¡no! ¡te he cazado un duende irlandés!"

Brian: "Cretino, los duendes no existen."

Pete: "tío, mira esto." (quita el trozo de cinta que enmudece la boca del duende)

Duende irlandés: "Vosotros dos, gili*ollas, estáis j*didamente muertos. Estáis más que muertos. Estáis muertos como la música disco. Más muertos que un muerto…" (Pete se rasca la nariz. El enano estornuda polvo de hadas.)


Feliz cumpleaños
Dirigido por: Brett Ratner
Reparto: Gerard Butler, Johnny Knoxville, Seann William Scott

Según nos lo cuenta el productor, John Penotti:

Tal como lo recuerdo, (Charlie) Wessler me gritó como si lo hiciera a su ayudante imaginario... "¡Haz que (Brett) Ratner se ponga al teléfono! ¡Es el único tipo que es capaz de hacer esto!" Y así iba a ser. Brett se sumergió inmediatamente, afinó el guión, y luego seleccionó personalmente su reparto. Seann William Scott y Johnny Knoxville encajaban perfectamente en la pantalla como compañeros, con independencia de que tras las cámaras eran grandes amigos. Cada uno de ellos se sumergió por completo en el retorcido cuento. Lo más divertido fue dar con el espíritu valiente dispuesto a dejarse reducir al tamaño del diminuto duende. Casualmente, Gerard Butler estuvo de acuerdo: "¡Claro!, suena divertido. Pero necesitaré un instructor de acento. Yo soy escocés, y este pequeño cabrón tiene acento irlandés."

Ese fue nuestro plano más largo y complicado. El cuerpo del pequeño duende que vemos en la silla a lo largo de todo el metraje es el de un actor pequeño llamado Gabriel Pimentel. (Hubo trabajo de especialista que lo acometió otro pequeño experto llamado Martin Klebba.) Alguien sorprendente y francamente muy pequeño. Johnny y Seann invirtieron dos días interpretando sus escenas junto a Gabriel. Pero en el último día de rodaje, se trajo a Butler para sentarlo ante una pantalla verde con el fin de que actuara encajando cada uno de los movimientos del cuerpo que Gabriel había hecho durante los dos días precedentes. Brett le decía a Gerard que se moviera un poco a nuestra izquierda y, "cuando pronuncies la palabra ‘pelotas’ sacude un poco la cabeza." Fue un trabajo de alta precisión, pero necesario para poder lograr una actuación perfectamente armonizada.

Pete, Charlie y John están sumamente agradecidos por la contribución de todos los actores, y aún más por la incansable búsqueda de la excelencia por parte de Brett.

Robert: "Señor, el iBabe es…"

Jefe: "Un reproductor de música en alta fidelidad, que ofrece una calidad de sonido prístino y una capacidad de almacenaje prácticamente ilimitado. Es el maldito último grito."

Arlene: "Cierto. Asimismo, tiene el aspecto y desprende la exacta sensación como de una mujer desnuda. Los adolescentes se sienten físicamente atraídos hacia las mujeres desnudas. ¿Ve a dónde quiero ir a parar con esto? (suspiros) Como poco, hemos de colocar una etiqueta de advertencia en la caja."

Boss: ¿Una etiqueta de advertencia? ¡Qué interesante! Los otros reproductores MP3 no llevan advertencias acerca de que no deben practicar sexo con ellos. Es una cuestión de sentido común. Una bolsa de patatas chips no lleva una advertencia que diga: ‘Por favor no se follen estas patatas chips.’ En todos mis años en este negocio… (su voz se apaga lentamente. Sacude la cabeza)."


iBabe
Dirigida por: Steve Brill
Reparto: Richard Gere, Kate Bosworth, Jack McBrayer, Aasif Mandvi

Una declaración del director, Steve Brill:
Tengo mucho de Pete y Charlie. Me encantó Made in USA cuando era un crío. La recuerdo proyectándose en un drive-in, mientras trataba de escabullirme de donde mi familia estaba viendo otra película para disfrutarla. Era un joven adolescente de quince años y, para mí, era lo más divertido que había visto jamás. Había desnudos, y se trataba de una comedia agresiva. Pensaba que era como ver algo secreto y especial. Más o menos fue la causante, en muchos sentidos, de que dirigiera mis pasos hacia la realización de comedias.

Me encantaba su narrativa desestructurada, en la que estaban los cortos más divertidos que pudiera haber, unidos de forma un tanto estrafalaria y curiosa, lo cual es lo que acabamos haciendo con MOVIE 43.

Conozco a los Farrelly desde hace siglos. Conozco a Pete desde siempre, y acostumbraba a jugar al hockey con Bobby. Siempre quise trabajar con Pete, y recuerdo bajar y encontrármelos en el plató de Algo pasa con Mary (There’s Something about Mary, 1998). Recuerdo impresionarme por el sentido de la comedia tan propio que profesaban, al que se mantenían fieles. Era en verdad algo nuevo y libre, y también dulce.

Así que tuve fe en ellos cuando Pete y Charlie Wessler, alguien a quien también conozco de hace mucho tiempo, me localizaron y me explicaron la idea de que aceptara realizar uno de esos escandalosos cortos. Nos dimos cita en la casa de Carrie Fisher, y ellos me lanzaron algunas ideas descabelladas que me parecieron imposibles de llevar a cabo, pero me di cuenta de que ya habían rodado algunas de ellas. Miré algunos de los guiones y les dije: "Nunca haremos eso,"" y ellos me respondieron: "Oh, no, no, esos ya los hemos rodado. Queremos que abordes algunos otros nuevos."

Lancé algunas ideas con Rocky Russo y Jeremy Sosenko, que han sido algo así como los principales guionistas de esta película, con la intención de despuntar en la vanguardia, pero no se me ocurrió algo tan bueno como "iBabe," que ya habían reescrito a partir de un guión que Charlie tenía.

Por lo que se refiere al reparto, la orden de Charlie era siempre tratar de incorporar a tantas estrellas como fuera posible. Conocía a un buen puñado de gente, pero no estaban realmente disponibles. Entonces él dijo: "conozco a Richard Gere," y pensé: "Bueno, no hay manera de que consigas a Richard Gere." Sin embargo, como probablemente habéis oído, Charlie conoce a todo el mundo. De hecho, recurrimos a Seth McFarlane, pero su agenda estaba demasiado llena. Mientras tanto, Charlie consiguió a Richard. Quedé atónito.

A Kate Bosworth ya la había visto en otro corto obsceno de la web cómica "Funny or Die," y allá estaba realmente graciosa. En "iBabe," encarna a la única persona de la sala que nombra a esa cosa por lo que es, y que planta cara al mandamás idiota de la corporación, mientras que el resto están ocupados lamiéndole la mano. Posee ese tipo de brío por el que le resulta suficiente echar una mirada con una vuelta de sus globos oculares. Estuvo magnífica.

Y Jack McBrayer, a quien conocía del campamento de Apatow. No hace mucho actuó en Paso de ti (Forgetting Sarah Marshall, 2008), y nos habíamos frecuentado en Hawaii. Siempre pensé: "Si jamás necesitas cubrir un papel pequeño en algo que ha de ser cómico, contrata a Jack." Estuvo fabuloso. Fue excitante tener a toda esa gente reunida en una gran sala, el plató.

Lo que en verdad me gustó del humor de este corto consistía en que tienes al jefe de esa corporación informática —Richard—, y me encanta el hecho de que en ningún momento acaba enterándose del todo qué es lo que está pasando. Cuanto más recreamos el hecho de que no pilla la cosa, más estúpido parece ante todas las evidencias que hablan de niños que se están quedando sin dedos y sin otra cosa, mientras no establece la relación acerca de lo que ha hecho. Richard encarnó al personaje magistralmente, resulta muy obtuso. "Bueno, ¿por qué tendría que pasar eso? No lo entiendo." Todos los demás no hacen otra cosa que mostrarle una gran atención como el ejecutivo que se sitúa tan fuera de alcance.

En Movie 43 hay una especie de tema que gira en torno a la pregunta: "¿Por qué nadie más que yo puede ver lo más obvio?" "El buen partido" lo tiene, y también nuestro sketch ("iBabe"), y unos pocos más. Me encanta ese tipo de humor en el que no pueden ver lo que está ante las narices. Y cuanto más lo repites, más y más resulta hilarante.

También hicimos unos anuncios del iBabe: unos tres o cuatro. Usamos uno de ellos, el que muestra gente que baila alrededor de esa mujer desnuda. Estuvo bien, como si se hiciera un musical, sólo que una mujer desnuda permanece de pie. Creo que veréis el resto en el DVD.

De hecho, tras la realización del primer puñado de cortos, traté de juntar el film. Estuvimos hablando acerca de los muchos y distintos modos de unir los sketches. Entonces, Rocky y Jeremy escribieron la especie de estupendo relato de ciencia-ficción que estructura la cinta, con los chicos en su habitación navegando por Internet y adentrándose en territorio ignoto para revelar la secreta MOVIE 43. Esa idea me pareció intrigante, buena y pertinente. Era una especie de ingeniería inversa, un modo de atar los cortos temáticamente, lo cual no dejaba de ser atractivo.

Me gusto particularmente el gag del "ojo de buey," donde uno de los chicos sostiene un dardo en la boca, y le tiran toda la diana. Eso no estaba en el guión. En realidad, se nos ocurrió en el plató.

Pienso que todo converge verdaderamente bien, y es el momento idóneo para una película como ésta, con todos esos cortos diferentes con distintos tipos de comedia. Es como ir a la tienda de los caramelos, mirar a los distintos estantes, y reparar en todos esos productos verdaderamente divertidos y brillantes, mientras nos movemos a través. Te salen al paso, y todo está bueno, y de verdad divertido.

Amanda: "¡Papi! (Se precipita a los brazos de su padre, mientras éste observa la mancha roja en los pantalones de Amanda)."

El padre de Amanda: ¡Dios mío! ¡Cariño! (hacia el padre de Nathan) ¡¿Qué clase de familia pervertida aplasta un tomate grande en los pantalones de mi hija?!"


Cita de adolescentes
Dirigido por: Elizabeth Banks
Reparto: Chloë Grace Moretz, Christopher Mintz Plasse, Patrick Warburton, Jimmy Bennett

Según nos lo cuenta la directora, Elizabeth Banks:

Tuve una llamada de esos tres memos, Charlie, John y Peter, quienes me aseguraban que estaban produciendo una película de cortos cómicos. Me pidieron que considerara la posibilidad de actuar en uno de ellos. (Acabé en "Beezel"). Me informaron de la lista de guionistas y directores masculinos que ya se habían comprometido en aquel momento, y les dije: "¿Puedo dirigir un sketch? ¡No tenéis a ninguna mujer!" En lo hondo de mi corazón, sé que esos tipos creían en mí, y que no era sólo timidez lo que les llevó a aceptar mi propuesta. Aunque la timidez es muy ponderosa. Le pedí a una joven e inteligente y punzante guionista, con sentido del humor, Elizabeth Wright-Shapiro, que elaboráramos unas pocas ideas juntas. En un primer momento, los chicos se mostraron proclives a otra idea diferente a "Cita de adolescentes," en la que quizá teníamos a unos jóvenes en paños menores y unos ciegos, pero de nuevo mi corazón, que es muy inteligente, me decía que la que se tenía que hacer era "Cita de adol
escentes."
Obviamente, "Cita de adolescentes" trata sobre la incapacidad de los hombres para saber qué es lo que realmente pasa con las mujeres y tal. En el momento en que los chicos rechazaron la idea, no hicieron sino reforzar mi convencimiento de la relevancia de la historia. Humildemente, sentía que MOVIE 43 necesitaba una heroína femenina, una mujer que gana, y quería que esa mujer fuera Chloë Grace Moretz. ¿Quién puede discutir eso?

Elizabeth Wright Shapiro, que fue quien propuso la historia, merece constar en los títulos de crédito junto a Chloë, Jimmy Bennett y el resto de mi estupendo reparto. Un apunte curioso: Jimmy y Chloë daban vida a hermano y hermana en La morada del miedo (The Amityville Horror, 2005), y han tenido sus primeros besos en pantalla como actores en esta pequeña película. Pese a esto, fueron muy profesionales con la lengua.

Amy: "Anson, no quería decírtelo porque pensaba que te parecería una loca, pero ha estado amenazándome. NO ES UN GATO NORMAL!"

Anson: "¡Claro que lo es!"

Amy: "¡ACABA DE METERSE UN P*TO TERMÓMETRO EN SU BOCA!"


Beezel
Dirigido por: James Gunn
Reparto: Elizabeth Banks, Josh Duhamel

La mejor parte de la realización de "Beezel" fue los correos electrónicos iniciales entre el director, James Gunn, y Elizabeth Banks. ALERTA, SE DA INFORMACIÓN SOBRE EL ARGUMENTO en adelante…

De James a Elizabeth:
"Estás saliendo con un chico (Nathan) y te enamoras de él. Te presenta su mascota, un gato al que está unido, solo que este gato es un animal animado en 2D, bobalicón y repelente. Como pasa en muchas parejas, este gato se mete en medio y afecta tu vida afectiva. Al principio se trata de cosas pequeñas, como contornearse en medio de los dos cuando vas a besar a Nathan, tener una explosiva diarrea que se extiende por todas tus cosas, o mirarte fija y espeluznantemente por encima del hombro de Nathan mientras éste te hace el amor tiernamente. Pero cuando sorprendes al gato masturbándose antes fotos de su amo en traje de baño, la cosa se agrava, pues trata de asesinarte…"

De Elizabeth a James:
"Me parece un material pasmoso."

De James a Elizabeth:
"¡Uf! Creí que ibas a decirme que ya habías hecho la película del gato lloroso y masturbador al que le metes un cepillo culo arriba."

Entrenador: "Cuántas p*tas veces os lo he de decir? ¡Sois negros, ellos son blancos! ¡Esto no es un partido de hockey!"

Jugador: "Chicos, creo que lo que el entrenador está tratando de decirnos es que la clave está en el ‘trabajo en equipo."

Entrenador: ¡No! La clave está en que ‘vosotros sois negros, y ellos blancos.’"


A la gloria por la victoria
Dirigida por: Rusty Cundieff
Cast: Terrence Howard
NBA Players: Larry Sanders, Jared Dudley, Corey Brewer

Según explica el director, Rusty Cundieff:
Fue fabuloso tener la oportunidad de trabajar en Movie 43. He sido un seguidor de los Hermanos Farrelly durante cierto tiempo, así que ésta ha sido para una experiencia muy importante ya sólo a ese nivel. Pero la auténtica diversión vino al trabajar con los guionistas Rocky Russo y Jeremy Sosenko, y en la creación de los momentos de juego de baloncesto para "A la gloria por la victoria." Y, por supuesto, fue la locura poder trabajar con la estrella de este corto, Terrence Howard, quien me confesó que quería demostrar que podía ser divertido tras encarnar tantos papeles dramáticos. En verdad que se entregó totalmente a su interpretación. No creo que haya cómico vivo que hubiera logrado una actuación más desternillante y precisa.

Fue un rodaje de dos días que pasaron muy rápidamente, y resultó muy duro reducir la pieza a los apretados cinco minutos que dura cuando había tanto material divertido que escoger. Estoy casi seguro de que el primer montaje llegaba a los doce minutos, y albergo la esperanza de que hasta cierto punto algunas de las joyas que hemos tenido que perder en el montaje sabrán abrirse paso en las tomas eliminadas de la versión especial extendida en DVD. Trabajar con una combinación de actores y de auténticos jugadores de la NBA para integrar el equipo de baloncesto de instituto del sketh fue un valor añadido a la diversión. Me apuesto algo que el público no podrá decir quién es quién a menos que sean seguidores de la NBA y conozcan a los jugadores. Todos los chicos de la NBA podrían hacer carrera en Hollywood; así de buenos se mostraron.

Se hace muy excitante haber participado en una película que contiene tantas estrellas cinematográficas y directores con talento, aunque no haya trabajado con todos ellos de un modo directo. Muchas risas.